domingo, 22 de mayo de 2016

GRAN CAPITULO FINAL. Malas Influencias.


La vida está llena de fracasos y aciertos.



2 padrinos de lujo para el bautizo de mi hija. Humberto y Abel y como madrinas, mi mamá y Yesenia, si, ella, ha sido una bendición encontrarla, ama a Rebeca y es incondicional.

Caín no pudo venir pero prometió estar en el cumpleaños de mi hija. Fue un bautizo sencillo y con los más íntimos, incluido Ernesto.



Jack era el mejor segundo padre que pude encontrar para mi hija y el mejor novio. Luego de 6 meses de terapia llegó el momento de darme de alta, mi psiquiatra hizo un buen trabajo, fue duro pero valió la pena.



El primer año de Rebeca lo celebró rodeada de mis grandes afectos; mi madre, Humberto y los gemelos, Ernesto y mi cura preferido Carlos, que no bautizo a mi hija pero quiso acompañarnos. Jack había organizado todo lo del cumpleaños. Rebeca estaba feliz y, como ya caminaba era un peligro andante por toda la casa pero lo pasó bien con sus amiguitos del edificio que eran 4.



Jack se dedicó a hablar lejos de mi, con cada uno de los invitados, algo se traía entre manos, con cada uno que habló les entregó un sobre, traté de averiguar pero nadie me dijo nada, ni siquiera Abel.



Cuando me tuve que ir a Valencia por una semana para mis asesorías, Yesenia se quedó con Rebeca pues Jack trabajaba todo el día. Regresé el sábado temprano en la mañana, abro la puerta y me consigo unas maletas en la entrada del apartamento. Sobre una de las maletas había un sobre que decía “Ábrelo”. Por supuesto lo abrí.



“Hola mi amor, bienvenido a casa. Estas maletas que ves junto a la puerta son nuestras pertenencias pues nos espera Los Roques y los invitados. En un rato salimos para allá porque nos casamos. Te amo”



Levanto la mirada y veo a Jack con mi hija en brazos. Se me hizo un nudo en la garganta, besé a mi hija y luego a Jack.

–¿Aceptas?

–Acepto mi amor. -Nos fuimos al aeropuerto.

Al llegar, todavía faltaba ir a un cayo, Cayo Pirata.

–Ya vamos a llegar tranquilo



Llegamos al cayo lo lejos veía un altar, mucha tela blanca volando al viento, flores blancas y sillas. Era de suponer que todos irían de blanco pero no, estaban en traje de baño.

Humberto, los gemelos, Ernesto, mi madre y su esposo, mis compañeros del porno y un invitado de honor, Tomás que le concedieron un permiso especial para estar en mi boda. Estaba con mejor semblante, aunque más tranquilo y pausado ya se parecía al Tomás que estudió conmigo.



El cura. No podía ser otro que Carlos. Mi madre me llevó al altar.



“Hoy, por primera vez desde que soy cura, voy a oficiar mi primera boda gay, aunque simbólica, frente a los ojos de Dios sellaremos esta unión de estos dos hombres que han pasado por millones de pruebas y experiencias, buenas y malas pero hoy aquí comenzará una nueva vida para ellos, ya viven juntos pero después de esta ceremonia estarán bendecidos por Dios. Comencemos”.



Luego del puede besar al novio, nos pusimos el traje de baño y todos entramos al agua hasta Rebeca. Los mesoneros hicieron el llamado a los invitados para disfrutar de la comida que por supuesto eran frutos del mar pero el plato principal era langosta, mucha langosta.



Jack y yo nos quedamos solos en el agua mientras la gente se sentaba a comer.



–Hola esposo. ¿te gustó la sorpresa?

–Hola esposo. Me encantó. Gracias por toda esta belleza de ceremonia. Nunca imaginé que estaría casándome con alguien, bueno, no me imaginaba con novio nunca y mírame, llegaste a mi vida y me la volteaste.

–Pero para bien.

­–Quería preguntarte algo amor, no sé si es el momento, pero quiero aprovechar la tranquilidad del mar y que estamos solos. ¿No te pesa toda esa gente que has despachado durante toda tu vida?

–Pesó, pero ya no, al comienzo vivía con pesadillas, pero cada vez que veía el dinero que me pagaban por eso, sopesaba todo, lo bueno que puedo sacar de eso es que era gente mala, aunque para la que trabajaba también. Yo también fui a terapia. Pero eso forma parte de mi pasado, ahora mi presente y futuro eres tú y Rebeca.

–Soy el hombre más feliz del mundo, tengo una familia, unos buenos amigos y buen trabajo. Tu pasado nunca me molestó, yo tampoco soy un santo, hice desastres, así que dejemos los prejuicios a un lado y vivamos. -Nos besamos.



–Tenemos nuestro plato asegurado y estamos apartados de los invitados y aquí no hay nadie, ¿quieres hacer el amor aquí como en los viejos tiempos?

Nos quitamos el traje de baño y lo lanzamos a la orilla, me abracé a Jack por el cuello y crucé mis piernas por su espalda, agarró su guebo y buscó mi culo, poco a poco fue metiéndolo. Cuando ya me tenía penetrado, llegó a la orilla uno de los mesoneros que se quedó ahí parado hasta que volteé.



–Disculpen señores, su comida está servida.

–Te puedes retirar, mi esposo y yo estamos en un momento íntimo si no te has dado cuenta. -Le dijo Jack, el mesonero se encogió de hombros y se dio media vuelta.



–Gente impertinente. –Jack me dio un beso y nos hundimos en el agua. Salimos a la superficie y me sacó del agua, aún cargado y penetrado, nos acostamos en la arena, comenzó a moverse y acabó dentro de mi.



Nos reímos y volvimos al agua a quitarnos la arena y ponernos los trajes de baño. –Ahora sí, a comer.





Los años pasaron, nuestro matrimonio estaba mejor que nunca, Tomás comenzó a trabajar conmigo en las asesorías y también dando clases, su salud había mejorado notablemente y estaba saliendo con alguien también seropositivo. Caín se radicó en Estados Unidos en un buen trabajo, Humberto se quedaba 6 meses con él y 6 meses con Abel, que también trabajaba pero en Venezuela.



La gente me reconocía todavía por las dos películas que había hecho, Ernesto llevaba 4, haría 2 más y se retiraba de la industria del porno nacional y probar suerte en Europa, además tiene una página web donde vende artículos sexuales y da recomendaciones de sitios, tips sexuales y demás cosas que se le ocurriera.  Mi sociedad con Juan Carlos y la revista va muy bien, ya sacamos otra revista y estamos en las redes y tenemos ambas revistas en digital. Manejamos personal dando empleo a varias personas.



Y así pasaron los años…



Hoy a mis 55 años puedo decir que no me arrepiento de lo que he hecho en esta vida, disfruté, lloré, me arreché y hasta sentí miedo pero valió la pena pues conocí al hombre más maravilloso que pude tener. Hoy no está conmigo, hace 5 años me dejó, No se fue con otro ni estaba enfermo. Su pasado volvió y me lo arrebató, así como vivió, murió. Lo encontraron y en una emboscada de sus antiguos jefes, lo asesinaron. Murió a los 54 años. Las mafias no perdonan  así pasen los años.



Abel vive ahora conmigo, no somos novios pero tenemos sexo cuando se nos antoja, compartimos paseos, películas, cenas y hasta hombres, aunque ya no me llena como antes, desde que se fue Jack no quiero saber de hombres.

Tomás, Juan Carlos y yo montamos desde hace unos años una empresa que maneja todos nuestros negocios, las asesorías, las  clases particulares  de inglés y química, las revistas, las  redes sociales, ventas online de productos de belleza hecho por nosotros.

Caín se casó con un gringo, ahora viven en San Francisco, tienen un bebé. De vez en cuando vienen a Caracas.



Rebeca, mi hermosa Rebeca me ayudó por años en mi empresa desde jovencita, sin descuidar sus estudios, desde hace un año vive en Nueva York, quiere ser diseñadora de modas y en eso se está enfocando, desde aquí la ayudo. Yesenia vive con ella.

A Rebeca fue la que más le dolió la partida de Jack, la conexión que tenían era muy fuerte, nunca supo el verdadero motivo de su muerte ni que alguna vez fue sicario. Quiero que su recuerdo no lo empañe nada.



Mi madre murió hace 3 años de cáncer de hígado, fue fulminante, no aguantó para el trasplante que se retrasó. Humberto también murió a causa de sus problemas cardíacos.

 Yo, bueno, gracias a Dios sólo me ataca la tensión de resto estoy bien y voy al gimnasio cuando el trabajo me deja.



Una vida como una montaña rusa, sexo, el que quise, sustos que nunca pensé tener, situaciones inverosímiles, muertes que aún arrastro y un eterno amor que no olvidaré jamás, 17 años de pura felicidad con Jacobo pero hasta el día que murió le dije y le sigo diciendo Jack cada vez que me acuesto en mi cama y veo su enorme fotografía en mi cuarto.



Anoche fue muy especial, me acosté tarde resolviendo unos asuntos de la página web, cuando cierro la laptop, el cuarto sólo se iluminaba con la lámpara del escritorio. En el televisor se reflejaba la foto de Jack y me le quedé viendo por un rato. Una brisa fría entró en el cuarto, giré la cabeza a mi derecha y ahí estaban Jack, su madre, David, Humberto y mi mamá. Sonreían. No se despedían de mi, sólo me daban las buenas noches. De mi ojo derecho salía una lágrima que recorrió mi mejilla y se quedó en el mentón, la limpié con el dorso de mi mano.



Sabía que esa noche no aparecerían mis pesadillas recurrentes, las personas que amaba estaban ahí conmigo transmitiéndome sus buenas influencias.

25 comentarios:

  1. Excelente final!!! Al menos, después de taaanto, pasaron 17 felices años! El pasado no perdona pero en la memoria de Francois y en la mía vivirá siempre el irresistible Jack! Gracias Daniel por otra novela excelente! Te admiro MAS!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchisimas gracias!!!!! Esto me motiva más a escribir más y mejores historias que pronto vendrán. :)

      Eliminar
  2. Naaaaguara Dani!!!! Bravoooooooooo!!!! que final mas hermosoooooooooo!!!!!! felicidades mi Daniboy!! :D

    ResponderEliminar
  3. Gracias por la historia. Me gustó mucho. Felicidades

    ResponderEliminar
  4. Gracias por la historia. Me gustó mucho. Felicidades

    ResponderEliminar
  5. Increíble final dani. Eres un crack chamo. Me tenias super enganchado. Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Braulio, que bueno que te gustó. Muy pronto llegan nuevas historias.

      Eliminar
  6. Felicidadessss un gusto leerte como siempre muy nostálgico lleno de sentimientos todos tenemos algo de Francois felicidades

    ResponderEliminar
  7. Pssss te pasaste la barda con este final... mejor imposible!!! Conoci de la historia x un conocido me parecio mas de lo mismo al principio pero me quede enganchado despues... Te felicito x tu trabajo, es excelente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Luis Jose, pronto vendrá una nueva historia, espero sea de tu agrado también. Comparte el blog en tus redes sociales y entre tus amigos

      Eliminar
  8. MUY HERMOSA HISTORIA TE FELICITO ESPERO SEGUIR LEYENDO LAS PRÓXIMAS

    ResponderEliminar
  9. Otra vez lo lograste amigo, me hiciste llorar,, en serio q hermosa historia. #FrançoisSomosTodos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!!!! que bueno saber que todos tuvieron una reacción ante la historia, eso quiere decir que el mensaje llegó. Espera pronto nuevas historias!

      Eliminar
  10. Excelente, al menos tuvo su compensación en la vida. Me gusto mucho

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O.o te pasaste!!! Ando aqui llorando <3 que hermoso de pana me ENCANTO!!!!!! Bravo Daniel eres un genio!

      Eliminar
  11. Por Dios! Cómo lloré! Sodomita me sorprendió y Malas influencias me dejó sin aliento! Un grande!

    ResponderEliminar
  12. Años después de su publicación me uno al público que se quedó pegado de la historia, leía un capítulo tras otro casi sin parar cuando entraba al blog y bueno, ahorita en el capítulo final llorando como en el final de Madama Butterfly o de cualquier otra obra que mueve fibras sensibles... ¡FELICIDADES POR TU TEXTO!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras!!! No había visto este comentario

      Eliminar