miércoles, 21 de septiembre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 4. Capítulo 8


Las cosas se complican.



Diego estaba en la cama recuperándose de la tensión baja cuando vio todo blanco y brillante.

Su mamá estaba con él en el momento que abrió los ojos.

–Mi amor ¿qué te pasó? ¿Por qué te dio eso? Te sientes mal.

Diego aún medio mareado se reincorporó en la cama y le tomó la mano a su mamá. Entraba su papá.

–Mamá, Calixto es la persona que te conté que me gusta y anoche…estuve con él.

–¿En su casa? ¿conoces a la familia?

–No mamá, estuve con él, nos acostamos.

–¡Cristo bendito! ¡No me digas eso!

Nestor se puso pálido y tuvo que sostenerse del pomo de la puerta, le comenzó una taquicardia y se sentó en una silla cercana a la puerta.

–¿Ves lo que lograste Luis? ¡Por mantener algo oculto por tantos años! ¡Tu hijo enamorado de su propio hermano!.

–Virginia, basta, suficiente con esto para que tú ahora me reclames.

–¿Suficiente? Me engañaste, engañaste a tu familia ¿y te parece suficiente? Tu hijo acaba de intimar con su hermano. Yo necesito un calmante, yo no puedo con esto. –Salió de la habitación y Nestor se acercó a su hijo.



–Dime que es mentira lo que acabas de decir.

–No papá, es cierto, anoche me acosté con Calixto.

–Pero él tiene novio, me dijiste.

–Terminó con el viejo. –A Nestor le dio una punzada en el corazón al escuchar eso, como si lo atravesaran con una vara ardiente.

–Papá ¿por qué? ¿por qué hiciste eso? Maldita sea por qué tiene que ser justamente él mi hermano? ¿Calixto lo sabe?

–Si.

–¿Y dejó que pasara algo entre los 2? ¿pero qué clase de enfermo es? ¿cómo no me detuvo?, me hubiese inventado algo.

–No lo sé, no sé que decirte, esto me sobrepasa. –Tengo que detener esto, ¿pero cómo?. Tu mamá quiere que viva con nosotros.

–¿Qué? No, ese chamo no va a venir a vivir aquí y menos con lo que hizo sabiendo la verdad.

A Nestor le entró un aire fresco al escuchar eso y una sonrisa se le dibujo en la cara apenas perceptible.

–Si quieres puedes irte a vivir a otro sitio, yo te lo pago.

–¿Me estás botando de mi casa? ¿O sea que ya decidiste que Calixto viene a vivir para acá.

–Si, es mi hijo también y quiero seguir ayudándolo y mejor si vive aquí, no tiene que pagar alquiler.

–Vive con su tía.

–Pero le pago un alquiler ahí.

–Prefieres que él no pague pero a mi me vas a pagar alquiler para que me vaya de MI CASA.

–No te estoy botando, solo te digo que si no quieres compartir con él te mudas y yo pago. Como siempre he hecho con tus cosas, pagarte.

–Gracias papá lo tomaré en cuenta, ¿puedes dejarme solo?





–<<Necesito hablar contigo en persona Calixto y es urgente. Vamos a vernos en el café de siempre en 1 hora>>



Se encontraron a la hora fijada.

Luego de explicarle la situación y Calixto sin dar crédito a lo que escuchaba, ahora le tocaba hablar a él



–¿Y tú pretendes que yo secunde esa farsa con tu familia?

–Es una manera de estar juntos mi amor, vamos a vivir juntos lo que siempre quisiste, quisimos.

–Pero a costa de una mentira, una mentira pero grande, ¡Qué bolas tienes tú Nestor! ¿Inventaste toda esa historia para tenerme a tu lado a como diera lugar?

–Te dije que mi esposa me descubrió una conversación por WhatsApp contigo, ¿qué querías que hiciera?

–Que dijeras la verdad, era el momento perfecto para acabar con la ocultadera Nestor y por fin seas la persona honesta que quieres ser.

–Es difícil, lo sabes, por favor ayúdame en esto, nunca te he pedido nada, hoy necesito que me ayudes con esto.

–Lo siento, pero no, además Diego piensa que soy un trastornado que me acosté con él sabiendo que soy su hermano.

–Me dijiste que no te acostarías con él y lo hiciste.

–Ya no estábamos juntos. Me voy, voy a verme con Diego a contarle todo.

–NO, NO TE ATREVAS CALIXTO. –Lo cogió del brazo para que no se fuera pero el muchacho se soltó y se fue al carro.



Nestor lo seguía desde su carro y lo llamaba al celular, pero Calixto no respondía. Llegaron a un semáforo. Desactivó los seguros del carro para salir y detener a Calixto pero una moto con 2 personas lo rebasó y se detuvo en la ventana del muchacho.



–¡Dame el celular o te quiebro, baja esta mielda y dame todo!

–Ya va, ya va, ya te lo doy chamo, tranquilo, ¿quieres la cartera?, te doy todo.

Calixto le entregó la cartera y el celular, arrancaron pero antes, el que iba atrás en la moto le disparó al muchacho dándole en el hombro.



–CALIXTOOOOOO, CALIXTOOOO, NOOOO, AUXILIOOOO, AUXILIOOOO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario