viernes, 31 de julio de 2015

FINAL DE TEMPORADA Se me antoja quererte 10

Adriano y Américo

–¿Cómo pudiste ocultarme algo así Adriano? Yo lo sospechaba pero no quería aceptarlo y además todo lo que me ha contado tu amigo. –Decía la mamá de Adriano con lágrimas en los ojos al igual que Américo–

–¿Pero que es esto, de qué hablas?
–Yo mejor me voy, ustedes tienen cosas que hablar
–¡TÚ NO TE VAS DE AQUÍ, ENFERMO!

–Él me contó que eres gay y que lo estás acosando, que te tiene miedo y acudió a mi para que hablara contigo, pero yo los voy a dejar solos para que hablen y luego hablaré contigo.

Se levantó de la mesa limpiándose la cara con un pañuelo y se fue a su habitación. Adriano se quedó en la sala con Américo que se levantó de la mesa y le dio un beso en la boca. Se lo llevó hasta su habitación y cerró la puerta con llave.
–¿Me vas a golpear aquí en tu casa? Hueles a alcohol, ¿estabas bebiendo? ¿con quién? –Sacó una navaja y se la puso en el cuello– Adriano se quedó paralizado sintiendo la hoja de la navaja presionando su cuello.
–¿Qué coño pretendes con todo esto? ¿Acabar conmigo, qué coño te hice?
–Eso es lo que quiero saber, ¿qué coño me hiciste para estar así de enamorado. No me has respondido, con quien estuviste?
–Con un pana, no tengo porque darte explicaciones.
Américo tomó de la repisa una figura algo pesada y se dio un golpe él mismo haciéndose daño. Comenzó a sangrar.
–Mira lo que haces cuando te pones violento. Quítate la ropa –Volvió a ponerle la navaja en el cuello.
Adriano se quitó la ropa y se quedó en interiores. A pesar de lo asustado tenía una erección.
–Túmbate en la cama –Américo se desnudó y se montó encima introduciéndose el pene, una vez dentro volvió a ponerle la navaja en el cuello. Comenzó a subir y bajar sobre Adriano. Le dijo que agarrar la navaja, una vez que la tenía en su mano, Américo le tomó fuerte la mano y se hizo una herida en el pecho, la sangre salpicó las sábanas.
Seguía encima  y comenzó a apretarle el pene con su culo lo que hizo que Américo se corriera dentro de él. Américo se puso a llorar, se levantó de la cama y comenzó a tirar cosas y lanzarlas a la pared, salió del cuarto gritando con la ropa en sus manos.
La mamá de Adriano salió y vio a Américo sangrando.

–SU HIJO ESTÁ LOCO, LO VOY A DENUNCIAR. –Salió de l apartamento así desnudo como estaba, cerrando con fuerza la puerta. Un par de vecinos se asomaron y vieron al joven salir desnudo y con sangre pero no se atrevieron a salir.

La mamá de Adriano seguía llorando y nerviosa. Se acercó a la habitación de su hijo que estaba tirado en la cama desnudo mirando al techo mientras las lágrimas le corrían  por su sien.

–Nada de lo que te dijo ese psicópata es cierto mamá…la única verdad es que soy gay y tuve la genial idea de enamorarme de un enfermo. Nueve meses de relación tuve con él. Y estoy enamorado de ese tipo mamá, me persigue, me busca, va a mi oficina, se ha metido en mis cuentas, me pinchó los cauchos y para rematar no se llama Américo. ¿le sigues creyendo a él o a tu hijo? –Adriano seguía acostado sin moverse con la mirada fija en el techo y continuaba hablando –Me tiene vigilado, hizo que en mi trabajo se enteraran que soy gay, igual que en la oficina de mi papá. y ¿sabes qué? Ese hombre me gusta, me da morbo lo que hace, me excita pero no lo quiero cerca de mi, pero si le pasa algo me muero. Ahora te estarás preguntando quién es más loco de los dos.

Ella se acercó a su hijo y lo abrazó y comenzó a llorar. –Vamos a denunciar a ese tipo mi amor, lo vamos a meter preso–

–¿Cómo, no es quien dice quien es, tiene una denuncia en la policía pero no sirve de nada, irán a su casa a buscarlo. Déjame sólo mamá, me quiero duchar y vestir, es primera vez que me ves desnudo, sal de mi cuarto.

Adriano quedó acostado así toda la noche. En la mañana lo despertó su celular. Era la policía para decirle que ya habían ido a la dirección que él le había proporcionado.
El apartamento ya estaba vendido, lo vendió una inmobiliaria, el dueño del apartamento era un empresa fantasma que nadie sabe de su existencia fiscal. La policía estaba como al principio, sin nada, necesitaban más información o pruebas distintas a las  tienen.

Adriano se levantó de la cama. Eran las 10 de la mañana y tenía que ir a la oficina, fue al baño y se vio sangre en su pecho. Entró a la ducha.
 

La ciudad en el oeste estaba en plena ebullición. Gente en la calle, tráfico y los buhoneros instalados en la acera dejando un pequeño espacio para que pasen los peatones. Uno de esos buhoneros es Alejo que seguía instalado vendiendo sus productos.

Un vehículo se estacionaba en la esquina frente a los buhoneros. Se bajó y cerró la puerta, comenzó a caminar hacia la calle donde estaban los comerciantes informales. Al llegar, se acerca a una muchacha –Disculpe ¿conoce a Alejo? –La muchacha levantó la mirada y le señaló a la persona que buscaba –El de la chemise azul de rayas–.

Llegó hasta el puesto de Alejo.
–¿Tú eres Alejo?

–Si, mi pana, ¿quién pregunta?
–No soy tu pana –Sacó un arma y la gente alrededor se alejó de inmediato dejando los puestos solos –No te metas con lo ajeno si es que quieres seguir vivo.
–¿Qué te pasa viejo baja esa arma que se te puede escapar un tiro.
Américo activó el arma –No se me va a escapar, te voy a disparar si  vuelves a ver a mi novio.
–¿Tú estás loco? ¿qué novio? Baja el arma.

–Adriano es mi novio –Le dio una patada a la mesa y la tumbó al piso –Se fue de ahí caminando de espaldas viendo a Alejo y apuntándolo hasta que llegó al carro y se fue.

–Maaarico…¿quién carajo es este frito? –Alejo cogió su celular y marcó el número de Adriano.

jueves, 30 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 9

Sentados en el sofá comenzaron a hablar tomándose cada uno una cerveza.

–¿Y desde cuando estás saliendo con Arquímedes?
–Débora, no la llames así.
–Bueno tú me entiendes, yo lo conocí como Arquímedes.
–Tenemos casi 3 meses
–¿Y te gusta?
–Estoy enamorado de ella, no pongas esa cara ya sé que es poco tiempo pero me siento muy bien con ella, feliz.
–No, no, tranquilo, ese no es mi peo. En el barrio te tenían como hétero ¿sabías? Pero te empataste con Débora y la vaina cambió.
–Yo le dije a Débora que no era gay…ella se va a operar y eso me gusta quiero estar con una mujer, me gustan las mujeres.
–Yo sé, a mi no me lo tienes que decir, pero también te gusta un culo de macho.

Régulo bebió un sorbo de cerveza y se le acercó a Alejo, le dio un beso pasándole el líquido a su boca. Mientras le bajaba el cierre del pantalón y le sacaba el pene  que ya delataba  una erección.
Se agachó y comenzó a hacerle sexo oral mientras que Alejo le empujaba la cabeza hacia abajo. Régulo seguía y mientras lo hacía su boca salivaba y mojaba todo el pene de Alejo que  en cada movimiento sentía que se iba a correr.

Alejo lo detuvo y comenzó a quitarse la franela. Régulo se bajó los pantalones y le dio un preservativo –Póntelo y métemelo ya –Dijo viéndolo con morbo.
Se colocó el preservativo y escupió en el culo de Régulo, que se abrió nalgas abiertas con sus dos manos. Comenzó a penetrarlo hasta tenerlo todo adentro, se detuvo y empujó un poco más para luego empezar a moverse.

El celular de Alejo sonaba. –Tengo que atender –Dijo mientras no paraba de penetrar a Régulo que le dijo que atendiera –Y sígueme cogiendo–.

–<<Alo´>>
–<<Hola vida, ¿cómo estás, dónde andas?
–<<Hola mi amor, estoy con Régulo en su casa, ya comimos juntos y compré unas cervezas y las estamos tomando aquí en su casa>> –Alejo se había detenido pero Régulo comenzaba a moverse metiéndose el mismo el pene de Alejo, que seguía hablando por el celular pero tomaba por el hombro al bombero–.
–<<No te tardes amor, te quiero>>
–<<Tranquila en un rato me voy, un beso, te quiero>>.
Colgó la llamada y cerró los ojos, la rabia y la culpa entraron en su cuerpo. Tomó de los hombros a Régulo y comenzó a moverse con más fuerza. El bombero excitado al ver ese desbordamiento de pasión. Alejo siguió unos segundos más y empujó. Se vino dentro, gruñía mientras tenía al bombero tomado por los hombros con fuerza sin dejarlo que se moviera. Al terminar lo soltó y se relajó tumbándose a un lado del sofá.

–¡Coño, que cogida más buena! Te luciste.
–Me siento mal.
–¿Te duele la cabeza?
–¡No Régulo, me siento mal, me siento como una basura, un coñoemadre , no debí…hacer esto.
–Deja el drama que sólo fue una tirada, relájate, yo no me quiero empatar contigo, además yo no voy a decir nada –Mintió, le comentó a un compañero de trabajo que estaría con Alejo en su casa teniendo sexo –Estuvo buena esa tirada y quedé bien pagado.

Alejo se levantó del sofá se puso su franela y se acomodó el pantalón.
–¿Ya te vas?
–¿A ti que te parece?
–Coño vale no seas guevón, no te hagas coco con lo que pasó, pasó y listo. Vamos a tomarnos otra cerveza y vamos pal segundo.
–No mi pana, ya lo hicimos, ya me voy además es tarde.

Salió del apartamento. Ya en la calle recibe un mensaje por Facebook, lo responde. Luego de tres mensajes más le da a la persona su número y hablan por el celular unos minutos. Se iba a conocer a una persona que estaba en su contactos de Facebook.

Débora se quedó un rato más en el local sola acomodando unas cuentas y revisando unos productos. Justo cuando iba saliendo tres encapuchados la interceptan y la hacen entra al local cierran con llave. Mientras uno la tiene agarrada tapándole la boca, el otro le arranca el vestido y la ropa interior. La tumban al piso, dos de los hombres  la tiene sujeta para que no se mueva, el tercero se va sobre ella y sin aviso la penetra con fuerza. Débora no puede gritar pues tiene un teipe plomo en su boca.

El violador se le acerca al oído –Aprovechando que tu novio se está cogiendo al bombero yo te cojo a ti –Iba empujando cada vez más fuerte. Débora lloraba del dolor y la impotencia, su cara estaba roja y las venas de su sien brotadas.
–Te dije que ibas a ser mío mariconcito. Este culo está bien rico. No te atrevas a ponerte cuca porque te mato –Le pasó la lengua por la mejilla –No me raspa tu barba y eso no me gusta –La haló del pelo para acabarle dentro y dejarla tirada en el piso mientras  los tres se iban.

Unos minutos después, Débora se levantó del piso, se fue al baño y se vio al espejo.
–Maldito seas Rendel, eres un maldito y vas a morir, yo misma te voy a matar.
Se puso una bata y se fue directo a la policía, sin limpiarse, sin ducharse. La denuncia era clara.

miércoles, 29 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 8

Asdrúbal y Asier

–Buenas noches, voy al apartamento del señor Rubén Cardozo.
–Un momento ya lo comunico. Otro maricón más que se va a coger el policía, ni porque tiene el noviecito se calma”. Señor Cardozo lo buscan aquí abajo el señor…
–Asdrúbal.
–El señor Asdrúbal…pase.
–Gracias.
–Vaaaya.

Asdrúbal subía por el ascensor y estaba un poco ansioso. Cargaba una bolsa con unas papas chips, un dip para las papas y la caja de alfajores que le había pedido el policía. Llegó al apartamento y tocó el timbre.

Rubén abrió la puerta en toalla y medio majado.
–Me agarraste saliendo de la ducha, pasa, bienvenido.
–“Dios que carajo más bueno, que pectorales y todo mojado y bronceado, si no me coge me le tiro encima, ¿qué coño estás diciendo? Viniste a conversar de Asier y la investigación. Mierda que culo, ¿para qué se quita la toalla delante de mi?, que no se vaya a voltear. Dios se volteó que guevo, este tipo me está poniendo nervioso que se termine de vestir”
–Bueno, ya me visto, disculpa, chamo pero deja la bolsa en la mesa estás como ido. ¿Nunca has visto a un hombre desnudo?
–Je, je, no es eso es que…estaba pensando en otra cosa.
–Asdrúbal hablaba y Rubén restregaba su mano sobre su pene. –Dale tranquilo te sirvo una copa de vino para relajarnos.
–Ahí te traje la caja de alfajores.
–Ah gracias, ¿cuánto te debo?
–1500
–Ahora te los doy déjame abrir una botella.

Asdrúbal se fue a la sala y en la pequeña mesa al lado del sofá había un portarretrato digital, iban pasando varias fotos, todas eran con Rubén y un muchacho más joven que él.
–“El carajo está casado o estuvo y tiene un chamo…el pana es bisexual, debe estar divorciado porque ya debería estar la mujer aquí. Debe ser el típico enclosetado casado que en la primera oportunidad de tirar con un tipo se vuelve loco y se pone sadicón”
Un toque en el hombro lo asustó y se volteó.
–Toma tu copa y deja el susto, andas como nervioso, bebe un poco.
Ambos bebieron luego de brindar.
–Está muy guapo tu chamo.
–¿Tan viejo me veo? Ja, ja, ja, no es mi hijo es mi pareja, vive aquí conmigo
–Ah…disculpa, pensé que eras…
–¿Casado? No, soy gay y me gustan los carajitos –Dejó la copa en la mesa y le plantó un beso en la boca a Asdrúbal.
El beso se extendió por varios segundos, la mano de Asdrúbal bajó a la entrepierna de Rubén para agarrar su pene, su mano no lograba cerrarse alrededor del miembro totalmente erecto.

–Yo creo que va a ser mejor que te agaches y me lo mames.
Sacó el pene por la abertura del bóxer y comenzó a mamarlo. No hacía falta que Rubén le empujara la cabeza, Asdrúbal se introducía completamente el pene en su boca.

–Uuuf cuidado con tus diente, que rico lo haces.
Asdrúbal se le aguaban los ojos cada vez que el pene le llegaba hasta el fondo de su garganta pero seguía, le encantaba. Cuando ya estaba agotado se levantó y Rubén  le desabrochó el pantalón y se lo bajeo junto al interior hasta las rodillas, lo volteó y lo empujó hacia el sofá.

–Quédate ahí. –Fue a buscar un condón y lubricante–.
–¿Y si tu pareja llega?
–Somos tu y yo ahora, no lo metas a él en esto, agáchate –Le abrió las nalgas con una mano y con la otra apretaba el lubricante para que cayera en el culo. Cuando ya estaba bien humedecido, comenzó a esparcirlo con su mano jugando con sus dedos alrededor del culo, iba metiendo un dedo, lo sacaba y metía otro, luego metía dos. Embadurnó las nalgas y comenzó a darle nalgadas.
Otro chorro de lubricante fue a parar a su pene ya con el condón puesto.
–¿Vas aguantar este guevo?
–Es grueso dale desp…
No terminó la palabra y Rubén introdujo su pene de una sola vez. Había entrado directo gracias a lo dilatado que ya estaba Asdrúbal.
–Eres tragón bichito –Le bajó más la espalda y comenzó a empujar una y otra vez. Asdrúbal gemía. Con cada empujón apretaba el esfínter. Rubén le daba nalgadas, le abría por completo las nalgas para ver su pene completamente dentro del muchacho, eso lo excitaba.

A Asdrúbal le temblaban las piernas, su cuerpo tenso aguantando cada embestida. Sentía como entraba y salía el pene que era bastante grueso. Rubén agarró el pene de Asdrúbal y este se vino enseguida al sentir el contacto de los dedos.

–Uuuuy te viniste que rico y a mi me falta todavía ¿o quieres que te acabe ya?
–Sí, acábame en las nalgas.
Rubén comenzó a moverse más rápido apretándole las nalgas con fuerza, cuando ya sentía que iba a venirse retiró el pene y sacó el condón, tres chorros bañaron las nalgas de Asdrúbal que sentía como corrían calientes sobre su piel que se erizó al sentirlo.
–Wao coño, que rico. Tienes ese culo apretadito carajo. Ve a ducharte.

Mientras Asdrúbal se duchaba, Rubén sacó algunas cosas para picar  y trajo algunos documentos que recolectó con información de la empresa de la familia de Asier. El muchacho salió de la ducha pero no tenía nada que ponerse.
–¿Tienes un bóxer que me prestes?
–Ponte la bata que está detrás de la puerta del baño, que hace frío, encendí el aire.

Se puso la bata y fue de nuevo a la sala.
–Bueno, necesito que me des toda la información que tengas de  Asier y de la empresa, cosas que te ha dicho, detalles que has notado, hora en la que lo has visto en el metro o en la calle pidiendo, todo, todo es importante.
–Ok,, que buena la tirada, ¿tu novio no va a venir ahora?
–Está  en un curso en otra ciudad. Quiero que te concentres papá, ya tiramos ahora a trabajar.

–“Cómo quiere que me concentre si siento el culo abierto como un túnel y me duele, que rico tira, ¿será que me va a coger más tarde? Yo quiero de nuevo, me tomo un analgésico pero yo repito, me aguanto el dolor…”
–…por eso es que necesito toda esa información. Voy a averiguar con mi gente si tenemos amigos o conocidos en la empresa que nos puedan facilitar datos.

Asdrúbal le contó todo lo que sabía. Datos, fechas, llamadas, citas, los recortes de periódico. Todo. Rubén le pidió que no dejara de verlo que siguiera buscando información

Luego de un buen rato conversando del caso, Asdrúbal le comentó que no tiene el dinero suficiente para pagar por los servicios. Rubén se rió y le dijo que no se preocupara, que  ya pagó con sexo y que iba a pagar de nuevo más tarde pero que el dinero lo podía ir pagando quincenalmente.

–No te preocupes por eso, eso sí una vez que comiences a pagar, no te detengas sino el caso se detiene hasta que deposites. Este caso me interesa, es probable que descubramos otras cosas que no estábamos buscando y eso es muy bueno.
–Me da miedo que me descubran que estoy averiguando cosas.
–Tranquilo, trata de manejarlo bien bajo perfil, pregunta sin indagar más allá que ya parezca un interés extraño. Y vamos a fijar unos días específicos para vernos, sobre todo en las noches o bien temprano en la mañana.

Luego de conversar sobre otras cosas, se terminaron una segunda botella de vino y volvieron a tener sexo. A las dos de la mañana se acostaron.

A las 5:35 de la mañana se escucha el ruido de la cerradura que se abre suavemente, al abrirá  cierra con cuidado la reja y la puerta y se va quitando la ropa antes de llegar al cuarto. Sin encender la luz llega al cuarto ya en interiores, coge la sábana para entrar en la cama y se encuentra que hay alguien más aparte de Rubén.

–Pero coño ¿qué es esto Rubén?
Asdrúbal se despierta sobresaltado y sale de la cama de frente a esta y comienza a vestirse.
–Yo, yo me voy, yo vine por un asunto de trabajo, pero ya me voy.
–¿Y tú que haces llegando a esta hora? ¿no venías hoy al mediodía?
–Me dieron la cola, ¿quién es este ahora? Verga no me puedo ir porque metes a alguien en nuestra cama.
Asdrúbal ya vestido estaba en la sala recogiendo sus cosas y no paraba de temblar por el susto.
Jaime Andrés fue a la sala.
–Chamo, chamo tranquilo ya me voy, ya me voy disculpa.
–Tranquilo mi pana, mi peo no es contigo, ven que te abro la puerta para que te vayas.

Asdrúbal salió del apartamento con los zapatos en la mano.
–Mierda, mierda, mierda, que peo. Esto me pasa por puta. Menos mal que el policía es Rubén y no el chamo, sino me mata ahí mismo. Verga ¿y ahora? Este no querrá trabajar conmigo, que peo vale.

Terminó de ponerse los zapatos y salió del edificio agitado, sudado y despeinado.

–Consiguieron al policía con el cacho ja, ja, ja lo pillaron feo de nuevo. Ese no aprende.. –Hablaba solo el vigilante

martes, 28 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 7

Andrés y Amadeo

Andrés había cuadrado con Amadeo para verse tempano en la mañana antes de ir ala Universidad, entraba más tarde, aprovechando que en el bufete no tiene horario de entrada lo esperaba para desayunar juntos.

Mientras lo esperaba  en un banco de la plaza dos muchachos se le acercan para pedirle que si le podía cambiar un billete de 100 por dos de 50. Andrés, oliéndose la malicia de los jóvenes sacó los dos billetes de 50 para entregarlos y recibir el otro billete. Le estaban entregando un billete de dos.

–Soy ciego pero no estúpido –haló sus billetes de 50 pero los muchachos comenzaron a forcejear con él para quitarle el billete, la billetera y el maletín. Entre los golpes, Andrés sin soltar nada le daba golpes con su bastón, pero estos se lo quitaron y lograron quitarle el maletín, pero Andrés se les abalanzó.
–¿PERO ESTE NO ES CIEGO PUES? –Mientras ocurre la pelea hay transeúntes que pasan y otros que ven a lo lejos pero nadie interviene.

Cuando intentan zafarse, a lo lejos llega corriendo Amadeo que coge a uno de ellos del pelo y lo jala, cuando lo tiene en el piso comienza a golpearlo una y otra vez, pero el otro muchacho logra huir con el maletín.
Amadeo no para de darle golpes hasta que aparece la policía y los separa. El muchacho visiblemente agresivo y ofuscado quería seguir golpeando al ladrón pero otro policía retiene a Amadeo. Todos, incluido Andrés van a la policía municipal a rendir declaraciones.

El muchacho que intentó robar a Andrés lo estaba atendiendo un médico de la alcaldía.
–No joda, al mamaguevo ese lo atienden pobrecito y aquí uno retenido quien sabe hasta cuando.
–Quédate tranquilo que ya nos vamos a ir.
–¿Te hicieron algo esos idiotas? Lástima que el otro se fue.
–No, sólo unos jalones, nada grave. Gracias por ayudarme, por primera vez me sentí inútil e impotente, por mi mente pasó extrañar poder ver, fue una sensación extraña, nunca me había pasado. Creo que sobrevaloré el poder de mis otros sentidos.
–No chico, no digas eso, si nos pasa teniendo los cinco sentidos en esta ciudad que es bien maldita.
–No hables así Amadeo.
–Es la verdad, esta ciudad es un infierno y encima van y ayudan al guevón ese a curarlo.
–Le partiste la nariz
–Le quería partir todos los huesos.

Se levantó de la silla y se fue directo donde estaba el muchacho.
–Te vienes a meter con un carajo que está ciego que no se puede defender ¿verdad? Métete conmigo –Volvió a lanzarle un golpe que lo tumbó con todo y silla y comenzó a darle patadas hasta que llegaron dos funcionarios a detenerlo.

–¡AMADEO QUÉDATE QUIETO!
–Su amigo queda detenido señor. Usted espere mientras le toman la declaración.

40 minutos después daba declaración Andrés y el ladrón. Andrés solicitó ver a Amadeo para hablar con él antes de declarar.

–Hace un rato te di las gracias por  haberme ayudado pero ahora me estoy arrepintiendo.
–Coño es que me da arrechera que están robando a la gente y más a una persona discapacitada.
–Bueno ya, cálmate, a ese tipo lo van a dejar detenido aquí y tú y yo nos vamos a ir luego que des tu declaración.

Amadeo rindió declaración y luego de conversar un buen rato con los policías, lo dejaron libre, pero lo iban a dejar 24 horas detenido por desacato.

–Ya no voy a ir a la Universidad, no llego.
–Yo tampoco iré al bufete, ya dije que estaba en este inconveniente. De hecho mi jefe metió la mano también para que salieras, conoce al  director de la policía.
–Ahora te tengo que agradecer a ti.
–Sí…y mucho je, je, je me vas a invitar el desayuno / almuerzo.

Y Amadeo lo invitó a almorzar. Un restaurante relativamente nuevo cerca de las faldas del cerro que domina la ciudad.

–¿Y puedes pagar esto?
–Si, tengo dinero.
–Ah claro, es verdad que ayer trabajaste. ¿por cierto como fue tu primer día de trabajo?
–Ja, ja, ja ¿de verdad quieres saber?
–Te pregunté, obvio que quiero saber.
–No lo vas a creer, mi primer cliente fue el novio de mi abuelo.
–¿Qué? ¿El novio de tu abuelo?
–Si, bueno ex.
–Ah bueno, bueno, eso te exime de culpa.

Amadeo se le enrojeció la cara de la pena pero luego se rieron. Le contó lo que sucedió luego con su abuelo cuando llamó a su ex para proponerle vivir juntos cuidando a Daira –mi abuelastra–.

–Como te dije hace unas semanas Amadeo, ten cuidado, esta vez fue el novio de tu abuelo, pero luego puede ser un mafioso o un sádico, un narco y puedes estar en peligro, ese mundo es muy duro.
–Tranquilo, trabajo con mi ex.
–Ay Amadeo, tu ex no es tu amigo, que te quede claro.
–Te preocupas mucho por mi. Pareces que estás enamorado de mi, o peor, que eres mi novio.
Se hizo el silencio y Andrés se levantó para ir al baño.

–Creo que la cagué… –Se levantó y se fue al baño.

Entró al baño, vio a Andrés y reviso que no hubiese nadie. Pasó el cerrojo de la puerta.
–¿Qué estás haciendo?
–Discúlpame, no quise decir eso.
–No, tienes razón, me preocupo demasiado.
Amadeo le dio un beso en la boca que duró varios segundos, fue correspondido.
–Yo también estoy sintiendo cosas por ti. Cuando estaba con este tipo, te me viniste a la cabeza y no te saliste e ahí.
–Lo sé, recordaste lo que te dije en el parque. Te sentí Amadeo, te ví.
Volvieron a besarse.
–Estás a tiempo de dejar ese trabajo.
–No lo voy a hacer.
–¿Por qué?
–Porque quiero independizarme, vivir en mi propia casa y llevarte conmigo.

Un tercer beso apareció y fue interrumpido por alguien que le daba vueltas al pomo de la puerta.

lunes, 27 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 6


Alonso y Amado 

Alonso esperaba en su casa a la persona que su amigo Aníbal le mandaría para tener sexo, previo pago. Disfrutaba la espera con una copa de vino, estaba en boxer y una franela blanca, en la habitación tenía dispuesto un par de preservativos, lubricante y un cock ring, un anillo para colocárselo en la base del pene y así mantener una mejor erección.



Sonó el celular. Era Aníbal.



–<<Epa, ya el sujeto está llegando>>
–<<Ok, espero que sea bueno porque estoy pagando un realero>> 
–<<Tranquilo que me vas a pedir para repetir, es puro lomito y tiernito>> 
–<<Vale, hablamos>>



Cerró la llamada y fue a servirse más vino. Llamaron por el intercomunicador, era el vigilante solicitando autorización para que subieraa una persona.

Unos minutos después suena el timbre del apartamento, abre la puerta y cuando abre la reja para dejarlo pasar, queda sorprendido al ver al muchacho.



–Hola mucho gusto
–Hola, ¿qué tal? Adelante pasa. Yo a ti te conozco. 
–Yo creo que yo a usted también. 
–¿Tú no eres Amadeo el nieto de Amado?
–Si...y usted es un amigo de mi abuelo, bueno, creo que amigo amigo no, ¿ustedes son novios?
Alonso se quedó un poco sorprendido por la pregunta, pero le respondió.
–Bueno sí...tenemos una relación. 
–Lo sabía, sabía que mi abuelo era gay, además cuando yo lo vi a usted en la clínica estaba muy angustiado y casi llorando, me pareció raro. 
–Tutéame, vamos a tener sexo en unos minutos.
–¿Pero vamos a tirar? 
–A eso viniste y yo pagué que jode por ti. 
–Si pues…pero eres el novio de mi abuelo, es como raro...

–Tu abuelo y yo terminamos, el decidió quedarse con tu abuela.
–No es mi abuela, ella es la segunda esposa de mi abuelo. 
–Ven acá, ¿tú haces de todo?–¿Cómo de todo?
–Esto –Lo trajo hacia él y le dio un beso en la boca que duró varios segundos. 
–Te quiero coger, te quiero pasivo. 
–Tú eres el que paga, seré pasivo.

Alonso le puso la mano en el hombro y lo empujó hacia abajo para que le hiciera sexo oral.
–Mámalo hasta que me lo pongas duro.

Amadeo le bajó el boxer y comenzó su trabajo. No requirió de mucho esfuerzo para que Alonso tuviera una erección –Para–Le dijo y se fueron a la habitación. Alonso tomó el anillo y se lo colocó, Amadeo volvió a mamarle el pene sentado en la cama y aprovechanba para quitarse la franela y el pantalón.
Alonso lo detalló; su piel era blanca, lampiño, un cuerpo definido pero no musculoso, unas piernas tonificadas y algo velludas. Detalló su pene, era normal pero grueso, estaba rasurado. Unas nalgas pequeñas pero redondas y también lampiñas. Alonso le excitó eso.


–Pónme el condón –Amadeo lo hizo y volvio a hacerle sexo oral. El pene estaba duro, más de normal, con las venas brotadas a punto de estallar, Amadeo le causó morbo eso.–Ponte en cuatro–Amadeo obedeció.  Alonso le colocó lubricante mientras que el muchacho abría con sus manos las nalgas. Un culo limpio, blanco como el resto de su piel y sin un vello. Alonso comenzó a rozar su pene entre las nalgas, subía y bajaba, hacía el intento de penetrar y se detenía. 
–¿Te gusta? –Le dio una fuerte nalgada –No te oigo–le dio otra nalgada –Sí me gusta–

Comenzó a empujar,  Lo duro de su pene facilitaba la dilatación  y lentamente iba entrando en Amadeo, que con cada emujón que le daban su espalda se erizaba. Alonso seguía entrando poco a poco, entre el lubricante y el sentir como se abría a su paso el culo, había un sonido líquido que lo excitaba.

Ya completamente adentro y Amadeo estremeciéndose mientras apretaba con su esfínter el pene, Alonso comenzó a moverse, entraba y salía, cada vez más rápido y más fuerte. Con cada empujón venía una nalgada y también un “Cógeme duro” que salía de la boca de Amadeo que también se movía hacia atrás cuando Alonso empujaba hacia delante. Alonso abría las nalgas para introducirlo por completo. El muchacho volteaba  a ver a Alonso y lo excitaba más. 

Alonso se detuvo y retiró el pene. –Acuéstate boca abajo. -Le levantó las piernas y le dijo a Amadeo que las sostuviera bien abiertas. Volvió a penetrarlo pero esta vez sin esperar, entró completamente al momento. El muchacho cerró los ojos y comenzó a sentir como el pene entraba y salía de su cuerpo, como cada gota de sudor recorría su cuerpo, cada gota de sudor de Alonso caía en su pecho y cara. Recordó las palabras de Andrés cuando estaban en el parque: “Todo lo que puedes experimentar viendo a través de otros sentidos. No necesitas tus ojos para sentir la belleza de este lugar”.

Y eso era lo que estaba sintiendo ahora, experimentando cada sensación cada ruido, cada roce, cada gemido se maximizaba en su mente. De repente se imaginó a Andrés haciéndole el amor en ese momento. La imaginación se esfumó al sentir una cachetada que le hizo abrir los ojos.


–Ponte bien puta anda, muévete –Amadeo volvió a la realidad y se decepcionó de lo que vio,  no estaba haciendo el amor, tenía sexo con un cliente, no hay amor, no hay caricias, no hay un te quiero luego del acto.  Sólo un gracias y quizás una propina.


Alonso gruñía, Amadeo se movía  e intentaba abrir más las piernas y traerlas hacia atrás, levantó su pelvis y sintió como el pene de Alonso tocaba su próstata,, algo que le aceleró las ganas de eyacular.


Lo puso de lado y continuó, el muchacho comenzó a masturbarse al ver a Alonso que estaba a punto de venirse. Retiró el pene y se quitó el condón. –¿Dónde la quieres? Dime, que me vengo, ¿dónde? –No aguantó más y los chorros fueron directo a la cara de Amadeo que tuvo que cerrar los ojos. Él también se vino y su semen se mezcló con el de Alfonso, que con el cansancio se tumbó a un lado del muchacho con la respiración agitada.


Luego de un rato tumbados en la cama sin hablar Alonso invitó a Amadeo a ducharse juntos.


–¿Te imaginas que mi abuelo se entere que tiré contigo? 

–Yo no le pienso decir ¿tú le vas a decir? 

–No, ni de vaina. Y menos que cobro por esto. 

–Supongo que tu familia no sabe nada. 

–Para nada.. ¿Qué hora es? 

–Como las nueve de la noche. 

–Ya me tengo que ir. 

–Si quieres te quedas un rato más y yo te llevo a tu casa 

–¿En serio? 

–Si vale, bueno lo hago porque eres el nieto de mi ex, no te creas que ha todos los puticos le hago lo mismo. 

–Ah gracias, que considerado ja, ja, ja


Se acostaron desnudos en la cama a conversar. Hablaron de lo que hacía Alonso, que había pasado con su abuelo. Amadeo le contó de sus clases, de la persona con la que estaba saliendo.


–¿Y sabe lo que haces? 

–Si, le dije…no está muy convencido pero me dijo que eso es problema mío y que no tenemos nada formal él y yo. 

–Si, la verdad que no es nada bonito tener a un novio  con este trabajo.


Sonó el celular de Alonso –Mámalo de nuevo anda –<<Aló>>

–<<Hola mi amor ¿cómo estas?>>


–<<Hola oso>> –Es tu abuelo –le dijo Alonso a Amadeo sin emitir sonido–. 

–<<Quería hablar contigo sobre algo>> 

–<<Dime que será>>


Amadeo estaba en pleno sexo oral escuchando la conversación de ambos


–<<Quería pedirte si podemos vivir pero como amigos Daira y yo en tu casa, yo te pago alquiler, es que necesito estar cerca de todo y estar accesible>> 

–<<Pero tu estás loco Amado? ¿Cómo me vas a meter a Daira en mi casa?>> 

–<<Pero necesito estar en la capital, voy a alquilar la casa de la playa y mudarme  a la ciudad>> 

–<<Habla con tu hijo y vives con él>>


Amadeo se detuvo y vio a Alonso –¿Con nosotros?


–Shhh _le dijo Alonso. 

–<<Mi hijo no se lleva bien con Daira>> 

–<<Bueno déjame decirte que yo tampoco>> 

–<<Pero ella no es tu enemiga>> 

–<<No Amado pero tampoco es mi amiga, yo soy el novio de su esposo, sólo eso>> 

–<<¿Entonces no me vas a ayudar?>> 

–<<Ahora estoy ocupado Amado, no puedo atenderte, hablamos mañana>> 

–<<¿Estás con alguien?>> 

–<<Si>> 

–<<¿Con quien? ¿Lo conozco?>>


Amadeo volvió a levantar la cabeza y Alonso sonrió viendo al muchacho –<<No, no lo conoces. Hablamos mañana>>


–Mi abuelo se volvió loco, ¿cómo te va a meter a su esposa aquí? 

–Quiere estar cerca de mi, eso es todo, no quiere soltar a su esposa pero tampoco a mi. ¿Por qué no me hiciste acabar? 

–Porque estaba pendiente de la conversa.

Terminó con el sexo oral haciendo que Alonso volviera a correrse. Se vistieron y llevó al muchacho a su casa. Al llegar al edificio Alonso sacó un fajo de billetes y se los dio.

–Toma. 

–Pero si ya pagaste. 

–Un plus porque te portaste muy bien, a lo mejor vuelvo a buscarte. 

–Gracias. 

–A ti, perrita je, je que estés bien.

viernes, 24 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 5


Adriano se acercó a la comisaría luego del trabajo.  Estaba nervioso, pensando que le diría el policía.


–Bueno, resumiendo, este señor tiene otra identidad y con la foto que nos dió no hemos podido dar con el verdadero nombre pero seguimos trabajando en eso. 
–¿Y entonces, cómo hacemos?. 
–Habrá que montarle una emboscada, cuadre con él una cita y luego nos informa y ahí cuadramos todo.
–Tendré que esperar que me llame  no aparece el número cuando él me llama. 
–Tranquilo, no forcemos las cosas, por lo que me ha contado no se ha puesto violento. 
–Bueno, no, pero me buscó la otra vez en mi trabajo y me fui con él en el carro y me apuntaba con un arma.
–¿Y adónde lo llevó? –Adrianno se quedó callado un momento pensando si le decía o no lo que había sucedido.
–A una estación de servicio que está abandonada en la autopista de oriente. Entramos...al baño.

El policía levantó las cejas y abrió los ojos sorprendido.
–¿Y a que fueron allá? 
–Bueno...esto me da un poco de vergüenza.. 
–Tuvieron sexo ahí.

Adriano mirando hacia una ventana le respondió afirmativamente. –Lo hicimos ahí mientras me apuntaba con la pistola.

–Lo amenazó que lo iba a matar.
–No, en ningún momento se puso violento. 
–¿Entonces no fue una violación como tal?.
Adriano volvió a ver hacia la ventana y respondió que no, el policía giró la cabeza hacia la ventana y volvió a ver a Adriano.
–Es decir que te gustó la vaina, a ti te excita eso, que te obliguen a hacer las cosas, en este caso tener sexo, por lo que me has contado anteriormente.
Adriano agachó la cabeza pasándose la mano por la frente, estaba nervioso, sólo pudo mover la cabeza afirmando lo que le preguntó el policía.


–Vaya...entonces aquí no hay nada que hacer, por lo único que podemos invesigar es por la faldsa identidad. Pero no hay pruebas, él tiene que probar que es Américo o que está usabndo una identidad falsa pero no tenemos una denuncia formal. Hay que investigar cuentas, compras, recibos.  Dígame la dirección donde vive para hacerle una visita.
Le entregó al policía la dirección de su apartamento.


Adriano se fue de la comisaría y no sabía si estaba más asustado que cuando llegó, pero necesitaba sacar a Américo de su vida sea como sea.
Llamó a un amigo para tomarse unas cervezas con él pero no podía. Se sentó en un restaurante con terraza y pidió una cerveza. Comenzó a revisar el facebook nuevo que había abierto.


La persona a la que él le había dado un toque, se lo volvió a dar con su nuevo perfil y este le devolvió el toque. Adriano aprovechó para escribirle.

Intercambiaron números y lo llamó de una  vez. Conversaron por el celular un rato y hablaron de sus trabajos, donde vivían y si tenían pareja. Adriano le dijo donde estaba y Alejo le dijo que lo esperara que casualmente estaba cerca.

Ya llevaban tres cervezas cada uno. Entre cerveza y cerveza iban contando sus historias. Adriano le contó del loco que lo perseguía y quería terminar con eso. Alejo le dijo que él podía darle una  golpiza o mandarle a hcer algo con unos amigos. Adriano se rió pero no le desagradó la idea.
 Alejo le contó que estaba empatado con una muchacha transexual, que estaba enamorado de ella, trabajaban prácticamente juntos en el salón de belleza pero él seguía con su trabajo de buhonero pero su profesión es ingeniero  de sistemas. Adriano le dio su correo para que le enviara el curriculum a ver que podía encontrar en la empresa de telefonía..


Cuando iban  por la cuarta ronda, Alejo le contó que se sentía mal porque hoy le había sido infiel a su novia con un amigo.

–¿Pero me dijiste que no eres gay? 
–Bueno, no...yo tuve algo con este carajo hace añales y no estuve con más hombres hasta hoy que repetí. 
–¿Pero te gustó?

Alejo lo vio a los ojos y luego le respondió –Pues si, me gustó, pero no es lo que quiero–.
–Ya va, pero tu novia es transexual, es hombre, ¿está operada? 
–No, pero es una mujer por donde la veas y me gustan las mujeres. 
–Pero es un tipo, tiene pene y te la coges por el culo, disculpa que te lo diga así.
–Trannquilo, es que es así. 
–Ay chamo ustéd está confundido. Y estás buenísimo, lástima que tengas novia o novio, pero una cogida me puede echar. 
–Lo que te puedo decir es que me siento muy bien con Débora y no sé hasta que punto contarle lo que hice.
–Yo soy tú y no le cuento, eso va a joder la relación. 
–Bueno no quiero hablar de ese tema, me tiene mal eso, cuéntame tú, ¿qué vas a hacer con el loquito?

Ambos se rieron y pidieron otra ronda y una más y luego la última. Ya estaban algo tomados y Adriano se ofreció llevarlo a su casa para luego irse a la suya.
Cuando llegaron al edificio de Alejo, Adriano frenó el carro
–Llegaste sano y salvo–.
–Gracias mi pana por traerme –Lo abrazó y al separarse Adriano le dio un beso en la boca que Alejo no rechazó pero se separó rápido. 
–Hey hey hey pana hasta aquí, no vayamos a cagar esto. Tú me caes bien y eres de pinga, pero hasta ahí. 
–Dale, disculpa Alejo, es el alcohol y las ganas que tengo. Que estes bien, mándame tu curriculum. Buenas noches.
–Claro que sí, y de nuevo gracias por la cola y por lo del curriculum, ve con cuidado y avísame.

Adriano llegó a su edificio y a duras penas pudo estacionar el carro. Mientras subía el ascensor se acordó del beso que le robó a Alejo y se reía. Le dio hipo. Frente a la reja del apartamento, sacó el manojo de llaves e intentaba recordar cual era, al primer intento acertó, luego abrió la puerta. Cerró  e intentó poner la llave en la mesita que está en la entrada pero fueron a parar al piso.
–YA LLEGUÉ –Gritó.

Al cruzar el pasillo giró a la derecha donde está el comedor y vio a su mamea sentada con los ojos hinchados y llorando, la acompañaba alguien. Cuando se fijó quien era se le quitó el hipo y la borrachera.


–¿QUÉ HACES TÚ AQUÍ?

jueves, 23 de julio de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 4


Débora y su mamá se levantaron más temprano que de costumbre para hacer varias diligencias, entre ellas ir a la comisaría para poner la denuncia contra Rendel, para luego ir a la fiscalía. También tenían que buscar unos productos para el salón de belleza pues en tres días reabrían la parte del local que se había quemado. Alejo se encargaría hoy de abrir el salón y en un chance libre terminar de pintar y acomodar los muebles nuevos que llegaron.


Alejo recién abría el local y ya tenía clientes esperando, estaba sorprendido de la buena acogida que había tenido la publicidad del salón de belleza. Ya los empleados estaban listos para atender a la gente y a otras personas que llamaban para anotarse en la lista para ser atendidas durante el día de hoy.

Su celular sonó, lo estaban llamando. Al ver la pantalla dio un suspiro y cerró los ojos. Era Régulo el bombero.

–<<Mi pana, te llamo para cobrarte el favorcito>> 
–<<Coño Régulo ahora no puedo, estoy en el salón de belleza y Débora llega más tarde>> 
–<<Bueno, cuando llegue te vienes yo estoy libre hoy>>

Hubo un silencio y luego respondió.
–<<Ok Régulo>> 
–<<Mi pana pero deja de enrrollarte, ya esto lo hicimos hace añales y yo te tengo ganas desde esa vez y más nunca lo hicimos>> 
–<<Exacto, eso fue hace tiempo y ya yo no estoy en esas>>
–<<Tranquilo que eso no se olvida, yo te pelo ese culo y verás como te acuerdas y me vuelves a coger como aquella vez, te espero, avísame>>
Cerró la llamada y tuvo que acomodarse el pantalón pues tenía una erección.. Al ver que estaba todo en orden se fue al local de al lado para continuar acomodando, le dijo a uno de los empleados que le avisara cuando algún cliente fuera a pagar.


Mientras estaba montado en la escalera pintando, alguien tocó en la puerta de vidrio. El reflejo no dejaba ver quien era y se bajó para observar mejor. Era Rendel. Se acercó a la puerta y le abrió.

–¿Qué coño quieres? 
–Verga primo así no se trata a la familia. Mi mamá te manda a decir que cuando puedas pases por la casa y le arregles unos enchufes. 
–¿Por qué no se los arreglas tú?
–Toy full ocupado papá. 
–No cero que hayas venido  a decirme sólo eso, podía haberme llamado mi tía directamente. 
–Es verdad bicho. Dile a tu noviecito que no le de por ir a denunciarme a la policía, porque yo no le quemé esta vaina, que averigue bien.
–Un poco tarde, ya está en la policía. 
–Ah bueno, dile al maricón ese que  se ande con cuidado.

Alejo lo agarró por el cuello apretándoselo con fuerza, la cara de Rendel se estaba enrrojeciendo. 
–Le vuelves a decir maricón y te mato mamaguevo y mosca si le tocas un pelo porque no te va a reconocer ni tu madre
–Lo soltó y le dio un empujón sacándolo del local.

Rendel sacó su arma y apuntó al vidrio de la vitrina, disparó haciendo añicos el vidrio y se fue. Los clientesse asustaron y hubo varios que salieron del local para no regresar.

Débora estaba la comisaría esperando su turno. Estaba nerviosa pero estaba acompañada por su madre.  Luego de un rato se acercó una mujer policía para informarles que ya las iban a atender que pasaran con el policía Pérez.

Cruzaron el pasillo. La comisaría era un hervidero de gente, todo el mundo hablaba, habían personas detenidas en unas pequeñas celdas que estaban al otro lado de la comisaría pero se escuchaban los gritos de los detenidos. Pedían que los sacaran, otros diciendo groserías y haciendo ruido con los barrotes. Débora estaba asustada.

Al entrar el policía estab viendo por la ventana que daba a la calle.

–Siéntese, ya la atiendo –Dijo sin voltear–.
Al girarse  vio a las dos mujeres sentadas, vio a Débora y se sonrió. A ella se le tensó el cuerpo al verlo. Era uno de los amigos de la pandilla de Rendel.

–Ah pero si es la Débora la peluquera. ¿No te dijo Rendel que no lo denunciaras? ¿Qué estás haciendo aquí?
–¿Quién es usted? –Dijo Desiré–.
–Es amigo de Rendel mamá.
–Así es doñita. 
–Vámonos mamá aquí no tenemos nda que hacer con este aquí. 
–Pero aquí hay otros policías, podemos denunciarlos.
–Ja, ja, ja doñita, no se moleste. 
–Vámonos de aquí, iremos a la fiscalía. Ustedes van a pagar por lo que han hecho. 
–¿Pero vas aponer la denuncia como Arquímedes o como Débora?
–¡Imbécil!  Te vas a arrepentir.

Salieron de la comisaría y en el pasillo se consiguieron con la mujer policía de antes.

–¿Las atendieron? ¿Todo bien? 
–No señorita, vinimos a poner una denuncia y uno de los denunciados es policía, si ustedes mismos tienen a los malandros aquí adentro, no hay nada que hacer, buenos días.

Se fueron a hacer otras diligencias de su local, ya irían en orro momento a la fiscalía. A Débora le temblaba el cuerpo como una hoja.
Desiré la detuvo en la calle para hablar con ella.
–Mi amor, cálmate, escúchame. ¿te acuerdas lo que nos pasó hace unos años? Salimos de eso y ahora no podemos decaer. 
–No me estarás insinuando que mate a Rendel. 
–Nooo, nooo, no, quiero que nos enfoquemos, no decaigamos, esa gente no va a poder con nosotros, vamos  a sentarnos  y ver como podemos meterlos presos.


Llegaron al salón de belleza y Débora le contó a Alejo lo sucedido, Aunque estaba sorprendido, Alejo sabía que ese amigo de Rendel es policía. Él también le contó lo que hizo Rendel en el local.
Se pusieron a trabajar y Alejo le dijo a Débora que iba a comer con Régulo, más bien invitarlo a almorzar para pagar el favor que les hizo con lo del incendio. Ella no estaba muy convencida, notaba algo raro en eso pero no le quedó más remedio que aceptar pues fue un inmenso favor el cambiar lo del siniestro.


Alejo llegó a la casa de Régulo. Tocó la puerta, este le abrió la puerta, sólo cargaba una toalla amarrada a la cadera.

–Ponte cómodo que voy por dos cervezas.