viernes, 3 de diciembre de 2021

¿CAPÍTULO FINAL? Huevos revueltos. 300

 


Agustín se sostenía con sus manos de la cabecera de la cama, su espalda pegada en ella y sus piernas en el pecho, Ernesto, también se agarraba de la cabecera mientras penetraba al muchacho. Su pene, era de lejos, del tamaño del de Castro, aunque disfrutaba el sexo con el policía. 

Ernesto miraba a los ojos a Agustín mientras lo penetraba empujando con fuerza.
–Te lo estás gozando carajito. Me tienes loco, estás divino, apriétame el guevo, anda aprieta. -Sonó el celular de Ernesto, el celular del comando. –Maldita sea, tengo contestar.
–No lo saques, contesta...pero no lo saques.
–Está en la cómoda.
–¡No contestes, no contestes! -Ernesto no paraba de moverse y cogió por los hombros a Agustín. Se detuvo. 
–Tengo que contestar, lo siento. -Retiró el pene y buscó el celular. Mientras hablaba, Agustín se acercó y le quitó el condón, comenzó a mamarlo. Ernesto hablaba mientras el muchacho se comía todo el pene con su boca, el policía le acariciaba el cabello.
–Tengo que resolver algo y salgo para allá, no hagan nada hasta que llegue. -Colgó la llamada y tomó la cabeza de Agustín y la empujaba hacia él para que se metiera todo el pene. –Voy a acabar. -Agustín dejó de mamar, comenzó a masturbarlo y abrió su boca esperando que el semen cayera. Ernesto apretaba los dientes gritando, también le apretaba el cabello al chico mientras eyaculaba en la boca y cara de Agustín. El muchacho se puso de pie limpiando con sus dedos el semen de su cara, se los lamía y veía al policía, ambos sonreían.
–Contigo el sexo es rapidito, siempre una llamada, un peo.
–¿Cómo hago chamín? Es mi trabajo, vamos a acostarnos un ratico.
–¿No tienes que irte?
–Si, pero quiero hablar contigo de varias cosas. Lo primero es que ya no podemos venir a este sitio. Mi amigo se va a venir a vivir acá. A mi casa por razones obvias no podemos.
–En mi apartamento menos, no te voy a meter donde vivo con Castro y el otro está alquilado.
–Nos tocará ir a un hotel. Coño llevanos un mes tirando todos los días pero yo no puedo pagar un hotel todos los días.
–Yo lo pago, no hay problema, cuando puedas pagas tú.
–Ni de vaina vas a pagar tú, yo veo de donde saco lo reales.
–Ernesto, estás casado, tienes hijos, no tienes un sueldazo, deja que te ayude, ya resolviste este mes para tener sexo.
–Me estás poniendo como un chulo misersble no joda.
–No digas eso. Coño Ernesto, ademas ya lo hemos hablado, esto es solo sexo. 
–No me lo recuerdes, yonse que no puedo tener una relacion estable contigo, tienes novio y yo casado, pero...hemos salido a comer, que por cierto pronto te pago todos esos almuerzos.
–Deja la tontería Ernesto.
–Soy un policía pelabola, jefe y todo pero gano una miseria.
–No digas eso, ganas para mantener a tu familia, viven bien, con lo que necesitan. Pero estás conmigo y bueno...yo no tengo peo en pagar, deja el machismo guardado.
Por cierto ahí traje la laptop para Castro. ¿Me acercas ala cárcel?
–Si claro, eso era lo otro, junto con tu papá coordinamos para que Castro est3 comodo en la carcel, tiene celular, television con Netflix, por supuesto internet y wifi y ahora la laptop. Estoy cuadrando para que le lleven comida.
–Que bueno, parece un pran, pero que bueno que por lo menos lo va a llevar bien.
–Y no has ido a verlo, ya tiene un mes y no has ido.
–No...por eso quiero llevarle esto.
–¿Quieres que hable para que te habiliten un cuarto y tengas sexo con él? Me da celos, absurdos pero me da celos pensar que te vas a costar con el luego de un mes conmigo.
–No te creas que esto me hace muy feliz.
–Oye gracias.
–Es verdad Ernesto, metieron preso a Castro y al dia siguiente me acosté contigo y hemos seguido ¿Te parece que eso está bien? Y Castro sabe que estamos tirando.
–¿Lo sabe?
–Ay por favor Ernesto, no pareces policía, desde antes del peo sabe que pasó algo entre tu y yo y llevo un mes sin verlo.
–¿Llamo para que tengan intimidad?
–Si, Es seguro que hagamos el amor pero Castro lo hará con rabia
–¿Todavia amas a Castro, quieres hacerlo con él?
–No he dejado amarlo Ernesto.
–¿Cómo quedo yo en esta historia?
–Ya te lo dije, esto es solo sexo.
–El peo es que me enamoré como un pendejo.
–No me hagas esto Ernesto, no, por fa.
–Ya, ya, cambienos de tema. Quería pedirte un favor.
–Un empresario de plata, mucha plata, me invitó a la boda de su hija, yo le hice unos favores y lo puse en contacto con gente y bueno aparte de pagarme un buen dinero, tuvo es gesto. El caso es que no quiero ir solo.
–¿Y no vas a ir con tu esposa?
–Quiero ir contigo. El viejo sabe mi nota, asi que no hay peo en que vayas. -Hubo un largo silencio, ambos miraban al techo.
–Ok, yo te acompaño...¿ya va...esa boda es la de Veronica Vegas?
–Si...¿La conoces?
–Si, bueno, no, de referencia, el padre de ella es cliente de mi papá y lo invitaron a la boda.
–Vaya, ¿Entonces no puedes ir?
–Si, claro que puedo ir.
–¿Entonces eso es un sí? -Agustín se sonrió y le dio un beso en la boca.
–Es un sí, vamos a ducharnos para que me lleves y tu hagas el asunto ese de la llamada.

Se vistieron y salieron. Ernesto llevaba a Agustín en la unidad de policía.
–Coño yo debería de pasar después por la clínica a ver a Ignacio. ¿Te acuerdas? el que apuñalaron en el centro comercial.
–Si, que el que lo apuñaló se esfumó, no se sabe de él.
–Casi muere Nacho, a un tris de cruzar el páramo.
–Todo un tema el caso de tu amigo.
–¿Lo de la puñalada?
–No, eso es lo de menos, a tu amigo lo proteje una persona muy poderosa.
–¿Poderosa?
–Llegamos, luego te cuento, es delicado. -Agustin se baja del carro.
–¿Y tú te bajas así, sin despedirte? -El muchacho se acerca a la ventanilla y le da un beso.
–Gracias.
–Busca a Camacho, le dices que vuenes de parte del Coronel Colmenares.
–Un mes saliendo contigo y promera vez que escucho tu apellido.
–¿Estamos saliendo entonces?
–Ay Ernesto, un forma de hablar, ya.
–¿Quieres que te busque para llevarte a la clínica?
–Ya has hecho demasiado por mi.
–No me conformo con solo cogerte chamin, quiero protegerte, ayudarte.
–Chao Ernesto, te llamo cuando salga.
–¿Para buscarte?
–Si Ernesto.

Buenas tardes, ¿se encuentra Camacho?
–El policia le apuntó con el dedo donde se encontraba.
–Buenas tardes, ¿Cómo está? Vengo de parte del Coronel Colmenares.
–Ah si...ve a la celda del fondo, ahí está tu amigo. Cuando est3s listo, le dices al vuardia que me avise, simplemente eso, que le avise a Camacho y ya sabré.

Castro se pone de pie sin quitarle la mirada a Agustín. A Castro le corre una lágrima por la mejilla, Agustin traga saliva sintoendo un nudo en la garganta. Le entrega la laptop al hombre que la recibe y la pone en la mesa.
–Un mes flaco, un mes aquí encerrado y ahora es que vienes. Un mes.
–Perdona amor. -Castro se le abalanzó y lo abrazó. Ambos comenzaron a llorar. 
–Te amo mi flaco, te amo, te extraño, quiero estar contigo, hacerte el amor, salir de esta mierda.
–Pero ya tiene más comodidades.
–¿Me estás hablando en serio flaco? ¿Me debo sentir feliz por cuatro cosas que me han traido? Quiero estar entre mis cosas, nuestro apartamento, tenerte en la cama, hacerte el amor tres, cuatro, conco veces al día.
–Hoy puedo solucionar eso.
–¿Me vas a sacar de aquí?
–Ojala pudiera, pero hoy, ahora mismo podemos hacer el amor tu y yo. -Castro lo besó en la boca e inmediatamente ambos tuvieron una erección.
–Espera. -Se acercó al guardia. –Avísele a Camacho que ya estoy listo.
Cinco munutos después estaban entrando al pequeño cuarto, tan simple y básico que solo había una cama individual con sábanas blancas y limpias. Se desnudaron y se besaron.  Castro acostó a Agustin, le separó las piernas, mojó su culo con bastante saliva y, como si fuera la primera vez que iban a tener relaciones y sabiendo de sus dimensiones, Castro lo fue penetrando poco a poco. Cerraba los ojos y suspiraba, Agustin le toca el pecho mientras sentía como lentamente el enorme pene se abría paso. Entró por completo y el hombre comenzó a moverse suavemente, besaba a su chico y le acariciaba el cabello, lo miraba, se sonreía, Agustin hacía lo mismo.
–El policía jamas te va a hacer el amor como yo, jamás, no me lo tienes que decir, lo sé. -Agustín comenzó a llorar.
–Soy el único hombre que sabe hacerte sentir donde te gusta. -A Castro también se le salían las lágrimas. –No habrá hombre que te haga el amor como yo, nunca Flaco, nunca, que no se te olvide. –Dio un fuerte empujón y solto un fuerte suspiro mientras acababadentro de Agustín que no paraba de llorar.
Castronse levantó y se bajó de la cama, extendió su brazo para que Agustin tomara su mano y levantarlo de la cama.

–No quiero que vengas más a este horrible lugar, no quiero que me escribas, ni me llames, no quiero saber de ti más nunca, no quiero ser el hombre de tu vida, no quiero casarme contigo, no quiero saber de ti. No te quiero en mi vida. Te amo, pero no te quiero en mi vida.
Trata de der feliz con otro hombre, con ese policía. Solo serás feliz pero no vas a amar a ningún otro hombre como me amas a mi. 
–Castro yo...-Le puso la mano en la boca.
–No digas nada, tú decidiste estar con él apenas me encerraron. Disfruta lo que dire esa relación con él que es casado.
–¿Me dejas hablar?
–Habla.
–Yo te amo Castro y voy a esperarte cuando salgas de aqui y luego cumplas tu tratamiento , nos casaremos, ya estamo haciendo las diligencias para que recuperes a tu hija.
–Gracias por todo lo que haces por mi flaco. Estuve 31 dias esperando a que vinieras a verme diariamente o por lo menos tres veces por semana, pero preferiste al policía, revolcarte con él por 30 días y hoy vienes para darme una laptop y a que te cogiera... ¿para quitarte la culpa de 30 días?

Agustin salía de la cárcel como zombie, la mirada perdida, el paso lento en busca de un taxi que lo sacara de aquella pesadilla.
El muchacho llegaba a la clínica, le pagó al taxista y en ese momento sonó su celular.
–Agustín ¿Cómo estás? ¿Dónde andas?
–No estoy, estoy mal...no quiero saber de nadie, no quiero saber de ti Ernesto, una mierda haberme acostado contigo.
–Agustín escúchame, luego hablamos de eso. Escucha. Es Castro...se suicidó.

Agustín dejó caer el celular y, apoyándose en un carro, cayó desmayado en el suelo.

–ALÓ, ALÓ, AGUSTIN, ¿AGUSTIN ESTA AHÍ?




jueves, 2 de diciembre de 2021

PENÚLTIMO CAPÍTULO. Huevos revueltos 299.

 Raúl se despertaba del incómodo sofá de la clínica. Se estiró y se puso el suéter que tenía en la silla. Se acercó a la cama donde estaba Mauricio recuperándose de la brutal golpiza que le dio Miguel. Raúl le pasó la mano por el cabello y abrió los ojos.

–Buenos dias amor. -Le dio un beso
–Buenos días chamito, au, ya va. -Se acomodaba para sentarse.
–Espera, déjame ponerte una almohada. Voy a buscar tu cepillo de dientes para que te laves la boca.
Se cepilló los dientes y luego le acerco el cepillo a Mauricio.
–Creo que ya te toca rendir declaración, no te vas a librar de eso.
–Si, por fa llama a tu amiguito policía para que venga.
–Ernesto no es mi amigo, henos tomado un  café y salimos a almorzar.
–Seguro te lo tiraste.
–No, no me lo tiré Mauri.
–Eso no lo sabré.
–Sabes que si hubiese pasado te lo cuento. El pana está interesado en otro carajo, Agustín, el novio de Castro socio de mi papá.
–Vaya, un hombre de retos, claro es policía, debe buscar relaciones complicadas.
–Bueno, luego lo llamo, por cierto ater estabas dormido cuando vino el doctor y nos dijo Que mañana te dan de alta, asi que le hablo al Coronel para que vaya a tu casa.
–¿Y ahora voy a vivir con mi ex y su novia y tu en tu nuevo apartamento.
–Sabes que me puedo escapar y duermo contigo. Tienes que conocer el apartamento que nos montó el viejo. Brutal.
–Un año, tengo que esperar un año por un capricho tuyo de casarte con Cristina, porque tu suegro te va a pagar.
-No hablemos de eso que con lo del matrimonio no me puedo ir a Alemania todavía...mi papá se comunicó con la agencia de Berlín a explicarles todo, ahora voy a su casa para que me comente y buscar unas cosas.
–No creas que se me ha olvidado la cagada que pusiste.
–¿Lo de tus papás?  Ya te dije que oensé que te haría ilusion verlos y tiene. Derecho a saber como estas, además los gastos corren ppr mi cuenta y los hospedé en un buen hotel. Vienen más tarde.
–Ese no es el punto, que tu hayas oagado todo, es que no me consultaste, yo no he hablado con mis padres de mi divorcio y menos que soy gay. ¿Qué haces?
–Te noto estresado y quiero ayudarte. -Raúl terminó de apartar la sábana y jugaba con el pene aún flácido de Mauricio, acercó su boca y comenzó a mamarlo.
–Puede entrar alguién.
–Tocarán antres de entrar. -Pasaba su lengua por el glande y volvió a metérselo. El pene ya estaba totalmente rígido, se lo introducía todo, Mauricio acariciaba el cabello del chico, echaba su cabeza hacia atrás y cerraba los ojos, su respiración se aceleraba.
–Voy a acabar, coño...coño, me vengo. -Arrugó el rostro y su cuerpo se tensó sintiendo dolor y a la vez placer con cada expulsión que caía dentro de la boca de Raúl. El chico se levantó y besó a Mauricio pasándole el semen a su boca. Ambos se besa an apasionadamente cuando tocaron la puerta. Entraron, Raúl tapó a Mauricio con la sábana, seguía agutado mientras Raúl se limpiaba los labios. La enfermer llegaba con el desayuno, al acercar la mesa se percató de la erección de Mauricio, se sonrió y solo le deseó buen provecho, retirándose.
–Se dio cuenta que seguía con el guevo parado.
–Deja el trauma. Estabas cargadito de leche y dulcita.
–Te quiero coger.
–Pronto mi amor. Me voy, luego vengo, tus papis vienen más tarde.

Raúl entraba al apartamento de su padre y todo estaba en silencio, dejó las llaves y el bolso en la entrada y caminó hacia la habitación de Douglas y ve a Leoncio y a su oadre dormidos y desnudos. Se rie en silencio, se acerca para ver a Leoncio, sale de la habitación y se va a la cocina.
–Aaay que maravilla, café recien colado, estas cafeteras programables son lo máximo. -Buscó leche, sacó el pan de sandwich, queso, jamón y mantequilla. Se estaba preparando el sandwich mientras pensaba lo que iba a llevarse Y comienza a escuchar unos ruidos, corta el sanddwich en dos mitades y se va a la habitación. Se queda en la puerta y ve a su oadre sobre Leoncio que tenía sus piernas lvantadas y flexionadas hacia él así que Raúl veía como el pene de Douglas entraba y salía . Leoncio gritaba pidiendo que le dieran más duro. Raúl se reía sin hacer ruido, mordía un trozo de sandwich. Leoncio se incorpora y ambis quedan sentados frente a frente y se besan, al separarse el entrenador levanta la mirada y ve a Raúl en la puerta.
–¡Mierda, tu hijo!
–¿Qué?
–Perdón, perdón jajajajajaja. -Se dio media vuelta y se fue a la cocina a seguir desayunando.

Douglas se puso un interior y fue a ver  a su hijo.
–¿Se puede saber por qué llegas y no avisas?
–Llegué y estaba todo en silencio. Los vi durmiendo y me puse a desayunar. Luego escuché ruidos y me acerqué y te vi en acción.
–Deja el chiste.
–Ay papá, te he visto tirar en la productora, deja el drama.
–No es lo mismo, estoy trabajando.
–Por favor...¿Leoncio va a desayunar?
–Supongo.
–Lo voy a buscar.
–No, Raúl, está muy apenado. ¡Raúl, Raúúúl!
El chico entró a la habitación y escuchó la ducha. Entró.
–Hola Leoncio. -El entrenador cerró las llaves del agua y se tapó con las manos. –¿Vas a desayunar? ¿Por qué te tapas? Pareces gafo, te  be visto tirar en la productora ¿Que tanto?
–Si, ¿Me puedes dar un chance?
–Dale. -Se acercó a Leoncio. –Hubieras visto como entraba ese guevo en tu culo y te da más morbo.
–¿Me puedes dejar solo, por favor?

–Ajá papá, ¿Que te dijo la gente de Berlín?
–A ver...les conté lo sucedido, le envié la denuncia, le expliqué todo lo tuyo también yyyyy...te van a esperar para el año que viene, peeero, nos quieren allá una semana por lo menos para grabar algunas cosas.
–¿Nos quieren? ¿Tú vas a ir también?
–Es que les envié un demo de mi trabajo y quieren que vaya y...esto ya me parece un poco fuerte, como saben que somos padre e hijo quieren que grabemos juntos...sexo entre nosotros.
–¡Que morbo papá! ¿Que le dijiste?
–No les respondí eso...ya veo que tu lo tienes claro pero yo no pienso tener sexo contigo.
–Tampoco pensabas tener sexo homosexual y mírate, tienes novio.
–En fin que nos quieren allá para grabar algunas cosas mientras tu vas, yo si me quedo ppr tres meses.
–¿Te quedas de una vez? ¿Y la oficina de ingenieros? Castro está preso. ¿Vas a cerrarla o que? No creo que hagas eso por mucho que te guste cogerte un culo.
–Raúúúl...estoy cuadrando eso oara que unos colegas estén al tanto de la obra y coordinen todo, yo igual estaré pendiente desde allá.
–Ok, ok...que nervios...irnos a Berlín. Hay que hablar con Tadeo.
–Ya lo hablé, no está muy contento que yo me vaya. Le dije que Leoncio me sustituya mientras, porque él no puede trabajar  si somos pareja.
–Tadeo si es pendejo. Lástima que Leo es pasivo porque pediría tirar con mi padrastro.
–Raúl ¿Por qué coño tienes que ser así y hacer esos comentarios tan fuera de lugar?.
–Papá es trabajo, no te voy a tumbar al novio. Le voy a proponer a Leoncio que se lance unas pepas de viagra.

–¡RAÚL!

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Huevos revueltos. 298

 


David estaba en el taller revisando unas facturas para luego irse al otro taller para cuadrar unas cosas con Jacinto que hoy le tocabair trabajar pues no daba clases en la Universidad. Tocaron la puerta.

–Adelante.
–Buenos días, ayer me llamaron que ya mi carro estaba listo.
–Su cédula por favor.-David levanta la mirada y ve a Gabriel que le da el número. El chico ve en la pantalla "Exonerado", se levanta. Tú eres el famoso Gabriel, médico, te tiraste a mi papá.
–¿Disculpa...?
–Tranquilo, mi papá me contó. Me dijo que te comentó de nuestra relación. Extraña, si, pero tranquilo, eso no va para ningún lado.
–Yo no tengo nada con tu papá...si me contó esa locura y la verdad...
–La verdad es que no debes preocuparte, mi papá está en un proceso de recuperación por el alcoholismo, ha cometido locuras, hasta descubrió que es gay.
–¿Cuánto debo?
–Para no tener nada con mi papá, te exoneró de pago.
–Yo quiero pagar, su trabajo vale.
–Te lo cogiste, ya pagaste.
–Ereds un poco atrevido...
–Disculpa, no hay rollo, no debes nada, ya el carro está listo.
–Ok, entonces ya me retiro.
–Ay, mi carro lo estan arreglando, ¿tú crees que me puedas dar la cola al otro taller?
–Si...no hay problema, vamos de una vez.

Llegaron al otro taller, David se baja de la carro y camina hacia la puerta de Gabriel. –Voy a revisar dos cositas y dejar estos libros y me voy para que me des la cola a otro sitio.
–Vaya, soy tu chofer pues. Te estoy conociendo hoy y ya me tienes de lleva y trae.
–A lo mejor serás mi padrastro.
–¿Vas a tardar mucho?
–No, cinco minutos, máximo 10. 
–Ok, voy aqui cerca a buscar algo y te busco.

–Hola negro, ¿Cómo estás? -Le dio un beso en la mejilla.
–Hasta que por fin vienes, si no es porque necesito estos libros, no vienes. 
–Ay negro, tú tampoco vas pal otro taller. 
–Pronto iré, toma revisa el cuadro del mes.
–Rapidito que me están esperando.
–¿Esperando? ¿Quién es la victima ahora?
–Verga ¿pero por quien me tomas?
–David...
–Es un levante de mi papá, fue a buscar el carro que lo estaba reparando y le pedí la cola.
–¿Y tú no estabas en una relación con tu papá?.
–Naaaah, dsa vaina es puro sexo.
–Y estás viendo si te tiras al novio de tu papá.
–No son novios, así que haré lo posible para meterlo en mi cama o me meta en la suya.
–No cambias.
–Igual quiero acostarme contigo.
–Yo estoy y quiero seguir con Héctor.
–Que correcto.
–Correcto no David, es respeto.
–Ay negro, la fidelidad está sobrevalorada. Me tengo que ir. -Se abrazon y se dieron un veso en las mejillas. –Revisa los libros y me avisas para buscarlos.
–Dale, dile a tu papá que pase oara hablar con él.
–¿Quieres verlo después de todo?
–Es mi jefe.
–Chao negro.

–¿Y este donde se metió? Ahí viene.
–Disculpa, me perdí en una calle. ¿Dónde te llevo?
Llegaron al lugar. –¿Y trabajas aquí? Trabajas en el taller y aqui ¿Que es esto?
–Nunca lo adivinarías.
–Ok, bueno, que tengas un buen día.
–¿No tienes curiosidad por saber dónde trabajo?
–La verdad no.
–Es una productora de películas porno. -Gabriel voltea a verlo con incredulidad.
–¿Películas porno? ¿En este país existe industriade esto?
–Para que tu veas. -Hubo un silencio.
–¿Puedo entrar contigo?
–Menos mal que no estabas interesado en saber. Déjame llamar al jefe a ver si puedes entrar.

José David llegaba al taller y no vio el carro de Gabriel. Lo llamó. 
–Aló- Hablaba en voz baja.
–Gabriel, ¿cómo estás? Buscaste el carro y no me avisaste y tampoco me esperaste.
–No sabía que tenía que tenía que hacer ambas cosas.
–¿Por qué hablas bajito?
–Estoy en una reunión.
–Se oyen gritos...como gemidos.
–Un televisor que está encendido. Bueno, te dejo.
–Ya va, ya va. ¿Puedes pasar luego por el taller?
–Te aviso, chao.

Berta llegaba al taller sin saber si José David estaba ahí. Se había colocado un paño ammarado en la cintura aguantando la herida, sudaba frío y estaba pálida.
–Señora Berta, ¿Qué hace aquí, se encuentra bien?
–Si, ¿mi marido está?
–Si...está en la oficina, ¿Está bien?
–¡Si, estoy bien! -Sube con dificultad las escaleras, toca la puerta y entra. Saca el cuchillo.
–¡Berta! ¿Qué...qué haces aquí? ¿Te sientes bien? -Se acerca a ella, Berta lo abraza y le clava el cuchillo.
–Maldito, vas a morir. -Mueve el cuchillo pero José David la empuja quedando el cuchillo clavado en su costado, Berta sale de la oficina y detrás de ella va José David que intenta agarrarla pero ella se resbala y cae por las escaleras. José David cae detrás de ella.

Gabriel estaba sorprendido, sus ojos bien abiertos viendo las escenas de sexo. Veía como a David lo penetraban tres hombres que se turnaban.
–Parece que te gusta lo que ves.
–Ah ¿Perdón?
–Te veo concentrado viendo la acción. ¿Quisieras estar ahí?
–No, no...bueno, me gusta lo que veo, pero de ahí a hacerlo...
–¿Quieres hacer casting? Nada del otro mundo, es verte desnudo, ver tu erección, tu cuerpo.
–No...la verdad es que...vine a a compañar a David. 
–Ven, ven acá, quítate la ropa, ven aqui, no nos ven...voy a llamar a alguien oara que te hagan sexo oral.
–No, no vale, tranquilo, no estoy interesado.
–Vamos a hacer algo, te pago para que te desnudes. -Gabriel miraba al productor mientras se desabrochaba elmcomturon y desabotonaba la camisa. Se quedó en interior, el priductor llamó a Terry.
Le bajó el interior al médico y este se tapó con las manos el pene.
–Date la vuelta y quítate las manos que tengo que ver. -Gabriel se dio la vielta y volvio a darla.
–Buen culo y buen pene, Terry, haz tu trabajo.
–No, no, la verdad es que... -Terry se agacha y comienza a mamar. El pene de Gabriel comenzaba a levantarse cuando comienza a sonar su celular.
–Tengo que contestar.
–Buenos días, estamos llamando del taller del señor José David, su número sale cono la última llamada, llamabamos alnhijo pero no responde.-
–Si, yo soy cliente del taller.
–Disculpe que lo llamemos pero si conoce al hijo avísele que su padre y su madre están heridos en la clínica América.
–¿Heridos?
–Es algo muy confuso, si ouede avísele a David. 
–Hice mi mejor esfuerzo...pero no se levanta. -Decía Terry mientras se ponía de pie.
–Me acaban de llamar que los papá de David están heridos... No sé muy bien, tengo que avisarle e irnos.

–No entiendo, ¿Mi mamá? Ella está presa, bueno, en un psiquiátrico.
–¿Un psiquiátrico?
–Una larga historia.
–¿Será que tu mamá se escapó y fue a buscar a tu papá y...?

–¿Intentaron matarse? Con mi mamá puedes esperar cualquier cosa. Deja que la conozcas.





martes, 30 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 297

 


Ignacio iba detrás en el asiento de atrás con la capucha puesta. 

–No entiendo por qué me pones esta capucha, luego que desapareces a mi amigo, no me obedeces porque soy tu jefe, cuando Carmen no está, yo soy tu jefe.
Gilberto frena la camioneta de golpe, le quita la capucha y le lanza el celular de Jorge.
–Este es el celular de Jorge. ¿Que hiciste con él? ¿Lo mataste? ¿Mataste a mi amigo?
–Ponte de copiloto. -Abre los seguros e Ignacio se baja. Intenta irse pero Gilberto se baja y sace su arma, apunta al chico mientras está de espalda.
–Das otro paso y te disparo. -Ignacio volteó.
–¿Vas a matarme a mi también?
–Te dejo escapar y muero yo o mi familia y si te mato corro la misma suerte entonces me mato y se acaba esto. Móntate en el carro y te explico.
Ignacio se monta en el asiento del copiloto. –¿Quién es Carmen?
–Tu amigo está vivo, sin un rasguño, debí matarlo porque esa fue la orden. La patrona mandó a matar al hombre que mas he amado en mi vida. Ella sabe donde dar para que te duela. No quiso matarme quiere verme sufrir.
–¿Para que sigues trabajando con ella?
–De este trabajo solo sale muerto Ignacio.
–Ella es narcotraficante. -Hubo silencio, Ignacio volvió a hablar. –¿Era tu novio? Por mi culpa mataron a tu novio.
–Trabajamos juntos pero ya no era mi novio, pero era alguien que amaré toda la vida.
–Y Carmen te lo mató. -Gilberto vio a Ignacio con odio.
–La culpa es mia por permitir que un extraño llegara a la casa.
–¿Pof que lo permitiste?
–Torpeza, estoy para complacerte mientras la patrona no está, eso lo sabes.
–Esa es tu arrechera, que te pusieron de entretenimiento sexual. -Gilberto volvió a frenar la camioneta, se quitó el cInturón de seguridad y se acercó al muchacho besándolo en la boca, Ignacio se le aceleró el corazón. Gilberto se separó apenas centímetros de tu boca.
–Me gustas que jode pendejo, por eso cometo errores, por eso hay que saber hacer las cosas, por eso te voy a a ayudar a que sobrevivas a esto.
–¿Sobreviva? Gilberto...yo no soy como tú, yo soy el esposo de esta mujer.
–Ay carajito ya tú no eres tú, deja la tonteria, estas metido en la boca del lobo, Carmen está embobada por ti y lo que le pidas lo va a hacer, pero ella es implacable. Tu la ves con su cara de tonta, oero esa mujer es peligrosa.
–Carmen es...-Otro beso calló a Ignacio, la lengua de Gilberto jugaba dentro de su boca.
–Yo no quiwro complacerte, quiero ser algo más. Voy a ayudarte, pero tienes que hacerme caso.
–Yo quiero salirme de esto.
–Ya te dije que de esto sales muerto. Quiero que sobrevivas y yo te voy a enseñar a sobrevivir en esta vaina.

Temprano, aún sin salir el sol, Juan Pablo se levanta y va a la habitación de Berta para despertarla. –Hoy es el día.
Varios empleados se habían ido del instituto, sabiendo lo que iba a pasar. Juan Pablo y Berta cargan unos bidones que van derramando por varias partes de la enorme casa.
–Cierra las puertas con llave de las habitaciones.
–Van a morir todos.
–Si, que esta gente muera y nosotros vivos a cumplir nuestra venganza, que toda esta casa se achicharre. -Fueronna la cocina a comenzar el fuego ahi y luego prender fuego al resto de la casa. Una vez que comenzaron las llamas, corrieron, cada uno cogió un cuchillo. Juan Pablo abrió la reja de salida, al estar al otro lado viendo como se incendiaba la casa, cerraron la reja con llave y botó el llavero hacia un barranco. Corrieron tres cuadras y se detuvieron.
–¿Dónde vamos?
–Yo no sé donde vas a ir tu, yo voy a matar a Ignacio. -Sacó del bolsillo un para de pacas de dinero. –Toma, para que puedas moverte. Yo me voy.
–Espera. -Dijo Berta. –Por si no te vuelvo a ver. -Le dio un beso en la boca, Juan Pablo se limpió la boca con el dorso de su mano.
–Lárgate, yo no quiero verte más.
–No me trates así luego de todo lo que hemos pasado. -Juan Pablo salió corriendo.
–Voy a matar a Ignacio, voy a matar a Ignacio.

Ramón estaba firmando su boleta de salida y recibía ennuna bolsa sus pertenencias.
–¿Puedo entrar de nuevo y despedirme?
–Puedes.
–No me quiero ir.
–Las reglas son las reglas. Tienes cinco minutos.
Ramón entra y va a las celdas, los aplausos invaden todo el recinto, se acerca al pran.
–Te nos vas jeva. Tu reemplazo no aguanta la pela como aguantas tú.
–Te voy a extrañar.
–Aaay vale, deja la mariquera.
–¿Puedo abrazarte y darte un beso? -El pran le pone la punta del chuzo en el cuello.
–Deja la mariquera jeva o te desangro aquí. Lo empujaba mientras lo llevaba hacia un espacio solitario y oculto. Le dio un beso en la boca mientras se desabrochaba el pantalón.
–Mámalo y te tragas la leche para que te vayas con mi sabor, jeva. -Ramón se agachó y se introdujo el pene en la boca, olía a orine, era algo normal el olor desagradable pero ya estaba acostumbrado. Sintió el tibio seme en su boca y tragó. Se puso de pie y el pran le dio una cachetada.
–Sigue igual de puta en la calle, toma esto, disfruta tu libertad por un rato, cuando desees volver entiérrasela a alguien varias veces, que se desangre y vendrás de vuelta aquí. Mata a un policía, la pena será mayor y te quedas conmigo para siempre. -Ramón se guardó el chuzo y se fue.
Al salir de la cárcel estaban varios policias custodiando, se despide y camina, a lo lejos ve a alguien.
–¿Vinieron a buscarme, quién?  -La persona levanta la mano saludando y Ramón camina hacia ella hasta que reconoce que es Berta. –¿Qué haces aquí?
–Vine a buscarte. Berta busca en el bolso y Ramón saca el chuzo que guardaba en el pantalón, abraza a Berta y le clava en un costado el chuzo.
–Lo siento, no puedo irme de la cárcel. Saca el chuzo del cuerpo de Berta y esta se queda inmóvil mirándolo, pone su mano en la herida y se va caminando como si nada. Ramón se queda parado viéndola, ningún policía se mueve, nadie se dio cuenta de lo que ocurrió. Voltea a ver a los policías. "Cuando desees volver entiérrasela a alguien varias veces, que se desangre y vendrás de vuelta aquí. Mata a un policía, la pena será mayor y te quedas conmigo para siempre." Camina hacia el policía más cercano.
–¿Qué pasó Ramón, la mujer te dejo? -Vuelve a sacar el chuzo y de una vez se lo clava al policía una y otra vez hasta ver al hombre convulsionar y escupir sangre. Cuatro policias se acercan y cogen a Ramon quitándolo de encima del policía muerto. Lo esposan y lo llevan hacia la carcel. Ramón va sonriendo.

Juan Pablo llega al nivel donde está el local de Ignacio, se pone la capucha del suéter y se acerca, los escoltas se ponen alerta.
–Hola, vengo a comprar un celular, quisiera hablar con el dueño. 
–Ya lo llamo.
Jorge llega al local, luego que Ignacio lonllama a su trabajo para informarle que tiene el celular. Ve a Gilberto.
–Eres un maldito.
–Maldito sería si te hubiese matado.-Jorge intentó acercarse pero el escolta sacó el arma. –Un paso más y te mato.
–¿QUE COÑO HACES TU AQUI MALDITO LOCO!  -Jorge voltea a ver, los escoltas se ponen alertas y sacan sus armas.
–¡Es el albino! -Juan Pablo saca el cuchillo y de una vez se lo entierra a Ignacio en la barriga, los escoltas cogen a Juan Pablo y se lo llevan, Gilberto carga a Ignacio.
–Nacho, Nacho.
–Apártate.
–Voy contigo.
Los otros escoltas tienen a Juan Pablo en el sótano.
–¿Me van a matar? Ya hice lo que tenía que hacer. -Se arrodilló y recibió un disparo en la frente.
En la camioneta, Jorge va con la cabeza de Ignacio en sus piernas apretando la herida.
–¡DALE UNAS CACHETADAS, QUE NO SE DUERMA CARAJO!
–¡No reacciona, está pálido! Nacho, Nacho, no te mueras Nacho! NAAACHOOOOO.


viernes, 26 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 296

 


Llegaron a la casa en la camioneta los dos escoltas y atrás Ignacio y Jorge con las capuchas tapando sus cabezas.

Gilberto y el otro escolta se bajan de la camioneta. El hombre le quita las capuchas a los muchachos y se va connuna señal de Gilberto. 
–Esto que hice me puede costar el trabajo y hasta la vida, pero antes mato a tu amigo.
–Chamo, no tenemos que llegar hasta ahí, no decimos nada, tu no dices nada. -Gilberto lo agarra del cuello apretandolo, Jorge se echa oara atras dos pasos.
–En esta casa hay en este momento 15 personas que ya vieron que ustedes llegaron. -Lo soltó. –Vayan a la habitación y me esperan allá. 

–Coño, este carajo me apretó duro.
–¿Te apretó? Marico, un poco más y caes muerto a mis pies.
Gilberto llamó a Carmen.
–Patrona la llamo para contarle algo.
–Espero que sea para algo importante porque te dije que no llamaras a.menos que sea importantísimo.
–Traje al joven Ignacio a casa y vino con un amigo para hacer un trío.
–Ya, te advertí que nadie ajeno en casa y tu estas para complacer a mi esposo no a los amiguitos. Sabes que significa esto ¿No?
–Patrona, no volverá a suceder, pero no le haga nada a mi familia o a mi. Yo le he sido leal.
Hubo un breve silencio y luego habló Carmen. –Por su culpa e imprudencia las consecuencias las va a pagar su compañero. -Escuchó unos gritos, volteó y vio salir a empujones de la casa a Roberto, su compañero. Un tiro certero en la frente lo dejó tendido en el asfalto. Gilberto corrió y se sentó en el piso lo levantó abrazandolo y pegándolo en su pecho. Comenzó a gritar y a gritar.
–Mi amor, mi amor, esto no era lo que yo quería para ti, perdóname, perdóname. -Cogió el celular que aun mantenía la llamada.
–Aló.
–Asi son las reglas Gilberto, la próxima vez será tu madre, ahora despache al amigo de Ignacio y vaya a hacerle el amor a mi marido, déjelo feliz. -Colgó la llamada.
–Llévenselo. Le dijo a cuatro escoltas. Topo, entiérralo donde una vez te dije, luego le pongo su placa. -Entró a la casa y se fue a la habitación.
Ignacio y Jorge estaban en la cama desnudos haciéndose sexo oral mutuamente cuando de reoente se abre la puerta con una patada que le da Gilberto. Empuñaba el arma apuntándole a ambos.
–Dile a tu amigo que se vista, ya se va de aquí.
–Gilberto íbamos a tirar los tres. -Jorge voltea a verlo.
–¿En serio Nacho? Nos están apuntando y tú piensas en que nos toca tirar.
–¿No escuchaste que te vistas? Te vas de aquí.
–Vamos a vestirnos.
–¡Usted se queda, quien se va es él!
–¿Y cómo se va?
–Yo lo llevo.
–Yo te acompaño. -Gilberto carga el arma y apunta a Ignacio. 
–No, patrón, usted se queda aqui y yo llevo a su amigo.
Sacó a empujones a Jorge de la habitación y lo sacó de la casa. –Topo, ven. ¿Ya les dijiste donde enterrarlo?
–Positivo.
–Acompáñame a matar a este. -Jorge se echó para atrás y Topo lo apuntó. 
–¿Usted  a donde va?
–No me mate.
–Móntate en el carro. Topo le pone unas esposas y la capucha. 
–La camioneta arranca, Gilberto se mete por distintas calles, da la vuelta en U y sigue dando vueltas. Se detienen.
–¿Le damos aquí? Si, bájalo y acaba con esto.
–No, no, no, no por favor! No me maten. –Lo saca de la camioneta. –No me maten por favor, por favor, yo no digo nada, no me mate. -Topo le saca la capucha y lo apunta.
–¡Déjalo! No lo mates, que camine a casa. -Topo le abrió la esposa de una muñeca, la otra se la dejó, le quitó el celular y lo empujó a la cuneta. Al montarse en lancamioneta lanza un disparo cerca del chico que se asusta, cae al piso y comienza a llorar.

Ignacio llama al celular de Jorge luego de un rato. Atienden.
–Jorge, ¿Todo bien?
–Su amigo ya no está en este plano patrón. Las órdenes de la patrona fue liquidarlo. -Colgó la llamada e Ignacio dejó caer el celular al piso mientras corría una lágrima por su mejilla.
–¿POR QUÉ CARAJO LE DICES ESO TOPO?
–Que se asuste, que vea que se metió en la boca del lobo, que no jugamos carrito.
–Es el esposo de la patrona.
–Si y la patrona te dijo que lo mataras, así como dio la orden que mataran a Roberto. -Gilberto detuvo la camioneta. –Matan a tu novio y te preocupa el patrón que por más que te lo cojas no va a ser tuyo. ¿No estabas enamorado del pendejo de Roberto? Ahora te gusta este bolsa que le tenemos que obedecer. Gilberto le dio un cachazo.
–Topo, eres mi bro, mi compa pero si tengo que matarte lo hago, ya mataron al hombre que amaba, ya no me importa nada.
–Te importa Ignacio. Acaba de llegar ese cagaleche ¿Y qué? Ya te gusta ¿Y Roberto qué?
–Ya Roberto y yo...-Volvió a arrancar la camioneta.

–Mira esto. -Berta le lanza el periódico a  Juan Pablo.
–Aja ¿y que hago con esta información?
–¿No leiste? Ramón sale libre y antes que salga tengo que matarlo, se me puede escapar. Quiero matarlo antes que salga de la carcel.
–Voy a cuadrar con José para que me de las llaves. Ya sabemos como provocar el incendio y escaparnos. ¿Cuándo te quieres escapar? 
–En tres días.

Juan Pablo montado en la camilla connsus piernas levantadas, recibía las embestidas de José. 
–Hoy tuenes ese culo apretadito copo de nieve. -Lo cogía del cabello y lo halaba.
–Culpa tuya que tienes semanas que no me coges.
–Algo querrás putica...¿que quieres?
–Termina de cogerme y hablamos. -José seguía empujando, se detuvo y sacó el oene acabando sobre el blanco pene de Juan Pablo.
El chico albinonse baja de la camilla, toma unas toallitas húmedas y se limpia. Se viste.
–Pasado mañana es la fuga, vamos a incendiar el centro y escapamos. Quiero las llaves.
–No, yo te dejo todo abierto, me voy del centro y ustedes hacen su vaina.
–No te vas a ir con nosotros.
–No mi rey, no quiero estar aquí cuando ocurra el incendio, no quiero que me involucren.

–Ya está todo listo con José, nos va a dejar las puertas y rejas abiertas para movernos con facilidad y escapar.
–¿Y los otros pacientes?
–A mi no me interesan los otros pacientes, yo quiero salir para matar a Ignacio.

–Imagínate, yo tengo que matar a tres hombres: Ramón, Ruben y mi esposo.



jueves, 25 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 295

 


Gabriel llegaba al taller para dejar a José David. Este tenía un fuerte dolor de cabeza.

–Anoche no debí beber...volví a echar para atrás.
–¿Cómo es eso? 
–Soy alcohólico Gabriel...ayer fue un retriceso en mi recuperación.
–Lo siento José, no sabía.
–Tranquilo, es reponsabilidad mía, yo debí controlarme.
–Pero yo estaba bebiendo.
–No te sientas mal. Mira a más tardar mañana te tengo el carro.
–¿Y cuando nos vemos de nuevo? Prometo no pedir alcohol.
–Hay algo que no te he dicho y a lo mejor luego que te cuente, no vuelvas a verme.
–¿Apago el carro?
–Si.
–Estás saliendo con alguien, por eso solo quieres sexo y ya.
–Tengo una relación con mi hijo. Somos pareja. -Gabriel se puso pálido y sintió que el se le revolvía el estómago, abrió la puerta del carro, vomitó, tosió y salió del carro. Se limpió con la mano el sudor de la frente. José David salió del carro y mirando a Gabriel por encima del techo, se encogió de hombros.
–Quédate con el carro, me voy en taxi.
–Gabriel, nonseas tonto, llévate el carro, es un servicio del taller. 
–Chao.
–Gabriel, Gabriel, por favor. ¡Mierda! Yo para que abro la bocota. -Estacionó el carro y se fue a la oficina. Al entrar vio a David y a Lisandro, el fiscal.
–Papá, te estábamos esperando ¿Dónde estabas?
–Estaba en...mucho gusto José David.
–Lisandro, soy fiscal de...
–Ya, ya lo recuerdo...
–Como ya sabes José vengo para unirme a esta sociedad, así que ya todo está listo para ir al registro y firmar ante notario el documento.
–A ver, ¿esto lonestamos haciendo para evitar que nos investiguen y nos quiten la empresa?
–Básicamente, pero tranquilo, voy a invertir en este negocio, necesito blanquear unos dólares.
–Blanquear, blanquear, por eso mismo, fuimos a juicio y casi pierdo el negocio y usted quiere hacer lo mismo.
–José tranquilo, Enrique es un mafioso que trabajaba en contra del gobierno, pocos aliados, todos fuera del país, por eso huyó al extranjero. Yo tengo el aval del gobierno. Mientras estemos en el poder a ti y a tu empresa no le va a pasar nada.
–Ah que tranquilidad me das, les queda un año, ¿Y si esto cambia? Nos jodimos.
Lisandro le pone la mano en el hombro a José David.
–Si tu hijo se porta bien conmigo, haciendo caso, todo va a salir bien. Los posibles candidatos para las elecciones tienen rabo de paja y no les conviene denunciar irregularidades que les pueden salpicar. Relájate. Vámonos.

Ya en el registro, estaban con los abogados de cada quien, se redactó las nuevas clausulas de la empresa, el nuevo capital, socios, etc. Firmaron y José David se fue dejando a su hijo con Lisandro.

Lissndro quería pedirte un favor, es oara un amigo...él...
–¿También me lo puedo coger?
–Si...claro.
–No se hable más, dime que necesita y me los cojo a los dos.
–Primero tienes que saber dos cosas:
Uno, mi amigo necesita que una oersona que está recién en la cárcel se quede lo más que pueda preso, luego te doy los datos del tipo y donde está.
–Ok, ok... ¿Y lo segundo?
–Ni amigo tiene cuca.
–¿Es transexual?
–No...se quitó el el guevo porque decía que le estorbaba, no quiere ser mujer, simplemente quería sacarle provecho a su entrepierna.
–No hay peo, tendré dos culos y una cuca. Dame los datos del preso y te muevo eso.
–Gracias.
–No papito, las gracias me las dan cuando los tenga en mi cama.

Ramón arrodillado en el catre, se sujetaba a la reja de la celda mientras que seis reclusos de la otra ala lo visitaron para tener sexo. Hacían cola. Mientras uno lo penetraba, otro le metía el pene en la boca. Cada preso le daba cuatro o cinco empujones y lo sacaba para que ahora se lo mamaran. Volvieronna repetir y esta vez cada uno iba acabando dentro de Ramón. En la celda, aparte de los presos de la otra ala, estabban los habituales de esa celda y un preso nuevo, un jovencito que lonestaban preparando para ser el nuevo esclavo de la carcel, lo que es hasta ahora Ramón.
–Ponte debajo del culo de este y tu suelta ese lechero del culo. -Ramón pujó y el chico recibía el semen en su boca, lo cogieron del pelo y lo arrastraron. –Ahora vamos con este a darle palo hasta que suplique que paremos. 

El pran se acerca a Ramón.
–Coño todavía no me he ido y ya me conseguiste reemplazo. -El pran abrazó a Ramón.
–Papá, usted ya está usaíto, tiene ese culo esfloretao, Estás viejito y hay que buscarte un sustituto más jovencito y esta cristurita tiene 21 años. Además, ya te vas a ir, el director va a hablar contigo pa decirte cuando sales de esta mierda.
–Yo no me quiero ir, ustedes son mi familia. 
–Yo te dije lo que tienes que hacer si quieres quedarte. Eso si, te mando pa la otra ala, que seas la cachifa de mi pana allá.

Ramón se fue a la oficina del Director.
–Siéntate, tienes mala cara.
–Acabo de tener visita. -El Director levantó las cejas y soltó un suspiro.
–Con respecto a eso te tengo una mala noticia.
–Dígame que esa noticia es que me wuedo ennla cárcel.
–Bueno Ramón, esa es la buena, vamos por partes. La mala, llegaron tus exámenes, tienes VIH y gonorrea. Ya giré intrucciones para que recibas tratamiento mientras sigas aqui y luego cuando estés libre.
–Ajá ¿y cuál es la mala?
–Coño Ramón, esa es la mala, que no es tan mala, hay solución. La buena es que en 10 días te vas, quedas libre por buena conducta.
–NO, NO Y NO, YO NO ME VOY ALFREDO, NO ME QUIERO IR, AQUI HE HECHO MUCHAS COSAS, HE ENSEÑADO CATECISMO, HE MONTADO EL TEATRO, HE ENSEÑADO A LEER Y ESCRIBIR, LAVO Y LIMPIO LA ROPA Y PLATOS A LOS PRESOS Y ME...ESTOY FELIZ CON ELLOS. 
–Justamente por todas esas cosas que has hecho, te has ganado la reducción de tu condena. Tus compañeros de celda colaboraron con eso y nosotros que hemos visto lo que has hecho te propusimos para candodato a salir.
–PUES LA CAGASTE, YO NO ME QUIERO IR, ME HUBIERAS OREGUNTADO SI ME HACÍA FELIZ IRME...-Ramón se quedó callado, comenzó a llorar y abrazó a Alfredo el Director.
–Mata a un recluso, mátalo de una manera espantosa y se revierte todo.
–No soy un asesino Alfredo, esa gente que estan allá son mi familia, mi gente, no los voy a matar.
–Sal de esta mierda Ramón, lo que has hecho aquí hazlo libre. Aqui adentro no hay esperanzas.
–¿Y todo lo que he hecho aquí adentro no ha servido de nada?  Las muertes han bajado, la gente está entretenida con cosas y no está ociosa. 
–Claro, tú eres la mujer del penal, y ahora estás enfermo por culpa de tu familia. -El Director recibió una llamada.
–Ya voy para allá.- Acompáñame a recibir a un nuevo recluso, ya que eres el del privilegio, te doy la oortunidad que le des un tour por el penal, a ti te respetan y asi puede ir más tranquilo contigo. Es extranjero, español.

–Bienvenido Miguel, aunque no vienes de vacaciones. Aqui tienes tu uniforme y un kit de aseo personal, cuando se acabe tendrás que gestionar uno nuevo tú. Luego del tour que te dará Ramón, vas a la barbería y al ambulatorio para tu chequeo general.

–Hola, soy Ramon, el cura de la iglesia, aunque ya no soy cura, pero aqui dentro me llaman la mujer del penal, ya sabrás porqué.
–Tengo que follarte.
–Es probable, aunque aqui adentro, no existen roles, tendrás que llevar palo al igual que darlo. Es así, trataré de ponerte en la celda con los más inofensivos. Hay que estar prevenidos.
–Andaré con ojo.
–Fuera de la celda no me hago responsable, te toca defenderte, aunque tu cuerpazo te ayuda, el chuzo no sabe de musculos y atraviesa la carne y hace mucho daño.
–Me das mucho ánimo, aunque no pienso estar mucho tiempo aqui.

–Ya veremos Miguel, ya veremos

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Huevos revueltos. 294

 


José David y Gabriel llegaban al apartamento del médico, era de madrugada y ambos borrachos. Antes de entrar comenzaron a besarse y desvestirse.

–¿Te dejas coger?
–Me dejo hacer de todo, pero te quiero coger.-Gabriel se separa, lo ve a los ojos y se sonríe. Abre la puerta y al cerrarla, José David le baja el pantalón que ya tenía desabrochado. –Me quiero comer esto. -Le da una nalgada.
–Ya veremos. -Vuelven a besarse y terminande desvestirse. –¿Por qué no empiezas por mamarlo? -José David comenzó a besarle el cuello, la clavícula, le besó el pecho, llegó a la tetilla derecha y comenzó a besarla, lamerla y chuparla, se agachó y besó su abdomen, le pasó la lengua ppr el ombligo y fue bajando, pasó su nariz y boca por el vello púbico. Comienza a besarle el pene desde la base y va bajando al glande. El pene iba creciendo dentro de la boca de José David que se lo introducía todo en la boca salivando. Gabriel le acariciaba el cabello y se lo jalaba. –Ven, levántate.
–¿Me lo vas a mamar?
–El culo te voy a mamar. -Gabriel lo volteó, se agachó y le abrió las nalagas metiendo sucara entre ellas y moviendo la lengua. Chupaba el culo y lo mordía, ahora era José David quien se abría bien las nalgas para que el médico se esmerara mamando. Mordía las nalgas y chupaba el orificio, José David gemía. Gabriel se puso de pie, escupió en su pene varias veces y luego la esparció, tomó  con fuerza el pene y comenzó a penetrarlo. David seguía gimiendo, Gabriel se acercaba a su rostro y se besaban, movía su cadera deslizando el pene hasta introducirlo por completo. Gabriel lo abrazó y comenzó a moverse más rápido, ambos de pie. José David soltaba quejidos con sus ojos cerrados.

–Me tienes a punto. Como sigas apretándome el guevo voy a acabar. -José David se relajó y soltó. Gabriel volvió a moverse rápido abrazando al mecánico.
–Me vas a dejar el culo rojo como no acabes.
–Aguanta, que todavía me falta, baja la espalda. -David se apoyó del respaldar de la butaca bajando la espalda, Gabriel lo sujetó de las caderas y comenzó a moverse de nuevo con fuerza. Tomó a José David con fuerza por los hombros, pegó su pelvis a las nalgas y gritó eyaculando dentro de él. Se acostó sobre la espalda de José David por unos segundos, retiró el pene que aún estaba erecto. Un par de gotas de semen caían del glande. José David se volteó y lo tomó el pene, se agachó y lo mamó.
–Vamos al cuarto. -Gabriel lo tomó de la mano y lo llevó a la habitación, se acostaron. Jose David detrás de Gabriel con sus cuerpos pegados. Se quedaron dormidos

Guillermo tumbado en la cama veía como Aitor le hacía sexo oral.
–Buenos días carajito. Me gustan estas despertadas.-Aiyor se sonrió pasándole la lengua por el glande, se intridujo todo el pene sentándose pero Guillermo no aguantó y se vino, apretando las sábanas y sus diemtes mientras gritaba, Aitor tragaba el semen.
–Coño...que rico.
–Buenos días señor. -Aitor se acercó y le dio un beso en la boca, se acostó a su lado.

–Tenemos que resolver dos cosas Aitor. Primero no puedes ni quiero que seas mi asistente por razones obvias, además que eres abogado, tienes que trabajar en lo tuyo. Hablaré con mis socios para que entres al grupo de abogados.
–Pero Jaime y Oto trabajan juntos, de hecho ambos en el despacho.
–Ellos están casados y ese es su peo. Yo no quiero esa vaina.
–¿Casarte?
–No, trabajar con mi pareja o a quien me cojo.
–¿Somos pareja?.
–No...nos cogemos y ya. Lo segundo es que quiero vivir contigo.
–Pero no somos pareja. 
–¿No puedes vivir conmigo o no quieres?
–Aja el roommate que te coges, ¿Vamos a dormir juntos pero no somos novios.
–Coño oara tener 25 años eres muy enrrollado.
–¿Pero tú quieres tener pareja?
–Tú que quieres y yo me adapto. -Hubo unos segundos de silencio y Aitor respondió.
–Te voy a ser sincero Guillermo. -Aitor se vio el oene y estaba lubricando, se limpió y se chupó el dedo. –Desde que me llevaste a esa fiesta no pienso en otra cosa.
–Lo que quieres es ir a orgías, que te cojan varios, eso es lo que quieres, el sexo asi. ¿No quieres una pareja?
–Ay coño, me estás enrredando. Quieres que viva contigo sin ser pareja pero ahora te digo esto y me dices que no quiero pareja. Si mi pareja le gustan las orgías mucho mejor.
–Entonces quieres ser mi novio.
–Yo creo que el enrrollado eres tú.
–Vamos a hacer algo, te vienes a vivir conmigo y te prometo más orgías como aquella. -Aitor le dio un beso a Guillermo que se prolongó varios segundos. 
–Hablo con mis papás y me mudo contigo. Y de paso le digo que tengo novio.
–Ya te pusiste el título de novio. 
–¿Quieres empatarte conmigo? ¿Mejor así? Más formal.
–Pendejo. Tráete tus vainas. Ni se te ocurra traerte un corotero, si no tienes doinde guardar peroles, lo metemos en mi warehose.
–Una pregunta, ¿El vivir aqui me obliga a pagar algo?
–Por supuesto, No te voy a meter aqui de parásito. ¿O es que en tu casa no pagas nada?
–Un coño...mi papá se encarga de todo.
–Pues yo no soy tu papá, soy el que te coge, asi que piensa si quieres venir a vivir aqui colaborando o te quedas con papi y mami que te hagan todo.
–¿Puedo pensarlo?
–Claro, tómate tu tiempo, reflexiona, analiza, no hay prisa.
–Pero hoy me puedes coger ¿no? -Se acercó el pene y comenzó a mamarlo.

José David comenzó a meterle el dedo en el culo a Gabriel, luego le echaba saliva y metía el dedo, dejó caer salive en su pene y lo acercó a las nalgas. David se movió.
–No, no José, esa vaina no me gusta.
–Coño me dijiste ya veremos.
–Ya vi y no quiero.
–Coño que te cuesta darme culo vale. Me coviste hace una rato, afloja tu ahora.
–No me gusta que me penetren, me duele.
–Te doy despacio, mira mi guevo, es más grande el tuyo, deja el miedo, relájate y te lo empujo. Busca lubricante.
–No José. -Se volteó a ver a José David y este comenzó a masturbarse. –¿Qué haces?
–¿Tú que crees? Tengo que descaragar, me dejaste prensa'o. -José le metió la mano por debajo de los testículos para meterle los dedos pero José David le quitó la mano.
–Si no das culo, no vas a tener el mio. -Gabriel se levantó y se fue el baño, José Dsvid siguió masturbándose. Acabó cayendo su semen en el pecho y barriga.
–¿Me puedo duchar contigo?
–Si, pasa. -Abrió la enorme puerta de vidrio y entró a la amplia ducha.
–Nunca me han cogido. -Gabriel enjabonaba a José David.
–Yo te quito el virgo, anda.
–Hoy no, te prometo que la próxima lo intentamos.
–¿Próxima? ¿Tú quieres verme de nuevo?
–Coño si, salir a almorzar, unos tragos, una tirada.
–Yo pensé que era hoy y listo, te arreglo el carro y nos vemos en la vida. Por eso quería que me dieras culo.
–Bueno, si es asi, no hay rollo, ya tuvimos nuestra tirada y listo. -Gabriel salió de la ducha y cogió la toalla.
–Coño pero no te arreches, ya somos adultos, sexo y ya.
–Yo no estoy arrecho José, simplemente me imaginé una cosa y es otra, no hay peo.
¿Te llevo al taller?
–Si por fa, tengo que reunirme con mi hijo y un socio nuevo.
–Dale, vamos a vestirnos y salir.
–Y yo me voy con la misma ropa...