miércoles, 13 de octubre de 2021

Huevos revueltos. 264

 


Jorge había conseguido trabajo en una tienda de línea blanca y electrodomésticos, una cadena enorme que estaba por todo el país.

Jorge le pidió a Renato para quedarse en su casa unos días mientras encontraba una habitación.
–Mi casa parece un albergue, David, tu ex, otros niños que se han quedado y ahora tú.  Y encima me traes un perolero.
–Y seguro que a todos te los has cogido. -Jorge estaba impresionado de lo gordo que estaba Renato.
–¿Quieres tener la misma suerte que tus antecesores?.
–No voy a negarme. Disculpa por todo esto, se que lo tengo que acomodar pero espero no quedarme mucho tiempo aquí.
–Pélame ese culo a ver si me conmuevo y te dejo vivir aquí.

Tres semanas atrás.
–Te vas a llevar todas tus mierdas y no quiero volver a verte. 
–Jorge, es tu hijo, nuestro hijo.
–Pues si tú lo quieres ver, se citan en la calle, aqui no va a venir. Lo botamos y en un acto de rebeldía o estupidez regresa a vivir aqui mientras nosotros viajamos, ¿Quién sabe cuantos maricos entraron a esta casa y se cogieron en nuestra cama.? Y luego nuestra asistente se suicida porque su hijo es otro marico y tú no quieres dar explicaciones, bien, te vas de esta casa. 

Jorge fue a su habitación a meter toda su ropa en una maleta. Su madre entra a la habitación. –Toma estos dólares para que resuelvas mientras tanto y contrates un camión de mudanza. ¿Dónde vas a dormir?
–Tengo que resolver eso y que me reciban los peroles. Tengo un par de amigos.
–¿Esos amigos son gais?
–Si mamá.
–¿Todos tus amigos son gais?
–Si mamá, todos.
–¿Y con todos ellos te has acostado? ¿Los trajiste aquí?
–¡Mamá! Me estás poniendo como un promiscuo, aquí solo entró mi ex, Nacho, más nadie.
–¿Y por qué no le dijiste eso a tu papá?
–¿Para qué? Si él es un bruto que no entiende de explicaciones, no voy a seguir perdiendo mi tiempo.
–El quería nietos y yo también.
–Ay mamá, no empieces tú también...ya...suficiente con que mi papá...-Se le quebró la voz. –Yo resuelvo y me voy pero déjenme cuadrar todo no me boten ya.
–Tranquilo, quédate el tiempo que necesites, no salgas del cuarto, si quieres comer yo te traigo algo.
Al final de la tarde, Jorge se montaba en el camión de mudanzas para llevarlo a casa de Renato. Su madre lo despidió desde la entrada del edificio. Su papá, en casa, revisaba internet.

Jorge, con los pantalones en los tobillos estaba pegado a la pared. Renato, con la camiseta aún puesta, se había quitado el mono. Su enorme pene sobresalía de su abultada barriga. En su mano dejó caer una buena cantidad de saliva y le restregó en su pene. Dejó caer, desde su boca, saliva entre las nalgas del muchacho, las restregó.
–Va a doler un poco, pero si te pones flojito, pasa rápido.
–Dale despacito. -Renato apoyó el glande entre las nalgas, tomó con una mano el cuello de Jorge y con el otro brazo lo abrazó. Empujó y el pene se abrió paso provocando el grito de Jorge que se había puesto tenso del dolor.
–¿Duele? El dolor es vida papá, es el precio que tienes que pagar si quieres vivir en mi casa. Vas a sentir cada centímetro. -Volvió a empujar apretándole el cuello, el rostro de Jorge estaba rojo. Retiró el pene. –Voltéate.
–Ay Renato, me duele. -Renato le cogió una pierna. 
–Agárrate de mi cuello.
–Ya va.
–¡Coño que te agarres! -Rodeó por el cuello a Renato y este le tomó la otra pierna cargando al chico, con algo de dificultad por la barriga, ubicó el pene en el culo de Jorge y lo volvio a penetrar llevándolo a la habitación. Se acercó a la cama, flexionó las piernas y, sin retirar el pene, lo tumbó en la cama y se montó sobre él llevándole las piernas entre su cabeza quedando el culo levantado y Renato, con toda su humanidad moviendo las caderas metiendo y sacando su enorme pene. Jorge aguantaba el dolor y apenas gemía para no hacer ruido.

Luego de varios minutos penetrando al chico, retira el pene y acaba sobre las nalgas y el culo para luego restregar el pene y volverlo a penetrar. En ese momento Jorge comienza a masturbarse hasta acabar. Renato se sale sobre Jorge y se tumba al lado de él, agotado, sudando. Jorge lo ve. Su enorme barriga subía y bajaba con la respiración.
–Me dejaste el culo como una cayena.
–Yo no he terminado, tengo el guevo tieso aún.
–No marico...ya va.

Luego de un mes viviendo en casa de Renato, ya era tiempo de irse. Se había quitado cuatro kilos, entre comer solo líquidos para evitar evacuar pujando, más la irritación anal, Jorge se notaba visiblemente agotado.
–Por fa mantenme mis cosas aqui, te prometo que las busco pero ahora no tengo donde llevarlas.
–Un mes Jorge, un mes y las saco, mete todo esto en un warehouse.
–Espero llevármelas antes.
–Coño, ¿Te vas a ir a una habitación teniendo aqui este apartamento a tu disposición.
–Marico, me quedo un mes más en tu casa y me tienen que meter en terapia intensiva.
–¿Me vas a decir que no gozaste este machete?
–¿Tú de verdad eres cura? -Renato lo abrazó y le dio un beso.
–Cuídate ¿Ok? Cualquier cosa pegas un grito.
–Seguro.

–Como ves esto es un mini apartamento, tipo estudio. Hay una sola habitación obviamente, pero ese sofá es también cama.
–Es más pequeño de lo que se veía en las fotos.
–Si, pero no es que te engañé, puse los metros cuadrados y lo que tiene, pero bueno las fotos hacen que se vea menos chiquito.
Tenemos una minilavadora, hay agua caliente, cuelgas la ropa ahí, la cocina, como sabes, tiene dos hornillas, yo no me la paso aquí, estoy full en el trabajo.
–Chamo, disculpa que te pregunte ¿Tienes 22 años? Pareces más chamito. -El muchacho sacó su carnet de identidad y se lo mostró.
–Verga parece que tuvieras 16 años.
–Si...pero en fin, este apartamento es de una tia que se fue del país y me lo dejó pero quiero que haya gente, yo no estoy mucho aqui.
–¿Pero duermes aqui?
–A veces.
–Entonces puedo dormir en tu cama.
–Es que puede que venga o no y de madrugada, entonces prefiero que uses tu cama.
–Vale...Ya te transfiero los cuatro meses. Te puedo ayudar con la limpieza.
-Ay si por fa, he querido traer a una mujer pero tengo que estar aqui y no puedo.
–No hay peo.
–Yo me tengo que ir a trabajar.
–Yo pedi hoy y mañana libres para organizar este peo.
–Toma tus llaves, mosca que haces con ellas, no metas a gente extraña a menos que lo conozcas y me avises.
–Chamo en tu carnet de identidad dice Nelson, desde que hablamos la primera vez te conozco como Terry.
–Ja ja ja es mi nombre artístico. Nelson es muy nulo.
–¿Trabajas en televisión o haces shows en los locales?
–Ni lo uno ni lo otro, hago películas y videos pornos.

–¿Eres actor porno?

 




2 comentarios:

  1. Buen relato, con flashback incluido de una conversación muy sincera y real con la madre. Hay palabras y expresiones latinoamericanas que no conocía, me ha gustado conocerlas. ¿De qué país eres?

    Estoy impresionado con la cantidad de posts que hay aquí, casi uno por día... ¡sorprende!

    Un saludo!
    Gato Rojo 🐾

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, espero que te guste la historia. Soy de Venezuela.

    ResponderEliminar