domingo, 28 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 49

 


Héctor llegaba al apartamento con Oto que estaba muy nervioso sabiendo que estaba Jimena y Agustín ahí.


Agustín vio a Oto y se abrazaron. -Marico que fuerte todo esto.
-Estoy muy nervioso Tín, esto me parece muy incómodo, me quiero ir. -Hector se había ido a su habitación y dejó a los amigos solos en la sala.
-Enfrenta este peo, si de verdad amas a mi papá asume lo que hay y vivan con eso, esto que te estoy diciendo va para mi mamá también.
-Es que yo no...Tin, yo quiero vivir con Héctor, tener una relación de pareja, pareja, dos, él y yo.
-Te enfrentas primero con un tipo bisexual de 55 años, con 30 años de un matrimonio sólido, lo sabes, nunca ha habido un peo de faldas o de pantalones, no ha habido faltas de nada, ni siquiera desde que apareciste en su vida, me refiero sentimentalmente. Piensa bien que quieres hacer. Vivir esta relación de tres o terminar de raiz.

-Oto, cariño, tenemos una conversación pendiente. -Jimena aparecía en la sala, tranquila pero seria.
Mamá, papá, me voy a casa de Castro y duermo ahí, los llamo. Chao Oto -Le dio un beso en la boca. -Todo va a salir bien.

Oto se fue a la habitación de Jimena y Héctor se quedó en la sala.
Héctor recibió una nota de voz.
<Disculpe doctor Vasquez que le hable hoy domingo y a esta hora pero como me dijo que le avisara de algo que saliera pues le cuento que conseguí dos apartamentos con las características que me dijo, casualmente uno está cerca del bufete y el otro está cerca de su casa, uno de ellos no recuerdo cual está listo para habitarlo, pero si quiere ahora mismo puede verlos, avíseme y nos conseguimos> Héctor le respondió que ya mismo salía y cuadraban. Entró a la habitación.
-Tengo que salir un momento para algo importante, debo estar aquí en una hora.
-Tranquilo, lo que tenemos que hablar basta que seamos Oto y yo.

-Oto te voy a ser muy clara y puede que muy cruda. Anoche estuve con un hombre que no es Héctor, es el suegro de Tín, me acosté con él, al principio me sentí terrible, me arrepentí, dije que había sido una locura, falté al matrimonio...pero después pensé, Jimena si él pudo tú puedes. Disfruté del sexo con Polo como nunca en 30 años. Es una locura pero es así. Pero sigo amando a mi marido, lo amo no con esa fogosidad de hace 30 años, el amor cambia pero eso sigue ahí. Ahora apareciste tú de otra manera en la vida de Héctor y despertaste a ese león dormido, al que le gustan también los hombres. Supongo que antes de ti estuvo con otros, a lo mejor no en una relación, solo sexo, en fin Oto, no quiero alargar esto.
Héctor te ama y te ama con locura, eres el niño de sus ojos, yo soy su esposa, la madre de su hijo, la estabilidad, su hogar y yo no pienso a estas alturas echar por la borda 30 años de matrimonio dónde no ha habido nada que lo tambalee hasta ahora. Pero ahora estás tú, el muchacho que quiero como a un hijo, que le abrí las puertas de mi casa hace más de 20 años y también está enamorado de mi marido. ¿QUE HACEMOS CON SEMEJANTE ASUNTO?. Vivir Oto, vivir, aprender a vivir con lo nuevo, adaptarse al cambio, resiliencia palabrita que se usa mucho ahora. Nos sacaron de nuestra zona de confort y nos dijeron ahora brega con esto a ver qué haces.
Bueno Oto, hay que seguir adelante, si tú te vas de su vida ese hombre cae en depresión y si yo me voy ocurre lo mismo y a mí también me ocurrirá lo mismo, ya tengo 50 años. Tu tienes 30, a lo mejor lo dejas y consigues otro hombre y vuelves a enamorarte.
-Yo no quiero otro hombre Jimena, yo amo a Héctor.
-Tienes seis meses con él.
-El tiempo no importa Jimena. A veces pienso que le estamos haciendo la vida fácil a Héctor, nos quedamos con él y estará feliz, él si que no sale de su zona de confort.
-Salió de su zona de confort el día que los conseguí desnudos en mi casa. Ahora no sabe cómo lidiar con esto que ya es público. 
-¿Estás dispuesto a seguir en este triunvirato?
-Estoy dispuesto Jimena, no sé hasta dónde pueda soportarlo pero de momento esto es lo que hay y lo quiero.
-Yo si voy a estar en pie de guerra Oto.
-¿Y el tal Polo?
-Un comodín que usaré de vez en cuando. Deberías tener uno. Ignacio no es mala idea, ya lo conoces. Dame un abrazo.
Ambos se abrazaron, Jimena le dio un beso en la mejilla. -Te quiero mucho mi amor, de verdad, te quiero como a un hijo. Pero no te quiero viviendo aquí, puedes estar unos días, no más.
-Tranquila Jimena, antes que termine la semana me habré mudado de aquí.

Castro estaba sobre Agustín penetrándolo mientras esté gritaba. -Mételo todo, cógeme, dame duro coño. -Castro levantaba su cadera y con el pene a medio entrar lo movía y se dejaba caer. Agustín gritaba. -Cada vez que te cojo te pones más perra.
-¿No te gusta? ¡Dame duro coño! -Agustín tenía el frasco de Popper en su mano e inhalaba de vez en cuando.

-Dios mío pero Castro debe estar matando a la mujer en esa cama, ¡Que gritos!
-¿A la mujer Claudia? Ese se está cogiendo a un tipo, coño a menos que la mujer esté ronca.
Claudia se mordió el labio y metió su mano en su ropa interior tocando su vulva. -Nosotros en vez de estar escuchando eso deberíamos de hacer lo mismo.
-¿Te puso quesúa el King Kong ese? El hombre se quitó la ropa. -Te voy a poner a chillar así a ver si te vas a relamer con ese mastodonte.

Castro le levantó la cadera a Agustín y él se levantó en la cama flexionando las rodillas hasta estar a la altura del culo de su novio. Volvió a penetrarlo y lo agarró del cuello mientras los empujones lo hacián gritar más.
Tumbó a Agustín en la cama. -Voltéate, voltéate. -Se quitó el condón y derramó su semen sobre el pene, barriga y pecho de Agustín que también se masturbaba.

-Yo me voy a morir o de un infarto o de una rotura en el culo. ¿Por qué me dejas usar Popper?
-Es que te pones tan endemoniado que me excita.
-Pero ahora estoy como un trapo...no puedo ni moverme, ni hablar, me duele el culo cuando hablo, la cabeza todo.
-Espera. -Castro se levantó, abrió la gaveta de su mesita de noche y sacó varios frascos de Popper, los vació en la poceta y botó los frascos. -Listo, no te vuelvo a coger con Popper.
-Gracias amor. -Se monto sobre Agustín hundiéndolo en el colchón.
-Me dijiste amor. -Lo besó metiéndole la lengua por completo en la boca.
-Este hombre quiere enloquecerme, ¿Dios mío dónde estabas metido hace tres años?.
Castro se acostó al lado de Agustín.
-¿Grité mucho verdad?
-No joda, los vecinos escucharon toda la tirada seguro.
-Que pena.
-No chico, usted grite lo que quiera, vuélvase loco que eso me encanta.
-Estoy mareado y adolorido.
-Voy a traerte unos ibuprofenos y cuando te bañes te echo cremita en ese culito hermoso.

Se ducharon, Agustín estaba como si un camión hubiese pasado por encima de él. Estaba de lado mientras Castro le ponía crema.
-Entre los condones, la crema y las pastillas se nos va un realero en sexo jajajaja.
-Hablando de eso amor. -Le decía Castro. -La semana que viene cuadramos para ir a sacarnos los exámenes. Ya quiero cogerte sin condón, quiero que sientas mi verga.
-Coño ¿Más?
-Ja ja ja. Me refiero así al natural. 
-Si, vamos a hacerlo esta semana.
-¿Qué quieres cenar? Quiero consentirte.
-Ay ¿Por qué no haces unas panquecas?
-Ok, ahora voy a prepararlas.
-Mira amor quería hablar contigo de algo, bueno si este aguevoniamiento me deja.  Con todo este peo de mis papás he estado pensando en esto de las relaciones...y creo que deberíamos ser más flexibles en ese tema. Bueno tú tienes un máster en eso, sabes de lo que hablo, pero eso, quisiera que nuestra relación sea abierta y sincera, que nos contemos todo, pero no me refiero a que como es abierta vamos a ir tirando como locos todos los días con quién sea, sino que si se da pues plomo y nos lo contamos.
-Sabes que desde que te conocí y luego tuvimos sexo, me dije que solo quería estar contigo, dejar ese pasado con mi esposa atrás, pero se a lo que te refieres y me gusta el punto, si se dan las cosas para un sexo fortuito pues que ocurra, no buscarlo. Y por supuesto protegiéndonos.
Agustín lo besó. -Gracias.
-Nada de gracias, voy a hacer las panquecas.
-Coño yo a cagar, que retorcijon y que miedo, me va a doler.
-No creo que más de lo que entró por ahí ja ja.
-Agustín entró al baño, Castro se fue a la cocina.
Sonó el celular de Agustín. -TU CELULAAAAR ¿TE LO PASO?
-NOOOOO, ATIENDE POR FA.

<Número desconocido>
-Aló.
-Buenas tardes, ¿es el celular de Agustín Vázquez?
-¿Quien habla?
-me llamo David, tengo 18 años y trabajo como voluntario en la iglesia del Perpetuo Socorro, ¿Usted es Agustín?
-Si soy yo. ¿Pero que quieres?
-Bueno es que yo trabajo con un tipo que se llama Renato y creo que fue o es pareja de usted, yo quería saber si podíamos reunirnos para hablarle sobre él. El está como confundido, quiere ser cura pero sueña y dice su nombre y yo me...-Estuvo a punto de decir que se había acostado con él pero se frenó. -...yo me preocupé y busque en sus contactos y lo ví.
-Mándame una foto tuya y si tienes una foto junto a Renato mejor.
-Ya se la mando, la otra se la mando en un rato que lo vea. ¿Nos podemos ver mañana como a las tres de la tarde en el Centro Comercial Maxim.
-No, yo te busco en tu edificio, mándame la dirección.
-Mejor en la iglesia, a esa hora estoy allá.
-Ok.

Mientras comían Castro le contó la extraña conversación que tuvo con el chico.
-Yo no quiero saber de Renato, se que está bien y ya.
-Yo me hice pasar por ti, si quieres voy yo y averiguo que es lo que quiere ese chamo.
-¿Y la foto del wasap? Capaz me vio.
-Bórrala. Después la pones. 
Llegó un mensaje. -Yo tengo en mi foto un árbol, no me acordaba. Mandó una foto.
-Esa es de tu ex. -Agustín la abrió, se sorprendió verlo con barba y palido, también algo delgado pero aún consevaba el buen cuerpo aunque estaba con ropa. -Ahora usa barba...no le queda mal.
-¿Y entonces?
-Ay bobo, un comentario nada más.
-Mándame una foto tuya para saber quién eres.-
-Ponte ahí.
-¿Sin camisa?
-Si, que importa. -La enviaron
-Wow, eres como grande, no te imaginaba así y eres pelúo.
-Ay este quiere sexo. -Agustín le escribió.
-Chamo nos vamos a reunir para hablar de Renato, no para bucearme y buscar otra cosa.
-Que malo eres flaco ja ja ja.
-No, no, claro, es para hablar de Renato, más nada disculpa si malinterpretaste mi comentario.
-Si pendejo, hazte el inocente, estos carajitos vuelan. Si se pone resbalosa le muestras tu pipí y verás que se asusta.
-Ja ja ja. Cómo tú qué te asustaste y brincaste encima de él.
-Pendejo.
-Ven acá mi flaco dame un beso.






sábado, 27 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 48


 Eran las cinco de la mañana, Lorenzo se levanta de la cama donde duerme Rubén que estaba desnudo y roncaba. Le ardía el culo, se puso el short y salió a buscar a José.


Entró con cuidado a la habitación. José dormía con Sala'o pero entre ellos no había pasado nada.
-José, mi amor, despierta. -Le hablaba en voz baja. El chico abrió los ojos.
-¿Qué haces aquí? ¿Y el viejo?
-El viejo duerme, vámonos a la playa a ver el amanecer mientras nos bañamos.
-Coño vayan a hablar afuera y dejen dormir.
-Le voy a morder el pipí. -Le dijo en voz baja a Lorenzo, que le dijo que lo hiciera. José se volteó y le mordió suavemente el glande.
-AAAAUUUU ¡váyanse! 
José se puso el short, las cholas y salieron a la calle. Corrieron y mientras lo hacían gritaban lo que hizo que varios perros comenzaran a ladrar.

Llegaron a la orilla de la playa, aún no despuntaba el alba y la luna apenas se veía. Juntos abrazados, se besaban. Lorenzo le bajó el short y José hizo lo mismo.
-Dime que Sala'o no te ha tocado.
-Te lo juro que no, me dijo que cuando yo le diga él lo hará.
-No quiero que te toque a menos que yo esté contigo.
Entraron al agua que estaba fría y entrelazaron las piernas y brazos. -¿Y tú qué? Ahora duermes con el viejo ese...te coge todas las noches. Eso me pone mal.
-Yo no soporto más eso. Lo hago para tener dinero, pero no está resultando. Estoy a punto de conseguir dónde esconde el efectivo, en cuanto lo descubra lo tomo y escapamos, además tiene computadora e impresora y voy a buscar información de este pueblo a ver si hay sitios de interés y nosotros llevar a la gente y contarles la historia, nos abrimos un Instagram.
-Mi novio se está poniendo creativo. -Le dio un beso y le agarró las nalgas.
-Quiero hacer plata amor para que vivamos decentemente y podamos montar algo, quiero que tú estés bien, yo te arrastré a esto y no quiero que sufras.
-Si estoy contigo lo demás no me importa, yo estoy aquí para ayudarte y apoyarte.

Se pusieron a nadar, ya comenzaban a llegar los pescadores. Salieron del agua y se colocaron la ropa.
-Voy a buscar pescado con estos tipos, a ver que me regalan. -Lorenzo les decía a los pescadores que era el "amigo" de Rubén.
Le dieron un tobo con seis pescados. José veía llegar corriendo a Lorenzo con el tobo.
-Tenemos el almuerzo resuelto, vamos al restaurante a dejar los pesacdos y devolver esto y que nos preparen empanadas.

José regresó a la playa a dejar el tobo y Lorenzo hablaba con la cocinera para las empanadas.
-Buenos días señora Carmen ¿nos puede hacer unas empanadas para José, Sala'o y para mí?
-Claro mi amor, tengo cazón, mechada, queso, pollo y guacuco.
-¿Pueden ser todas?
-Ja ja ja ja, claro corazón, el jefe me dijo que lo que tú pidas lo hagamos.
-Tampoco así señora Carmen, yo después la ayudo a limpiar la cocina con José.
-No hace falta niño.
-Si hace falta, la ayudaremos como siempre.
Lorenzo fue a despertar a Sala'o.

-Espero que no te hayas propasado con José.
-Muchacho, ya les dije que mientras ustedes no me digan nada yo me quedo quieto, yo no soy Rubén.
-Cuando querramos estar contigo estaremos los tres, ya va a estar el desayuno, la señora Carmen nos está haciendo empanadas. -Sala'o fue al baño a orinar, cepillarse los dientes y vestirse.

José entró a la habitación. -Amor ya Sala'o está sentado, vamos, hay café.
-Mámamelo un poquito que te lo quiero meter.
José se puso a mamar arrodillado mientras Lorenzo le acariciaba el cabello.
-Quiero que me cojas ya. -José se subió a la cama y se arrodilló en el borde. Lorenzo se acercó y comenzó a penetrarlo. Iba moviéndose mientras José gemía volteando a ver a su novio que sonreía y le guiñaba el ojo.

Sala'o fue a la habitación a buscar a los chicos y los vio teniendo sexo. Se quedó en la puerta, pero entró y se bajó el short para masturbarse.
-Hazte la paja que ya me vengo. -Le decía Lorenzo que se movía con suavidad, haciendo que su chico disfrutara. Sala'o se masturbaba apretándose una de las tetillas.
-Se ven pa' cogérselos. -Lorenzó volteó y sacó su pene eyaculando afuera y José acababa sobre la cama.
-Coño chamo, me cortaste la vaina. -Sala'o cerró los ojos apoyándose en la pared y derramando el semen en el piso. Tres chorros grandes volaron por el aire. José lo vio acabar y se emocionó.

Salieron a desayunar. Sala'o volvió a comer, los chicos se comieron cinco empanadas cada uno.
-Ahora voy a ir al cuarto del viejo a buscar los reales.
-Ten cuidado y el viejo se despierta.
-Ese bicho no lo despierta ni un terremoto.
Lorenzo se comía las empanadas a tres mordiscos y bebió café. -¿Quieres una cerveza?
-¿A esta hora? Apenas son las siete.
-Aaah que coño, yo si quiero.
-tráeme una.
Fue a la nevera y sacó dos botellas. -¡Esas son para los clientes niño!
-Deja, no le digas nada que tiene el consentimiento de Rubén..
-No me jodas...
-Se tira al carajito, quédate mudo que el botado serás tú.

Lorenzo se bebió la cerveza de un tirón. -Espérame en la playa y te cuento si consigo algo.
-Voy con Sala'o al pueblo a comprar unas cosas y acomodar unas redes.

Lorenzo comenzó a revisar los muebles y gavetas intentando conseguir algo, su corazón le brincaba en el pecho, veía a Rubén que dormía a sus anchas, roncando. 
En el fondo de un mueble donde había ropa, estaba una caja fuerte y estaba abierta.
-Coño, coño, coño. -Abrió un poco las cortinas para que entrara luz. Vio la puerta de la caja y en la parte interna estaba escrito en un papel la clave. -¡Bingo! -La anotó, vio el interior y estaba repleto de billetes y unos documentos. No sacó nada pero dejó todo como lo encontró. Acomodó todo e iba a salir.
-¿Adonde vas Lorenzo? Me tienes que dar culito.
-Ahora no puedo, voy a la playa, cuando regrese te doy.
-Mosca carajito, mosca, no te me pongas arisco. -Se volteó y se quedó dormido.

Lorenzo sentía que el corazón se le iba a salir por la boca.

viernes, 26 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 47


 -¿Qué pasó con Oto papá? -Agustín hablaba con Héctor que estaba sentado en la mesa del comedor con la cabeza recostada en la mesa. La levantó.

-No puedo creer que tú mamá haya tenido los ovarios de acostarse con ese tipo. -Agustín se puso de pie.
-Oye papá...no es que esté bien lo que hizo mamá pero está en todo su derecho. Tú llevas seis meses con Oto.
-Con Oto es distinto, es una relación seria Tín, lo de tu mamá es un calentón producto de la borrachera. -Agustín se acerca a su padre y le pasa la mano por la espalda.
-Oto me llamó para decirme que habías terminado con él ¿Qué pasó?
Héctor se puso a llorar. -Oto como que ahora quiere tener una relación abierta y tirarse a quien sea. Antes del viaje se tiró a su ex y en el viaje si tiró a un desconocido en la playa, pretendiendo que yo lo hiciera también.
-Coño...¿Nunca han hablado de tener una relación abierta? Más allá de la que tienes con él y mamá...
-Nunca lo hemos hablado pero tampoco le he manifestado que me gustaría. Él sabe cómo soy.
-Debe sentir impotencia de tener que compartirte y él a su manera quiere demostrarte que también lo puedes compartir a él.
-No lo había visto de ese modo.
-Es mi parecer, a lo mejor estoy errado, no soy psicólogo. Papá sincérate con mamá, sincérate con Oto, si quieres conservarlos a ambos tienes que involucrarlos a ambos. Mamá y Oto no son extraños, se conocen desde hace más de 20 años, usa eso a tu favor.
-¿Y qué hago con lo que hizo tu madre?
-Bueno papá entiéndela, está llena de rabia, su matrimonio que ella creía perfecto tiene una grieta, en este caso un grieto. -Se rió pero se contuvo.
-No le veo la gracia Agustín.
-¿Dónde dejaste a Oto?
-En la boca del lobo, en casa de su ex.
-Habla con mamá.
-¿Y si tú mamá se enamora de ese hombre y quiere dejarme?
-Es el riesgo que corres papá, no todo puede salir como lo planeas. No creo que tú esperabas que mamá te pillara en casa con tu amante y se descubriera todo, lo tuyo era tener esas vidas paralelas. Piensa en eso papá.

Héctor regresó a su habitación. Jimena se despertaba.
-¿Cómo te sientes?
-Mejor.
-Yo estoy peor. Terminé con Oto y llegó a mi casa y mi mujer llega de la calle borracha con otro hombre entre risas y me confiesa que durmieron juntos.
-Y fue maravilloso Héctor. Tenía años que no disfrutaba el sexo como anoche y si, me sentí mal por hacerlo pero después pensé a la mierda todo, yo también quiero disfrutar. Y a lo mejor debes estar pensando que no disfrutaba contigo haciendo el amor. Si Héctor, lo disfruto mucho hasta la última vez que lo hicimos hace cuatro días, pero lo de anoche me despertó cosas que no había sentido en años, a lo mejor fueron las cervezas no sé, pero lo disfruté y quedé adolorida.
-Me estás haciendo mucho daño con lo que me dices.
-A mi me dejaste rota cuando supe que te gustan los hombres y encima Oto, mi querido Oto que es como un hijo para mí.
Y ahora te digo algo Héctor, yo te amo, te amo con locura y lo que más deseo es ser feliz pero también quiero verte feliz a ti y si tú felicidad es estar conmigo y con Oto yo soy feliz así. Porque quiero mucho a Oto y extraño abrazarlo, verlo comer junto a nosotros, verlo reír con su amigo. Si así tienen que ser las cosas yo me adapto a esa nueva vida. No voy a lanzar 30 años de mi vida por el bajante. Pero así como te digo eso te voy a decir otra cosa. Si Polo me escribe porque quiere salir y quiere hacer el amor conmigo, emborracharnos, no voy a dudar en hacerlo. 
-Eso me duele.
-Eso te lo buscaste tú Héctor, lo que es bueno para ti, es bueno para mí también. ¿O es que preferirías que mi amante fuera una mujer? ¿Sería menos traumático para ti?. Habla con Oto, vuelve con él. Tú lo amas, ese niño te hace feliz, ¿Cómo no te va a ser feliz, si él es puro amor? Trabajan juntos y es tu abogado estrella. No lo pierdas, lo pierdes a él me pierdes a mi.
Héctor se le acercó y le dio un beso en la boca, ambos se abrazaron, intentó meterle mano y Jimena se la quitó.
-Cuando te dije que estaba adolorida era literal, hoy no mi amor. -Hector se levantó molesto pero respiró profundo y se calmó. -Ve a buscar a Oto, búscalo ya, no dejes que Ignacio te gane la partida, si de verdad lo amas sácalo de ahí. Tráelo a casa, aquí será bienvenido, de verdad Héctor, sin rencores. No pretenderás que viva aquí, solo que mientras busque un sitio puede dormir en casa. Ve a buscarlo, aquí te esperamos.

Héctor salió y buscó las llaves del carro, vio a su hijo. -Voy a buscar a Oto, se queda aquí.
-Búscalo papá. Te amo.

Héctor llegó al edificio de Ignacio, tuvo que preguntarle al conserje el apartamento.

-Si tan solo me volvieras a parar bolas, tanto peo y el Daddy te dejó.
-Nacho no me digas esas vainas.
-Quiero hacerte el amor vale, ahora que estás soltero, vamos a intentarlo de nuevo.
-Nacho, está semana resuelvo dónde vivir, no me voy a quedar aquí.
-Pero ese no es el punto marico, quiero volver contigo, vivas conmigo o no.
-¿Me puedes dejar dormir? Estoy agotado.
-Si...cerró la puerta y fue a la cocina. Sonó el timbre, abrió la puerta.
-Llama a Oto, dile que venga.
-Buenas tardes Héctor ¿Cómo estás?
-No estoy para saludos Ignacio, dile a Oto que estoy aquí.
-Está durmiendo, está agotado física y mentalmente.
-Coñodelamadre abre esta mierda si no quieres que grite hasta que salga Oto o los vecinos.
Héctor entró y abrió las dos puertas que habían, entró dónde estaba Oto.
-Oto, Oto mi amor despierta, despierta. -Ignacio veía desde la puerta, una lágrima corría por su mejilla. 
Oto despierta y lo ve. -¿Que haces aquí?
-Te vine a buscar, vente conmigo perdóname amor, soy un estúpido, no debí apartarte de mi, agarra tus cosas y vámonos de aquí.
-Hector no es tan fácil.
-Claro que lo es, no has ni abierto la maleta, la agarras y nos vamos.
-¿Vamos a un hotel?
-A mi casa, solo por hoy, te prometo que está semana te resuelvo lo del apartamento.
-Este no va a dejar a su esposa Héctor, va a meterte en su casa porque es más cómodo para él tener ambos amores, es un egoísta. Te está usando, te manipula, seguro que Jimena apoya esto y él se agarra de eso para seguir teniendo los a los dos. Vas a seguir siendo el amante.
Héctor se levantó y agarró por la franela a Ignacio empujándolo a la pared.
-¿Me vas a pegar? Te duele que te escupan las verdades a la cara. Eres un cobarde Héctor.
-Y tú un perdedor esperando las migajas, mendigando el amor de Oto que no te ama, nunca te amó y sigues arrastrándote.
-Lo único que mantiene a Oto cerca de ti es tu dinero, porque ya eres un viejo y lo único que le sirve es tu plata.
Héctor le dio un fuerte golpe en la cara que lo tumbó al suelo.
-¡Hector! Nacho -Oto se agachó para ayudarlo a levantarse.
-Estoy bien Oto, tranquilo, vete con él, si crees que serás feliz siendo el eterno amante, vete, pero no me vuelvas a llamar cómo hiciste cuando estabas en el hotel. Que te coja otro, que seguro sucederá. ¿Verdad Héctor?
Héctor se le lanzó encima pero Oto se interpuso.
-Vámonos.

Ya en el carro. Oto iba llorando en silencio.
-Oto, Ignacio está dolido por eso dijo lo que dijo.
-Es que lo que dijo es verdad.
-¿Que es verdad, que estás conmigo por dinero o que vas a seguir tirándote a hombres?
-Si todavía a estás alturas dudas del amor que te tengo entonces esto no va para ningún lado.
Hector frenó el carro. -No eres mi amante Oto, maldita sea eres el hombre de mi vida. Nojoda vine a buscarte, te amo y si, amo a Jimena soy culpable por eso, la amo también ¿Que hago? ¿Me pego un tiro?
Oto le dio un beso a Héctor que duró varios segundos mientras lloraban.
-No quiero quedarme más de dos días en tu casa Hector.
-Tranquilo yo resuelvo como sea eso. No quiero volver a perderte mi amor, no quiero.






jueves, 25 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 46


 David tocaba el timbre en el apartamento de Renato. Abre la puerta y estaba envuelto en una cobija.

-Pero tú estás grave.
-¿Qué haces aquí David?
-El padre Ramón me mandó para ver cómo te encuentras y ayudarte un poco y si necesitas alguna medicina y cocinarte algo.
-Gracias pero no hace falta.
-Ya estoy aquí, déjame pasar. -David pasó.
-Dime dónde colocas los medicamentos para ver qué te puedo dar ¿No te has quitado la ropa? Chico así no puedes estar, ve a acostarte mientras busco en la cocina.
-Verga hasta enfermo se ve buenote y esa barba. Este hombre me tiene que coger. -David buscaba en los gabinetes algún frasco con analgésicos. Los encontró.

Berta caminaba por el camino de tierra que llevaba a la puerta de la casa de Ramón, el cura. Se imaginaba a Begoña caminando por ahí con uno de sus vestidos diminutos y pegados al cuerpo. -Zorra.

Tocó el timbre, unos segundos después Ramón mira por el ojo mágico de la puerta. -Coño, ¿Que hace esta mujer aquí? VOY. -Ramón se colocó un short y una franela blanca. Abrió.
-Señora Berta que sorpresa ¿A qué debo esta visita? Pase. ¿Quiere agua, café, jugo?
Berta vio una botella en el mueble del comedor, un licor de café.
-¿Puede ser un shot de esto?
-Berta son las 10 de mañana. -Berta tomó la botella y un pequeño vaso. -Gracias padre, ¿quiere uno? -Sin esperar respuesta Berta le sirve.
Berta se sentó en una de las butacas y Ramón hizo lo mismo. Berta le vio las piernas al padre que las tiene bien formadas y velludas, subió la mirada a la entrepierna. El short al estar sentado se le echó para atrás y le marcaba el pene y los testículos. Berta le recorrió un calor por el cuerpo y se bebió el shot de un trago. Se levantó y se volvió a servir.
-Berta ¿no me ha dicho a qué debo el honor de su visita.?
-Vengo hablarle de Begoña.

David sirvió agua en un vaso y le llevó dos pastillas de acetaminofén.
-Ven yo te ayudo, toma dos...así, acuéstate. Tienes que quitarte toda esa ropa, tienes que botar ese vaporón.
-Yo no puedo moverme, quítala tú.

David le quitó la cobija, su barba, un poco más poblada le quedaba muy bien. Comenzó a quitarle las medias, le desabotonó el pantalón, tuvo que halar con fuerza para bajárselo. Un poco más complicado fue quitarle la franela pues Renato no colaboraba.
El chico le pasaba la mano por la barba y el cabello, bajó su mano a los pectorales. -Que cuerpazo tiene el coñoemadre. Está caliente. -Le tocó las tetillas, David sintió que lubricaba, seguía bajando su mano y tocó los abdominales.
-Agustín, mi amor, Agustín.
-¿Agustín será su novio o el ex? Dime mi amor
-Te amo
-Yo también. -David se le acercó a la boca y lo besó, su boca estaba caliente. Su mano bajó al pene de Renato y lo acariciaba sobre el interior, sintió que el pene se movía y se iba poniendo duro.
Se separó de Renato y comenzó a desnudarse. Volvió a acercarse a Renato. -Quiero hacer el amor.
-Tín, no me dejes, vuelve conmigo.
-¿Ahora quien será Tín? Agustín, Tín aaaah...este hombre ama al tipo ese. Voy a buscarlo en su celular.

El padre Ramón se puso tenso. -¿Qué pasa con Begoña?
-Dicen los vecinos que esa mujer le pone los cuernos al marido con cuánto hombre se atraviesa. Imagínese, y viene los domingos a rezar a la iglesia, debe venir a confesarse por sus pecados. Quien sabe si mi marido ha caído en garras de esa resbalosa.
-No hay que hacer caso de chismes Berta, por chismes como esos han destruido relaciones, negocios, eso también es pecado.
-También me contaron que vieron entrar a Begoña aqui en horas que no era de misa.
-Bueno Berta, tu estás aquí y no es hora de misa, ella también vino.
-Ella vino con intenciones de estar con usted, tener relaciones.
-Eso es absurdo Berta, eso no tiene sentido.
-Padre, usted hace cosas con mi hijo, yo lo sé, me quedo callada porque usted lo protege, lo cuida y lo quiere, pero no puedo quedarme callada sabiendo que a esta casa entra esa mujer a cometer actos impuros con usted. José David, mi esposo, la vio entrar y la vio haciendo esas cosas con usted. En eso mi esposo no miente.
-Berta, déjeme explicarle...
-Padre usted no tiene que explicarme nada. -Berta dejó su cartera en la mesa, deshizo el lazo de la cinta de su vestido y lo abrió quedando totalmente desnuda. -Yo vine para que usted haga lo mismo conmigo, ¿Quien mejor que usted que es un enviado de Dios, un santo para ayudar al prójimo y yo necesito ayuda. Mi marido no cumple con sus obligaciones matrimoniales, de alguna manera tengo que saltisfacerme, prefiero que sea usted, que un desconocido. -Ramón se le quedó viendo el pecho y luego su vagina. Berta aún tenía un hermoso cuerpo. Ella buscó en su cartera algo que sacó y se lo entregó a Ramón. -Úselo porque esa mujer es una sucia y no quiero que me pegue alguna enfermedad, estoy casada.
-Berta yo...yo no puedo hacer esto.
-Claro que puede padre, si usted me posee esto quedará entre usted y yo. No creo que quiera negarse, no se le negó a la golfa esa. Berta vio que el bulto en el short del padre se marcaba más. Ramón mirando a la mujer se bajó el short.
-Si tú quieres esto pues no soy quien para negarte este placer. -Se sentó en el sofá y le dijo a Berta que se agachara para que comenzará a mamarlo. Ella se hizo una cola de caballo en el cabello y se arrodilló.

David guardó el número de Agustín y regresó al lado de Renato que comenzaba a tener escalofríos. Le quitó el interior.
-Mierda, que verga tan rica tiene este pana. ¿Quieres que te lo mame mi amor? -Le susurró al oído y con un casi imperceptible sí, Renato le dio rienda suelta al chico. Lo tomó con su mano y su lengua jugaba con el prepucio, con su boca lo bajó dejando el glande al descubierto, comenzó a chuparlo, se lo metía todo en la boca, mientras con su mano jugaba con los testículos.
Le pasaba la lengua por todo el pene, aunque no estaba completamente erecto, David se esmeraba en el sexo oral. Renato gemía y emitía sonidos, algunas palabras que no se lograba definir que decía.
Renato abrió los ojos y vio a David mamándole el pene.
-¿Agustín?.
-Si papi, soy yo, acuéstate. David comenzó a mamarlo con más intensidad logrando que el pene tuviera más rigidez. Buscó en las gavetas algún lubricante, lo sacó y se colocó una buena cantidad en el culo. Apoyó sus pies al lado de las caderas de Renato y se puso en cuclillas, tomando el pene y llevándolo a su culo, lo apretaba para que pudiera entrar ya que no estaba totalmente erecto. Logró meterlo y cuando se sentó sobre Renato, este abrió los ojos.
-¿Qué haces? 
-Tirando contigo. -David comenzaba a moverse brincando, el pene entraba y salía de su culo y Renato no entendía.
-¿Y Agustín?
-Cállate y cógeme. -David se agachó y lo besó, Renato sintió un mareo al cerrar los ojos, perdió la erección.
-Coño del madre. -Empezó a masturbarlo pero Renato temblaba, se agitaba en la cama y sudaba frío. David lo tapó con la cobija. Se acostó al lado de él y lo abrazó.
-Agustín, Agustín.
-Aquí estoy.
Renato torpemente se volteó, abrió los ojos y beso a David para luego caer tumbado en la cama. El chico comenzó a masturbarse.

-AAAAAAH, AAAAAH, AAAAAH -Berta gritaba de placer mientras que Ramón le venían las contracciones de que estaba a punto de venirse.
-AAAAAAAAH, AAAAY, COOOÑOOO, MIERDAAA. -Retiró el pene y se acostó a un lado quitándose el condón.
-Padre Ramón...yo...no sé lo que hizo...pero nunca...había sentido...lo que me hizo...¿Que hizo? Yo...
-Berta...verga...estabas enloquecida, lo que tuviste  fue un carrusel de orgasmos. -Esta es una diabla en la cama. Cómo me apretaba el güevo la zorra esta, la Begoña es una principiante. Estuvo muy bueno Berta, muy bueno.
-Padre Ramón...yo no puedo estar con mi esposo después de esto. Usted...lo hace mejor que él, usted sabe hacerlo padre. Berta comenzó a llorar.
-De manera de agradecimiento deje que lo bañe y le voy a preparar un almuerzo que le va a encantar.

Berta lo enjabonó, le limpiaba el pene con dedicación, le enjuagaba el prepucio, le mojaba el cabello, le lavaba la espalda.
Luego de vestirse Berta fue a la nevera y con lo que había le preparó el almuerzo.

Ramón se colocó la sotana. Berta le colocó el alzacuello. Él le sostuvo la cara con sus manos y le dio un beso en la boca.
-Huele rico eso que preparaste.
-Espero que le guste.
-¿Mañana quieres venir de nuevo?
-Si padre, las veces que uste pueda y quiera yo vengo.
-¿Tu esposo te ha hecho el sexo oral?
-No.
-Mañana lo hacemos.
-Esta bien padre, si es con usted yo me pongo en sus manos.
-Mañana me acomodas un poco esto que hay un polvero.
-Un placer padre, lo haré, quiero ayudarlo, usted me ayuda y yo lo ayudo. Yo seguiré viniendo padre Ramón, con una condición.
-A ver, que será Berta.
-No quiero que David venga más a la iglesia a menos que sea con nosotros los domingos. Deje a mi hijo fuera de esto y yo seré suya.
-Berta, eso no hay que decirlo, a partir de mañana usted será la dueña y señora de esta casa.

David le tomó la temperatura a Renato y le puso una compresa fría en la frente. Antes de irse le dio otra pastilla.
-David...no te vayas, quédate hoy conmigo por favor. -El chico se sorprendió que sabía quién era luego de los episodios anteriores dónde deliraba.
El chico accedió y volvió a quitarse la ropa.



miércoles, 24 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 45

 


12 del mediodia., Jimena abre los ojos y el exceso de luz natural dentro del cuarto la obliga a cerrarlos de nuevo, se sienta en la cama y todo le da vueltas.

-Dios mío que mareo ¿Dónde estoy? -Mira a su lado y ve a Polo que duerme boca abajo. -No puede ser pasé la noche con este hombre, hice el amor con Polo. -Se levanta de la cama y aún desnuda, siente un ardor en su vagina, se toca. -¿Qué me hizo este hombre?. -De repente Polo se voltea y Jimena ve el enorme pene, que, aunque dormido sus dimensiones eran de susto. -Por Dios, no me extraña que me duela. ¿Qué hiciste Jimena, qué hiciste?

Sacudió a Polo para despertarlo y brincó del susto. -¿Qué pasó? Jimena, sigues aquí, pasamos la noche juntos.
-Pasamos la noche juntos e hicimos el amor.
-Y fue maravilloso. -Polo se puso de pie y Jimena volvió a verle el pene ahora lo veía colgando y moviéndose de un lado a otro. Se acercó a Jimena y le dio un beso en la boca.
-Eso que tienes entre las piernas es una monstruosidad. Dios mío, ¿Qué hicimos? Esto no debió pasar.
-Mujer, pasó y lo disfrutamos, no te angusties.
-Estoy casada.
-Voy al baño. -Polo entró al baño y comenzó a orinar, Jimena se acercó y no podía creer como se escuchaba la fuerza del chorro al orinar. -Este hombre parece que tiene 30 años.
-JIMENA, ENTRA, VAMOS A DUCHARNOS.
-NO, NO, DÚCHATE TU, DESPUES YO. Ay que dolor de cabeza, ¿Qué voy hacer? ¿Por qué lo hice? No debí beber, ¿Dios mío por qué permitiste esto?
-Listo, te toca, te advierto que el jabón es un asco y la toalla parece pepel higiénico, no seca.

Jimena se duchó, ambos se vistieron y antes de salir Polo le puso las manos en la mejilla.
-No te sientas mal por lo que hicimos, fue hermoso y lo disfrutamos, listo, esto quedará entre tú y yo. -Le dio un beso en la boca y Jimena quedó sin voluntad.
-Me duele la cabeza y tengo hambre.
-Vamos a la arepera a desayunar y nos vamos a tu casa.
Se sentaron en la misma mesa de anoche y se rieron, pidieron un par de arepas de queso amarillo. -Y nos va a traer dos cervezas bien frías.
-No, no, Polo más cerveza no.
-Tómatela para que veas que te vas a sentir mejor.
Se comieron la arepa pero Jimena seguía con hambre y pidieron otra. -Y dos cervezas más.

Hablaron de lo que pasó anoche, del sexo que tuvieron y de las dimensiones del su pene. Pidieron una tercera ronda de cerveza.
-Mi esposa cada vez que íbamos a hacer el amor sentía miedo, a veces me evitaba, estuvimos 30 años juntos y siento que hicimos el amor muy poco.
-¿Y eso, por tu pene?
-Si...le dolía mucho, ya de mayor aún más, siempre tuve problemas con las chicas por eso. -Bajó la voz. -En cambio tú fuiste una campeona, cabalgaste y todo.
-Que vergüenza, pero me duele todo, hasta la garganta.
-Es que también te aplicaste mamando. -Jimena se puso roja de la pena y Polo rió y ella lo siguió, pidieron otra ronda y una arepa para compartir.
Cuando pidieron la quinta ronda Polo la besó en la boca y Jimena le pasó el brazo por la espalda.
-Tráeme dos cervezas más pero en vaso de plástico para llevar y cóbrate.

Héctor, dejaba a Oto en casa de Ignacio. Le dijo al taxi que esperara un momento. -Yo pago el recargo.
-No puedo creer que vayamos a terminar Héctor.
-Va a ser lo mejor para ambos, al final es la mejor decisión.
-¿Mejor decisión? -Oto sacó su billetera y le devolvió los dólares a Héctor.
-No tienes que hacer eso.
-Es tu dinero. No lo usé, te lo devuelvo.
-Es tuyo.
-No lo quiero. -Se lo entregó y Héctor lo abrazó y ambos comenzaron a llorar. El taxista los veía y con los ojos húmedos se le hizo un nudo en la garganta viéndolos.
Se separaron y Oto cogió su maleta y entró al edificio.

Héctor se montó en el taxi y le dio la otra dirección. Echó su cabeza hacia atrás apoyándola en la cabecera del asiento. El taxista lo veía por el retrovisor.
-Disculpa que me meta, pero es que...bueno, yo he visto gente gay, parejas que se han montado en mi taxi y se besaan así como guiñao pa que uno no los vea y tal...pero lo que ví hoy nunca lo había visto y se veían tan bonitos juntos, Verga esa palabra nunca la digo, me parece de jeva, pero ustedes se ven bien juntos y se les nota que se aman y verlos terminar me arrugó el corazón. -Hector comenzó a llorar.
-No se ponga así, deje pasar unos días y lo que haya pasado lo verán de otra manera, hablarán y todo se arreglará. Y a pesar de la diferencia de edad hacen una bonita pareja, ese chamo lo ama, ese no está por sus reales, bueno no sé si usted tiene plata pero digo porque usted es maduro y el debe tener mi edad o menos.
-Es aquí, en ese edificio. El taxista abrió la maleta, se la entregó y le dio su tarjeta.
-Llámeme si necesita una carrera a la hora y el día que sea, yo trabajo casi que 24 horas. El hombre abrazó a Héctor que no supo que hacer pero luego lo abrazó.
-Tranquilo que ustedes van a volver. El problema será su esposa si se entera de esto, supongo.
-¿Mi esposa?
-Tiene el anillo de casado.
-Gracias por todo Richard.
-De nada señor. Y mire, si usted es bisexual pues dígaselo a todo el mundo. Sea feliz que nadie lo será por usted.

Héctor entra al apartamento y se consigue con Castro.
-¡Señor Héctor! -Castro estaba en bata. -¿Usted no estaba de viaje?
-Si y ya estoy de vuelta, ¿Tú eres Castro?
-Si...disculpe las fachas, es que apenas me estoy levantando.
-CAAAASTROOOO, AMOOOR. MONTA CAFEEEE....¡PAPÁ! -Agustín llegaba a la sala desnudo. Se tapó con las manos y regresó a la habitación a buscar una toalla.
-¿Y ustedes se quedaron a dormir aquí?
-Si señor...pero yo me voy ya.
-No, no, no. Tranquilo, puedes quedarte. ¿Jimena está en la habitación? -Castro iba a responder pero llegó Agustín.
-Papá, mamá bajó a comprar unas cosas con el papá de Castro.
-¿Con tu papá? ¿Pero durmió aquí? Ustedes dormían ¿Que hicieron ellos?
-No papá, te explico. -Cuando Agustín iba a hablarle escuchan unas risas y unas llaves.
-Ja ja ja ya ni conozco mis llaves, Aaay no, ¡saca la mano! -Se le cayeron las llaves. -Deja la tocadera que tengo que abrir ja ja ja
-Te quiero tocar y otras cosas.

Héctor abre la puerta. Jimena y Polo se levantan, se reían pero al ver a Héctor se les borra la sonrisa.
-¿Héctor? ¿Qué haces aquí? -Jimena intentaba sostenerse en pie.
Agustín se pasa las manos por la cara y Castro se pone la mano en la cabeza preocupado.
-¿Estás borracha? ¿Están borrachos? ¿Dónde estabas?
Jimena entró al apartamento y Polo la siguió. El se sentó en el sofá y ella quedó de pie.
-Si, estoy booorracha, muy borracha.
-Ok, vamos al cuarto y hablamos.
-¿Tu que haces aquí? ¿Tú no llegabas el domingo?
-Me tuve que regresar.
-¿Y eso? Tu amante te montó cachos en Miami y lo dejaste ja ja ja ja.
-Jimena por favor vamos al cuarto.
-Mamá hazle caso a papá.
-¿Yo también te monté los cuernos Héctor Vázquez, no eres el único...con este señor...este señor...Se me olvidó tu nombre...en fin, es tu consuegro, este señor me hizo el amor uuuf buenísimo. -Hector la cogió del brazo. 
-Jimena por favor vamos a la habitación.
-¡QUE NO! Que todos se enteren que me acosté con Popooooooo, Polo, pasé la noche con Polo. Tiene un pipí Dios mio.
-MAMÁ. -Es una cosa enorme, da miedo no se cómo logré me...
-YA BASTA. -Jimena se desmayó, pero antes de caer al suelo Héctor la atajó.
-La voy a acostar.

-Papá que oportuno eres para llegar.
-¿Yo? Será él, regresó antes. Hijo tu suegra es una mujer maravillosa y fogosa.
-Papá cállate por favor. -Agustín se rió callado pero se puso serio en seguida.
-Ahora es que viene el peo. Vístete y te llevas a tu papá.
-No, no, no. Me voy ya, así en bata. Después me das la ropa. Saco a mi papá de aquí ya.

Castro levantó a su papá para irse del apartamento.
-Te llamo luego. Te amo. -Le dio un beso a Agustín.




martes, 23 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 44

 José David, el padre de David esperaba que Berta subiera de la calle dejando a los niños en el transporte para conversar "cosas de adultos"


-Berta te tengo un cuento del curita gozón.
-Que obsesión tienes con el padre Ramón, deja al pobre hombre tranquilo.
-Siéntate porque te vas a caer para atrás.
-¿A ver José David, que hizo el padre ahora?
-Nada más y nada menos que crucificó a una de sus fieles devotas.
-¿Crucificó? 
-La clavó, se la cogió, la puso en cuatro.
-Santo Cristo José David, no hables así.
-Bueno Berta el hombre se acostó con Begoña, la mujer del portu Antonio. -Berta apretó el cuchillo que tenía a su lado haciéndose daño y lo soltó.
-Eso es mentira.
-Nooooo mi amor, yo lo ví con estos ojos y tu hijo es testigo. Vimos al cura en plena acción con la Begoña. -Berta se levantó molesta.
-Es mujercita, esa se le insinúa a cuánto hombre ve, seguro que a ti te ha dicho algo. ¿Y tú David, no dices nada? El padre que ha compartido contigo desde hace dos años, no te molesta eso.
-Según tu hijo, eso lo inventó y el curita no se coge a los niños, se pega a las mujeres de la parroquia.
-Me niego a creer eso, voy a hablar con el padre Ramón.
-Mamá ¿Pero por qué te pones así? No te alteraste cuando te dije que estaba con el cura.
-Bueno ¿en qué quedamos? ¿Te acuestas con el sádico ese, sí o no, se pega a los carajitos?
-David no respondió.
-Se me quitó el hambre, ¿Quieren más jugo, café?
-Yo de las dos. -Dijo José David.
-¿Y esa Begoña no le basta con su marido, que mujercita?
-El portu como que no la da dónde es o no se le para ja ja ja.
-José David, Antonio es tu amigo ¿Cómo hablas así?
-Un santo cachón es lo que es, si no se da cuenta como es su mujer, es un bolsa.
-Bueno voy a ir a la iglesia.
-Deja de ir tanto a ese sitio con el tirón ese. Ayúdame en el taller. Voy a tener que ponerte un sueldo a ver si te haces responsable, porque el bicho ese no debe pagarte nada.
-Es voluntario José David, ayuda al padre y está ayudando a Dios.
-Dale un hijo a Ramón. Carajo parece que ese hombre es el propio Dios.

David se fue a la iglesia. Berta recogió la mesa y puso los platos en el fregadero. Se fue a la habitación.

José David estaba orinando. Berta entró al baño.
-Coño me asustaste vale, me vas a cortar la meada.
-¿Cuándo volveremos a tener intimidad tú y yo. -José David detuvo la micción.
-¿Qué? ¿A qué viene eso? 
-Tenemos meses que no me tocas, nada de nada.
-La Biblia dice que las relaciones sexuales se practican para procrear y nosotros no queremos más carajitos, tenemos tres.
-¿Entonces tienes más hijos con la muchachita que limpia el taller? Porque con ella si te acuestas.
-Pero, pero ¿Qué estás diciendo mujer? ¿De dónde sacas esas tonterías?
-Lo sé, no soy tonta. El padre Ramón tiene más sexo que yo y eso ya es decir bastante. 
-¿Todo tu peo es eso? Que no te cojo, que todos tiran más que tú. Esta noche llego y lo hacemos mujer, tranquila.
-Eres un bruto José David, así no se trata a la mujer que te ha parido tres hijos. -José David le dio un beso en la boca abrazándola con fuerza. Se separó de ella.
-Esta noche te cojo, ese humor que cargas debe ser que te bajó la regla o te llegó la menopausia.
-Si debe ser eso...espero que con la muchachita uses condón, porque con 22 años no creo que tenga menopausia.

José David salió del apartamento. -Coño Berta sabe lo de Yadira, ¿Pero como se enteró? Seguro el poco de mujeres que van a la iglesia quesúas por el cura que chismorrean. Lo raro es que no sabía nada de la puta de Begoña, capaz lo sabe y se hizo la loca. Y hoy me la voy a tener que coger. Voy a comprar una cajita de pastillas para cumplirle a la mujer y no me joda más.
Llegó a su taller y en eso entra un carro negro.
-¡José David!
-Doctor, ¿cómo está?
-Bien, menos mal que te vi a ti. Te voy a dejar el carro para que le hagas el cambio de aceite, filtro y todas esa vainas pero lo puedo buscar en la tarde, ¿No hay problema?
-Doctor, usted es un cliente VIP, yo le guardo el carro en un lugar seguro hasta que llegue, no hay problema.
-Gracias, luego me dices cuánto es para transferirte.
-Doctor que pena, quería pedirle un favor.
-Dime, si está a mi alcance, con gusto.
-Necesito un récipe para...unas pastillitas para el amigo. -José David baja la mirada. El doctor se sonríe.
-Claro vale, espera, ¿Cuál quieres?
-Esa que el efecto dura 36 horas.
-Pero tú eres joven como para que estés tomando esto, ¿Tienes problemas de erección, próstata, te has hecho un chequeo?
-No, no, todo bien, el amigo responde cuando viene la acción. -Bajó la voz. -Es que con mi mujer no se me para pero es que nada, en cambio con la carajita que está allá ¿La ve? Coño se me pone como un roble y aprovecho, usted sabe cómo es.
-Ja ja ja Toma José, no abuses con las pastillas, tómate una sola. Si estás embochinchado con la carajita usa condón, mira que a esa edad y ve que tienes un taller, es capaz de embarazarse.
-Tranquilo, eso está hecho y gracias por el récipe. Le voy a hacer un plus en su revisión del carro para que se vaya contento.
-Gracias José pero no hace falta. Cómo a las seis paso por aquí.
-Tranquilo, yo lo espero.

José David terminó de entrar al taller y se fue directo a su oficina.
-Jefe, necesito hablar con usted, ¿Puedo entrar a la oficina?
-Pasa Yadira y cierra la puerta. Cierra las persianas.
-Quería pedirte si me podías prestar dinero...necesito hacer mercado en casa y comprar medicinas.
-Claro mi reina, tú sabes que cuentas conmigo. ¿Cuánto quieres?
-50 dólares.
-Sabes que eso lleva una retribución, yo te doy y tú me das. -Yadira se acercó a José David y le bajó el cierre sacándole el pene ya erecto. -No, cariño hoy toca mamada y que me des cuquita, servicio completo para papá. -Yadira se quitó la franela, el sostén y se quitó el bluyín. -Uuuf que rica estás mi amor. -Se agachó y comenzó a mamarle el pene.

-Quiero que te vayas a casa de Renato y veas cómo está y si necesita algo, está con gripe y fiebre, atiéndelo.
-¿Atenderlo? ¿Por qué yo, a cuenta de qué?
-Yo no puedo ir David, Renato nos ha ayudado mucho desde que está en la iglesia y está en el seminario.
-Yo también te he ayudado mucho, que jode, hasta me coges.
-Y te he cuidado cuando te has sentido mal, ¿O ya no te acuerdas? -David resopló y le dijo a Ramón que iría.
-Toma este dinero para el taxi y si tienes que comprar alguna medicina.

-Diez, veinte, treinta....setenta, ochenta y cien dólares para que veas que soy bueno contigo y así tú seas buena conmigo. Estuviste uuuf una buena perrita.
-Sabes que lo que pidas yo lo hago.
-Te voy a pedir que vayas a la farmacia y me compres estas pastillas, le dices a la farmaceuta que son para mí, le dejas el récipe. Toma el dinero y me traes el cambio. Cuando regreses te pones a trabajar. -Le dio una nalgada.


lunes, 22 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 43

 


Estaban en la habitación de Agustín. Castro acostado boca arriba con su enorme y grueso pene erecto, Agustín sobre él, se besaban. Comenzó a lamerle las tetillas, les pasaba la lengua con rapidez mientras veía a Castro a los ojos y este se pasaba la lengua por los labios. -¿Si te las muerdo acabas?

-Muérdelas duro flaco, esas tetillas son tuyas.
-Mientras mordía la tetilla izquierda, pellizcaba la derecha y sintió como caía en su espalda el semen caliente de Castro.
-Coño que rico.
-Rico es tu culo, vólteate para chupartelo y abrirtelo bien. -Agustín se volteó y mientras Castro disfrutaba del culo, el muchacho mamaba el pene limpiando los restos de semen.
Castro le metía la lengua en el culo y le succionaba, mordía metiéndole un dedo y luego dos, abría los dedos para meter tres y lamer. Meter la lengua y morder las nalgas, al ver el pene erecto de su novio, lo tomó echándolo hacia atrás y comenzó a mamarlo lo que provocó el gemido de Agustín que veía el pene de Castro y se le erizaba la piel solo pensar que en unos instantes iba a entrar en su culo aquel enorme miembro.

Jimena y Polo salían del teatro contentos pues a ambos les encantó la obra. -Me la recomendaron por eso te propuse esta opción.
-Pues un gran acierto.
-Vamos a buscar el carro.
Una vez en la camioneta Jimena le habló.
-¿Que hacemos ahora? -Polo la vio a los ojos.
-Deberíamos hacer una travesura. -Jimena se le abalanzó y le dio un beso en la boca y Polo quedó petrificado y apenas abrió la boca.
-Wow... Vaya...no me refería a este tipo de travesura, pero estuvo aparte de sorprendente, muy bien.
-Que vergüenza Polo, discúlpame, fue un impulso, no sé lo que pasó.
-Tranquila mujer, somos mayores de edad, fue solo un beso.
-Estoy casada y no había besado a otro hombre en 30 años.
-Vamos a tomarnos unos tragos para relajarnos.
-Pero no muchos, mira que tienes que manejar.
-Señora Jimena, usted está hablando con el rey del alcohol, para que yo me emborrache hace falta algo más que dos botellas de whisky, confíe en mí.
-Te voy a decir un secreto, yo aguanto más que mi esposo bebiendo.
-Vamos a hacer algo mi señora. Dejemos por esta noche de hablar de su esposo y vamos a concentrarnos en usted y yo.
-Tienes razón. Estoy aburriéndote con mi monotema.
-Para nada, vamos a beber.

Castro le dijo a Agustín que se sentará sobre él pero dándole la espalda. -Quiero ver cómo te entra mi pipí.
-Tu pipí, que modesto el muchacho. -Castro tomó el lubricante y se lo en el culo y le metió dos dedos. Tomó el condón, lo estiró bien, le puso lubricante adentro y se lo colocó. -Mira como se ve el pobre, parece que lo quiero asfixiar.
-Quítatelo.
-No flaco, luego de hacernos los exámenes decidimos si lo hacemos a pelo. -Apretó el pote de gel sobre su pene y le dijo a Agustín que se colocará.
Con sus pies a ambos lados de la cadera de Castro, su culo, cerca del pene, lo tomó en sus manos y lo fue llevando, poco a poco iba metiéndolo.
-A tu ritmo mi amor, no hay prisa, deja que vaya entrando, que tú culito se dilate y vaya entrando, eso lo quiero ver desde aquí, se me va poner más duro de lo que está. -El pene iba entrando poco a poco, Agustín cerraba los ojos y Castro con los suyos bien abiertos viendo cómo su pene entraba en el culo.

No consiguieron un local abierto para beber, así que entraron a una arepera de 24 horas.
-Nos comemos unas arepas o un hervido y por supuesto unas cervezas.
-Me gusta la idea, tengo años que Héctor...-Ahora Polo la besaba metiéndole la lengua, le tomó las mejillas y se separó. -Será la única manera de que no siguieras hablando.
Polo se separó y Jimena quedó inmóvil con los ojos cerrados. En ese momento entendió cuando su hijo le decía que cuando Castro lo besa lo desmonta.
-¿Que me hiciste?
-Te di un beso, ahora soy yo que pido disculpas por mi comportamiento.
Se sentaron en la mesa, pidieron dos arepas y "de momento" dos cervezas.
-Voy un momento al baño. -Jimena se encerró en el baño y se echó agua fría en la nuca y en la cara.
-¿Dios mío que me pasa? Estas cosas no las siento con...-Recordó las palabras de Polo y soltó una carcajada. Se tapó la boca, se secó y salió.

Llegó y ya estaba la arepa y la cerveza, tomó la botella y se la bebió de una sentada. Polo la veía sorprendido. Estaban sentados frente a frente -Estabas sedienta.
-Pídeme otra. -Comenzó a comer la arepa.
Luego de la tercera cerveza ambos reían de todo lo que hablaban, las mesas alrededor estaban ocupadas así que su alboroto se ahogaba entre el murmullo de la gente.

-Dios, esto que estoy viendo me encanta amor, que culo, lo tienes apretadito, caliente, lo tienes inflamadito mi amor. -Agustín seguía con los ojos cerrados, se terminó de meter el pene, soltó un suspiro y abrió los ojos. Castro echó la cabeza hacia atrás sintiendo como el culo de su novio apretaba su pene.
-Ahora vas a ver como entra y sale de ese culito. -Agustín comenzó a moverse, se levantaba y bajaba, cada vez más rápido, con cada movimiento le provocaba más gemidos, Castro veía como su pene abría el culo de su novio y enloquecía, puso sus manos en las nalgas y las estiró. Agustín no paraba de moverse. Se levantó para que saliera el pene.
-Mira como me tienes abierto.
-Coñodelamadre que culo tan rico. -Le dio una fuerte nalgada. -Métetelo de nuevo. -Agustín se volteó y volvió a sentarse, se lo metió completo y se agachó para besarlo. Comenzó a moverse, la posición de ahora le hacía sentir el pene con más intensidad, se echó hacia atrás y Castro se levantó. Ambos veían como entraba el pene. -Tienes el culo abierto, flaco.
-Me está ardiendo el culo pero no quiero sacarlo.
-No lo saques. Espera. -Castro abrazó a Agustín y empujó para que entrara todo el pene. Agustín soltó un gemido de dolor abrazando a Castro.
-Te duele, lo sé, espera un poco así, acostúmbrate a tenerlo adentro, espera, espera, aprieta. -Agustín apretó, Castro cerró los ojos mientras acababa. Poco a poco Castro fue retirando el pene hasta sacarlo por completo, se quitó el condón y abrazó a Agustín. -Ya mi amor, tranquilo, se que te duele, respira y no cierres el esfínter para que no te arda.

Jimena y Polo seguían en la arepera, ya varias mesas estaban desocupadas y su mesa estaba repleta de botellas. -¿Quieres otra?
-Ay Polo...
-Traiga dos más. -Cada uno se había tomado siete cervezas. Seguían riéndose y Polo se había cambiado de silla y ahora estaba al lado de Jimena y le pasaba la mano por la pierna.

Tres de la mañana y pidieron otras dos cervezas. -La cuenta por favor, ya tenemos que irnos, ya ni sé cuánto hemos tomado.
-20 cervezas señor.
-Coño...perdón por la grosería Jimena
-A estas alturas que importan las groserias JA JA JA JA.
Se levantaron de la mesa y ambos se sostenían mutuamente pero no podían caminar derechos.
-Señor, le voy a recomendar que deje el carro aquí que estará seguro y tome un taxi o al doblar la esquina hay un hotel.
-Vamos a quedarnos en el hotel. -Se volvieron a sentar para decidir.
-Nooooo, ¿Cómo me voy a quedar en un hotel con un hombre que no es mi esposo? -Los mesoneros se vieron entre ellos.
-Ya basta con tu esposo, estás conmigo, además vamos a dormir, más nada, si llego a tu casa sin la camioneta mi hijo me mata.

Caminaron hacia el hotel sosteniéndose entre ellos, se reían y gritaban.
-Buenas noches, una habitación, con dos camas
-Buenas noches señor las habitaciones vienen con una cama matrimonial.
-Jimena te sale dormir conmigo así no quieras ja ja ja pero no te voy a tocar.
-Más te vale...
-Ay si...más te vale ja ja ja. Tome, cóbrate la habitación hasta la una de la tarde.
-Listo, aquí tiene su tarjeta, habitación 45 piso cuatro, tomen el ascensor.
Entraron al ascensor y marcaron el cuatro.
-¿Te puedo besar?
-No ja ja ja -Polo se acercó y la besó en la boca.
-Nunca me habían besado así.
-Lo sé ni tu marido te ha besado así.
Llegaron a la habitación, entraron y encendieron.
-Coñoooo, este hotel es un tiradero mira los espejos.
Jimena comenzó a reírse y a orinarse
-ME ESTOY HACIENDON PIPIIIII JA JA JA JA.
-Ja ja ja, detente ve al baño.
-No puedooooo ja ja ja. -Polo la cogió del brazo y la llevó al baño, le bajó la pantaleta y la sentó en la poceta.
-Ya he perdido la vergüenza...la confianza da asco.
-Mujer, esto lo hemos vivido tu y yo, esto no es nuevo, deja la angustia. -Polo comenzaba a quitarse la ropa. -Te advierto que me gusta dormir desnudo. -Jimena le vio el cuerpo fornido y velludo y al bajar la mirada ve el interior y en la entrepierna había un bulto.
-Dios mío ¿que tienes ahí?
-¿Dónde?
-Ahí chico.
-El pipí como todos los hombres.
-¡No te vayas a quitar el interior!
Jimena se levantó de la poceta y solo se quitó la falda y se quedó con la blusa. Cuando se iba a meter en la cama Polo se había quitado el interior y llevándose la mano a la boca exclamó -¡Dios santo, es enorme!
-Normalito
-Tápate por favor. -Jimena se puso de lado dándole la espalda a Polo y se tapó con más sábanas, Polo se acercó a ella y la abrazó.
-Ya que estamos así de juntos ¿Por qué no hacemos el amor?
Jimena se volteó. -Polo, soy una mujer casada. Polo la volvió a besar, su pene agarraba rigidez y así besándose se quedaron varios segundos.

Castro se levantó para buscar en su koala una crema para colocarla a Agustín en el culo, le estaba ardiendo y no podía dormir.  Vio que Jimena y su padre no habían llegado, buscó la crema y se fue a la habitación.
-Nuestros padres no han llegado, son casi las cuatro de la mañana. Voy a llamar a mi papá. -Antes de llamarlo vio un mensaje.
-Hijo estamos muy borrachos para manejar, nos quedamos en un hotel cerca de donde nos caímos a birras, nos vemos en la.mañana, un beso.-
-Mi papá se va a coger a mi suegra. -Se quedaron en un hotel porque habían bebido mucho.
-Menos mal.
-Ponte de lado belleza. -Castro le abrió una nalga y con la otra mano le colocó la crema. Le dió un beso en la nalga. -Esta crema te va a hacer bien, en unas horas estarás como nuevo. -Le dió un beso en la boca.
-Gracias por cuidarme.
-Con todo el amor lo hago, además por mi culpa estás adolorido. Vamos a dormir.