viernes, 30 de octubre de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 5 Temporada final #SMAQ


Adriano y Alonso.

–Papá ¿tú conoces a este muchacho? –Le decía Adrián a Amado mientras apartaban a Adriano del andén.

–Si, si, claro, es el hijo de...Alonso, ¿te acuerdas de él?

–Si, claro...tu...amigo. –Adrian no le quitaba la mirada a Adriano.

–Vamos a sacarlo de aquí buscamos el carro y lo llevamos a casa de Alonso.

–No, no, no me lleven allá, a otro sitio menos ahí.

Decidieron llevarlo al apartamento de Amado.

–Llévalo al cuarto mientras yo preparo algo para comer –dijo Amado.

Adrián se llevó al muchacho a la habitación. Adriano tenía la mirada perdida. Comenzó a desvestirlo para ponerle una franela y un boxer. Mientras le quitaba la ropa lo miraba, cada roce de su cuerpo con la piel de Adriano lo estremecía, no sabía que le pasaba pero no podía

dejar de verlo, le gustaba la sensación que sentía, una atracción extraña. No sabía si era el cuerpo, lo vulnerable que se veía o una mezcla de varias cosas.

Cuando lo dejó solo con los interiores se sentó en la cama, le bajó el interior y sus ojos se clavaron en los genitales del joven mientras terminaba de desnudarlo.

Le colocó el bóxer y sonó el celular de Adriano. Adrián contestó.

–<<Aló>>

–<<Buenas tardes, por favor con el señor Adriano>>

–<<¿De parte?>>

–<<Es de la policía>>

Adrián se quedó paralizado un momento y luego reaccionó, avisándole al muchacho.

–Adriano, Adriano, es para ti, la policía.

Adriano contestó y escuchó al policía.

–<<No se preocupe inspector, ya no tienen que detener a nadie. Yo maté a Américo>> -

Cerró la llamada.

Adriano se levantó de la cama, sin perder de vista al muchacho. Salió del cuarto.

–Papá, este carajito mató a alguien, por eso está así.

–¿Cómo sabes?

–Lo llamaron de la policía y él mismo le dijo.

–¿A quién habrá matado?

–Dijo un nombre...mmmm Américo creo que dijo, sí ese nombre.

Amado se le cayó el cuchillo y se puso nervioso.

–¿Qué pasa?

–Nada, nada, ya regreso, quédate con él, yo regreso ahora.

–¿Pero adónde vas? Que pasó?

–Por favor quédate aquí con él.

Amado tomó las llaves del carro y de la casa y se fue.

Unos minutos después Adriano se levanta de la cama y le pide a Adriián que lo lleve a su casa, fue tanta la insistencia que se vuelve a vestir y se van del apartamento de su papá.

Amado toca el timbre del apartamento de Alonso. Luego de varios segundos, abre la puerta.

–¿Amado? ¿Qué haces aquí?

–Ábreme tengo que hablar contigo.

–Ahora no puedo, estoy ocupado.

–Se trata de tu hijo coño, ábreme la puerta.

Al entrar al apartamento de la habitación sale Ramón desnudo, al ver a Amado se echa para atrás y busca su bóxer.

–Es un bochinche lo que tienes, no sé que tan ocupado estabas.

–Es mi pareja Amado. Habla rápido, ¿qué le pasó a Adriano? Si es otra estupidez con el noviecito psicópata te puedes ir por donde viniste.

–Adriano intentó suicidarse en el metro, yo estaba con mi hijo ahí pues veníamos de unas diligencias en el centro.

–¿Qué? ¿Por qué? ¿Por el asesino ese?

–Parece que Adriano lo mató, no sé muy bien cómo es el cuento, pero lo llamaron de la policía y él les dijo eso.

Alonso se fue rápido a su cuarto y se vistió, le pidió a Ramón que se quedara ahí y lo esperara.

Salieron a toda prisa y se fueron en el carro de Amado. Cuando ya iban por la avenida principal Adrián llamó a su padre para decirle que estaban en el apartamento del muchacho.

Adrián le dio una pastilla para dormir que tenía Adriano en la mesita de noche, se sentó a su lado acariciándole el cabello y la cara. El muchacho aún no se dormía pero estaba tranquilo.

Adrián no hacía otra cosa que mirarlo, contemplarlo. No entendía que le pasaba. Tuvo un impulso y lo besó en la mejilla, Adriano buscó su boca y lo besó, se besaron. Adrián se apartó y se levantó de la cama. Adriano quedó rendido.

Bajó para buscar una farmacia y un abasto para comprar algo que comer, al regresar se consigue a su padre con Alonso.

–¿¿¿Dónde está mi hijo??? ¿¿¿cómo lo dejas solo???

–Bajé a comprar unas cosas, le di una pastilla para dormir se quedó dormido Alonso, tranquilo, subamos.

Al entrar al apartamento Alonso va directo al cuarto de su hijo y ve que no está ahí.

–¿DÓNDE ESTA MI HIJO ADRIAN, DÓNDE COÑO ESTA?

–Estaba durmiendo ahí en su cama, aquí lo deje. ¿Hay otro cuarto?

–Él que era de su madre. –Fueron para allá y Alonso le da vuelta al pomo pero estaba cerrado, le da varias patadas a la puerta hasta que la abre.

Su hijo estaba tendido en la cama con las sábanas blancas teñidas de rojo. Estaba en la misma posición como encontraron a su madre el día que la mató Américo.

El muchacho se cortó las venas con una hojilla.

La reacción de Alonso fue agarrar a golpes a Adrian por dejar solo a su hijo, hasta que Amado lo separó y lo hizo entrar en razón. Se lanzó en la cama y abrazó el cuerpo inerte de su hijo y no paró de llorar hasta pasados unos minutos que Amado lo sacó de la habitación.

Llamaron a la policía. Alonso le pidió disculpas a Adrián.

–Tranquilo, te entiendo era tu hijo, yo hubiese reaccionado igual. Los hijos son lo más grande que uno tiene en la vida.

–Te recuerdo que tú no te hablas con tu hijo, lo botaste de tu casa por ser gay igual que yo. Deberías llamarlo y pedirle perdón antes que sea demasiado tarde –Le dijo Amado a su hijo.

Cuatro horas después el cuerpo de Adriano estaba en la morgue y Alonso preparando todo para el velorio y entierro, lo acompañaba Ramón y su ex Amado.



Adrian se había ido a su casa pero en el trayecto llamó a Amadeo.

–<<Hola hijo, necesito hablar contigo>>

–<<Cuando quieras papá>>

–<<Te amo hijo>>

jueves, 29 de octubre de 2015

SE ME ANTOJA QUERERTE 4 Temporada Final. #SMAQ


Débora y Rendel.

Solo en el apartamento, su mamá estaba de viaje, lo acompañaba una botella de anís, tres rayas de cocaína puestas en una lámina y su pistola. La sala oscura, sólo iluminada por una lámpara en una esquina. Eran las dos de la mañana.

Bebió un buen trago de la botella y se aspiró la cocaína de la mesa, guardaría el resto para más tarde. Esperaba la llamada de uno de sus amigos. Hoy era la noche de su venganza.

Sonó su celular.

–<<Listo bro, ya estamos abajo>>

Cogió dos juegos de llaves. Llegó a planta baja y se encontró con sus dos amigos.

Rendel estaba eufórico.

–Entramos a la casa te vas a un cuarto y tu al otro les ponen las capuchas, las amarran y nos llevamos todo lo que podamos, registramos todo. Ah y le tapan la boca antes con esto.

–¿Y tú que vas a hacer?

–Vigilo y los apoyo cualquier vaina y también me llevo vainas.

Entraron al apartamento con la llaves que Rendel le quitó a su mamá, cerraron despacio y sin hacer ruido cada uno fue a una habitación.

Primero les taparon la boca para que no gritaran y les pusieron la capucha. Débora forcejeaba pero el hombre le dio un golpe que la tumbó y aprovechó para amarrarla. Con Desiré fue más fácil. Terminaron de amarrarlas y las dejaron en el cuarto mientras los tres desordenaban la casa buscando cosas de valor.

–Mira esto, dólares je, je, je 2.000 verdes. Esta tipita está forrada.

–Guarda eso y sigue buscando.

Se llevaron cadenas y zarcillos de oro, una laptop, ropa, electrodomésticos, y dos televisores.

En dos viajes se llevaron todo sin que nadie los viera.

Agarraron a las mujeres y se las llevaron caminando sin zapatos. Los tres estaban encapuchados también.

Las montaron en la camioneta y arrancaron.

–Quítales la capucha pero ustedes no se quiten el pasamontañas –les dijo Rendel que manejaba la camioneta.

–Hola Arquímedes sorpresa, hola Desiré. –Débora se tensó y comenzó a gritar pero tenía la boca con un teipe plomo, Desiré no paraba de llorar. –Vamos a dar un paseo y a disfrutar los tres de esos cuerpitos. Quítale el teipe a Arquímedes que creo que me quiere decir algo.

El hombre que tenía al lado le arrancó la cinta de un trirón.

–ERES UN DESGRACIADO, MALDITO, CONFIÉ EN TI, PENSÉ QUE HABÍAS

CAMBIADO Y AHORA NOS QUIERES MATAR, COBARDE.

–Tranquilo mi rey, que todo esto es culpa de mi primito que me cayó a golpes cuando supo que te di la cola, bueno le dije también que estábamos saliendo –Sacó una bolsita y aspiró

un poco de cocaína.

–¿Y POR ESO VAS A MATARNOS?

–Deja la angustia, que todavía eso no va a ocurrir, no te pongas ansiosa.

–SUELTA A MI MAMÁ Y ME LLEVAS A MI, DÉJALA AQUÍ SI QUIERES PERO NO LE HAGAS NADA.

–No, no, no, ustedes vienen en combo, madre e hijo. Un hijo que juega a ser mujer y se atrevió a cortarse la verga para ponerse una cuquita. Malo, malo, malo Arquímedes.

–LIBERA A MI MAMÁ RENDEL, HAZ LO QUE QUIERAS CONMIGO PERO A MI

MAMÁ NO LA TOQUES.

–Precisamente por eso te traje para hacer lo que me de la gana con ustedes dos.

Salieron de la autopista en el primer desvío y llegaron a un terreno abandonado. Frenó el carro.

–Sáquenlas del carro y las desnudan. Le tapan la boca a este.

Con unas navajas les cortaron la bata y el piyama que traían cada una y quedaron desnudas y atadas.

–Tírenlas al piso. –Rendel se bajó el pantalón y se fue primero donde estaba Desiré. –¿Te gusta? Disfrútalo que ahora voy con tu hijo. VOLTEA ARQUIMEDES Y VE COMO GOZA TU MAMI CONMIGO –Uno de los amigos le volteó la cara a Débora pero ella cerró los ojos.

–Sigue tú que ahora voy con él –Se montó sobre Débora y la penetró con fuerza, ella estaba tensa y su piel enrrojecida, las lágrimas corrían solas. Rendel se le acercó a la cara y pasó su lengua por la mejilla. –No raspa, no se siente como me gusta, todo por quereer ser mujer –Le arrancó el teipe.

–Suelta a mi mamá, te lo pido por favor.

–Sigue tú que me cansé –Aspiró un poco más del polvo blanco y tomó anís, al terminar la botella la lanzó. Se sentó en el piso mientras veía a sus amigos sodomizando a las dos mujeres.

Le volvieron a tapar la boca a Débora.

Rendel se levantó y fue a la camioneta, abrió la puerta de la maleta, sacó una pimpina y la llevó hasta donde estaban las mujeres. Débora al verla comenzó a gritar y moverse con fuerza para soltarse. Rendel le dio una patada en las costillas.

–Quédate quieto. ¿Tú quieres que soltemos a tu mamá? –Débora decía si a través del teipe

–No te escucho bien, te voy a quitar el teipe y quiero que me lo pidas por favor. –Le arrancó el teipe.

Débora estaba agitada, con la respiración entrecortada. –Por favor, por favor suelta a mi mamá, te lo pido.

–Suéltenla.

–¿En serio?

–¡Si coño, suéltala!

Soltaron a Desiré. -Corre suegra, anda, corre.

–Corre mamá, vete, no te preocupes por mi, vete, corre.

Desiré comenzó a correr y se escuchó un disparo.

–¡NOOOOOOOOOOO!

Un disparo en la cabeza y el cuerpo quedó tendido en la tierra. –Trae el cuerpo.

Rendel levantó la pimpina y le quitó la tapa. Comenzó a rociarlas con gasolina.

–Vamos a hacer una parrilla Arquímedes, de pura carne.

Encendió un fósforo y lo lanzó. El fuego las envolvió. Se escuchaban los gritos pero el ruido de las llamas ahogaban cualquier sonido.

Sacó su celular y tomó una foto. Se la envió a su primo Alejo. <<Mira la foto, hice una fogata con tu mujercita y tu suegra primito>>.

De repente apareció un vigilante de una garita cercana, que cuidaba un local vacío.

–¿Qué hacen aquí?

Rendel sacó el arma y le dio un tiro en la frente. Esperaron a que se consumieran los cuerpos.

–Vámonos que todavía tenemos que despachar al niñito este, Asdrúbal. –Lo que le quedaba en la bolsa terminó de aspirarlo. Se montaron en la camioneta y se fueron.

Cuando ya estaban a punto de incorporarse a la autopista Rendel se le nubló la visión pero siguió conduciendo.

–No le des ahora que viene una gandola. –Le dijo el amigo.

–Me da chance, está lejos. –Aceleró y entró a la autopista pero la gandola ya estaba cerca y chocó con la camioneta arrastrándola varios metros hasta que chocó con la defensa del viaducto y se volcó, cayendo 30 metros de caída libre.

La camioneta quedó con las ruedas hacia arriba aplastando a los tres que estaban dentro.

El chofer de la gandola se detuvo y se puso a ver hacia abajo.

–¡Está vivo, hay una persona viva! Vamos a bajar.

Los tres ocupantes de la gandola bajaron por un costado del terreno hasta llegar a la carretera donde cayó la camioneta.

Rendel movía su brazo pero estaba atorado en el amasijo de hierro, los hombres intentaron sacarlo.

–¡Déjalo mi pana, déjalo ahí!

–¡Guevón está vivo! ¿cómo lo vamos a dejar así?

–Tiene las piernas amputadas, mira –El hombre metió la cara por la ventana y al verlo cerró los ojos.

Rendel tomó su pistola y se la colocó en la cabeza.

–NO, NO, NO.

Un disparo terminó con su vida.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Se me antoja quererte 3 TEMPORADA FINAL #SMAQ


Asdrúbal y Rubén.

A nivel nacional por prensa, radio y televisión anunciaban la detención de Agustín Sucre dueño de la empresa centenaria Agustín Sucre & C. Igualmente su esposa y uno de sus hijos. Asier, el menor estaba en paradero desconocido.

Los delitos que le imputaban a la familia Sucre eran narcotráfico, lavado de dinero, evasion de impuestos, robo, asesinatos, si los declaraban culpables le darían la pena máxima. Todo un bufete de abogados estaba tras la defensa del empresario y su familia. El mismo bufete

donde trabaja Andrés el novio de Amadeo.

Rubén se dirigía al apartamento de su jefe donde vive con su esposa María Antonia Vollmer, una de las dueñas de la mayor empresa del país Caruao. Iban a hablar de la situación de la empresa Agustín Sucre & C. Dos de los accionistas también se encontraban ahí.



–María Antonia, ya está confirmado el embargo por parte del estado de la empresa Agustín Sucre & C. -Le comentaba Rubén.

–Ya todos los accionistas habíamos tomado una decisión si esto ocurría y hemos decidido pactar con el gobierno y comprar la mayoría accionaria y reflotar la empresa. Los Sucre y los Larrazábal han tenido nexos desde hace varias generaciones y a pesar de que dos generaciones acabaron con el sueño del viejo Sucre, Caruao no va a permitir que ese legado

se pierda.

–Eso va a significar semanas y hasta meses de negociación amor, hay que estar preparados para cualquier cosa. –Le comentaba Jaime Linares, su esposo.

Lo sé cariño, pero es algo que debemos hacer y hay algo que tengo que hacer y debí hacerlo hace días.

–¿Qué será?

–Llamar a mi hijo y regrese al país para que él sea el puente entre Caruao y gobierno, él tiene experiencia y conoce al presidente.



–<<Tú estás segura mamá?, aquí la situación está fuerte que requiere mi presencia>>

–<<No te llamaría si no fuera urgente. Deja al mando a Keiny y te vienes cuanto antes, te doy una semana para que resuelvas tus cosas y te instales aquí para cerrar la negociación y llegue a feliz término>>.

–<<Bueno, déjame convocar una junta urgente y dejar encargado a Keiny de todo esto, te mantendré informada>>

–<<Gracias cielo, cuento contigo, beso>>.

–Listo, ahora a empezar a mover las piezas antes que llegue José Arturo. Todavía estoy impresionada con toda esta situación Rubén. No puedo creer que alguien que sólo quería averiguar algo de uno de los hijos de Sucre se convirtiera en la persona que destapó una red de narcotráfico con varias ramificaciones.

–Así es Antonia, pero debo acotar que me ayudó gente de la empresa y dos periodistas que se encargaron de desenmarañar todo esto y por supuesto Asdrúbal que también descubrió varias cosas por su cuenta.



Asdrúbal volvía a romper las reglas de Rubén y salió de su escondite y con la mala suerte que se encontró a Asier en la calle disfrazado de mendigo.

–Asdrúbal, hola

Asdrúbal se asustó e intentó irse pero Asier lo detuvo cogiéndolo por el brazo.

–¿Qué quieres Asier? Corro peligro en la calle, no debería salir, pero ahora no sé si el que quiere matarme eres tú.

–Fue un error amenazarte aquella vez en el restaurante. Disculpa.

–De nada vale ahora

–Vente conmigo, puedo sacarte una nueva identidad, ya te lo dije, estoy por irme del país.

–No Asier…ya no, hace unos meses lo hubiese hecho pero ahora no.

–Pero fuiste tú el que destapó todo esto, nos pusiste en el ojo del huracán.

–Más a mi favor para no estar contigo, eres un asesino.

–No te voy a dejar ir.

Asier lo sujetó fuerte por los brazos y comenzaron a forcejear. Una patrulla que estaba cerca observaba la escena y decidio acercarse, en el forcejeo Asdrúbal logro soltarse y empujó a Asier que comenzó a tambalearse pues tropezó con la acera que estaba levantada a

causa de un árbol y cayó al suelo dándose un golpe que lo desmayó. Intentaba huir pero la policía ya estaba cerca.

–Ciudadano no se mueva y ponga las manos detrás de su cabeza.

Asdrúbal le comenzó a temblar todo el cuerpo.

–¿Está vivo el mendigo López, llama a una ambulancia y usted se viene con nosotros.

–No es un mendigo, es Asier Sucre, lo están buscando por varios delitos.

Ambos policías se vieron y metieron a Asdrúbal en la patrulla mientras llegaba la ambulancia.

Se llevaron a Asier y Asdrúbal montado en la patrulla directo al módulo de la policía.

–¿Puedo llamar a alguien por mi celular? Alguien tiene que saber donde estoy.

–Llama.

–<<Aló Rubén, voy rumbo ala policía, me detuvieron>>

–<<¿Qué pasó, qué hiciste ahora? Volviste a salir a la calle. Coño Asdrúbal no aprendes>>.

–<<Me encontré con Asier disfrazado de mendigo, forcejeamos y cayó al suelo golpeándose y se desmayó. La policía vio todo, necesito ayuda. Estoy detenido vente>>

–<<¿Dónde te llevan?>>

–<<Al módulo cerca de Santa Ana>>

Rubén llegó media hora después, ya Asdrúbal estaba ahí sentado en una silla pues el calabozo estaba lleno. Llegó con un abogado, estaba haciendo todo para soltarlo.

Dos horas después se comprobó que el mendigo era efectivamente Asier Sucre y fue detenido a la orden de las autoridades, de momento, en el hospital donde lo internaron, estaba esposado a la cama.



Ya fuera del módulo, Rubén estaba con Asdrúbal tomando un café en una panadería.

–Tu cabeza tiene precio y no quieres hacer caso, en este momento deben estar persiguiéndonos carajito, no aprendes vale.

–Ay ya Rubén, no me atormentes más...no sé porque me siento culpable por la detención de Asier, me siento un sapo.

–Hiciste lo que tenías que hacer, deja la estupidez.

–Gracias por buscarme.

–Ayer terminé con Jaime Andrés.

Asdrúbal levantó la cabeza y su cara delataba sorpresa y a la vez lo envolvió una repentina felicidad.. –¿Así, sin más?

–Ya veníamos medio mal...y tú precipitaste la ruptura...ojo, no es tu culpa, tarde o temprano iba a ocurrir.

–Lo siento Rubén, no me alegro pero no te niego que me da un fresquito saber que ya estás soltero.

–No nos adelantemos, estoy muy movido, no pensé que me iba a afectar tanto, ahora no quiero pensar, necesito asimilar todo esto.

–Tranquilo, entiendo, tienes todo el derecho de tomarte el tiempo necesario.

–Quiero dormir contigo hoy.

–Ay Rubén, no me digas eso…yo lo que quiero es que termine esto.

martes, 27 de octubre de 2015

Se me antoja quererte 2 TEMPORADA FINAL #SMAQ


Amadeo y Andrés.

Con cualquier excusa, Amadeo le pidió a Andrés el número de teléfono de Calixto, el chofer.

–<<Bueno Calixto, tengo todo ya cuadrardo para el sábado, es a las 10 de la mañana, pero tenemos que estar un par de horas antes en el lugar>>

–<<Entonces los paso buscando a las seis de la mañana y arrancamos>>

–<<Perfecto, el viernes terminamos de coordinar, yo igual tengo que cuadrar unas cosas con la gente esta>>

–<<¿No es peligroso eso? A mi me da un poco de temor, más bien respeto, ¿está seguro de hacer eso?>>

–<<Tranquilo, es seguro, además estamos con profesionales, estando allá pregunto a ver si usted también puede montarse>>

–<<Je,je, je noooo, ni loco. Estamos en contacto señor Amadeo>>

–<<No me digas señor, deja el protocolo para Andrés, nos hablamos, chao>>

Amadeo iba a llegar con dos buenas noticias para Andrés; la sorpresa el sábado y la otra un trabajo de medio tiempo como asistente en una firma de ingenieros y podía sacar de una vez ahí las pasantías.



Calixto dejó a Andrés en el apartamento, lo acompañó hasta arriba. Cuando abrió la puerta Amadeo le dijo a Calixto que pasara –Lo que le voy a decir a Andrés quiero que lo escuches.

Andrés se le acercó a Amadeo y le dio un beso en la boca, Calixto se sonrrojó pero le gusto el tierno gesto.

–Bueno son dos noticias, la primera es que conseguí un trabajo de medio tiempo, pagan poco pero de momento no me hace falta el dinero sino la experiencia, es en una firma de ingenieros, estaré como asistente y me sirve para mis pasantías ya lo hablé y todo perfecto.

–¡Que bien mi amor, felicidades! –Lo abrazó y le dio otro beso en la boca ¿y de que trata la segunda noticia?.

–Lo otro es una sorpresa, no puedo decirte nada y tengo a mi favor que no ves así que no sabrás hasta que te diga.

–Pendejo.

Calixto tosió a manera de interrumpir y cortar la conversación –Bueno Calixto es mi cómplice en esta sorpresa.

–Ah por eso me pediste su número, ya me parecía raro…

–Bueno, bueno, no te desvíes. El caso es que Calixto nos va a pasar buscando el sábado a las seis de la mañana para ir al lugar.

–Wao..¿este sábado?.

–No me digas que no puedes. Suspende lo que sea.

–Tengo una reunión en el bufete para un caso internacional y la reunión comienza a las 10 de la mañana.

–¿Y es muy importante? Ya tengo todo listo, no me puedes cancelar.

–¿Por qué no llama al jefe y le dice que la corra para el domingo, a veces se reunen los domingos, no creo que tengan problema –Dijo Calixto.

Andrés tomó su celular y marcó el número de su jefe y se fue a hablar al balcón. Amadeo y Calixto se acercaron sigilosamnte al balcón.

–<<Si jefe, es que Amadeo me tiene una sorpresa que ya cuadró y no hay chance de echar

para atrás eso. ¿De verdad que no tiene problema que sea el domingo? A la hora que diga usted ahí estaré. Perfecto>. Ustedes son unos chismosos, ¿qué querían oir?

–Verga ¿de verdad le dijiste lo de la sorpresa? Que fuerte.

–Si, él sabe que soy gay y sabe que tengo pareja y vivo contigo.

–¿Y sabe como te cojo también?

Calixto dio media vuelta y se fue a servir un café.

–¿Tú estás tonto o qué? ¿qué cosas dices?

–Ja, ja, ja no sé se me ocurrio decirte eso.

–Incomodaste a Calixto.

–No, no, no, por mi no se preocupen –Dijo el chofer en la distancia de la cocina.

El viernes en la noche prepararon todo para salir temprano el sábado. Amadeo le dijo a Andrés que llevara suéter pues a lo mejor hacía frío. Llevarían para el camino unos sanduches. Andrés no tenía ni idea adonde iban así que se lo tomó con calma y se dejó llevar, él ya había organizado una sorpresa.

A las seis de la mañana del sábado Amadeo escucha su celular. Entre dormido y despierto lo atiende. Era Calixto –Ya estoy cerca,¿están listos?

Amadeo se levanta de golpe, despierta a Andrés y se meten a la ducha ambos para salir más rápido.

Se vistieron a toda velocidad, Amadeo ayudaba a Andrés para que estuviera listo pronto.

Mientras le ponía las medias se sonreía y le tocaba la cabeza al muchacho.

–Se te está parando el guevo y tenemos que irnos.

–Pero deja al muñeco que se exprese vale, luego lo ponemos a hacer ejercicio je, je, je –

Dijo Andrés que se acomodaba el panatalón para que no se le notara.

Cuando llegaron a planta baja, Calixto ya tenía 10 minutos de haber llegado, se imaginó lo que estarían haciendo y no les dijo nada.

–¿Todo listo?

–Todo listo, arranquemos y a comenzar a disfrutar.

–Estoy un poco nervioso, debo confesar –Dijo Andrés.

–Tranquilo que vas a estar conmigo, además lo que vamos a hacer yo tampoco lo he hecho.

Luego de perderse por unos minutos del camino, Calixto logró dar con la calle que giraba a la izquierda donde estaba la carretera que los llevaría al lugar. No podía creer lo que estaba viendo, era primera vez que veía algo así en vivo y directo.

Andrés escuchaba gente cerca y el sonido como de gas saliendo a presión pero no lograba descifrar que era.

Cuatro blobos aerostáticos dominaban el espacio, eran de varios colores, las cestas cuadradas eran enormes, habían como 20 personas pero un globo era exclusivo para

Amadeo y Andrés.

–Mi amor, bienvenido, vamos a dar un paseo en globo. ¿quieres venir?

Andrés se le iluminó la cara, una sonrisa apareció y con sólo verlo había dicho que sí. –Contigo me monto donde sea, ya quiero hacerlo.

–Espera que hablo con el instructor que va a venir con nosotros y nos vamos.

Amadeo llegó donde el instructor para conversar.

–Quiero que vengas tú con nosotros, como te dije es mi novio y le voy a proponer algo.

¿No tienes problema?

–Para nada, he visto de todo en este negocio, ya nada me sorprende, además tengo montones de amigos gais, lo pasaré bien con ustedes en el paseo –Dijo Roberto, el instructor.

Amadeo regresó. –Listo a montarse, Calixto, tú puedes ir en uno de los otros globos que va con otras personas, ya hablé con el pana y me dijo que sí.

–Wao, gracias Amadeo, pero me da susto.

–Tranquilo esta gente es profesional.

Roberto ayudó a Andrés a entrar en la cesta y luego entró Amadeo, cerró, soltaron las amarras y los pesos y comenzó el ascenso, el primer movimiento de la cesta hizo que Andrés se aferrara a la cesta, se puso tenso.

–Mi pana tranquilo, no va a pasar nada. –Había una brisa suave pero constante, perfecta para disfrutar con traquilidad la vista. Amadeo estaba feliz de ver contento a su novio que ya se había relajado. El instructor les iba explicando y hablando sobre los globos. Quien lo

inventó, desde cuando, cuanto tiempo tiene en el negocio, anécdotas, etc.

Roberto los dejó que hablaran ellos y se puso a revisar su celular y estaba pendiente de la radio.

–¿Qué te ha parecido esto?

–Fantástico, siempre quise montarme en uno, desde pequeño.

–¿En serio? Que fino. Lástima que no puedas ver todo esto, es impresionante lo que tenemos alrededor, unas monta...-Andrés le puso la mano en la boca.

–Deja que yo me imagine todo eso, no me lo cuentes. –le dio la espalda a Amadeo y levantó a cara al cielo mientras le llegaba la brisa a su cara, Amadeo simplemente lo abrazó por detrás y así estuvieron unos minutos sin hablar.

Roberto de vez en cuando los veía y sonreía

–¿Cómo estará Calixto? -Preguntó Andrés.

–Si quieren les averiguo y les comento –Dijo Roberto que se comunicaría por la radio.

–Siento una paz estando aquí arriba y contigo, es una sensación que no puedo explicar Andrés, pero me siento bien y feliz a tu lado.

–No le busques explicaciones, disfruta cada momento de la vida, disfrutemos este regalo que nos ha dado la vida.

–Te lo di yo no se te olvide je, je, je.

–Tonto, ven acá –Le dio un beso en la boca que duró varios segundos. Roberto por un instante se sintió incómodo y se volteó.

Cuando ya llevaban casi una hora de paseo, Roberto les dijo que ya iban a regresar.

–Espera, dame un chance mi pana Se metió la mano en el bolsillo.

–¿Qué haces? –Le dijo Andrés.

Amadeo tomó su mano. –¿Te quieres casar conmigo cieguito hermoso?

Roberto se quedó impresionado, reaccionó cuando lo llamaban por la radio.

Andres sintió como el anillo entraba en su dedo y un calor se apoderaba de su cuerpo. –Acepto, ¡coño, claro que acepto! –Se abrazaron y de nuevo un beso que esta vez duró una eternidad y Roberto ya no sabía si ver su celular, atender la radio o redirigir el globo para regresar.

–Eres lo más hermoso que me ha pasado en la vida Amadeo, no sabes como agradezco todos los días a Dios por haberme tropezado en esa acera.

–Yo pensaba que el amor era Aníbal, que él era lo que yo necesitaba, un tipo maduro, con dinero, que me protegiera y mantuviera, eso para mi era el amor perfecto. No sabes lo equivocado que estaba.

–Y todavía te falta que te equivoques y nos equivoquemos y aprendamos juntos lo que es vivir en pareja.

–Te amo cieguito.

–Y yo a ti.

Roberto tosió –Ya estamos a punto de llegar a tierra. ¿Cuánto tiempo tienen juntos? Ah por cierto, felicidades por esa petición.

–Casi 10 meses.

–Que bien, felicidades para ambos y bendiciones. Sujétense fuerte que podemos tocar tierra un poco rápido.

Ya en tierra estaba esperando que Calixto llegara en el otro globo, era cuestión de minutos.

Al llegar se acercó a ellos y Andrés le mostró su mano. Mira esto. ¿qué te parece?

–Caramba...¿se comprometieron? ¿se van a casar?.

–Asi es Calixto y tú serás nuestro padrino de boda.

–¡Que honor! Claro que si.

–¿Cómo te fue en las alturas?

–Bueno...al principio estaba y me disculpan la palabra cagado, pero luego la gente comenzó a hablar, me metí en la conversación y se me fue pasando.

–Que bien, valió la pena entonces.

–Asi es. Bueno, como yo voy a ser el padrino de esa boda los invito el almuerzo al llegar a la ciudad y nos tomamos un vino.

–Acepto la invitación padrino –Dijo Andrés.

Al subir en el carro, Andrés y Amadeo se montaron en el asiento de atrás, comenzaron a besarse. Calixto los vió por el retrovisor, levantó su mano derecha hacia el techo del carro y

bajó una persina negra que se enganchaba en la guantera que estaba entre los asientos delanteros, y encendió la radio, quedando aislados de Calixto.

–Estoy muy excitado y quiero que me lo mames ahora –Le susurró al oído Amadeo a Andrés, y este le bajó el cierre del pantalón y comenzó con lo que le pidieron.