martes, 24 de mayo de 2016

SEXORAMA. El calor excita. PARTE 2

Una vez que tomé la ducha, salí a dar una vuelta encontrándome con un conocido de delicioso y apretado cuerpo, sin un solo vello, de pene grueso y grande, quien de inmediato me reconoció y saludó con un beso, juntos nos fuimos de la mano, dándonos pequeños besos, recorriendo el lugar.  En una de las habitaciones, con la puerta semi abierta, se encontraba recostado un hombre velludo, fornido, de unos 35 años, deliciosa figura, semi erecto, con un pene bastante grande y grueso, al cual ya viéndolo erecto, medía como 21 cms y su grosor era bastante bueno. 

Mi compañero empezó a acariciar al hombre quien se terminó de excitar y nos indicó que cerráramos la puerta.  A su lado, sobre la cama, se encontraban unos preservativos y lubricantes, lo que me indicó de inmediato que ese hombre estaba dispuesto a la batalla.  Nos empezamos a besar y acariciar entre los tres y él se engolosinó con mi amigo, por lo que yo me dediqué a mamarlos a ambos, de pronto, el hombre comenzó a poner a mi amigo en cuatro y lamió furiosamente su culo, por lo que mi amigo empezó a gemir y sollozar de placer, entonces me coloqué un preservativo, me lubriqué y sin que nadie lo esperara, penetré a mi amigo con suavidad pero con placer, situación que lo excitó aún más y al hombre delicioso y velludo que nos acompañaba.  El hombre me hizo sacar la verga del culo de mi amigo, me puso en cuatro patitas y me pidió que mamara el culo de mi amigo mientras él se comía con su lengua mi ano, tembloroso y sediento de placer.  Así pasamos algunos minutos, mamando nuestros anos, besándonos, chupandonos entre los tres, hasta que mi amigo se volvió a poner en 4 y me pidió que lo penetrara. 
Yo se la hundí de un solo golpe y ante su gemir, nuestro acompañante se preparó y me penetró suave, deliciosamente, como adivinando lo que mi culo ardiente deseaba.  Así empezó el movimiento y mi placer absoluto, yo me movía hacia adelante y hacia atrás, dando en un culo delicioso, apretado y tibio, oyendo los gemidos de mi amigo con cada arremetida y al echar hacia atrás, me comía esa deliciosa verga que me llenaba de placer.

El éxtasis estaba cerca, sudábamos, gemíamos, mi amigo se masturbaba mientras yo lo penetraba y yo estaba a punto de correrme de tanto placer, mi amigo gritó, gimió y empezó a regarse lo que motivó que yo me regara copiosamente y al sentir mi ano abriendo y cerrando, prensando ese pene que me abría y quemaba por dentro, nuestro extraño empezó a gruñir mientras descargaba la cantidad de leche más grande que haya sentido dentro de mi cuerpo.  Exhaustos descansamos, nos besamos y acariciamos suavemente y nos fuimos a duchar los 3.

Relato cedido gentilmente por Armando

No hay comentarios:

Publicar un comentario