jueves, 30 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 253

 


Castro se quitó la ropa, se puso un bóxer y una franela. Abrió el armario buscando una botella. No consiguió y fue a la cocina. Tomó la botella, la abrió y comenzó a beber. Fue a la habitación de Yuridia.

–Sal del cuarto.
–Está dormida.
–No la voy a despertar, quiero darle un beso. 
–Debes tener aliento a alcohol.
–Te dije que te salieras niña. -Se sentó en la cama, Naya salió de la habitación.

–Voy a esperar que se duerma, si se bebe toda esa botella será perfecto.

Castro le pasaba los dedos por el cabello de la niña mientras una lágrima corría por su mejilla. –Si mi flaco no está conmigo no quiero vivir, pero tengo que hacerlo porque te tengo mi amor. -Le dio un beso en la cabeza.

Salió de la habitación y se encontró nuevamente a Naya.
–¿Tu mamá a que hora llega?
–En la noche, supongo.
–Ok, voy a dormir, no me molestes, no me pases llamadas ni nada, quiero dormir, si se levanta la niña, encárgate.
–Si señor, a su orden. ¿Quieres que te prepare algo de comer?
–Lo que quiero es que no molestes, ¿Es mucho pedir?
–No..pero que carácter.

Entró a su habitación y comenzó a beber de la botella, se acostó en la cama y encendió el televisor.
–Voy a esperar a que el estúpido este se duerma y entro. -La chica esperó media hora y se acercó a la puerta, pegó el oido a la puerta y escuchaba el televisor encendido y a lo lejos unos ronquidos. Fue a buscar la cámara y regresó. Con cuidado abrió la puerta y ahí estaba Castro dormido, roncando. La botella estaba casi vacía. Naya colocó la cámara en el mueble, se quitó la ropa, se acercó a  Castro y con dificultad le bajó el bóxer.
–Dios mio, esto es enorme...como me lo voy a meter. -Se acercó a la cámara y la encendio, regresó donde estaba Castro y comenzó a mamarle el enorme pene. Lo cogía con sus dos manos y abría su boca, lo iba metiendo y miraba a la cámara. Castro dejó de roncar y movía las piernas, Naya se detuvo sin soltar el pene.
–Sigue flaco...mama, mama. -La chica siguió mamando sorprendida de las dimensiones que tenía el pene en erección. Buscó en la mesita de noche alguna crema o lubricante, vio un tubo de gel y se colocó en la vagina y en el culo, también a Castro.
–¿Cómo hago para meterlo? -Colocó las piernas al lado de las caderas del hombre y se puso de cuclillas, tomó el pene y comenzó a introducirlo.
–Aaau,au, duele. -Miraba a la cámara arrugando la cara, cerraba los ojos mientras el pene apenas entraba. –Aaay, ay, coño. -Co una mano sostenía el pene y la otra la apoyaba en el pecho de Castro. –Aaaay coño, que dolor, ay. –Con sus dos manos se abrió los labios y se sentó. Apretó los dientes y cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás, aguantando el dolor mientras el grueso pene seguía entrando. Entró por completo, la piel de Naya estaba totalmente erizada, no se movía esperando que se le pasara el dolor y dilatara un poco, comenzó a levantarse suavemente. –Mi flaco, te amo, te amo. -Castro puso sus manos en las caderas de la chica apretando, ella se levantaba y volvía a bajar, el dolor seguía pero ahora el pene entraba con facilidad. Las piernas le temblaban. Se levantó lentamente viendo como el pene salía de adentro. –Aaaaaah, aaaah. -Un pequeño chorro de flujo se escurría de su vagina. –Lo logré, ahora me lo voy a meter por el culo. -Tomó más lubricante y se colocó en el culo y embadurnó el pene del hombre. Se introdujo dos dedos y volvió a ponerse de cuclillas sosteniendo el pene.
El pene se abría camino. –Aaay, me hace...au, daño...aaay, ay, ay. -Apenas el glande entraba. Volvió a erizarse, esta vez todo su cuerpo temblaba.

–Castro, llegué. -Naya se puso tensa, la puerta se abrió. La chica le dio una fuerte cachetada a Castro, pegó un grito y se lanzó al piso.
–¡Naya! 
–¡Mamá , me violó, me violó ¡Mamá...ayúdame, ayúdame!
Francia impactada por la escena, Castro no entendía lo que pasaba. La enfermera vio la botella de whisky mientras su hija lloraba desconsoldamente.
Ay Dios mio, espero que me crean que este tipo me violó. Pensaba Naya, nerviosa y tirada en el piso llorando.

Castro, sin entender nada se levanta de la cama mareado y ve a Naya en el suelo llorando, sale de la habitación y ve a Francia.
–No sé que pasó...Francia...yo...
–¡No te acerques! -Francia estaba al teléfono llamando al 911 con un arma en la mano. -No te acerques o te disparo. –Aló por favor vengan a mi casa, un hombre acaba de violar a mi hija.
–¡Yo no he violado a nadie, no se que pasó! -Castro se le abalanzó a Francia, ella gritó y accionó el arma, el disparo le dio en el hombro. 
–Aló, aló, vengan pronto...por favor. Calle Salvador....edificio...257...apartamento 8A...-Colgó y seguía apuntando a Castro, las manos le temblaban, el hombre se apretaba la herida, la bala le rozó el hombro. Un fuerte dolor de cabeza le impedía abrir los ojos. Naya salía de la habitación desnuda llorando, Francia se acercó y la abrazó. Busco algo para taparla.
–¿Estás segura que Castro abusó...de ti?
–Mamááá...ese hombre es un enfermo, un salvaje, llegó...borracho.

10 minutos después, Castro estaba en el suelo al igual que Francia que lo seguía apuntando. Llegó la policía y los paramédicos

–Yo no hice nada oficial, esa niña miente.
–Mejor quédese callado, lo que diga puede ser usado en su contra.
A Naya y a Francia se la llevaron en la ambulancia para hacerle el chequeo de rigor y luego rendir declaraciones.

–¿Puedo hacer una llamada?
–Puedes, cinco minutos. Busca un buen abogado, una violación y encima a una menor de edad, te vas a podrir en la cárcel, aparte de la bienvenida que te van a dar.
–Flaco, flaco, soy yo, Castro, no me cuelgues, avisa en el bufete, estoy detenido, me están culpando de algo que no cometí.-
–Castro, ya ya, ¿Qué pasó?
–Me culpan de haber violado a una chamita de 16 años, yo no lo hice, fue esa niña flaco, yo no le hice nada...yo....-El policía cerró la llamada.
–Listo grandulón, vamos al calabozo.

Tres horas después, luego de hacerle los exámenes y confirmar que en efecto hubo penetración anal y vaginal, Naya y Francia fueron a la policía a poner la denuncia junto con el informe forense.

Jaime y Oto estaban en la comisaría hablando con la policía un fiscal del Ministerio Público y escuchando de que iba la denuncia. Oto se acercó al calabozo para hablar con Castro.
–Te lo juro chamo, te juro que yo no la violé.
–El informe dice que hubo penetración, hay lasceraciones.
–Coño, ¿Tú has visto la verga que me gasto? De bola que las hay, esa carajita me violó a mi Oto, te lo juro, yo estaba totalmente borracho.
–Está complicado probar lo contrario pero vamos a ayudarte a que salgas lo mejor posible de esto.
–¿Cómo está mi flaco?
–Lo dejaste preocupado, pero conociendo como te conoce, no le extraña que hayas tenido relaciones con esa niña.
–Qué bolas tiene Tin de pensar eso de mi...esa niña quiere conmigo, esa niña se me insinuó hace unas semanas...y hoy se aprovechó de mi borrachera....
–Ya...ahora vas a rendir declaraciones, Jaime está tratando de que te fijen una fianza para que quedes libre mientras se da el juicio.

Otras tres horas después, Castro firmaba su declarción, frente a su abogado y el fiscal. Lograron fijar una fianza y Castro se fue a su casa esa tarde, pero no puede salir de la ciudad mientras comienza el juicio y tiene una orden de alejamiento. No puede acercarse ni a Naya ni a Francia.

Antes de ir a su casa el fiscal y un policia acompañaron a las mujeres a buscar todas sus pertenencias en el apartamento de Castro, luego él podría ingresar. Lás sábanas de la cama se las habían llevado como evidencia.

Francia se fue a casa de una amiga con su hija que no habló más luego de dar declaraciones.
–Me voy a encargar que este tipo se pudra en la cárcel con lo que te hizo mi amor, te lo juro, va a pagar, lo soltaron, pero va ir preso, por más abogados que tenga lo voy a meter preso. Abrazó a su hija.
Naya se sonrió. –Va preso, pero cumplí mi promesa, ese hombre me cogió. Tiene un pene enorme pero me lo tiré. Yo me quiero morir...yo no quiero volver a verlo.
–Ya mi amor, ya, tranquila, vamos a salir de esto, tranquila, yo estoy contigo. Ambas comenzaron a llorar.

Castro en su apartamento, le daba vueltas a la cabeza pensando como salir del grave problema en que lo había metido la chica. Llamó a Agustín.

–No sé si creerte Castro, tu comportamiento en los últimos meses me hacen pensar muchas cosas.
–Tin a veces pienso que nunca me amaste, estabas conmigo por otra cosa. No sé como puedes pensar que soy un violador.
–Te violaste a Raúl, el hijo de tu socio.
–A él le gustó

–Te lo violaste Castro. No le des vueltas. -Colgó la llamada

miércoles, 29 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 252

 


Mauricio estaba haciendo los últimos ajustes en su nuevo consultorio que compartiría con un colega. Gracias a otros colegas logró a que el Ministerio de Salud y la oficina de extranjería, lo dejaran ejercer su profesión en el país. Pronto podría operar, ya estaba cuadrando todo para hacer la cirugia de reasignación de sexo de manera gratuita a través del Ministerio.


–No sé si fue lo correcto venir a este país, pero creo que será una excelente esperiencia.
–Ese niño te encanta hermanito.
–¿Y tú te piensas quedar en este país también?
–Yo y mi novia, tu ex.
–Roberta, no me digas esas cosas...estás empatada con mi esposa, porque todavía es mi esposa.
–Tienes que resolver eso, porque nosotras queremos casarnos y tú querrás casarte con Raúl.
–¿Te estás escuchando? Pretendes casarte con mi esposa. Yo todavía...-Roberta lo besa en la boca.
–¿Todavía la amas? Te dijimos que puedes tener sexo con ella y con Raúl si quieres, y conmigo también. Vas a tener tres vaginas, pocos hombres pueden decir eso.
–Eres mi hermana.
–Soy la mujer que te quitó a tu mujer. 
–Yo no voy a tener...-Roberta le puso dos dedos en los labios.
–No digas nada ahora, divórciense y luego hablamos.
–Roberta, no tengo nada que hablar...-Su hermana volvió a besarlo metiendo su lengua. Mauricio se separó y le dio una cachetada, ella se la devolvió.
–Déjame solo Roberta, sal de mi consultorio.
–Marta viene ahora, ¿No recuerdas?
Tocaron a la puerta. –Ya llegó, yo abro. -Roberta fue aabrir la puerta y se sorprendió. –Eeh no es Marta, es tu novio y...-Vio a la muchacha de arriba a abajo sonriendo. –...una chica.
–Hola Roberta, te presento a Cristina, mi novia virtual.
–¿Novia virtual?
–Ay si, mi mamá que quiere hacer las pases conmigo y con mi nueva imagen me consiguió una novia pero es más hombre que tu hermano, en fin, la locura. ¿Y mi marido?
–Arreglando unas cosas en la oficina.
–Te encargo a Cristina. –Raúl se se le acerca al oído a Roberta. –Mama cuca divino. -Se va por el pasillo a buscar a Mauricio.

–Hola novio.
–¿Raúl, qué haces aquí, tú no estabas grabando?
–Si pero me escapé, adelanté unas escenas para poder verte y ayudarte un poco. Vine con Cristina. La estoy convenciendo para que haga pelis porno.
–¿Tu quieres meter a todo el mundo a grabar porno?
–Yo los invito, después ellos verán. Aunque está negada a que se la coja un tipo.
–¿Y no hacen peliculas de lesbianas?
–Mmmm no...hay escenas pero todas terminan cogidas por hombres. ¿Te la quieres coger a ver si se desinhibe?
–¿Tú estás demente?
–Marico ¿Tu ex no te propuso tirar con ella, su novia y yo? Una cuca más no cae mal Cuatro cucas para ti solo amor. Piénsalo. -Y Mauricio se puso a pensar y su mente voló imaginando las cuatro vaginas siendo penetradas por él, una al lado de la otra mientras entre las mujeres y su novio se besaban. Tuvo una erección.
–Uy que rico, mira eso. -Le apretó el pene sobre el pantalón y estaba a punto de bajarle el cierre cuando le llegó un mensaje a Mauricio.
–Es Marta, que está afuera, voy a abrirle.
Al llegar a la entrada se consiguen a Roberta y Cristina desnudas haciendo un 69.
–¡Coño de la madre! ¿Que coño hacen? -Raúl las vio y le dio morbo.
–No es por cortarle el rollo, pero afuera está Marta, entren y vístanse. -Corrieron con la ropa al consultorio. Mauricio abrió la puerta.
–Hola esposo. -Le dio un beso en la boca.
–Y tú sigues como si nada.
–Ay Mauri, ya nos contamos todo, nos confesamos, vamos a manejar esto como adultos.
–Adultos liberales, Hola Marta. -Raúl le dio un beso en la mejilla.
–Hola niño, pero tú cada día te pones más guapo.
–Hay que hacer sacrificios para estar guapo.
–Excelente cariño. ¿Dónde está Roberta?. -Raúl miró a Mauricio y le contestó.
–Está en el consultorio, en la computadora.
–Voy para allá.
–No, no, yo la llamo, está con mi novia.
–¿Novia? -Raul corrió al consultorio, entró y no estaban, escuchó gemidos que venían del baño, abrió la puerta.
Roberta y Cristina se lamían sus vulvas mutuamente, Raúl las veía.
–Se ven hermosas lamiéndose, pero allá afuera está tu novia, pregunta por ti.
–¡Ay Dios mio!
–Relájate chica, cuando conozcas a Marta estaremos las tres en la cama. -Mientras hablaba y se vestían, Raúl les veía las vaginas a ambas.
–Parece que te gusta más una cuca que un pene.
–No...es que detallando las de ustedes, la mía es igual...Mauricio hizo un excelente trabajo...
–Bájate el pantalón para verla, no me la has mostrado.
Raúl se desabrochó el pantalón. –Te va a encantar. -Le dijo Cristina a Roberta. -El chico dejó caer el pantalón y se bajó el interior. Roberta abrió los ojos al ver lo velluda de la zona, aunque no era exagerado. 
–Que belleza, ¿Puedo tocarla?
–Tocarla y si quieres métele los dedos. -Roberta se acerca y mira a Raúl a los ojos.
–¿Quieres que te la toque? -Puso su mano en la vulva.

–Ya va a salir nuestro divorcio, bueno, no exactamente comienza el proceso con el Ministerio de relaciones exteriores y el consulado.
–¿Y luego que?
–Me caso con Roberta y tu con Raúl, ¿Bueno y Roberta por qué no viene? Voy a entrar.
–No...espera.

Raúl se estremecía mientras Roberta introducía sus dedos, Cristina la besaba y a su vez Raúl las besaba a ellas.
–¿Qué es esto? ¡Roberta!
–Amor tienes que ver lo que hizo mi hermano con este carajito.
–¿Y esta quien es?
–Te dije, mi novia, virtual, el parapeto.
–Ay chico, no me digas así.
–¿Esto es lo que ustedes quieren para nuestars vidas ahora?
Roberta, Cristina y Raúl estaban con los pantalones en los tobillos mostrando sus vaginas.
–Te lo dije novio, vas a tener cuatro cucas para ti, cualquier hombre te envidiaría. Marta, bájate la falda y muéstrale a tu marido.
–¡YA BASTA, VISTANSE Y SE SALEN DE AQUI! TU NO. USTEDES SE VAN, YA VINIERON A DECIR LO QUE TENIAN QUE DECIR PERO SE VAN.
–¿Yo me puedo ir con ustedes dos? -Marta veía a Cristina acomodarse el pantalón. Vio a Roberta.
–Vamos a llevarla al apartamento y la pruebas.
–Ah ya tu la probaste.
–Ay mi amor, esa le dio lengua pareja antes que llegaras 
–¡RAÚL! -Mauricio se pasaba las manos por la cara y se las llevaba detrás de la cabeza. Las mujeres se fueron.

–No puedo creer lo que acabo de ver hoy aquí.
–Tres cucones, bueno, cuatro, la de Marta ya la has visto.
–No me refería a eso Raúl. ¡Ustedes están locos!
–Loco vas a quedar tu mamando cuca y cogiéndotelas.
–Mejor vete carajito.
–Llévame a la productora, anda, yo luego me voy por mi cuenta o me dan la cola, pero llévame.

–Vámonos.
Ya en el carro y luego de 15 minutos en silencio, Mauricio habló.
–¿Cómo voy a pensar en casarme contigo si ustedes quieren un poliamor bizarro y encima tu trabajando en esa vaina de las peliculas. Yo quiero un amor, el tuyo, tú y yo.

–Mauricio estamos en el siglo 21, despierta, el amor se ha transformado, todo cambió, tienes que evolucionar, el amor es diverso. Déjate llevar por esta corriente.






martes, 28 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 251



Ignacio llegaba a la sede del banco para verse con la mujer del banco, la que le aprobó el crédito la primera vez gracias a la ayuda del policía Eloy, su expareja que se quitó la vida. Ahora era Ignacio, que tuvo que acostarse con ella para conseguir otro crédito. Pero no se esperaba que Alicia, la gerente, lo volviera a llamar para repetir. De nuevo se tomaba una pastilla para poder rendir.


–Pasa Nacho, adelante.
–Hola Alicia. -Se le acercó para darle un beso en la mejilla. Se sentó frente a ella en el escritorio.
–Bueno, ya estoy aquí. ¿Le damos? 
–Chico pero, ¿Estás apurado?
–No...no...nervioso, que tontería, ya estuvimos juntos.
Alicia se le quedó mirando, Ignacio también la veía pero bajó la mirada, movía nervioso las piernas, su pene comenzaba a moverse entre sus piernas.
–Vamos a ser algo. Te invito a mi apartamento y así estamos más cómodos.
–¿A tu apartamento?
–Si, así lo conoces. Y cuando quieras te quedas a dormir.
–Oye Alicia, yo te agradezco la invitación pero, pasó lo que pasó por una razón, el crédito y creo que estás desviando las cosas. 
Alicia se levantó y se fue detrás de la silla de Ignacio, le puso las manos en los hombros.
–Nacho, Nacho, relájate...vamos a disfrutar el momento. Lo hacemos y firmas los documentos. Nos va a llevar el chofer, luego él te lleva a tu casa.

Mientras iban en el carro, ambos en el asiento de atrás, Alicia le tocaba la entrepierna. Tenía el pene erecto. –No pareces nervioso. Esto está duro. -Ignacio miraba al chofer y luego a Alicia. –Tranquilo, él es chofer, solo está pendiente de la vía y tiene puesta la radio. Podría hacerte sexo oral y no se enteraría. -Puso su mano en la cremallera para bajarla, pero Ignacio le tomó la mano.
–Vamos a esperar a llegar ¿si?.
–Como ordene el señor.

Llegaron al apartamento. Alicia dejó la carpeta en la mesa mientras Ignacio observaba el penthouse. Un loft gris todo industrial con toque de colores en algunos puntos.
–No te quedes ahí parado, luego puedes disfrutar del penthouse. Vamos a la habitación.

Alicia se bajaba de encima de Ignacio que estaba con la respiración agitada, igual ella.
–Wow...mejor que la otra vez. Niño pero sigues con el mastil firme ¿Seguimos? -Alicia comenzó a mamarlo.
Ignacio comenzó a acariciarle el cabello.
–Alicia, Alicia, para, ya va.
–¿Qué pasa?
–Es que...-Se acomodó en la cama y se sentó. –...A ver... Este, ya lo hicimos, la otra vez y ahora, me dijiste que el crédito está aprobado, entonces quiero firmar los papeles e irme.
–¿Pero cuál es tu problema y la angustia?.
–Alicia, soy gay...hice esto para que me aprobaras el crédito...yo.... -Alicia se levantó y salió de la cama.
–Sé que te mentí...pero coño necesito la plata.
–Nacho, Nacho...tuvimos sexo dos veces, maravilloso el sexo. ¿Tú crees que me importa si eres gay?
–Me tomé unas pepas en las dos oportunidades.
–Me impresiona lo que has hecho para conseguir lo que quieres. Te pareces a mi. -Dejó al muchacho en la habitación y, así desnuda, se fue a la sala a buscar la carpeta. Tomó un bolígrafo y regresó a la habitación.
–Toma. -Le lanzó la carpeta y el bolígrafo. –Pon tu firma donde dice tu nombre bajo la línea.
–Gracias... De verdad que es una gran ayuda y disculpa lo malo, toma.
–¿Sabes que hasta que no introduzca esta carpeta firmada no está el dinero en tu cuenta?
–¿Esta perra me va a joder hasta el final, quiere seguir tirando?. Bueno...si.
–Te propongo algo. Te doy el crédito, te lo regalo, yo lo pago, pero te vienes a vivir conmigo mientras consigues apartamento. O si quieres vives conmigo y disfrutas ese dinero para tu negocio o para ti. Este loft es inmenso para mi sola.
–Y si me niego.
–No tendrás el credito y libero los intereses del otro crédito. No queremos llegar a eso.
–Soy gay Alicia, me gustan los hombres.
–¿Necesitas más pepas? Yo te las compro. Puedes seguir revolcándote con los machos y si tienes novio. Pero vives conmigo.
–¿Pero por qué yo? Tanto hombre que puedes conocer.
–Me gustas tú, me gustaba Eloy pero se mató.
–¿Puedo pensarlo?
–Claro mi amor, mientras lo piensas la carpeta estará archivada.
–¿Me puedo ir?
–Nacho, no estás preso ni secuestrado. Dúchate, come algo y luego el chofer nos lleva, a ti a tu casa o trabajo y a mi al banco.

Luego de ducharse y vestirse, Ignacio sale a la sala donde se encontraba Alicia sentada en una mesa de vidrio con un laptop, sus lentes puestos y totalmente desnuda.
–¿Ya estás listo el hombre?
–Si...
–Estoy trabajando, aprovecha y come algo, busca en la cocina, hay cerveza, si quieres vino abre una botella y me sirves una copa.
Ignacio entra en la moderna cocina y estaba impresionado, abrió la enorme nevera y había de todo, embutidos, quesos, aceitunas, huevos, verduras, cervezas, cremas para untar, frutas, yogures.
Mierda, hay de todo, voy a abrir una botellita de vino. -Cierra la puerta de la nevera y se le aparece justo ahí Eloy, Ignacio se quedó inmóvil y se puso pálido.
–Tíratela, chuléatela, si te trajo a su casa es que le gustas que jode papi. Mámale la cuca y la vas a enloquecer. -Ignacio cerró los ojos y los volvió a abrir y Eloy había desaparecido. Se sostuvo de la nevera para que se le pasara el mareo, sacó una cerveza y la bebió.

Se acercó a la mesa donde estaba la mujer y le dejó un plato con quesos y embutidos y la copa de vino. –Qué lindo, gracias, ya voy a terminar y nos vamos. -Ignacio se agachó y le dio un beso en la boca, se colocó frente a ella en el escritorio. –"Mámale la cuca y la vas a enloquecer"- Ignacio miraba a Alicia que estaba concentrada en el monitor, él se agachó y se metió debajo de la mesa llegando a la entrepierna, le abrió las piernas y metió su cara. –Mierda, ¿Qué coño estoy haciendo? Le voy a mamar la cuca a esta tipa.  -Sacó su lengua y comenzó a moverla, Alicia se quitó los lentes y echó la cabeza hacia atrás, gemía y movía sus piernas. Luego de unos segundos, soltó un grito y la boca de Ignacio se mojó en flujo. Soltó un suspiro y acostó la cabeza en el vidrio.

Un silencio invadía el auto, no había música, solo se escuchaba el sonido del aire acondicionado.
–Lo que me hiciste en el escritorio no lo voy a olvidar jamás. Serás gay pero sabes como excitar a una mujer. Sería un orgullo darte un hijo.
–¡No me jodas que estás preñada!
–Tomo pastillas y tengo el aparato, tranquilo. Y ya tengo 42 años.
–Todavía puedes tener hijos.
–¿Tú quieres tener hijos?
–No sé...

Ya lo averiguaré ahora que me quite el aparato y deje las pastillas. Ser la madre de tu hijo me hará feliz. -Pensaba Alicia mientras tomaba de la mano a Ignacio.



lunes, 27 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 250

 


Castro había dormido junto a Agustín, en la misma cama, pero no lo tocó, no lo abrazo y no hubo ningún roce. Se levanta con sumo cuidado para no despertarlo y va al baño a orinar.

Se baja el interior, toma su pene y lo acaricia, aún estaba erecto y le costó orinar. Lo sacude y como puede lo acomoda en el interior, se lava las manos y coge u poco de pasta dental y con el dedo se la pasa por los dientes, toma enjuague bucal y hace gárgaras. El pene no se le baja. Decide masturbarse.
Se queda frente al lavamanos y se baja el interior a medio muslo y comienza a agitar su pene, sabe que va a tardar y pellizca sus pezones para adelantar la eyaculación. Siente que llega el momento y aprieta los dientes para no gritar pero igual lo hace descargando una buena cantidad de semen que mancha el lavamanos y el grifo. Limpia el desastre, se lava el pene y sale del baño para ir, en interiores, a la cocina.
–Necesito beber. ¿Habrá algo en esta casa? No creo, Héctor lo tiene prohibido.
–Tú tambíén deberías tenerlo prohibido.
–Coño...me asustaste ¿Qué hora es? -Castro se voltea y Jacinto le ve el enorme pene oculto en el interior blanco.
–Laaaas...seis pasadas.
–Temprano, tengo que ir a trabajar.
–¿Te puedes vestir?
–¿Para qué? Aquí hay puros hombres, ¿Cuál es el peo? En ese cuarto está mi suegro y en el otro mi esposo y bueno, tú, otro hombre. Relájate.
–Si quieres desayunar, ahi consigues que comer, voy a ver como está Héctor.
–Vaya, mientras monto café.

Jacinto se acercó a la habitación y con cuidado abrió la puerta y entró. Vio a Hector a oscuras revisando su celular.
–¿Qué haces despierto?
–No tengo sueño.
–¿Quieres desayunar?
–Acércate negro.
–No me llames así.
–¿Te ofende?
–No...así me llama...un guevón. Olvídalo.
–El ex...ok.
–Dime. -Jacinto se sienta en la cama cerca de Héctor.
–¿Cuándo me vas a coger?
–¿Vas a seguir con eso?
–Yo no te puedo coger, no se me para.
–Ni lo uno ni lo otro. -Hector le puso la mano sobre el pene apretando el pantalón.
–¿No te quieres coger a un chueco como yo, un minusválido?
–No es eso...es que...-Hector se levantó como puedo y le dio un beso en la boca.
–Anda, hazme el amor, estoy jodido pero todavía quiero tener sexo.

Castro montó la cafetera y fue a la sala, miraba los cuadro, estaba ansioso.

–¿Eres como el negro de whatsapp?
–Estoy muy lejos de serlo. -Se bajó el interior.
–Coño, pero es negro.
–¿Que creías que ibas a ver un tequeño crudo? -Hector lo tomó con su mano y lo apretaba mientras sentía como crecía.
–No...pero es más negro que tú, tienes un guevazo. -Hector se lo metio en la boca.

Castro se rascaba los testículos mirando por el balcón y esperando que el café saliera. De pronto escuchó el gorgojeo de la cafetera cuando ya termina de salir y corre. Oye ruidos que vienen de una habitación, se acerca a la de Agustín pero no escucha nada, se acerca a la puerta de la habitación de Hector.

–Aaau coño...despacio, ay, ay...coño, que rico, chamo dale despacio, tengo tiempo que no me cogen au, au, au, aaaay así.
–Ya está adentro, ¿qué tanto te quejas? -Jacinto lo penetraba de lado, Héctor apenas podía levantar la pierna aunque era la buena. El oscuro pene entraba y salía del culo ahora con facilidad. Brillaba por el lubricante.
–Dale más duro papá.
–¿Seguro?
–Si.
–Coño se están cogiendo al suegro, quiero ver eso.

–Aaaah, aaaah, aaah, aaah, daaaleee, coño, coño. Ay negro, bájale, bájale...aaay, ay.
–¿Lo saco?
–Noooo, pero ya va...déjame...aaaaauu.
–Lo estaba metiendo, se salía. ¿Sigo?
–Si, ya va, déja que me ponga bien de lado, ya va, coño.
Castro. Tenía la oreja pegada a la puerta cuando vuelve a escuchar gritos. Abre con sumo cuidado la puerta. Jacinto le daba la espalda a la puerta así que Castro le veía las redondas y duras nalgas al hombre. Se contraían con cada empujón. Se escuchaban los quejidos de Hector y Castro se estaba excitando.
Quisiera acercarme y meterlo entre esas negras nalgas, que divino. Pensaba Castro mientras acariciaba su enorme pene sobre el interior.
Jacinto no paraba de moverse y Hector de gemir. Castro entró lentamente y se puso justo detrás de Jacinto.
Acercó su mano y tocó las nalgas de Jacinto, que las contrajo al sentir el contacto se detuvo y brincó del susto al ver a Castro de pie a su lado.
–¿Qué, qué carajo haces?
–Escuché ruidos y me acerqué. -Jacinto se tapó y Hector se dio la vuelta.
–Cooooño, Castro. Ni de vaina me voy a meter esa vaina que tienes tú. Primero porque es enorme y segundo eso ya tiene dueño y es mi hijo. ¿No te enseñaron a tocar la puerta antes de entrar?
–Disculpa suegro...ya los dejo. -Castro salió y se fue a la cocina apoyándose del mesón, estaba sudando frío y el pene erecto al extremo.
–¿Qué haces ahí con el guevo parado? -Agustín no le quitaba la mirada al enorme miembro de su ex. –Estás bañado en sudor, ¿Qué estabas haciendo? -Miró a la habitación de su papá y volvió a ver a Castro.
–Vete de mi casa Castro, vete de mi casa y no vuelvas. Eres un enfermo.
–¿Qué dices?
–Vienes del cuarto de mi papá. ¿Te los cogiste a ambos?  ¿Te gustó?
–No es lo que estás pensando.
–Si entraste entonces.
–Si, pero no pasó nada flaco, nada, te lo juro. Te lo juro amor, solo, solo los vi...estaban tirando.
–¿Mi papá y Jacinto? ¿Qué coño dices?
–Me tomo el café y me voy, tengo que trabajar.

Castro se vistió y se fue sin despedirse de nadie. Necesitaba beber pero las licorerías seguían cerradas. Se fue a una zona popular y encontró una bodega abierta y compró anís. Tres botellas y se fue al auto, abrió una y la bebió ahí mismo. 
Cuando iba por la mitad de la segunda llegó a su al edificio donde vive, completamente borracho, como pudo estaciónó.

–Marica, ese hombre me tiene que coger, no sé como voy a hacer pero lo haré con él.
–¿Y cómo vas a hacer marica? Ya te rechazó.
–Obvio, soy menor, pero...él se la pasa borracho últimamente, lo agarro bien rascao y me monto sobre él.
–Estás loca marica.
–Burda de loca pero es que si tu le ves el guevo a ese tipo también te pones loca. Voy a grabar la cogida para luego mostrarte.
–Ay no marica, ¿qué es eso? ¡Yo no quiero ver eso! 
–Pajúa, te va a gustar. Cuando cumpla 18 si el tipo sigue con mi mamá, se lo tumbo. Chao, chao, te dejo, creo que llegó.
–Hola Castro, tu hija sigue dormida, pero ya debe estar por levan...
–Yo me voy a acostar que estoy mamao, que nadie me moleste, ni tu mamá. Encárgate de Yuridia.
Naya, la hija de Francia, se sonrió. –Hoy es el día, hoy me lo tiro. -Fue a su cuarto y buscó la cámara. –Voy a grabar esto para tenerlo de recuerdo. 

–Ay Castro, me vas a coger y ni te vas a enterar.


domingo, 26 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 249

 


–Mira lo que gane con la cronología de mi operación.

–Marico pero con esto no tienes que trabajar.
–¿Cómo que no? De algún lado tiene que salir el material para alimentar esto. Hago mis videos y algunos me los graban aqui, me pasan algunos videos de 10 segundos que salen de las películas.
–Ok, ok...me voy a abrir un OnlyFans, necesito de verdad dinero.
–Yo te ayudo David. -Raúl le daba un beso en la boca. –Lástima que eres un fucking pasivo, me encantaría que me cogieras.
–Con tanto macho que hay aquí y en la calle y quieres que te coja yo.
–Eres guapo y estás chévere. Bájate el pantalón para verte el guevo.
–No chico, ¿Para que quieres saber? -Raúl se le acercó, su rostro estaba muy cerca del de David.
–Tengo curiosidad de ver lo que no me voy a meter. -Le bajó el pantalón, lo dejó caer y se agachó bajándole el interior. –Waaaao, mírame este pipi...que rico.
–¿Qué, ahora lo vas a mamar? -Raúl levantó la mirada para verlo y se sonrió.

–Tadeo sabes que no te pido nada, no me quejo de nada, yo le echo bolas a cualquier vaina, pero no me pongas a cogerme a Raúl.
–Coño, se puso cuca marico, eso va a disparar la audiencia en las redes. Y contigo congiéndolo.
Hubo un silencio.
–Te confieso que su cambio me decepcionó, el morbo que me daba se fue pal carajo.
–Antonio, firmaste un contrato que lo acabamos de renovar y sabes lo que dice, no tengo que repetirte lo que dice.
–Me jodí entonces, me lo tengo que coger. Me niego.
–Vamos a hacer algo, te voy a pagar un 30% más para que hagas dos peliculas con Raúl, dos y yo me encargo que no grabes más con él.
–Esa es otra Tadeo, metieron a Douglas y ya gana lo mismo que yo ¿Dónde coño quedó la antigüedad, la exclusividad? Ojo, no tengo nada en contra de Douglas, es muy de pinga pero te exijo que me ajustes mi pago. Puede ser ese 30% que me ofreciste por dos peliculas, lo quiero para todo.
–Hecho, lo de Douglas ya lo hablaremos.
–Espero que no sea porque es el padre del guevón ese.
–Cuanto odio sientes hacia ese chamo.
–¡Dos peliculas Tadeo ,dos! Y mi aumento del 30% quiero firmar este acuerdo.
–Sabes que somos serios, ya te llamamos para grabar. Te mando a Candy para que te mantenga el guevo duro.

Raúl se metía todo el pene de David en la boca mientras el chico apoyaba su mano en la cabeza del otro.
–Marico mamas divino.-Raúl sacó el pene de su boca.
–¿Quieres acabar? ¿Te hago acabar?
–Plomo. -Raúl se metió unos dedos en la vagina mientras mamaba con impetú. David puso sus manos sobre la cabeza de Raúl haciendo presión mientras eyaculaba dentro de su boca.
–Marico que acabada más rica.
–Gracias, soy un experto mamando.

RAÚÚÚL, ANTONIO, A GRABAAAR.
–Espero que grabemos juntos, si no se da, se lo propongo al productor.
–Fino, yo no sé si grabo hoy, me llamaron.
–Los primeros días te van a poner a mamar el guevo de algun actor antes de grabar. Que raro que no lo hiciste con Antonio.

Ya en el estudio, Antonio estaba con Candy agachada mamándole el pene para mantener la erección.
–Candy, vete a maquillaje para que te peinen, ven David, ¿Podrás mantenerle la erección a este hombre?
–Si...claro.
–Ay que finoooo, vas a mamar el guevo más enorme de esta productora. -Le dijo Raúl a David que ya se agachaba para comenzar a mamar.
–Hola Antonio.
–Te voy a coger porque sale en mi contrato y porque revisamos mi rango de salario. No tengo ni pizca de ganas de cogerte, prefiero cogerme al que me lo está mamando.
–¿Me vas a decir que no te excita que tenga cuca?
–Para nada Raúl, me baja la paloma verte esa vaina entte las piernas y verte peludo. -David mamaba pero escuchaba la conversación y ae sentía incómodo.
–¿En serio?
–Además, regresas como si nada luego de perderte por dos meses sin decir nada, me dejaste botado. -David iba a retirar el pene pero Antonio le sostubo la cabeza. –y regresas con novio ¿Y yo? Botao pal coño y con el novio cambiado, me daba morbo cuando estabas flaquito, lampiño, aniñada...David, párate, deja de mamar, déjanos solos. Asi que no quiero saber de ti, te voy a coger porque no me queda más remedio.
–Comencemos entonces, salgamos de esto.

–Ponte a mamar Raúl, un minuto y paramos para comenzar la penetración. Ok, acuéstate y que Antonio juegue con tu cuca, métele los dedos, cuenta hasta diez y lo penetras.
Antonio retiró su mano y se acomodó para penetrar al chico.
–No te vayas de bruto y mételo suave.
–Shhhh calladito, aqui el macho soy yo, lo hago como quiera. -Frotó el pene sobre la vulva y luego empujó, se acomodó e introdujo el pene de una sola vez. Raúl gritó del dolor, Antonio ae agachó hasta el rostro de Raúl y lo besó.
–Aguanta maricón, ¿No querías tener cuca? Aguanta la pela. -Antonio movía sus caderas dando golpes contra el cuerpo del chico que le pedía que se detuviera.
–Bien, bien, sigan, Raul, perfecto, me encanta esa cara de sufrimiento.
–¡Coñooo es que me duele!
–Sigan, sigan, acerca la toma, enfoca la cuca, un close up, más, así, excelente.
Antonio seguía penetrándolo con fuerza y sujetaba la cabeza de Raúl con sus manos.
–¡Para coño, para que me duele, no seas bruto...coño! -Raúl sacó fuerzas y empujó a Antonio sacándolo de la cama. Este se levantó, dio un fuerte golpe en la pared de drywall y salió del encuadre.
–DAVIIID, REGRESA CON ANTONIO.
–¿Que coño te pasa Raúl?
–¿No viste como me estaba dando? Se puso bruto, de verdad me estaba doliendo, de hecho me está doliendo por dentro.
–Ve al camerino y descansa. Que peo trabajar con los egos de esta gente. Toma un analgésico y habla con tú médico, no es normal que te duela. Voy a buscar a Antonio.

Cuando cruzó el pasillo vio a David pegado a la pared cargado por Antonio mientras se sujetaba de su cuello y el hombre lo penetraba. David gemía aguantando el dolor. Tadeo sacó su celular y comenzó a grabar acercándose a ambos hasta estar a escasos metros. Los dos vieron a Tadeo que grababa pero no se detuvieron. Siguió grabando.

Antonio se aferró a las nalgas del chico y comenzó a gruñir. Cada empujón expulsaba semen dentro de David. Al cuarto, se detuvo con la respiración agitada. Soltó al chico y este cayó al suelo. Antonio se fue al camerino.
–¿Estás bien?
–Si, un poco bruto este tipo pero coño, tira divino.
–Mira el video. -David se vio en el video y lo excitó nuevamente.
–Te lo paso y lo montas en tu OnlyFans, soy bueno contigo.
–No tengo cuenta.
–Vamos a mi oficina y te abrimos una.
–¿Voy a seguir mamando guevos o voy a grabar?
–Esta semana grabas con Mauro. Otro actor con un guevazo.
–Mauro...¡Que bien!
–Es el papá de Raúl.
–Mierda...





sábado, 25 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 248

 


Jorge se había levantado temprano para revisar las ofertas de empleo por internet y enviar el curriculum. Tocan la puerta de la habitación y Jorge se tapa con una toalla.

–Hola, soy yo, buenos días.
–Epa chamo.
–¿Sigues molesto por lo de tu novio?
–Vienes para acá con tu mamá y tiramos, ¿Crees que estoy molesto? Nacho es un guevón.
–Aquí el guevón eres tú.
–¿Qué? -Saúl le quitó la toalla.
–Mira el trozo e guevo que tienes. -Se agachó y comenzó a mamarlo.
–Tengo que salir chamo, ahorita no. -El chico lo miró a los ojos y le guiñó un para luego introducir todo el pene en su boca. Volvieron a tocar la puerta. Era Virginia, Saul se puso de pie.
–Buenos días Jorge, Saúl, espérame en la cocina.
–Eres cortanota. -Saúl le susurró al oído a su madre.

–Dame un chance que me vista. -Virginia se volteó y Jorge se puso el bóxer y una franela.
–Jorge, quisiera, ahora que ya no estás con Ignacio, que seas el novio de mi hijo, lo traes a vivir para acá y así él se centra, no tiene la presión de su padre y tranquilo yo corro con sus gastos.
–¿Tú te volviste loca? Tuve sexo con tu hijo tres veces, listo, no quiero novio. Además aquí no podemos vivir, de hecho me tengo que ir y ver donde coño vivo.
–Podemos hablar con tus papás, le digo que te presenté a mi hijo,, se conocieron y están enamorados, ellos lo conocen y saben que es un chico amable, tímido y bueno. Saúl solo ha estado con un hombre, contigo
–No Virginia, yo no voy a hacer eso. Yo me voy mañana de aquí. Pregúntale a tu virginal hijo quien fue su primer hombre y luego hablamos. Ese carajito no es ningún caído de la mata.
–¿Dónde vas a vivir? No tienes trabajo, los alquileres costosos, no tienes a Ignacio que te apoye. Quédate aquí con mi hijo.
–No me interesa Virginia, yo me voy, tengo que salir ahora pero regreso para recoger, resolver donde me quedo e irme.
–Bueno...esta bien, en tu conciencia quedará lo que le hiciste a mi hijo, él está ilusionado.
–¿Tú no escuchaste lo que te acabo de decir?
–Recuerda hacerme la transferencia para que no diga nada a tus padres.
Que perra esta tipa. No tengo trabajo Virginia.
–Puedes quedarte sin familia que es peor. Te dejo solo.
Salió Virginia y Jorge, algo molesto, se volvio a sentar en la computadora.

–Ve a la habitación de Jorge y ponlo contento.
–¿Qué pasó?
–Haz lo que tienes que hacer, algo habrás hecho bien que han repetido.
–Mamá, me tratas vomo si yo fuera...una puta.
–Yo pensaba que antes de Jorge eras virgen y resulta que ya estuviste con alguien.
–¿De dónde sacas eso?
–Lo sé y punto. Yo vendiendote al hijo de mis jefes como un chico tímido y virginal y resulta que ya estás usado.
–Ay mamá por favor, asi como lo dices parece que yo fuera...
–Entonces si es verdad, estuviste con otro hombre. ¿Quien?
–Si, con otro no, con varios. A los 15 añitos me cogieron por primera vez. ¿Sabes quien? Manolo, el de la muebleria, si, mi padrino -Virginia se llevo las manos a la boca, impactada con la noticia.
–Y me gustó tanto, que Manolo le dijo a otros amigos y tambien me cogieron. Y todavia luego de tres años me siguen cogiendo. -Virginia le cruzó la cara de una fuerte cachetada y comenzo a llorar.
–¿Cómo me haces esto? Manolo, es como de la familia, somos compadres.
¿Ahora como le digo esto a tu papá? Va a matar a Manolo.
–No creo mami, él me llevó al matadero, ojo, se lo agradezco, porque me gustó que jode, pero todo eso que dice que yo no sea maricón y que si salgo maricón me bota de la casa, es paja. Manolo le dio le dio una bola de plata por mi virginidad. –Virginia no paraba de llorar, se tapaba la cara con las manos.
–¿Tú crees que Manolo me regaló el celular y la ropa ropa porque soy su ahijado querido? No mamá, porque me acuesto con él.
–YAAAAA, CÁLLATE, CÁLLATE, NO QUIERO OIR DE ESA HISTORIA TAN ASQUEROSA.
–Ok, yo me voy donde Jorge para contentarlo.

–Voy a denunciar a ese español pervertido y a mi esposo y los voy a meter presos, ya no me voy a quedar callada con nada, voy a contar todo, todo.

–Saúl llegó a la puerta de Jorge y se detuvo. El corazón le latía a toda velocidad. –¿Yo porqué conté todo eso?  ¿Por qué no te quedaste callado? Vas a perder todos los beneficios que te daba el viejo. - Abrió despacio la puerta.
–¿Qué haces aquí? ¿Vienes a convencerme que sea tu novio? Tu mamá anda desesperada porque un macho te lleve a su casa y que no regreses a tu casa.
–Creo que ese día llegó.
–Ah bueno, que te vaya bien.
–Me voy contigo pa donde te vayas Jorge, no tengo otra opción.
–Chamo, tú y tu mamá enloquecieron, yo no quiero nada contigo.
–Yo tampco quiero ser tu novio. Le solté a mi mamá toda la historia del amigo de mi...padrino, se puso a llorar, me soltó una cachetada que todavía me duele.
–¿Y para que le contaste?
–Marico no sé, comencé a hablar y solté el yoyo completico, hasta le dije que mi papá le vendió mi virginidad a mi padrino. -Jorge se puso de pie a riendo los ojos.
–¿Qué? Ya va, guevón ¿Pero que clase de historia es esta? Y tú tan tranquilo.
–Marico, te conté que me había gustado la vaina y sigo acostándome con él y sus amigos. Me dan plata y me compran cosas.
–Ya va, pero lo de tu papá...Virginia me dijo que era homofóbico, bueno, no me dijo eso, pero me dio a entender que...
–Pura paja de mi papá para tapar la cochinada, divina por cierto, que hizo.
–Se me está pegando la pava de Nacho.
–¿Qué?
–Nada...aqui pensando.
–Marico, llévame contigo, te juro, te juro que no molesto, pero no puedo volver a mi casa, por favor.
–De pana como se te ocurre contar eso, bueno, la lógica y el sentido común es que lo cuentes, lo denuncies, pero en tu caso es que la vaina te gusta. ¡Eres un bruto!
–Si marico, lo sé, no sé que me pasó, mi mamá me preguntó y yo le vomité todo.

–Ahora me pones en un peo a mi, deja que haga unas llamadas y nos vamos ya de aqui, arregla tus vainas.



viernes, 24 de septiembre de 2021

Huevos revueltos. 247

 


Castro tocaba el timbre en el apartamento donde ahora vivía Agustín con Hector, su papá. Abría la puerta Jacinto.

–Hola.
–Hola, disculpa, ¿Tú eres?
–El esposo de Agustín, ¿Puedes abrirme la puerta?
–Disculpa, creo que nos conocimos una vez, yo estaba con José David.
–Ya recuerdo, disculpa por contestarte así. Vengo a buscar a Agustín.
–Pasa, pero, yo lo iba a llevar a la clínica.
–¿Tú? Ya va...¿Qué haces aquí?
–Estoy cuidando a Hector y bueno, atiendo en lo que puedo a Agustín, aunque él se vale por si solo. -Castro lo cogió del cuello y lo pegó contra la pared.
–Como yo me entere que te estás cogiendo a mi flaco te reviento a coñazos. -Jacinto se puso tenso mientras sus ojos estaban desorbitados del miedo.
–Tranquilo...¿Me puedes soltar? Yo no quiero nada con...con Agustín.
–¿Ah no? Ese día vi las miraditas que se echaban. -Castro lo soltó.
Este tipo está tomado y piensa llevarse a Agustín. No me interesa tu esposo.

–Jacinto, ya estoy...lis...to ¿Qué haces aquí Castro?
–Vengo a buscarte para llevarte al médico, hoy comienza tu quimio ¿No?
–Si...pero, me va a llevar Jacinto.
–Te voy a llevar yo.
–Agustín, tu novio está tomado, no deberías irte...-Un golpe en la cara tumbo a Jacinto en el piso donde se retorcía del dolor.
–¡Vamonos! -Castro lo tomó del brazo y lo haló como quien lleva una toalla en la mano.
–¡Eres un bruto!
–Cállate, cállate.
–¿Para qué haces esta vaina, para que te perdone?
–Lo hago porque eres mi responsabilidad y quiero que estés bien antes, durante y después de tu tratamiento.
–No tienes que hacer esto. Yo me hago responsable solo.
–No me interesa lo que digas flaco, yo te llevo y te traigo las veces que tengas que ir y te busco lo que tenga que buscar hasta que salgas de esto.
–Mañana comienzo a transferirte el dinero que pagaste, eso no es peo tuyo. -Una cachetada volteó la cara de Agustín que se puso la mano en la mejilla.
–¿PERO TU TE VOLVISTE LOCO? AHORA ME VAS A AGREDIR, ¿QUE COÑO TE PASA?
–QUE MIENTRAS ESTÉS ENFERMO YO ESTARÉ PENDIENTE HASTA QUE TE RECUPERES, TE GUSTE O NO.
–Estás borracho.
–¿Cuál es el peo? Me tomé un tragos.
–A las nueve de la mañana. ¿Tú quieres terminar como mi papá? - Castro no volvió a hablar.

Cristina le frotaba el clítoris a Ráúl mientras su lengua se movía rápidamente entre los labios de la vagina. Raúl gemía. La chica se detuvo y subió a besarlo mientras seguía frotando con sus dedos la vagina del chico y la de ella.
–Tú si sabes como mamar una cuca...eso es como el hombre, que sabe mamar un guevo.
–La verdad es que me gustan bien peladitas, estás muy peludo.
–Tú quisiste chuparla. No vamos a ser novios.
–De verdad que te hicieron un cuquita hermosa.
–Gracias, ya la puse a facturar en Onlyfans y pronto a grabar pelis pornos.
–¿Tienes cuenta OnlyFans?
–Si, ¿quieres salir en mis historias? O abre una cuenta, hay que jode lesbianas.
–Noooo, no puedo, para mis padres tengo que tener novio para que me paguen la universidad afuera y me den un carro.
–Marica abre el onlyfans y te vas a forrar, te pones bien perra a chupar almejas y te vas a meter un dineral.
–Que no...mi padre me mata.
–Pero quiero que salgas en un video mio. Te pones unos lentes oscuros, te pones a mamar y solo se te ven los lentes.
–Voy a parecer un hombre.
–Te pintas los labios y te pones unos zarcillos largos, y un porcentaje de lo que entre te lo doy a ti.
–Si va, pero hay otra cosa. Tenemos que aparentar por lo menos unos cuantos meses que somos novios.
–Pero yo tengo novio.
–Yo salgo en tu video y tú serás mi novio de mentira.

–¿Y estás saliendo con alguien?
–¿Te importa eso? Somos solteros, podemos salir con quien queramos.
–Entonces si estás saliendo.
–Vivo con Francia y su hija.
–¿Quién es esa?
–La enfermera que me ayudó a sacarte de la clínica.
–Ah, volviste a tu etapa de hetero.
–Dije que estoy viviendo con ella.
–Dilo, te la estás tirando, no hay peo Castro, eres un hombre libre.
–Si...cometí un error dejándolas en mi casa.
–Se te enamoró la mujer.
–La carajita quiere conmigo y es menor de edad. -Agustín volteó hacia la ventanilla.
–Eres mayor de edad y bien grandote para saber lo que tienes que hacer y no hacer. Si te metes en problemas, es peo tuyo.
–Nada de esto hubiese pasado si no me mandas pal carajo flaco.
–Estacionate aqui, no te vayas tan lejos.
–Yo te busco una silla de ruedas.
–No estoy inválido Castro, puedo caminar.
–Quiero que estés cómodo.
–Comienza por irte y dejarme solo en la consulta.
–¿Por qué coño me haces daño? ¿Tan mal te traté para que ahora me trates así? No me voy a ir asi no quieras que esté aquí. Te quiero ver sano y fuera de esto y me voy a encargar de que sea así.
–Perdona...gracias, igual no tienes que hacer esto. -Castro estacionó y corrió a abrirle la puerta a Agustín, lo ayudó a levantarse.
–Hago este movimiento, de levantarme y me da una punzada en las...-Castro lo abrazó dándole un beso en la boca introduciendo su lengua. Un beso que se prolongó varios segundos, provocando en ambos una erección. Una lágrima corría por la mejilla de Agustín, Castro se separó, abrió los ojos y con su dedo limpió la lágrima.
–Cómo deseo hacerte el amor.
–Estás borracho Castro, ¿Quieres hundirte en esa mierda y acabar recluído? Vamos a la consulta.
Castro tuvo que acomodarse el pene hacia abajo para que no se notara la enorme erección.

Ya en el consultorio...
–Que bueno que viniste acompañado por tu amigo.
–Soy su esposo doctor.
–Bien...tu esposo, mejor, asi te apoya y te cuida.
–No es mi...-Castro le apretó la mano a Agustín sin verlo a la cara.
–En fin, voy a hacerte un un pequeña operación ambulatoria, ya te había hablado de las opciones y creo que mejor vamos por el reservorio. Para que ambos entiendan bien, un reservorio es un pequeño disco de plástico  del tamaño de una moneda de 25 centavos que se coloca bajo la piel. Un tubo delgado y blando, un catéter, permite conectar el reservorio a una vena de gran calibre. Los medicamentos de la quimioterapia se administran a través de una aguja especial que se acopla al reservorio. También es posible que te extraigan sangre a través del reservorio. Cuando se hayan completado los ciclos de la quimioterapia, el reservorio se extrae en otro breve procedimiento ambulatorio.
–¿Doctor y hay que venir para acá a colocarse el tratamiento?
–La primera dosis se la colocamos aquí, la enfermera y les explicamos a ambos como hacerlo en casa. Vamos a hacerte el implante, esperamos, te colocamos la primera dosis y te quedas un rato aqui para ver la reacción, que todo salga bien y luego se van a casa.
–¿Que efectos secundarios puedo tener?
–Mareos, náuseas, dolor de cabeza, caída del vello corporal, no en todos los casos pero puede ocurrir en mayor o menor medida, puedes tener problemas en tus erecciones, pero es normal.
–Tranquilo, con eso no hay problema.
–Castro...ya.

Luego de cuatro horas, Agustín era empujado en una silla de ruedas, estaba mareado y algo débil. Castro lo montó en la camioneta y bajó el respaldar para que fuera más cómodo.
Llegaron al apartamento, los recibieron Héctor y Jacinto que estaban en la sala.
Héctor con su bastón se puso de pie al ver a su hijo.
–¿Estás bien? -Lo abrazó.
–Si, un poco mareado y cansado, me voy a recostar.
–Gracias Castro por traerlo.
–Nada que agradecer suegro.
–¡Castro por favor, ya basta, deja de normalizar algo que no existe!
–Tín, ¿Por qué te pones así? Castro te está apoyando en esto, deja la peleadera.
–Déjelo, yo lo acuesto y me voy. ¿Tú como estás Héctor?
–Jodido pero bien, ve, ocúpate de este, yo voy a estar bien.
Castro y Agustín se fueron a la habitación.

–¿Te cogerías a un lisiado? No sabes las ganas que tengo de tener sexo.
–¿Tú quieres que yo tenga sexo contigo?
–Si, eso dije. Además me estreno con un negro, figurate.
–Vaya, la atracción, la diversión del hombre blanco.
–No te pongas en plan víctima, pobre negro, anda, tiremos.

–Castro, yo me puedo desvestir, voltéate, es más ya te puedes ir.
–Deja la necedad flaco, déjate ayudar, y no, no me voy a ir, voy a dormir aquí, quiero asegurarme que pases la noche bien.
–Tú no vas a dormir aquí conmigo.
–Tranquilo, yo duermo en esa poltrona.
–Jacinto me puede ayudar.
–Jacinto está con tu papá. -Castro se quitó la ropa y se quedó en interior. Agustín lo veía de reojo.
–¿Será que puedo cocinarme algo, quieres comer?
–Haz lo que quieras Castro. No estás en tu casa para que andes en interior.
–Tu papá y Jacinto están en el cuarto a lo mejor ellos también van a tirar.
–¿También? Si lo que pretendes es cogerme hoy, te digo de una vez que te quites esa idea de la cabeza.

No puede ser que este hombre se quede a dormir aquí. ¿Como me voy a resistir a que me coja si es lo que más quiero?.
–Si tú no quieres que te toque no lo haré flaco, pero de aquí no me voy.

-No me vas a tocar.