martes, 16 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 37


 Los tres estaban en la mesa del comedor cenando y conversando animadamente, Agustín a veces se dispersaba, entre lo residual del Popper en su organismo y el dolor anal, lo tenían en las nebulosas.


Castro le contó a Jimena de su trabajo, de su esposa y su separación. Hablaron cuando conoció a Agustín, Jimena se ruborizaba escuchando la historia y los detalles.
-No te creas Jimena la gente me ve el pene y dice "ay quiero estar con ese hombre" y tal, pero cuando ya me tienen en la cama, les da miedo. He sufrido, no siempre tener grandes dimensiones es bueno.
-Pero a mi hijo si le parece bueno esooo ja ja ja ja ja, perdón, creo que ya he bebido demasiado.
-No Jimena, aún queda una botella y estás en tu casa, si te rascas más de la cuenta tu cama está cerca.
-Mi cama es muy grande y fría últimamente.
-Mamááá no te pongas así.
-Déjala flaco, tu mami necesita desahogarse.
-Tú eres bisexual pero fuiste claro con tu esposa, no la engañaste.
-¿Hubieses aceptado si tu esposo te lo decía desde el principio? -Por un momento Agustín reaccionó al escuchar la pregunta.
-Ay Castro...no sé, quizás...es todo tan extraño, tan duro y que además el hombre que está con mi esposo es un muchacho que conozco desde que tenía cuatro añitos.
-Habla con tu esposo con sinceridad, con honestidad y dile lo que piensas y lo que quieres hacer, la vida es muy corta para que tú después de 30 años con él te amargues sabiendo que él te sigue amando a pesar de estar con este muchacho que también ama. Vivan juntos.
-Me voy a acostar. -Se levantó de la mesa Agustín. -Castro tú has bebido mucho y ya es tarde, te quedas a dormir aquí, está mi cama y la de servicio.
-No, no voy a dormir contigo ni solo, yo hoy voy a dormir con este palo e mujer, la voy a acompañar.
-Brindo por eso nuevo yerno.
-Uy, esto va a terminar mal y queda otra botella, me voy a dormir, estoy agotado.
-Descansa flaco.

-¿Más vino?
-¡Más vino yerno, más vino!
-Yo no sé que me hizo Agustín pero desde que lo conocí me enamoré de él. Es como te conté antes, mi mujer me deja porque rompí las reglas en el sexo, no enemorarse de los amigos sexuales que entran a nuestra cama sea hombre o mujer, pero ví en el colegio a Agustín y perdí. 
-Hector debió contarme ¿Verdad? Ser sincero y no destrozarme como lo hizo.
-Pero te ama.
-Me ama y ama a ese chico. -Castro se le quedó mirando a los ojos. -¿Qué me miras? ¿Que tengo?
-Una hermosa mirada de una hermosa y triste mujer. ¿Sabes que voy a hacer? Te voy a presentar el domingo a mi papá, es viudo desde hace tres años y tiene 65 años, es guapísimo y grande como yo.
-¿Y tiene el mismo pipí que tú? ...perdón...que vergüenza...el vino ya está haciendo estragos en mi.
-Ja ja ja ja. Tranquila, no te voy a decir. Descúbrelo tu.
-¿Qué? No chico yo no voy a tener una relación con otro hombre. Tengo 30 años con el mismo hombre y no he estado con otro.
-Te voy a presentar a mi papá para que tengas un amigo Jimena.
Jimena levantó la copa, se bebió lo que quedaba y le pidió a Castro que se la llenara
-¿Quieres comer algo Jimena?
-Siiiii por favor. -Castro sirvió dos platos de lo que quedaba en los envases y lo calentó. Comieron, siguieron bebiendo y conversando.

-Castro...como verás estoy bastante ebria como para estar cuerda, pero quería preguntarte algo.
-Que no sea muy profundo porque mis neuronas están nadando en vino...
-Ya que...vamos a compartir la cama... -Castro veía a Jimena con una sonrisa embobado. -¿querrías hacerme el amor? Quiero saber que se siente hacerlo con otro hombre que no sea mi marido.
A Castro se le borró la sonrisa y la miró fijamente. -Jimena, soy el novio de tu hijo.
-Yo sé, y seguirás siéndolo, esto va a ser algo terapéutico. ¡No joda, yo también quiero ser mala y montar cachos nojombre!.
Castro se levantó de la silla, Jimena sentada, vio aquel hombre que le tapaba la luz, que era como un pared y volvió a asustarse.
-Levántate. -Jimena se puso de pie con dificultad, se apoyó del enorme brazo de Castro.
-¿Que edad tienes tu Castro?
-45.
-Ah bueno, yo tengo 50 así que...-Castro la tomó por las mejillas y la besó en la boca. Jimena se sostuvo de los dos brazos y cuando se separó de ella la tuvo que sostener. La alzó en brazos y la llevó a la cama.
-Espérame aquí que ya vengo.

Castro entraba a la habitación de Agustín. Se sentó con cuidado en la cama y vio al muchacho dormido y completamente desnudo. Le acarició el pecho, pasó su dedo por la frente, la nariz, la mejilla y terminó recorriendo sus labios.
-Flaco, voy a dormir con tu mamá, pero no solo dormir, ella quiere que le haga el amor, quiere sentir que es estar con otro hombre, yo creo que quiere sentirse viva. Pero tranquilo que lo haré con cuidado, seré muy delicado con ella. No quiero que pienses que me quiero aprovechar de ella, quiero que se sienta bien. -Se le acercó y le dio un beso en la boca. Salió de la habitación.

Entró a la habitación, se desnudó y se metió en la cama.
-Ya estoy aquí Jimena. -Abrió los ojos y le sonrió.
-No puedo hacerlo, discúlpame, soy una tonta...
-No, no, nada que disculpar y no eres tonta, eres una mujer que quiere experimentar.
-Si, pero me dio miedo.
-Ningún miedo, tranquila, duerme, necesitas descansar. -Castro se puso el interior y buscó la bata para dormir.

Apenas aparecían los primeros rayos de sol por la ventana, Agustín abría los ojos. Se estiró.
-AAAAH, que sueño más raro tuve...-Se puso a orinar. -Castro diciéndome que iba a tirar con mi mamá...que loco...¿Dónde durmió este? -Se sacudió el pene y buscó un bóxer. Fue al cuarto de servicio y no estaba ahí, la cama estaba tendida, fue a la cocina, tampoco había nadie. Se fue a la habitación de sus padres y abre la puerta. Vio a su mamá aún vestida abrazada a Castro que estaba desnudo.
Se le acerca al hombre.
-Castro, Castro. -Lo sacudió y abrió los ojos.
-Ay, ay Flaco, que susto.
-¿Que haces desnudo abrazado a mi mamá? -Le hablaba en susurro.
-Dormí aquí, pero...no...no pasó nada, yo no la toqué.
-No, ya, me imagino, sería demasiado...-recordó el sueño. -¿Tu fuiste a mi cuarto a decirme que ibas a tirar con mi mamá?
Castro se puso el interior y sacó a Agustín del cuarto.
-Deja que te explique...tu mamá me pidió hacer el amor con ella, quería ser mala, saber que se siente estar con otro hombre que no fuera su esposo. -Agustín caminaba por la sala poniéndose las manos en la cabeza. -entonces nos fuimos al cuarto y yo fui al tuyo a decírtelo pero dormías. Regresé y tu mamá me dijo que no quería hacerlo y nos dormimos pero te juro, te juro que estaba con la bata y el interior, no sé en qué momento me desnudé. Pero yo no le hice nada a tu mamá, te lo juro flaco, te lo juro.
-No jures nada Castro, lo que te dice es cierto Tín, no pasó nada, yo sé lo pedí pero luego me arrepentí.
-Mamá tú estás loca y tú eres peor que ella, que estabas dispuesto a hacerlo.
-Yo quería ayudar a tu mamá...
-Tín soy culpable pero no más que tu padre, así que no me arrepiento de intentarlo.
-Tengo un novio que se acuesta con el ex de mi mejor amigo, mi mejor amigo se acuesta con mi papá y ahora mi nuevo novio intenta acostarse con mi mamá...no, tengo una familia ejemplar.
-Flaco, Flaco
-¿Que pasa?
-Dijiste que soy tu nuevo novio. -Castro lo besó, Agustín quedó inmóvil para luego abrazar a Castro y sentir que ya no tenía voluntad.

-Bueno yo los dejo, voy a preparar desayuno para tres a ver si se me quita la vergüenza que me está entrando.



No hay comentarios:

Publicar un comentario