jueves, 31 de mayo de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 14


Arévalo estaba acostado mirando al techo, mientras su pene erecto con una curvatura a la izquierda, no lo dejaba dormir. Orlando roncaba, en un momento se volteó poniéndose boca arriba.



Arévalo le tomó la mano y la puso alrededor de su pene en la base. –Verga con solo la mano ahí me va a hacer acabar. –El pene de Arévalo lubricaba.

De repente Orlando cambiá de posición y le da un manotón al pene al voletarse, Arévalo pega un grito de dolor que despierta al chico.

–¿Qué pasa?

–Nada, nada, me di un golpe.

-¿Qué haces con el güevo parado?

–Coño durmiendo se me para ¿a ti no se te para?

Orlando se dio la vuelta de nuevo y siguió durmiendo.



Al rato Arévalo con el pene aún erecto, no se decidía a masturbarse y optó por acercarse al chico. Rozó su pene entre las nalgas de Orlando y se quedó quieto, pasó su brazo hacia el abdomen del chico.

–Arévalo, arrímate para tu lado por favor y házte la paja.



El policía se apartó lentamente y se levantó de la cama y fue al baño.

Comenzó a masturbarse pensando en el culo de Orlando.

–Coño me lo quiero coger no joda, yo no quiero pajearme, quiero llenarlo de leche, no joda.



Orlando en la cama escuchaba lo que decía Arévalo y se reía en voz baja.

–Coño, coño, coño, me vengo AAAAAAAAAH ,AAAAAH, AAAAHHH NO JODAAAAAA AAAAAAH.

Se limpió y salió del baño.



–¿Tú siempre gritas así cuando acabas?

–Perdón, ¿te desperté?

–Desde que me recostaste tu verga. Chamo deja el queso, yo no voy a tirar contigo.

–Si te lo pide Diego te abres como una tijera ¿verdad?.

–Voy a dormir son las tres de la mañana.



Arévalo se quedó de pie al aldo de la cama mirando a Orlando, frustrado, de su pene colgaba un hilo de semen, lo recogió con su mano y se fue a duchar.



Abrió la ducha y comenzó a orinar.

–Este carajito es duro de convencer. Bueno Arévalao, se acaba de morir su pareja ¿qué esperabas? ¿Que fuera una puta que se va con cualquiera sin importar nada? Verga pero es que me tiene cachúo, ¿cómo me va a dejar así, con la verga tiesa? Marico eso no se hace.



Salió del baño todo mojado y se secó en el cuarto, para vestirse, Orlando roncaba.

–Yo me tengo que salir de aquí, daré una vuelta pero no me puedo quedar en este cuarto.



Se vistió y salió.

El restaurante estaba cerrado así que salió a la calle y caminó unas cuadras.

–Hola papi, ¿buscas distraerte? Te hago precio antes del amanecer, ¿vamos?

–No mi reina, traquila, no ando buscando sexo y menos con mujeres.

–Ah eres gay, por allá hay unas travestis.

–No, no, ando quesúo pero estoy molesto.

–¿Tu novio no quiso tener sexo?

–¿Dónde podemos beber? Te invito.



La prostituta lo llevó a un pequeño bar oculto en una calle, se sentaron a tomar cerveza.

–No tengo novio, es un pana que se le murió su pareja y vinimos a Valencia para el entierro, pero el carajo me gusta burda, intenté cogérmelo y me rebotó. Tengo una arrechera, no hacia él, sino conmigo, que no me controlo.

–Bueno chico, no es para menos, se le acaba de morir el novio, no creo que esté pensando en sexo ahora y menos con otra persona.

–Si lo sé, es que ando con ganas y encima el pana me gusta que jode, coño y eso que yo me cojo a tipos pero por matar el queso, yo me la paso con jevas pero este pana no joda me dio donde es.

–Es que ustedes los hombre solo piensasn en sexo sexo, no ven otra cosa

–Como tú.

–No mi amor, esto es mi trabajo, tengo sexo para ganarme la plata y mantener a mi chamo y a mi mamá, no lo hago por gusto, sino por necesidad, ahora hay que sacar dinero rápido como sea y esta es una opción.

–Debes estar asqueada de tanto sexo…uno y otro y otro.

–Repiro y sigo pero hay hombres de hombres, babosos, sucios, huelen mal, salvajes.

–Yo cuando estoy con una jeva me pongo sedita, hasta con las putas, las trato bien, les hago el amor.

–Pero ahora quieres estar con hombres.

–No, quiero estar con Orlando, solo con él, que loco eso pero es así.

–Entonces enamóralo, conquístalo, sal con él, llévalo al cine, coman juntos, compartan un día de playa, búscalo a su trabajo.

–Como se le hace a una jeva pues.

–Que básico eres, amor es amor mi amor sean dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer, hay que conquistar.

–Ya, ya, no me trates así, ya entendí, eso haré.

–¿Cuánto cobras tú?

–¿Estás decidido? Jajaja

–No vale, dime.

–800 mil.

–¿Tienes pago móvil?

–Claro.

Dame tu nombre, cédula y banco.

-¿Tú te volviste loco?

–Coño dime.

La mujer le dio sus datos. Arévalo le hizo una transferencia en ese momento.

–400 mil te transferí, no es la jornada completa pero algo es algo, te hice perder por lo menos un cliente.

-Si supieras que me hizo bien hablar contigo y no tener sexo.

–¿Quieres otra birra? Yo invito esto también.



Seis de la mañana y luego de cinco cervezas cada uno, Arévalo decidió irse al hotel.

–Coño, ya me voy, no comí nada y esas cervezas me pegaron. Carolina, dame tu número, no quiero perder el contacto, me caíste burda de bien.

–Anota.

–Te repico y me agregas al wasap, me llamo Arévalo, soy policía.

Carolina se quedó paralizada al escuchar eso, Arévalo al verle la cara la tranquilizó.

–No te asustes chica, no vine a joderte soy policía técnico, no te voy a llevar presa. Ahora sí me voy.



Carolina le agarró la cara, Arévalo se movía, estaba mareado. Le dio un beso en la boca.

–Fue un gusto conocerte, ojalá todos los hombres con quien me acuesto fueran como tú.

–Coño, que aburrido ¿como yo todos? Bueno si tiene la rolo e pinga que tengo yo, si, te va a gustar, además torcida pa un lado, te la mostraría pero es que estoy mareado.

–¿Te llevo a tu hotel?

–No, no, voy solo, tú tienes que trabajar o esta hora duermes, bueno, no sé yo voy solo chama.



Entró al hotel y subió por las escaleras a su habitación, al entrar Orlando estaba vistiéndose.

–¿Dónde coño estabas? Te he estado llamando.

–Coño me estaba cayendo a birras con una puta, marico simpática la caraja, quería que me la cogiera le dije que no porque yo quiero es cogerte a ti güevón. No joda me dijo que te conquistara, que te enamorara, te mande flores y no sé cuántas mariqueras más. Marico, lo voy a hacer, quiero que te enamores de mi marico, me vas a parar bolas güevón



Cayó en la cama boca abajo y ahí quedó.

–Bueno Arévalo, yo me voy, este se quedó muerto, le voy a dejar la dirección y que el vaya después.



Orlando salió del hotel para esperar el taxi que había pedido.



Al llegar a la casa de su suegra tocó la puerta, era una casita pequeña, humilde pero acogedora.

–Buenos días, ¿la señora Adela?

–¿Quién la busca?

–Orlando Vásquez, soy el amigo de…Vicente.

–Ay si, si pase pase, tíaaaaaa, tíaaaaa, llegó Orlando, ven pasa, espera aquí, siéntate, ¿quieres tomar algo? Agua, café, jugo, cerveza, bueno es temprano, lo que quieras.

–Un café con azúcar por favor.



Mientras esperaba sentado apareció la señora Adela, Orlando al verla sabía que era ella, se levantó y la mujer lo abrazó con fuerza y arrancó a llorar, Orlando hizo lo mismo.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 13



Entraron a la habitación. Efectivamete la cama era matrimonial, justa para que durmieran dos personas sin dar muchas vueltas en el colchón.

–A mi me gusta dormir a la derecha, ¿no tienes problema?

–A mi me gusta dormir desnudo. -Dijo Arévalo.

–Ese es tu peo, ya sabes a lo que vine, dormir y al entierro de mi pareja.

–Tranquilo chamo, solo te advierto para que sepas y no haya peos.





Dejaron los bolsos y decidieron bajar para comer algo en el restaurante del hotel, era un lugar sencillo y un menú bastante básico pero la comida estaba buena.

–Debería llamar a mi suegra ¿verdad? Decirle que ya estoy aquí.

–Si, es lo más lógico.

–Seguro me va a decir que me quede en su casa y la verdad no quiero, mejor le digo que mañana estoy tempranito en la funeraria.



Orlando la llamó. La señora estaba contenta de poder conocer al que fue novio de su hijo y podía contarle muchas cosas. –<Antes que se regrese a la capital mijo, pase por la casa para darle algunas cosas de mi hijo que sé que usted las va a apreciar y cuidar>

–<Gracias señora, pasaré por allá, pero voy con un amigo, ¿no hay problema?

–<No mijo, venga con quien quiera, esta es su casa>

–<Gracias> -A Orlando se le quebró al voz y colgó la llamada, Arévalo se le hizo un nudo en la garganta al ver al chico casi llorando.



–Ay mi pana, no me imagino por lo que debes estar pasando, tú te ves fuerte, pero por dentro debes estar llorando y gritando, suelta esa vaina, llora papá.

–No estoy para llorar Arévalo, necesito resolver cosas, mi trabajo, la universidad, tengo semanas distraído pues…estábamos planeando un viaje…juntos…mierda…ya va…perdón. –Orlando no aguantó y arrancó a llorar. Arévalo se levantó de la mesa y levantó al chico.

–Ven papá, abrázame, abrázame y llora nené, llora bota todo, no le pares marico.

–Dos, chamo, dos personas se me mueren el mismo día, mi hermana y mi novio, ¡coño que castigo tan arrecho no joda!



Arévalo abrazó con fuerza a Orlando mientras este seguía llorando. El policía sacaba fuerzas para no llorar también.

Verga guevón estás en pleno consuelo y un momento triste ¿y se te va a parar el guevo? Piensa en el papa desnudo, el papa desnudo, ¡coño no te sigas parando!. –Arévalo se separó cuando vio al mesonero venir con los platos.

–Ya vengo, voy al baño un momento.



Entró al baño, era pequeño y para una persona.

–Coño…este carajito logra pararme el machete de una y esta noche voy dormir con él. Me la voy a jalar a ver si me calmo.

El policía se bajó el pantalón y apoyó la mano izquierda en la pared de enfrente y comenzó a masturbarse. Por su mente pasaba Orlando desnudo arrodillado en una cama mostrándole las nalgas e invitándolo a que tuviera sexo con él. Se besaban.



Afuera Orlando revisaba su celular, tenía un mensaje de Diego.

–<Te fuiste del cementerio y no te despediste, quería hablar contigo>

–<Me tuve que ir, estoy en Valencia, mañana es el entierro de Vicente, mi novio>

–<Wao…no recordaba eso, debes estar mal, lo sé, sé lo que es eso…chamo estamos pasando por lo mismo, perdimos a nuestras parejas, que terrible>

–<Si…ahora empieza una nueva historia para nosotros>

–<¿De qué hablas? ¿nosostros? ¿una relación?>



–AAAAAH, AAAAAAH, AAAAAH –Se escuchaba a lo lejos, Orlando dejó el celular en la mesa viendo hacia el baño.

–¿Qué hace este carajo?

Al minuto de escuchar los gritos sale Arévalo del baño y va a la mesa.

–Disculpa estaba cagando. –Dijo en voz baja.

–¿Cagando o acabando? Hasta aquí se escucharon tus gritos de placer jejeje

–¿Gritos? ¿grité? ¿Todo el mundo escuchó?

–Bueno, todo el hotel no, los dos mesoneros y yo.

–Te voy a decir algo mi pana, yo no tengo filtro, me hice la paja porque marico te abracé ahorita y el machete iba pa’rriba, tenía que desahogarme.

–Tú eres una vaina seria, tú definitivamente no respetas el dolor ajeno.

–Chamo ven acá, no digas esas vainas, me duele por lo que estás pasando pero verga chamo me gustas burda, burda marico, es que te veo y el güevo se me mueve en el interior.

–Come que se te va a enfriar.

–Terminaron de comer y Arévalo insistió en pagar la cena. Pagó y subieron a la habitación. Se tumbaron a ver televisión.



–Voy a cambiarme de una vez, porque creo que me voy a dormir en cualquier momento.

–¿No vas a ver tele?

–Si, pero lo más seguro es que me duerma, pon cualquier canal, yo ve lo que tú veas.

–Voy a poner Venus.

Orlando volteó a ver a Arévalo. –¿En serio? Voy a cambiarme.

–¿Te vas a cambiar en el baño? Cámbiate aquí.

–No chamo, después de lo que me dijiste, no.

Orlando entró al baño se quitó la ropa, tomó una ducha rápida y se colocó una franela y un bóxer. Arévalo seguía vestido, encendió el aire acondicionado y se puso a ver un canal de películas en el cable.



Ambos veían la televisión sin hablar, en un momento el policía volteó a ver a Orlando y lo vio dormido, se levantó para ir al baño a orinar.

–¿Cómo coño voy a dormir con este pana en la misma cama? Me va a provocar cogérmelo, no que va, voy a dormir en el piso.

Se quitó la ropa y también se duchó, se secó y así mismo, desnudo se fue a la cama. Siguió viendo televisión mientras Orlando dormía ahora acostado de lado.



Marico, mira el culo, ese bóxer apretadito uf. –Acercó su mano a las nalgas para tocarlo pero se detuvo y se quedó quieto. –Coño ahora yo con la verga tiesa y sin poder cogerme ese culo. ¿Porqué no se deja coger? Eso lo distrae y no piensa en su novio muerto, verga que coño estás diciendo marico, al pana se le murió el novio y tú pensando pendejadas, pero es que el güevo no se me baja. ¿Será que me pajeo otra vez? Lo que quiero es meterlo.



Respira, respira, el papa desnudo, el papa desnudo.

martes, 29 de mayo de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 12


–Consuegro, venga un abrazo. Lo siento mucho.

–Gracias Diego, gracias por venir. Me dijo mi hijo que resolviste lo de la clínica con tu seguro.

–Si, no iba a permitir que tú pagaras.

–Bueno lo iba a hacer porque mi hijo me dijo que era un amigo, no pensé que fuera tu hijo, fue una sorpresa al verlo ahí.

–Por cierto quería comentarte algo, nunca dijiste que tu hijo era…gay.

–Bueno, no es algo que voy pregonando por ahí, pero si, es gay.

–No sé como toleras eso, disculpa pero yo no aceptaría esa vaina en mi casa.

–Es mi hijo Diego, no es lo que quisiera, pero lo amo, es un muchacho bondadoso, casi pendejo, buena persona, honesto, trabajador y buen estudiante, ¿qué más puedo pedir?

–Que no se acerque a mi hijo, pide eso.

–No entiendo, ¿Qué me quieres decir…Mi hija se iba a casar con un tipo gay?.

–No, no, no, para nada, no, bueno es que vi unas vainas raras en la clínica pero no, no, no, mi hijo es un machito.



Orlando vio con extrañeza el comentario de Diego, pero no le dio más importancia.



Luego de unos minutos de haber terminado el funeral, estaban en el cementerio. En el momento de bajar la urna Orlando cae en cuenta todo lo que sucede y se derrumba, se arrodilla en el suelo sujetando unas flores, su esposa lo secunda y se arrodilla, Orlando hace lo mismo consolando a su padre pero él no aguanta y también llora. Los tres abrazados comienzan a llorar. Frente a ellos Padre e hijo, suegro y novio de la fallecida ven la escena, Diego hijo se quiebra y se abraza a su padre, Beatriz le pone la mano en la espalda.



Detrás del tumulto de familiares y amigos se encontraban los amigos de Orlando y los socios de Diego. Nelson y Nicolás, con sus novias hablaban entre ellos mirando a Pedro que hablaba con Arévalo.

–¿Quién será ese policía? -Decía una de las novias.

–Yo creeeo que es un amigo de Orlando, lo ayudó con el peo de la morgue, no recuerdo. -Decía Nelson. –Pero habla con Pedro, debe ser que le gusta.

–¿Tú vas a seguir con la cantaleta que es gay? Ya amor bájale dos.





–¿Tú qué, eres el novio de Orlando? Porque eso de que eres solo su amigo no me lo trago.

–Soy su amigo, pero ya veo que a ti también te gusta.

–No joda sabía que te gustaba a ti. Chamo, yo voy a la cabeza, tengo una profesión soy policía. –Le volvió a mostrar el arma. –Y soy más grande que tú, llevo ventaja.

–Pareces un carajito, dándotelas de duro porque tienes pistola ¿me estás amenazando?

Arévalo se puso la mano en la entrepierna y se apretó. –¿Quieres tirar?

–Si.

Bingo, me voy a coger a este pana para que se enganche conmigo y se olvide de Orlando, cuando me vea el pipe se enamora. Vamos para allá, al fondo y te clavo.

–¿Ahora? ¿ya? Estamos en un entierro.

–Y vamos a otro, ¿no te da morbo?

-Si…bueno…

–Tú sígueme.



Pedro dejó que se alejara hasta verlo doblar en el muro vegetal que dividía el jardín, se acercó a Orlando disimulando.

–¿Ves?, solo hablaban.

–Es que los gais son putas, ven a un tipo y se les tiran encima.

–Verga Nelson si hablas guevonadas, ¿tú has visto a Orlando en esas vainas?

–Orlando es un caso extraño, mira, mira, mira el Pedro va para donde se fue el policía, vamos para allá.

–Deja la vaina chico, quédate quieto.





Pedro dobló la esquina del muro vegetal y vio a Arévalo que estaba fumando.

–Métete por ahí y bájate el pantalón. –En el muro vegetal había un pasillo hecho naturalmente por el follaje y ahí entró el chico



Terminó de fumar y lanzó el cigarro a la grama, vio las nalgas de Pedro y abrió los ojos.

–Uf, chamo que rico ese culo pégate de la rama y ábrete las nalgas.



Arévalo se puso un preservativo y escupió varias veces su pene. El pantalón a medio muslo dejaba al descubierto sus nalgas y todo su miembro, que, Pedro al voltear lo vio.

–Chamo ¿me vas a meter eso?.

–No marico, me lo saqué pa que lo vieras, abre esas nalgas.

–Despacito chamo, despacito.

Arévalo escupió en su mano y la pasó entre las nalgas del chico para luego acercar su pene, al sentir el contacto con su piel, Pedro se tensó

–Afloja el culo papá, así no te va a entrar ni la brisa, no tengo mucho tiempo.

Arévalo empujó y comenzó a penetrarlo, Pedro se aferró al tronco del arbusto cerrando los ojos, sentía cada centímetro del grueso pene del policía que le había puesto una mano en la frente apretando.

–Siente como va a entrar, ahí, ahí, ya -Empujó y el pene entró por completo. Pedro sudaba, su piel se erizó y tuvo un escalofrío.

–Me duele.

–Aguanta, querías guevo ¿no? ¿lo saco?

–¡No, dale, sigue!

Y siguió, abrazó por la cintura a Pedro y comenzó a empujar, el chico se sostenía de las ramas. Arévalo no paraba de moverse, el calor los agobiaba.

–Huele a quemado.

-Voy a acabar, no te muevas.

–Huele a quemado, algo se quema.

–Me vengo, me vengo !AAAAH, AAAAH ,AAAAH coñoooooo! Que rico.

–¡Marico se está quemando el muro salgamos de aquí!



Se subieron los pantalones y comenzaron a correr dentro del muro vegetal hasta ver un hueco para volver a salir.

–Creo que fue el cigarro….que lancé… al suelo…verga…que carrera.

–Chamo que cagazón, sentí que nos ibamos a achicharrar. –De repente el muro vegetal comenzó a incendiarse, el fuego envolvió la vegetación en una bola naranja, volvieron a correr hasta el otro extremo del muro para regresar por el otro lado.



–Camina como si nada, toma quítate el sudor. Chamo tienes un culo divino. Mosca y le cuentas a alguien de esto, esta vaina no pasó y menos conmigo, yo no te conozco.

–Nunca había tirado de pie, de hecho nunca me habian cogido, yo me cogí a unos cuantos.

–Siempre hay una primera vez y que bueno que fui yo.

–¿Habrá manera de repetir?

Arévalo no respondió. –Adelántate y luego llego yo.



–¿Marico dónde te habías metido? Tienes la camisa sudada.

–Es que me puse a caminar y me perdí, ¿vieron el fuego?

–Si, una vaina rara, pero se encendieron los aspersores y la vaina se apagó.

–¿Estabas con el policía? ¿te lo tiraste?

–Amor.

–Imbécil, yo me voy por mi cuenta Nicolás, chao.

–Mariquito.



–Panita, resolví lo del carro, mi jefe me lo prestó, lo dejamos en su casa y soy todo tuyo.

–¿Y qué te pasa a ti que andas como acelerado?

–Me perdí y me puse a correr a conseguir el sitio, pendejadas mías.

Orlando le vio la entrepierna, el cierre estaba abajo y se salía el látex usado.

–Ya veo que te perdiste. -Le hizo el gesto de que se viera abajo. Arévalo se puso rojo.

–Perdón, perdón, voy al baño. Espérame para irnos.

–Coñodelamadre me pilló, ahora no va querer nada conmigo, ya sabe que me cogí a alguien, verga Arévalo como la cagas, ¿pa que coño se te ocurre cogerte a este carajito? y que pa que se fijara en ti y dejara en paz a Orlando, se te ocurre cada vaina.

–Ah vale, gracias, que bien, me cogiste solo para alejarme de Orlando, está bien, fino mi pana, tranquilo.

–¡Epa, epa chamo, chaaaamoooo, espera, déjame explicarte! Mierda, ¿pero que coño pasa pues? La tienes agarrada conmigo Dios?



Luego de dejar a Jesús su jefe, Arévalo iba a casa de Orlando para que buscara ropa y luego a la suya para lo mismo.



–¿No me vas a decir a quién te tiraste? Verga pero eres un sinvergüenza y en un cementerio, en el entierro de mi hermana, ¿tú no respetas?

–Chaaamo, coño no me hagas sentir peor de lo que me siento.

–Te estoy jodiendo vale, ojo yo no hago esas vainas, yo soy muy gallo en eso, yo tenía a…Vicente y con el tenía sexo, con más nadie y soltero muy poco, y antes de él tuve un par de noviecitos, tonterías de carajito. No me gusta estar tirando por ahí con un gentío.

–Era una jeva, una noviecita que tuve y me la conseguí en el cementerio.

–Es un tipo, lo sé, las mujeres no hacen eso, la mayoría no.

–Chamo ya, si fue con un chamo, pero ya no quiero hablar de eso, fue un tire de un día, a ese pana no lo voy a ver más, lo mio eres tú. –Lo vio a los ojos apartando la vista de la carretera.

–Mira pal frente chamo.



Luego de hora media de camino, llegaron al hotel que le había comentado Arévalo a Orlando.

–No es la gran vaina pero lo que vamos es a dormir.

–Si, a dormir, que te quede claro.

–Si, si, es dormir pana, vamos a otro entierro, yo respeto, yo te respeto, yo quiero que lo tuyo y mio sea bonito.

–Arévalo, entiende yo no quiero algo contigo, ni una relación, yo quiero despedir a mi novio y dedicarme a mi, llorarlo, recordarlo y enfocarme en mi.

–A ti te gusta Diego el de las muletas, no me engañes, yo seré paciente mi pana, tú me tienes loquito.

–Te tengo loquito pero te coges a otro.



El policía se puso rojo de la pena y pidió la habitación.

–Solo tenemos camas matrimoniales, ¿quieren dos habitaciones?

–No pana, una habitación ¿no? no hay peo.

–No, no hay peo, cama es cama, yo vine a dormir.

–Si, si, dormir, vinimos a dormir, bueno, vinimos a un entierro.



El recepcionista se rió moviendo la cabeza al escuchar el comentario. –Tomen la llave y que descansen.

Orlando llevaba los morrales de ambos, detrás de él el policía que iba apenado.

–Ya quita esa cara, que tampoco es que cometiste un pecado capital.

–Pero ya no me ves con los mismos ojos. Ahora piensas que soy un bichito.

–Los policías son unos bichitos ya ¿contento? No es por lo que hiciste, quita esa cara.



Arévalo se sonrió, Orlando también.