José David le abría las nalgas y acercaba su pene. Acostado de lado comenzaba a empujar, escupió en su mano y la pasó por el culo. El glande iba entrando, levantó la pierna y volvió a empujar.
–Aaah ¿Ya lo metiste?
–No, falta, uuuf, estás cerradito, no parece, con lo puta que eres.
–Cállate y sigue.
–Me encanta tu culo, carajito, que rico estás.
–Ah, ah, ah, dale...
–Quiero cogerte todos los días coño. -José Davíd movía sus caderas, metiendo por completo su pene.
–Tienes el aliento asqueroso, puro whisky.
–Cállate ahora tú y siente mi verga. -El hombre empujó más y volteó al chico hasta ponerlo boca abajo y ponerse sobre él. Le puso la mano en la nuca apretando y empujando hacia el colchón. El chico gemía, apenas se escuchaba pues estaba aprisionado sobre el colchón. José David metió el brazo entre el colchón y el abdómen del chico y lo levantó sin retirar el pene. Volvió a mover la cadera y lo cogió del cabello mientras se movía. El chico ahora gritaba mientras su cabeza estaba echada hacia atrás, José David gritaba cuando ya empezaba a sentir que iba a eyacular, las piernas le temblaban. –MASTÚRBATE. -Le gritó al chico que comenzó a hacerlo mientras el hombre gritaba entre dientes acabando dentro del chico. Retiró el pene y mientras el chico se masturbaba, por el culo iba saliendo el semen con cada contracción. José David volteó al chico y comenzó a mamarle el pene. El hombre movía su lengua, succionaba el pene. El chico lanzó un grito y el semen llenaba la boca de José David que tragó todo. Se tumbó en la cama.
Ambos miraban al techo con la respiración agitada.
–¿Te queda dinero que puedas prestarme? -José David volteó a verlo.
–Apenas tengo para mis gastos David, también tengo mis cuentas congeladas.
–¿Y tus gastos son la cientos de botellas de Whisky que compras?.
–Yo gasto mi dinero en lo que me da la gana carajito.
–Si papá, pero hay gastos en la casa, el colegio de mis hermanos
–Te dije que no me llames Papá coño. Mierda tenemos una relación, somos pareja.
–No me acostumbro...
–No te preocupes por los gastos, yo resuelvo.
–¿Cómo? ¿Vas a usar la cuenta de mamá?
–También están congeladas. Voy a reparar carros en la calle o a domicilio. Ábreme un instagram y me promociono.
–¿Estás claro que tienes que dejar de beber papá? Mantenerte sano, no vas a atender a los clientes borracho.
–Trataré mi amor, ¡te voy a pedir por última vez que no me digas papá carajo! No es fácil dejar este vicio, ayúdame.
–En eso estoy pero tú no ayudas comprando cada día más y más botellas papá...perdón, José.
–El caso es que quiero empezar a hacer eso y necesito tu ayuda con las redes.
–Yo no soy community manager para manejarte las redes.
–¿Qué es eso?
–Ay nada papá, yo te monto el instagram de tu nuevo emprendimiento. Pero vas a necesitar herramientas y están metidas...-José David lo interrumpió con un beso en la boca.
–Me vuelves a decir papá y te entro a coñazos carajito. -Le hablaba a centímetros de su boca. En eso también me vas a ayudar, vamos a entrar a uno de los talleres a sacar herramientas.
–¡Papá! ¿Te volviste loco? Eso está precintado, no se puede entrar. -Una fuerte cachetada y se levantó de la cama. Abre la puerta de la habitación y aparece su hijo. José David se tapa con las manos.
–Papá...-el chico mira al fondo y ve a David desnudo. –Te avisaba que ya nos vamos al colegio...¿Qué hace David desnudo?
–Durmió aqui en mi cuarto.
–¿Durmieron juntos? ¿Por qué, se siente mal? -José David volteó a ver a su hijo. –Si...se siente mal, lo estaba cuidando...anda, ya váyanse que van tarde, nos vemos al mediodia.
–¿Y duermen desnudos?
–No...noooo...vamos a ducharnos.
–¿Se van a duchar juntos?
–¡Que noooo! Cada uno por su lado, vete al colegio.
–Papá...¿Cuándo vamos a ver a mamá? -José volvía a ver a David.
–Ya veremos mi amor, ya veremos, yo les aviso. Ya, váyanse. -Le dio un beso a su hijo y cerró la puerta.
–Esto se nos complica.
–Tus hermanitos no son gafos, se están dando cuenta de lo nuestro. -David se levanta de la cama con el pene nuevamente erecto y se acerca a su padre.
–¿Qué, te vas a echar para atrás? -Besa a su padre que responde al beso y se aparta.
–No es eso, es que...coño, algo hay que decirles.
–Ya le dijiste lo que tenías que decirle, no hay que decirle más allá de lo que preguntan.
–Vaya...pero pareces psicólogo pediatra.
–Gafo, vamos a la ducha.
Mientras José David enjabonaba a su hijo, David hablaba. –Quien iba a pensar que estaríamos en esto...
–Deja de pensar guevonadas. -Un silencio. –Me tienes que ayudar a buscar las herramientas, vamos una noche de estas y entramos al taller.
–Ok, lo haremos pero tenemos que estar pilas no vaya a ser que nos descubran.
–Lo haremos bien. Otra cosa...tenemos que ir a visitar a Berta.
–¿A mi mamá, tú? ¿En serio quieres ir a verla? Yo no quiero.
–Yo...lo hago por mis hijos, quieren verla. Yo...no, no me interesa Berta.
–¿Seguro? ¿No te interesa Berta? -José David besó a David.
–Coño, estoy involucrado contigo, ¡Contigo! ¿Hay que explicarte más?.
–Tienes razón papi. -Le agarró el pene y se lo apretó, se puso de cuclillas y comenzó a mamárselo. José David le acariciaba el cabello mientras lo veía mamar.
–¿Sigues pensando en hacer películas porno? -David levantó la mirada y vio a su padre y con el pene en su boca se sonrió. Se lo sacó.
–No sigo pensando, lo voy a hacer, necesito plata. Lo que si estoy pensando, es que te metas tú también y hagas unas pelis de papá se coge al hijo.
Una fuerte cachetada cruzó la cara de David.
–Tú no has entendido nada verdad, solo piensas con el hueco del culo y no ves más allá de lo que tú y yo podemos tener y sentir.
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