miércoles, 13 de diciembre de 2017

INQUEBRANTABLE 4. Capítulo 10


–¿Quieres que te espere?

–No vale, es que no sé cuanto me tarde.

–Vamos a hacer algo, si en media hora sigues complicado me mandas un mensaje y me voy.

–¿Y te vas a quedar solo aquí en la calle?

–Mira allá, un bar, me tomo algo mientras espero.

–Ok.

Victor se alejó del carro mientras, iba rumbo a un edifcio.

–Voy al apartamento 8-B

Sin más preguntas el vigilante le abrió y subió. Frente al apartamento antes de tocar el timbre se escuchaban gritos y risas. –“Será la novia o alguna de las tipas que se tira”

–Coño ¿quién es a esta hora? –Se escuchó detrás de la puerta. Se abrió.

–Buenas noches.

–Hola Francisco, ¿cómo estás?  Soy Victor el padrino de Teodoro.

Francisco estaba desnudo con una sábano enrrollada en su cintura, se pasó la mano por la cara y en eso se asoma una mujer que se tapaba desde el pecho con otra sábana.

–¿Victor? ¿Y tú que haces aquí?

–Ah vaya ¿por qué no me sorprende que estés aquí… ¿Estás pendiente de quedar embarazada de nuevo?.

–Bueno ¿y tu vas a venir  a mi casa  a que guevón?

–¿Puedo pasar? – Victor siguió de largo hasta la sala del apartamento y se sentó, Rebeca se sesonreía sorpredida y se dejó caer en una poltrona.

–¿A que viniste Victor? ¿Y cómo sabías donde vive Francisco?

–No es dificil de averiguar, en relaidad vine a hablar con Francisco pero ya que estás aquí hablo con los dos. ¿Cuándo le piensan decir a Ricardo que Teodoro no es hijo suyo?

Rebeca se levantó de la poltrona bastante molesta. –¡A ti que te importa!

–Me importa porque es mi ahijado y yo sí lo quiero.

–Yo también lo quiero y estoy cerca de él

–Si, a escondidas, aunque Teodoro no es gafo y sabe que tú eres su papá.

Francisco se le dibujó una sonrisa en la cara y se acercó a Rebeca, a mbos se le notaba que estaban borrachos y drogados. –Yo te he dicho que me des la custodia del niño y yo lo crio.

–¿Tú? ¿En serio? La madre es un bruta inconsciente pero tu eres un vago drogadicto que no hace nada en la vida, ¿así quieres educar a tu hijo?

–Tengo que jode dinero.

Victor recibió un mensaje en el celular.

–<Disculpa, ya pasó media hora, ¿te espero?>

–<Esto va a tardar un poco ¿pero me puedes esperar?>

–<Si vale, tranquilo>



–Con dinero no resuelves el cariño de un hijo.

–Mira Victor ese hijo es mio y yo hago con él lo que quiera ¿Acaso tu piensas criarlo? ¿Tú? Que eres un maricón, soltero, medio enclosetado y puta.

–No te voy a respnder porque estás en un estado que no eres tú realmente. Si ustedes no le dicen a Ricardo la verdad se lo digo yo o se lo va aterminar diciendo Teodoro.

–Pues Tedoro se va a enterar que tiene un padrino marico que le gusta que se lo cojan por el culo.

–¿Tú eres gay? Con razón en el colegio jodían con eso, era verdad, jajajaja. Yo tuve una vaina con mi primo pero teníamos como 12 o 13 años, fue de pinga pero de ahí ya no tuve más nada con un carajo.

–Bonita la anécdota.

–O sea que te debe gustar mi pinga. -Francisco se soltó la sábana y la dejó caer moviendo sus caderas hacia delante y haia atrás haciendo que su largo pene se bamboleara. –Victor se le quedó viendo el pene por unos segundos y retiró la mirada.

–Coño como te gusta una verga, ¿sabes algo Pancho, este guevón le gusta mi marido, se lo quiere coger.

–Yo me voy pero que les quede claro, Ricardo va a saber lo de Teodoro.

–¡Vete de aquí traidor!



Victor salió del apartamento y entró al ascensor, se le hizo un nudo en la garganta recoradando los tiempos del colegio y el acoso y burlas que recibió de sus compañeros.

Entró al bar.

–Disculpa la tardanza, necesito un trago.

–¿Pasó algo malo?

Victor le contó a Cristobal a grandes rasgos lo sucedido y además el recuerdo de su infancia y adolescencia en el colegio.

–Ese idiota me hizo recordar toda esa mierda. Él era uno de ellos, y es menor que yo.

–¿Quieres que lo saque de circulación?

Victor levantó la mirada viendo a Cristobal con incredulidad. –¿Me estás jodiendo?

–Disculpa, un mal chiste, ¿cómo se llama el tipo?

–Francisco Cáceres.

–Ah vaya, el hijo del viejo Cáceres.

–Sí, ese mismo.

–Ese chamo tiene un prontuario de robo de carros, trafico de drogas, prostitución, una joyita.

–¿Me puedo quedar en tu casa? No quiero dormir solo.



Cristobal sin pensarlo le dijo que sí y se fueron directo a su apartamento que estaba a escasos kilómetros de ahí. Llegaron y Cristobal le ofreció algo para beber y si quería comer. Ambas cosas dijo que sí.



–La cama es inmensa pero si quieres dormir abrazado a mi no tengo problem, pero si te fastidia estar  como siames, tienes el resto de la cama para dormir.

Victor se sonrió, dándole las gracias.



Se comieron unos sanduches y un par de cervezas.

–Yo no puedo perder la oportunidad de volverte a coger.

–¿Cómo sabes que yo quiero?

–Porque se te ve en los ojos. –Se le acercó y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua. –Vamos a la cama.



Llegaron a la habitación y se desnudaron. Mientras se besaban, Victor se tumbaba en la cama boca ariba mientras Cristobal se ponía sobre él, le levantó las piernas y comenzó con un beso negro.

Cristobal le pasaba la lengua por el ano para luego morderlo, chupar y volver a pasar la lengua, mordá los costados y las nalgas, escupía y volvía a chupar intentando introducir la lengua en el orificio. Victor se agarraba las piernas mientras cerraba los ojos y disfrutaba de aquella sensación.

Luego de un rato, el ingeniero se levantó y escupió su pene queya estaba lo suficientemente erecto, lo escupió y esparció la saliva con su mano y llevó el pene hacia Victor que esperaba para ser penetrado –Mételo. –Solo decía eso y así lo hizo, d euna vez lo penetró, el pene se deslizó con facilidad. El abogado con sus piernas hacia su pecho gemía y gruñía, mientras  Cristobal hacía lo mismo.

Victor cerró los ojos y se imaginaba a Ricardo teniendo sexo con él y ahí se quedó en esa escena que lo excitaba y enamoraba.

Cristobal no paraba de moverse y de levantarle las caderas a Victor cada vez que colocaba sus manos en los muslos de Victor.

–Sigue Ricardo mi amor, dale mi amor sigue, te mo Ricardo, te amo. -Victor comenzó a llorar.

Cristobal había escuchado el nombre de Ricardo pero no se había fijado que Ricardo lloraba, estaba concentrado moviéndose.

–No es Ricardo quien te coge, soy yo Cristobal. –Comenzó a darle más fuerte y se dio cuenta que Victor lloraba unas lineas brillantes en su cara lo delataron. Comenzó a mverse meas a prisa  y se vino dentro de Victor. Tres sacudidas fuertes detuvieron a Cristobal que retiró su pene y se acostó al lado de Victor jadeando.



–Estás enamorado de tu compadre. No sabía que Ricardo era gay. –Unos segundos en silencio y habló.

–No es gay, bueno, eso dice él. Disculpa lo malo Cristobal, perdóname se me escapó.

–Tranquilo, ¿Cuál es el peo? Cosas que pasan, pero resuelve esa vaina, yo no me voy a calar que seamos pareja y al cogerte me llames Ricardo, hoy te lo paso porque no somos nada.

Victor se rió. –¿Estás hablando en serio? ¿quieres algo conmigo? ¿Tú te has visto lo bueno que estás?

–Ere un tipo serio, profesional, guapo, conversador, inteligente ¿por qué no? ¿que yo estoy bueno, buen cuerpo? Si, beno, me gusta verme bien, pero tu eres muy guapo tampoco tienes el cuerpo matao y si así lo tuvieras ¿que? Tienes otras cosas muy buenas.

Victor se abrazó a Cristobal y lo besó por varios segundos.

Se quedaron dormidos abrazados.



A la mañana siguiente, Victor estaba tapado hasta la nari con la sábana pues la habitación estaba fría y el aire acondicionado encendido. Un rayo de luz caía directamente en la cama sobre él. Lo despertó.



Se sentó en la cama y se vio solo en el cuarto, se estiró y se inclinó a ver hacia el baño.

–Cristobaaal. –Volteó hacia los lados y vio en la mesita de noche una nota.



<<Buenos días dormilón, no quise despertarte porque estabas profundamente dormido, me tenía que ir muy temprano de viaje al interior del país. Te dejé listo el desayuno, hay café en la jarra y leche en la nevera. Te dejo la sllaves del apartamento, en la tarde nos hablamos para que me las entregues, si gustas puedes quedarte en casa. Un beso.

Cristobal.>>



Victor se sonrió y se levantó de la cama para ir a orinar. Entra al baño y bosteza pegando un grito y comienza a orinar y a soltar flatulencias.

–¡AAAAY QUE SUSTO! POR DIOS DISCULPE  pensé que no había nadie ¿quién es usted?



Victor se tapó con una toalla que estaba colgada. –Soy un…amigo de  Cristobal, me quedé a dormir ¿y usted?

La mujer tapándose la cara  con la cabeza agachada le respondió. –La señora que limpia. El señor Cristobal no me dijo nada…si quiere me voy.

-No, no, no señora, salga del cuarto mientras me ducho y me visto y luego limpia, yo me voy en un rato y la dejo tranquila.



La señora salió de la habitación y Victor buscó su celular.

–<Hola buenos días, despertando y cuando voy al baño a orinar pum aparece la señora de servicio y me vio desnudo.>

–<Buenos días, Diooos se me olvidó por completo que ella iba hoy, que pena contigo>

–<Tranquilo, ella estaba peor que tú jajajaja gracias por el mensaje, ya voy a desayunar luego de ducharme>

–De nada, disfrútalo. Mira si te llega a preguntar cosas extrañas tu maréala, ella es muy chismosa y querrá saber quien eres tú y que haciás ahi y desnudo>



Luego de ducharse comenzó a vestirse y buscó un perfume de Cristobal para colocarse y salir a desayunar.

Fue a la cocina y se sentó. La mujer le sirvió lo que estaba tapado y le puso el café –¿Quiere leche?

 –Si por favor.

–¿Y usted es amigo del señor Cristobal? ¿Durmieron juntos?

–Si a las dos preguntas.

–¿Y durmió desnudo? Porque el señor Cristobal duerme desnudo.

–”Bueno ¿pero esta vieja que le pasa?” Si señora dormimos desnudos, a él le gusta dormir desnudo y a mi también, no hay más camas en este apartamento.

–No, no, bueno yo digo, es queeee…usted sabe, dos hombres juntos…desnudos…uno piensa mal.

–Yo creo que usted debería de enfocarse en que todo quede limpio para cuando llegue el señor Cristobal lo encuentre todo limpio.

–Siempre, hoy me tocará cambiar las sábanas. El señor Cristobal bota mucho pelo parece un perro, usted no tiene mucho, pero igual durmieron los dos ahí…

–¿Su esposo se la coge todas las noches?

La mujer quedó impactada con la pregunta y se puso roja.

–¿Vio? Así me siento yo con sus preguntas impertinentes. Usted no pregunta, yo termino de desayunar, me voy y sigue limpiando. Buenos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario