HUEVOS REVUELTOS. 207

 

–¿Me vas a acompañar a la consulta?

–¿Para qué?, ya te quitaron los puntos, no tengo que hacerte las curas, el dilatador te lo pones tú, ya no me necesitas. Es más, ya me puedo ir a tu país para comenzar a trabajar de manera presencial.

–Pero hoy me quitan las gasas, me limpian y veremos como me quedó la vagina y además en un mes comienzo el gimnasio. ¿Te vas va perder estrenar este coño cero kilómetros?

–Ya, si estás pendiente de follarte a Mauricio antes que yo.

–Deja los celos gallego, que estoy convenciendo al Doc que se venga con nosotros y comience a hacer una nueva vida en nuestro país. Quiero vivir con los dos, yo no sé porque te molestas si me folla Mauricio.

–Joder porque somos novios y quiero probarte yo primero no el gilipollas ese.

–¿Somos novios? Me estoy enterando.

–Desde que te estás hormonando estás cambiadísimo. Ya no eres tan femenino, ahora te comportas como un chico, algo pretencioso y mira que ahora tienes un coño entre las piernas, algo paradójico.

–Por cierto, mira...me están saliendo vellos en el pecho, me voy a dejar la barba.

–Estás loco.

–Ay Miguel, deja la quejadera...tú también has cambiado, antes eras más relajado....entonces, ¿Somos novios?.

–Ve a la consulta, te espero aquí.

Raúl estaba acostado con las piernas abiertas apoyadas en dos pedestales de acero. Mauricio le retiró el dilatador.

–La vagina está hermosa, rosada, húmeda y ha cicatrizado muy bien.

–¿Te gusta como quedó tu obra? ¿Meterías tu vergota ahí dentro?

–¿Quieres verla?

–Por supuesto. No te creas, no siempre está húmeda, más bien se reseca, cuandole coloco el dilatador, lubrica.

–Poco a poco Raúl. Hay que tener paciencia, por lo menos año para ver bien los resultados.

–¿Un año? ¿En un año no voy a poder tener relaciones por ahí?

–No chico, claro que si, va a depender de como sientas la penetración, las dimensiones, es cuestión de ir adaptándote, recuerda que es una vagina construída, hay una cavidad natural pero hubo que hacerla.

–Entonces creo que comenzaré contigo. Miguel tiene el pene gordo y grande, el tuyo es normal. -Mauricio levantó la mirada para ver a Raúl, mientras limpiaba la zona. Se sonrió y movió la cabeza. 

–El tamaño del pene no es lo importante Raúl, es como se sienta la persona que lo tiene y como lo usa.

–¿Y tú te sientes bien con lo que tienes, lo sabes usar?

–Sigue usando por dos semanas más el siguiente dilatador. Si ves algun secreción extraña, percibes un olor raro en la zona, me avisas inmediatamemte.

–¿Por qué no me respondes?

–¿Que quieres que te responda?

–No te hagas el gafo.

–Como yo me sienta con el miembro que tengo no es asunto tuyo y menos mi desempeño.

–¿No quieres probar tu obra de arte? -Raúl le estaba tomando fotos para su archivo.

–No sé porqué te hago caso y no dejo pasar a la enfermera.

–Porque en el fondo te gusta quedarte a solas conmigo, por cierto Doc, toca mi cara y mira el pecho.

–Era lo que querías no. Te estás metiendo una bomba...hay que dosificarlo, puedes padecer de calvicie.

–Noooo, no me digas eso.

–Ya estamos listos. Te veo en 15 días.

–¿Cuando puedo comenzar el gimnasio?

–En un mes Raúl y no te vuelvas loco.

–¿Será que me puedes coger por el culo, puedo?

–Trata de aguantar hasta que nos volvamos a ver y ya con tu pareja van viendo como te vas sintiendo, recuerda que ambas zonas están cerca y el movimiento puede hacer que te duela internamente la vagina aún cuando la penetración sea anal.

–¿Por que haces que no es contigo? Coño quiero que me cojas tú, deja de evadirme.

–BASTA RAUL, TÚ ERES MI PACIENTE Y YO TU MEDICO ESA ES LA UNICA RELACIÓN QUE QUIERO CONTIGO.

–Te lo he mamado dos veces.

–Eso no es nada, fue un desliz. -Raúl lo besó pero Mauricio no repondió al beso y se volteó.

–Ya vete.

–Quería proponerte que te mudaras...a mi país, que vivas conmigo, con Miguel y conmigo.

–Ya una vez viví en tu pais una temporada cuando hubo la tragedia del litoral. Una ayuda humanitaria. No voy a hacer esa loquetera que quieres, no voy a vivir con dos hombres.

–Que esos dos hombres me cojan y se cojan entre ellos. 

Mauricio cerró la puerta del consultorio y regresó. –¿Raúl tu piensas que la vida es tirar y tirar y a ver cuantos hombres pasan por tu cama? ¿Tu me ofreciste más dinero para hacerte una vagina para seguir llevando a mas hombres a tu cama?.

–Yo me operé y me puse una vagina Mauricio porque estaba harto del colgajo que tenía entre las piernas, quería tener algo útil, que le pueda sacar provecho, mientras tenga juventud lo haré, estaré en la industria del porno hasta que me cuelgue la piel, porque quiero vivir de eso, de lo que me gusta, y no, la vida no es solo sexo, quiero conseguirme a alguien con quien compartir, coño y si son dos pues mejor, ¿que me gusta un daddy y me mantenga? Si, pero resulta que ya genero dinero por mi mismo y pronto esta cuca va a facturar más y no dependeré de ningun viejo que me mantenga y buscar de una puta vez el verdadero amor que no tuve en mi casa...-Se le quebró la voz y no pudo seguir hablando, Mauricio se le acercó y lo abrazó.

–Tu papá te ama, me consta, no puedes decir lo contrario.

–Mi mamá me odia, no quiere saber de mi.

–Dale la vuelta, demuéstrale a tu madre que vales, que independientemente de lo que hagas o seas, seas el mejor en lo que hagas, siéntete primero tú orgulloso de lo que haces para que los demás vean eso en ti. -Raúl se incorporó y abrazo de frente a Mauricio.

–Gracias...y disculpa mi actitud tan invasiva.

–¿Te has dado cuenta que desde que te estás hormonando ya no hablas en femenino? Ojo no critico lo anterior pero me pareció curioso.

–Miguel me lo comentó también.

–A lo mejor es sugestión, te hormosnas y te pones macho.

–Creo que eso es parte del cambio que quiero hacer...verme masculino y de repente vean la vagina. Quiero un cambio radical en mi vida.

–Si quiero hacer el amor contigo Raúl...pero no es ético.

–¿Quién tiene la razón sobre que es ético o no? Eso es muy personal, creo yo.

–En fin Raúl...cuida tu vagina, está hermosa y sana.

–Eso haré. Lo de venirte a mi país es en serio Mauri, me encantaría.

–No me decían Mauri desde hace años, solo mi mamá lo hacía. Voy a pensarlo.

–En dos meses me voy.

–En 60 días pasan muchas cosas.

Se dieron un beso y Raúl salió del consultorio. Mauricio se quedó llorando.