martes, 31 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 223

 


Agustín se aferraba a la almohada, acostado de lado, Castro lo penetraba. El pene costaba que entrara en esa posición pero Castro aprisionaba al chico con su cuerpo mientras movía sus caderas. Agustín tenía la almohada en su boca mientras gritaba. Eran las cinco de la mañana.

–Flaco me vengo, me vengo... ¿Te acabo adentro? No, mejor, no vaya a ser que en plena operación te salga el lechero por el culo. -Retiró el pene y derramó el semen sobre las nalgas de Agustín mientras le apretaba por un costado. Cuando sintió que Castro lo soltó y se relajó, se bajó de la cama para ir a la ducha.
–Flaco, flaco, coño, pero no te vayas así...quédate un ratico conmigo. -Se escuchó la ducha y Castro se levantó.

–¿Tu vas a seguir sin hablarme? O sea te cojo pero no me hablas, ¡bien bello!
–Castro, hoy me operan, voy a estar por lo menos un mes o mas sin sexo, ¿Tú no estás preocupado porque estarás sin tirar y me pediste permiso para tirar con alguien? Estas últimas semanas me has cogido por lo menos tres veces al dia, hasta cuatro, creo que te quedas satisfecho.
–¿Pero puedes hablarme, comunicarte conmigo?
–Estoy hablando contigo Castro. -El hombre cerró la puerta de la ducha y salió, cogió la maleta de Agustín para revisar que estaba todo. Salió de la ducha y entró Castro.

Mañana en la tarde lo hago, no me importa nada, pero ya tengo todo cuadrado y lo voy a hacer.

Subieron al carro y antes de encenderlo, Castro se acerca al rostro de Agustín para darle un beso pero este no se mueve y se lo da en la mejilla.
–Ya veo que esto no tiene arreglo. Lo tuyo es ignorarme, usarme nada más. -Hubo un silencio.
–¿Te parece bien que mientras estoy convaleciente tu vayas por ahi tirando para que no te estreses y te de ansiedad? Yo tampoco tendré sexo, pero hemos tenido que jode.
–Flaco, no quiero tirar justo mañana con alguien, simplemente queria hacerlo si me provocaba...
–A ti te preocupa solo el sexo, no te he escuchado darme una palabra de aliento por mi operación, luego mi tratamiento, a ti solo te preocupa con quien vas a tirar. 
–No digas eso flaco, estoy preocupado por ti. Me preocupa todo lo que te pueda pasar, me preocupo por todo lo tuyo. Llevamos 10 dias tirando, tirando, porque no he sentido amor y sin dirigirme la palabra, te lo saco y te das media vuelta, ni un beso, ni una caricia. Coño, si, tienes todo el derecho de molestarte por yo querer tirar por ahi, pero dejarme de hablar y usarme para el sexo y ya...¿Eso sí te parece bien?
–En ningún momento vi que le guevo no se te parara porque te sentías usado. Me cogiste con esa verga bien tiesa.
–Porque te amo, porque sabes que me excita estar dentro de ti, sentirte, que me gustas desde que te vi en el colegio. No joda si, quiero sexo ¡y te quiero coger a ti siempre carajo!
Llegaron a la clínica, bajó directo al sótano y estacionó. Castro se quedó apoyado al volante, las lágrimas corrían por sus mejillas. Agustín le pasó la mano por la cabeza y por unos segundos se mantuvo en silencio.
–Castro, tranquilo, hoy es un día muy largo y duro para ambos. -Castro levantó la cabeza y miró a su novio, se limpió las lágrimas, se acercó y le dio un beso, un beso que incluyó su lengua, su mano pasó por la nuca de Agustín y lo apretó. Se separó centímetros y aún sus lenguas se tocaban. –Te amo flaco, te amo infinito.
–Yo te amo Castro, te amo mucho, mucho. -Otro beso. 
–Antes de entrar mámame el guevo.
–¿Aquí?
–Si, aqui, ahora, no hay nadie, cómete mi verga. -Castro levanta las caderas y se baja el pantalon hasta medio muslo, Agustin toma el pene y se agacha. El hombre se desabotona la camisa, el chico comienza a lamer el pene para luego metérselo, mientras su boca salivaba iba entrando más el enorme pene.
Castro comenzó a pellizcarse las tetillas, sentía un escalofrío que le recorre la espalda, su cuerpo se tensa. Grita, la boca de Agustin se inunda mientras va tragando. Sujeta el pene con sus dos manos, lo aprieta, lo hala y saca las últimas gotas de semen. Se levanta, ve a Castro y lo besa.
–Necesito lavarme la boca.
–A mi me encanta que huela a mi semen.
–Al doctor no creo que le agrade mucho. Subamos. 

Cuando ya se registraron e hicieron el ingreso, Agustin esperaba en la habitación esperando que le dieran quirófano. Castro fue a buscar a Hector al apartamento, seguía viviendo con ellos. Al regresar a la clínica ya Agustín recien entraba a quirófano.
–Tranquilo Hector, todo va a salir bien.
–No es eso...necesito un trago.
–Toma esta pastilla y este caramelo. -Castro le dio un ansiolítico, Hector tomó dos.
–Coño...lo que faltaba...la hermosa parejita hace su entrada y Oto me va a ver con bastón, no quiero que me vea jodido. -Lanzó el bastón, se apoyó en la pared y luego se sentó.

Jaime y Oto saludaron a Castro y luego saludaron a Hector.
–¿Te puedes levantar para darte un abrazo? -Le dijo Oto a Hector que vio el bastón en el suelo y lo levantó entregándoselo.
–¿Te estás burlando de mi?
–Necesitas el bastón Hector.No sé de que hablas, dame un abrazo.
–Con lo que hiciste en la boda no mereces ningún abrazo.
–Oto, ¿me acompañas a comprar cafe para todos? Vamos a dejarlos solos para que hablen. -Le susurró.

–Mañana estén aqui a las cuatro de la tarde.
–Castro, ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?
–Totalmente.
–No sé, es muy precipitado...te puede salir el tiro por la culata.
–No creo...todo va a salir bien, ¿Como toma el café Jaime? 
–Marrón oscuro. ¿Y Hector, como va, ya dejó de tomar?
–Bueno...si y no...lleva un par de dias sin beber pero quiere hacerlo y seguro lo hará, lo he tenido agauntado con unas pastillas.
–Mosca...¿Por que no lo internan en un centro de desintoxicación?
–No lo podemos obligar, tiene que ser voluntario, que él quiera curarse.
–Que peo.

–¿Vamos a seguir peleados, sin hablarnos? Coño Hector, te extraño, quiero verte en el bufete, quiero y necesito que vayas para reunirnos los socios.
–Me han jodido la vida por todos lados, tú, Oto, Jimena, Raúl, y mi amigo de juerga ya no me visita.
–Voltea la mirada hacia ti y haz algo por ti sin echarle la culpa a tu entorno. Asume que tienes un problema y sal de ese foso. -Hector apoyó el bastón y abrazó a Jaime. Comenzó a llorar. Jaime también. Oto y Castro regresaban con los cafés.
–Eso era lo que quería, que se quedaran solos y hablaran, míralos.
–Espero que esto no signifique ver a Hector tosos los días.
–¿Miedo a algo?
–Quiero dejar el pasado atrás, estoy con Jaime muy muy feliz y no quiero que venga Hector a joder todo.

Tres horas despúes ya saliendo de recuperación, Agustín llegaba a la habitación.
Castro se acercó a Agustín acariciándole el cabello, le dio un beso en la boca. –El médico dijo que tooodo salió bien. Estás limpiecito pero aún así hay que hacer quimio para evitar cualquier cosa, pero la operación un éxito, te dejo con tu papá y Oto.
Jaime saludó a Agustín y salió con Castro de la habitación.
–Que bueno que todo salió bien.
–Si, igual la quimio va. Pero todo saldrá bien, lo sé.
–Ya me dijo Oto lo de mañana, aqui estaremos.
–Gracias.
–Castro...yo...Oto y yo...hemos hablado...yo sigo con mi tratamiento de...con el tratamiento. Queremos meter un tercero en la relación y estábamos pensando que tú...
–¿Yo? No, no, no, no, yo tengo demasiados peos con Agustin con ese tema y no voy a joderlo y menos con su mejor amigo.
–No, no, ya va...no me dejaste explicar. A ver, si tu conoces a alguien que quiera estar en un trio.
–Pero ustedes apenas tienen ¿Un mes? de casados. ¿Por que quieren hacer eso?
–Yo no lo estoy complaciendo en la cama...que dificil esto...y no quiero perderlo, el tratamiento va lento...yo amo a Oto y quiero verlo feliz.
–Feliz que se lo coja un tercero y no tú?
–Yo estaré ahí, participaré y compartiré.
–Hablen eso muy bien...no de un paso sin estar seguros.
–Vale...pero busca a alguien, tu debes conocer. Yo no tendría problema que fueras tú. Por ahí dicen que tienes un buen armamento.
–No Jaime, conmigo no cuenten para eso, ni de vaina. Pero es que ni se me va a parar el guevo y mira que a mi se me para apenas me pega una brisa.
–Con Oto no quieres nada, ¿Y conmigo, lo harías? 
–¡Jaime!



lunes, 30 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 222


 Diego estaba sobre Claudia moviendo sus caderas mientras la penetraba, sudaba igual que ella. Claudia gemía, Diego le tocaba las tetas, se las apretaba. De pronto se detuvo.

-¡No pares! -Gritó ella, luego él tensó su cuerpo mientras eyaculaba dentro de ella.

Retiró el pene ya flácido y se tumbó a un lado con la respiración agitada. Claudia se pone de lado y le pasa la mano por el pecho a Diego que lo tenía mojado. –Estuvo increíble el sexo mi amor. Ha mejorado nuestra vida sexual.
–Wao...si...desde que...regresaste...ha sido todo...mucho mejor.
–¿Regresé, de dónde? 
–Claudia...tú...estabas secuestrada...tienes que recordar eso. -Claudia se puso de pie. 
–Yo ahora estoy contigo y eso es lo importante, el pasado quedó atrás, quiero recuperar nuestro matrimonio.
–¿Vamos a casarnos de nuevo?
–¿Perdón? Estamos casados, no entiendo.
–Bueno..digo, renovar los votos. Esta mujer tiene un bloqueo mental, esto no está bien.
–Me parece genial eso, ¡hay que organizarlo! Además, se volvió a la cama y se acostó al lado de Diego, le dio un beso en la boca. –Creo que hoy si me dejaste embarazada. -Diego apartó un poco la cara de la de Claudia.
–Tuviste una pérdida amor, ¿No habrás tenido problema con eso?
–Voy a ir al ginecólogo esta semana, pero algo me dice que vamos a hacer papás dentro de nueve meses. -Otro beso en la boca y se levantó para ducharse. –Ya es tarde y tengo que irme al bufete. El jefe me va a regañar.

Claudia entró a la ducha, Diego en la cama se puso a pensar en Guillermo y le comenzaron a entrar celos pensando que ambos seguían manteniendo relaciones. Por un lado quería estar con Claudia ahora que en la cama se entendían pero por el otro, no quería perder a Guillermo.

Diego entró al baño y se metió en la ducha, le tocó las tetas y las apretaba.
–No te las quites, me gustan.
–Me incomodan. -Dieglo flexionó las rodillas y le chupó los pezones. Se levantó y le dio un beso en la boca mientras a ambos le caia agua sobre la cabeza.
–Tú y Guillermo...¿ya no tienen nada?
–Es mi jefe amor, es un amigo pero trabajo con él.
–Me refiero a que si...ustedes, ya no tienen nada, no tienen sexo, no son amantes? -La mujer cerró las llaves de la ducha.
–¿Estás celoso? ¿Crees que te voy a dejar por él?
–No...no es eso.
–Entonces crees que Guillermo te deje y se quede conmigo.
–¿Qué? Nooo...¿Que coño dices?. -Claudia se sonrió y salió de la ducha cogiendo la toalla, tapándose el cuerpo para salir. Diego abrió las llaves y volvió a mojarse, se puso nervioso. Salió, tomó la toalla y salió del baño.

–Claudia, déjame explicarte...no sé de dónde sacas eso...
–Diego ¿Tú crees que no los he visto? ¿Que tanto viene Guillermo a casa que antes no venía? Se ven a los ojos y se nota que hay algo. Los he visto besarse a escondidas. Tú y yo estamos juntos y hemos encarrilado nuestra relación, no quisiera que un tercero se interpusiera entre nosotros. No de la manera que está ocurriendo, a escondidas. ¿Sabes a lo que me refiero?
–Diego negó con la cabeza.
–Me tengo que ir. Por fa haz el mercado ¿si?
–Tranquila. Claudia, yo... -La mujer se acercó y le puso el dedo en los labios. Le dio un beso en la boca.
–No estoy molesta Diego. Quiero que pienses lo que te dije, que te abras a nuevas experiencias, a una nueva visión de lo que es una pareja. 
–Ya va Claudia...no estoy entendiendo...
–Si estás entendiendo y no quiero que me respondas ahora. Piensa, analiza. Me voy.

Ya en la oficina, Claudia va al despacho de Oto, lo saluda y se toman un café en la cocina.
–Le propuse a Diego algo que lo dejó loco.
–¿Que le dijiste? Ya va, ¿definitivamente te quedas con él?
–Si, es mi esposo y nos merecemos una segunda oportunidad.
–Entonces se van a casar.
–Si, vamos a renovar los votos.
–Se van a casar de nuevo.
–Bieno sí, es parecido. En fin, le propuse un nuevo estilo de vida, una renovada relacion de pareja, que se abriera, que sabemos que le gusta y bueno quiero que seamos felices siendo lo que queremos ser.
–Maaaarica...¿Y eso con qué se come?
–Ya lo sabrás, pero no creo que sea tan complicado de entender, tienes la misma cara que Diego. Deberías hablarlo con Jaime.
–¿Hablar qué?
–Ay Oto, estás como Diego, ¿No.me contaste lo que pasó en la boda? Tú con tu ex y él con otro tipo? Ajá...¿no es mejor felices los cuatro? Uy me voy, que Guillermo debe estar en el despacho, hablamos en el almuerzo.

–¿Esta pana quiere vivir con Diego y Guillermo? Esta es una dura...a Claudia le pasa algo...está bloqueada, esta caraja borró del disco duro lo que le pasó en Tailandia...

–Hola Guillermo.
–Hola. -Claudia se le acercó y le dio un beso en la mejilla, Guillermo se sorprendió, semanas atrás Claudia estaba aprehensiba, retraída y solo le hablaba lo necesario.
–¿Y ese beso?
–Quiero disculparme por mi comportamiento en estas semanas. -Guillermo se acercó y la rodeo por la cintura, morboseándola.
–¿Entonces eso quiere decir que me vas a dar postre otra vez? -Guillermo frotó su pene contra su vulva, Claudia tuvo un flashback estando en Tailandia mientras un hombre le frotaba desnudo su pene sobre su entrepierna. Lo empujó.
–Coño ¿Y entonces, quien te entiende?
–Perdón Guillermo, mal interpretaste mi comentario. Solo era una disculpa, más nada, he retomado mi matrimonio con Diego y estamos mejor que nunca, no quiero echarlo a.perder con un amante.
–¿Pero que amante carajo? Si ya no estás casada con él, tú y yo éramos novios, no joda hasta te dejé yo cuando quedaste embarazada de otro...Claudia lo besó en la boca y así permanecieron varios segundos. Guillermo la abrazó apretándola hacia su cuerpo, Claudia hizo lo mismo.
–Estoy embarazada de Diego y quiero que las cosas salgan bien con él. 
–Lo nuestro se termina entonces.
–Lo nuestro puede convertirse en otra cosa Guillermo, en algo más grande, en algo más bonito, que nos va a beneficiar a los tres.
–No estoy entendiendo un carajo Claudia, mejor ponte a trabajar. Necesito que actualices las pólizas del carro, la.mia y mi casa, revises los contratos y chequea los papeles legales del bufete.

–Esta mujer está bloqueada, tiene las historias cruzadas. Ahora pretende que tengamos un poliamor. Tengo que ver como hago para llevarla al psiquiatra. ¿Como la convenzo?

Luego de trabajar por un par de horas, Guillermo se acerca a Claudia.
–¿Sabes que la semana que viene voy a ir al psiquiatra para que me haga una regresión.
–¿Ah si? ¿Y eso?
–Siempre me ha llamado la atención y me lo recomendó una amiga, ¿Quieres venir, así me acompañas?
–Esas cosas me dan miedo.
–Bueno, es para que me acompañes, pero si quieres hacerte una regresión yo le digo y cuadramos.
–Yo no quiero saber cosas de mi pasado. Que empeño en recordar las cosas malas.
–Eso ayuda para mejorar cosas futuras.
–Si te acompaño quiero que vaya Diego, no quiero ir contigo, es como raro.
–No tiene porque enterarse.
–Hagamos las cosas bien Guillermo.
–Ok, ok...habla con Diego. ¿No me vas a dar cuquita entonces?
–Si quieres ve al apartamento y habla con el sobre la regresión y vamos.
–No me respondiste.
–Ya sabes mi respuesta Guillermo. Ve al apartamento y habla con Diego.
Voy para allá a cogérmelo ya que esta no me va a dar cuca.

Guillermo llegó al apartamento de Claudia y Diego. Tocó el timbre.
–¿Qué haces aquí?
–Vine a cogerte.
–No Guillermo, yo estoy retomando mi matrimonio con Claudia.
–Abre esta vaina que te voy a coger coño. También vine a hablar de Claudia, hay que hacer algo con ella.

Diego le abrió la puerta. –Pasa.






domingo, 29 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 221


 Miguel estaba entre las piernas de Raúl pasando su lengua en la ya estrenada vagina. Mientras el hombre estaba concentrado con los ojos cerrados, Raúl le acariciaba el cabello, con la otra mano buscaba su celular para grabar y montarlo en su OnlyFans. Miguel escuchó el click de la cámara. Se detuvo y sacó su cabeza de entre las piernas.

–Te estoy comiendo el coño y tu estás pendiente de grabar lo que te hago.
–Necesito ganar dinero, recuperar la inversión. -Miguel se puso de pie en la cama.
–¿Vamos a follar y te vas a enfocar en el sexo? Siento que no estás disfrutando.
–Que si gallego...¿Me vas a follar aqui? Déjame poner la cámara allá para grabarnos.
–¡Joder! -Raúl colocó la cámara y la activó.

El chico se acostó nuevamente boca arriba y levantó las piernas. -Méteme esa polla hasta el fondo y dame duro.
–Eso lo haré chaval, luego te quiero romper el culo.
–Claro. Ponte aquí, cuando lo metas, súbete sobre mi para que se vea tu polla entrar.
–Se me va a bajar con tantas órdenes.
–Ya vale, métela.
Miguel introdujo el pene en la vagina, se estremeció. –Ajá, así, muévete, despacio, despacio, que entre y salga.
–¿Te quieres callar y concentrarte en lo que te estoy haciendo?
–Perdón...
Miguel continuaba moviéndose, su pene entraba y salía, besaba a Raúl pero no había reciprocidad.
-Ven, para, para, no quiero que acabes, ponte aquí y ahora me coges por el culo, pero grabamos de lado.
Miguel le dio un manotón al celular tumbándolo al suelo. –Anda que te coja "tu doctor" como dicen ustedes, ya me cansé de tus gilipolleces.
–A ver Miguel, pero no te pongas así, estoy simplemente estoy grabando nuestro encuentro.
–PARA ALIMENTAR LA MIERDA DE PAGINA QUE TIENES. NI SIQUIERA ESTABAS CONMIGO EN LA CAMA.
–¿Ah no? ¿A quién te cogias, al vecino? -Miguel lo cogió con fuerza de la barbilla.
–Ponte bruto así y me coges por el culo. Deja loa celos.
–No me tomes por tonto chaval. -Volteó a Raúl y sin esperar lo penetró de una vez, lo cogió del cabello y comenzó a moverse, halándole la cabeza. Sacó el pene y volteó violentamente al chico para penetrarlo. Mientras lo hacía, le daba empujones a la vez que lo golpeaba en la cara, lo cogió del cabello y con la otra mano le golpeaba sin parar. Volvio a retirar el pene, lo sacó de la cama por el cabello y lo tiró al piso dándole patadas.

Raúl adolorido en el piso, no se movía, solo lloraba.
–Cuando regrese no te quiero ver aqui, puta de mierda. -Miguel salió de la habitación y bajó al lobby para cancelar.
Luego de varios minutos, Raúl se levanta con dificultad del piso. Se viste. –Maldito gallego...no se que coño te pasa pero esto no se va a quedar así. -Se vistió, recogió sus cosas y se fue. Fue hasta la policía a poner la denuncia. Al salir llamó a Mauricio.
–Ve a mi casa y pídele las llaves al conserje y me esperas, yo salgo en una hora, estás más cerca de casa que yo.

Habían pasado cuatro horas, Raúl se habia tomado un relajante muscular y se había quedado dormido, al despertar se da cuenta que Mauricio no ha llegado. Lo llama pero en eso escuchan unas llaves y se abre la puerta.

–¿Dónde estabas...au?
–¿Sigues con dolor? ¿Por que no me dices que te sentias mal?
–No, no...tranquilo, ya el dolor bajó, en un rato me tomo otro analgesico.
–¿Hace cuanto te lo tomaste?
–No sé...¿Qué hora es?...hace cuatro horas.
–Espera un par de horas, ¿Te duchaste?
–No.
–Ay Raúl...vamos para ayudarte.
–¿No me vas a contar que tienes? ¿Por qué llegaste ahora? Tienes una cara...
–Tu novio...no solo te golpeó a ti.

–¿Dónde está tu jefe?
–Se acaba de ir, señor, ya me retiro también.
–¿No está? ¿No está allá adentro? Miguel le dio una patada a la puerta y entró, no vio a nadie.
–Señor le voy a pedir que se vaya o tendré que llamar a seguridad. -Miguel lanzó lo del escritorio al piso junto a la computadora, la camilla y un estante, cuando la secretaria fue a llamar a Seguridad, Miguel la coge del cabello y la mete en el consultorio.
–Ya que no está tu jefe le voy a dejar un mensaje contigo.
–Señor...por favor, dígame lo que tenga que decirme...un fuerte golpe en la cara tumbó a la mujer al piso y le arrancó la ropa. Ya en ropa interior, la rompió y Miguel se bajó el panatalón penetrándola hasta acabar dentro de ella. Un par de patadas en el abdómen.
–Ya le puedes dar el mensaje a tu jefe, golfa.
Cuando la mujer recuperó la fuerza, llamó a Mauricio para contarle y este se regresó cuando casi llegaba a su casa.

Miguel sale del edificio totalmente desencajado y con la mirada perdida, luego de haber caminado varias cuadras, se detiene.
–¿Qué hice? ¿Qué le hice? ¿Raúl...esta mujer? -Se sienta en banco, comienza a temblarle las manos y a llorar.

–Regresé al consultorio y me encuentro con mi secretaria sentada en una silla con una cobija, médicos y la policía. Ella no quería poner la denuncia por su esposo pero insistimos y lo hizo. Llamamos a su esposo y se acercó a la comisaría. Con la sorpresa que Miguel estaba detenido.
–¿Detenido? Coño...mi denuncia fue efectiva, que arrecho.
–No, de hecho estaba tu denuncia pero Miguel se entregó, contó todo. No entiende lo que le pasó y el porqué actuó así.
–Mamaguevo...después que nos viola ahora no sabe que le pasó... ¿Tu secretaria igual puso la denuncia?
–Si claro, su esposo quería matar a Miguel por entre las rejas mientras Miguel lloraba.

–Me da miedo quedarme en este pais sabiendo que Miguel está aquí.
–Está preso Raúl.
–Ya me queda poco tiempo aqui.
–¿Abusó de ti? Te maltrató la vagina?
–No, para nada...el culo es lo que me duele. Y el abdómen.
–¿Seguro? Déjame chequearte.
–Tu lo que quieres es tocarla y meter tu guevo aquí, pero te digo que hoy no...estoy adolorido.
–No seas gafo Raúl, de verdad quiero revisarte
Con algo de dolor, Raúl se quitó la ropa.
–Mírala, esta rosadita, cerradita para ti, aaaay si, ábrela, mete los dedos.
–Raúl ¿Te quieres quedar quieto? Estoy revisándote.
–Revisa con tu verga, haz una vaginoscopia.
–Pendejo, está todo bien.
Hubo un silencio...
–¿Te vas a regresar conmigo? ¿Ahora que Miguel no está, quieres tener una relación conmigo?
–¿Por qué no te quedas tú?
–La industria del porno está activa allá y quiero reforzarla, tengo mis afectos allá, mi familia.
–Yo también tengo mis afectos aqui.
–Pero uno de tus afectos se va.
–Eres algo más que un afecto.

–Ah chico...pero eso suena mucho mejor. 




sábado, 28 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 220


 –No entiendo por qué te quieres divorciar.

–Porque ya no tenemos intimidad, estás más pendiente de tu hijo, estás metido en tu trabajo y no hay más nada que te importe y ahora eres actor porno. ¿De verdad Douglas? ¿En que momento se te pasó por la cabeza meterte a actor porno.
–No puedo explicarte que me pasó...pero pasó...pero tú, te dejaste tocar por Antonio y eso hizo que decidieras divorciarte. -Aurora se puso roja de la vergüenza.
–Douglas...ese hombre hizo...hizo algo, que en mi vida había sentido y no me penetró, su mano, sus dedos hicieron todo...yo.
–Ya...no quiero saber...Déjame demostrarte esta noche lo que soy capaz de hacerte, te voy a hacer gritar en la cama.
–Douglas...me da vergüenza que me hables así. -Douglas se le acercó al oído.
–¿Quieres que esta noche te coja? ¿Te de una buena cogida que no olvides? No me dejes Aurora. -Se apartó de ella, la vio a los ojos y miró al frente viendo que se acercaba Castro.
–Aurora mi amor. -Le dio un beso. –Coño Douglas ¿y tú que estás haciendo? ¿Qué le estás dando de comer a este hombre? Está como acuerpado. Le dio palmadas en los brazos.
–Pues ahora le dio por ir al gimnasio.
–Ya era hora...mira llegó el monseñor y el alcalde, vamos.
–Espera Douglas. -Le dijo Aurora y acercándose al oído, le susurró. –Esta noche te lo voy a mamar y me voy a tragar tu semen, quiero ser bien puta contigo. -Ahora era Douglas que se ruborizaba pero alzó la cabeza y le dio un beso a su esposa metiéndole la lengua.
–Antonio se coge a hombres y a mujeres, le da lo mismo. -Se fue detrás de Castro para reunirse con las autoridades.

–La gente me ve al lado tuyo y me ven raro.
–Piensan que eres mi noviecito. "Este es el nuevo Ramón, que pretende ser el cura de esta iglesia, pero no lo vamos a permitir" Eso lo escucho a cada rato.
–¿Y aún así insiste en ser cura? Tú eres arrecho. 
–La gente no tiene pruebas. Yo voy hacer lo que me llena.
–Un culo de hombre te llena. -Renato le dio una palmada por la cabeza. –Coño ahí viene el negro.
–¿Tu novio? 
–Mi ex que ahora se tira a mi papá.

–Hola David.
–Negro...¿Qué más?
–Ahí vamos. Seremos compañeros de trabajo en la misma empresa.
–Hasta que te bajaste los pantalones con Enrique.
–Sabes las razones por las que acepté el trabajo David, no digas tonterías. En cuanto pueda seguir con la docencia dejo esto.
–Ok...buena opción negro.
–Me acerqué a ti por otra cosa, tu papá está tomado.
–¿Que quieres que haga? Tú lo trajiste, eres su novio. 
–Eres su hijo.
–¿Para que lo traes borracho? ¿No está en terapia, las reuniones? ¿En que carajo lo estás apoyando? ¿Cogiéndotelo?
–Daviiiiiiid...
–No Renato, este carajo me quita a mi padre, se enreda con él y encima lo sigue hundiendo. Como te dije cuando choqué contigo, los negros siempre la cagan. -Jacinto cerró el puño y le lanzó un golpe directo al rostro y se fue. Renato tuvo que sostenerlo.
–Te pasaste David ¿Que razón había de decirle eso?
–Ese negro era mi pareja y me quitó a mi papá...mi novio se enredó con mi papá.
–¿Te lo quitó? Tu papá sigue siendo tu papá.
–Me lo quitó marico, mi papá es mio, yo...
–Te tiraste a tu padre...¿David, tuviste sexo con tu papá?
David hizo un gesto de fastidio y se fue a caminar. Renato se fue a saludar a Agustín.

–Coño ahora se van a acercar todos los que te han cogido. Está gordísimo. El proyecto de cura va a terminar como el Ramón.
–Te voy agradecer que no me hables Castro, te vi hablando con José David, solo te voy a decir eso. Hola Renato.
–Tin, cariño, dame un abrazo. -Castro los vio abrazados y cerró los puños y decidió dar la vuelta y caminar. El labio inferior le temblaba.
–Pasado mañana lo hago, ya no hay que retrasarlo más. No me importa lo que me diga o piense, lo voy a hacer.

–Tu novio, como que se molestó.
–Una pequeña pelea...Renato mañana me operan de unos quistes en la bolas. Cáncer. -Renato lo vuelve a abrazar, lo bendice.
–Todo va a salir bien Tin, ten fe...aférrate a Dios. -Vuelve a abrazarlo.
–Necesitaba este abrazo, quería hacerlo con Oto.
–¿Y dónde está?
–No pudieron venir, están en los tribunales.
–Oto te abraza en la distancia cariño.
–Estás gordo Renato, disculpa que te lo diga, pero...coño...el cuerpazo que tenías ¿Dónde está?
–Alimento y cuido otras cosas Tin, es más importante que el cuerpo.
–Ya...

Una vez que dieron las primeras palabras antes de cortar la cinta, entraron a la restaurada iglesia. La gente invitada y los que viven en la parroquia, sobre todo las personas mayores quedaron impresionados por como se veía la iglesia, no tenía nada que ver cono lo que había hace un año. El cura, antes de dar la.misa, dio unas palabras.
–Comencemos.
–Yaaaa vaaaa, ya, vaaaa, padre, yo quiero decirle algo a mi gente de mi barrio. -José David cogió el micrófono.
–Aquí la gente me conoce, soy el del taller, pero el del taller grandote, el esposo de Berta. Si...Berta, la mujer del padre Ramón, ¿Se acuerdan del escandalazo de hace un año. DEJAME JACINTO, VETE PARA ALLÁ, DEJAME HABLAR. -Jacinto se echó para atrás. –Bueno, ese cura, se cogía a mi mujer y a mi hijo, mi hijo está por aquí, DAVIIIID, DAVIIID, bueno, Ramón se los cogia y se cogía a medio barrio hasta que alguien habló y soltó toda la mierda. A esta iglesia no queremos a otro pedófilo y pervertido. ¡Esos malditos curas vienen a cogerse a sus mujeres y a sus hijos!
Dos policías se acercaron y lo sacaron por la fuerza, mientras José David gritaba.
Salieron de la iglesia y se encontró de frente con su hijo.
–Aaaay agente este es David, mi hijo. Yo hablando de curas pervertidos y yo me acosté con mi hijo. Me lo cogí ¿Pueden creerlo? -David le dio un golpe en la cara que los policías tuvieron que sostenerlo. El chico sacudía la mano por el dolor. Otro policía se acercó y se llevaron detenidos a ambos, padre e hijo









viernes, 27 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 219


 Llegó el día de la entrega al Gobierno Municipal la iglesia restaurada. Le delvovieron casi la originalidad de hace dos siglos luego de casi un año de trabajo.

Fueron invitados los habitantes de la parroquia pero también fueron Hector, Agustín, Castro por ser uno de los responsables, José David y Jacinto, David llegó con Renato lo que sorprendió a Agustín, a José David y a Jacinto que a pesar de estar bien con el padre, le recorrió un escalofrío por el cuerpo.
Douglas, el otro responsable de la obra llegó con Aurora, su esposa, que, a regañadientes, lo acompañó. Esperaban a las autoridades de la Alcaldía y de la Conferencia Episcopal.
Los últimos en llegar fueron Ignacio y Jorge que Renato lo invitó por haber trabajado con el padre Ramón un breve tiempo.

–No entiendo como este pana sigue con sus intenciones de ser cura. Ese tira más que tú y yo juntos.
–¿Te lo tiraste?
–¿A que viene la pregunta?
–Curiosidad...nada más.
–Te quedarás con la intriga.
–Lo más seguro es que si...no hay que pensar mucho.
–¿Entonces para que preguntas? Coño que bella quedó por fuera, impresionante.
–Contigo siempre seré un alce.
–Si vas a empezar con la mariquera me avisas. -Jorge respiró hondo.
–¿Lo de trabajar contigo sigue en pie?.
–Si dejas la estupidez, si.
–Estupidez no Nacho, no voy a estar contigo mientras tu tiras con todos los carajos de la ciudad. No me la calo.
–Estás a tiempo de huir por la derecha marico. Igual mi negocio te espera para que trabajes conmigo.
–¿Tú sientes algo por mi?
–Jorge ¿Qué coño te pasa hoy? Marico, todavia no supero lo de Eloy y lo de Juan Pablo me dejó loco, yo espero que tú no te estés yendo por el mismo camino de la locura.
–Me gustas Nacho y quiero saber si estás en la misma sintonía.
–Me gustaría que te encargaras de la tienda, yo también voy a estar ahi pero que yo pueda hacer otras vainas y tú pendiente. Te voy a poner un buen sueldo.
–¿No me vas a responder?
–Otra cosa Jorge, hay que movernos para mudarnos de casa de Diego. El guevón ese volvió con la mujer.
–Ok...yo me encargo de eso. Eso me da una idea de tu respuesta.
–Voy a saludar a Agustín, ya vengo.

–Quedó hermosísima amor, por lo menos por fuera.
–Deja que la veas por dentro, es impresionante la cantidad de pintura que tenía y llegamos a lo original. Flaco, flaco. ¿Que te pasa?
–Nada...bueno...es que estoy nervioso con lo de la operación de mañana. -Castro le dio un beso en la boca colocándole su mano en la mejilla.
–Yo voy a estar contigo mañana, cerca, rezando para todo salga bien, y ahora que entremos rezamos juntos. Si estamos juntos nada malo va a pasar. -Lo abrazó, Agustín cerró los ojos.
–Mientras estoy de reposo, no se te ocurra irte a tirar.
–Coño flaco,¿Tú sabes los días que voy a pasar sin poder hacerte el amor?
–Los mismos que voy a pasar yo.
–No es lo mismo flaco, tú no vas a poder pero yo estaré en plenas facultades.
–Tú si eres descarado. Hazte la paja cuatro veces al día.
–Sabes que eso no funciona en mi mucho.
–Es lo que hay.
–Anda, me buscas un carajito que me desahogue con él y listo.
–Coño Castro ¿No puedes aguantarte?
–Te cojo como cuatro veces al día mi flaco. ¿tu crees que pueda aguantar?
–Como se que igual lo vas a hacer, te voy a agradecer que uses condón y te quites la argolla esa.
–Flaco, tampoco creas que voy a salir a tirar apenas te operen, pero se que me van a entrar ganas en cualquier momento. Cuando te pueda coger te voy a echar un revolcón horroroso.
–Yo solo quiero que no tires con nadie. -Se volvieron a abrazar y se acercó Ignacio.
–Hola parejita.
–Lo que faltaba, este. 
–Ni se te ocurra tirártelo.
–¿Por qué, porque lo tiraste tú?. Con este no se me para el guevo ni con viagra.
–Hola, estoy aqui, los escucho, solo vine a saludarte. -Ignacio lo abrazó. –Me encantaría repetir pero tu marido me asesina. -Le susurró al oído. Castro haló a Ignacio para separarlo de Agustín, lo cogió de la camisa y lo empujó hacia la pared de una casa.
–Ni se te ocurra acercarte a Agustín.
–¿Me vas a golpear? ¿Me vas a matar?
–Ya te respondiste, ya estás advertido. -Lo soltó, Ignacio se sacudió la camisa.
–Te escribo luego Agustín. -Se alejó.
–Ese lo tengo atravesado y lo voy a joder.
–Deja la violencia Castro.
–A ti nadie te va a coger y menos ese bolsa.
–Castro, tú eres un descarado, quieres tirar con alguien mientras yo estoy de reposo pero yo no puedo tirar con otro carajo.
–Es distinto, lo mio es por una necesidad, te cojo a cada rato y necesito drenar. ¿Tú quieres tirar de nuevo con ese pendejo? Hazlo y te olvidas de mi.
–¿Será que está noche lo hablamos? Está situación se nos está yendo de las manos. Yo también puedo dejarte como me entere que te cogiste a alguien.
Castro se estremeció y le recorrió un calor por el cuerpo solo pensar que Agustín pueda dejarlo. Se fue a saludar a unos conocidos.

–¿Coño José cómo se te ocurre venir tomado a esto? 
–Apenas me tomé dos whiskies y un par de cervezas.
–¿Y tus terapias, tus reuniones en alcoholicos anónimos?
–Negro, déjame en paz hoy, ¿si?, Mañana me formas el peo. Voy a saludar a Hector.

Hector estaba en silla de ruedas, no porque no pudiera caminar, sino por comodidad, al ver a José David se levantó cogiendo el bastón. Se abrazaron.
–Amigo, tienes que recuperarte, te quiero ver sano.–Lo estaré José, estoy en terapia y pronto estaré bien, quiero estar contigo, que te quedes en casa. Diego me abandonó.
–Un guevón, tu amigo y pana del sexo y la rumba soy yo.
–No puedo beber y me estoy volviendo loco.
–¿Te traigo una cerveza?
–Nooo, coño, estoy con mi hijo, me mata.
–Voy a saludar a Castro que esta ahí con unos tipos.
–No me dejes solo José, quédate conmigo esta noche.
–Estoy saliendo con alguien Hector, con él. -Le mostró a Jacinto a lo lejos. –El negro.
–¿Estás saliendo con un negro?
–Si, ¿Cuál es el peo?
–No,...ninguno...debes tener el culo reventado.
–No te creas, un pipe normal, una morcilla pero normalita, pero me echa unas cogidas divinas. Ya vengo.
–Piensa lo que te dije.

–Permiso, epa Castro, ¿Cómo estás?
–Hablamos ahora sobre las oficinas ¿ok? -Castro se apartó y se fue con José David.
–¿Cómo estás vale? -le dio un apretón de manos y lo abrazó.
–Bien, ahora mejor porque te vi y quiero decirte algo.
–Tengo que llevar los carros al taller.
–Eso lo hablas con mi hijo, yo no me encargo del taller. Pana, yo quiero tirar contigo pum pum, de una te lo digo, quiero que me cojas, no joda, cuadremos ese tire, me sabe que tengas novio, ve a ver como haces pero yo quiero probar esa vaina gigante que tienes entre las piernas con todo y aro.
–¿Te encuentras bien José?
–¿Yo? Perfecto, con unos tragos encima pero bien, consciente de lo que te estoy diciendo, quiero una cogida tuya.
–José David, yo tengo pareja y está aquí conmigo. Yo no voy a joder lo que tengo por un calentón tuyo.
–Marico, es una cogida y ya, no me voy a casar contigo. Me metes el tronco ese por el culo, echo unos gritos AH AH AH, una acabada y listo. No me tienes que coger más, quiero probarte, eso es todo, casi te coges a mi hijo, coño, cógete al padre que está más experimentado.
–Yo te aviso ¿Ok?
–Uy...eso de yo te aviso es un no mamaguevo, anota mi número, ¿Cómo me vas a avisar?.
–Dame tu número. -Castro lo anotó y se fue a conversar con el cura y con Douglas.

–Epa Agustín, ¿Cómo está la vaina?
–José David, ¿que tal? 
–Bien chamín, todo bien, mi mujer presa, yo viviendo y tirando con el ex de mi hijo, ahora yo soy marico y alcohólico y ya no soy dueño de mi taller... ¿Que te parece?.
–Bueno José...Hay que ir enderezando el camino, poco a poco se acomodan las cosas. ¿Se está tirando al novio de su hijo? Berta es un niña de guarderia.
–Otra cosa, cuadré con tu marido y me va a coger. Tengo meses pensando y soñando con el palomón de Castro y ya cuadré. Me va a coger, pa que sepas y no te caiga de sorpresa.
–¿José te encuentras bien?
–Cuando me coja Castro no, ahora si, estoy bien, muy bien.




jueves, 26 de agosto de 2021

Huevos revueltos. 218


 David apoyado en la cabecera de la cama, recibía las fuertes embestidas de Renato, que gruñía con cada empujón mientras lo sostenía por los hombros. Su barriga chocaba con las nalgas del chico, que no paraba de gemir. Retiró el pene y comenzó a masturbarse. –Acuéstate boca abajo.

–Ya va chamo, dame un respiro.
–Coño, ponte boca abajo, que nos tenemos que ir. -David se acostó en la cama con la cabeza hacia la pared, Renato se dio la vuelta mirando a los pies si se colocó sobre el chico introduciendo el pene.
–AAAAAAAAAUUU COÑOOO, MARICO YA VAA, AAAAH. -Renato movía su cuerpo de arriba abajo moviendo la cadera, con su peso aplastaba al chico que ya sentía dolor al entrarle el pene al contrario. Pese a los gritos de David, Renato no se detuvo, solo lo hizo para dar la vuelta sin retirar el pene y colocarse en la misma posición del chico. Dejó caer todo su peso sobre David y ahora solo movía las caderas.
El chico no podía moverse y el dolor era intenso y sin poder acomodarse. Aún así estaba excitado y eyaculó sin poderse tocar. Renato no se detuvo a pesar que el chico le dijo que había acabado. Dejó de moverse, metió sus manos y le abrió las nalgas a David para meterle todo el pene lo que provocó otro grito.
–¿Quieres que te preñe?.
–¡Si, hazlo ya! -Renato le dio cuatro empujones y al quinto soltó un grito cuando sintió que expulsaba el semen. Retiro el pene, se bajó de encima del chico y cayó agotado en la cama, cerró los ojos y se quedó dormido.
–Coño este carajo es un animal...y con el barrigón que tiene como se mueve el coñoemadre, verga...me dejó el culo destruído. Ojalá no se despierte para no ir a la cárcel. Yo debería irme al taller. -Buscó su celular y tenía una llamada perdida de Enrique y tres mensajes.
–A este ni de vaina le digo que me fui de casa, capaz me monta un apartamento y quiere cogerme todo el santo día y además controlarme. Este pana le ve el vergón a este tipo y le parecerá que es un samán, él jura que tiene un palomón. A ver que me dice en el mensaje.

–Coño nené no sé de ti, donde estás? Por el taller no has pasado. Me voy a reunir con Jacinto...creo que está decidido a trabajar con nosotros.-
–Hola, he estado en full vainas y peos con mi papá, estoy en unas diligencias, nos vemos mañana.-
–Quédate conmigo, quiero cogerte rico. Te invito a cenar. No planifiques nada para este fin, quiero llevarte en el yate a una de las islas.-
–Mmmmm me gusta ese plan. Mañana nos vemos.
–Mándame un beso coño carajito. Soy tu socio pero también el que te coge rico.-
–Besos papá- Verga que ladilla este pana. Me voy a duchar y desayunar, ay Diosito que no se levante este gorila por faaaa.

Se duchó y se fue a la cocina a ver que desayunaba, llamó a Jacinto. Luego de seis repiques el hombre contestó.
–Aló.
–Negro ya iba a colgar.
–No te oba a contestar.
–El arrecho debería ser yo, no tú, me montaste cachos.
–Verga Carajito, pensé que todo esto de encargarte del taller y ser responsable te había hecho madurar, pero no...en fin, ¿que quieres?
–¿Te vas a reunir con Enrique?
–Si...
–Pero no ibas a ir a la otra universidad y al instituto universitario para trabajar ahi y seguir dando clases?
–Lo de acostarme con los alumnos se regó por todo el gremio iniveristario y estoy fichado, otra vaina más que me hará no olvidarme de ti.
–Si guevón porque fue mi culpa que nos grabaran, además estás saliendo con mi papá. Eres mi padrastro ahora.
–Que infantil eres David.
–Y tú un estúpido. Mi papá también te va a montar cachos. ¿Y sabes algo? Cuando quiera me lo vuelvo a tirar y te deja.
–Eres un enfermo, inmaduro e imbécil.
–Tú un negro de mierda, pudimos tener algo de pinga y te metiste con mi papá.
Jacinto colgó la llamada.
–No joda, ¿No sé por qué me da tanta arrechera esto? -Comenzó a hacerse el desayuno y puso a funcionar la cafetera.

–¿Quién era? 
–Tu hijo...
–¿Que quería?
–Se enteró que me voy a reunir con Enrique y me llamó.
–Trabaja con él dile que si a ese mafioso, quiero a gente de confianza ahí dentro.
–Deja de beber, ve a terapia y encárgate tú José David.
–Negro no me reclames, échame una mamadita para irme a la terapia. Llegar relajadito.
–Te quiero ayudar, pero necesito que tu ayudes también, no puedo ni puedes hacerlo solo. -Jacinto comenzó a mamarle el pene mientras José David le acariciaba el rizado cabello.
–Me invitaron a la reinauguración de la iglesai luego de la restauración que le hicieron, ¿Quieres acompañarme?
Jacinto estaba concentrado mamando el pene y se detuvo.
–La pregunta es necia, claro que te acompaño, quiero compartir contigo tus cosas.
–Gracias por estar. -Jacinto se detuvo y sacó el pene de su boca.
–No puedo estar en todas tus cosas y en una de esas son tus hijos, tienes dos pequeñitos que necesitan de ti José David, comparte hoy con ellos, haz la tarea con ellos, casi no te ven y ahora tampoco ven a su hermano.
–Lo haré, hoy los busco en el colegio. 
–Ok, yo mientras voy a reunirme con el hombre este.

David desayunaba pensando en Jacinto. Sabía que había cometido la torpeza de decir lo de su padre pero tenía rabia, aunque no entendía el porqué. –Marico, soy una puta y vengo a reclamarle al negro que se cogió a mi papá. Coño es que no se si me da arrechera que se tirara a otro y lo pillara o que se acostara con mi papá...mi papá es mio, nadie me lo quita. -Se dio un golpe en la cabeza. –¿Qué coño estás diciendo?
–¿Estás hablando solo?
Mierda...se despertó este. Hola, caíste como plomo en esa cama.
–Es que la cogida no fue normal y además esta gordura me cansa.
–La verdad es que estás goooordo marico. ¿Dónde coño dejaste la cuerpa que tenías?
–Ve a ducharte y vestirte. ¿Me dejaste desayuno?
–No, te toca hacerte el desayuno, pensaba que no te levantarías hoy, ya me duché.
–Vístete que nos vamos a la cárcel.
–Que ladilla Renato, ¿Qué vamos a hacer allá?
–Buscar el perdón y la reconciliación.
–Que pendejada...yo tengo que ir al taller marico.
–El taller puede esperar, tienes que estar en paz contigo.
–¡Yo estoy en paz, no tengo que ir a ver a ese mamaguevo!.
–David, si vives bajo mi techo tienes que seguir mis normas, aqui no pagas pero tienes que ir por el camino correcto.
–Ah ok...un aspirante a cura me dice que tengo que ir por el camino correcto mientras se tira a media humanidad gay de la ciudad. Voy a preguntarle al Papa a ver si por ahí van los tiros.

Llegaron a la cárcel. Luego de pasar por todo el protocolo de acceso, fueron a la sala de visitas.
–Coño me revisaron hasta el culo. Cuando sintió el hueco inflamado seguro pensó "este se lo acaban de coger" jajajajajajajaja
Se sentaron y llegaba Ramón. David se impresionó al verlo, estaba más delgado aunque tenía el cuerpo atlético, pálido y ahora con barba.
–¿Qué hace este carajito aquí? Renato, este imbécil y su madre me metieron aquí ¿Y vienes a traérmelo?
–Ramón en tus misas hablabas del perdón, a eso venimos a que ambos se pidan perdón. 
–¿Le tengo que  pedir perdón a Ramón? A ver, ¿Por qué?
–Por rener relaciones con él, por callar lo que sabías que hacías, por denunciarlo a veces dando falsas declaraciones, por trabajar con él sabiendo a lo que ibas.
–Te oigo hablar y eres sendo caretabla Renato. Te pido perdón Ramón por todo lo que hice y dejé de hacer. ¿Ya?.
–Ahora tú Ramón, pídele perdón a David.
–Perdón por llevarte a trabajar conmigo, por tener sexo contigo, por las malas cosas que hice con algunas personas, perdón.
–Listo. Ramón eso sí te digo, las tiradas contigo me encantaron, pero con este son mundiales.Es igual que tú, se ha pasado por ese guevo un gentío. Pero él no pide perdón.
Renato le dio un manotón en la cabeza.

–Me han dicho que el año que viene si sigues con buena conducta sales en libertad condicional.
–Si, pero yo no me quiero ir de aqui. Aqui me siento bien. Me tratan bien, tengo trabajo.
–¿Quéééé? Marico ¿prefieres quedarte en esta pocilga? Debes pasarla brutal aqui adentro, ¿Eres la bicicleta de la carcel, la cachifa del pran?
–Ramón bajó la mirada.
–No jodaaaaaa, se lo están cogiendo durísimo aqui adentro. Renato este carajo es la sirvienta de la carcel y se lo pega un gentío. ¿A ti te han hecho exámenes? Debes tener encima unas cuantas venéreas. Renato habla con el abogado y que mueva eso, que le hagan un chequeo médico.
–Quiero que me dejen en paz. Yo estoy bien aqui y no alces la voz. Tengo trabajo, disfruto lo que hago y la gente me quiere.
–Te quieren coger marico, eres la puta del penal. Deja que entre un chamito de 18 o 20 y te botan pal coño.
–¿Y tú como sabes tanto de lo que pasa en una cárcel, estuviste preso?
–He visto documentales y he leído.

David y Ramón se abrazaron, luego lo hizo Renato.
–Pobre carajo...que te diga que no se quiere ir de la cárcel es de alguien que está sumido en una dependencia, que ahora esta es su vida y si lo sacan de aqui se muere.
–Hay que rezar mucho por él.
–Hay que sacarlo lo antes posible y que vaya a un psicólogo, tiene una vaina si como el síndrome de Estocolmo, pero debe llamarse de otra manera.

–¿Cuándo sea cura quieres trabajar conmigo?
–Yo tengo mi negocio Renato, no voy a trabajar contigo, si me quieres coger yo vengo y me coges.
–Quiero que estés conmigo en la entrega de la iglesia ya restaurada.
–¡Plomo! ¿Y me coges en la iglesia, asi toda renovada?
–Blasfemo
–¡Ay por favor Renato!



miércoles, 25 de agosto de 2021

Huevos revueltos 217


 Aurora se separó de Antonio.

–Estoy casada, le agradezco...
–¿Por qué no te gusta el sexo? ¿Será que ningún hombre te ha tocado donde es? ¿Tu marido con lo bien dotado que es no te hace sentir? -Antonio le hablaba muy cerca de su boca.
–Solo...estuve...con dos hombres...
–¿Ah si? ¿Quieres contarme? -Antonio le dijo al oido mirando al hombre de la cafetería para dejarlos solos.
–Señor...yo..me tengo que ir...
–¿De verda te quieres ir? ¿No quieres descubrir lo bueno del sexo? Cuéntame tu experiencia mientras yo te doy una nueva. -Dejó caer la toalla, metió su mano por la falda a la altura de la cintura.
–No por favor, no siga.
–Túteame. Deslizó la mano hasta la vagina, tocándola. –Dime como fue tu primera vez.
–Ah, ya va..ah, no sigas...-Tocó su clítoris. Se estremeció.
–Dime, eso me excita.
–Teníamos 16...nos besábamos...se quitó el pantalón y me obligó...a mamárselo, lo hice y acabó en mi boca, aaaah, fue...desagradable.
–¿Y tu esposo? ¿Lo hace mal?
-Aaah, no sé...lo hago por que hay que hacer el amor...no lo disfruto... Ah.
–¿No has tenido un orgasmo? - Antonio le susurraba al oído mientras sus dedos jugueteaban con los labios de la vagina.
–No....
–Ahora mismo vas a tener uno. -Antonio metió dos dedos dentro de su vagina, los dobló y comenzó a moverlo frotando la parte posterior. Aurora comenzó a estremecerse, las piernas le temblaban y el hombre la sujetó con el otro brazo mientras seguía moviendo sus de dedos. Ella se sujetó del cuello de él.
–AAAAAAAH, AAAAAAH, AAAAAAH, AAAAAH. -Los gritos hicieron eco en toda la cafetería. El encargado se acercó esperando en una pared, una chica de maquillaje se puso al lado de él y luego un chico actor.
–Esa tipa esta excitadísima.
Aurora no paraba de gritar, sus piernas no respondían, Antonio la sujetaba con fuerza. –AAAAAH, AAAAAH, AAAAH. -Otro orgasmo sacudía el cuerpo de la.mujer, Antonio se detuvo, sacó los dedos y su mano de la falda.
–Mira, estás mojada. -Lamió sus dedos y volvió a meter la mano.
–Vamos por el tercer orgasmo hermosa.
AAAAAAAAAAAAH, AAAAAAAAH, AAAAAH. Ahora comenzó a orinarse y ya su cuerpo no respondía. Antonio la acostó en el piso. Las tres personas estaban impactadas.
Antonio se sentó al lado de Aurora que estaba tendida con los ojos abiertos mirando a lo lejos, vidriosos.
–Tranquila, ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien?
–Si...¿Qué hiciste? ¿Qué me hiciste?
–Tuviste tres orgamos hermosa. -Aurora comenzó a llorar.
–¿Por que lloras, tranquila. -Le acarició el cabello y la mejilla.
–Fue...fue maravilloso...yo...me gustó...nunca había sentido algo así, algo así, tu... -Aurora se sentó y abrazó a Antonio llorando aún más.
–Gracias, gracias, quiero volver a sentir eso...cuando, haga el amor con mi esposo..
–¿Sabes que yo cobro por hacer estas cosas?
Antonio le puso la mano en la cabeza mientras seguían abrazados.
–Te pagaría para volver a sentir lo que me hiciste sentir.
La maquilladora se puso a llorar.
–Muchacha gafa ¿Y ahora porque lloras?
–Es muy lindo eso que pasó.
–Yo puedo hacer que sientas eso. Tengo un vergón como el de Antonio para hacerte sentir. Se tocaba el pene.
–Que estúpido eres, Antonio ni la penetró mi amor, puro dedo, ¿Eres capaz de hacer eso?

–¿Y ustedes que hacen ahí parados? Esto no es una película, váyanse de ahí. -Antonio se había puesto de pie y se puso la toalla. Levantó a Aurora del suelo.
–¿Cómo te sientes?
–Un poco mareada.
–Es normal. ¡Tres orgasmos me diste! Tus primeros tres orgasmos, eso es un explosión de energia brutal, tienes que sentirte mareada.
–Que vergüenza...yo no debía estar aquí y menos haber hecho lo que hice.
–Lo disfrutaste ¿No? No te avergüences, ni te arrepientas. Tómalo como tu verdadera experiencia en el sexo.
–No me penetraste.
–¿Hizo falta? No necesitas de eso para disfrutar del sexo. ¿Vas a hacer el casting?
–No, yo me tengo que ir...no me siento bien.
–¿Quieres un analgésico?
–No, no, no es ese tipo de malestar...esto que pasó...
–Ya...lo que pasó aqui se queda entre tú y yo.
–Y entre esos tres que nos vieron. No sé como voy a ver a mi esposo a la cara.
–Como él te ve a ti que no te ha dicho que trabaja aquí.

Douglas estacionó el carro sin percatarse que unos metros más allá estaba el de Aurora, su esposa.
Llegó a la entrada e introdujo su clave de acceso, dio error y recibió un sms.
<Usted ya tuvo acceso con esta clave, verifique con la central> –Que raro. -Recordó el mensaje que había recibido y lo revisó. Llamó al productor.
–Estoy aqui afuera y la clave no me sirve, dice que ya estoy dentro.-

Antonio se colocó una franela y un short y acompañó a la entrada a Aurora.
–Ya tienes mi número si decides venir y hacer el casting.
–Ni loca voy a trabajar aquí y menos voy a permitir que me metas eso que tu tienes.
–Asi de grande lo tiene tu esposo.
–Pero no asi de grueso, un horror.
–Te trataré con cariño.
–Que vergüenza hablar esto contigo que apenas te conozco.
–Acabamos de tener un encuentro maravilloso, ya nos conocimos, te conociste y te conocí...
–Esto no volverá a suceder Antonio, esto termina aqui.
–Yo no creo.
El productor pasó entre ellos. –Antonio, ya te toca ir a escena. ¿Vas a quedarte para el casting? Me dices ahora que voy a la entrada.
–Voy con usted, ya me voy.

–Hola Douglas pasa.
–No sé que pasó con la clave, me dice que ya la había usa...do...¿Aurora? -Douglas se puso pálido.
–¿Se conocen? Convéncela para que castee.
–Es mi esposa Leopoldo...¿Que haces aquí?
–¿Qué haces tú aquí, Douglas?
Esta hembra reclamándole al marido bien caretabla y me acaba de regalar tres orgasmos. -Pensaba Antonio viéndolos.
–¿Cómo llegaste aquí, cómo entraste...? Te metiste en mi correo.
–Te monté un detective.
–Ooookey tengo trabajo que hacer, resuelvan sus cosas, Antonio prepárate, Douglas, hoy es tu día.
–¿Su día, de qué? Oiga, oiga, ¿Que quizo decir ese hombre?
–¿Cómo se te ocurre ponerme un detective?
–¿Y que quieres que hiciera? Estabas muy raro, comprando ropa, vas al gimnasio, te perfumas en exceso...Algo hay... Lo que no me imaginaba es que fuera esto. ¿Aquí si te hacen lo que te gusta, lo que yo no te hago?
–Pues si...pero caí aqui por casualidad, porque acompañé a nuestro hijo.
–No quiero seguir escuchando. 
–Luego hablamos en casa, tengo que trabajar.
–Ay, así, tan tranquilo, voy a tener sexo mi amor, hablamos en casa. ¿Con quién vas a tener sexo, con cual zorra de este lugar?
–Conmigo, hola Douglas, no soy zorra señora, soy una actriz. -Aurora se volteó a ver a la chica que hablaba, cuando la vió de arriba a abajo quedó impactada. Una chica superdelgada, blanca, dos colas de caballo y pollina. La mujer no le daba más de 16 años. Se puso la mano en la boca.
–¿Tienes sexo con niñas menores de edad? ¡Eres un pedófilo! Pero ¿En que estás metido tú, enfermo?
–Aurora, deja que te explique.
–Señora, yo no soy menor de edad, tengo 19 años. -A Aurora se le revolvió el estómago y se apoyó en la pared vomitando.
Douglas llamó a Leopoldo para decirle que iba a llevar a su esposa a casa.
–Te quiero aqui en dos horas, vamos a adelantar otras escenas para esperarte.

Douglas la sentó en el asiento del copiloto, le puso el cinturón de seguridad. Se fueron en el carro de Aurora.
Entraron al edificio. Aurora miraba por la ventana, estaba llorando.
–¿Te sientes bien, puedes levantarte?
–Hoy Antonio me enseñó lo que era un orgasmo.
–¿Qué?
–Tuve tres orgasmos, ese hombre logró que tuviera tres orgasmos Douglas.
–¿¿¿Tuviste sexo con Antonio???
–Si...sin penetrarme, Douglas.
–¿Y tú me dices eso asi, tan tranquila?
–Me dejó relajada, serena y centrada, tanto así, que quiero el divorcio. No me sirve seguir contigo.

Solo quiero que seas en mi vida el padre de mi hijo.