sábado, 31 de agosto de 2019

#FrançoisSomosTodos MALAS INFLUENCIAS. Capítulo 55

–Disculpa el desorden. –Dijo Henrique mientras echaba todo lo que había en la cama al piso. Se quitó la ropa hasta quedarse desnudo. Un pene minúsculo se asomaba entre el pelero que tenía.  Se tiró a la cama boca abajo. Inmóvil, esperando que le llegue el Nirvana. Me quedé viéndolo.
–¿Qué haces? Quítate la ropa y haz lo que tienes que hacer. –Luego de esa orden me desvestí y me puse el condón –¿Tienes lubricante? .  -Le dije.

–Si, debe estar en el piso, búscalo. –El momento erótico/morboso de mi vida, ¿de verdad es hermano de Humberto?.

Mientras buscaba agachado en el piso, restregando mis rodillas en la asquerossa alfombra, Henrique seguía echa’o. Lo conseguí, tuve que pajearme un poco para pararme el guevo. El bistec que estaba en la cama no ayudaba.

Me monté, le abrí las nalgas –Deja, yo te ayudo. Con sus manos dejó despejado aquel culo que iba a penetrar.

El hombre volteó la cabeza para ver lo que le iba a meter. –Coño, me metes eso despacio, me va a doler.

–Sí tranquilo. A mi me duelen las bolas pensando que te voy a coger. -Se lo fui metiendo poco a poco, Henrique no emitía ningun sonido, su cara estaba arrugada y sus manos estirando las nalgas como un chicle. Fui metiendo, metiendo, metiendo, hasta que entró todo, el hombre seguía con la cara apretada pero mudo. Me empecé a mover de arriba abajo. La pasión, el morbo y los centímetros, se los llevó todos Humberto, este carajo era una muñeca de trapo; quietico.

Yo le daba y le daba y le daba y él nada, mudo, cara arrugada y manos abriendo nalgas. Empecé a darle más duro para venirme y así lo hice. Cuando saqué el guevo se volteó rápido.

–Cuidado y se te cae le condón, el semen me da asco, que no me salpique.

–¿Tú acabaste? –Le pregunté al verle la barriga empegostada.

–Si, hace rato. ¿Te gustó?

–Mmmmmm ¿la verdad? No. Marico parece que estabas muerto ahí en la cama, no te moviste, no gemiste, no hiciste nada, lo de ser pasivo te lo tomas a pecho.

–Bueno, hay maneras de disfrutar el sexo. Yo lo disfruto así, para mi es un acto mecánico y listo, no le doy importancia.

–Ya, ya, ya veo. Bueno, me ducho y nos vamos.

–Déjame ducharme primero, me quiero quitar esto de mi barriga y no quiero que caiga tu semen y luego me duche yo.

El Henrique era bien estúpido, no me extraña que tengan una relacieon abierta, a este no lo coge ni una gripe.



Nos terminamos de vestir y salimos de la habitacieon, lo ayudé con el bolso de mano. Cuando ya estábamos en el carro comienza a hablarme.

–Tienes tremendo guevo chamo, es primera vez que me  meto algo así. Duele que jode.

–No pareciera, aunque al verte la cara uno se daría cuenta de que sí, porque de chillar es que ni un suspiro lanzaste.

–No me gusta esa chilladera, me parece fingido, eso se lo dejo a las pornos. -Dijo porno y me acordé del casting, no nos han llamado, a lo mejor es por el muerto, le iba a preguntar a Ernesto si a él lo llamaron. –Henrique seguía hablando.

–…mi esposo es más sexual que yo, ese quiere tener sexo todo el tiempo, por eso es que yo dejo que lo haga por fuera.

–Claro chamo, me vas a disculpar pero que te tires así en la cama esperando que venga el guevo a cogerte es matapasión total.

–Yo no sé que le ven al sexo, para mí es como comer o ir al baño, dormir, normal, se hace y punto. -Dios y eso me lo estaba diciendo a mi que prefiero tener sexo todo el día y no dormir ni comer. –Además se pierde mucho tiempo, dígame esa gente que dura horas tirando, que cansancio.

–Yo le veo de todo, para mi el sexo es primordial, el día que no tiro muere algo en mi, yo puedo estar tirando todo el día, es más ahora tengo ganas, podría estacionar aquí y cogerte.

–¿En el carro? ¡Qué pavoso!. Si quieres luego lo hacemos de nuevo y así calmas la ansiedad.

–¿Perdón? ¿Ansiedad?  Yo lo que quiero es tirar, sentir que la otra persona disfruta y le da morbo lo que le hago, para tirar contigo prefiero comprarme un muñeco inflable y me lo cojo a diario.

–Uy no, esos bichos se llenan de bacterias y aquel lechero adentro, eso hay que echarle cloro para desinfectar eso.

–Bueno ya llegamos. –Estaba a punto de llamar a Jack para que lo matara, yo le pagaría lo que fuera.



–Yo lo que creo es que tú eres promiscuo, estás enfermo, eres un satírico.

–Fíjate y yo pagando psicólogos y tú diste con la respuesta a todas mis dudas, vaya.

–Pues sí. No es normal lo que tienes, menos mal que usas proteccíon, podrías ser un saco de enfermedades venéreas.

Ya me estaba hirviendo la sangre, quería entrarle a patadas a este tipo. –Tranquilo, yo creo que estoy más sano que tú, pero sí, soy promiscuo, burda de promiscuo y me encanta.

–Si eres feliz así bien por ti, pero yo no estoy de acuerdo con esa vida.

–Ya va, ya va, ¿me estás dando clases a mí de moral? cuando tú tienes una relación abierta donde tu esposo tira con otros y quien sabe si tú, bueno estuviste conmigo hace un rato.

Hubo un silencio incómodo...

–Bueno, esa pausa dramática me respondió. No me hables de promiscuidad si en tu casa se respira eso. Acomódate en el cuarto de tu hermano, supongo que ahí dormirás, yo voy a buscar a los gemelos para ir a la clínica.

–¿Me puedes esperar y voy contigo?

–Ok.



Ya en el carro nuevamente, Henrique intentó justificarse.

–Mi matrimonio es de conveniencia y…bueno llegamos a ese acuerdo.

–No me cuentes historias, son promiscuos los dos y ya…

–¿Tú te acostaste con mi hermano?

Con tu hermano, con tus sobrinos y contigo, ah y con la esposa…casi. Sí, en un momento de borrachera mutua.

–Eres terrible. Solo basta que mis sobrinos sean gais y también lo hagas con ellos y no te importen que sean menores de edad, eso ya sería pedofilia.

Volvió el silencio incómodo y no hablamos más hasta que recogimos a los gemelos.

viernes, 30 de agosto de 2019

#FrançoisSomosTodos MALAS INFLUENCIAS. Capítulo 54

Llegué a la clínica y ni sé como estacioné el carro. Subí al piso y ahí estaban los gemelos y un señor. Abel corrió hacia mi y me abrazó.
–Mi papá está mal François.

–Ya va, tranquilo, ¿el médico habló con ustedes?

–Si, nos dijo que está delicado.

–Buenas tardes, Hola Caín. –Se acercó y me abrazó con fuerza.

–Mucho gusto François.

–Henrique, soy hermano de Humberto, casualmente llegué hoy al país y me conseguí con esto. -El hermano de Humberto estaba más bueno que él, pero no era momento de putear.



El médico nos informó que había que operar a Humberto urgentemente para colocarle un bypass. Y de verdad estaba delicado, el corazón débil. A pesar de que Humberto no fuma mucho, ya estaba descartado que volviera a fumar y tendría que cambiar su rutina de vida por una más saludable. Todavía iba a estar unos 5 días más en la clínica.



Luego de buscar algo para comer me puse hablar con Henrique.

–¿Tú viniste por vacaciones?

–La verdad sí, además de concretar unos negocios con mi hermano, pero creo que me voy a quedar más de lo previsto debido a esto, no voy a dejar solo a mi hermano.

–Que bueno, de todas maneras no estará solo, yo lo voy a vigilar y sus hijos tambén.

-Me sonreí.

–Te lo agradezco, necesitaré ayuda.

–¿Eres casado?

–Si

–¿Tu esposa vino contigo?

–No, estoy casado con Adolfo, mi esposo, no pudo venir pues no pudimos coincidir con las vacaciones pero vendrá en otra oportunidad.

¡Bingo! Es gay y está solo en Caracas – Modo puta activado. -Wao que bien, ¿vives en Estados Unidos?

–Si, en San Francisco. ¿Cómo se portan los gemelos?

–Bien, bien vale, los conocí hace unos meses desde que les doy clases particulares, buenos muchachos, Oye que curioso tu hermano y tú gais.

–¿Perdón? –La había cagado...el hermano no sabía nada. –¿Mi hermano es gay?

–Disculpa, pensé que lo sabías.

–Me dejaste de piedra, sabía que se estaba separando y que la mujer murió.



Le expliqué lo que había pasado -la verdad a medias- y bueno, le dije que no dijera nada a su hermano, que esperara que  se lo dijera

Esa noche me fui a casa, Humberto estaba en terapia intensiva. Henrique se llevó a sus sobrinos al hotel donde se estaba quedando para que pasaran la noche con él y se pusieran al día.



Tirado en mi cama tomé el celular que me dio Jack y le escribí.

–<Humberto está hospitalizado, le dio un infarto. Me asusté, sólo pensar que esos chamos se queden sin su papá me angustiaba>.

–<Que vaina, pero estás tú para cuidarlos si pasa algo>

–<No va a pasar nada, además su hermano está aquí>

–<Más gente que lo apoye>

–<Me tienes desconcertado Jack, hoy te apareciste y así sin insistir mucho te quitaste el casco y el pasamontañas y eres rubio. ¿quién eres Jack?>

–<Soy Jack, te cuido, estoy cerca de ti. ¿Es importante si soy rubio, negro o moreno?>

–<Ese no es el punto, me refiero que he visto a 2 personas y me confundes, no sé a que juegas>

–<Yo también quiero hacer el amor contigo, dormir contigo, abrazarte, cuidarte, velar tu sueño>

–<No me cambies la conversación, Respóndeme>

–<Ya te dije, estoy contigo, mi físico no importa a menos que te importe más lo externo>.

–<Hoy vi a tu madre, otra vez, se me volvió a aparecer, en la iglesia>

–<No sé de que hablas>

–<No te hagas el loco, tu mamá. Una señora delgada, mayor de unos 70 años, pelo gris, hermosa. Me dijo que no me angustiara por ti, que me proteges y que nada me va a pasar ni a ti tampoco, luego desapareció>

–<Que pases buenas noches François>

–<No quiero que te pase nada Jack>

–<No pienses en eso, mi vida está en riesgo cada minuto, hoy estoy aquí mañana no sé, pero desde donde esté te voy a proteger>

–<Me dices eso y me desarmas no sé que esperar de ti>

–<Nunca esperes nada de mi, vive el momento, disfruta el hoy y ya, no creas en el futuro, vive y goza el presente. Buenas noches>



Solté el celular y me masturbé. Ese hombre me pone nervioso y me excita a la vez.



A la mañana siguiente, busqué temprano a los gemelos y los llevé a su casa para que se cambiaran y llevarlos al colegio. Henrique me pidió el favor de buscarlo luego para llevarlo al apartamento de su hermano e instalarse ahí.



Cuando llevaba a los gemelos al colegio Abel me hizo una pregunta.

–¿Te vas a tirar a mi tio?

–¡ABEL!

–Es guapo, ¿Sabes que tiene 10 años más que tú? Te has acostado con papá y con nosotros, hasta con el novio de papá. ¿Qué importa si ahora lo haces con su hermano.

–¿Por qué quieres que me acueste con él? Así es como quieres tener una relación conmigo si es que la hubiere?

Abel se quedó callado unos segundos. –Tú no me vas a parar bola nunca, sólo querrás tener sexo con nosotros y ya.

–Abel, deja de hablar tantas estupideces, estás enamorado solo. –dijo Caín.

–Tú también estás enamorado de François aunque no se lo digas.

–Muchachos no discutan, a la 1 los busco para ir a la clínica.



Se bajaron del carro y Abel le dijo algo al oído a Caín que lo enfureció y se le fue encima, cayendo ambos al piso, Caín golpeaba a su hermano. Tuve que salir del carro para separarlos.

–¿QUÉ PASA, QUE PASA? ¿AHORA SE VAN A PELEAR POR SEMEJANTE ESTUPIDEZ? –Abel siguió para la entrada del colegio y Caín recogía su bolso.



–¿Qué te dijo Abel?

–Nada François... –Lo agarré del brazo.

–Dime, ustedes son muy importantes para mi y los quiero mucho y no quiero verlos peleados.

–Me dijo que nunca me pararías bola a mi porque a ti te gusta más él.

–A ver, a los dos los quiero, los dos me gustan pero a ninguno de los dos los tendré de novio, además me dijiste que te apartarías de mi para que Abel estuviera conmigo si llegáramos a estar juntos.

–Tu no entiendes nada François, ¡suéltame!.



Me puse las manos en la cabeza y resoplé para luego irme al hotel.



–¿Te parece si desayunamos aquí antes de irnos al apartamento? -Me dijo Henrique

–Vale



–¿Tú también eres gay?

–Si.

–Que bien, digo, así estamos en confianza sin ocultar nada.

–¿Tienes tiempo de casado?

–2 meses y 10 meses de relación.

–Wao se casaron rápido.

–Es más un tema de papeles que de amor. Él nació en Caracas pero a los 10 años se fue a Miami. Ya es ciudadano norteamericano desde hace 35 años. Vivimos juntos y bueno la convivencia nos ha unido y practicamente somos pareja.

–¿Tienen intimidad?

–Desde hace un par de meses se ha incrementado el sexo entre nosotros aunque seguimos teniendo sexo cada uno por su lado.

–“Esto se pone mejor” –Pensaba yo mientras tomaba un sorbo de café. No sé que vio en mi mirada o si me sonreí pero lo que me soltó despertó algo más que mis ganas.

–Todavía no tengo que entregar la habitación podemos subir un rato después de desayunar y te explico como es eso de las relaciones extramaritales.

jueves, 29 de agosto de 2019

#FrançoisSomosTodos MALAS INFLUENCIAS. Capítulo 53

Hoy dejé el carro para hacerle el servicio, me fui tempranito para ser uno de los primeros. Tenía que ir a dar la clases a la empresa luego, pero me fui relajado y por primera vez en mucho tiempo me monté en un autobús.


Por suerte había puesto, en el asiento de al lado había un tipo calvo medio papeado que me miró cuando me senté. Yo había cruzado las manos y me recosté, a los segundos siento en un costado un suave toque, como un dedo que intenta tocarme, luego lo siento más cerca, el dedo toca uno de los mios y me hala, yo sigo el juego y comienzo a tocarlo con mi dedo, unos segundos más tarde ya no es uno sino tres dedos los que me tocan y tres de mis dedos lo tocan a él.

En un momento el hombre me ve y yo veo su entrepierna, tiene un bulto enorme. Me vuelve a tocar el costado y luego mete su mano por debajo de mi nalga y la aprieta.



–Vamos a bajarnos en la otra parada y nos metemos a un hotel. –Me dijo en susurro que casi ni lo oigo.



–EN LA PARADA –Gritó. Yo me levanté y él siguió por el pasillo, cuando estaba pagando me miró. Yo dudaba en bajar. Corrí por el pasillo, pagué y bajé.



–Pensé qe me ibas a dejar con las ganas. Tengo ganas de cogerte.

–¿Vamos al hotel Madrid?

–Ok, yo entro primero, luego tú. Pago y me das la mitad. Dame tú numero para avisarte.

–Ok, ve. –estaba nervioso, tenía añales que no hacía esto con un desconocido así.



A los 15 minutos recibo un mensaje. <hab. 115>.

Llego, toco la puerta y el hombre ya estaba desnudo, me abrió y se echó a la cama a seguir viendo la película porno.

Ya tenía el guevo parado, yo empecé a quitarme la ropa.

–Ponte a mamar mientras que veo la porno. –Encendió un cigarro. Se puso a fumar mientra yo mamaba, me apoyaba su mano en mi cabeza, yo escuchaba los gemidos de la mujer que se cogían dos hombres, uno por el culo y el otro por la cuca.

–Que rica esa cogida. Yo quiero tirarme a una tipa con otro carajo. ¿Tú te coges a mujeres?

–No, soy gay.

–Yo si, estoy casado pero mi mujer anda enferma y estoy quesúo, quería culear. Y te vi, no es que me gusten los hombres pero es que quiero tirar.

–Si, ya veo. –Seguía mamando y él fumando y la mujer chillando.

–¿Tienes el culo pelúo o te lo afeitas? Es que me gusta un culo peladito, que no se vea de hombre

–Lo tengo pelúo, normal.

–Eso me baja el guevo.

–Mira, si tienes mucho peo pa tirar me lo dices y me voy, si te quieres tirar a una jeva te buscas una puta y te la coges pero no me vengas con que no eres gay pero quieres un culo de hombre pero que no sea peluo que parezca de jeva.

–Bueno ya, sigue mamando que si te voy a coger, ponlo duro. Uuuf que rico mamas, dale despacio que me vas a hacer acabar, ¿quieres que te acabe en la boca? No te la tragues deja que se chorree en mi guevo.



El hombre acabó y dejé que saliera el lechero de mi boca y bañara su guevo. Siguió con el guevo parado y le di un condón.

–Ponte en 4. Uy ¿ves? Esto me baja el guevo, tienes un pelero en el culo. Quítatelos para la próxima.

Comenzó a meterlo y me daba nalgadas, no paraba de hacerlo.

–Que culo tan rico, aprieta, aprieta. Me vas a hacer acabar de nuevo. -Seguía dándome nalgadas. –Gime, eso me excita.

Por supuesto no le paré bolas, lo que hice fue apretarle el guevo a ver si terminaba de acabar.

–Ya me vengo, ya me vengo, AH, AH , AH, AH, coño, uf Verga me hicisite acabar muy rápido. Me voy a duchar, descanso y te doy de nuevo.

–Ok, yo te espero aquí.

Cuando escuché la ducha y vi que se metió, me vestí rápido y con cuidado abrí y dejé la puerta abierta. Cuando salgo están las mujeres de la limpieza y les digo que hagan silencio, en un gesto con el índice, les dí 100 bolos.



Que terrible el hombre. Ahora sí, busqué un taxi y me fui a la empresa. Mientras estaba en el taxi, reviso las noticias y una de esas páginas gay que abundan en la red vi una noticia que me llamó la atención.



ASESINADO ACTOR PORNO GAY VENEZOLANO.

Al parecer fue un ajuste de cuentas, el actor tenía antecedentes penales por secuestro y extorsión.

Cerré la página, reviso y tengo un mensaje.

–<Mira mamaguevo, te fuiste y no me pagaste.>

–<Ah ¿ya te diste cuenta? Bueno que estés bien>



–<Borra mi número, no se te ocurra llamarme>

–<Con gusto>  -Qué imbécil.

_¿Señor que opina de los hombres casados enclosetados que se tiran hombres pero dicen que no son gais.? –Le dije al taxista, así sin filtro.

–Eh bueno...no sé…es que…

–Es que acabo de tirar con uno que conocí en el autobús y me dijo que a él le gustan son las mujeres pero su mujer estaba enferma y no podía tener sexo con ella, entonces se buscaba a hombres pero el no es gay. Jajaja que disfráz.

–Pero usted si es gay, yo no, yo no, yo estoy casado y si me gustan las mujeres. Ya llegamos.

–¿Cuánto es?

–600

–Coño, ¿no le sirve una mamada? –El tipo peló los ojos. –Es broma, tome, feliz día.

El hombre arrancó a toda velocidad y chocó con un carro estacionado unos metros más allá.



Le escribí a Jack para decirle lo del actor porno.

–<Tranquilo, no sabrán quien fue>.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo.



Llegué a la empresa luego de varios días sin ir, no me había enterado de lo que había sucedido.

Guillermo recibió un disparo en el pecho pero nada grave, se estaba recuperando. Su esposa murió al dispararse en la sien.

No me habían avisado pues no me localizaban. Las clases se iban a retomar la semana que viene. Les pregunté donde estaba Guillermo hospitalizado y me fui a verlo.



Llegué a la clínica, pregunté por él y me dieron su habitación. Toqué la puerta y entré. Estaba una mujer con él.

–Hola Profe, pasa, mira te presento a mi mamá.

–Mucho gusto señora, François. Extendí la mano y lo que recibí fue una cachetada.

–Por su culpa mi hijo está ahí en esa cama.

–MAMÁ.

–Señora, disculpe.

–Cállase, mi hijo estaba felizmente casado y usted vino a echarlo todo a perder, a meterle ideas retorcidas en la cabeza. Mi hijo no es como usted.

–¿Y cómo soy yo?

–Así, que es un enfermo.

–Mire señora, ni yo estoy enfermo y ni a su hijo lo eché a perder, él es gay desde que nació pero ahora, viéndola a usted no me extraña que sea así. Usted sí está enferma, es un castradora, protegiendo a su hijo hasta de su sombra, sobreprotegiéndolo.

–Va usted a venir a decirme como debo criar a mis hijos. Usted es un desviado.

–Déjeme decirle que a partir de ahora su hijo va a ser feliz porque es lo que quiere ser y no lo que le diga un vieja represora como usted. -Otra cachetada recibí de la vieja.

–Usted no se va a acercar a mi hijo más nunca mientras yo esté viva, él ahora va a volver a vivir conmigo, gracias a usted mi nuera está muerta.

–Su nuera era un loca. HEY NO SE ATREVA A PEGARME DE NUEVO QUE NO RESPONDO.



La mujer salió de la habitación indignada.

–Profe te pido disculpa por lo de mi madre. Ella sólo quiere cuidarme.

–Ella lo que quiere es anularte.

–Pásale el seguro a la puerta para que no entre.

Cerré la puerta y me regresé.

–¿Hasta cuando te quedas aquí?

–Mañana me voy.

-¿Y de verdad vas a vivir con tu mamá?

–No tengo a donde ir.

–Alquila una habitación, un apartamento.

–Es mucho dinero.

–Te alquilo una habtación en mi casa, pero sal de la casa de tu mamá, te vas a enfermar, va a ser peor que con tu esposa.

–Fue horrible eso, François, vi como se dio el tiro, tengo esa imagen en mi cabeza.

–No pienses en eso, si necesitas hablar cuenta conmigo o ve a un psicólogo.

–De hecho vino uno ayer a hablar conmigo, pero yo lo que necesito ahora es hacerte sexo oral.

–Jajaja ¿qué? Estás loco, mira como estás.



Bajó la cama a la altura de mi cremallera. –Así, llego perfecto, te acercas y te lo mamo.

–Pero estás en una posición incómoda.

–Acércate y sube la pierna. –Lo hice, Guillermo se movió lo más que pudo y comenzó a mamarlo, no podía metérselo todo pero estaba fajado lamiendo y succionando.

Se escuchó que intentaban abrir la puerta y comenzaron a tocar.

–Abran la puerta. Guillermo soy tu madre, ábranme la puerta

Guillermo seguía mamando y yo empecé a masturbarme. Se escuchaban voces afuera, averiguaban quien tenía la llave. Empezaron a probar llaves.

Yo estaba  a punto venirme, Guillermo mamaba más rápido y yo seguía dándome. Comencé a eyacular y él tragaba.



Abrieron la puerta. –¿Qué hacían encerrados? –Yo estaba en la poltrona leyendo una revista y Guillermo viendo televisión.

–Nada mamá, estábamos conversando y queríamos hacerlo a solas.

–Ya se puede ir joven, yo me quedo con mi hijo.

–Perfecto señora, pero no por mucho tiempo.

–François. -Me hizo un gesto de que no dijera nada y abrió los ojos. Me fui



Le escribí a Jack para que me diera la cola al taller.

–<¿Ahora crees que soy tu chofer?>

–<Es un favor que te pido, pero tranquilo, tomo un taxi de  la clínica>

–<No seas bobo, ya te busco, llego y te montas>



Llegamos al taller. Me bajo de la moto y me quito el casco.

–¿Será que nunca te voy a ver la cara?

–Ya me la viste.

–¿Si? Yo aguevoneao en el carro, te vi de medio perfil, solo se que eres moreno claro.

–¿Y cuando me acosté sobre ti?

–No vi nada estaba oscuro. Quítate el casco y el pasamomontaña. Ya hemos pasado muchas cosas juntos.

Jack se quitó el casco y a mi se me aceleró el corazón.

–¿De verda quieres verme?

–Si. –se quitó el pasamontañas y me quedé sorprendido. Jack se puso el casco en el brazo y me vio.

–Listo, ya sabes quien soy.

–No, pero tú…no eres

–¿No soy Jack? ¿Por qué? ¿Porque soy rubio ojos verdes?

–Tu eres moreno, pelo negro.

–Que te hace pensar que yo no soy Jack y el moreno si. -Encendió la moto y se fue. Me dejó más confundido que antes. La mente se me quedó en blanco y por unos segundos no sabía que hacía frente a un taller.

Entré a preguntar si estaba listo y me dijeron que en 10 minutos. Aproveché y pagué. 50 mil bolívares por el pecho.



Me monté en el carro y salí de ahí como autómata. Acababa de verle el rostro a Jack y la sensación de decepción me arropaba, No me esperaba lo que vi, no sé si todo era un engaño, comence a echar la película hacia atrás. Me fui al Pullman, recordando aquel hombre que se sentó al lado mio, que era el mismo de la consulta y me dijo que se llamaba jack o eso entendí y era moreno, como también lo era el que me llevó a la clínica. Pero este rubio, no…¿de dónde salió? ¿quién es? ¿es en realidad Jack? No siempre soy yo el que te vigila” recordé que me dijo. Detuve el carro. Me fui al momento del beso que me dio, su boca no era la del rubio, el rubio no me besó. Jack no existe y todo esto me lo estoy imaginando.



Iba rodando con el carro y no sé por qué fui a parar a la iglesia de La Lagunita. El escribí a Carlos.

–< No estoy ahí, estoy en mi casa en Maracay, esperando el cambio de parroquia para otra iglesia en Caracas>

Entré a la iglesia y me senté en uno de los reclinatorios, habían como 5 personas nada más. Cerré los ojos y me puse a pensar en todo lo que ha pasado en mi vida en los últimos meses, me recorrió un escalofrío.



–No te angusties por saber quien es Jack muchacho –Esa voz, la recordaba, era la señora con la que hablé aquella vez del bautizo. –Mi hijo te cuida y no te va a dejar solo, que importa si es rubio o moreno, muy pronto sabrás quien es. Él es un buen muchacho que buscó el camino fácil y riesgoso para sobrevivir en este mundo. Él te quiere mucho, no te va a abandonar.

–Pero su vida está en peligro señora y yo tengo miedo cada vez que se acerca a mi.

–Jack lo protege la virgen y lo cuido yo. No tengas miedo por él.



Todo alrededor no existía, solo estábamos la mujer y yo

–Señora, ¿por qué yo? Tanta gente y me escoge a mi ¿para qué?.

–Todo tiene una explicación y lo sabrás en su momento.

–Me estoy enamorando de Jack -Lo dije, por primera vez se lo confesé a alguien y ese alguien está muerto.

–Deja que todo fluya, no te desboques, no te impacientes. Mi Jack es un ser de luz, no lo contamines.

–Pero si él es un asesino a sueldo. Ha matado gente.

–Gente irrecuperable, gente mala.

–Pero él no es quien para decidir quien vive o muere. Volteé a ver a Jesús en la cruz y al voltear de nuevo a ver a la señora, se había ido y todo alrededor volvió a aparecer, se fue el frío y volvió el miedo.



Alguien me llamaba, era Caín.

–<Hola chamín, ¿cómo estas?>

–<François vente ya, corre, mi papá le dio un infarto está en la clínica, se está muriendo>

Busqué el carro a toda velocidad y me monté, el cuerpo me temblaba, metí la llave y no encendía el carro.

–MIERDA, NO ME JODAS  QUE AHORA TE VAS A QUEDAR ACCIDENTADO –Le di, una y otra vez y nada. A mi lado apareció la mujer sentada y me paralicé.

–Deja que todo fluya, no te desboques, no te impacientes. Hazlo con calma.

–Volví a pasar la llave y el carro encendió.

–Gracias señora. -Ya no estaba. En el asiento había una estampita de la virgen de Coromoto. Me puse a llorar y no paré en todo el trayecto.