lunes, 16 de febrero de 2015

5 AMORES, 5 HISTORIAS. Cristóbal y David 8.

Transcurría el 2003 y planeaban su primer viaje al exterior; España.

Cristóbal en ese sentido era más entusiasta y planificaba, cuadraba rutas, paseos y organizaba. A David le fastidiaba eso, le encantaba la idea de viajar con su pareja pero el previo de un viaje no le gustaba –más bien era flojo, quería todo listo– pero igual tuvo que involucrarse.
A mitad de año ya querían irse de vacaciones pero los tiempos y el dinero no cuadraban, luego Cristóbal decidió irse por menos tiempo a Europa, David no estuvo de acuerdo prefería esperar e irse un mes por lo menos, para aprovechar mejor el viaje. Discutieron y terminaron viajando una semana a Margarita. El viaje estupendo, revivieron las ganas y la pasión, otra vez juntos todo el día. Esos momentos para oxigenar la relación  funcionaron.
Mientras reunían el dinero para ir a España, los pasajes ya estaban comprados. El viaje sería para diciembre, iban comprando dólares y euros, pocos pues no había mucho dinero.
Otra traba: el control de cambio llegó y no pudieron comprar más divisas…pero el tío de David en España le dijo que él le regalaba el pasaje, así que estando en España le daría el dinero en euros de lo que pagó por el boleto.
Una vez en Madrid se hospedaron en casa de una tía de David, hermana del papá, él también estaba ahí con su esposa pues todos los diciembres va a pasar las navidades con sus hermanos. Cristóbal nunca había ido a España así que todo era nuevo para él. Estaban contentos estando juntos en Europa.
Los primeros días transcurrieron conociendo varios lugares cercanos a casa, tomando fotos, caminando hasta el cansancio y muchas fotos. A los días fueron a Toledo, caminando, conociendo, fotos, comer, etc
A veces salían sobretodo en las noches con el papá de David, iban a almorzar a casa de otros tios, unos primos, en fin, Cristóbal conoció a toda la familia. Se fueron a Galicia por unos días, pero sólo al pueblo donde nacieron los papás de David,  el frío era impresionante y los abrigos más, pero ahí se acomodaban para no sentirlo tanto.
Regresaron a Madrid y continuaban los paseos, almuerzos con la familia, seguir conociendo sitios. Una de las tantas noches que salieron de copas y rumba, dieron un paseo por Chueca el barrio gay de Madrid, caminaban tomados de la mano, se besaban, todo normal como cualquier pareja.  A pesar de poderlo hacerlo sin esconderse, se sentían extraños haciéndolo.

Se les acercó un muchacho y les entregó la tarjeta de un local, como no habían decidido a que lugar ir, fueron a ese.
Una puerta plateada con un timbre a un lado era la bienvenida al local, parecía un burdel clandestino pero eso no los detuvo para llamar. Se abrió la puerta y apareció un hombre con tirantes de cuero negro cruzados en el pecho e interior del mismo material, eran las únicas piezas que llevaba puestas. Una vez dentro quedaron en una pequeña salita cuadrada, al fondo del local se podían ver a varios hombres desnudos, David pensó que era un show que estaban montando, se disponían a avanzar cuando el señor de los cueros les cerró el paso con su brazo y les dijo –la ropa la dejan aquí–. Así como dos pueblerinos recién llegados a la capital quedaron petrificados ante semejante advertencia. Dieron la vuelta y se fueron.
David y Cristóbal no eran unas personas mojigatas pero en ese momento que les dijeran de golpe “a quitarse todo” les chocó.

2 comentarios:

  1. Yo me la hubiese quitado lol

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  2. Interesante.... esperare el proximo capitulo... saludos caraqueno!

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