miércoles, 27 de junio de 2018

Y SI ME ENAMORO. Capítulo 28


–¿Cuál es la habitación?

–Esa de allá pero espera que yo le digo.

–Deja, yo les toco y entro.

–No, Arévalo, no, espera coño.



El policía llegó a la puerta de la habitación y tocó tres veces.

–PASA PEDRO. –Gritó el papá.



–Buenas noches, no es Pedro. –Hugo, el papá de Pedro, se echó la sábana encima para taparse estaba desnudo.

–Disculpen, ¿pueden salir un momento para hablar con ustedes?

–¿Quién es usted?

–Soy Arévalo, traje a Pedro, los espero en la sala.



Pedro se sentó en la mesa del comedor.

–Te desquiciaste, o sea, lo tuyo es  crónico, marico ¿cómo haces eso?.

–Tranquilo, tus papás van a salir.

–Mi mamá se va a enterar de todo, chamo me lanzaste pa’ la calle.



–Pedro ¿qué significa esto? ¿Quién es este señor que nos saca de la cama a esta hora?

–Siéntense por favor que yo les voy a explicar. Soy Arévalo Gómez, policía técnico, trabajo en la morgue.

Yo estoy saliendo con Pedro, su hijo, nos conocimos en el cementerio y ese mismo día tuvimos sexo.

–¡Arévalo!

–Deja Pedro, que tus papás sepan la verdad, no hay que ocultar nada. –La mamá del chico le tomó con fuerza el brazo a su esposo tapándose los ojos con su mano.

–Volvimos a vernos y de nuevo repetimos y hoy fue nuestra tercera vez y wow, lo máximo, ustedes dirán que estoy loco, que quién es este tipo que nos habla así, ya les dije y a mi me gusta este chamo y quiero seguir saliendo y tirando con él, no es por nada pero yo cargo un buen armamento.

–¡Encima está armado! ¿cómo le dan un arma a este loco?

–Mi amor no se refiere a ese tipo de arma.

–No, no señora, sí, tengo arma, mire, pero me refiero que su hijo está bien servido pues.

–No, no, no yo no pudo seguir escuchando esto ¿qué clase de tipo es este? ¿Pedro, tú….eres…?

–Si señora, es gay y muerde la almohada.

Pedro se volteó poniendo sus manos en la cara que la tenía roja de la pena. Hugo, su papá se tapaba la boca para aguantar la risa. La mamá se había ido a la habitación impactada con la noticia y por lo que decía el policía.

–Es una lástima que su esposa se haya ido señor, pero le aseguro y le juro que yo voy en serio con esto, seriedad total, si, ya tuvimos sexo, pero esa vaina hay que probarla, ¿o no? usted  es hombre y hay que probar lo que uno va a tener pegao ahí. Otra cosa, yo soy bisexual, porque también me cojo a las jevas, tuve novia pero ahora quiero estar con un hombre, con el culo pelúo.

–YA BASTA POR FAVOOOOR, QUE SE VAYA ESE HOMBRE DE MI CASA! –Gritó la mamá desde la habitación.

–Vamos joven, listo, ya entendimos todo, no necesitamos más información, simplemente con decir que está saliendo con mi hijo y la cosa va en serio me quedaba conforme. A ver, siéntate, ¿desde cuándo se conocen? ¿Dónde está Pedro?

–No sé, estaba aquí.

–Déjalo, dime.

–Bueno hace…como…mmmm dos semanas, un poquito más.

–Vaya. -Hugo estaba sorprendido. –Y ya han tenido intimidad tres veces desde antes de “conocerse”.

Arévalo se le quedó viendo a los ojos. –Mire. –comenzó a hablar más bajo. –Yo le voy a ser sincero, a mi me gustaba, me gusta, me gusta no le voy a caer a mentiras, el amigo de Pedro, Orlando, pero no me para bolas, así de sencillo, entonces eso me molestó que jode, burda, una vaina, se me cruzaron los cables y bueno, estaba Pedro y… un gesto con sus manos le hizo entender que tuvieron sexo ambos.



–Mira policía, déjame aclararte algo, Pedro, que ya lo viste, se fue, porque es penoso y tímido y lo que acabas de hacer lo ha puesto muy incómodo, ojo, es un gesto bonito aunque muy loco porque quieres que sepamos que vas bien con esto, pero carajito no me digas que te gusta otro y estás matando las ganas con mi hijo, eso está muy pero muy mal. Mi hijo tiene 21 añitos, todavía es inocente y apenas se está descubriendo gay, no me lo ha dicho pero lo sé.

–¿Usted es gay?

–Me lo han preguntado infinidad de veces, hasta mis amigos, pero no, no soy gay, acepto a la gente como es, las respeto y apoyo y si mi hijo es gay lo amaré más todavía.

–¿Le puedo confesar algo? Con todo respeto claro.

–Dime.

–Usted está cogible, disculpe que se lo diga.

Hugo se rió y volvió a ponerse serio. –No le hagas daño a mi hijo porque por las buenas soy muy bueno, hasta gafo, sé sincero, si solo quieres sexo, se lo dices, si quieres una relación seria con él pues demuéstralo con hechos y no palabreando ¿entendido?

–Si suegro, perdón señor…¿su nombre?

–Hugo Fernandez.

–Bueno, yo me voy, solo vine para aclarar las cosas porque su hijo había quedado preocupado e impresionado con su actitud.

–Yo no sé porqué se impresiona, él sabe como soy, siempre he sido abierto con estos temas y con cualquiera. Como te dije mi hijo es tímido y reservado.

–Ya que me dice lo de que es abierto ¿le puedo preguntar algo íntimo?

–Caramba, tú eres bastante osado, bueno, eres policía, a ver pregunta y yo veo si te respondo.

–¿Usted se ha cogido a su esposa…por el culo? -Hablaba en voz baja. –Coño es que la jeva que tenía no se dejaba y no hallaba como decirle que por ahí es demasiado bueno, a ver como convenció usted a su esposa.

Hugo lo miró a los ojos por varios segundos y se levantó. –Ha sido un placer Arévalo, gracias por la visita pero ya es tarde. PEEEEDROO, SAL DE LA COCINA QUE TU AMIGO SE VA.



–Que pena, de verdad, que manera de lanzarme a la cuneta con mis papás, sobre todo con mi mamá.

–Cuando despidas a tu amigo, te vienes al cuarto para que hablemos con tu mamá, vamos a tener una nochecita gracias  a este… un placer Arévalo y recuerda lo que te dije.

–Si va suegro.

–¿Te puedes callar la boca de una vez? Sal de mi casa ya. Ya vengo papá.

–Si este señor va a ser tu novio tendrás que controlarlo. No tiene filtro de ningún tipo.



Bajaron por el ascensor.

–Hablar con tu papá me paró el güevo. –Tocó el botón de stop. –¿Por qué no me lo mamas?

–Porque lo tienes muy grande y grueso y es incómodo.

Arévalo se bajó el cierre y luego el pantalón. –Ay no seas jeva y mámalo. –Lo agachó poniéndole la mano en el hombro, Pedro tomó el pene entre sus manos y comenzó a lamer el glande, para luego metérselo hasta donde podía. El policía le tenía la mano puesta en la cabeza suavemente dejando que el chico lo hiciera solo.



Pedro se lo introducía en la boca y le daban arcadas, movía su lengua.

–Te tardas en acabar.

–¿Quieres que acabe rápido? Mama y agárrame las bolas para que sientas el chorro.

Pedro continuaba mamando, cogió los testículos y los apretó suavemente, en ese momento sintió un chorro tibio invadir su boca, tragó el semen y arrugó la cara.

–Que asco…

–¿No te gusta la leche?

–No…bueno nunca había tragado leche.

–Listo, acabé, ¿ves? Si quieres que acabe rápido me agarras de las bolas y suelto todo

Se acomodaba el interior y el pene.

–Tienes un guevo enorme marico, descomunal.

–Normalito papá pero tuyo cuando quieras.



Llegaron donde estaba la moto.

–Tu papá cree y quiere que tengamos una relación seria, yo le dije si si, claro suegro, yo voy con todo. Le digo que solo tenemos sexo y se muere, bueno que me dijo que si era solo sexo que fuera sincero contigo.

–¿Y tú solo quieres sexo?

–Si, en eso quedamos ¿no? unas buenas cogidas.

–Yo no quedé contigo en nada de eso.

–Tampoco en ser novios.

-No…pero pensé que si, al escucharte hablar con mi papá tan seriamente.

–Entonces vamos a aclarar las cosas de una vez. Yo lo que quiero es pasarla bien, tirar, disfrutar la cama, fino, ra, ra, ra y listo. ¿Te sirve? Yo no estoy pa estar de noviecito con las manos agarraditas, menos con un hombre, eso es ya demasiado gay.

–Dale tranquilo, tiraremos, cuando tengas ganas me avisas y si yo tengo ganas  te aviso, cero peo, somos adultos. Bien mi pana, nos vemos entonces.



Chocaron los puños y Pedro se alejó de la moto.

Arévalo se quedó mirando como se iba, chasqueó la lengua con el paladar y dejó el casco en el asiento. Corrió hacia Pedro.



–Hey, hey, hey, frena, ya va. Chamo, no te pongas así no te arreches, no te pongas jeva que tampoco fue que te preñé y te abandoné. Coño, no me hagas sentir mal, que soy el coñoemadre, tampoco es que quiero cogerte y dejarte ahí botao, me gustaría compartir unas birras, salir a almorzar juntos, ir pal stadium, una playita.

–Yo prefiero el cine que ver béisbol.

-Bueno vamos pal cine, a mi me gustan las de acción tipo rápidos y furiosos mojonerísimas, las de superhéroes, de matazón esas vainas, yo te llevo. ¿Tampoco te gustan esas películas? Aaaay no me digas que las románticas esas de jennifer aniston y la otra esa que ya es vieja, ¿cómo es que se llama? Meg Ryan. Yo me duermo y esa noche no tiro porque no se me para, en cambio con las otras no joda estoy activo y la verga se me pone dura si me tocan.

-Bueno me gustan esas pero también las peliculas de autor, no tan comerciales.

–Chaaaamo, verga ¿y así quieres que seamos novios? Tenemos los gustos cruzados, estamos finos en la cama pero en lo otro nada de nada.

–Déjalo así Arévalo.

–Chamo lo que te quiero decir es una cosa, vamos a dejar que la vaina fluya pim pum pam, a ver que tal, tiramos y tal, a lo mejor surge el amor y bueno quien sabe…ve tranquilo, que yo no me voy a espantar porque te guste Mujer Bonita o Día de San valentín. Si te gustan, me las calo, eso si, me acompañas al stadium un día ¿si va?

–Si va.



Arévalo le agarró la cabeza por la nuca y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua hasta el fondo. Se separó unos centímetros. –No se te olvide que quiero cogerte una y otra vez.

–¿Y a Orlando?

–Marico, como te gusta romper la magia.

–Escuché que no te gustaban las películas románticas.

–A Orlando vamos a dejarlo por fuera de esto que tenemos tú y yo ¿sí?

–Ok. Avísame cuando llegues a casa.

–Seguro mariquito triste, cuenta con eso. Chao.


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