martes, 9 de febrero de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 30

 


Ignacio se movió en la cama y se estiró. Se sentó y abrió los ojos asustándose al ver en la otra cama a Héctor sentado con sus codos apoyados en sus piernas.

-Hola Ignacio.
-Hector...¿Qué haces aquí?
-¿Me estás haciendo esa pregunta tú? Quien durmió contigo es mi novio y yo pagué por esta habitación.
-Creo que no tengo nada que decir lo que ves es evidente.
-Dile a Oto que los espero abajo en el desayuno.
-¿Tú llegaste ahorita?
-No chico, llegué hace cuatro horas, dormí. Bebieron bastante anoche, roncaban como gorilas. 100$ se gastaron anoche, soy un buen cabrón. Los espero abajo.

Héctor salió de la habitación e Ignacio despertó a Oto que dormía profundamente.
-Buenos días señorito.
-Ni tan buenos Oto. ¿Sabes quién durmió en esa cama mientras nosotros roncábamos en esta? Tu sugar Daddy.
-¿Qué? -Oto brincó de la cama nervioso. -¿Nos vio durmiendo desnudos?
-Si marico, te estoy diciendo que durmió al lado de nosotros en esa cama.
-Mierda, ¿Que dijo? ¿Se fue?
-Bajó a desayunar y nos espera.

Se ducharon, Oto se vistió para ir a la oficina, Ignacio ya estaba listo y bajaron. Oto sentía un nudo en el estómago, verle la cara a Héctor luego de estar con su ex, era un golpe bajo, pero su mejor defensa sería el ataque. Se sentaron.

-Entonces yo te mando para el hotel para que estés cómodo y como te digo que no me quedo contigo, vas y metes a un hombre en la habitación y se queda a dormir.
-No es un hombre, es Ignacio.
-Tu ex.
-Tú estás durmiendo con Jimena y seguro haz tenido sexo con ella.
-Oto, no te hundas más, por ahí no van los tiros.
-Hazle caso a Nacho. En tu caso querido Oto, te acostaste con tu ex, estando conmigo, yo sigo casado y seguiré casado.
-O sea que yo puedo volver con Nacho, estando aún contigo.
-Yo me voy a retirar porque creo que estorbo. -Ignacio se levantó pero Héctor sin hablarle lo cogió del brazo y lo sentó.
-¿Tú qué esperas de mi Oto?
-Que te divorcies y comiences una vida conmigo.
-Que momento tan incómodo. No sé para qué vine al hotel. -Pensaba Ignacio.
-La semana que viene es el viaje a Miami y todavía quiero que vengas conmigo. Si tú no puedes entender que soy bisexual, que pensé que lo habías entendido hace unas semanas cuando me lo dijiste, entonces está relación no va para ningún lado.

Ignacio se levantó de la mesa haciendo señas que iba a servirse el desayuno.
-¿De dónde me agarro en esta relación Héctor?
-De mi, yo estoy para ti siempre, siempre Oto, no importa si estoy casado o divorciado, yo voy a estar aquí.
-¿Y Agustín?
-¿Que pasa con Agustín?
-¿Cómo está, como lleva el tema?
-No sé...no sé...Apenas habla conmigo, pero me pregunta por ti. El coñoemadre soy yo.
Ignacio se sentaba y ahora se levantaban ambos.
-Hector supongamos que me quedo contigo, yo no puedo volver a pisar tu casa, quiero mucho a Jimena pero verle  la cara, me da mucha vergüenza.
-Todo va a ir cogiendo el carril, dame un cruasán y la mantequilla por fa, Jimena terminará cediendo.
-¿Y cuando cedes tú? Porque en esta relación los que cedemos son Jimena y yo. ¿Quieres jugo?
-Si...Tú crees que yo tengo la parte más cómoda y traslado mi responsabilidad a ustedes...no Oto, yo tengo un pasticho en la cabeza y estrés en el cuerpo.
-Yo dejaré que las cosas fluyan entonces, a ver que pasa, pero voy a exigirte atención, presencia.
-Yo no quiero conseguirme a Ignacio en nuestra cama de nuevo.
-Y no quiero que me cuentes ni comentes si te acuestas con Jimena, no me interesa.

Terminaron de desayunar, la conversación era entre Oto y Héctor, Ignacio no habló más. Héctor le dio la cola al centro comercial.

-Hector, lo único que te voy a decir es que si, me dio mucha arrechera saber que Oto mantenía una relación con otra persona estando conmigo, pero lo de anoche, no fue venganza ni nada de eso,de mi parte no fue planeado, no sé de Oto. Sigo enamorado de él, lo siento pero es una verdad como un castillo.
-Nacho, yo no tengo nada en contra de ti, más bien estuviste con Oto y compartieron y de alguna manera estaba contento contigo. Si, Oto hizo mal alargando su relación contigo pero...
-Ya...que importa eso ahora, ojalá que Oto sea feliz contigo...-Hector iba a hablar. -Nooooo, no me vayas a decir que conseguiré alguien que me ame y me merezca. Déjalo así.
-Solo espero no volver a ver otra escena como la de anoche, yo soy muy abierto y amplio, pero...
-Tranquilo.

Oto llegó al bufete y lo esperaba en su puesto Agustín, su amigo.
-¿Que haces aquí? Que sorpresa.
-Queria saludarte, ya no estás en casa y no nos vemos y luego de...¿Dónde te estás quedando?
-Hector reservó en el hotel mientras consigue un apartamento.
-¿Van a vivir juntos?
-Nooooo, no, no creo, él va a seguir en su casa...con ustedes.
-Ya...mamá está cambiadisima, no habla, no tiene apetito, llora mucho pero a escondidas y no quiere ni cocinar que es algo que le relaja.
-Tín, mi intención no es destruir una familia o joder a tu mamá...yo quiero mucho a Jimena.
-Tranquilo Oto, poco a poco lo irá asimilando. Mi mamá la reconforta que se va a ir de viaje con papá a Miami.
-¿A Miami? 
-Si, todos los años van juntos, claro es de trabajo pero mi papá se la lleva para que pasee y vaya a la playa.

A Oto le recorría un calor por el cuerpo, trató de mantenerse sereno pero Agustín lo notó tenso. -¿Pasa algo?
-No...pensé que lo de Miami era para dentro de dos meses.
-Tín, dime con sinceridad, ¿esto que ha pasado, tú cómo lo llevas?
Agustín se pasó las manos por la cara. - A mi no me corresponde dar juicios de valor, no es fácil está situación. Ya me tengo que ir, cuídate mucho.
Agustín se iba a la salida y se consiguió a su padre.
-Hijo...
-Papá.
-¿Que haces aquí?
-Vine a ver a Oto pero ya me voy, chao.

Oto vio a Héctor entrar a su despacho y se fue para allá.
-Oto no puedes entrar sin que te... -Oto entró al despacho y cerró la puerta pasando el pestillo.
-Oto no puedes entrar así a mi despacho, anúnciate primero.
-¿Cuándo me ibas a decir que a Miami no iba yo sino Jimena?
-¿Qué estás diciendo? Oto vamos a conversarlo a la hora del almuerzo.
-No Héctor. Dime. -Hector abrió su correo y le mostró los boletos digitales a Oto.
-Mira...¿que dice ahí? Oto Villarroel y Héctor Vázquez. Nos vamos tú y yo.

Oto se volteó apoyando una mano en la puerta. -Agustín me está jodiendo. -Decía en voz baja. Héctor lo abrazó por la espalda.
-Deja la angustia mi amor, nos vamos a ir a Miami.
-Es Tín...no se a que está jugando.
-¿Agustín?
-Me dijo que ibas a Miami con Jimena como todos los años.
-Supongo que no sabe que me voy contigo, él sabe que todos los años me voy con su madre.
-Perdona...estoy haciendo muchas tonterías últimamente.
-Si, no te voy a refutar eso, anda, ve a trabajar que vamos a estar 10 días fuera.

Oto se fue a su puesto. Revisó dos mensajes de WhatsApp.
Ignacio: -Lo pasé bien anoche, a pesar de todo, contigo la paso bien, un beso-
Agustín: -Oto, te quiero mucho, todo esto que ha pasado nos ha revuelto todo. Pero cuando pensemos bien las cosas y razonemos, el río volverá a su cauce. Y volveremos a ser los de siempre pero cada quien tiene que poner de su parte.-
-Cabrón...claro que sabe todo...quiere joder.



2 comentarios: