miércoles, 24 de agosto de 2016

A QUE NO TE ATREVES 3. Tercera Temporada


Se tensa la cuerda.

Calixto pisó el freno bruscamente lo que hizo que a Diego se le cayera la tarjeta de crédito.
–Coño, ¿perdón, perdón te hiciste daño? Se me fue el pie. –Tomó rápidamente la tarjeta y la guardó en el bolsillo de su camisa.
–No marico, pero casi estrello la cabeza al vidrio. Déjame en mi carro ¿y nos vamos a almorzar?
Lo acercó a su carro que estaba justo afuera del taller. Diego se bajó del carro.
–No puedo creer que tengas mi carro, que fino, sígueme para ir a un sitio.

Llegaron a una panadería que tenía doble piso, pidieron la comida y subieron al nivel superior. No había nadie.
–Te noto nervioso Calixto, ¿te sientes bien?
–Si, si, lo que pasa es que me siento un poco incómodo el hecho que me hayas pagado lo del taller.
–Ay marico no seas gafo, luego me lo pagas, además esa plata es de mi papá, le tengo que decir, pero igual él no se va a molestar.
­–En cuanto tenga esa plata te la deposito en la tarjeta.
–Tranquilo.
Diego comenzó a preguntarle cosas sobre sexo, de cómo era estar con un “viejo”, que hacían en la cama y otras banalidades que Calixto evadía para no responder, sólo le dijo unas cuantas cosas.
En realidad las preguntas tenían un fin.
–Te quiero coger Calixto, ya así de una te lo digo, sin mareos, quiero tener sexo contigo, me gustas que jode.
–Diego, tengo mi pareja, ya te lo he dicho, no puedo tener nada contigo, solo una amistad.
–Yo quiero sexo de momento, después yo veo como te conquisto.
–Verga chamo pero que ladilla estás vale, no y no. ¿No entiendes que yo amo a mi novio?.
–Eso lo entiendo, pero te estoy pidiendo una tirada, quiero tenerte en una cama coño.
Calixto desvió el tema, para luego levantarse e ir al baño a lavarse las manos. Antes de salir del baño entró Diego que lo empujó a la pared y le dio un beso en la boca, sosteniéndole la cabeza. Metió su lengua en la boca de Calixto y este respondió y se relajó. A los pocos segundos empujó a Diego.
–Ya chamo verga no, no sé como decirte que no quiero nada contigo.
–Te gustó el beso marico, me besaste.
–Bueno sí, me gustó pero ya.
–Dime que no quieres tirar conmigo, que no te provoca. –Le apretó una nalga mientras le hablaba a escasos centímetros de su boca.
–Claro, de bolas que si me provoca chamo, pero no. –Lo volvió a empujar.
–Tranquilo, ese era el dato que quería aclarar. Es cuestión de tiempo. Dale vámonos que seguro te vas a ver con el viejete.
Calixto le dio un empujón y el otro se rió.
–Me lo tienes que presentar, debe estar bien bueno ese viejo para que no quieras hacer nada por fuera.
–Tiene muchas cosas buenas aparte del físico Diego, eso fue lo que me enamoró, es inteligente, estudiado, viajado, culto, educado, caballero, buen amante.
–Ya, ya, ya, no me digas más nada pareces mi mamá hablando de mi papá.
Calixto tragó saliva y cerró los ojos. –Vámonos.

Buscaron sus vehículos pero antes de irse Diego fue a la ventana del piloto donde estaba Calixto y le dio otro beso.
–Piénsalo ¿si? Tu novio no tiene porque enterarse de que tú y yo nos acostamos.
–Basta con que yo lo sepa para que no ocurra.
­–Vas a caer Calixto, vas a caer. Chao, hablamos.

En la tarde Nestor y Calixto se vieron en la cafetería de siempre.

–Lo que me pasó hoy no lo vas a creer. Tu hijo me dio la cola al taller y por supuesto conocía el taller, yo nervioso porque estaba con tu tarjeta y rezando que no la viera, pero se fue al baño y pagué, pero adivina
–¿qué pasó?
–Tu tarjeta no pasó y tu hijo me pagó el taller, con tu tarjeta claro, otra.
­Con razón me llegó un mensaje de un pago.
­–Y hay más.
–Vio tu carro y supo que era el de él.
–¿Por qué no me lo dijiste?
–Bueno no pensé que sería importante ese detalle.
–Pues si lo es. Hasta pensó que yo te conocía, pero le dije que había sido “mi novio” el que hizo el negocio.
–Esto se está poniendo complicado.
–Tu hijo quiere a toda costa acostarse conmigo.
Nestor apretó el puño con fuerza y le dio un golpe a la mesa y cerró los ojos apretándolos. Hizo 3 respiraciones profundas y volvió a abrir los ojos.
–Tú quieres acostarte con él ¿verdad? quieres probar que se siente, el morbo porque es mi hijo y además un chamo joven contemporáneo a ti.
–Nestor yo no quiero acostarme con más nadie sino contigo, ¿no entiendes?
–¿Se han besado? –Calixto se tensó, no esperaba esa pregunta.
–No…eh no.
–¡Coño si se besaron! Dime Calixto si quieres tener sexo con mi hijo. ¿quieres probar? A lo mejor yo no soy lo que buscas y te acabas de dar cuenta con mi hijo. Dímelo ahora y terminamos con esto.
–Él me besó, pero yo lo aparté. Viejito yo no quiero nada con Diego, te amo a ti coño, ¿cómo quieres que te lo diga?
–Yo no puedo competir con mi hijo, es joven yo voy pa más viejo, ¿qué te espera a ti? Además es mi hijo, si se entera de todo esto, que soy gay y que eres mi pareja, mi matrimonio se va a la mierda., tú me dejas ¿y yo que hago?.
–¿Y que hago yo? No estás pensando en mi, sino en ti, en tu peo. Yo te amo Nestor, te amo, y no pienso abandonarte por un carajito y mucho menos Diego.
–Pero quieres tirar con él.
–¡Ay Nestor! Si, me encantaría tener sexo con él como con Mark Ruffalo, pero eso no va a suceder, yo te respeto y te amo. NO QUIERO NADA CON TU HIJO.
–No grites por favor que la gente no tiene porque enterarse.
–Para que te quede claro.

Luego de varios minutos de silencio, tomando café, revisar sus celulares y Nestor su Tablet, Calixto habló.
–¿Vamos a un hotel? Quiero hacer el amor contigo hoy.
–Hoy no Calixto, hoy no tengo ganas, quiero irme a casa y descansar, pensar que voy a hacer con mi vida.
–Ok, me voy a mi casa entonces.

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