miércoles, 23 de septiembre de 2015

OCTAVA TEMPORADA Se me antoja quererte 3 #SMAQ


Asdrúbal y Asier.

Asdrúbal ya estaba en su trabajo. Estaba extrañado de que Ramón no había ido a trabajar, luego le escribiría.



En un descanso entre clientes, se fue a tomar un café a la cocina y su celular sonó.

–<<Alo>>

–<<Hola mi amor ¿cómo estás?>>

–<<Hola, bien ¿y tú?>>

–<<Bien, mira, te espero en el restaurant que está detrás de la torre donde trabajas y almorzamos, quiero hablar contigo de algo importante>>

–<<¿No puede ser en la tarde? Estoy complicado>>

–<<No, tiene que ser ahora>>.



Asdrúbal estuvo de acuerdo, así que a las 12 en punto estaba en la entrada del restaurant esperando a Asier que llegó 10 minutos tarde. Se sentaron en una mesa y Asier comenzó a hablar.



–Te voy a ser muy claro y directo. Mi papá me dijo que me deshiciera de ti.

–¿Cómo es eso? ¿Le hablaste de lo que te propuse?

–Me dijo que te matara para que lo entiendas mejor

Asdrúbal se puso nervioso y se levantó de la mesa.

–Tranquilo que no te voy a matar en este momento siéntate. Yo cometí un grave error contándote lo que hacía y bueno, ahora estoy pagando las consecuencias, pero voy a contratarte en la empresa, mi papá no tiene porque enterarse, además no te conoce si te ve en la empresa, te pagaré el doble de lo que ganas aquí más los beneficios de la empresa y tú a cambio te quedarás callado, no le dirás nada a nadie y me darás las pruebas que tienes para desaparecerlas.

–Eso ni pensarlo.

–De todas maneras las podemos borrar del planeta, es engorrroso pero lo podemos hacer.

–Acepto el trabajo, pero las pruebas se quedan conmigo, yo te doy mi palabra de que no diré nada, a menos que me ocurra algo.

–Ok, voy a confiar en ti, pero recuerda que te tenemos vigilado. Comienzas a trabajar mañana mismo así que renuncia hoy. Ah y esta noche te quedas en mi casa que quiero hacerte el amor.



Luego de hablar con su jefe para poner la renuncia, nadie entendía el por qué de le intempestiva renuncia. Salió de la torre y se fue directo a la oficina de Rubén para contarle lo nuevo.

Asdrúbal le informó que mañana comenzaría a trabajar en la empresa y sobre la amenaza que pende de su cabeza. Le preguntó a Rubén si conocía a algún periodista, se le había ocurrido que alguien destapara la olla y que fuera ajeno a ellos. Rubén se puso a pensar y sí, tiene un amigo periodista en una revista y otro en un canal de televisión.

La idea era que comenzara una investigación normal de empresas y poco a poco ir revelando el lado oscuro de Agustín Sucre & C.

–A ti como que te gusta la aventura extrema. No sabes en lo que te estás metiendo.

–¿Me quieres ayudar o no?

–Si mi jefe y suegro se entera de esto te va a cobrar una millonada. Si te voy a ayudar, esto va a ser buena publicidad para el negocio de mi suegro. ¿Celebramos con una tirada esta noche?

–Hoy no creo que se pueda...voy a pasar la noche con mi novio.

–¿Pero vas a seguir con el tipo?

–Me gusta Asier, me da miedo estar con él pero lo quiero.

–Estás loco, pero loco mal.



Asdrúbal llegaba a casa de Asier. Este le abrió la puerta.

–Te tardaste mucho renunciando, más de cuatro horas para llegar a casa.

–Es que estaba cerrando todo el tema de mi trabajo y entregando un informe de los últimos meses.

–Mi amor, te dije que te tengo vigilado, fuiste a las oficinas del detective.

Hubo un silencio que Asdrúbal aprovechó para entrar y buscar algua en la cocina.

–Es verdad, estaba cerrando el negocio, pagué lo que debía y listo, no hice más nada con él.

–Tú verás si me estás diciendo la verdad –Comenzó a quitarse la ropa y Asdrúbal se estaba poniendo nervioso, cada vez que tenía a Asier cerca le ocurría lo mismo.

–Esta noche te voy a echar una cogida que no vas a querer dejarme nunca.



Lo primero que hizo fue darle un beso en la boca y comenzar a desvestirlo. Le bajó los pantalones y lo arrimó hasta la puerta de entrada, le bajó el interior y llenó su pene de saliva.

Le puso el brazo en la nuca.

–Ya te lo advertí mi amor, no te hagas el héroe y pórtate bien –Lo penetró y comenzó a darle empujones.

–Sigue cogiéndome, dame duro.

Asier seguía penetrándolo. Mientras aún lo tenía así, lo apartó de la puerta y lo puso en el sofá llevándole la espalda hacia delante para seguir empujando.

Una y otra vez entraba y salía del cuerpo de Asdrúbal que no paraba de gemir mientras se masturbaba.

–Ponte en el apoyabrazo. –Asdrúbal se montó y levantó las piernas para que Asier continuara.

Cada empujón excitaba más a Asdrúbal, mientras que su novio lo besaba y seguía con los movimientos.



–Acuéstate en el sofá –Asdrúbal se acostó boca arriba y Asier se subió quedándose de pie, comenzó a masturbarse. Al correrse tres chorros cruzaron el espacio entre los dos cayendo entre la cara y el pecho de Asdrúbal que también se corría al ver la lluvia blanca que caía sobre él.

 Unos minutos después Adrúbal habló.

–¿Cada vez que hagamos el amor me vas a amenzar?

–Tú me gustas y que jode, te quiero a mi lado, pero no voy a dejar que pongas en riesgo mi empresa y mi familia. ¿Tú quieres estar conmigo?

–Si quiero.

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