lunes, 31 de octubre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6. Capítulo 6


Llegando al límite.



Carmelo estaba a punto de realizar lo que más le gusta, pero el grito de los vecinos lo sacó de su trance momentáneo.

­–¡Ahí está el asesino! -Gritó una de las personas y a la vez todos corrieron a la calle. Carmelo se subió el pantalón y tomó el arma.

–Se acercan y comienzo a disparar, quédense donde están y nadie resultará herido.

La calle estaba oscura y la gente no podía distinguir el rostro de Carmelo. Mientras seguía apuntándolos iba caminando en retroceso hacia su carro que estaba cerca del motorizado y los vecinos.



Al estar cerca del carro, la luz de un poste iluminó por completo su cuerpo, sobre todo su cara.

–¿Carmelo? -Una vecina lo reconoció. ­–Carmelo, lo conozco, es él, es él. -Carmelo apuntó y le disparó a la mujer y enseguida entró al auto, lo encendió y se fue a toda velocidad.



Entre los gritos de la gente y auxiliando a la mujer herida nadie se fijó en el carro ni cuando Carmelo se fue. La bala pasó por el cuello de la mujer lo que hizo que se desangrara en minutos. No hubo chance de nada.

–Carla dijo el nombre del tipo, ¿alguien se acuerda?

–¿Te vas a poner  a pensar en eso? Tenemos una vecina muerta.

–Y un asesino prófugo.

–¿Pero en que estás pensando?

Comenzó una discusión entre 3 de los vecinos mientras otros se llevaban el cuerpo de la mujer a la acera. Entre la discusión escucharon unos gritos que venían del otro lado de la calle, era la mujer que tuvo el accidente.

Se acercaron para ayudarla.

–Un hombre, un hombre, me violó. -La mujer estaba semidesnuda.

–Aquí hay unos guantes.

–NO LOS AGARRES, pueden ser del tipo este, hay que llamar a la policía.



Carmelo manejaba sin rumbo, el cuerpo le temblaba y tenía taquicardia

Llegó al edificio. Al estacionar se fijó que a su lado estaba el arma que le quitó al motorizado, la guardó en la guantera.

Subió a su apartamento. Abrió la puerta y se fue directo al cuarto de sus padres. Los vió ahí, acostados, inmóviles y se colocó entre ellos. Los cuerpos estaban cubiertos de polvo pero eso no le molestó y sacó su celular. Revisó su correo.



<<Todo listo doctor, ya tiene los boletos para su viaje al congreso en Tinajero. Le envié el recibo de su pago. Buenas tardes.>>

Se levantó y le dio un beso a su madre y a su padre, salió del cuarto y se fue a hacer una llamada.



–<Hola belleza, ¿cómo estas?>

–<Hola Carmelo, estoy con mi esposo, no puedo hablar mucho>

–<Tranquila solo te llamo para decirte que en 5 días nos vamos a Tinajero, tengo un congreso sobre Medicina Forense, ve pensando que le vas a decir al  gay de tu marido para escaparte, te queiro a mi lado.

Bertha sintió como su entrepierna se humedecía. Cada vez que hablaba o veía a Carmelo sucedía lo mismo.

–<Ok, iré contigo>

viernes, 28 de octubre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6 capítulo 5


La venganza toca a gente inocente.



Adolfo tenía 4 meses sin trabajar y no conseguía empleo a pesar de inundar la red con su curriculum en cuanta página de empleos encontraba, pero nada. Jorge era culpable de eso. Interceptaba los correos de Adolfo, cada curriculum que enviaba lo eliminaba del sistema.

Quería acorralarlo que dependiera sólo de él para poder vivir. Vivian juntos de nuevo.



Jorge cobró el dinero de Carmelo por transferencia electrónica a una cuenta en el extranjero. Le dijo para pagarle una parte con sexo pero sabiendo de los gustos de Carmelo, Jorge no aceptó dándole un chance para que le pagara el resto más adelante.



En su afán de venganza, Jorge consiguió a otro compañero del colegio cómplice de Adolfo. Leonardo, comerciante, tiene varios locales de comida rápida que, con la ayuda de sus padres y un par de socios logró montar y ahora los maneja él junto a los socios. Está casado y tiene una hija de 3 años.



Jorge se encargó de vaciar las cuentas de los locales, las cuentas de Leonardo y su esposa y la del padre. Transfirió todo el dinero a unas cuentas fantasmas para luego transferir ese dinero a fundaciones para niños que sufren maltrato o con enfermedades.



Los socios dudaron de esas operaciones y lo culpaban de robo de las cuentas, emprendieron una demanda. Como pudo le pagó a los empleados ese mes pero no había manera de pagarles nuevamente, no había liquidez y sí muchas deudas acumuladas.



La esposa se Leonardo se había casado con él porque quedó embarazada y todo estaba dispuesto para que él la mantuviera y ahora que estaba en la quiebra y luego de 4 meses le pidió el divorcio. Leonardo no podía creer lo que le estaba pasando, tantas cosas en tan poco tiempo.



Dejó el hogar que compartía con la esposa para irse a vivir con los padres y ella quedarse con la hija a vivir ahí. No podía mantener a su hija, el poco dinero que había era para pagar deudas y a los empleados que poco a poco iba liquidando.



Los socios le dieron la espalda y se desentendieron de todo. Intentó pedir préstamos a los bancos pero nadie lo ayudó. El agobio lo consumía. Su mujer también estaba mal, no tenía dinero y su hija pasaba hambre.

Como ultimo recurso, habló con su esposa para vender el apartamento e invertir el dinero, ella se negó, Leonardo vio a su hija y comenzó a llorar.



–Quédate con la niña voy a comprar leche para ella.

Leonardo la cargó y la abrazó, le dio un fuerte beso. Desde un piso 12 la vista siempre es maravillosa. Leonardo vio el horizonte con su hija en brazos y sin pensarlo se lanzó al vacio abrazando con fuerza a la niña.



–<Aló…¿Qué, cómo…pero si yo hablé con él hace unos meses y todo iba bien. Mierda>

Adolfo colgó, se levantó de la cama, estaba mareado y con el estómago revuelto, las medicinas contra el VIH le estaban sintiendo fatal en el organismo. Fue al cuarto de Jorge.



–Me acaban de avisar que se suicidó un amigo del colegio. Otro. ¿puedes creer eso? Otro pana que se mata. ¿Qué está pasando que nos estamos suicidando?, yo quise hacerlo también.

–Jorge estaba viendo la noticia de un suicidio en la televisión y al escuchar lo que le decía Adolfo  hizo conexión. Jorge no tenía ni idea de lo que había ocasionado todo el movimiento de dinero a otras cuentas, simplemente hizo eso para perturbar a otro más involucrado en lo que le hicieron.

–No han dicho nombres pero están diciendo por la televisión que una persona se suicidó en la urbanización Las Lomas. –Jorge estaba pálido, Adolfo desconcertado y con la cara desencajada por la noticia y los medicamentos.



Jorge se ofreció a llevarlo al cementerio al día siguiente. Cuando iban en el carro, Adolfo se retorcía del dolor de estómago y seguía mareado.

–Tenemos que ir al médico, no es normal que las medicinas te están poniendo peor.

–Menos mal que tú no has tenido que empezar tratamiento, esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Mi amor gracias por estar conmigo en todo esto, la semana que viene vamos al médico.

Era la primera vez que Adolfo le decía mi amor y Jorge se estremeció, la manera que lo dijo le hizo temblar la voz. Frenó el carro.

–Es primera vez desde que nos empatamos que me dices mi amor.

Adolfo, a pesar del dolor se acercó a Jorge y lo besó en la boca. Jorge respondió el beso efusivamente.

Adolfo se apartó. Tenemos 4 meses juntos y no aguanto más quiero hacerte el amor.

–Esta noche amor, esta noche lo haremos, te lo prometo. -Le dijo Jorge que no podía disimular como su cuerpo temblaba. 4 meses de convivencia donde Adolfo a pesar de estar sin trabajo y sintiéndose mal, se desvivía por atender a Jorge llenándolo de detalles.



Estacionaron el carro y caminaron hacia el lugar del entierro. Había un buen grupo de gente y la mayoría era del colegio, del mismo salón donde estudiaba Jorge, que al verlos se frenó y por un instante tuvo temor de acercarse pero lo hizo.



–Adolfo viniste…Coño, yo te conozco -Dijo uno d elos compañeros al ver a Jorge –tú estudiaste con nosotros, claro, claro veeeerga, aaaaañales sin verte vale, Adolfo donde se encontaron.

–No, él no estudió con nosotros.

–Coño claro que si, a él lo jodía todo el mundo, bueno lo jodíamos, ¿te acuerdas? ¿cómo es que te llamas?

–Jorge

–Mmm no recuerdo, pero eres tú mi pana, que bueno que vinieron, esto es una tragedia, es el segundo pana que se nos va del mismo modo.

Adolfo no entendía nada pero entre estar en el cementerio, el malestar que tenía no podía pensar.



­–¿Cómo es eso que tú eres el carajito que molestábamos en clases? ¿Por qué no me dijiste nada? Yo sabía que te conocía de algún sitio. No entiendo porque no me dijiste nada cuando fui a buscar trabajo en la empresa.

A Jorge se le revolvió el estómago. Había revivido toda aquella pesadilla del colegio al verlos reunidos en el cementerio. Vomitó.

–Nos podemos ir, no me siento bien.

–¿Qué te pasa amor?

–Vámonos Adolfo.

–Tengo que quedarme, ¿te sientes muy mal? Espérame en el carro ahora te llevo una manzanilla



Jorge se fue al carro y al cerrar la puerta no paró de llorar.

jueves, 27 de octubre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6. Capítulo 4


Marcando territorio.



7 de la mañana, Eduardo y Victor amanecieron en la comisaría. Estaban esperando al abogado que representa a las empresas del consorcio donde trabaja Eduardo.

–Por tu culpa ahora estamos fichados eN la policía, le tuve que decir a mis papás una mentira para que no se preocuparan.

–Pero si no vives con ellos.

–¿Qué te costaba dejarte tocar por esos carajos? Te hiciste el ofendido y no suficiente con eso le caes a golpes que casi lo matas.

–Mira Victor, te dije desde el principio que no me gustaban esas mariqueras y menos esos sitios e igual insististe para que fuera, te hice caso y mira. Espero que para la próxima lo pienses.

–Si es que hay próxima, a lo mejor quedamos presos.

–No seas idiota, vamos a salir de aquí.

–Anoche me diste un golpe en la cara, mira. Golpeas duro.

Eduardo le agarró la cabeza para verle el golpe. –Disculpa, no era para ti el golpe. Se acercó y le dio un beso en el lugar donde tenía el hematoma. Comenzó a sentir como se le movía el pene en su pantalón.

–No sé que carajo me hiciste carajito pero me tienes enganchado a ti y mira que eres justamente lo que no me gusta de un carajo. Botas plumas que jode, te partes todo y mariqueas todo el día y aquí estoy al lado tuyo.

–Asi soy yo, me dejo querer. -Le dio un beso en la boca y llegó el policía.

–Aaaaah vaina. -Abrió la reja. –Aquí déjate de mariqueras, compórtate, a las loquitas como tú se les da un trato distinto.

Eduardo apretó los puños y su cara se enrojeció de la ira. Se levantó y un golpe certero fue a dar a la nariz del oficial. En instantes el área se llenó de policías y volvieron a encerrar a Eduardo a pesar que su abogado había llegado.



Luego de media hora, hablando con los policías y el fiscal que lleva el caso, Vicente, el abogado logró entrar a la celda para conversar con Eduardo. Victor estaba en una esquina obsevándolo.



Vas a ir a juicio por agresión, tanto a la persona que medio mataste como por lo del funcionario. Eres tremendo chico. Eso es lo que me da morbo de ti, lo salvaje y papeado que eres. -Le susurró al oído.

Victor tosió.

–¿Él viene contigo?

–Si, es mi…

–Soy su novio, me llamo Victor, mucho gusto. -Le dio la mano mirándolo a los ojos.



–Van a salir de aquí pero no puedes salir de la ciudad, tu novio no tiene cargos, puede irse tranquilo, si quieres te puedes ir ahora mismo.

–No, yo espero para irme con Eduardo.

–Va a tardar el papeleo para irse.

–No tengo prisa, puedo esperar.

–Como quieras.



–Esto te va a salir caro y tú sabes como me vas a pagar.

–Coño Vicente no me eches pa la calle, esto lo podemos hablar luego.

Vicente vio a Victor y se sonrió. –Tranquilo, por supuesto que lo hablaremos, ya regreso.



–Esa marica quiere contigo y tú ni te negaste y encima en mis narices te dice que quiere que te lo cojas.

–No empieces Victor, mira que nos van a sacar de aquí.

–Y luego a pagar el favor ¿verdad? POLICIA, ABRA QUE ME VOY.



Salió de la celda y se fue a la oficina para salir, vio a Vicente salir de la jefatura para ir a su carro a buscar unos documentos. Victor lo siguió.



–Te sientes muy poderoso porque eres abogado, uy que miedo, que arrecha eres.

–¿Perdón?

–Me escuchaste bien resbalosa.

–No estoy para perder el tiempo con niñitos celosos, yo vine para acá a trabajar, a resolver un problema con uno de los empleados de la empresa que represento.

–¿Y qué, eres una perra que cobras con sexo?

Vicente se sonrió y vio a Victor a los ojos. –Ay chamito tienes mucho que aprender anda a jugar con las muñecas en tu cuarto y deja a los mayores trabajar. –Entró a la jefatura y Victor lo siguió.



Vicente colocó su maletín, las llaves y las carpetas sobre el escritorio del comisario. Victor se quedó escuchando y en un descuido tomó las llaves del auto. Como ya le habían dado sus pertenencias salió y desactivó la alarma y pensó que lo descubrirían pero no, nada ocurrió, encendió el auto y se fue.



A los 15 minutos suena su celular.

–<<Aló>>

–<<Coño de la madre Victor regresa con el carro a la comisaría ya, antes que te quedes preso ahora tú>>

–<<Que me busque la puta de tu abogado y me lo pida, el carro va a estar en mi casa hasta que llegue a pedírmelo>>.



–El carro va a estar en su casa.

–Podemos ir a buscar el vehículo y detenemos al muchacho.

–No, no, no, tranquilo, yo buscaré el carro luego. El taxi me lo pagas por supuesto.



–Tu noviecito se las trae, está enamorado de ti u obsesionado, no lo culpo, tú enloqueces a cualquiera.

–Deja ya de decir guevonadas.

–¿Qué te parece si nos vamos a mi casa y saldamos la deuda de una vez, luego buscamos mi carro.

Eduardo se quedó callado y luego le dijo que sí. Tomaron el taxi rumbo a casa de Vicente.

miércoles, 26 de octubre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6ta temporada. Capítulo 3


Todo cambia, todo es igual.



Calixto se fue a vivir al interior del país con sus padres mientras se recuperaba. Suspendió el semestre en la Universidad. Más por un tema de salud, se fue para alejarse de Néstor y terminar ese episodio de su vida.



Diego decidió irse de su casa al ver que su madre no tomó la decisión de divorciarse de su padre y, para no toparse con su rival en el amor. Con un buen dinero que tenía ahorrado se fue de la ciudad para mudarse donde ahora vive Calixto. Se instalaría en una habitación, buscaría trabajo para luego entrar en la Universidad en esa ciudad.



–Yo sé que tú ya no me amas, aunque yo sí pero dependes de mi y bueno yo también de ti, para que divorciarte si aquí puedes tenerlo todo, un hogar, comida caliente, ropa limpia y una cama con sábanas limpias. -Virginia le tenía las manos tomadas mientras hablaban sentados en la sala de la casa

–Yo no quería ni quiero hacerte daño Virginia, pero ahora las cosas cambiaron. Calixto se fue, él es la persona que amo y no quiero estar con otro hombre, sólo quiero estar con él y haré lo que sea para recuperarlo. -Nestor hablaba mirando a su esposa a los ojos mientras a ella le corrían 2 lágrimas.

–Tú hijo se fue por tu culpa, por tu comportamiento, por no ser sincero y porque no quise dejarte. No puedo detenerlo pues es mayor de dad pero irse así y dejar la universidad para vivir no sabemos donde no me parece y encima con la idea de estar con este muchacho.

–¿Crees que se ha ido a vivir donde Calixto?

–No lo sé, todo es posible.

Nestor volteó la cara y se puso a pensar.

–¿Tienes intenciones de ir a buscar a Calixto?

–Si, te dije que amo a ese muchacho, yo no me voy a divorciar de ti, pero no voy a dejarlo, tú y yo estaremos casados pero no vamos a tener intimidad. –Virginia le apretó las manos y apretó sus labios.

–Tampoco vamos a dormir juntos si eso es lo que me ibas a decir, yo dormiré en el cuarto de Diego.



Cuando Diego se instaló en la ciudad e hizo todas las diligencias para ingresar a la Universidad en el próximo período, decidió darle la sorpresa a Calixto y visitarlo en su casa.



–Chamo pero esto si es una sorpresa. ¿Qué haces tú aquí?

–Vine a estar contigo.

–Jajajajaja ah ok. Yo aquí recuperándome para luego empezar la Universidad de nuevo que será en unos meses.

–¿Cuándo te regresas?

–¿A la capital? Nunca, por lo menos no de momento, me quedo aquí.

–¿Estás huyendo?

–Estoy dejando el pasado atrás.

–Mi papá la cagó y mal, se le cayó el teatro que tenía y hasta  lo de que tú eras su hijo imagínate.

–No me hables de ese señor por favor. ¿qué estás haciendo aquí?

–De visita pues, me diste tu dirección, hice un hueco en mi apretada agenda para poder venir.

–AAh coño, ¿tan importante soy?

–Si, me gustas y quiero conquistarte.



Diego se le acercó y le dio un beso en la boca que Calixto no rechazó, más bien respondió al beso jugando con su lengua dentro de la boca de Diego.

–¿De verdad estamos solos? ¿No viene nadie?

–Mis papás están trabajando vienen más tarde.



Diego se quitó la chemise y se bajó los pantalones para luego quitarse los zapatos. Calixto hizo lo mismo, se agachó y comenzó a hacerle sexo oral. Tomó el pene con sus manos y retrajo el prepucio para luego pasarle la lengua por el glande y metérselo en la boca.

–Ponte en la cama volteado. –Calixto se puso de pie frente a la cama y recostó su cuerpo, Diego se agachó detrás de él, le abrió las nalgas y comenzó a chupar su culo, entre mordiscos y lamidas introducía su lengua en su ano. Luego de estar un rato dilatándolo, se levantó, buscó un condón en su pantalón y se lo puso. Usando su saliva lubricó el condón para luego penetrarlo en esa misma posición



Poco a poco fue metiéndolo, cuando lo hizo, Calixto, aún penetrado, se montó en la cama y Diego lo siguió. –Dame despacio.

–Tranquilo que no quiero hacerte daño, quiero que disfrutes.

Siguió moviéndose y Calixto quiso voltearse para tenerlo de frente. Diego le levantó las piernas y volvió a penetrarlo. Se agachó y se besaron. Así se quedaron unos instantes. Diego separó unos centímetros su cara de la de Calixto.

–Me gustas mucho Calixto, quiero tenerte siempre, te quiero.

Calixto no dijo nada. Unos segundos después se corrió sin tocarse y Diego hacía lo mismo.

Para no aprisionar a Calixto se hizo a un lado de la cama para tomar aire.



–¿Es cierto lo que dijiste hace un rato?

–¿Qué? ¿qué me gustas? Si, muy cierto. –Diego se acostó de lado mirando a Calixto. –Quiero ser tu novio y te lo digo en serio.

Calixto se le quedó viendo unos segundos y luego respondió.

–Yo ahora no quiero saber de relaciones Diego, estoy movido, quiero estar solo.

–Tranquilo, yo no tengo prisa. Me mudé a la ciudad y voy a instalarme aquí, estoy pendiente de un trabajo y pronto comienzo clases.

–¿QUÉ?.



Nestor sacó un bolso pequeño del armario y metió un par de camisas, interiores y un pantalón. Tomó un bolsito con artículos de aseo personal y lo metió en el bolso.

–¿a dónde vas? ¿te vas de viaje? ¿un congreso?.

–No Virginia, voy a buscar a Calixto, necesito hablar con él, quiero volver con él.

–¿Pero te vas ahora? Es muy tarde.

–Ya voy tarde para arreglar las cosas con él Virginia.

–¿Me vas a dejar sola aquí?

–Estabas de acuerdocon las condiciones para quedarme contigo, no me manipules ahora.

Virginia se fue de la habitación. Nestor terminaba de acomodarse para irse.



Salió de la habitación y Virgina entraba al apartamento.

–Ese muchacho no quiere saber de ti.

–Por eso voy a verlo, para explicarle todo y recapacite.

–¿Por qué no recapacitas tú?

–Hazte a un lado Virginia, no me hagas perder más tiempo.



Bajó al estacionamiento y al llegar al carro tenía los 4 cauchos desinflados. Cerró los ojos y la vena de su sien le palpitaba.

martes, 25 de octubre de 2016

A QUE NO TE ATREVES 6ta. temporada. Capítulo 2


Una buena noticia puede ser mala para otros.



Luego de sospechar que su esposa se habría acostado con Carmelo, dejó pasar el incidente sin preguntarle nada a Bertha. Su relación paralela con Rogelio lo ponía en un punto para no reclamar nada, aunque su esposa no supiera, según él.



Ya habían pasado varias semanas, el padre de Darío comenzaba a caminar pero aún el habla no lo dominaba. Cada vez que visitaba a su padre este se ponía nervioso. Su madre ya sospechaba que algo había sucedido previo al accidente cerebro vascular de su marido pero no le había preguntado nada a su hijo.



Era el día libre de Rogelio y Darío se escapó del trabajo para pasar el día con él. Como casi siempre que se veían, terminaban en un hotel.

–Me encantan estas escapadas para estar juntos, almuerzo paseo y sexo. -Le decía Rogelio a Darío mientras lo desnudaba.

–No sabes las ganas que tenía de cogerte. Cada vez se me hace más difícil hacer el amor con Bertha.

–No me extraña, tu mujer es insoportable. -Se introdujo el pene de Darío en la boca y este cerró los ojos y le sujetó la cabeza.

–Un culo como el mío no vas a conseguir y tu mujercita no te lo da.

–Cállate y mama. -Rogelio se lo metía todo en la boca y lo sostenía así por unos segundos.

–Coño Rorro tú si lo mamas divino coño. Párate que te quiero coger. -Rogelio se tumbó en la cama y Darío se puso sobre él y, luego de ponerse el condón, penetrarlo. Se acostó encima de él y le abrió las nalgas.

–No aprietes que no te lo puedo meter, au, ¡que no aprietes!

–¿Te gusta?

Darío lo haló del pelo y le dijo al oído –Me encanta. -Empujó un poco más y lo penetró por completo. Lo alzó para ponerse en 4 y seguir dándole. Le abría nuevamente las nalgas y le pegaba.



Rogelio gemía mientras veía hacia atrás los ojos de Darío que ya estaba a punto de correrse, lo tomó de los hombros, empujó, lo apretó y se vino soltando un grito fuerte. Se tumbaron en la cama, luego de unos segundos se dieron la vuelta y se besaron. Fueron a ducharse.



Como aún tenían tiempo volvieron a acostarse a ver un rato televisión. Rogelio jugaba con el pene flácido de Darío mientras este revisaba desde el celular, su correo.



–En 15 días me voy con Bertha de luna de miel.

Rogelio se levantó de la cama sentándose. –Ah…pensé que eso estaba suspendido.

–No chico, aplazado hasta que se normalizaran las cosas y creo que ya es el momento.

–Mmmm ¿y que voy a hacer sin ti?

–Lo mismo que ibas a hacer el día que nos íbamos a ir, esperarme.

–Qué lindo, qué romántico. La novia de San Blas.

–Qué gafo eres. Yo también te voy a extrañar que jode.



Volvieron a concentrase en el celular, el pene y el televisor y Darío volvió a hablar.

–Ahora en la noche voy a cenar con Bertha en un restaurante para darle la sorpresa.

–AAAAY que lindo, estoy que lloro. Se va a emocionar ya verás.

–Pareces una cuaima. Te pones fastidioso, además ella me tiene una sorpresa también.

–Seguro es el acta de divorcio para que la firmes, eso sí sería una excelente sorpresa.

Se volvieron a besar e hicieron el amor para esta vez irse.



Darío llegó a su casa y se duchó, Bertha no había llegado pero estaba cerca. Mientras se vestía ella llegaba y se fue al baño.

Salieron del apartamento rumbo al restaurante que habían escogido para la ocasión.



Pidieron una botella de vino, la entrada que iban a comer. Cuando se disponían a pedir el segundo plato, Bertha habló.

–Bueno ¿quien dice la sorpresa primero tú o yo? Tú, tú, tú jajaja dime, ¡qué emoción!

–Jejeje ok. En 15 días nos vamos de luna de miel.

Bertha pegó un grito ahogado y se tapó la boca avergonzada con los otros comensales.

–Mi amooooor que bello, ahora mi sorpresa cobra más sentido y emoción con esto. ¡Estoy embarazada!.

Darío quedó petrificado en la silla viendo a Bertha fijamente.

–¿No te alegras? ¡Yo estoy emocionada!

–Se levantó y la abrazó.





–¿¿¿QUÉÉÉÉÉ??? ¿¿¿EMBARAZADA??? ¿Pero no se estaba cuidando? ¿Y ahora?

–Rorro estoy feeeeliz voy a ser papááá, es la mejor noticia que me han dado.

–Aja pero se supone que ya no tirabas con ella, que te divorciarías en algún momento y ahora pasa esto. ¿Estás seguro que está embarazada? Esa loca es capaz de inventarlo para amararte.

–Me enseñó el eco, mira.

–No se ve nada eso es mentira.

–Ay Rorro, papá, voy a ser papá lo que siempre quise.

–Si…pero no conmigo, sino con esa. Averigua bien, eso puede ser falso.

–¿Te quieres alegrar por mi, que voy a ser padre?

–Uuuy sí, que alegría mira, brinco como Heidi en la pradera. Pero si está embarazada va a poder montarse en el avión?

–Le va a preguntar al ginecólogo. Bueno me voy, quería decírtelo en persona pero me tengo que ir. –Le dio un beso en la boca y se fue a su casa de nuevo.



–¡La perra esa embarazada! Está jugando todas sus cartas la bicha esta…yo también voy a jugar las mías.