martes, 20 de diciembre de 2011

SEXORAMA. Sexo entre amigos


Un amigo y yo fuimos a un lugar muy visitado por los turistas con la intención de levantarnos a unas mujeres y llevarlas al hotel a tirárnosla; el que resultó cogido fui yo.
Conocimos a dos mujeres y después de haber estado toda la noche con ellas, se fueron y nos dejaron con las ganas, así que cuando fuimos al hotel, mi amigo me convenció para que me dejara cojer.

Entramos al cuarto, el se metió a la ducha, momento que aprovecharía para masturbarme y quitarme el queso, pero no podía acabar, mi amigo me vió pajeándome. –“Me la quieres hacer también a mi?, mira la tengo bien parada”. Y se acercaba a mi, puso su mano en mi verga, tomándome de sorpresa, aprovechó y acercó su verga a mi cara y me la puso en los labios: “dale un besito, si lo estas queriendo, abre la boca”. 

Cuando abrí la boca para decir algo el me la metió y comencé a mamar mientras el seguía jugando con la mía.“Que bien mamas, lo haces mejor que mi novia, métetela toda en la boca” Lo tomé de las nalgas y lo aprisionaba hacia mí para que me la metiera lo más que pudiera pero me atragantaba.

Estaba tan excitado que me vine en mi barriga, cuando sentí que él se venia, me la saque para que me acabara encima, pero el no quería y me la volvió a meter en la boca, me la lleno con su semen que me tuve que tragar.Cansados los dos caímos en la cama, yo me comencé a quedarme dormido, cuando siento que el se puso detras de mi y me comenzó a acariciar mis nalgas y me metia un dedo en mi culo, me desperté y seguía jugando con sus dedos, pegó su cuerpo al mío y sentí su guevo bien duro en mis nalgas, lo agarré y lo apunte a mi culo.

El se escupió en la mano y me echó la saliva en el culo, traté de relajarme lo más que pude y deje que me la metiera. Siguió con su vergota dentro de mí y comencé a moverme, de pronto sentí de como me agarraba por la espalda y me lo metió todo hasta el fondo y me soltaba un chorro de leche dentro de mí y yo también sin tocarme acabé nuevamente.Al dia siguiente, nos metimos a la ducha y se la mamé de nuevo. Nos fuimos a buscar nuevas conquistas pero no tuvimos suerte, ya era de noche y nos regresamos, se lo fui mamando en el carro, me volvió a dar otra cogida mejor que la noche anterior.

lunes, 12 de diciembre de 2011

SEXORAMA. Sexo en el cine


Al llegar a la puerta del cine porno, saqué la entrada y fui directo a sentarme. No se podía ver nada, solo la pantalla, como pude llegue a las butacas, se escuchaban algunos gemidos que venian de algunos asientos y eso me daba un morbo bárbaro. Yo estaba en la última fila por donde pasaban personas por detrás mirandome y esperando algo. Un tipo se detuvo detrás de mi y empezó a suspirar y respirar agotado lo que me dio mucho nervios.
Pensaba que en cualquier momento iba a pasar algo y así fue, este me apoyó una rodilla en la espalda suavemente y la quitaba, esto lo repitio tres veces. Comencé a observarlo de reojo y el tipo estaba haciéndose la paja, eso me puso mal y quería tener su guevo en mis manos. Di la vuelta y me puse junto a él en la pared y sin decir nada le agarre el guevo y comence a pajearlo mirando los dos la película que daban. Después de un rato me djo al oido que lo siguiera, me llevó al baño y nos metimos en un cubículo donde me hizo arrodillar y mamárselo hasta hacerlo acabar dentro de mi boca. Sin decir nada se subió los pantalones y me dejo ahí.
Enseguida escuche entrar a alguien y me quede en el cubículo esperando.

El tipo golpeaba los cubículos uno por uno hasta que golpeó el mío, yo respondí “ocupado”. "perdón" dijo. Abrí la puerta y estaba meando en el urinario mostrándome su verga, yo le dejé la puerta entreabierta y enseguida la volvió a golpear, entró y comencé otra mamada, pero con una verga más grande. yo sentado y el parado se inclinó hacia mi culo metiéndome los dedos dentro del interior tocándome el culo y metiéndo despacito un dedo mientras yo seguía mamando. Me hizo acabar. Deje de mamarle la verga y me despedí diciéndole que me tenia que ir…

lunes, 5 de diciembre de 2011

SEXORAMA. Sexo con los subalternos


Me quedé un poco más de tiempo en la agencia para corregir unos artes, cuando de pronto aparece el pasante; joven, muy guapo, velludito y de cuerpo medio atlético. Me dice que si puedo ir a la sala de reunión para mostrarme unos guiones para el storyboard, nos vamos a la sala, entro, el cierra la puerta.
Cuando me volteo para preguntarle que me va a mostrar, me agarra la mano y me la pone en su paquete: “esto es lo que quiero que veas”. Se bajó el pantalón y el interior y apareció un pene grande y grueso con mucho pelo alrededor, me alzó y me montó en la mesa, me bajó los pantalones, abrió mis piernas hasta que tenía mi culo a la vista. Se acercó y lo chupó un buen rato hasta que sacó un condón, se lo puso, escupió en mi culo y se llenó de saliva el guevo.
Echó mis piernas hacia atrás, me agarró por los hombros y me fue penetrando poco a poco, sentía como abría mi culo e iba entrando aquel trozo grueso. Cuando lo introdujo todo me dijo: “le doy?” mi respuesta fue afirmativa y empezó a sacudir esa mesa conmigo encima.
La mesa se rodaba mientras el seguía empujando, lo sacaba completo y volvía a meterlo hasta que la mesa tocó los ventanales, se detuvo un poco y siguió dándole ahora yo boca abajo, cuando de repente volteo hacia un lado y veo en el techo una cámara de seguridad….lo empujo para decirle, me bajo y en ese momento acaba todo aquel chorro sobre mis piernas y empezaba a correr entre mis vellos.
Nos vestimos rápido y bajamos a seguridad a ver si había alguien,  efectivamente. Hablamos con el vigilante que había visto toda nuestra faena sexual en la mesa y al pasante no le quedó más remedio que pagarle 500 Bs para que borrarra ese cortometraje que quedó grabado que mañana no lo pasara en el informe diario de seguridad. Lo que no se pudo borrar fue el desastre que quedó en la sala de reunión, con interior incluído…
------
 Me acerqué a la ventana de mi cuarto y sin percatarme que estaba en interior, vi a uno de los obreros de la construcción que está frente a mi edificio, estaba recostado contra una columna, mirando hacia mi ventana. Cuando se dio cuenta de que lo miraba, su lengua recorrió sus labios en forma lasciva, pero muy sensual y una de sus manos en su entrepierna, donde comenzó a frotarse lentamente. Me quedé como hipnotizado mirando esa escena.
Comencé a acariciarme el pecho y tocarme, con ganas que cruzara la calle y viniera conmigo. A los tres minutos estaba subiendo por el ascensor y tocando el timbre de mi apartamento.
Cuando abrí la puerta me encontré con un par de ojos negros cargados de sexo y un hombre fuerte que prometía hacerme pasar una noche inolvidable. Sin pronunciar palabra, me colocó de espaldas a él y entramos al apartamento. Caminamos hacia el cuarto, entre caricias, su lengua moviéndose dentro de mis orejas y mis manos subiendo y bajando por ambas piernas.
Mi culo sentía a través de sus pantalones, como su pene se endurecía ante cada rozada. Una de sus bajó hasta mis nalgas, donde se abrió camino hasta llegar a mi interior sin problema. Dos de sus dedos los metió en mi boca, mientras me colocaba frente al espejo del cuarto para que ambos pudiéramos ver la escena.
“Te gusta?”
Sentía que su voz ronca me ponía peor de quesuo.
- “Dime si mis dedos te dan más placer...”
Sus dedos entraron en  mi culo, me estaba dejando sin aliento. Estaba metiéndome uno hasta el fondo y lo mejor era como lo arrastraba al sacarlo, raspándome las paredes internas del culo, que ya había comenzado a latir desesperadamente.
- “Quiero sentir tu lengua...” le dije. Me volteó de frente y comenzó a besarme, a morderme los labios, a llenarme de saliva la cara, a buscar mi lengua con la suya. Lentamente le saqué el pene fuera de su pantalón para poder acariciarlo, sus ojos se nublaban de deseo.

Me volteó sobre la cama y de un solo manotazo me abrió de piernas y se arrodilló frente a mí para meter su lengua, que la tenía áspera y dura. “No te voy a hacer nada sino me lo pides...”- me decía con esa voz ronca y obligándome a suplicarle las cosas que quería que me hiciera.
-“Quiero tu lengua en mi culo”, Empezó a recorrer mi culo, lo humedecía. La movía en círculos, excitándome.

“Quiero que seas mi puta, la mejor puta a la que haya hecho gozar jamás”-, me decía en tono bajo, al oído, casi susurrándome..
-“Cógeme”-, le dije “Méteme es guevo ya!!”. Separó mis piernas y de una sola vez me atravesó con su guevo duro .

“ ¡Muévete ahora, muévete!!, Gózalo!” Sus embates me dejaban sin aliento, me tomaba de las caderas y las elevaba hacia él para poder penetrarme más a fondo. A medida que él la metía y la sacaba, sentía que dentro de mí se abría un túnel y apretaba para que él sintiera la presión y gozara.

Cada empujón era un estallido de orgasmo. De repente lo saca y nos hacemos un 69 y así fue como acabamos, yo chupándole su guevo duro y caliente, sintiendo cómo palpitaba entre mis dedos, esperando el momento de sentir toda su leche entre mis labios. Él me hizo acabar con su lengua probando mi semen.

El edificio que está frente a mi casa está quedando excelente.
------
 Una noche que llegaba muy tarde a mi casa, pase por la entrada de la Urb. caminando pues venía en taxi y pasé por un lado de la garita del vigilante.
El vigilante sale de la garita a saludarme y me dice si le puedo “prestar” 200 Bs  “…es que estoy pegao papa”
“y así nada más? Te los presto y que me das a cambio?” –cabe destacar que a pesar de ser vigilante y medio malandro, estaba bien bueno y musculoso- “Bueno, me echas una mamaíta” mientras decía eso se tocaba su guebo entre el pantalón de polyéster 2 tallas más grande que no delataba lo que luego descubriría…
Le dije que me dejara llegar a casa y buscara el dinero. Regresé una hora después, esperando que no hubiese gente en la calle y los edificios estuvieran más apagados.
Entré a la garita, y me dijo que entrara al baño, apagó las luces y sacó entre el cierre aquella verga inmensa y gruesa lo bastante crecida como para asustarse. “Dame la plata” me dijo y le dije que se lo daba luego. Tomé entre mis manos aquella cosa que ya estaba rígida y como pude lo introduje en mi boca, con algo de dificultad lo comencé a mamar.
Aquello era descomunal, no cabía en mi boca, sus bolas eran dos pelotas de tenis. Al subir mis manos por su barriga, sentí los abdominals y sus pectorales. Era algo impresionante el cuerpo que tenía.
Mientras le mamaba el guevo se quitó la camisa y me quitó la mía. En un momento nos encontramos fuera del baño y  se acostó boca artiba e el piso y me dijo “quiero cogerte, si´ntate en mi guevo y métetelo”. Debo confesar que sentí miedo al pensar que aquello entraría en mi culo, pero igual me senté y poco a poco lo fui metiendo.
Mientras estábamos e eso llegaban carros pero el abría el portón con el control sin imortar quién entraba (en medio de la tirade me puse a pensar que así es como vigila esta gente y luego nos roban…pero caí en cuenta que yo estaba contribuyendo a eso…)
Una vez que logré que ese guevo entrara comencé a moverme y eso puso como loco al carajo yo solo veía  su pecho, que con la luz tenue de la calle se delineaban sus pectorales haciendo sombras. Me estaba volviendo loco entre su aspecto y su guevo dentro de mí. Se incorporó y me volteó y me cogió en 4, Dios! Ese hombre me puso a sudar y a sentir dolor pero lo estaba disfrutando, hasta que de pronto lo saca a toda velocidad y sentí que me desprendía algo alla adentro. Le da dos sacudidas al guevo y derrama en su mano aquel líquido blanco que se iluminaba con aquella poca luz, no paraba de salir leche de su guevo, estaba impresionado.
Terminó de exprimirse todo y me dice: “Dame los reales y te vas” me dió tanta arrechera como me lo dijo (no esperaba ni una caricia, ni un beso en la boca, ni un “que rico estuvo”) que le dije: solo tengo 50 bolos, será en otro momento” le dí el billete y a regañadientes me lo quitó de las manos: “tas jodio conmigo chigüire”.
Me vestí y salí de ahí rápido, directo a casa. No lo volví a ver más, no se si lo botaron o se cambió de empresa.