Sebastián estaba detenido en
la comisaría. No hubo policía que no lo interrogara, a todo decía que era
inocente, que no tenía nada que ver con el abuso sexual de un menor. Dijo que
era amigo de Roberto y lo estaba esperando en su casa.
Unos minutos después, otro de los
policías llama al jefe que interrogaba al sospechoso para contarle de una
averiguación abierta.
–Este hombre es el sospechoso en el
caso del abogado, esel hombre que faltaba, mire, Sebastián Muñoz.
–Ah caramba pero esto se pone
interesante. Involucrado en la muerte del haermano del señor Roberto Albornoz
que esta implicado en la violación de su sobrino. Estos dos son unas joyitas,
quien sabe si Roberto está detrás de lo que le pasó a su hermano. Quiero que
comiences a averiguarto todo lo que sepas de Gonzalo Albornoz, cuentas que
tuvo, seguro de vida, propiedades aquí y afuera, todo.
Unos minutos después llegaba el abogado
de Sebastián para hablar con su defendido. Se encontró con Sebastián hablaron por
un buen rato y le contó todo lo que había sucedido con el abogado y le explicó
lo que hacía en casa de Roberto esa mañana, no entendía porque lo relacionaban
con la violación.
–Pero tú estas detenido en este momento
por lo del abuso a un menor. Vamos a ver que pasa, salgamos de esto primero.
–Pero esta gente ya debe saber lo otro,
ya estaban cerca de saber más, quiero que averigues por favor, pero sácame de
aquí, no quiero seguir preso.
–No estás preso, estás detenido pero
sin antecedentes no creo que te dejen detenido hasta el juicio, pero déjame estudiar el caso y hablar con la
policía, pero hoy te vas aquedar adormir
aquí eso sí es seguro.
Roberto llamó a su cuñada.
–<<Explícame que ignifica esta
citación que me llegó por la supuesta violación de Gonzalo>>
–<<Bueno cuñadito, eso fue lo que
me contó mi hijo, que lo violaste ayer y que grabaste la violación y eso lo
tiene la policía>>
–<<¿pero de dónde salió eso, yo
no violé a Gonzalo>>
–<<Tuviste sexo con él, ¿o lo vas
a negar? Es un menor de edad.
Hubo un silencio.
–<<Tú sabes que yo no lo violé,
soy incapaz de hacer eso, si, tuve sexo con mi sobrino pero él se me insinuó,
quería que lo enseñara>>
–<<Y tú pobrecito caíste en la
tentación de un niño de 15 años>>
–<<¿Qué es lo que quieres?
–<<Quiero la parte que te dejó tu hermanito en herenci,
lo quiero todo el 100%>>
–<<Estás loca>>
–<<Lo merezco por tantos años
engañada, casa con un maricón. Tú me das lo que te estoy pidiendo y retiro la
demanda, doy una declaración, mi hijo dirá que se lo inventó, irá a terapia yo
pagaré una condena fuera de la cárcel, algun trabajo comunitario y listo y tú
libre de culpa. O dejo la demanda y te hundo para que est´s en la cárcel por
muchos años y tus padres no quieran verte por ser también gay como el retorcido
de tu hermano.
Roberto cerró la llamada.
Llamó a su abogado y le pidió una cita
urgente para comunicarle lo sucedido. Se reunieron en ese mismo momento.
Roberrto le contó todo, al menos lo que
sabía, no se acordaba de muchas cosas. Lugo le contó lo del caso de su hermano
y que ya habían dado con el último sospechoso y que lo conocía pues tienen una
relación.
–¿Son pareja, novios? O sea gais.
–Si coño Pedro, soy gay, deja el drama
que ese no es el punto.
–No, no, por mi como si fueras
extraterrestre, pero eso complica las cosas, tú sabes porque te lo digo. Los
gais, son desviados, enfermos blah blah blah, hay que manejar todo con cautela.
Y bueno, con lo de tu sobrino imagínate, hablemos con tu cuñada y negociemos,
te conviene eso que te dijo, sino te vas
aver envuelto hasta el cuello en eso, así yo te ponga cmo un angelito y
te declaren inocente, la gente le va a quedar la duda. Dame su número y yo la
contacto, deja eso en mis manos.
Pedro, el abogado de Roberto, lo
acompañó a ponerse a las órdenes de la
policía. Estando ahei se entera que
Sebastián está detenido ahí. Pide que lo dejen a solas con Sebastián que
ún estaba solo enla celda.
–Roberto, estoy metido entremendo lío
por una acusación que te hicieron y yo estaba en tu apartamento cuando vinieron
a allanarlo. Me consiguieron…viendo el video… donde esteas con tu sobrino
teniendo sexo.
–Tranquilo que yo te voy a sacar de
esto. No te preocupes. Quiero que me digas si tú estabas el día que murió mi
hermano.
–Sí, pero no lo matamos.
–Yo no te estoy acusando.
–Se nos fue de las manos, nos pusimos
nerviosos e intentamos desaparecer el cuerpo.
–Y dejaron evidencias por todos lados.
Los iban a encontrar fácilmente como ocurrió.
–Debimos ir a la policía pero nos
pusimos muy nerviosos.
Roberto le agarró la cara a Sebastián y
le dio un beso en la boca.
–Yo te voy a sacar de la cárcel y
estaremos juntos, no te voy a dejar solo.