lunes, 25 de noviembre de 2019

CAPÍTULO FINAL #serendipia

 
El tribunal  sentenció a la mamá de Gonzalo, a Roberto y a Sebastián a cumplir 180 días de trabajo comunitario en su zona de residencia. Sebastián y Roberto  tendrían que presentarse cada 15 días y por lo que dure el trabajo comunitario, al tribunal para firmar. Una vez que finalizara el régimen de presentaciones Sebastián regresaría a su país de origen sin derecho a entrar de nuevo al país donde cometió el delito.

Gonzalo fue puesto a la orden de un psicólogo para ayudarlo en su proceso.

Sebastián estaba en su casa recogiendo sus pertenencias en varias cajas para el día que le tocara irse del país tener todo listo. En eso suena el timbre de su casa, –Debe ser Roberto –Pensó.

–¿Qué haces aquí?
–Vine a que me dieras mi regalo de cumpleaños por adelantado, mañana cumplo 17 años.
–Roberto está por venir y si te ve aquí, se va a armar un problemón.
–Cuando llegue hacemos un trío.
–Después de lo que le hiciste, lo dudo.
–No hablemos de eso, y quiero que hoy me hagas lo que le hacías a mi papá.
–Eres un sucio pervertido
–Igual que tú
A Sebastián se le empezó a notar una erección y Gonzalo se le fue encima para besarlo.Lo cargó hasta la habitación y lo lanzó a la cama.
-Quítate la ropa –Mientras lo hacía, Sebastián buscó un látigo, lubricante y condones.

Le dijo que se pusiera boca abajo y abriiera las piernas. –Esto va a doler pero tu quisite–.

Lanzó un latigazo directo a las nalgas, Gonzaló se estremeció y se torció del dolor.
–Voy a tener que amarrate para que no te muevas – Amarró sus muñecas y tobillos con las esquinas de la cama.
√olvió a pegarle una y otra vez, las nlagas estaban enrrojecidas pero Sebatián seguía hasta que el muchacho le pidió que se detuviera.
–¿Te duele verdad?
–Si…por fa no sigas
–Me dijiste que querías que tehiciera lo que le hacíamos a tu papá.
–Me duele.
–Te voy a coger.
Se puso el condón, le dio dos nalgadas lo que hizo que Gonzalo se tensara. Lo tomó del cabello y le jaló la cabeza –No te quejes esto era lo que querías, ahora vas a aguantar porque te voy a coger si lubricante.
Le abrió las nalgas y comenzó a penetrarlo, una simple pasada de mano mojada en saliva lubricó el area y sin mucha espera lo introdujo para luego acostarse encima de él y comenzar a moverse.
–¿Te duele o te gusta? Dime que sientes.
-Me duele, no pares.
Sebastián comenzó a darle más duro. El sudor de su abdómen mojaba las nalgas del muchcho y eso hacía que le ardiera meas las heridas pero no decía nada, sólo apretaba la sábana con su mano y mordía la almohada.
Se quitó de encima del muchcaho y lo desamarró.
–Hazme acabar con tu boca –Gonzalo lo hizo no sin antes recibir una fuerte cachetada. Sebastián le tenía la cabeza agarrada mientras le ahía el sexo oral, se la movía para que lo mamara obligado. Al muchcho se le salían las lágrimas y tenía arcadas.
Dos veces lo hizo vomitar cada vez que el pene le llegaba a la garganta pero Sebastián no se detuvo.
El muchacho salivaba de manera abundate que se le salía escurría de la boca. Sebastián se detuvo y aprisionó la cabeza del muchcacho contra su pélvis y se corrió en la boca haciendo que se tragara de una vez el semen.

Gonzalo cayó rendido en la cama y ahí se quedó. Sebastián se puso un boxer y salió a la sala. Sonó el timbre. Era Roberto

–Hola mi amor ¿cómo estás?
Wao ya tienes recogido todo, que bien. Ya está prácticamente vendido mi apartamento, también recogí varias cosas pero me falta.
–Bueno yo sigo aquí en lo mismo.
–Voy al baño
Al entrar a la habitación vio a su sobrino dormido en la cama –Este carajo no aprende vale, nos va a meter en peos de nuevo –Despierta, Gonzalo, párate –le dio un poar de cachetadas hasta que abrió los ojos –Vístete –se fue al baño a orinar.

Al salir del cuarto dejó a Gonzalo dormido de nuevo.

–¿Otra vez te lo tiraste? Tú no ves que ese carajito  no está bien. Mira lo que me hizo a mi. Y le diste duro, ¿te dijo que le pegaras.
–Me dijo que le hiciera lo mismo que a su papá y bueno lo complací.
–Ten cuidado ese carajito no sé que intenciones tiene y sigue siendo menor de edad, todavía nos quedan 2 meses para terminar con las visitas al tribunal y cumplir las horas de labor social.
–Tranquilo que ese no va a decir nada, igual se mete en broncas él.
–Tío, no te preocupes, yo no voy a decir nada, sólo quería tirar y le propuse a a Sebastián que ustedes dos me cogieran.
Roberto no le respondió pero no le desagradaba la idea. Le dio plata para que se fuera en taxi –Luego hablamos tu y yo y que no me entere que hablaste con tu mamá de esto–
–Ay ya tío, deja la regañadera, ya no soy un carajito.

El muchacho se fue y terminaron de llenar una caja.
–A mi me tienes desde hace meses que me vas a someter en esa cama y no lo has hecho.
–Me dijiste que te gusta romántico.
Roberto le apretó con fuerza el pene con su mano –¿Esto te parece romántico? Tírame en esa cama y viólame, pero te advierto que yo no soy el mariquito de mi sobrino.

Lo amarró a la cama y comenzó a pasarle el látigopor too el cuerpo, dándole suaves azotes. Estaba boca arriba y le daba en el pene que veía como se iba levantando con cada latigazo. Le soltó las piernas y comenzó a introduirle un dildo, lo bastante grueso para necesitar paciencia y lubricante. Una vez dentro se lo empujó y siguió con el látigo. Se colocó sobre Roberto para que este le mamara el pene mientras él seguía empujando el dildo. Con cada empujón el pene de Roberto se endurecía hasta que no aguantó maás y se corrió sin necesidad de tocarse.
Sebastián no retiró el pene de la boca de su novio hasta que no se vino. No le quedó más remedio que ragar el semen, no podía moverse.

Al terminar se quedaron un rato más en la cama Sebastián le hizo una pregunta a Roberto.
–Ya sé que me lo ha dicho pero quiero preguntartelo de nuevo, ¿ No me guardas rencor ni rabia por lo de tu hermano? Recuerdo que decías que matarías a la persona que asesinó a tu hermano.
–Pero tú no lo mataste. Pero tranquilo ya veré como vengaré esa muerte –Se sonrió viéndolo a los ojos –esbroma tonto, vamos a levantarnos que yo vine a ayudarte.

Al cumplirse los dos meses y terminara las vistas al tribunal y las horas de trabajo comunitario, Roberto ya teneia toda su documentación en regla y los pasajes comprados. La casa y el carro lo vendió, Sebastián sólo tenía que llevarse las cosas que había traído de su país y lo que compró en su temporada en el país.

Un mes después ya iban rumbo a Chile. Se instalaron en el apartamento de Sebastían. Dos semanas mas tarde se estaban casando. Ya se estaban moviendo para montar el negocio que tenían pensado desde hace varios meses; Un bar gay leather de sado, con cuarto oscuro, cabinas privadas, sexo en vivo, sado en vivo y todo lo que ese ambiente requería.

A los seis meses de la apertura habiá sido un totundo éxito y comezarían a trare gente de oros países para espectáculos en vivo. Al año, el local era una visita obligada para los turistas gay foráneos, ya aparecían en las guías internacionales de locales gay.

Una noche en la que Roberto se encontraba solo en el local  revisando la caja y un despacho de bebidas, Sebastián se encontraba cerrando un negocio para contartar scorts para el local y ofrecerlos. Cuando estacionó su carro en el estacionamiento que tiene su local en un lateral, se le acercaron3 individuos vestidos de negro y sin mediar palabra lo agarraron le quitaron las llaves del carro, su billetera y le dieron varios golpes. Al caer en el piso le dieron un tiro en la cabeza y se fueron en el carro de Sebastián.

Luego del entierro en el que estuvo la familia de Sebastián, Robertono dejaba de llorar, estaba con unos lentes oscuros y los ojos hinchados. Se le acercó su suegra.

–Yo sé que tú estabas casado con mi hijo pero las cosas que dejó él serán para mi.
–Lo siento señora, hay un testamento donde claramente Sebastián me deja la parte de sus acciones a mi igual que el papartamento. Si quiere le puedo dejar su carro, yo me compro otro, pero el negocio es mio.
–Eso ya lo veremos, iremos a juicio.
–Iremos y veremos quien sale perdiendo.

Al llegar al apartamento, se quita los lentes, se estira y se sienta en el sofá y busca la libreta donde tiene anotados los números de contacto.

–<<Cuando quieras te puedes venir, ya estoy solo>>
–<<¿Pero podré quedarme? Yo me quiero quedar en Chile.
–<<Te quedas, yo te solicito y trabajas conmigo, luego nos casamos>>

Gonzalo, el sobrino sin decirle nada a su madre estuvo comprando dólares desde hace meas de un año con ayuda de un amigo hasta que cumplió la mayoría de edad. Compró un pasaje para Chile y se iba a ir sin contarle a nadie.

Un mes después llegaba a Chile. En el Aeropuerto lo esperaba su tío.

–Ya estoy aquí tío, por fin.
–Así es, por fin, pero a partir de hoy ya no seré tu tío. Seré tu futuro esposo.


SERENDIPIA: un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente.

viernes, 22 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 10

Sebastián estaba detenido en la comisaría. No hubo policía que no lo interrogara, a todo decía que era inocente, que no tenía nada que ver con el abuso sexual de un menor. Dijo que era amigo de Roberto y lo estaba esperando en su casa.



Unos minutos después, otro de los policías llama al jefe que interrogaba al sospechoso para contarle de una averiguación abierta.

–Este hombre es el sospechoso en el caso del abogado, esel hombre que faltaba, mire, Sebastián Muñoz.

–Ah caramba pero esto se pone interesante. Involucrado en la muerte del haermano del señor Roberto Albornoz que esta implicado en la violación de su sobrino. Estos dos son unas joyitas, quien sabe si Roberto está detrás de lo que le pasó a su hermano. Quiero que comiences a averiguarto todo lo que sepas de Gonzalo Albornoz, cuentas que tuvo, seguro de vida, propiedades aquí y afuera, todo.



Unos minutos después llegaba el abogado de Sebastián para hablar con su defendido. Se encontró con Sebastián hablaron por un buen rato y le contó todo lo que había sucedido con el abogado y le explicó lo que hacía en casa de Roberto esa mañana, no entendía porque lo relacionaban con la violación.

–Pero tú estas detenido en este momento por lo del abuso a un menor. Vamos a ver que pasa, salgamos de esto primero.

–Pero esta gente ya debe saber lo otro, ya estaban cerca de saber más, quiero que averigues por favor, pero sácame de aquí, no quiero seguir preso.

–No estás preso, estás detenido pero sin antecedentes no creo que te dejen detenido hasta el juicio,  pero déjame estudiar el caso y hablar con la policía, pero hoy te vas  aquedar adormir aquí eso sí es seguro.



Roberto llamó a su cuñada.

–<<Explícame que ignifica esta citación que me llegó por la supuesta violación de Gonzalo>>

–<<Bueno cuñadito, eso fue lo que me contó mi hijo, que lo violaste ayer y que grabaste la violación y eso lo tiene la policía>>

–<<¿pero de dónde salió eso, yo no violé a Gonzalo>>

–<<Tuviste sexo con él, ¿o lo vas a negar? Es un menor de edad.

Hubo un silencio.

–<<Tú sabes que yo no lo violé, soy incapaz de hacer eso, si, tuve sexo con mi sobrino pero él se me insinuó, quería que lo enseñara>>

–<<Y tú pobrecito caíste en la tentación de un niño de 15 años>>

–<<¿Qué es lo que quieres?

–<<Quiero  la parte que te dejó tu hermanito en herenci, lo quiero todo el 100%>>

–<<Estás loca>>

–<<Lo merezco por tantos años engañada, casa con un maricón. Tú me das lo que te estoy pidiendo y retiro la demanda, doy una declaración, mi hijo dirá que se lo inventó, irá a terapia yo pagaré una condena fuera de la cárcel, algun trabajo comunitario y listo y tú libre de culpa. O dejo la demanda y te hundo para que est´s en la cárcel por muchos años y tus padres no quieran verte por ser también gay como el retorcido de tu hermano.

Roberto cerró la llamada.



Llamó a su abogado y le pidió una cita urgente para comunicarle lo sucedido. Se reunieron en ese mismo momento.

Roberrto le contó todo, al menos lo que sabía, no se acordaba de muchas cosas. Lugo le contó lo del caso de su hermano y que ya habían dado con el último sospechoso y que lo conocía pues tienen una relación.

–¿Son pareja, novios? O sea gais.

–Si coño Pedro, soy gay, deja el drama que ese no es el punto.

–No, no, por mi como si fueras extraterrestre, pero eso complica las cosas, tú sabes porque te lo digo. Los gais, son desviados, enfermos blah blah blah, hay que manejar todo con cautela. Y bueno, con lo de tu sobrino imagínate, hablemos con tu cuñada y negociemos, te conviene eso que te dijo, sino te vas  aver envuelto hasta el cuello en eso, así yo te ponga cmo un angelito y te declaren inocente, la gente le va a quedar la duda. Dame su número y yo la contacto, deja eso en mis manos.



Pedro, el abogado de Roberto, lo acompañó a  ponerse a las órdenes de la policía. Estando ahei se entera que  Sebastián está detenido ahí. Pide que lo dejen a solas con Sebastián que ún estaba solo enla celda.



–Roberto, estoy metido entremendo lío por una acusación que te hicieron y yo estaba en tu apartamento cuando vinieron a allanarlo. Me consiguieron…viendo el video… donde esteas con tu sobrino teniendo sexo.

–Tranquilo que yo te voy a sacar de esto. No te preocupes. Quiero que me digas si tú estabas el día que murió mi hermano.

–Sí, pero no lo matamos.

–Yo no te estoy acusando.

–Se nos fue de las manos, nos pusimos nerviosos e intentamos desaparecer el cuerpo.

–Y dejaron evidencias por todos lados. Los iban a encontrar fácilmente como ocurrió.

–Debimos ir a la policía pero nos pusimos muy nerviosos.

Roberto le agarró la cara a Sebastián y le dio un beso en la boca.



–Yo te voy a sacar de la cárcel y estaremos juntos, no te voy a dejar solo.

jueves, 21 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 9

–Buenas tardes señor Albornóz, gracias por haber venido. Voy directo al grano porque no tengo tiempo, estamos complicado con el trabajo y el personal cada vez es menos.
–Buenas tardes, tengo el corazón en la garganta de los nervios. Dígame lo que sea.
–Bien. Aquí tengo a estos tres sospechosos: Carlos, Antonio y Jóvito. Estos sujetos estaban  con su hermano el día del fallecimiento.

El comisario le contó con detalle como ocurrió todo, los sospechosos habían confesado todo. Los interrogaron por separado y para sorpresa de todos, coincidían en su declaración, cada uno reveló el nombre del otro.

–Esto es increíble, al final el culpable de su muerte es mi propio hermano.
–Bueno si, pero esta gente cometió un delito, presenciaron el fallecimiento de una persona y ocultaron el cadáver, es algo grave también aunque no es un asesinato. De todas manera échle un visazo al expedientede su hermano donde está el informe de la autopsia, ahei describen que fue lo que le pasó. La causa de la muerte fueron loscomponentes que había ingerido y no lo que le estaban haciendo, formó parte de eso pues llegó a un grado de excitación que el corazón no lo soportó.
Roberto leía las declaraciones de los sospechosos y sentía como su pene movía entre el interior.
–Usted me dijo que hay otra persona que ahora es que aparece en los interrogatorios.
–así es, es el cabecilla por decirlo de alguna manera, es la persona que llevaba el grupo de sadomasoquismo, de hecho practican eso con clientes, su hermano era uno de esos clientes.
El sujeto se llama Sebastián Muñoz, es chileno y trabaj en una trsnacional, lo trasladaron temporalmente para acá.

Roberto se puso palido y la carpeta de la autosia de su hermano se le cayó de las manos. Comenzó a sudar frío.
–¿Pasa algo señor Albornóz?
Hubo un silencio de varios segundos. El celular del comisaro sonó y revisó el mensaje. Roberto habló..
 –Ese tipo estuvo en el funeral cuando velábamos a mi hermano…
–Ya va, ¿me está diciendo que usted lo conoce?
–Bueno, si, lo conocí casualmente ahí, el velaba a su hermana en ese momento que casualmente era la novia de mi hermano.
–Ese detalle no lo sabía…caramba…¿y usted tiene manera de contactar al señor Sebastián?.
Roberto volvió a quedarse callado, iró la carpeta de su hermano y respondió.
–No, ese día sólo hablamos… –Mintió.
–Bueno igual tenemos todos sus datos, esperamos por la fiscalía para una orden de allanamiento en su apartamento y en el apartamento donde ocurrieron los hechos. Me imagino que debe estar agobiado con toa la información y ademeas sabiendo quien es el hombre.
–Si…si..¿me puedo ir oficial? No me estoy sintiendo bien.
–Si, ya no hay más nada que contarle, pero de todas maneras seguiremos en contacto para cualquier declaración.

Roberto se montó en su carro y se quedó un rato ahí, apoyando la cabeza en el volante.

Sebastián ya habeia desayunado y estaba nervioso esperando a Roberto, entró a la habitación y se puso a revisar las gavetas, vio una cinta de video le dio vueltas con los dedos y le dio curiosidad sabe que había.

Comenzó a buscar una cámara de video por toda la habitación. Buscó en el armario, gavetas, muebles, cajas, hasta que dio con ella en el mueble al lado del televisor, estaba en un ricón. La tomó,agarró el cable que estaba ahí también y la conectó al televisor.

Le puso play y se tiró en la cama a ver. Vio a Roberto acercarse a un joven que estaba en la cama y cominza a hacerle sexo oral a Roberto. Sebastian comienza a emocionarse y se quita el bóxer para masturbarse. El sexo a ratos es violento –Parece que se está violando al carajito, que rico–Dice Sebastián mientras se sigue masturbando.
Unos segundo meas tarde suen el timbre del apartmento y Sebastián se levanta , pone pausa y va a ver quien es. Se asoma por la mirilla.
–¿Quién es?
–La policía tenemos una orden de allanamiento.
Abre la puerta y le dice a los oficiales que el dueño no está.
–No importa usted será testigo mientras hacemos nuestro trabajo traemos a un fiscal del ministerio público.
Sebastián asustado abre la reja y los deja pasar.
–Revisen toda la casa y lo que vean fuera de lugar lo recaban para el expediente. ¡VAMOS!
Los policías le preguntaron a Sebstián qde que conocia a Robreto Albornóz, le dijo que eran amigos y lo estaba esperando.
–¿Y así medio desnudo?
–Me acabo de levantar.
–¡JEFE! VENGA AL CUARTO.
Sebastián palideció al escuchar al policía. En la habitación estaba el video en pausa.
–Mire lo que esteabamos buscando, aquí el señor lo estaba viendo.
–vaya, vaya, bueno señor, nos va a tener que acompañar para que nos digaque pasa aquí.
–Es que yo, yo sólo lo estaba viendo no sé nada de esto.
–Tranquilo, si no tienen nada que ocultar o temer puede venir con nosotros y respondernos unas preguntas.
–SIGAN BUSCANDO, NOS VAMOS ENSEGUIDA.
Recogieron otras cosas del apartamento y se fueron con Sebastián que se vistió, tomó sus pertenencias y se fue con la comitiva.

20 minutos despues llegaba Roberto a su apartamento, la puerta y la reja estaban abiertas, entró con cuidado y vioq que varias cosas estaban desordenadas y esparcidas por el piso, se fue a la habitación y estab igual. Llamó a Sebastián pero no obtuvo respuesta, entró al baño y al otro cuarto, no había nadie.

Al regresar a la sala, vio por detrás de la puerta una hoja pegada. Era la notificación de allanamiento, donde explicaba que hicieron y que tenía una citación en la policía para un interrogatorio por  la presunta violación de un menor de edad.

Roberto arrancó el papel y no podía creer lo que estaba pasando.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 8

Luego de varios interrogatorios exámenes forenses y consultas de expedientes, por fin Gonzalo terminaba, su madre, llorando desconsolada llegaba a la comisaría para irse a casa

–No se preocupen, este caso vamos a investigarlo desde ya. El instituto del menor le dará apoyo psicológico a ambos y trabajarán conjuntamente con nosotros para que el responsable pague por lo que hizo.
–Señor agente, ese hombre es mi cuñado, yo no sé que le pasó, nos llevábamos bien a pesar de haberme divorciado de su hermano, es un enfermo.

Gonzalo no hablaba sólo miraba de frente sin decir nada.

Al día siguiente, en su apartamento, Roberto, se levantaba con una pesadez en la cabeza que no le dejaba abrir los ojos. Por un momento dudó en donde se encontraba, unos segundos después reaccionó y al ver su habitación se sintió aliviado, fue a la cocina por un vaso de agua.

Se acordó que estaría con su sobrino en su apartamento pero no lo vio y comenzó a llamarlo y buscarlo por la casa. Llamó a su celular pero lo tenía apagado igualmente el de su cuñada y en la casa no atendían. Se volvió a tumbar en la cama.
Pasados unos minutos suena su celular. Lo atiende.

–<<Aló…>
–<<Hola, ¿Cómo estás? ¿estabas durmiendo>>?
–<<Mmmm si, pero tranquilo me tenía que parar, dime>>
–<<Me quería disculpar por haberme ido la otra vez de tu casa sin avisarte, ¿puedo visitarte ahora?>>
–<<Si, claro,¿a qué hora vienes?>>
–<<Estoy abajo>>
Roberto pegó un brinco de la cama y le dijo que ni siquiera se había lavado los dientes ni bañado, pero Sebastián le dijo que no importaba que se bañaban juntos. Y así subió al apartamento.

Le abrió la puerta, Robero aún tenía el aspecto de recien levantado, Sebastián se le acercó y lo besó en la boca –Te quiero coger ya–.
–No me he duchado.
–Cállate.
Sebastián le arrancó la camisa del piyama saltando los botones por todos lados. Se bajó el pantalón y le bajó el piyama a Roberto y lo volteó tumbándolo en el sofá.
Le escupió tres veces en el culo y lo penetró. Robero sintió un fuerte dolor pero Sebastian no dejó que se moviera.
–Quédate quieto que ya entró, releajate.
Lo tomó del cabello y comenzó a darle con fuerza, el golpeteo de sus muslos con las nalgas de Roberto hacía un sonido seco como untrapo mojado golpenado una pared que a Roberto le excitaba.
–Me está doliendo.
–Aguanta que ya voy a acabar –Cuando estaba a punto de correrse, retiró su pene y le dijo a Roberto que se volteara. Tres chorros de semen cruzaron su pecho hasta llegar a la boca. Sebastián  le pasó la mano por el pecho restregando todo el semen, se detuvo y le metió los dedos en la boca a Roberto para que probara de su fluído. Roberto comenzó a masturbarse, cuando ya se venía, Sebatián se lo metió a la boca y recibió todo el líquido tragándoselo por completo.

Se fueron a duchar, al salir se tumbaron en la cama desnudos unos miutos.

–¿El sexo contigo siempre va a ser así? Violento, salvaje.
–¿No te gusta?
–Si, claro que me gusta, me da mucho morbo, pero también me gusta algo más pausado, romántico.
–Conmigo no vas a tener eso. Pero lo puedo hacer así si quieres un día. Lo mio es salvaje y sé que te gusta.

Roberto se volteó hacia él y le dio un beso. –Me gusta y me excita como lo haces–.

–Voy a preparar desayuno, ¿qué quieres comer?
–Lo que quieras darme bello.
Roberto tomó su celular y así desnudo como estaba se fue a la cocina. Su celular sonó.

–<<Aló>>
–<<Buenos días, señor Albornóz, le habla el comisario Pérez el que lleva el caso de su hermano>>
–<<Aja dígame comisario>>
–<<Como me dijo que lo llamara a usted antes que a sus padres, le informo que tenemos más evidencias y nombres de los presuntos asesinos>>
–<<¿Quiénes son?>>
–<<Prefiero que venga personalmente y hablemos>>
–<<Voy para allá>>

–Sebas me tengo que ir a la comisaría, hay nuevos datos sobre el caso de mi hermano.
Sebastiián se le tensaron los músculos y se puso pálido pero antes que se diera cuenta Roberto, habló.
–Bueno, entonces yo me voy a casa.
–No, no, no quédate aquí, yo voy y vengo prepárate el desayuno, ve una peli, yo regreso ahora, voy rápido. Chao, chao.
–Pero, es que yo… “Tengo que decirle hoy, hoy le digo, hoy le digo todo”

Cuando estaba llegando a la comisaría recibe una llamada. Era su cuñada.
–<<Aló>>
–<<Maldito enfermo, vas a ir preso por lo que le hiciste a mi hijo maricón desviado>>
–<<¿Pero qué te pasa? Que le hice a Gonzalo, ¿dónde está él que tenía que estar en mi casa?>>
–<<La policía está por buscarte para meterte preso, van por ti>>
–<<No sé de que hablas, ahora no puedo hablar contigo>>.
 Colgó la llamada y entró a la comisaría.

martes, 19 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 7

Roberto esperaba el fin de semana a su sobrino Gonzalo que llegara al apartamento. Ya habían cuadrado una semana antes para que lo ayudara con algunas tareas del colegio pues su mamá se iba de viaje de trabajo.

–¿Y de qué es la exposición?
–De animales en extinción, un trabajo de Ciencias, tengo que buscar información, notas de prensa, artículos, documentales que se han hecho y bueno recopilarlo, necesito usar internet y transcribir cosas, copiar y pegar.
–Un trabajón entonces.
–Si…¿me vas a ayudar?
–Bueno para eso viniste, a que te ayudara.

Luego de tomarse un refresco ambos, se pusieron a buscar información,copiaban y pegaban la más importante que conseguían. En un descanso Gonzalo abordó el tema pendiente de hace unas semanas.

–Después que terminemos, ¿hacemos lo que te pedí la otra vez?
Roberto se le quedó viendo a los ojos –Ya veremos, ya veremos. Voy a servirme una copa de vino, ¿quieres tomar algo?.
–Ay sírveme a mi un poquito de vino.
–Estas muy chiquito para estar bebiendo alcohol.
–Ay tío, ya yo bebo con mis amigos, además estoy en tu casa, no va a pasarme nada.
Roberto se imaginó a su sobrino borracho teniendo sexo con él en su cama.
–Pero sólo un poco.

Luego de tres horas de buscar informción y de tres copas de vino cada uno, decidieron parar y Roberto se fue a dar un baño, estaba algo mareado.

–<<Le pusiste el polvito en la copa?>>
–<<Sí mamá, ya le hizo efecto, se va a duchar y voy a aprovechar para hacer lo otro, te dejo>>

Entró al cuarto de su tío, buscó la pequeña cámara que tenía su tío y la puso en el mueble que está frente a la cama, midió la distancia y la altura, y la tapó con una franela blanca. Esperó a que su tío saliera de la ducha para comenar a grabar. Trajo otra copa de vino y la puso en la mesita de noche. Se quitó la ropa y se quedó en interior. Roberto salió.

–Hola tío, comencemos, enséñame lo que sabes –Le dio la copa de vino con otra c´åpsula que le echó y Roberto se la tomó de un trago.
–Carajito estás jugando con fuego.
–Eres tú el que quiere quemarme.

Roberto se le acercó y le quitó el interior. Le agarró la cabeza y la acercó a su pene para que lo mamara. Luego de unos segundos empujó a su sobrino y lo volteó, le puso lubricante entre las nalgas y se acostó sobre él comenzando a penetrarlo.

Cuando tenía a su tío cerca, le dijo al oído que lo amarrara. Robertó se levantó y buscó unas cintas.
–Tío no me des duro por favor, no lo hagas.
–Te voy a dar duro ¿No quieres aprender? –Comenz´ø a amarrarlo y Gonzalo se quejaba que estaba muy apretada la cinta –Me duele tío, me duele–
Roberto sólo le decía que aguantara y lo penetró de una vez. Gonzalo gritaba y gemía, Roberto lo penetraba sin  delicadeza.
Gonzalo volvió a susurrarle al oído para que lo volteara. Lo hizo y se puso de manera que se le viera la cara en la grabación. Comenzó a gritar y decir que le dolía pero su tío no le prestaba atención o simplemente le decía que se callara.

Volvió a voltearlo y siguió penetrando a su sobrino. Nuevamente le volvió a susurrar al oído –Échame la leche adentro–. Bastaron esas palabras para que Roberto se corriera dentro de su sobrino.

Robertó cayó en la cama como un plomo, no volvió a moverse. Gonzalo aprovechó para revisar la grabación, se había cortado antes de terminar pero había grabado lo suficiente.
Tomó con un paño la çeamara y la limpió igual que la cinta que guardó en la mesita de nosche y la cámara la dejó en un rincón luego de hacer que su tío dejara sus huellas en ella.

Buscó una aguja y se pinchó el dedo, dejando  caer unas gotas de sangre en lás sábanas, en el baño y en la alfombra. Con las cintas  se hizo daño en las muñecas para que tuviera rozetones en ellas.

Fue a la cocina, tomó una sartén y valiéndose de su fuerza se dio un golpe con ella en la cara, lo que hizo que se mareara y cayera al piso. Al reponerse se levantó, guardó la sartén y se fue de l apartamento sólo con la franela y el interior puestos. Comenzó a llorar, pero no había nadie en la calle.
Caminó hasta el módulo de la policía más cercano. Al llegar tocó la puerta saludó y cayó al piso desmayado.

Luego de un rato despierta y Gonzalo no ice nada, sólo repite que se lo violaron. La policía opta por llamar a la policía científica para hacerle los exámenes forenses correspondientes y descartar una violación.

Mientras Gonzalo espera sentado en una oficina solo. Aprovecha y llama por teléfono a su mamá.
–<<Listo, estoy en el CICPC, no puedo hablar, luego te explico>>
Se volvió a sentar sonriendo hasta que entró un policía y su rostro volvio a quedar mirando hacia la nada.

lunes, 18 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 6

–Ya sabes, lo llamas y le dices que te ayude con el trabajo de exposición y vas a su casa este fin de semana, yo igual lo llamo. No quiero errores esta vez lo tienes que hacer, llevas la cámara.

–Siiii, ya me lo has dicho 20 veces, pero no le puedo insistir mucho, pero volveré a decirle.

–Yo sé que vas a lograrlo, tú tienes tus encantos mi amor.



 Llegaban al edificio donde vive Roberto y este le hizo señas a Sebastián para que metiera su carro en el estacionamiento en el puesto de visitantes.
En el ascensor comenzaron a besarse apasionadamente.

–¿Te cojo aquí?

–No, es peligroso

–Por eso, ¿no te gusta el peligro ah?–Le decía Sebastián–

–Ya llegamos.

 Entraron al apartamento y siguieron besándose, desabotonando sus camisas a la vez.

Sebastián le desabrochó la correa del pantalón a Roberto, la sacó de las trabillas, se separó de él y dio un fuerte correazo al piso.

–Desnúdate.

Roberto se paralizó por unos segundos.

–QUE TE DESNUDES–Otro correazo directo al piso–.

Se quitó toda la ropa, ya mostraba una ligera erección.

–Ve al sillón–Al voltearse, Sebastián le dio un suave correazo en las nalgas.

Roberto se sentó en el sillón, Sebastián se acercó hasta tener su pene cerca de la cara de él.

–Mámalo.

Comenzó a hacerle el sexo oral mientras Sebastián lo tomaba con fuerza del cabello. No dejaba que moviera su cabeza, lo sostenía para que su pene no saliera de su boca. Roberto movía su lengua mientras salivaba por la comisura de los labios.

Sebastián lo tomó con más fuerza del cabello y lo apartó sacando su pene de la boca de Roberto.

–Vamos al cuarto–Lo levantó con fuerza por el brazo. Otro correazo en las nalgas–.

Llegaron a la habitación y lo tumbó en la cama.

–Quédate boca abajo.

Comenzó a darle correazos suaves en las nalgas hasta enrrojecerlas. Se detuvo. Buscó en su pantalón un preservativo.

–Voltéate y ponme el condón.

 Roberto no hablaba, su piel lo delataba, la tenía erizada y las tetillas endurecidas. Mientras le colocaba el preservativo, Sebastián le daba cachetadas y lo escupía. Roberto le temblaban las manos, terminó de colocar el preservativo y se puso encima de la cama como le habían ordenado. Más correazos vinieron, esta vez no tan suaves.



Sebastián se detuvo y comenzó a masturbarse para comenzar a penetrarlo.

–¿Por qué no me sigues pegando?–Le dijo Roberto.

–Porque es cuando me dé la gana a mi, no cuando tú quieras.

Escupió repetidamente el culo de Roberto y comenzó a penetrarlo. Una vez dentro de él, le dio con fuerza, la cama se movía. Lo tomó por los hombros y empujó más duro.

Volvió a detenerse, retiró el pene y volteó a Roberto. Ahora boca arriba lo volvió a penetrar mirándolo a los ojos. Sebastián comenzó a ponerse violento, cosa que a Roberto no le molestaba, más bien lo excitaba más.



Mientra más fuerte le daba, más le jalaba del cabello. Lo escupía. Cachetadas iban y venían.

–Eres una perra, como te encanta llevar guevo.–Le gritaba Sebastián, mientras Roberto gemía–.

Seguían los golpeteos y el movimiento de la cama, Roberto se masturbaba, Sebastián lo detuvo.

–Vamos a acabar a la vez.

Sebastián siguió embistiendo a Roberto hasta que estuvo a paunto de acabar. Se detuvo. Retiró el pene y se quitó el preservativo. Se puso de pie en la cama con Roberto debajo de él y empezó a maturbarse.

Cada descarga caía en alguna parte de la cama y en el cuerpo de Roberto que se estremecía al sentir el semen en su piel. El también se corrió. Sebastián lanzaba gruñidos y se agitaba, Roberto se le tensaba el cuerpo.

Todo se calmó. Se acostó a un lado de Roberto y así estuvieron, juntos, sin hablar, por unos minutos.



El silencio lo rompió Roberto.

–¿Sabes que a mi hermano le gustaba también esto? Creo que te comenté algo. El sadomasoquismo, el cuero, latigazos. Te confieso que a mi también me excita.

Hubo un silencio incómodo y Sebastián se levantó de la cama.

–Voy a ducharme, ¿tienes toalla?

–Si…en el baño tienes una y en la ducha hay jabón y champú. ¿te acompaño?

–No…prefiero solo–Se levantó de la cama y se fue directo al baño.



–¿Qué le pasó? No entendí.



Sebastián abrió la llave de agua caliente y esperó a que se le quitara el frío al agua, abrió la otra llave. Comenzó a caerle por el cuerpo el agua caliente, más caliente de lo normal. No pudo contener el llanto, se sentó en el piso y arrancó a llorar.

–Tengo que contarle, tengo que contarle–Se repetía una y otra vez mientras el agua corría.



–¿Todo bien?

–SI SI, YA SALGO–Se levantó del piso, cerró las llaves y salió para secarse–.



–¿Qué tal?

–Muy rica el agua, la ducha espectacular, me quería quedar a vivir ahí.

–Ja,ja, ja que bien, tienes los ojos rojos.

–Si…es que me cayó champú, pero estoy bien.

–Bueno, voy a ducharme, ya salgo.



Sebastián aprovechó para vestirse rápido, tomó sus cosas y se fue del apartamento.

viernes, 15 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 5

–Bueno aquí tenemos al primer sospechoso; Carlos Hernández.

–¿Qué conseguiste?

–En el bolso que dejó en el carro del occiso estaba una identificación, ropa, un paquete de chicharrón, unas llaves, medicinas y una cámara, te vas a sorprender las fotos que hay.

–Ahora las vemos. Me dijo tu compañero que hallaron en el piso del carro el celular de la víctima.

–Así es, pero él se está encargando de averiguar los números que están ahí y las últimas llamadas y mensajes.

–Quiero ese informe a más tardar a final de semana.


Ya eran casi las cinco de la tarde y Roberto aún seguía trabajando en la oficina. Chequeba con el administrador la nómina y el pago de un nuevo bono para los empleados.

–Llévate todo esto, haces los ajustes y me lo traes de nuevo incluyendo la razón del nuevo bono, aunque ya  todo el mundo sabe pero para que quede claro. Déjame firmar unos documentos para que te los lleves luego.

Roberto se quedó solo y recibió una llamada por su celular.



<<Sí buenas tardes>>

<<Buenas tardes ¿Roberto?>>

<<¿Quién es>>

<<Es Sebastián, nos conocimos en el cementerio>>



Roberto se emocionó al escuchar el nombre.

<<¿Cómo estás vale?>>

<<Todo bien, te llamaba para ver si nos podíamos ver hoy>>

<<Si…si..claro, yo salgo en una hora, estoy en Guarenas, pero llego a Caracas en 20 minutos>>

<<Vamos a vernos en el café que está cerca de La Plaza Isabel La Católica, ¿sabes cuál es?>>

<<Si, perfecto, nos vemos ahí a las siete en punto>>



A la hora acordada se vieron. Sebastián ya estaba sentado esperando cuando llegó Roberto. Pidió un café y se fue a la mesa.



–Que bueno verte de nuevo.

–Si…yo quería verte también…quiero contarte…

–Primero te cuento yo…estuve averiguando y tu hermana tenía dos meses saliendo con mi hermano, al parecer todo iba bien pero me imagino que sabes que…

–No quiero hablar de eso.

–Disculpa…es que estoy con lo de mi hermano y he ido averiguando cosas…en su computadora consiguieron imágenes y videos de sadomasoquismo, creo que mi hermano estaba metido en eso en secreto, pero además con hombres. Mi hermano era gay o bi. Mi mamá está en shock. ¿qué me querías contar?

–“¿Le digo todo? ¿le cuento quien soy en realidad?

–¿Te sientes bien?, estás sudando, ¿tienes fiebre?–Roberto lo fue a tocar en el cuello y Sebastián se echó para atrás–.

–No, no, estoy bien, estoy bien.

–Ok, pero tranquilo, cuéntame.

–Quiero tirar contigo–Roberto se estremeció y se le erizó la piel– Sebastían era bien atractivo, sin tener un cuerpo de gimnasio, en conjunto era un hombre que llamaba la atención–.

–Yo también quiero, pero primero quiero repetir lo del cementerio. Te espero en el baño.–Se levantó–.

–No, ya va, ¿aquí?–Roberto lo ignoró y se fue al baño–.



Entró al baño y dejó la puerto sin pasarle el pestillo, a los segundos llegaba Sebastián que entró y si cerró la puerta.

Roberto estaba sentado en la poceta, le bajó el cierre del pantalón, metió la mano y bajando el interior sacó el pene aún flácido y comenzó la felación.

Tocaron la puerta y Sebastián hizo un movimiento para guardarse el pene pero Roberto no lo dejó haciendo un gesto con el dedo índice para que guardar silencio. Siguió con el sexo oral.



Sebastián tenía sus manos en la cabeza de Roberto, mientras este introducía todo el pene en su boca lubricándolo de manera excesiva con su saliva, tanto así que se escurría por las comisuras de los labios.

Estaba muy excitado y comenzó a empujarle la cabeza hacia su pene para que lo tragara por completo, algo que a Roberto lo excitaba más y se aferró a a las nalgas de Sebastían.

 Robertó se desabrochó el pantalón, sacó su pene y empezó a masturbarse. Ya estaba a punto cuando le dijo:

–Me vengo, me vengo, ¿te la tragas?–No hubo respuesta, simplemente Roberto terminó de introducir todo el pene en su boca y esperar la descarga. Tragó y se separó.



Sebastián se acomodó el pantalón y salió, dejando la puerta abierta.Roberto se lavó las manos y la boca. Entraba un señor.

–Ah disculpe, pense que estaba solo.

–Tranquilo, ya salgo.



Regresó a la mesa, ambos estaban agitados.

–Wao…que rico estuvo eso–Dijo Sebastián–.

–Te gusta el peligro, eso me excita.

–Cambiando el tema…¿ya la policía sabe lo que pasó en realidad con tu hermano? ¿tienen sospechosos?

–Yo lo que sé es que quiero acostarme contigo, que me cojas.

–Yo también quiero eso.

–La policía se va a comunicar con nosotros mañana, hay nuevas pistas. Mi hermano como te dije estaba metido en un peo de sadomasoquismo, y eso le causó la muerte, bueno, no eso precisamente, pero en eso andan, investigando y yo también. Cuando sepa quien lo hizo quiero tenerlo frente a mi y matarlo a golpes.

–“Ya lo tienes en frente” ¿Tanto así? ¿Eras muy pegado a tu hermano?

–Normal, pero era mi hermano, mi familia y creo que pude haberlo ayudado a aclararse en muchas cosas, no sé por qué nunca me habló de eso y de sus gustos. Me tuve que enterar de todo después de muerto.

–Esa gente debe ser profesional, no creo que la atrapen tan fácilmente.

–Ya hay pistas y al parecer importantes. ¿Cómo sabes que son profesionales?

–Bueno, me imagino yo, no creo que trabajen así a lo loco, sabrán que hacer, en fin disculpa que me meta en asuntos que no me incumben.

–Tranquilo, cualquier detalle u opinión creo que servirá para dar con el asesino. Yo ahora lo que quiero es que me mates de tanto cogerme. ¿te quieres quedar en mi casa?

–¿Ya? ¿hoy? No nos conocemos..

–Ya creo que hoy nos conocimos. Además te estoy invitando a mi casa el que estaría asustado sería yo. Paguemos y nos vamos, quédate conmigo.

–Mañana trabajo y no tengo ropa.

–Yo te presto algo, somos de la misma talla más o menos



Pagaron los cafés y ambos se montaron en su carros. Sebastían seguía a Roberto.

jueves, 14 de noviembre de 2019

#serendipia Capítulo 4

Gonzalo, el hijo del abogado fallecido Gonzalo Albornóz, le había pedido permiso a su mamá para quedarse en casa de su tío Roberto y pasar el domingo juntos.



–Tío, ¿es verdad que mi papá era gay?.

–¿Por qué me preguntas eso?

–Bueno primero porque tú eres el gay de la familia je, je y segundo mi mamá me dijo que a mi papá lo consiguieron con vainas de sadomasoquismo y había sido violado…y…

–Ya va, ya va…que yo sea gay no quiere decir que sepa todo en la vida sobre eso. En cuanto a tu papá…sí, quedamos sorprendidos con la noticia, no me imaginé que Gonzalo era gay, en este caso bisexual, porque tenía novia, aunque bueno, quien sabe como era esa relación, nunca supimos. ¿Tú la conociste?

–No. Me gustan los hombres tío.

Roberto se le quedó viendo unos segundos.

–¿En serio? ¿qué te hace pensar eso?

–Me siento atraído por mis compañeros, no me gustan las mujeres pues. Cuando voy a la piscina, en los vestidores veo a los tipos desnudos y me excito. Cuando te he visto desnudo a ti..

–¿Qué coño dices carajito? Respeta–le dio un empujón.

–Coño tío, contigo es con quien puedo hablar esto vale, mi mamá no sabe nada y anda como molesta cuando se enteró lo de mi papá ahora piensa que le montó cachos con tipos…Quiero me digas cosas de este mundo, ¿qué tengo que hacer? Enséñame, soy virgen.

–¿Cómo quieres que te enseñe, a ver? Explícate.

–Bueno…no sé…como es lo del sexo y mamar un guevo, ¿cómo se besan? Yo nunca he besado a nadie…casi todos en mi clase ya han tenido sexo…

–No creas todo lo que escuchas, siempre inventan. ¿me estás pidiendo tener sexo contigo?

Gonzalo se puso rojo de la pena y luego habló.

–Bueno…sí tío, prefiero hacerlo contigo, digo, mi primera vez, que con un desconocido.

–Termina de desayunar y deja de decir semejante burrada, voy al cuarto a acomodar una ropa.



Mientras doblaba unas chemises su mente comenzó a volar imaginándose a su sobrino desnudo en su cama penetrándolo y gritando del dolor por ser su primera vez. Sacudió la cabeza y siguió doblando unas camisas. Fuera del cuarto se escuchaba ruido. Gonzalo lavaba los platos del desayuno.

 Terminó de recoger la ropa y salió del cuarto.

–Gonzalo, ven acá.

El muchcacho se acercó hasta el cuarto y entró.

Roberto se le acercó al muchacho y le dio un beso en la boca, volvió a repetirlo hasta que le tomó de la cabeza y le introdujo la lengua. Comenzó a moverla dentro de la boca de su sobrino.

Su pene comenzaba a despertar, el de su sobrino también. Gonzalo se atrevió a colocar su mano sobre el pene de su tío. Él hizo lo mismo.



El muchacho seguía besando a su tío, aunque Roberto tenía dominada la situación, y comenzó a meter su mano entre la abertura del boxer y tocar su pene. Roberto se apartó.

–Ya, hasta aquí, no sigamos.

Roberto se fijó en la entrepierna de su sobrino.

–Muchacho pero tú tienes lo tuyo.

–Yo quiero ser penetrado tío.

–Esto no está bien, ve a ducharte al otro baño, yo me ducho aquí y salimos a comprar unas cosas y te llevo a tu casa.

Gonzalo se fue a la ducha del otro baño. Roberto se quitó el boxer y la franela e iría a lo mismo. Pero antes se acercó hasta el baño donde estaba su sobrino y lo veía mientras este se masturbaba.

Luego de unos minutos el muchacho se descargaba. Roberto no pudo ver mucho pues los vidrios de la ducha estaban empañados pero la silueta de su sobrino lo excitó aún más. Se fue a su cuarto a masturbarse mientras se duchaba.



Robertó salió del baño y Gonzalo se estaba vistiendo.

–¿Por qué sales en toalla? Somos dos hombres tenemos lo mismo.

–Ay carajito quédate quieto ¿sí? Ya te enseñé como besar, hasta ahí lo demás es una locura.

–Tío vale, enseñame lo que tú sabes, no quiero llegar a mi primera vez como un torpe.

–Vístete.



Salieron del edificio rumbo a una ferretería grande a comprar varios materiales para unos arreglos en su casa. Luego de ahí almorzaron. Gonzalo insistía en tener sexo con su tío y este lo frenaba o le cambiaba la conversación. Le compró un par de pantalones y una franela por su cumpleaños que fue hace unos días y le debía el regalo.


–El mejor regalo que me puedes dar ahora es lo que te pedí.
–Pero que desespero el tuyo por tener sexo. Tranquilo que eso va a llegar, no desesperes.
–Ay si seguro tu perdiste la virginidad a los 16 y a mi me quieres joder.
–A los 21

Gonzalo se quedó impresionado–¿En serio? Verga…

No hablaron más del tema. Robertó llevó a su sobrino hasta el apartamento donde vive con su mamá.
–Pórtate bien.
–¿Tío tu crees que aparezca el que mató a mi papá?
–Va a aparecer y si no aparece lo busco yo y lo meto preso. Te juro que va a pagar por lo que hizo. Vamos, cuídate y me saludas a tu mamá.
–Nos vemos pronto–Le dio un beso en el cachete y le susurró en el oído–Me gustó el beso que me diste–.

Se bajó del carro. Roberto se quedó pensando unos instantes apoyado en el volante.

–Que mentecita la tuya Roberto, sácate esa idea de la cabeza.