sábado, 11 de junio de 2016

SODOMITA. Capítulo 6


Gonzalo estaba viendo una película a todo volumen, eran pasada las 12 de la medianoche. Darwin salió de su habitación y entró a la de Sebastián, se metió en la cama y de una vez se fue directo a hacerle sexo oral amigo.



Sebastián acostado boca arriba y Darwin en su entrepierna. Una mano sobre su cabeza lo obligaba a quedarse con el pene en su boca, recorría el miembro con su lengua mientras la saliva se salía por la comisura de la labios. Se dio la vuelta para que Sebastián chupara su culo.

Lo mordía, pasaba su lengua de arriba a abajo e intentaba meterla para dilatarlo. Comenzó a meterle un dedo, luego 2, 3 y hasta 4.

Se incorporó en la cama y volteó al muchacho para penetrarlo. Lo puso en 4 y él, parado en la cama se puso en cuclillas para meterlo. Lo hizo de una vez, los dedos habían hecho su trabajo y entró completo. Darwin comenzó a gemir y tuvo que taparle la boca con un puño de sábana. Le abría las nalgas lo más que podía y lo volvía a penetrar.

Se pusieron de pie y pegados a la pared volvió a embestirlo. –Me está doliendo. -Dijo

–Aguanta.

–Es que lo tienes grueso.

Se acostó en la cama. –Vente pues, siéntate encima y métetelo tú. –Darwin ahora tenía el control y empezó a metérselo poco a poco hasta que se sentó por completo.

–Ahora cabalga, ponte perra.

El muchacho empezó a moverse, primero moviendo la cadera de manera circular para luego subir y bajar y después adelante y atrás. Un rato así y decidió bajar, le quitó el condón y comenzó a mamarlo de nuevo hasta hacerlo acabar.

–Ahí viene la leche, ¿la quieres?

–Mjmjmj –Respondió Darwin con el pene en su boca. 3 fuertes chorros inundaron su boca, con cada descarga lanzaba un gemido. Tragó todo, se echó a un lado de la cama. Sebastián lo abrazó.



–¿Quieres volver con tu novio?

–Si, de verdad quiero mucho a ese carajito, apenas 3 meses y me siento muy bien con él.

–Pero como que en el sexo no te hace mucha gracia.

–Si vale…si, me gusta.

–No, no te gusta, sino no tiraras conmigo a cada rato.

–Rodrigo es muy clásico, no inventa mucho, mama guevo normalito, bien, Pero la paso bien pues, disfruto el sexo.

–Pero te gusta como lo haces conmigo.

–Anda vete a tu cuarto.

–Ay ya va, déjame un ratico aquí abrazaditos, me gusta eso.



Suena el despertador de Gonzalo como cada mañana, y como cada mañana lo acompaña una erección que relaja masturbándose. Se ducha, se viste y abre la biblia.



"Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios" -1 Corintios 6:18-20.



Cierra la biblia y se va a la cocina. Al ver que no está Sebastián se preocupa y va primero al cuarto de Darwin, abre la puerta con cuidado, mientras lo hace toca su entrepierna. Ve hacia la cama y no hay nadie y la cama está tendida.

Va a la habitación de Sebastián y toca la puerta.

–Sebastián,¿estás ahí?

Sebastián abrió los ojos y despertó a Darwin.

–Es Gonzalo marico es Gonzalo, métete en el baño y dúchate.

–PASA.

–Hola, ¿dónde está Darwin?

–Se está duchando, ¿por?

–Mmmmmm pero su cama está arreglada. -Gonzalo empezó a ver en la cama pero escuchó la ducha.

–Epa no te acerques que estoy desnudo. A lo mejor hizo la cama antes de venir a abañarse.

–¿Tú duermes desnudo?

–Si pues, siempre.

Miró al piso y vio el empaque abierto de un condón, Sebastián también lo vio.

–Mosca con lo que haces en este cuarto, no me gusta que duermas desnudo. –Sebastián se levantó de la cama envuelto en la sábana.

–Bueno, sal que me voy a duchar.

–Pero se está duchando Darwin, ¿no te irás a bañar con él?

–¿Qué dices Gonzalo? Anda, déjame solo.

–Ya va, que voy a hablar con Darwin.

–¿No puedes hablar con él cuando salga?

Gonzalo entró al baño. Cerró la puerta y se quedó viendo hacia la cortina. Darwin cerró la llave del agua y corrió la cortina, al ver a Gonzalo se asustó y casi se cae.

–¿Qué pasó, qué haces aquí? –Gonzalo se le quedó viendo, contemplando su cuerpo mojado.

–¿Me puedes pasar la toalla? ALÓÓÓ.

–¿Vas a venir a Salón conmigo?

–No sé, tengo que ir a la zapatería, voy tarde.

–Ya se que te botaron, que ahora me vas a explicar eso. Mientras no tengas empleo te vas al Salón

–Yo voy a conseguir trabajo rápido, no me fastidies con la iglesia Gonzalo que fastidio, qué empeño.

–Te espero afuera.



–Gonzalo, la verdad es que te pasas con Darwin, déjalo ser, no lo obligues, no es tu hijo y si así lo fuera, tampoco.

–Esa fue la condición de traerlo a mi casa, acercarlo a Jehová.

–Pues lo estás ahuyentando.

–Tú le estás metiendo ideas en la cabeza y otras cosas más le estás metiendo, que yo no me entere.



Sebastián se duchó y vistió rápido y se fue sin desayunar. Antes de ir al trabajo pasó por casa de Rodrigo. Tocó el timbre.

–¿Qué haces aquí? ¡No puedes estar aquí!

–¿Por qué? Soy un compañero de trabajo. Deja el miedo. Vine a arreglar las cosas contigo.

–¿Quién es Rodrigo? ¿Qué tienes que arreglar con este señor? –La madre de Rodrigo lo miró de arriba a abajo.

–Soy un compañero de trabajo señora, buenos días.

–MMMM nunca lo había visto.

–Mamá me voy que ando retrasado. Chao. –Cerró la puerta y se fue con Sebastián.

–Que sea la última vez que te presentas en mi casa de sorpresa.

–¿Eso quiere decir que seguimos juntos?

Hubo un silencio.

–Perdóname, soy un estúpido, si, tienes razón tiré con Darwin, varias veces, ya listo lo dije, pero es sólo eso, te lo juro, no hay más nada con él. Lo de ayer fue invento.

–Pero siguen viviendo juntos, lo vas a seguir viendo.

­–El Darwin tampoco quiere saber de mi, se molestó por no decirle nada, él pensaba tener algo conmigo, pero él, yo no. Perdóname vale, anda, por fa, por fa, perdón, me arrodillo ¿sí? –Se arrodilló.

–Ya, ya, ya, levántate, no lo sé, la verdad estoy molesto.

–Te invito el desayuno para que se te pase esa molestia con el café. –lo abrazó y le dio un beso en el cachete.

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