lunes, 8 de junio de 2015

TERCERA TEMPORADA Se me antoja quererte 1


Alonso y Amado

–Adelante, pasa, ¿quieres tomar algo?.

–Un whisky si tienes.

–Seguro.

Alonso se fue a la cocina a preparar el trago, le temblaban las manos, Daira se sentó en el sofá mientras iba observando cada objeto de la sala. Una foto de una pequeña mesa llamó su atención; dos hombres abrazados con un parque de fondo. Eran Alonso y Amado. Cerró los ojos y volteó la mirada hacia Alonso.



Ya venía de regreso con los vasos, whisky para dos.

–Te estarás preguntando que hago aquí y como supe tu dirección.

–Si te soy sincero tengo la mente en blanco, apenas te vi por la mirilla se me nubló todo.

–Debe ser la culpa, la vergüenza. No es dificil averiguar algo de alguien cuando tu esposo conoce a mucha gente en el gobierno que me puede echar una mano.

Daira extendió su mano con el whisky para brindar con Alonso, él no podía verla a los ojos, ella estaba tensa.



–¿Desde cuando te frecuentas con mi esposo?

–Me resulta bastante incómodo hablar de esto contigo.

–Imagínate a mi, que mi esposo me engaña con un hombre, 20 años de matrimonio y me entero ahora que mi esposo es gay.

–¿Cambian las cosas si fuese una mujer?

–No me has respondido.

–Siete meses, pero nos conocemos desde hace más de un año.

–Nunca le había revisado ni los bolsillos a Amado, nunca.  Hazte una idea hasta que punto a cambiado para yo sospechar de que pasaba algo.

Daira, agachó la cabeza y comenzó a llorar en silencio. Alonso dejó el trago en la mesa y se levantó frotándose la cara con sus manos. Se acercó a Daira y le puso la mano en la espalda, pero ella reaccionó pidiéndole que no la tocara.



–Yo la verdad no sé que decirte y hacer Daira, te vi afuera de mi apartamento apenas reconociéndote, sé de ti por fotos. Miles de veces le he dicho a Amado que hablara contigo y dejara esta farsa.

–¿Farsa? ¿Le estás diciendo farsa a 20 años de matrimonio?

–Aunque suene duro, si, es una farsa, tu matrimonio y el anterior, porque antes de mi estuvo con otros hombres, no en una relación estable como la tiene ahora pero siempre estuvo con hombres mientras estuvo casado.

Daira se levantó del sofá y comenzó a caminar, se fue al balcón y se quedó viendo la montaña. Alonso se acercó y se puso al lado de ella, también mirando la inmensidad del cerro.



–Amo a tu esposo, lo amo mucho y quiero vivir con él, hacer una vida en pareja de verdad.

–El problema es que yo también lo amo Alonso, pero él no me ama y nunca me amó porque le gustan los hombres.

–Dale el divorcio.

–Desaparece de nuestras vidas mejor. Todo era perfecto hasta que apareciste.

–Creías tú que era perfecto. Amado es un cobarde por no asumir lo que es, yo lo asumí y me divorcié y ahora quiero una vida plena con el hombre que amo.

–¿Y tenías que buscarte un casado?

–No lo sabía cuando lo conocí, cuando me enteré ya era demasiado tarde.

–Para mi ya es demasiado tarde, he estado 20 años viviendo una mentira.

–Dale gracias a Dios que revisaste sus cosas, podrías estar otros 20 años viviendo esta mentira.

–Todo esto me está haciendo daño. Tú quieres que yo le de el divorcio para que ustedes sean felices, ¿y yo? Me quedo sola, no tengo a nadie, sólo lo tengo a él. Te quedas con Amado y yo me quedo sola en esa casa de la playa.

–No me culpes a mi Daira, eso háblalo con Amado. Es muy triste lo que me dices pero la vida no siempre es color de rosa, la mía tampoco ha sido fácil.

–Yo no me voy a divorciar de Amado, sólo si él me lo pide.

–Lo hará porque yo lo voy a convencer.

–Bueno, me imagino que lo tendrás fácil cuando sepa que estuve aquí y me enteré de su doble vida.

Daira volvió a quedarse viendo hacia la montaña y le pidió un café a Alonso, Volvía a llorar. Mientras Alonso preparaba el café, sonó su celular. Era Amado.



–<<Hola mi oso ¿cómo estás?>>

–Extrañándote, estoy solo en casa y se me hace enorme, Daira no está, se fue a Caracas a verse con una amiga, quiero verte>>

Alonso se acercó con la taza de café al balcón y se la entregó a Daira.

–<<Tu esposa está conmigo Amado, está en mi apartamento>>

Alonso veía a Daira mientras le decía a Amado la noticia. A Daira se le cayó la taza de café.

–<<¿Quieres hablar con ella?>>

–<<¿Pero, que hace ahí, cómo supo? No, no me la pases>>

–<<Te la voy a pasar, esto se acaba hoy, tarde o temprano tenía que pasar, por las buenas o por las malas y fue por las malas>>

–Toma…Amado–Le dio el celular y fue a busacr un trapo para recoger los trozos de la taza y el café derramado.



Daira sólo escuchaba todo lo que hablaba Amado, justificaciones, excusas, lamentos, disculpas. Ella lo dejaba hablar. –Tengo que colgar Amado, hablaremos cuando regrese a casa–. Cerró la llamada.



–¿Quieres más café?

–Sí por favor.

Daira volvió a ver el retrato y se sonrió. –¿Aquí es donde pasan los fines de semana entonces? Él me dice que va a visitar a su hijo, me pregunto si lo visita o si sabe de las vagabunderías de su padre–.

–Si lo visita, no siempre pero lo hace.

–¿Hablan de mi cuando están abrazados en la cama?

–¿Por qué te haces daño?

–¿HABLAN DE MI?

–Si…más que todo yo para decirle que se divorcie de ti y no te siga engañando.

–Que considerado eres. ¿Me puedo quedar a dormir aquí? Mi amiga se fue de viaje y no tengo dinero para un hotel, me voy mañana temprano.

–No tengo problema, tengo una cama en el otro cuarto, tiene baño y todo lo necesario para que estés cómoda. Yo mañana te llevo a tu casa.

–No tienes porque molestarte, yo tengo como irme.

–No es molestia, no me importa hacerlo, además aprovechamos y hablamos los tres, nos lo merecemos.

–Quiero dar una vuelta, estar sola. Regreso en un par de horas.

–Tranquila, no hay problema.

–Gracias por tu hospitalidad y atenciones, eres una buena persona.

–Y tú eres una mujer valiente de venir hasta acá y enfrentar todo esto con entereza.

–No, si al final vamos a ser buenos amigos.

–Me encantaría, eres una mujer encantadora y lo digo por todo lo que me cuenta Amado, siempre son cosas buenas de ti.

–Hasta luego Alonso.



Daira se fue y Alonso recogió los vasos para lavarlos. Ya no se acordaba que iba a hcer antes que llegara Daira. Tomó su celular y llamó a Amado.



–<<Tu esposa se queda a dormir aquí esta noche>>

–<<¿Pero tu estás loco Alonso? ¿cómo se te ocurre?>>

–<<¿Cómo se te ocurre a ti no contarle a tu esposa?>>

–<<Mañana hablaré con ella>>

–<<Hablaremos los tres, yo me voy con ella a la playa, va a ser un día muy largo así que te quiero con las bolas bien puestas. Mañana no solo te enfrentas a tu esposa, mañana tienes que decidir si quieres vivir conmigo ya>> Cerró la llamada.

Amado tenía taquicardia y fue a tomar un vaso de agua. Se recostó un rato.



Alonso se puso a ver una película. Daira se estaba duchando para acostarse y ver televisión un rato.

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