sábado, 12 de abril de 2014

TRIPLE EQUIS. Estrenando voltios.


Era sábado y me llamaron de una casa para realizar unos arreglos de electricidad. Se comunicaron conmigo a las ocho de la mañana y les dije que estaría a las 11 por allá.

11 de la mañana llego a la casa donde me toca trabajr,toco el timbre. Luego de varios segundos, un muchacho de unos 17 o 18 años me abre la puerta. Era de mi tamaño, Delgado, blanco. Al verme el niño se queda mirándome el pecho. Llevaba una braga azul con el cierre abierto hasta mi ombligo dejando a la vista mi pecho y parte de mi barriga cubierto de pelos. Soy algo rubio, de 33 años con barriga pero acuerpado con unos buenos brazos. El muchacho seguía paralizado.
 –Hola, soy el electricista.
–Hola, hola, wao, no me imaginaba a un carajo así que vendría, pensaba en un viejo canoso y de mal humor
–Nada de eso, jejeje bueno, vamos a comenzar, dime que tengo que acomodar.–Le extendía la mano para presentarme– Me llamo Luis ¿y tú?.
–David.
El carajito estaba lindo, solo cargaba un boxer, se le veía un buen culito. Lo seguí para que me enseñara lo que tenía que hacer.
–Tienes fuerza me dejaste el brazo y la mano adoloridos.
–Es que así hay que dar la mano Luis, somos hombres.
–¿Tú eres así de pelúo por todos lados?
La pregunta me dejó frío, el chamo iba de frente y yo no me iba a quedar atrás.
–Pues sí, pelúo por todos lados, pecho, espalda brazos, piernas, nalgas.
–Que bien, mira aquí está el cajetín de los breaks, ¿vas a cortar la luz?
–Si claro
–Hay que acomodar todos estos tomacorrientes y montar estas cuatro lámparas, si quieres te ayudo para que terminemos antes.
–Claro, me encantaría.–Bajé los breaks, el calor en la casa se intensificaba–.
–Si quieres quítate la braga o bájatela para que no tengas tanto calor.
–El pana esta decidido a verme desnudo y hacer algo. –Ayúdame a bajármela–le dije.
David me ayudó a bajar la braga hasta mi cadera.
–Wao, que pelero tienes, ¿Los puedo tocar?
–No.–le dije, quería frenarlo un poco–Vamos a comenzar a trabajar.
Comencé a quitar los tomacorrientes viejos, estaba sentao e el piso, David para cerca de mi pero detrás. De repente siento una mano en mi espalda.
–Tienes los pelitos suaves.
David no se cortaba, me estaba poniendo quesúo el niñito. Bajó su mano hasta donde termina la espalda.
–Se te ve la alcancía –me dijo, y metió más la mano. Me levanté y lo agarré por los brazos.
–Mira carajito ya me estás poniendo mal así que ahora te toca llevar guevo. –Lo pegué contra la pared y le bajé el boxer. Unas nalgas blanquitas y lampiñas, les di un par de nalgadas, busqué en uno de mis bolsillos un condón y me lo puse.
–Ponte saliva en ese culito –le dije–
–Soy virgen, nunca me han cogido.
–¿Ah si? Pero eres bien putica, seguro que guevo si has mamado que jode –Le abrí las nalgas y comencé a meterlo. David se quejaba y se ponía tenso.
–Relájate, sino te va a doler más. –Le dije eso y se lo empujé. Dolió, sé que le dolió pero no me importó–.
–Me duele coño, despacio, sácalo.
–Pero si todavía no lo he metido completo, apenas va la cabecita. –David se sorprendió, lo solté y le dije –Mira lo que te voy a meter completico–23 centímetros le iba a meter al carajito, cuando vio aquello se agachó y se puso a mamar con todo y condón.
Lo dejé un ratico que me lo mamara, estaba disfrutando el guevo en su boca. Lo levanté y lo alcé.
–Agárrate de mi cuello. –Lo cargué y lo pegué de la pared– Ahora aguanta que te lo voy a meter todito. Agarré mi guevo y lo guié a su culo y se lo metí moviendolo de arriba a abajo. David se quejaba del dolor, pero no me detuve.
–Vamos al sofa, quiero darte duro
–Si, dame duro.
Lo tumbé en el sofa , le levanté las piernas y volví a penetrarlo.
–Me encantan tus pelos, tu pecho, tu barriga. –David estaba excitado, sentía dolor pero se estremecía cada vez que lo penetraba hasta el fondo. A estas Alturas le estaba dando con todas mis fuerzas, él comenzaba a gritar y le tapé la boca. Comenzó a jalarme los pelos del pecho y las tetillas y le solté una cachetada.
–Dame otra –me dijo. No lo hice. –Ponte en cuatro–
Volví a penetrarlo, su culo estaba dilatado y abierto. No me contuve y volví a darle duro, lo agarré por la cabeza, con la otra mano le tapaba la boca. Duro, le dí duro. Comenzó a ponerse tenso y me apretaba el guevo con el culo. Eso hizo que me viniera.
–¿Dónde quieres la leche? Dime.
–En la boca.
Saqué el guevo del culo, arranqué el condon y se lo metí en la boca. Cuando sentí que ya venía, le agarre a cabeza y le metí todo el guevo en su boca. Sentí como llegué hasta su garganta y derramé la leche, se la tragó a juro. Saqué mi guevo y tosió y vomitó.

Se quedó tumbado en el sofa, agotado. Yo estaba igual. Ambos sudados, cansados pero complacidos, desvirgué a un carajito.
–Eres el primer hombre que me coge y espero que seas el único que lo haga. Que seamos novios.
–Noooo carajito, tas pelao, yo estoy casado y con chamo. Cuando quieras te cojo pero nada de noviecitos.
Terminé de acomodar las cosas, David no volvió a hablarme hasta que me pagó y tome mis cosas para irme.
–Este es mi número, llámame para que vengas a cogerme cuando me quede solo, siempre habrá algo que se eche a perder en casa o yo mismo lo rompo.
–Jejeje tranquilo chamín, que estés bien. –Me fui, nunca más lo llamé–.

sábado, 5 de abril de 2014

TRIPLE EQUIS. Tres ¿son multitud?

Habíamos quedado en ir a casa de mi compañero de clases para tener sexo. Apenas salimos de clase fuimos a su casa, él me comentó que su tío estaría esperándonos, la idea es que uno me cogía primero y el otro después. Al llegar a su casa, resultó que su madre y hermana estaban en casa. La chica tenía clases de algo en las tardes de los martes y jueves, por lo que la casa se quedaba a solas, pero las clases habían sido suspendidas. Nos quedamos muy decepcionados.

Estuvimos un rato en el estudio disimulando que estudiábamos. Mi amigo se lamentaba en voz baja. Yo le dije que ya habría otra oportunidad. Unos minutos después su tío se disponía a ir al trabajo. Me dijo que me llevaría a casa. Habló un minuto con mi amigo y nos fuimos los 3 en el carro del tío.

En lugar de ir hacía mi casa el tío se desvió, llegamos a una calle solitaria que terminaba en un parque abandonado. Paró el carro frente al parque y mi amigo se pasó para el puesto de atrás donde yo estaba. Su tío dijo, -bueno dale una mamada aunque sea-. El tío vigilaba mientras yo satisfacía a su sobrino.

Sacó su verga cabezona, estaba hinchada y dura, me incliné y comencé a chupar y lamer, masajeaba sus bolas con un poco de incomodidad. comencé a meterlo y sacarlo de mi boca, ya con intenciones de eyacular. Minutos después sentí un chorro tibio y dulzón en mi boca. Acabó muy abundante. El tío me dijo que me tragara todo para no ensuciar el carro. Y así lo hice.

Mi amigo salió del carro y entró el tío, ahora vigilaba mi amigo. Saco su enorme verga, no lo tenía tan parada todavía, pero apenas sintió mis labios se puso dura como una piedra.

Mientras yo mamaba, el me empujaba hacia abajo, haciendo que su verga enorme ocupara toda mi boca, la sentía en la garganta, me daban arcadas. Empezó a decir toda clase de vulgaridades, -Mama puta, trágatelo todo maricón, mamaguevo-. Yo seguía mamando esa verga.

A diferencia de mi amigo, el tío estaba en total control y le faltaba bastante para acabar, yo lo masturbaba un poco con la mano, él me decía: -mano no, boca, dale con la boca-. Estuve un buen rato mamando, me dolía la mandíbula y estaba algo cansado.

Mientras lamía la cabeza, botó un poco de líquido preseminal, lo lamí y volvía a dar una chupada, me apartó bruscamente y apretó fuertemente la cabeza de su verga, evitando así acabar. Me pasó aquella gruesa paloma por toda la cara, me dijo, -bésalo-. Di varios besos en la cabeza, lamí desde arriba y abajo y cuando volví a subir un chorro de leche fue a dar justo a uno de mis ojos. Abrí la boca y terminó de eyacular dentro, bebí hasta la última gota. Limpié el chorro en mi cara llevándolo boca.

Nos fuimos, dejamos primero a mi amigo en su casa y luego a la mía. El ojo me molestaba, pues el chorro me tomó por sorpresa. Tenía sed de tanto mamar, el sabor del semen aún en mi boca y el olor a verga en mi cara y mis manos. Al llegar a mi casa pasé directo al baño a lavarme la cara y a masturbarme.