Huevos revueltos. Capítulo 23

Sábado 9 am.

Héctor y Oto dormían abrazados en la cama King. Estaban desnudos. 

Héctor se dio la vuelta y comenzó a mamarle el pene a Oto que lo tenía firme, el muchacho se movió y vio al hombre con su pene en la boca.

-Buenos días mi amor, que rica manera de despertar. Héctor le guiñó el ojo y siguió mamando, Oto le acariciaba la cabeza. Héctor mojó sus dedos con saliva y comenzó a meterlos en el culo del muchacho. Le masajeaba la próstata mientras le succionaba el pene. Oto se retorcía, Héctor metía más los dedos hasta que sintió como quedaban aprisionados dentro y en su boca fluía el dulce y tibio líquido que salía del pene de Oto, que estiró una pierna mientras su cabeza se iba hacia atrás, descargando las últimas gotas de semen.

-¿Tín damos una vuelta y almorzamos en la calle?

-Ay si, te iba a decir para invitar a Oto y que no esté aburrido en casa y nos acompañe.

-Pero está con tu papá deben estar desayunando y seguro van al bufete.

-Pero le voy a preguntar.

-Tín, ¿Será que podemos pasar el fin de semana juntos sin pegostes?

-Te parece pegoste Oto.

-Oto y cualquier persona que se nos una. Quiero estar contigo, además que quiero que me acompañes a casa de Bianca.

-¿Para qué?

-Me pasó una vaina ayer en la mañana luego de dejar a Ignacio en su casa cuando llegué al gym. -Renato dijo eso y supo que había cometido una torpeza.

-¿Dejar a Ignacio en su casa? ¿Temprano en la mañana? ¿Pasaste la noche con él?

-No...a ver...nos vimos, almorzamos juntos y nos quedamos juntos toda la tarde y lo invité acá a la casa. -Agustín se levantó de la cama.

-Tiraron aquí.

-No...espera, coño...Si y no.

-¿Qué coño me estás diciendo? Mierda Renato de nuevo tiraste con alguien y no me dices y con Ignacio, nada más y nada menos que con Ignacio. Yo contigo alucino.

-Tín, dormimos juntos porque nos rascamos pero no tiramos, estábamos demasiado ebrios o nos cayó mal el vino, a mi ni se me paró el güevo y sabes que rascao lo tengo duro.

-Pero tenían las intenciones. No te creo un carajo. Tiraste con Ignacio. Cómo se entere Oto te va a agarrar una arrechera, la misma que tengo yo ahora.

-Pero si él ya no tiene nada con él y Oto está saliendo con...un viejo que se lo coge.

-¿Tú cómo coño sabes?

-Me dijo Nacho.

Agustín se fue a la cocina a preparar café.

A los pocos minutos Renato lo abrazaba por detrás.

-¿Vas a arrecharte otra vez conmigo?

-¿Ahora todas la semanas vas a tirar con alguien Renato?

-Coño Tín te dije que no tiré con Nacho.

-No estoy de humor, de verdad.

-Ok, ok, me voy a duchar y voy a salir a casa de Bianca, cuando regrese y si estás de humor, hablamos.

-¿Que vas a hacer en casa de Bianca?

-Ahora yo no estoy de humor para explicarte.

Renato se duchó y se vistió. -Vengo más tarde, no sé a qué hora.

-Ok.

Agustín llamó a Oto para hablar. El celular del Oto repicaba. Héctor penetraba a Oto, ambos arrodillados sobre la cama.

-Es Tín.

-Atiende, atiende, no vaya a ser que quiera venir por algo.

-Ok, para.

-¿Qué? No, me da morbo cogerte mientras hablas por el celular. Pon el speaker. -Hector seguía empujando. Oto aguantaba las ganas de gritar.

-Aló.

-Hola bobo.

-Hola necio -Oto cerraba los ojos aguantando la excitación.

-¿Estás ocupado? ¿Estás solo?

-Si, estoy solo, ocupado...no, no...

-Bueno, me acerco para allá y hablamos.

-No...no, es que me voy al bufete ahora a trabajar, ¿pero pasó algo? -Hector se aferró a las caderas de Oto y empujaba con fuerza. Oto apretaba los dientes.

-Discutí con Renato y se fue del apartamento.

-¿Algo grave?

-Mámame el güevo. -Le dijo en voz baja Héctor, Oto se dio la vuelta y comenzó a mamarlo.

-Dependiendo de dónde veas el peo. -Oto se sacó el pene de la boca.

-Ay Tín no te pongas psicoanalista.

-Renato tiró aquí con Nacho.

Oto se levantó, Héctor se quedó viendo su pene. Cerró la llamada.

-Imbécil ese tipo. -Ahora le va a contar a Tín lo mío con Héctor el hijo de puta.

-Coño...¿Nacho es tu ex y Renato se acostó con él.?

Oto se puso de pie y comenzó a caminar.

-¿Estás arrecho porque Nacho se acostó con otro tipo?

-¿Tu no te arrecharias si Jimena se acuesta con otro hombre?

-Jimena es mi mujer, Nacho es tu ex. -A  Oto lo que le angustiaba era que Renato hablara sobre lo que sabía.

-Creo que Oto se molestó...mierda, no debí decirle...luego lo llamo. -Sonó su celular.

-¿Quien es este?

-Aló.

-Aló, ¿Agustín?

-Si...¿Quien es?

-Disculpa el abuso Agustin, soy Castro, cuando estuviste en casa ví tu celular y me llamé para grabar tu número. De verdad que me gustas mucho carajito, me gustas que jode, tanto que tuve un peo con mi mujer.

-Bienvenido al club de las peleas entre parejas.

-Te llamo porque quería pedirte disculpas de como te traté en el sexo, no nos conocíamos y me puse salvaje y te drogué. Yo lamento profundamente haberme comportado así contigo. Yo quiero reinvindicarme contigo.

-Castro gracias por el gesto pero la verdad no hace falta, tranquilo, no hay nada que perdonar, estuvo muy bueno el sexo, de verdad, lo disfruté muchísimo.

-Te invito almorzar, no me digas que no, yo te busco dónde estés y luego te dejo dónde me digas.

Agustín se quedó pensando unos segundos.

-Ok, búscame en una hora, ya te mando la dirección.

-Señora Berta, hola ¿cómo está?

-Mi niño que sorpresa, que gusto verte. ¿Cuando nos visitas?

-No sé, David me rechazó ayer, no quiere ser mi novio.

-Ay no le hagas caso eso es estrés, odia ir al taller de su padre, tiene un enredo en la cabeza de que quiere estudiar y ayuda al padre Ramón en la iglesia, y bueno los quehaceres de la casa y ahora llegaste tu a su vida y está confundido.

-Yo quiero mucho a su hijo.

-Conquístalo. Ya sabemos que en el sexo funcionan bien, los escucho. Ahora tienes que hacer cosas de novio que lo emocionen.

Vente, vamos a la floristería que está cerca y compramos un arreglo bien bonito, yo te lo regalo y que le llegue al tonto de mi hijo.

Te voy a ayudar para que te cases con él.

-¿En serio? -Coño esta vieja está más emocionada que el hijo con que está relación prospere. Pero eso sale muy caro señora Berta, me da pena.

-Pena me va a dar a mi si otro hombre te arrebata a mi hijo. Tú entras escoges el que quieres y como lo quieres y yo lo pago.

Jorge escogió combinación de rosas rojas y blancas, 24 rosas más todo el follaje

-Son 30 dólares.

-Aquí tiene. ¿Me da una tarjeta para que le ponga un mensaje? Jorge, anota lo que te voy a dictar.

<Que sea Dios quien decida nuestros destinos, yo igual estaré cerca para cuando quieras compartir tu vida con la mía. Su tiempo es perfecto. Tuyo, Jorge.>

-Que cursi y pavoso. -Hermoso señora Berta.

-Si esa chica no cae con esto, es que no te ama.

-Es mi hijo su futuro novio, aquí no hay mujercitas. Y si tanto le molestan dos hombres juntos múdese de planeta.

Mi amor, aqui está mi número, si quieres tener intimidad con David llámame y yo saco a mi marido y a los niños de casa. Recuerda que mi cama es tu cama. Y tranquilo ya estoy haciendo las diligencias para comprar una cama King para David y los días que quieras puedes quedarte corazón.

-Muchas gracias por su ayuda y comprensión señora Berta.

-Ay tonterías, haz feliz a mi hijo. Toma, 5 dólares para que le compres dulcitos de la panadería, le gustan.

-Ok.

-Otra cosa cariño, cierra tu cuenta de Grindr, ya tienes novio y no tienes que buscar otro hombre.

-No le he usado más.

-Si, lo has usado. Yo soy cachalote y roncador. Quedaste conmigo el viernes que viene y el sábado. -Jorge se le congeló la sangre al ver la destreza de la mujer en Grindr.

-Quita esa cara mi amor, eres hombre y los hombres tienen sexo en todos lados, así es mi marido, él cree que yo no sé qué la chica que limpia en el taller le hace sexo oral todos los días.

Chao mi amor, me avisas que dice del ramo.