martes, 25 de abril de 2017

DE REPENTE TU Cuarta temporada. Capítulo 2


Mal comienzo.



Gilberto estaba en su casa acostado en su cama pensando en lo que había pasado con Pablo, una relación que ya estaba agotada y, aunque sabe eso comenzó a llorar la pérdida pues fueron cinco años de pareja pero nunca vivieron juntos.



Se levantó de la cama para ducharse y salir. Le iba a dar la sorpresa a Emilio acercándose a su casa. Tenía las llaves que le dio por alguna eventualidad.



Emilio había comprado un par de botellas de ron, llegaba de la calle con el presupuesto de la reparación de su carro que el seguro no cubría. Se pasaba de largo las posibilidades de pagarlo, dio una pequeña inicial para que comenzaran a arreglar lo que pudieran mientras reunía el resto.



Luego de media botella buscó una bolsita de polvo blanco que había comprado a un amigo, se sirvió dos rayas y las inhaló. Llamó a Jesucristo.

–<Quiero verte chamito, quiero verte ya. Ven a mi casa>

–<Profe ando ocupado y han pasado cosas>.

–<Pero ven a contarme, yo te escucho y te puedo ayudar, no vuelvas  a decirme que no, por favor>.

–<Esta bien, deme una hora y voy para allá.



Gilberto le tocó ir a hacerle una diligencia a su madre así que se retrasaría un poco el ir a casa de Emilio pero como era sorpresa no le preocupaba la hora.



Emilio se había bebido una botella, ya estaba borracho cuando sonó el timbre. Abrió, era Jesucristo.

–Criiiistoooo, viniste, ven, pasa.

–Usted está borracho Emilio.

–Muy borracho mi pana, acompáñame con un trago.

–Yo no tomo y usted lo sabe.

–Te lo sirvo suavecito, ven, le pongo CocaCola

Jesucristo accedió con la condición que lo escuchara.



–Mi mamá está enredada con Fabián mi amigo, usted sabe quien es ¿no?

–Verga, ¿se acostó con tu mamá? ¿y esa vaina?

–No sé, eso me tiene molesto, confundido, atormentado.

–¿Y tú cuando te vas a acostar conmigo? Te tengo ganas carajito, tú me gustas que jode y no me paras.

–Emilio yo vine para hablar con usted no para que me dijera lo mismo otra vez.

–Te voy a servir otro trago, suavecito.

–Poco por favor. ¿Y usted como está?

–Yo mal Cristo, mal, me persiguen los demonios, se me aparece Lirio, me atormenta mi familia política, la mía, todos, quiero escapar. Mira carajito deja a tu madre vivir su vida, es libre de estar con quien quiera, lamentablemete tu papá murió. Ese chamo está enamorado de tu mamá desde hace tieeeempo.

–¿Usted lo sabía? ¿cómo no me dijo?

–Porque eso no es peo mio papá.

–Sírvame otro trago.



Siguieron hablando un rato más y con otro trago. Jesucristo no podía más, el alcohol se le había subido rápidamente a la cabeza y estaba mareado, Emilio lo llevó a la habitación. Lo acostó y Jesucristo se quedó dormido.

Emilio lo vio tumbado en su cama y tuvo una erección. Comenzó a desvestirlo, le dejó puesto el interior, se sentó a su lado y comenzó a acariciarlo.



–Sería tan fácil hacerte mío ahora, pero yo quiero que lo disfrutes mi amor.

Le quitó el interior y puso al muchacho boca abajo, le vio las nalgas y comenzó a tocarlas, se las abría, pasaba su mano entre ellas. Cerraba los ojos y pasaba su mano por la nariz, sonriendo.

Comenzó a quitarse la ropa, se desnudó por completo. –Quiero poseerte mi amor. -Se montó sobre él.

Tomó su pene y comenzó a rozarlo entra las nalgas del muchacho. Emilio se puso a llorar y se echo a un lado abrazando a Jesucristo y quedando ambos dormidos uno al lado del otro.



Gilberto llegaba en taxi al edificio donde vive Emilio. Abrió la reja y la puerta con cuidado para no hacer ruido.

–¿Estará en casa? -Pensaba. Se acercó a la habitación y escuchó la ducha. –Se está bañando. Se quitó la ropa antes de entrar. Abrió la puerta de la habitación, al entrar vio a alguien en la cama, ya no se escuchaba la ducha pero se sorprende al ver salir a Jesucristo del baño.

–¿Tú? ¿qué haces aquí? ¿Quien está en la cama? –Se acerca y ve a Emilio desnudo. Gilberto se tapaba.

–Yo, yo, soy amigo de Emilio fue mi profesor.

–Ah ¿y lo visitas de vez en cuando para tirar con él? Tú te vas tirando a todos, eres el amiguito de mi ex, Pablo

–No, señor yo no sé que hacía desnudo en la cama, yo vine a hablar con Emilio y me desperté desnudo en la cama con Emilio a mi lado.

–Y desnudo igual, que inocente, no sabes que pasó, yo te puedo decir que pasó.

–Le juro que no se que pasó, yo bebí y…

Gilberto se le lanzó encima y comenzó a darle golpes sin parar, lo tumbó al piso y le dio patadas en la barriba y la espalda.

–¡Para que sigas metiéndote con lo ajeno, primero mi ex y ahora con Emilio, carajito de mierda!

Se vistió, dejó las llaves del apartamento y se fue.



Luego que se le pasara el dolor de los golpes se levanta del piso e intenta levantar a Emilio.

–¡Emilio, Emilio despierte, despierte por favor! –Lo sacudió varias veces hasta que reaccionó lentamente y abrió los ojos.

–¿Qué pasó?

–¿Cómo qué qué pasó? Usted me emborrachó, me desnudó y quien sabe que me hizo y además vino su novio y me cayó a golpes, ya sabe lo que pasó.

–¿Mi novio? ¿qué novio?

–No sé como se llama, es el ex de mi novio Pablo.

–¿Gilberto? ¿estuvo aquí? Mierda. -Se levantó de la cama y se mareó, lo que hizo que vomitara en el piso.

–¿Usted me violó Emilio? ¿usted mi violó?

–Nooo, no sé, no sé, yo no sé que hice, no me acuerdo, Cristo yo no, no quise, yo, mierda, estaba drogado.

­–¿Por qué ahora todo me sale mal por qué? ¿Yo qué he hecho para tener que pasar por esto? Es usted un salvaje Emilio, yo pensé que usted me amaba, me quería, todos mis amigos me traicionan.



Llorando comenzó a vestirse, Emilio no pudo levantarse de la cama.

Salió del apartamento, estaba adolorido por los golpes en el estómago y en los riñones. Fue a una farmacia a comprar un analgésico fuerte y se iba a casa de Esperanza de nuevo. Quería ver a Pablo.

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