sábado, 2 de mayo de 2015

SERENDIPIA Capítulo final.

El tribunal  sentenció a la mamá de Gonzalo, a Roberto y a Sebastián a cumplir 180 días de trabajo comunitario en su zona de residencia. Sebastián y Roberto  tendrían que presentarse cada 15 días y por lo que dure el trabajo comunitario, al tribunal para firmar. Una vez que finalizara el régimen de presentaciones Sebastián regresaría a su país de origen sin derecho a entrar de nuevo al país donde cometió el delito.

Gonzalo fue puesto a la orden de un psicólogo para ayudarlo en su proceso.

Sebastián estaba en su casa recogiendo sus pertenencias en varias cajas para el día que le tocara irse del país tener todo listo. En eso suena el timbre de su casa, –Debe ser Roberto –Pensó.

–¿Qué haces aquí?
–Vine a que me dieras mi regalo de cumpleaños por adelantado, mañana cumplo 17 años.
–Roberto está por venir y si te ve aquí, se va a armar un problemón.
–Cuando llegue hacemos un trío.
–Después de lo que le hiciste, lo dudo.
–No hablemos de eso, y quiero que hoy me hagas lo que le hacías a mi papá.
–Eres un sucio pervertido
–Igual que tú
A Sebastián se le empezó a notar una erección y Gonzalo se le fue encima para besarlo.Lo cargó hasta la habitación y lo lanzó a la cama.
-Quítate la ropa –Mientras lo hacía, Sebastián buscó un látigo, lubricante y condones.

Le dijo que se pusiera boca abajo y abriiera las piernas. –Esto va a doler pero tu quisite–.

Lanzó un latigazo directo a las nalgas, Gonzaló se estremeció y se torció del dolor.
–Voy a tener que amarrate para que no te muevas – Amarró sus muñecas y tobillos con las esquinas de la cama.
√olvió a pegarle una y otra vez, las nlagas estaban enrrojecidas pero Sebatián seguía hasta que el muchacho le pidió que se detuviera.
–¿Te duele verdad?
–Si…por fa no sigas
–Me dijiste que querías que tehiciera lo que le hacíamos a tu papá.
–Me duele.
–Te voy a coger.
Se puso el condón, le dio dos nalgadas lo que hizo que Gonzalo se tensara. Lo tomó del cabello y le jaló la cabeza –No te quejes esto era lo que querías, ahora vas a aguantar porque te voy a coger si lubricante.
Le abrió las nalgas y comenzó a penetrarlo, una simple pasada de mano mojada en saliva lubricó el area y sin mucha espera lo introdujo para luego acostarse encima de él y comenzar a moverse.
–¿Te duele o te gusta? Dime que sientes.
-Me duele, no pares.
Sebastián comenzó a darle más duro. El sudor de su abdómen mojaba las nalgas del muchcho y eso hacía que le ardiera meas las heridas pero no decía nada, sólo apretaba la sábana con su mano y mordía la almohada.
Se quitó de encima del muchcaho y lo desamarró.
–Hazme acabar con tu boca –Gonzalo lo hizo no sin antes recibir una fuerte cachetada. Sebastián le tenía la cabeza agarrada mientras le ahía el sexo oral, se la movía para que lo mamara obligado. Al muchcho se le salían las lágrimas y tenía arcadas.
Dos veces lo hizo vomitar cada vez que el pene le llegaba a la garganta pero Sebastián no se detuvo.
El muchacho salivaba de manera abundate que se le salía escurría de la boca. Sebastián se detuvo y aprisionó la cabeza del muchcacho contra su pélvis y se corrió en la boca haciendo que se tragara de una vez el semen.

Gonzalo cayó rendido en la cama y ahí se quedó. Sebastián se puso un boxer y salió a la sala. Sonó el timbre. Era Roberto

–Hola mi amor ¿cómo estás?
Wao ya tienes recogido todo, que bien. Ya está prácticamente vendido mi apartamento, también recogí varias cosas pero me falta.
–Bueno yo sigo aquí en lo mismo.
–Voy al baño
Al entrar a la habitación vio a su sobrino dormido en la cama –Este carajo no aprende vale, nos va a meter en peos de nuevo –Despierta, Gonzalo, párate –le dio un poar de cachetadas hasta que abrió los ojos –Vístete –se fue al baño a orinar.

Al salir del cuarto dejó a Gonzalo dormido de nuevo.

–¿Otra vez te lo tiraste? Tú no ves que ese carajito  no está bien. Mira lo que me hizo a mi. Y le diste duro, ¿te dijo que le pegaras.
–Me dijo que le hiciera lo mismo que a su papá y bueno lo complací.
–Ten cuidado ese carajito no sé que intenciones tiene y sigue siendo menor de edad, todavía nos quedan 2 meses para terminar con las visitas al tribunal y cumplir las horas de labor social.
–Tranquilo que ese no va a decir nada, igual se mete en broncas él.
–Tío, no te preocupes, yo no voy a decir nada, sólo quería tirar y le propuse a a Sebastián que ustedes dos me cogieran.
Roberto no le respondió pero no le desagradaba la idea. Le dio plata para que se fuera en taxi –Luego hablamos tu y yo y que no me entere que hablaste con tu mamá de esto–
–Ay ya tío, deja la regañadera, ya no soy un carajito.

El muchacho se fue y terminaron de llenar una caja.
–A mi me tienes desde hace meses que me vas a someter en esa cama y no lo has hecho.
–Me dijiste que te gusta romántico.
Roberto le apretó con fuerza el pene con su mano –¿Esto te parece romántico? Tírame en esa cama y viólame, pero te advierto que yo no soy el mariquito de mi sobrino.

Lo amarró a la cama y comenzó a pasarle el látigopor too el cuerpo, dándole suaves azotes. Estaba boca arriba y le daba en el pene que veía como se iba levantando con cada latigazo. Le soltó las piernas y comenzó a introduirle un dildo, lo bastante grueso para necesitar paciencia y lubricante. Una vez dentro se lo empujó y siguió con el látigo. Se colocó sobre Roberto para que este le mamara el pene mientras él seguía empujando el dildo. Con cada empujón el pene de Roberto se endurecía hasta que no aguantó maás y se corrió sin necesidad de tocarse.
Sebastián no retiró el pene de la boca de su novio hasta que no se vino. No le quedó más remedio que ragar el semen, no podía moverse.

Al terminar se quedaron un rato más en la cama Sebastián le hizo una pregunta a Roberto.
–Ya sé que me lo ha dicho pero quiero preguntartelo de nuevo, ¿ No me guardas rencor ni rabia por lo de tu hermano? Recuerdo que decías que matarías a la persona que asesinó a tu hermano.
–Pero tú no lo mataste. Pero tranquilo ya veré como vengaré esa muerte –Se sonrió viéndolo a los ojos –esbroma tonto, vamos a levantarnos que yo vine a ayudarte.

Al cumplirse los dos meses y terminara las vistas al tribunal y las horas de trabajo comunitario, Roberto ya teneia toda su documentación en regla y los pasajes comprados. La casa y el carro lo vendió, Sebastián sólo tenía que llevarse las cosas que había traído de su país y lo que compró en su temporada en el país.

Un mes después ya iban rumbo a Chile. Se instalaron en el apartamento de Sebastían. Dos semanas mas tarde se estaban casando. Ya se estaban moviendo para montar el negocio que tenían pensado desde hace varios meses; Un bar gay leather de sado, con cuarto oscuro, cabinas privadas, sexo en vivo, sado en vivo y todo lo que ese ambiente requería.

A los seis meses de la apertura habiá sido un totundo éxito y comezarían a trare gente de oros países para espectáculos en vivo. Al año, el local era una visita obligada para los turistas gay foráneos, ya aparecían en las guías internacionales de locales gay.

Una noche en la que Roberto se encontraba solo en el local  revisando la caja y un despacho de bebidas, Sebastián se encontraba cerrando un negocio para contartar scorts para el local y ofrecerlos. Cuando estacionó su carro en el estacionamiento que tiene su local en un lateral, se le acercaron3 individuos vestidos de negro y sin mediar palabra lo agarraron le quitaron las llaves del carro, su billetera y le dieron varios golpes. Al caer en el piso le dieron un tiro en la cabeza y se fueron en el carro de Sebastián.

Luego del entierro en el que estuvo la familia de Sebastián, Robertono dejaba de llorar, estaba con unos lentes oscuros y los ojos hinchados. Se le acercó su suegra.

–Yo sé que tú estabas casado con mi hijo pero las cosas que dejó él serán para mi.
–Lo siento señora, hay un testamento donde claramente Sebastián me deja la parte de sus acciones a mi igual que el papartamento. Si quiere le puedo dejar su carro, yo me compro otro, pero el negocio es mio.
–Eso ya lo veremos, iremos a juicio.
–Iremos y veremos quien sale perdiendo.

Al llegar al apartamento, se quita los lentes, se estira y se sienta en el sofá y busca la libreta donde tiene anotados los números de contacto.

–<<Cuando quieras te puedes venir, ya estoy solo>>
–<<¿Pero podré quedarme? Yo me quiero quedar en Chile.
–<<Te quedas, yo te solicito y trabajas conmigo, luego nos casamos>>

Gonzalo, el sobrino sin decirle nada a su madre estuvo comprando dólares desde hace meas de un año con ayuda de un amigo hasta que cumplió la mayoría de edad. Compró un pasaje para Chile y se iba a ir sin contarle a nadie.

Un mes después llegaba a Chile. En el Aeropuerto lo esperaba su tío.

–Ya estoy aquí tío, por fin.
–Así es, por fin, pero a partir de hoy ya no seré tu tío. Seré tu futuro esposo.


SERENDIPIA: un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente.

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