viernes, 15 de mayo de 2015

FINAL DE TEMPORADA Se me antoja quererte 10


Adriano y Américo

Adriano se levantó de la cama asustado al escuchar la confesión de Américo de que ya se conocían y fue hace 10 años. Cerró los ojos y se tapó la cara con las manos. Unos segundos sin ver nada y comenzó a recordar vagamente lo sucedido en aquel centro comercial.



–¿Ya te acordaste? ¿Ves, no te parece genial que ya nos conocemos de hace 10 años?.

Adriano le dio la espalda colocó sus manos detrás de su cabeza, no podía creer lo que estaba escuchando.

–Ya va ¿y por qué no me dijiste nada y lo dices ahora?

Américo se levantó de la cama aún con su pene erecto –mira como me tienes– Lo agarró por el brazo y lo llevó a otro cuarto.

–Te voy a mostrar algo para que veas que no te miento y sepas lo que siento por ti.

Abrió la puerta de su antiguo cuarto que estaba clausurado, entraron y encendió la luz. Frente a ellos estaba la pared donde Américo colocaba todos los días una foto de Adriano desde hace 10 años.

Adriano no podía creer lo que estaba viendo, estaba paralizado. Américo se le puso enfrente y le dio un beso en la boca pero Adriano no reaccionaba.

–Hagamos el amor aquí, frente a tu muro.



Adriano se soltó de Américo y salió de la habtación y fue a vestirse para salir de ahí. Américo lo siguió hasta el otro cuarto intentando detenerlo y explicarle que no podía dejarlo



–¡Tú estás enfermo! ¿cómo se te ocurre hacer esto?

–¿Pero cuál es el problema? Ya tenemos 8 meses juntos y somos felices y nos llevamos bien. Yo te amo mucho y tú también.

Adriano se le quedó mirando fijamente mientras seguía vistiéndose. –Estás demente, déjame en paz.

–Tú no te puedes ir de aquí–Américo se puso en la puerta que ya había cerrado–.

Adriano apartó con un empujón a Américo y salió de la habitación, mientras buscaba su bolso en la sala, Américo fue a la cocina y tomó un cuchillo.

–Tú no te vas de aquí, no me puedes dejar, tenemos tiempo juntos.

–8 meses, son varios meses pero ya, no me voy a quedar contigo después de todo lo que he visto y oído.

–Tenemos 10 años de relación –Américo se colocó el cuchillo en la muñeca izquierda apretando el filo contra la piel –Estamos juntos desde hace 10 años mi amor.

–¡10 años obsesionado, no me involucres en tu locura! Y deja ese cuchillo.

–Te he hecho el amor durante 8 meses, eres mio–Volvió a empujar el cuchillo en su piel y comenzó a deslizarla, comenzaba a correr sangre por su muñeca pero Adriano no se había fijado.

Adriano estaba nervioso y sudando frío, dio media vuelta para abrir la puerta pero su novio gritó.

–Abres esa puerta y me corto el cuello–Adriano volteó y vio la sangre en su muñeca. Se quitó el cuchillo del cuello y se cortó la otra muñeca.

Corrió hacia Américo y con un golpe en la cara le quitó el cuchillo. Américo se desplomó al piso.

Buscó unos paños y se los puso en la muñeca, lo arrastró por el piso y lo montó en el sofá. A los minutos Américo comenzaba a reaccionar y antes que se despertara por completo Adriano se fue del apartamento.

Se montó en su carro y salió rápidamente de la urbanización.



Adriano tiene 30 años, vive con su mamá, de padres divorciados, es administrador y trabaja para una franquicia de redes de farmacias, un muchacho que le gusta hacer ejercicio, sano, no fuma y bebe muy poco. Su primera relación estable en años es con Américo, anteriormente tuvo relaciones cortas que no pasaban de los tres meses. Esta era su relación más importante hasta ahora.



Cuando estaba llegando a su casa luego de estar más de media hora dando vueltas por la ciudad pensando en todo lo que había pasado, a ratos llorando de nervios y a ratos asustado, sonó el celular. Era Américo pero Adriano no contestó.

 A los segundos le llegó un mensaje.



<<Me dejaste solo aquí y herido mi amor>>

<<Aún somos novios mi amor, nos vemos mañana, te amo>>



Adriano apagó el celular y le quitó la pila, le temblaban las manos.

–Este tipo es un psicópata, me quiere matar, me quiere matar, ¿qué hago?

Llegó a su apartamento, al abrir la puerta se encuantra con su hermano mayor que estaba de visita. Al verlo, lo abraza y se puso a llorar.

–¿Qué te pasa hermanito, qué pasó? –Su hermano lo abrazó fuerte sintiendo como Adriano temblaba como una hoja.

1 comentario:

  1. A algunos nos pasa haber vivido una experiencia con alguien con un tornillo medio flojo?

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