viernes, 29 de junio de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 30


Luego de 15 días a Diego le habían quitado el yeso y las vendas del tórax. Caminaba con bastón mientras comenzaba con la terapia para la pierna. Estaba en su oficina revisando una carpeta mientras hablaba por teléfono. Sus piernas estaban encima del escritorio, la carpeta a la altura de sus caderas y soteniendo el celular entre su cabeza y su hombro.



–<Si Elena, tenemos que vernos, pero no he tenido cabeza, he tenido muchas vainas encima, el trabajo, mi mudanza y bueno…Carlota, pienso en ella todos los días, no me acostumbro a no verla, todo es tan extraño>

–<Te entiendo Diego, yo estoy igual, la extraño mucho, mucho, era mi mejor amiga>

–<Tenemos que hablar>

–<Hablar, si, yo quiero hablar contigo de muchas cosas, cosas entre tú y yo>

–<¿Cómo es eso?. –Suena el teléfono de la oficina. –<Te dejo Elena, hablamos luego, un beso>



–<Dime Yadira>

–<Aquí está el señor Vásquez, su suegro>

–<Que pase, que pase, házlo pasar>



–Orlando, suegro. –Diego pronunció ese nombre y un frío le recorrió el cuerpo

–Hola Diego…-Se quedó callado unos segundos mirando a su yerno y luego… –¿Por qué?

–Yo también me lo pregunto suegro y todavía no encuentro respuestas…

–¿Por qué estabas con mi hija si eres gay? ¿Querías joderla?

–¿De qué hablas?

–Sabes de lo que hablo.

–Si, yo me iba a casar con tu hija, ese día…yo le iba a pedir la mano.

–¿Para qué, te ibas a casa siendo gay?

–¿Pero quién te dijo eso?

–Entonces es verdad.

–Noooo, no, no sé de donde sale esa información…yo…no…no soy, eso…yo.



Orlando se le acercó y lo levantó de la silla por el cuello de la camisa y lo pegó de la pared, comenzó a dolerle la pierna al tropezarse. Le reclamó el engaño hacia su hija y a toda la familia, lo empujaba a la pared y comenzó a llorar mientras seguía aferrado al cuello de la camisa mirando a Diego a los ojos, le insistía porqué estaba con su hija.

Diego no pudo evitar llorar y bajó la mirada, no podía ver a su suegro a la cara.



–Yo no sé que pasa, que me pasa, pero te juro que me iba a casar con Carlota.

–Yo te iba a matar si me enteraba que te casabas con ella y te gustan los hombres.

–¿Cómo supiste?

–Lo sé y punto. Y con Orlando no te metas, yo sé que es gay pero no voy a permitir que tengas algo, lo que sea con mi hijo.

–Somos mayores de edad.

Orlando no pudo aguantar y le dio un golpe en la cara.



–No te quiero cerca de mi hijo ni de mi familia, soy amigo de tu papá y conociéndolo no debe estar muy contento de lo que eres.

–No…no lo está…se pasaba la mano donde lo golpeó su suegro. –Me botó de la casa, de hecho me mudo en estos días. Te voy a agradecer que te vayas de mi oficina, ahora soy yo quien no quiere verte. Adios Orlando.



Orlando cerró la puerta y Diego apoyó sus manos en el escritorio, su cuerpo temblaba y de repente pegó un grito y lanzó al suelo todo lo que había en la mesa y volvió a llorar.



____________



Hoy me voy a ir al sauna, tengo tiempo sin ir. –Sonó su celular.



–<Aló>

–<Hola Arévalo, ¿qué haces?

–<Hola papá, trabajando ¿cómo estás?>

–<Bien, bien, te llamaba a ver si nos podemos ver hoy>

–<¿Quieres tirar?>

–<No chico, bueno, después, pero quiero verte a ver si cenábamos y me quedaba contigo>

Coño justo cuando me provoca ir al sauna, no, no me pelo el sauna ahí voy a tener sexo y seguro varias veces <No sé papá, voy a salir tarde de aquí, no sé a que hora salga, mejor otro día>.

–<Yo te espero y nos quedamos juntos>

–<No papá, tengo full trabajo no quiero que te quedes esperando>

–<Bueno avísame cuando salgas, yo estaré en mi casa a las seis de la tarde>

–<Ok, no te prometo nada>

–<Quiero verte Arévalo, me tienes abandonado>

–<Chamo no te me pongas intenso porque huyo por la derecha y no me ves más, si puedo nos vemos hoy, deja la angustia, chao>



–Coño que mamón con este carajito. Voy a llamar a Orlando a ver si quiere acompañarme al sauna.

Arévalo lo llamó, el celular repicó pero no contestó. Insistió, a la tercera llamada contestó.



Orlando salía de clases por eso no había contestado el celular. Arévalo le dijo que quería ir al sauna pero no solo. Lo invitó y el chico le dijo que él no visitaba esos lugares, le parecían sitios de degradación donde hay sexo sin protección, promiscuidad y enfermedades.



–<Coño papi, yo llevo condones y tiramos rico>

–<Ah tú lo que quieres es llevarme para cogerme y encima cogerte a otros. Arévalo, la sigues cagando conmigo, si pretendes conquistarme así, vas mal. Por cierto, te recuerdo que estás saliendo con Pedro, chao.>

–Mierda, pero este carajo es más duro que el coño, ahora va a contarle al otro que voy pa’l sauna como son amiguitos. Yo igual voy a ir.



________



Practicamente el apartamento estaba listo, los muebles y electrodomésticos que faltaban ya los tenía. Equipó la casa con un nuevo mercado y la semana siguiente se iría a vivir definitivamente. Faltaba traer otra maleta con ropa.



–<Hola Beatriz como estás>

–<Hola mi vida>

–<¿Tú crees que mi papá pueda traerme la maleta que me falta aquí al apartamento?>

–<Mi amor, tú papa no te habla, yo le digo eso y se va a molestar, yo te la puedo acercar si quieres, de todas maneras tu papá no está debe estar en la oficina todavía pero tenía una reunión al salir>

–<Bueno, la busco mañana cuando mi papá no esté>

–<Si quieres yo te la llevo, para mi sería un placer llevártela y ayudarte a acomodar los interiores en la gaveta>

–<No, tranquila no te molestes>

–<No es ninguna molestia, termino una cosa aquí y te la llevo>

–<No, Beatriz, yo la busco…> -Su madrastra cerró la llamada.

–Coño, esta va a venir a ponerse perra para que me la coja.



20 minutos después mientras acomodaba una ropa, sonó el timbre. –Coño, ya llegó, carajo pero esta anda desesperada.



Abre la puerta y se queda inmóvil.

–Hola, ¡sorpresa! Eres todo un hombre.

Diego cambia de la sorpresa a la alegría y se lanza para darle un abrazo y comenzar a llorar.



_________



Arévalo estacionaba la moto. Eran las seis de la tarde. Entró al edificio donde se encuentra el sauna de caballeros.

Llega y toca el timbre, le abren. Por un momento le entró el miedo en el cuerpo pensar que alguien lo puede ver ahí dentro. –Bueno si el otro también está aquí adentro estamos en las mismas, gran vaina.



–Buenos tardes ¿cuánto está el precio? –Sonó su celular y atendió sin ver.

–<Aló>

–Locker 160.000 Cabina 200.000

– Coño, Gracias.

–<¿dónde estás metido?

–Deme…eeeh…cabina, cabina ¿aceptan tarjeta de crédito?

–<¿Estás en un sauna?

–Cóbrate cabina mi pana. <Si estoy en un sauna Pedro, vine a desestresarme>

–<Fuiste a tirar, ahí se va a eso>

–firma y cédula por favor.

–<Si, vine a tirar, ¿cuál es el peo?, tú no eres mi novio, estoy soltero puedo hacer lo que me de la gana> –Un carajito ladilla. -Le dijo al encargado que se limitó a sonreir.

–<Dale, disfruta el sauna, gracias por no invitarme y por mentirme, chao>



–Tome sus cholas, paño y toalla, por favor al salir entregue todo.

–Si va.



Arévalo entró y buscó por los pasillos la cabina 132. –Marico pero me dieron la más botada. –Caminaba y vio una de las cabinas abiertas con un hombe adentro, estaba sentado y desnudo tocándose el pene. Arévalo se detuvo y lo vio.

–Mámalo. -Le dijo el hombre.

–Yo no mamo güevo, si quieres te meto el mio, lo tengo grande.

El hombre cerró la puerta, Arévalo se rió y siguió buscando su cabina.



Entró a la cabina y se quitó la ropa, se colocó el paño para poder salir.

–Maaarico estos trapitos…se me marca el guevo, apenas me vean me lo van a agarrar y si se me para me tengo que quitar esta vaina.



Llegó a las salas de sauna y vapor. Estaba repleto de hombres, se quedó en la parte de afuera mientras sus ojos se acostumbraban a la oscuridad y poder entrar al vapor. La gente se le quedaba viendo, no tenía un cuerpo de gimnasio pero estaba en forma y sobre todo bien dotado que era lo que más resaltaba de su anatomía en ese momento. Se quitó el trapo. Su pene se movía de un lado a otro mientras caminaba a las duchas.



Entró y abrió la llave, su pene estaba creciendo, la gente pasaba y lo miraba, él se lo tocaba mientras se enjabonaba. Terminó de ducharse y salió. Al pasar por una de las duchas ve a un hombre que le parece conocido pero no se detiene y sale. Se queda frente al pasillo de las duchas a esperar que salga el hombre que vio, se tocaba el pene. Un chico se acercó para tocárselo pero Arévalo le quitó la mano de un manotón.



El hombre salía, se acomodaba el paño. El policía lo vio, abrió los ojos, los músculos del cuello se le tensaron. –Marico mira a este aquí…esto me lo pusieron bombita pues –Mientras que Arévalo lo seguía con la mirada y el hombre hacía lo mismo, otro muchacho le tocaba el pene al policía sin este percatarse.



Arévalo caminó hacia la sala de vapor donde había entrado el hombre. Lo ubicó, entró a un pequeño cuarto iluminado, habían dos personas, el hombre y ahora el policía que se sentó frente al señor, se quitó el paño dejando su pene a la vista de todos.

El hombre no le quitaba la mirada al pene y Arévalo se lo tocaba.

Te voy a coger viejo, te voy a coger. –Cuando el hombre fue a tocarle el pene, el policía se levantó y salió.



–Yo tengo que contarle esto a alguien. -Subió a su cabina.

jueves, 28 de junio de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 29

–Mi amor.
–Quééé

–¿Sabes que tengo ganas? –Puso su mano en el abdómen de ella y metió la mano entre el panatalón hasta llegar a su vulva.

–Estamos viendo un película gordo. Solo piensas en sexo.

–Si pero te quiero proponer algo.



La chica le pone pausa a la película para escuchar la propuesta de su novio.

–¿Qué será?

–Quiero tirar contigo pero que esté otro carajo, yo te coja por el culo y el por la cuca.

–Mmmmm que rico, ¿y por qué no mejor le dices a tus tres amigos que vengan y me cogen todos y ves como lo hacen? ¿no te excitaría eso?

–Coño claro que sí, sabes que eso me pone a millón.

La chica toma el teléfono inalámbrico y se lo pasa. –Llámalos y diles que se vengan. –Apagó el dvd y se desnudó.

–Ya los llamo. Ya va, mejor les escribo a los tres que los tengo en un grupo.



–<<¿Epa Están ahi? Párenme bolas que les tengo una invitación>>

–<<Epa bicho>>

–<<Hola>>

–<,Hola Nelson, ¿qué pasó?>>

–<Pilas, le dije a la jeva para hacer un trío con otro carajo y me dijo que quería con ustedes, todos, a la vez. La tengo aquí mamándome el guevo mientras chateo>>

–<<Coño>>

–<¿Quién se viene ya?>>

–<<¿Ya? yo, marico con las ganas que le tengo a tu novia, voy ya>>

–<<No te pases. ¿Vienen todos?>>

–<<Si, salgo en 30 min>>

–<<Yo también, me baño y salgo>>

–<<Los espero>>



Luego de una hora comenzaron a llegar los amigos de Nelson: Nicolás, Pedro y Orlando. El muchacho les había dejado la puerta del apartamento entreabierta, entraron y fueron directamente a la habitación. Se encontraron a Silvia, la novia de Nelson arrodillada en la cama y agachada haciéndole sexo oral a su novio. Sus nalgas abiertas dejaban ver la vulva delicadamente depilada y rosada.

Nicolás fue el primero en desnudarse y acercarse a la chica para lamer su vagina. Pedro y Orlando se miraron y comenzaron a desnudarse.

–Acérquense pues. -Les dijo Nelson, ambos llegaron a la cama y volvieron a verse a los ojos, comenzaron a besarse. Nicolás ya penetraba a Silvia. Nelson comenzó a eyacular en la boca de su novia.



Nelson se retorcía en la cama, con las piernas se destapó y abrió los ojos.

–¡Mierda! ¡Acabé! Uuuf  coño de la madre que sueño, verga... fue tan real. -Nelson se despertaba en su cama agitado.



Se sentó en la cama y se vio el abdómen, los vellos empegostados con el semen, al verlos, le dio risa. –No joda ojalá si esta caraja se dejara hacer eso. Marico Orlando y Pedro se dieron los besos.



Se levantó y se fue directo a la ducha, tenía una sesión fotográfica de un bautizo.



–<<Maricos anoche tuve un sueño criminal, les resumo pero luego les cuento. Los llamé para cogernos a Silvia todos, ella estaba bien perra>>

–<<No me extraña de ti que sueñes eso, dile a Silvia a ver si te cumple eso jajaja>>

–<<Bueno ahora la veo que me va a ayudar con las fotos del bautizo, le voy a comentar e insinuarle a ver que me dice, capaz y me cae a coñazos por cochino, verga pero estaba tan perra la coña, me dio un morbo>>

–<<Qué básico eres>>

–<<Deja la mariquera que tú y Orlando se dieron los besos>>



Una hora después llegaba Silvia a la iglesia. Se puso a acomodar las luces y ayudaba a su novio con los equipos.

–Tú estás raro mijo, estás como happy.

–Ah vaina, ahora te arrecha que esté feliz, ¿quién te entiende mija?

–No amor, es que es raro verte feliz en estos momentos, cuando trabajas estás concentrado como si estuvieras bravo que no lo estás pero eso es lo que se ve.

–Cuando estemos en la fiesta te cuento algo y sabrás de mi sonrisa.

Se montaron en la carro de Nelson para ir a la fiesta que era en un hotel, Silvia había llegado en taxi a la iglesia.

–¿Me vas a contar?

-Te dije que en la fiesta.

–Aaaanda valeeee, en la fiesta vamos a estar trabajando, adelántame algo.

–Bueno, pero no te vayas a poner brava, porque tú eres medio galla con eso.

–Ay ya vi todo ¿es de sexo verdad? Porque mijo lo tuyo es una tiradera, tetas, cucas, eso es en lo que piensas.

–¿Te animarías en hacer un trío, con otro tipo? ¿que los dos te cojamos?



Silvia lo miró abriendo los ojos sorprendida por la pregunta.

–Tú me estás jodiendo.

Nelson le contó el sueño que tuvo, se puso histérica, reclamándole que como se le ocurría siquiera pensar en preguntar semejante cochinada. Que era una falta de respeto para la relación. Nelson le dijo que ya tenían casi tres años de relación que en el sexo estaban bien pero él quería experimentar, sentía que estaban estancados. –Tú eres muy clásica mi amor, una cogidita en misionero y ya, listo, coño, yo quiero otras vainas y no te dejas.

–Si no te gusta como lo hago lo dejamos y te buscas una perra.

-Justamente eso es lo que quiero evitar, buscarme a una bichita que sí lo haga, tengo novia y quiero que se ponga perra en la cama.



Silvia se molestó, cruzó los brazos y no quiso hablar más del tema, estaba visiblemente incómoda y brava, en estos momentos quería enfocarse en que el trabajo quedara bien.



Llegaron a la fiesta, Silvia estaba concentrada en el trabajo, se comunicaba con Nelson para cuadrar y ajustar luces, de resto no hablaban de otra cosa.



En un receso, se sentaron en una de las mesas a comer y beber, mientras lo hacían, Nelson limpiaba unas luces y las ajustaba, Silvia revisaba las fotos de la fiesta y anotaba.

–Aquí hay unas que vas a tener que repetir, estan desenfocadas y unas tienen un golpe de luz raro, mira esta.

–Si, bueno, estas se pueden repetir, le digo a los papás y se hacen, esta está difícil, pero podemos intentar tomarla, faltan la de la familia que eso lo hacemos ahora. -Hubo una pausa. –¿Que has pensado? –Le dijo Nelson a Silvia.

–Que deberíamos usar el rebotador según el lugar, hay fotos con sombras, no se ven mal, pero…no me gustan.

–Me refiero…

–Estamos trabajando, ¿si? Vamos a enfocarnos en esto que para eso te pagaron y tiene que salir bien esto.



Terminaron de comer y volvieron a la sesión de fotos con la familia y amigos. Luego de dos horas recogieron sus aparatos y se acercaron al papá del niño, les entregó una paca de billetes.

–Disculpe señor, pero esto no fue lo que acordamos con su esposa, ella nos pagó el 50% del trabajo y cuando entreguemos las fotos nos daría el otro 50%, pero esto sobrepasa el 50% y lo pedimos por transferencia no en efectivo.

–Tranquilos esto es una propina mía, mi esposa no sabe de esto, me gustó su trabajo y como se portaron con mi hijo y eso lo valoro, gracias por su servicios y los volveremos a contactar para otras cosas.

–Muchas gracias señor.

–Guarden eso que no lo vea mi mujer. Ahora se pueden ir y nos envian las fotos cuando estén listas.



Llegaron al carro y acomodaron las cosas en la maleta con tranquilidad.

–Lo que hace trabajar con gente de plata, naguevonada, la megapropina, lo repartimos entre los dos.

–Pero tú trabajaste más, yo te asistí.

–No seas tonta, te toca la mitad, yo te saqué de la casa para que vinieras a ayudarme.



Se montaron en el carro, Nelson encendió el carro y puso la palanca en primera para arrancar.

–Apaga el carro un momento.

–Pero salgamos de aquí que nos van a cobrar un dineral por el estacionamiento.

–¿En serio? Tenemos efectivo, apaga el carro, quiero hablar contigo.



Silvia se restregó la cara con las manos y con una liga que tenía en la muñeca se recogió el cabello en una cola.

–Estaba pensando en lo que me dijiste…y eso me chocó. Lo de buscarte una puta que te hiciera lo que yo no te hago, que querías que yo fuera una perra en la cama.

–Disculpa si te ofendí.

–Déjame hablar…acepto, accedo a eso y a otras cosas que quieres que haga. –Cerró los ojos y tragó saliva. –Pero si vamos a hacer el fulano trío….quiero conocer primero a ese tercero, no voy a meter a un completo desconocido en la cama.



Nelson se acercó a Silvia y le dio un beso en la boca. –Me acabas de hacer muy feliz con eso que me dijiste, tranquila, si consigo al tercero lo vas a conocer previamente. Vámonos de aquí que quiero hacerte el amor ya.



Luego de ir a un hotel para saciar las ganas, aunque todo fue como siempre, Nelson se sentía feliz y complacido. Hizo el amor mejor que nunca y lo disfrutó con Silvia. La dejó en su casa pues se iba a reunir en la noche con sus amigos.



–Mi papá ya sabe que soy gay, bueno y mi mamá, pero no saben, Arévalo subió a mi casa a decirle a mi papá que estaba conmigo que ya me había cogido y…

–Aaaay valeeee, eres muerde almohada.

–Nelson ya, no empieces, deja que cuente. -Dijo Nicolás.

–Coño si, pareces homofóbico. –Agregaba Orlando.

–Pero es conmigo la cosa, yo creo que le gusto porque a ti nunca, nunca te ha dicho un coño. Aja, bueno, Arévalo le soltó esa vaina y la cara de mi papá era de foto, mi mamá atacada no aguantó y se fue al cuarto. El pana le dijo a mi papá que el quería estar conmigo seriamente, nada de bochinche y tal y luego cuando bajo a despedirlo...

–Que jeva eres marico.

–O sea Nelson ya…. Deja la vaina, coño está contando, que peo contigo. –De nuevo Nicolás salía en defensa de Pedro

–Bueno…Arévalo me dice que solo quiere de mi sexo, que nada de noviecitos, esa vaina me cayó como una patada en las bolas, después quiso arreglarlo…el carajo es de pinga, pero…

–Pero es un tipo que no se mide y dice lo que está en su cabeza sin pensar primero y analizar, lo suelta todo, demasiado volao. –Completaba Orlando que se notaba molesto al hablar de Arévalo. –Es muy de pinga el tipo pero coño, no tiene filtro y te puede meter en problemas, no me imagino la cara de tu mamá.

–Si vale…yo quería como matarlo o matarme yo, que peo. Aja güevón cuenta lo de Silvia para eso vinimos.



Nelson les contó sobre el sueño que tuvo, los tres estaban impresionados de lo fértil de su mente para crear esas historias, Orlando y Pedro compartieron miradas cómplices, se sonrieron. Luego les dijo sobre la conversación que tuvieron Silvia y él y la reacción desfavorable de ella, hasta que después luego de reflexionar, accedió a experimentar en el plano sexual.



–Te salvaste que te cayera a cachetadas. ¡Que bolas, la caraja aceptó! Dijo, la pinga no me pongo perra y me dejan, no me caso jajaja. -Comentaba Nicolás que su mirada había cambiado, para bien, luego de escuchar el relato.

–¿Y tu novia? Se deja hacer lo que sea? Si es perrita.

–No sé si perrita pero se aplica.

–A ver.

–No, no te voy a estar contando lo que hacemos.

–Ah güevón yo si les puedo contar mis vainas y ustedes no.

–Eso es porque tú quieres contarlo, nadie te lo pidió.

–El huevo sin sal eres tú entonces jajaja.

–Verga Nelson a veces provoca molerte a carajazos.



Nelson llevó a Nicolás a su casa y Orlando se fue con Pedro caminando al metro.



–Tú y yo nunca nos hemos besado y nos vinimos a besar en el sueño de este güevón.

–No empieces Pedro que ya sé por donde vas.

–¡No he dicho nada!

–Mejor. ¿Lo que dijiste de Arévalo es cierto? ¿Le contó a tu papá?

–Si…yo me sentía con una vergüenza pero del tamaño de una torre de 50 pisos, pero el carajo tira divino, coño duele, pero uuf sabe su vaina.

–Tiene un guevazo.

–¿Entonces si te lo tiraste?

–Noooo, coño, se me metió una vez en la ducha queriendo tirar y yo le metí el freno. No quise.

–¿Estás saliendo con Diego?

–Me veo con Diego que es distinto…

–¿Quieres tener algo con él?

–A veces digo si, a veces digo no, pienso en Vicente y me entra la culpa y no sé por qué, entonces se me quitan las ganas de tener algo con alguien.

–Empátate con Diego.

–No es tan fácil Pedro, él tiene muchos peos mentales, esa homofobia interna que tiene, metido en el clóset, entonces está en un sí pero no, y esa ambigüedad me molesta.

–A lo mejor tienes que tener sexo para que termine de salir del closet y comenzar su verdadera vida.

–Ay hablas como si fueras el veterano de los closets abiertos.

–Gafo..ay Orlando…me está gustando mucho Arévalo y me da caga.

–Chamo es que tú te enamoras con una facilidad, pareces princesa Disney marico.



–Pero Arévalo no eres tú.



Pedro dijo eso y no volvieron a hablar en todo el recorrido del metro hasta la estación donde se baja Orlando.

miércoles, 27 de junio de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 28


–¿Cuál es la habitación?

–Esa de allá pero espera que yo le digo.

–Deja, yo les toco y entro.

–No, Arévalo, no, espera coño.



El policía llegó a la puerta de la habitación y tocó tres veces.

–PASA PEDRO. –Gritó el papá.



–Buenas noches, no es Pedro. –Hugo, el papá de Pedro, se echó la sábana encima para taparse estaba desnudo.

–Disculpen, ¿pueden salir un momento para hablar con ustedes?

–¿Quién es usted?

–Soy Arévalo, traje a Pedro, los espero en la sala.



Pedro se sentó en la mesa del comedor.

–Te desquiciaste, o sea, lo tuyo es  crónico, marico ¿cómo haces eso?.

–Tranquilo, tus papás van a salir.

–Mi mamá se va a enterar de todo, chamo me lanzaste pa’ la calle.



–Pedro ¿qué significa esto? ¿Quién es este señor que nos saca de la cama a esta hora?

–Siéntense por favor que yo les voy a explicar. Soy Arévalo Gómez, policía técnico, trabajo en la morgue.

Yo estoy saliendo con Pedro, su hijo, nos conocimos en el cementerio y ese mismo día tuvimos sexo.

–¡Arévalo!

–Deja Pedro, que tus papás sepan la verdad, no hay que ocultar nada. –La mamá del chico le tomó con fuerza el brazo a su esposo tapándose los ojos con su mano.

–Volvimos a vernos y de nuevo repetimos y hoy fue nuestra tercera vez y wow, lo máximo, ustedes dirán que estoy loco, que quién es este tipo que nos habla así, ya les dije y a mi me gusta este chamo y quiero seguir saliendo y tirando con él, no es por nada pero yo cargo un buen armamento.

–¡Encima está armado! ¿cómo le dan un arma a este loco?

–Mi amor no se refiere a ese tipo de arma.

–No, no señora, sí, tengo arma, mire, pero me refiero que su hijo está bien servido pues.

–No, no, no yo no pudo seguir escuchando esto ¿qué clase de tipo es este? ¿Pedro, tú….eres…?

–Si señora, es gay y muerde la almohada.

Pedro se volteó poniendo sus manos en la cara que la tenía roja de la pena. Hugo, su papá se tapaba la boca para aguantar la risa. La mamá se había ido a la habitación impactada con la noticia y por lo que decía el policía.

–Es una lástima que su esposa se haya ido señor, pero le aseguro y le juro que yo voy en serio con esto, seriedad total, si, ya tuvimos sexo, pero esa vaina hay que probarla, ¿o no? usted  es hombre y hay que probar lo que uno va a tener pegao ahí. Otra cosa, yo soy bisexual, porque también me cojo a las jevas, tuve novia pero ahora quiero estar con un hombre, con el culo pelúo.

–YA BASTA POR FAVOOOOR, QUE SE VAYA ESE HOMBRE DE MI CASA! –Gritó la mamá desde la habitación.

–Vamos joven, listo, ya entendimos todo, no necesitamos más información, simplemente con decir que está saliendo con mi hijo y la cosa va en serio me quedaba conforme. A ver, siéntate, ¿desde cuándo se conocen? ¿Dónde está Pedro?

–No sé, estaba aquí.

–Déjalo, dime.

–Bueno hace…como…mmmm dos semanas, un poquito más.

–Vaya. -Hugo estaba sorprendido. –Y ya han tenido intimidad tres veces desde antes de “conocerse”.

Arévalo se le quedó viendo a los ojos. –Mire. –comenzó a hablar más bajo. –Yo le voy a ser sincero, a mi me gustaba, me gusta, me gusta no le voy a caer a mentiras, el amigo de Pedro, Orlando, pero no me para bolas, así de sencillo, entonces eso me molestó que jode, burda, una vaina, se me cruzaron los cables y bueno, estaba Pedro y… un gesto con sus manos le hizo entender que tuvieron sexo ambos.



–Mira policía, déjame aclararte algo, Pedro, que ya lo viste, se fue, porque es penoso y tímido y lo que acabas de hacer lo ha puesto muy incómodo, ojo, es un gesto bonito aunque muy loco porque quieres que sepamos que vas bien con esto, pero carajito no me digas que te gusta otro y estás matando las ganas con mi hijo, eso está muy pero muy mal. Mi hijo tiene 21 añitos, todavía es inocente y apenas se está descubriendo gay, no me lo ha dicho pero lo sé.

–¿Usted es gay?

–Me lo han preguntado infinidad de veces, hasta mis amigos, pero no, no soy gay, acepto a la gente como es, las respeto y apoyo y si mi hijo es gay lo amaré más todavía.

–¿Le puedo confesar algo? Con todo respeto claro.

–Dime.

–Usted está cogible, disculpe que se lo diga.

Hugo se rió y volvió a ponerse serio. –No le hagas daño a mi hijo porque por las buenas soy muy bueno, hasta gafo, sé sincero, si solo quieres sexo, se lo dices, si quieres una relación seria con él pues demuéstralo con hechos y no palabreando ¿entendido?

–Si suegro, perdón señor…¿su nombre?

–Hugo Fernandez.

–Bueno, yo me voy, solo vine para aclarar las cosas porque su hijo había quedado preocupado e impresionado con su actitud.

–Yo no sé porqué se impresiona, él sabe como soy, siempre he sido abierto con estos temas y con cualquiera. Como te dije mi hijo es tímido y reservado.

–Ya que me dice lo de que es abierto ¿le puedo preguntar algo íntimo?

–Caramba, tú eres bastante osado, bueno, eres policía, a ver pregunta y yo veo si te respondo.

–¿Usted se ha cogido a su esposa…por el culo? -Hablaba en voz baja. –Coño es que la jeva que tenía no se dejaba y no hallaba como decirle que por ahí es demasiado bueno, a ver como convenció usted a su esposa.

Hugo lo miró a los ojos por varios segundos y se levantó. –Ha sido un placer Arévalo, gracias por la visita pero ya es tarde. PEEEEDROO, SAL DE LA COCINA QUE TU AMIGO SE VA.



–Que pena, de verdad, que manera de lanzarme a la cuneta con mis papás, sobre todo con mi mamá.

–Cuando despidas a tu amigo, te vienes al cuarto para que hablemos con tu mamá, vamos a tener una nochecita gracias  a este… un placer Arévalo y recuerda lo que te dije.

–Si va suegro.

–¿Te puedes callar la boca de una vez? Sal de mi casa ya. Ya vengo papá.

–Si este señor va a ser tu novio tendrás que controlarlo. No tiene filtro de ningún tipo.



Bajaron por el ascensor.

–Hablar con tu papá me paró el güevo. –Tocó el botón de stop. –¿Por qué no me lo mamas?

–Porque lo tienes muy grande y grueso y es incómodo.

Arévalo se bajó el cierre y luego el pantalón. –Ay no seas jeva y mámalo. –Lo agachó poniéndole la mano en el hombro, Pedro tomó el pene entre sus manos y comenzó a lamer el glande, para luego metérselo hasta donde podía. El policía le tenía la mano puesta en la cabeza suavemente dejando que el chico lo hiciera solo.



Pedro se lo introducía en la boca y le daban arcadas, movía su lengua.

–Te tardas en acabar.

–¿Quieres que acabe rápido? Mama y agárrame las bolas para que sientas el chorro.

Pedro continuaba mamando, cogió los testículos y los apretó suavemente, en ese momento sintió un chorro tibio invadir su boca, tragó el semen y arrugó la cara.

–Que asco…

–¿No te gusta la leche?

–No…bueno nunca había tragado leche.

–Listo, acabé, ¿ves? Si quieres que acabe rápido me agarras de las bolas y suelto todo

Se acomodaba el interior y el pene.

–Tienes un guevo enorme marico, descomunal.

–Normalito papá pero tuyo cuando quieras.



Llegaron donde estaba la moto.

–Tu papá cree y quiere que tengamos una relación seria, yo le dije si si, claro suegro, yo voy con todo. Le digo que solo tenemos sexo y se muere, bueno que me dijo que si era solo sexo que fuera sincero contigo.

–¿Y tú solo quieres sexo?

–Si, en eso quedamos ¿no? unas buenas cogidas.

–Yo no quedé contigo en nada de eso.

–Tampoco en ser novios.

-No…pero pensé que si, al escucharte hablar con mi papá tan seriamente.

–Entonces vamos a aclarar las cosas de una vez. Yo lo que quiero es pasarla bien, tirar, disfrutar la cama, fino, ra, ra, ra y listo. ¿Te sirve? Yo no estoy pa estar de noviecito con las manos agarraditas, menos con un hombre, eso es ya demasiado gay.

–Dale tranquilo, tiraremos, cuando tengas ganas me avisas y si yo tengo ganas  te aviso, cero peo, somos adultos. Bien mi pana, nos vemos entonces.



Chocaron los puños y Pedro se alejó de la moto.

Arévalo se quedó mirando como se iba, chasqueó la lengua con el paladar y dejó el casco en el asiento. Corrió hacia Pedro.



–Hey, hey, hey, frena, ya va. Chamo, no te pongas así no te arreches, no te pongas jeva que tampoco fue que te preñé y te abandoné. Coño, no me hagas sentir mal, que soy el coñoemadre, tampoco es que quiero cogerte y dejarte ahí botao, me gustaría compartir unas birras, salir a almorzar juntos, ir pal stadium, una playita.

–Yo prefiero el cine que ver béisbol.

-Bueno vamos pal cine, a mi me gustan las de acción tipo rápidos y furiosos mojonerísimas, las de superhéroes, de matazón esas vainas, yo te llevo. ¿Tampoco te gustan esas películas? Aaaay no me digas que las románticas esas de jennifer aniston y la otra esa que ya es vieja, ¿cómo es que se llama? Meg Ryan. Yo me duermo y esa noche no tiro porque no se me para, en cambio con las otras no joda estoy activo y la verga se me pone dura si me tocan.

-Bueno me gustan esas pero también las peliculas de autor, no tan comerciales.

–Chaaaamo, verga ¿y así quieres que seamos novios? Tenemos los gustos cruzados, estamos finos en la cama pero en lo otro nada de nada.

–Déjalo así Arévalo.

–Chamo lo que te quiero decir es una cosa, vamos a dejar que la vaina fluya pim pum pam, a ver que tal, tiramos y tal, a lo mejor surge el amor y bueno quien sabe…ve tranquilo, que yo no me voy a espantar porque te guste Mujer Bonita o Día de San valentín. Si te gustan, me las calo, eso si, me acompañas al stadium un día ¿si va?

–Si va.



Arévalo le agarró la cabeza por la nuca y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua hasta el fondo. Se separó unos centímetros. –No se te olvide que quiero cogerte una y otra vez.

–¿Y a Orlando?

–Marico, como te gusta romper la magia.

–Escuché que no te gustaban las películas románticas.

–A Orlando vamos a dejarlo por fuera de esto que tenemos tú y yo ¿sí?

–Ok. Avísame cuando llegues a casa.

–Seguro mariquito triste, cuenta con eso. Chao.