jueves, 21 de octubre de 2021

Huevos revueltos. 270

 


Ambos en la ducha, en el baño había una nube de vapor. El calor invadia el espacio. Agustín pegado a la pared, recibía las embestidas de Castro. Nuevamente sentía el enorme pene de su novio junto al piercing en el glande.

Castro empujaba y Agustin aguantaba, retiraba el pene y volvía a penetrarlo. El muchacho gritaba, Castro gruñía, todo se mezclaba con el ruido de la ducha.

Diego estaba en el baño, sentado en el inodoro y escuhaba los gritos, tuvo una erección y comenzó a masturbarse.

Castro le levantó una pierna y volvía a empujar para que su pene entrara completo. Agustín se movió y el pene se salió.
–No lo saques coñoooo.
–Te lo quiero mamar. -Agustín se agachó y comenzó a mamarlo. No podía meterselo todo en la boca pero hacía lo posible.
–Afloja la mandibula, abre bien la boca, aja y lleva la cabeza un poco hacia atrás. -Agustín lo hizo, le sostuvo la cabeza y muy lentamente fue metiendo su enorme pene en la boca de su novio. El pene iba desapareciendo y bajando por la garganta de Agustín. Por el vapor y la humedad, no se obaervaba bien pero al chico le corrían las lágrimas, sentía ahogo pero aguantó, hasta que se echó para atrás, tosió soltando gran cantidad de saliva. Hilos caían de su boca.
–Que divino mi flaco, que boca tan rica. Súbete, te voy a cargar, agárrate de mi cuello. -Agustín lo hizo, Castró cerró las llaves del agua, tomó su pene y lo puso en posición. Volvio a penetrarlo.
–AAAAAAAY AMOR, QUE DOLOR, QUE RICO...COÑO...AY...
–Vamos a la cama mi flaco. -Caminó hacia la habitación con el chico cargado. Antes de tumbarlo, siente en escalofrío que le recorre el cuerpo, lanza a Agustín a la cama y suelta un grito eyaculando. Chorros salían en todas las direcciones mientras el chico recibía gotas sobre él.
Dejó de gritar, sus ojos aun cerrados mientras recuperaba el aliento. Los abrió.
–¿Qué pasó?
–No sé, no sé...acabé, coño, me vine antes de tiempo...-Castro caminaba alrrdedor de la cama. –No sé que pasó.
–Ya amor calma.
–No, ningún calma, yo acabo cuando yo quiero, no cuando él... -señaló su pene aún erecto. –...quiera.
Agustín se levantó de la cama, el semen se le escurría por la piel. –Amor, estás tenso por lo del juicio que es hoy, tranquilo, ¿No me dijiste que todo iba a salir bien con las pruebas que tienes?
–El juicio, nuestra boda, mi hija...todo.

–Coño, pero estos ya terminaron, no duraron un coño, ni yo que acabo rápido, terminé de pajearme.

–Bueno amor, relájate ¿Si? Vamos a vestirnos para ir a los Tribunales, llegar con tiempo y relajados.
–Discúlpame flaco, te prometo que no va a suceder de nuevo, esta noche te doy una buena cogida.
–A ver Castro, deja la angustia, yo no te estoy reclamando nada.
–¿Cómo que no? Me preguntaste qué pasó.
–Bueno...coño...te quedaste ahí de pie soltando el lechero, tus ojos cerrados, eso no lo habías hecho antes.
Castro abrazó a Agustín y luego lo besó apasionadamente. –Tranquilo mi flaco, las próximas cogidas van a ser como las de antes y mejores ¿Ok? No te estreses.
–Pero si yo no estoy estresado, el que anda con un peo eres tú solito.
–¡Bueno ya! Lo que pasó fue...fue algo que no se va a repetir, punto, mañana vas a recordar la cogida que te echaré esta noche.
–Ok, deja ya la vaina coño...eso le pasa a cualquiera amor, un momento de estr3s, la edad, no eres un carajito. -Castro cerró los ojos y apretó los puños y los labios.
–¿Vas a pegarme? Lo que faltaba Castro que ahora me caigas a coñazos porque acabaste unos minutos antes.
–Sal del cuarto y déjame solo un momento.
–Castro, amor...
–Déjame solo Agustín, por favor. -Agustín salió.

Castro comenzó a golpear la pared una y otra vez hasta que los nudillos le sangraron. Se detuvo. Unos segundos más y abrió la puerta. Agustin comenzó a pensar en Oto y el problema que tiene Jaime. –Esto no es igual, no te hagas ahora tú una maraña en la cabeza.
–Flaco...entra...discúlpame, no era mi intencion hacerte daño, ni hoy ni nunca. Esto no me había pasado jamás.
–Ya, no hay problema mi amor, relájate, vamos a vestirnos, vamos al juicio y de ahi te invito a comer.

Castro y Agustín estaban sentados en el pasillo esperando para entrar a la sala. Jaime aún no llegaba. Se acercó Francia a pesar que el abogado le dijo que no lo hiciera.
–Mi hija está desparecida y hoy te voy a hundir y verte pudriéndote en la cárcel.
–Lo que yo traje hoy al juicio te quitará esa cara de odio y se te pondrá la cara de vergüenza.
–Maldito enfermo.
–Suerte en la vida Francia.
–Ahí viene Jaime.
Hola chicos, disculpen el retraso ¿que haces hablando con Francia?.
–Ella se acercó.
–No importa, lo que te tenga que decir le dices que su abogado lo hable conmigo.
–Me dijo que su hija está desaparecida.
–Si...tenemos ese incendio ahí, pero tranquilo, voy al baño.
–Voy contigo Jaime. -Agustín le guiñó el ojo a Castro.

–Hoy salimos de esto Tin, con el video que tiene Castro, tumbamos esta farsa.
–Que bueno.
–Por cierto, tu papá tiene intenciones de regresar al bufete.
–Algo me dijo la otra vez, pero no lo noté convencido.
–Habló conmigo y con Guillermo por zoom.
–Te acostaste con mi oncólogo.
–¿Perdón?.
–Y tenías intenciones de hacerlo con mi novio, con Castro. ¿En que estabas pensando Jaime? Oto es mi amigo, mi hermano.
–A ver Tin. -Jaime se sacudió el pene y se acomodó. –Oto y yo hablamos y quedamos en que podiamos tener sexo fuera del matrimonio mientras tuviera mi problema.
–Lo sé, me lo dijo y me dijo que se contarían eso. ¿Tu le contaste a Oto lo de Gabriel y Castro?
–Con Castro no pasó nada.
–¿Le contaste, si o no?
–No, pero él no me ha contado sus cosas.
–Oto no ha tenido sexo con nadie más. Se lo cuentas tú o se lo cuento yo.
–Creo que no es asunto tuyo Tin.
–Nos vemos en la sala Jaime.

–Este gran carajo le va a contar a Oto,, me va tocar decirle.

–¿Que hiciste?
–Mear.
–Flaco...
–Le dije lo que sabía y que si no le contaba a Oto se lo contaba yo.
–Ese no es tu peo.
–Si es mi peo porque estás involucrado tú.
–¡Yo no tiré con Jaime!
–Habían las intenciones.
–Flaco, deja eso asi vale, no alborotes lo que está quieto.
–Castro, Castro.

–Comienza el juicio, caso 235, entren y tomen sus puestos.

–Buenos días señoría, antes de entrar al juicio como tal, mi cliente quiere entregar algo que puede esclarecer un poco más este delito. Hace más de 72 horas, Naya, la hija de mi cliente y víctima en este juicio, está desaparecida. Aqui está la formal denuncia y mi clienta de manera responsable y tajante reponsabiliza al acusado que está en esta sala. 
–ESO ES MENTIRA, ¿PERO DE DONDE SACA ESTA MUJER SEMEJANTE ARGUMENTO? -Jaime le aprieta el brazo a Castro para que se calle aunque el juez también se lo pide.
–Esto es una acusación grave, hay que investigar esto, apenas es una denuncia y no se han hecho las averiguaciones pertinentes. Daremos unos días para armar el expediente y...
–Señor Juez, disculpe que lo interrumpa pero tenemos una prueba contundente que tumba tantonesta acusación claramente manipulada, como la de la violación. Permítame colocar un video donde aparece mi cliente y la joven hoy desaparecida manteniendo relaciones sexuales. Les advierto al jurado, al público y a usted señor juez con todo respeto, que las imagenes son muy fuertes. El video no ha sido editado ni manipulado,, estamos abiertos a que venga un experto y verifique, todo está en orden.
Ahora media ciudad le va a er el machete a mi marido.
Conociendo al flaco, debe estar a punto de explotar de la arrechera cuando se me vea el guevo en el video.

Tres horas después, luego de verificar el video, se demostró que no hay saltos de edición y que la chica por algún motivo mi tió en su declaración. El juez determinó una indemnización por daños morales y seis meses de terapia tanto para ella como para su hija al momento que aparezca. La policía científica estaba lista para comenzar las pesquizas.

Jaime, Castro y Agustín se fueron a un restaurante a celebrar, se les uniría Oto.

–Señora Francia, yo tengo que contarle algo sobre su hija que me suplicó que no dijera pero es que ya estoy muy preocupada porque no aparece.

La amiga de Naya había ido con su mamá al aprtamento. Al escuchar lo que dijo la chica, le dio una cachetada sin importarle que estuviera su mader ahí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario