martes, 15 de agosto de 2017

DE REPENTE TU 9. Capítulo 8


Sorpresas y amores.



Esperanza terminó acompañando a Jesucristo al baño a vomitar. El solo hecho de imaginarse que Yovana sería el padre del bebé le bajó la tensión.



–¿Ya? ¿listo? ¿Te sientes mejor? Por lo menos te volvió el color a los labios, estabas blaaaanco. Ni yo me pusé así.

Jesucristo se levantó y fue al lavamanos a echarse agua en la cara y en la boca.

–No entiendo esa relación de tres que ustedes tienen y encima no sabe quien es el padre. ¿No se protegen? ¿Usted no usa pastillas o ellos condones?.

–Eeeeh no Cristo, por eso estoy embarazada.

–¿Entonces si está embarazada? ¿No era que creía que estaba embarazada?.

–Bueno si te dije que creía que estaba embarazada y te pusiste así  imagínate si te lo aseguro…

–Usted está loca. Tienes casi 19 años, podía esperar un poco para ser mamá, ni siquiera está casada.

–Aaaaaay no Cristo no te me pongas moralista.



Entre la conversación, el estómago revuelto y discutir, se les fue la hora del laboratorio y no pudieron entrar. Entraron a la Biblioteca a buscar unos apuntes en la computadora y en algunos libros y se fueron.



–¿Ya lo sabe su madre?

–No, quiero estar segura, voy a hacerme una prueba de esas de la farmacia…te dejo en tu casa y voy a comprarla.

Almorzaron juntos.

–Yo quiero ser el padrino de ese niño.

–¡Por supuesto mi amor! Estoy cagada.

–¿Se imagina que sea de Yovana? ¿qué irá a decir la señora María Antonia.

–No mi amor, ¡Mi papá! Le va a dar un infarto.

–¡Ay, Dios lo libre!

–Aunque sé que voy a tenerte a ti apoyándome y a Clemente y Yovana.

–¿Usted está segura que ellos la van a apoyar?

–Si…claro, no veo porqué no.

–Pregunte primero.



Esperanza dejó a Jesucristo en el apartamento de Pablo y ella se fue a una farmacia.





El muchacho entró al apartamento y cogió el telefono de la casa, lo miraba y se ponía a caminar, iba a la cocina, buscó un refresco, se lo sirvió y se sentó en la sala con el teléfono. Lo volvía a mirar.

No te cuiamatices -Recordaba las palabras de Esperanza. Estaba desesperado pensando si lo llamaba o no.





–Qué agotadora la jornada de hoy pero que fructífera.

–Si, la verdad es que sí, estuvo muy bueno y es el primer día, además aquí está la crema y nata de la publicidad de Chile y Argentina, los duros. -Decía Verónica. –Me encantaría celebrarlo contigo en una cama.

–Te vas a quedar con las ganas, mira ahí viene el director de TARGET marketing. Ese sí es un duro, viene contento.

–Chicos, felicidades, su agencia tiene un potencial magnífico, pero vos sos una mujer extraordinaria yo te quiero en mi agencia aquí en Chile.

–Wao, señor Acosta muchísimas gracias por esas palabras, me halaga.

–¿Entonces? ¿Te quedás?

Verónica vio a Pablo sorprendida y este se encogió de hombros.

–No sé señor Acosta, es que me agarra de sorpresa no me puedo quedar así como así.

–Claro que si, quedate de una vez y luego buscá tus cosas en tu país, yo te quiero trabajando ya en mi agencia. 3.500 dólares mensuales, coche y un mes de alquiler mientras te estableces, la zona la ponés tú y yo pago.

Verónica volvió a ver a Pablo sonriendo.

–Acepto.

–Perfecto, el lunes te llegás a la agencia para darte todo, buscá habitación y me informás, este es mi número. Voy a comunicarme con tu jefe para decirle que te he robado jajaja.

–Yo soy su jefe.

–Lo sé, lo sé, pero hablo del dueño de la agencia, somos amigos.



–¡Ay Pablo! ¿qué hago? ¡Trabajar en Chile y en TARGET!.

–El jefe no le va a gustar perderte pero vas a estar contento que estás con este viejo, vas a aprender mucho con él.

–¿Por qué no hablas con él y te quedas aquí? Vivimos juntos, compartimos gastos.

–Noooooo cariño, yo me regreso, aún me queda mucho por hacer allá, estaré bien.

–¡Ay Dios mio que emocióóón! Voy a vivir en Chile y con trabajo.



Salieron del salón y en el taxi que los llevaba al hotel, Verónica le habló al oído.

–Quiero celebrar contigo este nuevo trabajo pero en una cama revolcándonos.

Pablo aprovechó un semáforo en rojo justo antes de cambiar y se bajó del taxi.

–¡Arranque!

–¡Pablo, Pablo, Pablooooo! –El taxi siguió con Verónica rumbo al hotel



Pablo entró a un Starbucks para conectarse al wi fi y tomar un café.

–No puedo creer que me voy a sacar del medio a esta tipa, bien por ella. –Sonó su celular. Era su novio.



Jesucristo escuchó la voz de Pablo y cerró los ojos. Sus miedos, angustias, nervios desaparecieron, su dedo anular lo rodeaba un fino hilo rojo que iba hacia el dorso de su mano y llegaba al brazo.

–<<Mi amor ¿como estás? Que gusto escucharte>>

–<<Novio, cómo le fue en el foro>>

–<<Excelente mi amor fue un dia productivo y provechoso, hay bastante material, luego te contaré al detalle aún faltan días. ¿y a ti como te fue?

–<<Medio mal, me levanté tarde, nos pusimos Esperanza y yo a acomodar unas guias para el laboratorio, yo le conté unas cosas y luego ella me contó algo que me dejó frio y hasta vomité…no pudimos entrar a clases.

–<<Mi amor ¿que te pasó?>>

–Me contó que está embarazada y no sabe de quién de los dos.>> -Jesucristo siguió contando la historia para luego hablarle de Verónica.



–<<Yo quiero que usted me cuente algo>>

–<<¿Qué quieres que te cuente?>>

–<<¿Usted se acostó con Verónica?>> -Pablo se sonrió y miró al cielo haciendo un gesto de “hasta cuándo”

–<<Amor ya te he explicado que no tengo ni quiero nada con esa mujer>>

–<<Yo la vi cuando fue a su cuarto y entró al baño, usted se tocaba  y ella lo vio y entró a la ducha. Los vi haciendo el amor, estaban felices y excitados>>

Pablo se sentó sosteniendo el vaso del café, se puso pálido –¿Este como sabe que Verónica entró al baño? Le dijo Verónica…no, no creo. Ya va Cristo, ya va, ¿eso lo soñaste?>>

El muchacho se quedó callado por unos segundos. –<<Si, bueno, si>>

–<<Ajá, te voy a contar algo, en efecto Verónica entró a mi cuarto pero yo no lo supe, me dijo ella, entró al baño y me vio ducharme, más nada, lo otro lo inventó tu cabeza loca. Carajito a veces me das miedo, no sé como haces para tener esas visiones pero me inquieta más la creatividad que le pones para extender la historia y ponerla en mi contra>>

–<<¿Entonces no hubo nada entre ustedes?>>

<<No mi amor, ya deja esas paranoias y celos, además te tengo una noticia que te va a alegrar. A Verónica le propusieron trabajar en Chile en una agencia y aceptó, así que se queda de una vez aquí>>.

–<<Eso me parece una excelente noticia, ya no la tendrá cerca>>

–<<Mi amor yo creo que te hace falta una buena cogida para que se te quiten esas cosas>>

–<<Yo quiero que venga ya, me siento solo en este apartamento>>

–<<Mosca y metes a alguien ahí>>
–<<Yo no hago esas cosas, usted lo sabe>>

–<<Yo tampoco, pero tú no me crees>>

–<<Le creo, le creo, vuelva pronto novio, lo amo mucho>>

–<<Y yo a ti te amo más mi carajito>>



Colgaron. Ambos se vieron las muñecas derechas y tenían un delgado hilo rojo que daba dos vueltas. Ambos se sonrieron, ambos tocaron el hilo, ambos cerraron los ojos. Los dos sabían que son el uno para el otro.



Pablo abrió los ojos y cerró la llamada, al darle al botón de la flecha llegó a la foto de su pene erecto que le había enviado hace unos días a Jesucristo. –¿Y esto que hace abierto?.

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