viernes, 25 de septiembre de 2015

Se me antoja quererte 5 #SMAQ


Ramón y Alejo. Adriano y Américo.

A Ramón lo habían tirado al piso de un empujón, los dos antisociales amigos de Rendel habían sacado sus armas y las cargaron.



–Ustedes disparan esas armas y aquí va a morir más gente.
–Llegó el que faltaba, el defensor del barrio. Bajen las armas bichos.
–Tú no te mueres ni a balazos.
–Ay primito a mi no me dejan pegao tan fácil y menos un mariquito como tu novio.

Alejo se le fue encima y le dio varios golpes a pesar que Rendel tenía el brazo con un cabestrillo.

Los amigos de él se le acercaron apuntándolo.
–Bajen las armas les dije ya.
–CHAMO ARRANCA A CORRER Y PIÉRDETE. -le gritó Alejo. –Pero antes devuélvanle sus vainas.

–Provoca quebrarte primo pero eres familia y eso es sagrado pero no me jodas la chamba.
–Y tú no jodas a la gente y menos a mi novia –Lo tenía agarrado por un brazo y su brazo se lo puso en el cuello.
–A tu novio se la voy a cobrar. Cuatro disparos es una setencia y se jodió.
–Le llegas a tocar un pelo y te mato.
–Le toque el pelo y le metí el guevo papá, tiene un culo rico.

Alejo lo tiró al piso y comenzó golpearlo en el brazo inmóvil. Los amigos de Rendel lo separaron y Alejo los golpeó a los dos, mientras su primo se retorcía en el piso del dolor.

Tomó las armas de los malandros y le quitó las balas lanzándolas lejos.



Alejo se fue caminando y se consiguió a Ramón.

–Chamo te dije que te fueras de aquí, esa gente es peligrosa y si te ven te van a matar.
–Es que no sé donde estoy. Gracias por ayudarme, creí que me matarían.
–Te iban a matar. Agarra un taxi y que te lleve a tu casa. Tú no eres de aquí ¿qué haciás por esta zona?



Ramón le contó lo que había pasado y como fue que llegó ahí. Alejo en un momento se rió pues conocía a la persona que lo dejó tirado en el barrio. Lo acompañó a una línea de taxi intercambiaron números telefónicos y se despidieron.



 Esa misma noche Américo regresaba al apartamento de Adriano. Entró con sus llaves y se fue hasta la habitación, al entrar, Adriano dio un brinco del susto.



–¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
–Tengo llave desde hace tiempo mi amor, no me gusta esperar en la calle a que llegues, entro y te espero aquí y te preparo almuerzo o una cena.
–¿Has entrado otras veces?
–Claro mi amor, quien crees que te plancha la ropa y te hace la comida?
–De eso se encarga la señora que limpia.
–Yo la boté, le dije que no necesitábamos de sus servicios que yo me encargaría de ti, le pagué la liquidación y le quité las llaves.

Adriano comenzó a sentir escalofríos pensando que Américo pudo haber matado a la señora –¿Desde cuando entras aqúi?
–Desde que maté a tu mamá, ya no hablemos de eso mi amor y tranquilo que la señora esta viva, yo le expliqué somos novios y vivíamos juntos. Pero por qué estás temblando mi amor, ¿tienes fiebre te preparo un consomé?
–No, no, no quiero nada, vete.
–No, no me voy a ir, quiero pasar la noche contigo Comenzó quitarse la ropa –Quítate el bóxer y la franela–Adriano no se movió.  –QUE TE LO QUITES

Adriano se desnudó y Américo se le fue encima volteándolo boca abajo. Lo penetró y luego lo volteó para volverlo a penetrar, pero esta vez lo agarró con fuerza del cabello mientras lo poseía.
–Como tú vuelvas a meter a un tipo en esta casa que no sea yo lo mato, tú eres mio carajo.
–No he metido a nadie –Américo se levantó y le dio un golpe en la cara. –Aquí metiste hoy a un carajo.
–No lo vayas a matar por favor, no le hagas nada.
–Hice algo peor, lo dejé en un barrio, debe estar muerto
–Volvió a penetrarlo y le puso la mano en el cuello haciendo presión.
–De ti depende que no muera más gente cerca de ti, a mi no me importa sacar a la gente del medio con tal que nos dejen en paz.
–No mates a más nadie yo me quedo contigo, pero no mates a nadie.

Continuó teniendo sexo con Adriano y se corrió dentro de él, para luego colocarse a un lado y quedarse dormido.



Adriano, aún en la cama se sentó abrazando sus piernas y llorando. Su celular sonó y se alejó para no despertar a su novio.



–<<Aló>> contestó en susurro
–<<Hola Adriano, es Ramón, ya estoy en mi casa, disculpa la hora pero me ha pasado de todo, casi me matan. Tu novio o lo que sea eso que tienes es un loco, aléjate de ese tipo, te va a matar>>
–<<Gracias a Dios que estás bien, yo estoy con él en mi casa, ahora duerme por eso hablo así, hablamos mañana>>
–<<Marico deja a ese tipo, estás en peligro, te va a matar en cualquier momento>>
–<<Chao>>



Adriano fue a la cocina a buscar agua, se sirvió un vaso y se lo bebió de un trago, cerró la nevera y se volteó.

–¿Con quien hablabas por el celular? –Adriano se echo para atrás del susto y soltó el vaso cayendo al piso y haciéndose añicos.
–Con nadie, revisaba unos mensajes de voz.
–Dame el celular DAME EL CELULAR

Se lo entregó y revisó la llamada entrante <<Ramón>>
–Así que quedó vivo y me volviste a mentir –una cachetada con el dorso de la mano. –Voy a tener que hacer algo contigo, tú no vas a volver a trabajar, te vas a quedar en casa y trabajaré yo. A partir de hoy me mudo contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario