martes, 5 de octubre de 2021

Huevos revueltos. 258

 Ignacio abría los ojos, a su lado dormía Alicia.

–¿En que momento yo acepté quedarme con esta loca? Necesito mi apartamento. -Pensaba Ignacio mientras intentaba levantarse sin hacer mucho movimiento. Alicia abre los ojos.
–Buenos días, ¿Qué haces?.
–Hola buenos días, iba a preparar café.
–Ya la cafetera lo debe estar haciendo, está programada, hazle cariñitos a tu amiguita, anda, pásale la lengüita.
–¿Ahorita?
–Si, ahora, me tengo que ir en un rato. -Levantó las sábanas para que Ignacio entrara y comenzara a lamer su vagina. Se metió bajó las sábanas y se puso en la entrepierna de la mujer.
Dios...¿Hasta cuándo tengo que hacer esto?
–Mientras no tengas apartamento y pagues tu primer cuota del préstamo, vivirás conmigo y me harás el amor. -Ignacio se detuvo.
Coño, eso lo dije en voz alta, ¿Esta pana como supo?.
–¿Qué pasó?, sigue mamado, que lo haces rico.
Mientras Ignacio se concentraba en el asunto, comenzó a sonar su celular. Se detiene. –Por fa mira la pantalla a ver quién es. -Alicia estira el brazo y coge el celular, mira la pantalla.
–Dice Ramiro ¿Contesto?
–No, no, deja que suene. -Siguió en lo suyo y Alicia le acariciaba el cabello. Volvió a sonar el celular.
–Otra vez Ramiro, contéstale, a lo mejor es importante.
–Que ladilla, pásame el celular. –Aló-
–Méteme los dedos. -Le susurraba Alicia.
–Que pasó pana, estoy ocupado- Ignacio le introducía dos dedos en la vagina y la mujer se retorcía de placer. –Ah coño...lo siento mucho Ramiro, mi sentido pésame...si claro, yo paso por allá, ¿qué funeraria es y a que hora?...ok...un abrazo, tranquilo, fuerza mi pana.
–Hasta distraído en el celular sabes como excitarme.
–Era un amigo, se murió su mamá. Voy esta tarde al funeral.
–¿Quieres que te acompañe?
–Si, así tengo excusa para irme rápido. -Ignació volvió a meter los dedos y empujó, besó a Alicia. –Vamos a ducharnos, nos tenemos que ir.
–Noooo, noooo, sigue, sigue.

–Pero esto es una evidencia contundente, te deja libre de culpa. Esta carajita se las trae.
–¿Entonces sirve como evidencia?
–Claro, por supuesto que sirve. -Castro abraza a Jaime dándole las gracias.
–No me las des a mi, dáselas a la niña esa y su cabeza olvidadiza...yo creo que sus intenciones eran otras pero al verse descubierta inventó todo este parapeto y con el show que armó se le olvidó la camarita que puso a grabar.
–Maldita esa niña. Vamos de una vez a desenmascarar a esa puta. 
–Ya Castro, tranquilo, las cosas no son así, el juicio es dentro de 10 días, ahi la despellejamos y a la madre le quitamos la venda de los ojos.
–No me confío de Francia, a lo mejor están confabuladas.
–Lo sabremos pronto. Dejame armar bien todo y salir de esto en 10 días.
–Gracias Jaime.
–Hablando de otra cosa Castro. Yo sigo con mis intenciones de acostarme contigo. Ahora que estás soltero y no hay nada que te lo impida...me emcantaría que...
–Jaime, eres el esposo del mejor amigo del mío, yo quiero regresar con mi flaco y no quiero seguir cagándola. Al final voy a terminar contándole porque yo no tengo secretos.
Jaime se acercó a Castro y lo besó en los labios. Tengo meses que no tengo sexo con Oto, me refiero a sexo de penetrarlo, solo mamadas y pajas. Necesito que alguien me coja y se coja a Oto. Tómalo como algo terapéutico, terapia de pareja.
–Jaime si no quiero hacerlo contigo por lo que te dije, menos con Oto, ¿cómo me voy a tirar al mejor amigo de mi esposo?
–Hagamos algo, acuéstate conmigo, luego vemos con quien se acuesta Oto. Tú me coges y mis honorarios profesionales van por la casa.
–Debes estar desesperado.
–No sabes cuánto.
–Dile a Nacho que se coja a tu marido, es un malo conocido.
–O José David. 
–Ese tiene miles de peos encima y es alcohólico. -Jaime volvió a besar a Castro.
–Contigo no tengo dudas, quiero contigo.
–Solo lo haré contigo si le dices a Oto de lo que quieres hacer.
–Coño, si le das vueltas al asunto. En todo este rato que estamos hablando ya lo hubiésemos hecho.
–¿Ah es que tú querías que fuera hoy, ahora, aquí?
Jaime comenzó a desabotonar su camisa. –Si.

Ignacio estaba en el local acomodando trabajos ya listos para despachar. A su celular llegaban fotos de Alicia  abriéndose los labios de la vagina. –Quiero que esta noche estés dentro de mi-
Le envió otra. –Está mojadita solo de pensar en tu machete-
Otra –Quiero que me des muchos orgasmos, que me dejes cansada-
–Definitivamente mi leche está maldita, me coja a hombres o a mujeres, enloquecen. Dios ¿será que me pongo una cuca, a ver si me va mejor?

–Hola Nacho.
–Coño, el que faltaba, ¿Qué haces aquí? ¿Se te jodió el tire con el niñato?
–Virginia se intentó quitar la vida en mi casa, la llevamos al hospital y estando allá cuando yo salí a comprar café, la vi caer al suelo, se lanzó por la ventana, vi como se desangraba y escuché como crujían sus huesos al caer al asfalto.
–¿Tú estás bien? -Jorge se abrazó a Ignacio.
–La madre se enteró que su hijo se acostaba con los amigos del papá y le pagaban por eso, de ahí que intentara suicidarse y bueno lo logró en el segundo intento. -Se apartó de Jorge. –Regresé a casa de mis viejos y me encontaron dormido y desnudo, regresaron antes. Se enteraron de todo y mi papá volvió a echarme de la casa. No tengo a donde ir.
–Marico...ay, marico, Jorge, ven acá...-Lo abrazó. –En unos días me mudo. Vamos al hotel que está cerca de aquí, es un tiradero pero es lo que puedo pagar, te pago tres días y luego te mudas conmigo.
–¿Y dónde estás viviendo?
–Con la loca del banco.
–¿Qué, son novios?
–No sé lo que es eso...mi vida es un desastre Jorge, o soy yo que soy un pendejo. Me pasan unas vainas que parecen de novela, pero lo tuyo es del más allá marico.
–¿Podemos ir al hotel ahora?
–Si, claro, te dejo instalado, en la tarde voy al funeral de la mamá de Ramiro, el wedding planner gay de Ignacio.
–Ah ok...ni de vaina te acompaño a eso, no quiero saber de más muertos.
–Voy con la psicópata esta.

Tres de la tarde. Alicia e Ignacio llegaban a la funeraria. Recibió un mensaje de Jorge. –¿Te puedes quedar conmigo esta noche? No quiero dormir solo-
–¿Quién te escribe?
–Mi ex, quiere dormir conmigo hoy.
–No lo culpo, eres un semental. Ve, te doy permiso.
–No, bueno, no es que quiera tirar conmigo, acaba de pasar por un trauma y tiene peos con sus papás...
–Acompáñalo, mi cuquita puede esperar por ti mañana.
Ignacio cerró los ojos y alguien le tocó el hombro por detrás, al voltear era Ramiro.
–Ramirooo , coño, mi sentido pésame. -Lo abrazó. -Te presento a una amiga, Alicia.
–Mucho gusto, gracias a ambos por venir. ¿Te puedo robar un momento a Nacho?
–Si claro, voy por un café.

Alicia camina hacia la cafeteria cuando recibe una llamada.
–Estoy en un funeral, no debo estar mucho aqui-
–Bueno vente a mi casa que aquí será el emtierro.
–¿Quieres hoy?
–Claro mi reina, lo que hiciste por mi debo pagarlo desde ya, además tienes que llevarte los verdes.
–Ok, me voy de una vez.

–Quédate conmigo esta noche, necesito que me cojas, ya no hay excusas, mi mamá está ahí en esa urna y pronto será ceniza. Podemos gritar y hacer desastres en ese apartamento, está limpio, no te preocupes, ¿Nos vamos?
–¿Ahorita? Marico tu mamá está ahí ¿Cómo coño te vas a ir?
–Ahí están mis tías, ellas se encargan de todo.
–¡Tú te volviste loco pana!
–Loco por ti mi amor, quiero llevar guevo, vámonos.
–Coño, que no, yo vine con mi amiga.
–Nacho amor, me tengo que ir, disculpa Ramiro, pero surgió un inconveniente con un cliente importante y debo atenderlo. Mis más sinceras palabras de condolencia. -Abrazó a Ignacio. –Voy a verme con un empresario importante, le resolví varias cosas y voy a cobrar.
–Te va a coger.
–Exacto. Llevo condones. -Le guiñó el ojo.
–¿Pero tú no tienes el aparato?
–Me lo quité amor, ¿contigo para qué?
A Ignacio le recorrió un escalofrió mientras Alicia se iba.
–Listo quedaste solo, vamos a tu carro. Quiero que me penetres como aquella vez.
–Ay marico ya va...deja de hablar...esta perra está embarazada...lo sé, maldita sea, lo sé.

–¿Te estás cogiendo a tu amiga? Que asco...






No hay comentarios:

Publicar un comentario