lunes, 27 de junio de 2016

SODOMITA. Capítulo 10


–¡Lo mataste!

–¡No! ¡No Darwin, yo no quise!

–¡Mira la sangre! ¿Qué hicisteeee?

–El me provocó, tenía que hacerlo.

–¡Vamos a llevarlo a una clínica!.



Habían tomado un taxi de confianza que estaba en la esquina del edificio y se fueron directo a la clínica. Al llegar unos camilleros trajeron una camilla y lo montaron. Entraron a emergencia.



Mientras esperaban que llegara el médico de guardia, ellos esperaban en una pequeña sala.

–¿Te pidieron el seguro?

–Si, les dije cual era, me acordaba, ya le dieron acceso, no hay problema.

–Déjame hablar a mi, ambos vamos a mantener esta versión de lo que pasó si nos preguntan.

–Definitivamente estás loco, mírate la cara y como me dices eso con esa sangre fría.

–¿Quieres ir preso?

–Irías preso tú, yo no hice nada.

–No me dejes solo en esto.

–Y tú no me involucres en algo que no hice.



–Vamos a decir que se resbaló en la cocina y se dio un golpe con el borde de la mesa, el piso estaba mojado.

­–Voy a buscar un baño.

–Ni se te ocurra escaparte Darwin, no me dejes aquí solo.

–No me voy a ir.



A Darwin le temblaban las manos, sentía escalofríos, estaba recorriendo la planta baja buscando el baño hasta que lo vio al cruzar a la izquierda del mismo pasillo.



Entró y estaba un médico orinando. Darwin lo miró y él también lo vio, volteó y volvió a mirar al muchacho.

–Hola, yo te conozco. –Dijo el médico echando la mirada hacia atrás y agachándose para verificar que no había más nadie en el baño. –Hace unas semanas tiramos, te recogí en la calle, ¿te acuerdas?.

Darwin estaba un poco aturdido, terminó de orinar. –Si, ya me acuerdo, que me hiciste un chequeo porque tenía algo en el culo, que resultó un exceso de piel en la entrada del ano.

–Jajaja, ¿te acordaste por eso y no por la tirada que te di?

–Yo cobro por sexo, si me gustó o no, no me interesa.

–O sea que no te gustó. -El hombre ya tenía el pene erecto y estaba lubricando.

–Si, estuvo bien, ahora estoy en otro peo mi pana, tengo un amigo en emergencia por un fuerte golpe que se dio y está inconsciente.

–Ah ok, ya voy a atender ese caso, estoy de guardia. Estoy muy estresado hoy, ¿por qué no me lo mamas? Rapidito, quiero desahogarme, te pago ahora mismo.



Darwin lo miró a los ojos, pensó en lo que le habían dicho: “Ni se te ocurra escaparte Darwin, no me dejes aquí solo”. Se agachó y comenzó a mamarle el pene al médico que había cerrado la puerta empujando el pestillo.



Un pene con prepucio, pasó su lengua por donde apenas se asomaba el glande, echó para atrás todo el exceso de piel y descubrió una cabeza rosada oscura, sentía su boca seca pero al introducir el pene sus glándulas se activaron y humedecieron la cabeza para luego mojar todo el pene.

Sus labios chocaban con el cierre del pantalón. Un ruido en el pomo de la puerta lo sacó de concentración. Tocaron la puerta y el médico le dijo con un gesto con su dedo que se quedara callado y siguiera.

Se echó para atrás el pantalón y sacó los testículos para que el muchacho los tomara mientras seguía mamando.



<<Dr Istúriz es solicitado en emergencia, Dr Istúriz, es solicitado en emergencia>>

–Soy yo pero sigue que estoy a punto.

–Mi amigo está esperando.

–Ya vamos, sigue.

Darwin se introdujo todo el pene en la boca moviendo su lengua, de pronto sintió las manos del médico en su cabeza haciendo presión para luego sentir un líquido tibio inundando su boca, que tuvo que tragar para no ahogarse.



Primero salió el médico y unos segundos después, Darwin.



–¿Dónde estabas? Te estaba llamando al celular y lo tienes apagado.

–Ya estoy aquí, estaba en el baño, tengo el estómago revuelto. Ya el médico lo está viendo.

–Si, ¿Cómo sabes?

–Oí que llamaban al doctor Istúriz y lo vi correr.



Al rato sale el doctor Istúriz del cúbiculo de emergencia.

–¡Doctor, ¿Cómo está?

–Bueno, tiene dos golpes en la cabeza, al parecer le dieron con algo contundente. ¿Alguno de ustedes sabe cómo fue?

Se vieron a los ojos. –Se resbaló en la cocina y se dio un golpe con el mesón.

–Mmmmm vaya. –El doctor los observó algo incrédulo, pero no dijo nada más sobre el tema. –Le cogimos 8 puntos de sutura, van a hacerle una tomografía y unos exámenes de sangre, sigue inconsciente pero estable, más tarde lo pasaremos a una habitación.



Una hora después estaban en la habitación.

–Sigue sin despertarse. -Dijo Darwin.

–Vamos a esperar que dice el médico, dijo que ahora pasaba.

El doctor Istúriz entró a la habitación, los saludó. Cogió la carpeta de la historia y la leyó, luego los vio.



–Gonzalo va a estar hospitalizado un par de días más, los golpes en la cabeza le ocasionaron un gran hematoma y un pequeño cuágulo, pero no es grave hay que drenarlo. Paso más tarde. Voy a revisar otros pacientes y ver los exámenes de Gonzalo.



–¿Se puede saber qué le hiciste a Gonzalo?

–Nos descubrió tirando guevón y me agarró por el cuello y me estaba ahorcando, casi me corta el oxígeno, mira como tengo el cuello, me está doliendo que jode ahora. Como pude agarré la radio que tenía en la mesita y se la pegué en la cabeza, se resbaló y pegó la cabeza contra el borde de la cama y bueno de ahí el sangrero que viste.

–¡Qué bolas! Te iba a matar, como a los otros.

–¿Otros?

–Mató a otro tipo, estuve con él ayer y apareció muerto en el hotel.

–Mierda. Tenemos que irnos de esa casa y dejar a este loco solo.

–Si, pero cuando sepamos que está bien nos vamos.

–Yo creo que ya.

–No, no podemos hacer eso.

–¿Quieres que nos mate? Bueno a mi, a ti te ama y está matando a todos los que se te acercan. ¿Te vas a quedar con él aquí?

–Bueno, sí, que remedio, vete tú a casa y limpia el desastre.

–Ok, avísame cualquier cosa.



Un par de horas después vuelve a pasar el doctor Istúriz y se consigue con Darwin que estaba de pie del otro lado de la cama. Comenzaron a hablar.

–Me debes algo.

–Si, te dije que te iba a pagar, toma, muy rica esa mamada, pero quiero cogerte de nuevo.

–No hay problema ya sabes la tarifa.

–Cuando salgas de esto te llamo y cuadramos, quiero ese culito de nuevo.

–¡Mira! ¡Movió la mano!

–Es un acto reflejo, tranquilo, está sedado. Los exámenes de sangre están bien, algunos valores están alterados pero nada que preocuparse es por su misma condición. Te veo mañana. –Le dio un manotón suave en la mejilla. –sal un momento y llama a la enfermera.



Darwin salió pero no vio a ninguna en su puesto, caminó por el pasillo.



Istúriz se apoyó en la cama poniendo sus manos en la cama quedando cerca de Gonzalo. –Estos carajitos ocultan algo estaban nerviosos, ¿Qué te hicieron chamo?

Gonzalo abrió los ojos y se levantó tomando por el cuello al médido que intentaba agarrar el botón para llamar a las enfermeras. Gonzalo se levantó y lo tomó por el cuello con las 2 manos.

Giró los brazos y tumbó al hombre al piso y comenzó a golpearlo hasta dejarlo inconsciente. Lo alzó y le estrelló la cabeza varias veces contra el borde del marco de la puerta del baño. Lo desnudó y se puso la ropa y la bata del médico.



Se lavó las manos y la cara. Dejó el cuerpo en el baño cerrándolo con llave y salió de la habitación y de la clínica.

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