sábado, 19 de agosto de 2017

FINAL DE TEMPORADA. De Repente Tú 9


Problemas X 3.



En el apartamento los tres, sentados en la mesa del comedor. Se miraban a los ojos.

–Estoy embarazada. -Dijo Esperanza

Clemente bajó la cabeza mientras la sujetaba con sus manos. –Esto no puede estar pasando.

–Si no te cuidas cuando tienes sexo pasa Clemente. -Dijo Yovana.

–Puede ser tuyo Yovana, no sé de quien es. Necesito que nos hagamos una prueba.

–¡Ay Dios mio! ¡no puede ser!

–Esa era justo la reacción que quería de ustedes. De apoyo. ¡Coño, no nos cuidamos los tres! ¿y pretenden que eso no traiga consecuencias?

–Yo no quiero ser papá. Te propuse que abortaras si de verdad estabas embarazada.

–No sabemos quien es el padre, no voy a abortar antes. No pienso hacerlo de todas maneras.

–¿Para que quieres saber quien es el padre si yo no quiero serlo?

Esperanza volteó a ver a Yovana. -Puede ser de Yovana.

–Ay mi amor, ¿qué quieres que te diga, es lo más maravilloso que le puede pasar a una mujer…pero.

–Pero ¿qué? ¿También te quieres desentender?

–No es eso…

–Bueno, yo me voy a hablar con mis padres, ustedes piénsenlo. El aborto está descartado, yo decido que hago con mi cuerpo, no ustedes

–¿Y si lo das en adopción?

–Hay que esperar hasta la semana 12 para hacer el examen de AND prenatal. Adiós.



Esperanza los dejó solos en el apartamento. Ellos se quedaron sentados en la mesa.



–Somos unos irresponsables, aunque no sabemos quien de los dos es el padre de la criatura nos hemos comportado como inmaduros.

–Yo lo advertí, que no quería niños.

–Pero no te cuidaste.

–Ella tampoco.

–Creo que lo sensato es esperar esas semanas y ver los resultados y de ahí tomar una decisión.

–Yo ya tomé mi decisión. Me voy de aquí, no quiero saber de niños, de responsabilidades, de nada, me mudo.

–Ya va, ¿te vas a ir de aquí? ¿Quien va a pagar el alquiler? Yo apenas gano dinero, ustedes dos son los que me subsidian.

–Ese es tu problema Yovana, yo me largo. No pienso calarme una barriga que ni sé si es mia.

–Por eso, todavía no lo sabes, capaz yo soy la madre de ese bebé.

–No pienso esperar, hago mi maleta y me voy, te dejo el dinero para el mes que viene y no te quedes varada.



_________



Esperanza llegaba al apartamento de sus padres.

–Mi amooor ¿qué haces aquí?

Esperanza vio a su mamá a los ojos y la abrazó. Arrancó a llorar.

–¿Qué pasa mi chiquita? ¿Qué te hicieron?



La muchacha le contó a María Antonia lo ocurrido y la reacción de sus compañeros.

–Aquí el problema gordo va a ser tu padre, que esos dos sinverguenzas te hayan dado la espalda te da una idea de la clase de personas que son, me extraña de Yovana, una muchacha trans que sabe de dificultades, obstáculos y humillaciones, salga con esto. Mi amor aquí está tu familia para apoyarte. ¿estás embarazada? Bueno salimos adelante. Dale gracias a Dios que somos una familia de dinero, Cuanta gente allá afuera sufriendo en este momento porque las abandonaron con una barriga, sin dinero ni trabajo. Siéntete privilegiada por eso.



Esperanza al escuchar eso abrió los ojos y como una revelación se le vino una gran idea.

–Mamá eres lo máximo, eres maravillosa. Vamos a crear una fundación para las madres solteras de escasos recursos, con ropa, pañales, cosas para los niños, una pensión, asistencia médica.

–Mi amor, aquí la maravillosa eres tú. Mira por donde saltó la liebre. Es el momento de ponernos las pilas y visitar a tu ginecólogo.

–Mamá quiero saber quien es el padre de mi bebé.

–¿Para qué? ¿es importante para ti saber quién de los dos es?

–Sí.

–Esta bien, lo haremos.



________



Clemente estaba sobre la cama arrodillado mientras Yovana delante de él dándole la espalda. Su furia con la que tenía sexo hacía gemir con fuerza a Yovana.

–AAAAH tan rico que es acabar adentro sin problema. ¡Vamos, listo, sal! -Clemente le dio una nalgada y se fue a duchar.

–Ya me voy, te escribo cuando me instale en otro sitio, de momento ni me escriban ni me llamen.



Esperanza regresaba al apartamento que comparte con Yovana y Clemente. Entró y al ver la sala tuvo la sensación de que faltaban cosas ahí, vio la cocina y tuvo el mismo presentimiento. Entró al cuarto, estaba Yovana acostada sin ropa.

–Clemente se fue ¿verdad?

–Si, se llevó sus cosas en dos maletas y me dijo que no la llamáramos ni le escribiéramos.

Se le hizo un nudo en la garganta. -¿Y tú porque no te fuiste con él?.

–Porque no te voy a dejar sola y yo sí quiero saber si soy la madre de ese niño o niña que viene.

Esperanza se sentó en la cama y la vio a los ojos tomándole la mano.

–Gracias, significa mucho para mi que estés aquí, sé que no he sido muy dada a estar contigo, debo confesar que me gusta Clemente, pero ahora que tomó la decisión de irse y desentenderse de todo ya me doy cuenta de lo que es capaz. Seguro que no pagó su mes de renta.

Yovana se quedó callada. –Tranquila, yo buscaré lo que sea para trabajar y te ayudo con el alquiler.

–Buscaremos a otra persona, otra muchacha.

–Yo tengo una amiga que está buscando habitación, es trans…

–No…definitivamente no, perdóname pero quiero a una muchacha, mujer de nacimiento, biológica, disculpa que sea así de tajante.

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