miércoles, 30 de septiembre de 2015

Se me antoja quererte 8 #SMAQ


Asdrúbal y Asier.

A Ramón lo tomó por sorpresa la renuncia de Asdrúbal, es por eso que almorzaron juntos para aclarar todo.



–No puedo creer lo que me estás contando, estuviste a punto que te mataran.

–Si marico y todo por culpa del novio psicópata de un carajo que conocí y que quería tirar conmigo, menos mal que no hicimos nada.

–¿Y eso?

–Porque no me gustan esas cosas y así de buenas a primeras.

–Pero tiraste conmigo.

–Si pendejo pero tú me gustas...

Una pausa.

–Y el malandro que le dijo a los otros pa que me hicieran algo se llama Rendel, verga se me grabó ese nombre, bien niche el nombre. Ajá cuéntame, ¿por qué renunciaste así de repente?

–Asier me consiguió trabajo en su empresa donde me pagan el doble más otros beneficios mejores que en la empresa donde trabajas y aparte productos de los que elaboran ahí cada mes.

–Ah que bien. ¿Y siguen empatados?

–No sé lo que somos pero seguimos juntos.

–¿Y ya dejaste de investigarlo para entregarte a él completamente y ser suya? –Se  rió

–Ja, ja, ja que gafo eres. No, más bien entré para seguir averiguando.

–Mosca y te descubren.

–Ya me amenazó, con matarme.

–Definitivamente tú estas demente.

–¿Y tú? Has conocido a alguien?

–Si, pero nada serio, sólo nos conocimos.

–Eeesoooo, échame el cuento

–No...cuando haya algo que contar.

–Aaaah pues, el misteroso.



 Asdrúbal ya estaba en su nueva oficina enviando unos correos e imprimiendo un informe, cuando le suena el teléfono de su escritorio.

–<<Buenas tardes>>

–<<Ven a mi oficina que te quiero coger>>

Colgó el teléfono y salió de su oficina, su pene ya comenzaba a lubricar y a crecer.

Tocó la puerta y entró. Asier hablaba por el celular.



–<<¿Y cómo sabes que Rendel regresó?>>

Rendel...ese nombre fue el que me dijo Ramón. –Pensaba Asdrúbal.

–<<Bueno papá ubícalo entonces, nos debe una explicación y le tenemos que informar sobre el nuevo trabajito, te dejo, bendición>>

–Pasa mi amor, cierra la puerta.

–¿Quién es ese Rendel?

–Un tipo que nos hace unos trabajitos.

–Ah ok.

–Deja de preguntar tonterías y ven acá que te lo quiero meter –Asier lo trajo hacia él y le señaló el vidrio detrás de su escritorio para que fueran allá.

Asdrúbal se quitó la ropa, Asiér sólo sacó su pene por entre el pantalón.

–Pégate ahí.._Nos van a ver, eso da a la calle.

–Si, ¿no te da morbo eso? Que te vean como te cogen.

Asdrúbal no dijo nada pero sí, le excitaba saber que lo observaban.

Asier sacó un condón de su bolsillo, se lo puso y se echó saliva en la mano para pasarla entre las nalgas de su novio y su pene para luego penetrarlo.

–¿Quieres que te coja así todos los días aquí en mi oficina?

–Si, que rico.

Asier le empujó la cara contra el vidrio y empujó hasta penetrarlo por completo y se retiró.

–Listo, vístete.

–¿Ya? Tan rápido.

–Si, tengo cosas que hacer

–Pero no acabaste.

–No, hasta aquí llegamos, quiero que te quedes con ganas  de más.

Asdrúbal aún excitado comenzó a vestirse –Anda déjame que te lo mame me dejaste picao.

–No, vete a tu rabajo y termina lo que te pedí. Vamos, esta noche te acabo encima.



Luego de las seis de la tarde Asier llama a Asdrúbal para irse a casa pero este le dice que se va a quedar un rato más para revisar unas cosas y enviar unos correos.  Su novio le dice que le deja al chofer para que cuando salga lo lleve al apartamento.



Asdrúbal se quería quedar para investigar lo que pudiera. Se había llevado de la oficina de Asier la tarjeta magnética para poder entrar. Era el momento perfecto pues el Circuito Cerrado estaba en mantenimiento.

Entró y se sentó en la computadora –Mierda esto debe tener contraseña –Tropezó el mouse y se activó el monitor, no había cerrado la computadora –¡Bingo!.





 Metió el pendrive de 32 GB y comenzeo a guardar archivos sin revisar, algo de ahí podría ser importante. Más de 20 minutos estuvo en la oficina. Escuchó pasos y puso a dormir el monitor y se escondió bajo el escritorio. Unos halos de luz atravesaron la oficina, era un vigilante con una linterna. Luego de varios segundos, se fue. A Asdrúbal le latía el corazón a toda velocidad sentía que se le iba a salir en cualquier momento.

Terminó de guardar, había ocupado el 80% de la capacidad del pendrive. Dejó la computadora como estaba y salió sin tocar ni mover nada, revisó el pasillo y no había nadie. Se montó en el ascensor, al bajar tres pisos se abre la puerta y era el vigilante.



–Buenas noches, ¿usted donde trabaja, no lo vi en la ronda?

–Buenas noches en el piso de arriba, estaba en el baño. Pero ya cerré y me voy. –Asdrúbal le mostró el carnet.

El vigilante lo veía con cara de incredulidad. Asdrúbal respiraba aceleradamente y el corazón cabalgando en su pecho.

Llegó a planta baja y buscó al chofer, escondió el pendrive en el fondo del bolso y  se fueron rumbo a casa de Asier.



Al día siguiente Asrúbal con cualquier excusa le dijo a Asier que lo dejara en su casa  y luego iría a la oficina.

En cuantó lo dejó en la puerta del edificio llamó a Rubén.

–<< ¿Dónde estás?>>

–<<Saliendo para el trabajo, ¿qué pasó?>>

–<<Tengo información valiosa del asunto>>

–<<Mándamela al correo>>

–<<Noooo, es mucha, tengo un pendrive>>

–<<¿Dónde estas? Voy en moto>>

–<<En mi casa>>
–<<Espérame ahí y pasó en unos minutos>>



Rubén llegó a los 10 minutos.

Asdrúbal le dijo que había guardado la mayor cantidad de archivos que pudo de la computadora de Asier, que habría que revisar lo que realmente valía la pena de todo eso.

 Rubén por su parte le mostró la página de una revista de investigación para que leyera el titular:



< ¿QUÉ SE ESCONDE DETRÁS DEL IMPERIO DE Agustín Sucre & C.? >



Asdrúbal leyó las primeras líneas del primer párrafo y le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.

–Estoy muerto.

–Eso te pasa por bruto, por estar contándole al Asier lo que tenías, te pusiste en evidencia, pero esto ya no tiene vuelta a atrás, ya se está haciendo viral por las redes sociales y ya debe estar la revista en los kioskos.

–Pero voy a llegar a la oficina y me va a joder.

–No vayas más, quédate en mi apartamento. Vamos a hablar con tus papás para que sepan a lo que se enfrentan.

–¿Quééé? ¿Estás loco? Me matan ellos.

–Es preferible. No puedes regresar.

–Voy a regresar, si no voy ahí si me pongo en evidencia.

–Tengo mi apartamento de soltero desocupado en este momento, te puedes quedar ahí por cualquier cosa, toma las llaves, te paso la dirección por mensaje.



De un golpe abren la puerta del despacho de Asier, era su papá. Lanzó la revista en el escritorio de su hijo.



–Lee,  eso es tu culpa, ¡por estar abriendo la boca más de la cuenta! No mataste al carajito ese ¿verdad?.

–No papá, no lo maté, pero él no fue, lo tengo amenaazado.

–ME IMPORTA UN COMINO SI LO AMENZASTE, LO QUIERO MUERTO. Dame el nombre, foto, dirección para que Rendel se encargue.

–¿Tú me dejas que yo me encargue de esto?

–Cuando dejo que te encargues la cagas, estas enamorado de ese carajito y ahora estamos en problemas, esa periodista cuando escribe es porque tiene pruebas, así que hay que matar a ese carajito a la periodista y a quien sea.

–¿Te volviste loco papá? Tranquilízate. Deja que hable con este chamo, te informo y resolvemos.



Asier bajó a la oficina de Asdrúbal y entró sin tocar.

–Quiero que me digas hasta dónde estás involucrado tú en este reportaje.

–¿Qué reportaje?

–Lee. Y ya está en las redes sociales.

–No, no sé de dónde sacaron esta información, te dije que la tengo a resguardo, además lo que dicen aquí no está lo que yo te mostré.

–Eso no me dice nada. ¿Fuiste tú o no?

¿Qué digo. Que digo? Si digo sí, me mata aquí, si digo no, ¿me golpeará hasta que diga sí? ¿sabrá que estuve en su oficina?, me voy a arriesgar, ya estoy en la boca del lobo.

Te dije que NO Asier, ¡yo quedé en algo contigo y pienso cumplirlo!. Esta revista habrá hecho averiguaciones que se yo.

–Ok, ok, vamos a creerte de momento, pero estás en la mira. Mi papá está en el edificio, no salgas de aquí.



Asier se fue al despacho de su papá.

–Te mandé toda la información de Asdrúbal a tu corrreo, haz lo que tengas que hacer papá.

–¿Confesó?

–No, pero no sabe mentir. –Salió del despacho y apretó los puños. Cerró con fuerza los ojos y se puso rojo.



Regresó a la oficina de Asdrúbal. Entró y le dio un beso en la boca.

–Agarra tus cosas y vete de aquí, escóndete no sé en donde pero desaparece. Mi papá mandó a matarte ya.

–Pero…pero ¿por qué? Ya te dije que yo no…

–No sigas hablando. Sabemos que fuiste tú. Desaparece Asdrúbal, escóndete donde no te encuentren.



Asier salió de la oficina y Asdrúbal cogió sus cosas y salió disparado de la oficina rumbo al apartamento que le dijo Rubén.

martes, 29 de septiembre de 2015

Se me antoja quererte 7 #SMAQ


Andrés y Amadeo.

El hombre estaba ansioso en la habitación de aquel hotel. Un cuadro con un paisaje decoraba las paredes blancas. El techo era de cielo raso con cuatro espejos en el centro y otro en un lateral de la cama

Estaba sin ropa sólo cargaba el interior, caminaba por la diminuta habitación, se quitaba el interior y se sentaba en la cama, volvía a colocarse el interior, su pene estaba a medio camino de la erección. Veía el reloj a cada rato.



Tocaron la puerta.

–¡Coño! Que tarde, te dije a las 10  y son las 11.

–Disculpe, estaba en la universidad y le escribí pero ya estoy aquí.

–Quítate la ropa y vamos a la ducha debes estar sudado.

Amadeo se desvistió y entró a la ducha pero el hombre lo esperó en la cama.



Mientras se duchaba pensaba en lo cansado que estaba, estuvo con tres clientes que lo ocuparon hasta las siete de la mañana.



–Mira yo no se que coño eres tú pero yo pedí un pasivo, yo solo cojo –Le gritó el hombre desde la cama.

Verga este va a ser un insoportable, que ladilla. –Pensaba Amadeo –Si tranquilo yo me adapto, el cliente siempre tiene la razón.



Salió del baño con la toalla puesta.

–Quítate eso y ven aca. ¿Este guevote te cabe? –Se sacudía su enorme pene mirando al muchacho.

–Si claro.

–Ven y ponme el condón.

Mientras se lo colocaba el hombre lo detuvo –Ya va, ya va, me vas a hacer acabar espera…dale –Amadeo continuó, al terminar se puso lubricante y le puso al condón que ya había puesto.

–Métetelo.

El muchacho se sentó y comenzó a introducirlo, cuando ya lo había metido casi por completo, el hombre se corrió.

–¡Coñoelamadre! ¡Bájate! Verga, marico me hiciste acabar rápido me apretaste el guevo coño.

–Bueno tranquilo, vamos a esperar.

–Dame pa mamarte el culo, ponte en cuatro.

Amadeo se colocó como le dijo.

El hombre comenzó a chuparle, le pasaba la lengua, le mordía las nalgas y volvía a lamer.



–Cágame encima –Dijo el hombre.

–¿Qué?

–Que me cagues encima, cágame en la cara.

–¿Qué? Ya va, ¿cómo es la vaina? Yo no hago eso.

–A mi Aníbal me dijo que podía pedir lo que quisiera pagando un plus y yo pagué así que haz lo que digo.

–No joda chico, yo no hago esas cochinadas

–Tú lo vas a hacer porque yo pagué.

Amadeo se levantó de la cama pero el hombre lo agarró del brazo y lo tiró de nuevo en la cama. Comenzaron a forcejear pero Amadeo se soltó, se puso el interior tomó su pantalón para ponérselo.

El hombre sacó de su maletín unas tijeras.

–¡Tú no te vas de aquí!

Afuera las mujeres de la limpieza se acercaban a la puerta para escuchar.



–¡Pero deje eso, me va a hacer daño! –Volvieron a forcejear y el hombe logró herir a Amadeo en el brazo, no fue profunda pero comenzó a sangrar. Como pudo lo empujó, vio hacia los lados y se fue a la puerta pero el el hombre lo tomó de la pierna y el muchacho se tropezó, le dio una patada pero se le abalanzó.

Amadeo volvió a empujarlo, dándole un golpe en la cabeza, vio la ventana, estaban en un primer piso. Corrió hacia allá, la abrió y se lanzó.



Logró caer bien pero le ardía la herida y estaba desnudo.

–REGRESA MARICÓN, TE VOY A ENCONTRAR, MALDITO CARAJITO, COÑO DE LA MADRE



Amadeo corrió, corrió y corrió. Al detenerse se dio cuenta que estaba en la calle, la gente lo miraba, le temblaba todo el cuerpo. Cuando emprendió la carrera se tropezó con un señor que venía en sentido contrario.



–Ay disculpe, por favor señor, necesito un favor, no soy un loco, tuve un inconveniente.

–¡Epa, yo te conozco!

–¿Ah? Por favor présteme el celular para hacer unas llamadas.

–Claro, tú eres el chamo que venía en el carro con un ciego, que los detuve pa revisarlos.

–Ah si si, ya me acuerdo ¿cómo está? Por favor necesito el celular.

–Ya va chamo, vente para acá porque andas desnudo, ven –entraron al estacionamiento del centro comercial que tenían cerca.

–Tengo el carro aquí estacionado, yo te llevo a algún sitio, toma el celular.

–Gracias

 Marcó primero el número de Aníbal, pero caía la contestadora.

–Llamó a Andrés

–<<Hola cieguito, ¿cómo estás? Mira no tengo mucho tiempo, estoy en la calle desnudo en interiores, tuve un peo con un cliente y dejé mi ropa y bolso en el hotel >>

–<<¿Dónde estás? Quédate donde estás que yo te busco>>

–<<Estoy en el centro comercial El Paseo, pero ya resolví, me encontré un amigo, ahora te llamo, un beso>>

–¿Era el ciego? ¿Tu novio?

–Sí, gracias mi pana por la segunda –Llegaron al carro

–Tranquilo man, dime donde te llevo porque así no puedes estar –Le dijo Reiver el guardia nacional.



Ya iban rumbo al hotel donde se estaba quedando Amadeo.

–Chamo, aquí tengo una toalla pa que te bajes y no entres al hotel desnu’o.

–Gracias,vente estaciona y subes conmigo, y te doy una vaina por los inconvenientes.

uuf una vaina, ¿será que me lo va a mamar?



Llegaron a la habitación y Amadeo le dio un billete de 50.000.

–Coño man gracias por la fuerza…mmm pero yo creía que me ibas a dar otra cosa.

–¿Otra cosa?

Reiver se tocó la entrepierna y Amadeo entendió.

No está tan mal este Guardia, además apareció en el momento justo, una mamada y listo que se vaya” Bueno rapidito que mi pareja debe llegar en cualquier momento.



Reiver se sacó el pene por la cremallera y Amadeo se agachó.

–Uuuuuf coño, coño que rico, coño, verga lo mamas rico carajo, uuuuy mierda que rico –Amadeo se tragaba todo el pene sin dejar de pensar en lo que le había pasado, tanto así que no tuvo una erección pero seguía haciéndole sexo oral al Guardia.

–Chamo me vas a hacer acabar, lo mamas mejor que mi mujer, coño, eres un experto. Me voy a venir, me voy a venir coño, coño –Amadeo se retiró y el hombre lanzó tres chorros que alcanzaron el metro de distancia, se estremeció y se sacudió, volvió a a hacerlo dos veces más, Amadeo lo veía con extrañesa.



Reiver se limpió en el baño. –Verga mi pana que mamada de guevo, gracias y gracias por la plata, cualquier vaina me escribes, te dejo mi número de nuevo y te lo digo de pana, lo que necesites avísame y cuadramos.

–Gracias, de verdad gracias por todo.



10 minutos después que se fuera Reiver, llegaba Andrés.

–Mi amor ¿cómo estás? ¿estás bien?

–Cieguito abrázame, aaau, ya va.

–¿Qué tienes?

–Una herida, el tipo ese me hirió con una tijera.

-¿Qué? Fuiste al médico? ¿Es profunda?

–No, no, tranquilo, ven para contarte.



Amadeo le contó todo de principio a fin.

–Amadeo, no te voy a pedir, te voy a exigir que dejes ese trabajo, ya no por el hecho de que seas un prostituto, estás corriendo peligro, te lo dije.

Hubo un silencio y luego habló el muchacho.

–Tienes razón, esto se ha convertido en una montaña rusa y puede ser peligroso. Antes de llamarte a ti, llamé a Aníbal pero el imbécil ese tenía el celular apagado.

–Está preso.

–¿Preso? ¿Cómo sabes?

–Lo investigué, desde el mismo momento que te involucraste en esto y hace dos días se tenía todo listo para detenerlo por pedofilia. Tenía una página de pornografía infantil, donde ofrecía a niños para sexo con ejecutivos.

–QUE BOLAS.

–Justamente hoy te iba a contar todo eso para que te retiraras de esto y fíjate, tuvo que pasar esto para que te dieras cuenta.



Amadeo se acostó en la cama y se quedó viendo fijamente el techo y comenzó a llorar luego de caer en cuenta todo lo que había pasado.

–Ya, ya ya, no te pongas así mi amor. Ven acá –Andrés abrazó a Amadeo que no paraba de llorar, más que por la decisión o por lo que se enteró de lo de Aníbal, era por lo sucedido en el hotel con aquel hombre, se vio cerca de la muerte.



–Mira, ¿y ese amigo que te encontraste? Pensé que estaría aquí.

–No, se fue, bueno no era un amigo como tal...¿te acuerdas del Guardia Nacional que nos detuvo rumbo a la playa?

–Coño, no me digas que te ayudó y te lo tiraste aquí en el hotel.

–NO, no, no...bueno, subió hasta aquí y le di plata por la ayuda pero el quería otra cosa...una mamada.

Un silencio invadió la habitación, el aire se tornó pesado.

–No puedo creerlo, aparte que le pagas, le haces lo otro. Estas vainas me pasan por ceder y aguantar. Amadeo, estoy contigo, me tragué lo de que seas prostituto, coño y me dices esta vaina.



–Bueno pero te lo dije no te estoy mintiendo, además no sé que podía esperar del tipo este, apareció y era la persona que me podía ayudar. Discúlpame fui un tonto, hace unas horas no era yo...todo este peo me tiene perturbado.

–Yo sé que eres un chamito, que te falta experiencia y cosas que aprender, pero tienes una carrera por sacar, tienes pareja que es probable que vivamos juntos, yo necesito compromiso, entrega de verdad Amadeo, yo no quiero un niñito al que hay que decirle las cosas 20 veces y creo por lo que hemos vivido juntos que no lo eres, así que quiero responsabilidad, yo le estoy echándo bolas haz lo mismo.

–Prometido cieguito, te lo prometo que a partir de hoy lo que pasó antes y hace horas quedará atrás. Yo te quiero en mi vida Andrés, eres mi balance, mi norte y no quiero perderte.



Andrés lo abrazó y al separarse se quitó los lentes –Quiero que me veas  los ojos, quiero sentir y ver tu sinceridad.

Amadeo lo vio por primera vez a los ojos –Te estoy hablando muy en serio amor, esto es de verdad –Andrés se le erizó la piel y dos lágrimas recorrieron sus mejillas. Amadeo se las limpió.

–Las próximas lágrimas que derrames serán de felicidad, te lo prometo.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Se me antoja quererte 6 #SMAQ


Amado y Alonso.

Amado estaba en el apartamento. Ya había pasado una semana desde que se efectuó el velorio y entierro de Daira. Alonso no lo acompañó y eso le dolió mucho, desde la última vez que se vieron luego de salir de la comisaría no se habían visto ni hablado.

Solo, sin Daira en casa se sentía un león enjaulado y luego de mucho pensar y caminar por todo el apartamento decidió salir y dar una vuelta.

Al llegar a planta baja decidió ir a un sauna pero no sabía la dirección, nunca había ido. Tomó su celular y entró a Google para buscar saunas en la ciudad. Sólo buscar el sitio lo puso nervioso pero estaba decidido a ir y hacer algo distinto.



Alonso estaba en el supermercado comprando varias cosas para abastecer la alacena. Aunque estaba relajado no dejaba de pensar en Amado al punto que estaba cogiendo de los anaqueles pepinillos y aceitunas de los que le gustan a su ex. Se sonrió y los devolvió. Siguió comprando.



Mientras esperaba su turno para pagar, había una persona delante de él, estaba pagando con tarjeta de crédito.

–Señor dice rechazada, ¿la paso de nuevo?

–Que raro...sí pásala de nuevo.

La cajera volvió a introducir la tarjeta en el punto y de nuevo rechazada.

–Dice lo mismo, ¿tiene otra tarjeta? ¿Débito?.

Alonso veía al muchacho algo molesto y se sonreía.

–No, no tengo otra forma de pago, ni modo, dejo el mercado.

–Epa chamo, deja que yo te pago el mercado.

–No señor tranquilo, vengo otro día.

–No hay problema, señorita pase mi mercado y agréguelo a esta cuenta.

La cajera comenzó a registrar los productos mientras el muchacho se dispuso a guardar las cosas en bolsas.

–Gracias señor, que pena con usted.

–Ya no es nada y no me digas señor –Le guiñó el ojo, el muchacho sonrió.



Amado llegaba al sauna, cuando estaba en la recepción pagando le pareció costosa la entrada pero como era la primera vez no le dio mayor importancia. Se apuntó a un masaje para más tarde.

No había pedido cabina así que le tocaba desvestirse en el área común de los lockers. Un jóven se le quedaba viendo mientras se quitaba la ropa, Alonso lo veía de reojo, se colocó el paño y se fue al vapor. El muchacho lo siguió.

Amado sin saber donde ir se fue al fondo, entró en la zona más oscura y se sentó en el asiento de cemento. El hombre que lo siguía se quitó el paño y se paró frente a él.



–Mámalo.

–Disculpa, ahora no

–Te dije que lo mames –Agarró su pene se lo metió en la boca, Amado no puso resistencia y comenzó a hacerle sexo oral mientras el pene crecía dentro de la boca.

Amado ya le dolía la mandíbula y se sentía sofocado pero el joven le tenía sujeta la cabeza, igual se zafó y descansó unos segundos y continuó, otra persona se acercó para que Amado lo hiciera con él pero el muchacho lo apartó poniéndole el brazo en el pecho.

 Se corrió dentro de la boca pero Amado, que escupió todo el semen.



–Te espero afuera en la fuente de soda -Le dijo a Amado.



Se fue a duchar y salió a buscar al muchacho. No estaba seguro de quien era pues estaba oscuro, pero el muchacho le hizo señas y se acercó.

–Hola, ¿cómo estas? Que rica esa mamada, eso lo hacen los años.

–Ja, ja, ja gracias, bueno si, te llevo unos cuantos años. Mucho gusto Amado, jubilado.

–Encantado, Américo, médico.





–Muchas gracias por el favor señor, que vergüenza, Esta misma semana le pago, usted me da su cuenta y le transfiero.

–Usted, usted, trátame de tú, Ya te dije que no hay problema.

–Claro que sí, yo te pago.

–Bueno, ¿Dónde te llevo?

–No, déjeme…déjame aquí que hay una línea de taxi.

–Pero yo tengo el carro, yo te llevo a tu casa, vas más cómodo y no pagas taxi.

–Suficiente con lo que has hecho.

–Mmmm no, yo te llevo, además eres muy guapo, eso motiva más.

–Aaah sólo por eso me pagaste el mercado ja, ja, ja

–Básicamente, mucho gusto Alonso.

–Mucho gusto Ramón.