sábado, 31 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 197

 


–Tú tienes algo que ver con la desaparición de Claudia.

–Digamos que caíste conmigo porque el universo conspira a tu favor.
–Dime dónde está y la busco.
–Guillermo, Guillermo cálmate. Yo te dije como vas a conseguir volver a ver a tu novia.
–Ya me dijiste como. Me voy a hacer lo que tengo que hacer.
–Pareces ingenuo Guillermo. Te vas de aquí, marco un número y tu mujercita desaparece.
Guillermo se levantó de la silla, se pasó las manos por la cara.
–Te pago lo que sea pero no me voy a acostar contigo.
–¿Prefieres pagar un dineral por esa mujercita que dar culo? Nadie se va a enterar que te desvirgaron.
–¿Cuánto?
–Que digno el hombre, no quiere perder su hombría, te da miedo que te guste.
–¿Cuánto?
–10 millones de dólares.
–Tú te volviste loco...esa vaina no la tengo disponible.
–Claro que lo tienes...te dije que te sale barato darme culo.
Guillermo cerró los ojos y alzó la mirada al techo.
–Dame una prueba que tienes a Claudia y que está viva.
Reddy hizo una llamada. –Mándame una foto de la mercancia con el periódico de hoy...¿Qué?...desnuda, vestida, como sea, el cliente quiere una fe de vida- Reddy le mostró la foto.
–¿Qué le hicieron?
–Unos retoquitos para que se viera más exótica para los clientes. -A Claudia le pintaron el cabello de rubio, le inyectaron los labios y le colocaron prótesis mamarias. -Guillermo se puso a llorar.
–No llores que la tratan bien, los que se la cogen la cuidan, no pueden echar a perder la mercancia.
–Maldito.
–Vámonos a casa a desflorarte. Nos vamos en mi camioneta con los escoltas.

–Anda, anda, cógeme rapidito. -Eloy se quitaba la ropa, colocaba el arma en la mesita, Ignacio no le quitaba el ojo al arma. Comenzó a desvestirse en la sala. –No, no, yo te quito la ropa. -Eloy le desabotonaba la camisa e Ignacio se desabrochaba el pantalón. –¡Que no!, Te lo quito yo. -Se puso en cuclillas y le bajó  el pantalón y el interior. –Uy está dormidito aún.
–Tengo ganas de orinar.
–Dame ese orine. -Abrió la boca, ignacio comenzó a pujar hasta que comenzó a orinar y Eloy se introducía el flácido pene en la boca.
Mientras tragaba hacía sonidos de satisfacción.
Que morbo esto, se me está parando solo verlo, pero es demasiado loco este pana. -Dejó de orinar y Eloy se puso de pie, le dio un beso que Ignacio echó la cabeza hacia atrás evitandolo pero Eloy le sostuvo la cabeza y se lo dio. –No saben tan mal mis meaos.
–Llévame al cuarto y me coges papi.
Ignacio le tomó la mano y se fueron a la habitación. Eloy se quitó la ropa, su pene erecto estaba lubricando. –Límpiame esa gota con tu lengua papi. -Ignacio se agachó y lamió el líquido, se metió el pene en la boca, se puso de pie. Buscó un condón.
–Pónmelo. -Eloy sacó el condón, mientras se lo colocaba miraba a los ojos a Ignacio. 
–Listo, ahora mételo. -Ignacio lo empujó en la cama, Eloy se sonrió y levantó las piernas. Con lubricante en su mano, acercó sus dedos y comenzó a meterlos, el policía se sonreía, movía la cadera.  –Méteme el guevo, anda.
-Ignacio se montó en la cama y, arrodillado, se le acerca y va penetrándolo lentamente.
–Amo cuando me coges, se siente maravilloso. -Ignacio poco a poco iba entrando, Eloy gemía, echaba la cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Los abrió e Ignacio aferrado a las piernas del policiá movía sus caderas.
Ignacio mordía su labio inferior mientras seguía moviéndose, Eloy levantó la cabeza y veía a Ignacio. –Estoy muy feliz papi. Me siento bien y relajado. -Ignacio concentrado, solo le siguió la corriente con un inaudible "ajá" –Hoy visité a Juan Pablo en el centro psiquiátrico y lo amenacé con matarlo si se acercaba a ti algún día. -Ignacio estaba moviéndose y de repente se detiene. 
–¿Qué? -Retira el pene y se levanta jalándose el condon –¿Cómo es la vaina?
–Lo mandaron a un psiquiátrico, me avisaron y fui a ver al loco ese, se cagó.
–¿PERO TÚ TE VOLVISTE LOCO, QUÉ COÑO TIENES HACER ALLÁ?
–Pero papi, no te alteres, sígueme cogiendo. -Eloy se levantaba.
–Ya se me bajó, coño es que tú eres de un oportuno para decir las vainas.
–Estoy feliz, ese loquito ya no va a fastidiar.
–¿FELIZ? TÚ ERES OTRO DEMENTE. 
–¿Por qué, porque estoy cuidando lo que es mio?
–Y todavía preguntas porqué. Chamo...yo no soy tuyo no joda, no somos nada.
–AH BUENO ENTONCES TU PRETENDES QUE TIREMOS A CADA RATO PERO QUE NO SEAMOS NADA, ¿Tú me estás vacilando?
–No te estoy vacilando un coño, tú te montas peliculas en la cabeza, con razón eres policía.
–Maldito
Ignacio respiró profundo. –Agarra tus mierdas y te vas de aquí peazo e loco.
–A mi tú no me dejas papi. Estás equivocado, yo me voy porque estás alterado y no quiero hacerte daño.
–Ya va ¿Que?  ¡Arranca y no quiero verte más aquí.
Eloy se vestía cuando salió hacia la sala llegaba Diego. Eloy cogió el arma. –Pero que oportuno vale, yo me voy y tú llegas. -Lo apuntó, Diego levantó los brazos, Dio media vuelta y apuntó a Ignacio. –Como yo me entere que ustedes dos tiraron les vacío el arma en sus barrigas. IGNACIO ES MI HOMBRE MARICO ¿ESTÁS ESCUCHANDO?
–No me interesa Ignacio, yo salgo... -Eloy le puso el cañón en los labios.
–Me sabe a mierda si sales con alguien, si me entero que te acuestas con Nacho, te mato. -Se fue del apartamento.

–Tu novio se ve que es una persona centrada. ¿Tu vas a seguir dejando que este tipo venga para acá? El albino incendió el apartamento pero este nos va a meter un pepazo.
–Voy a denunciarlo, quiero que seas mi testigo.
–Pana, el tipo es policia, este nos va a joder.
–Tampoco es el director de la policía científica marico, deja el miedo.

–Ponte cómodo.
–¡Qué bolas tienes tú de decirme eso! Estoy atrapado en esta situación por tu culpa, que no sé hasta donde estás involucrado, quieres cogerme por un capricho morboso y pretendes que me ponga cómodo.
–En la nevera hay cerveza. Me quito la ropa y te acompaño.

Reddy regresó, se había quedado en interior. Guillermo estaba sentado en el sofá con la botella de cerveza en la mano.
–¿Sigues vestido? -Guillermo levanta la cabeza y se pone de pie.
–Mira Reddy esta vaina llega hasta aquí. No voy a seguir con esto. -Reddy se pone frente a él y le pone las manos sobre los hombros.
–Guillermo tu quieres volver a ver a Claudia sana y salva, bueno no se que tanto de ambas porque se la deben haber cogido ya unos cuantos hombres, y yo quiero tener sexo contigo, vamos a ayudarnos. Ya lo tengo duro, baja la mirada. -Guillermo le mira el interior y lo que vio lo asustó.
–¿Claudia sigue viva?
–Sigue viva y facturando.
–Me voy de aqui.
–Alla afuera están dos escoltas que no les va a importar hacer cualquier cosa que yo les diga. Relájate Guilermo, lo que va a pasar hoy no lo va a saber nadie. Reddy lo sostuvo de la cabeza y le dio un beso en la boca. Guillermo se puso tenso, su cuerpo estaba rígido.

Guillermo arrodillado en la cama , Reddy detrás de él penetrándolo.
–Au, au, coño ya ya...ya vaaa. Ay ay ay ay duele, coño para.
–Si te pusieras flojo y cooperaras te entrara de una, apenas va la cabeza. -Una fuerte nalgada recibió Guillermo que comenzó a temblar.
–Au, au, coño ya va, despacio mierdaaaa, duele carajo, despacio. -Reddy cogió de los hombros con fuerza y apoyándose, empujó hasta penetrarlo por completo. Gullermo gritó y se tumbó en la cama y Reddy cayó sobre él y el pene volvió a entrar. Otro grito y las lágrimas aparecieron en el rostro de Guillermo que apretaba los dientes.
Reddy gruñía mientras su cadera se movía y Gullermo con los ojos cerrados aguantaba el dolor. Reddy le empujo la cabeza, soltó un grito, se tensó y cayó sobre Guillermo. Se salió de encima y se levantó de la cama.
–Vístete y te vas por favor. Coño haz sido el peor polvo de mi vida y mira que he tenido malos.

Guillermo se puso en posición fetal.
–Tampoco fue que te violé, bueno, si te violé. Denúnciame ja ja ja.
–Antes dame las cordenadas para conseguir a Claudia. -Gullermo tenía la mirada fija a una pared blanca.
–Te mentí querido Guillermo, yo no se nada ni tengo nada que ver con la desaparición de tu mujer. Casualmente conozco a los Ministros involucrados en el caso y casualmente estan sobre el caso de trata de blancas. La foto la enviaron hoy la gente que tiene a tu mujer y me la pasaron, por eso te dije que caiste aqui de carambola. Lo siento, lo más que puedo hacer es ponerte en contacto con el Ministro de Relaciones exteriores y la interpol.
–¿Y la foto? ¿Quién la mandó?
–No sé, fue una provocación. -Guillermo, aún desnudo se sienta en la cama.
–Me violaste, permití que me cogieras para un coño.
–Lo siento, quería cogerte. Y me pareció una excelente estrategia para que ocurriera, pero coño, me salió mal. Eres malazo como gay, que quejadera la tuya. -Guillermo se le fue encima y Reddy gritó. Los escoltas entraron y sujetaron a Guillermo.
–¡Te voy a joder!
–Tienes todo un bufete a tu disposición. Que se vista y se vaya. Anotó los números  para entregárselo a Guillermo.

Los escoltas se lo llevaron hasta el aeropuerto nuevamente y buscó su carro. Ya sentado frente al volante miraba al frente. Lloraba. –Soy un estúpido, soy un estúpido, soy un estúpido. -Mientras decía esto golpeaba su frente contra el volante.

–¿Ahora qué hago con esto que pasó?

viernes, 30 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 196

 


–Coño, hay maneras más divertidas que estar manoseando billetes verdes, además yo los consigo a diario.

–No entiendo como quieres que te pague si no es con dinero. ¿Asesoría? ¿Te pongo el bufete a disposición?
–Eso ya lo tengo. Hector me tiene cubierto en ese sentido. Él si no quiere nada conmigo, ha sido duro llevarlo a la cama.
–Ya, quieres sexo.
–Vaya, hasta que te llegó la señal.
–Reddy yo te agradezco el gran favor que me hiciste pero yo afortunadamente  o lamentablemente dependiendo de donde se vea, no soy gay y no pienso cogerte.
–¿Pero quién habló de cogerme? ¿Yo dije eso?
–Disculpa.
–Puedo hacer que te reunas con el canciller y que tengas la posibilidad de averiguar más sobre el paradero de tu mujer. Sea que esté en Bangkok o en otra parte del mundo y un contacto en la interpol que te va a facilitar las cosas. -Reddy se colocó detrás de Guillermo que estaba sentado y le puso las manos en los hombros. Se agachó dejando su boca a la altura de su oído derecho.
–El que te va a coger soy yo. -Le dio la vuelta a la silla. Si dices que no puedo hacer que no vuelvas a ver a tu mujer.
–Esto es ridículo.
–Y si te digo que tu mujer está en Bangkok ¿Te seguirá pareciendo ridículo? -Se desabrochó el pantalón  y lo dejó caer. –Si quieres volver a verla vas a tener que mamarlo y darme culo.

Ignacio se disponía a salir del apartamento cuando tocan la puerta y abre.
–Ah coño, apareciste. Me coges, te vas a cogerte a una tipa, regresas como si nada, te desapareces de madrugada y vuelves como...-Eloy le planta un beso en la boca metiéndole la lengua.
–Hice algo emocionante hoy y llegué con un queso horrible. Vamos a la cama y me coges.
–Tengo que ir a trabajar Eloy...-Otro beso calló a Ignacio.
–Me sabe a mierda, quiero que me cojas ahora.

–Ojalá no esté el Ramiro en la tienda.
–Va a estar flaco, él hizo el traje.
–¿Y le vas a pelar el guevo?
–Flaaaaco...claro que no.

–Quiero que te lleves al noviecito para revisar su traje ya que vino, cualquier excusa, la camisa, los botones equis, entretenlo. Quiero quedarme a solas con la montaña.

–Bienvenidos señores, pasen, ¿Quieren tomar algo? ¿Café, té?
–Café.
–Señor Agustín que bueno que vino, igual lo iba a llamar pero queríamos que se probara el traje por un tema de los botones y las mangas de la camisa, tenían unos detalles y lo cambiamos. 
–Ah bueno, vamos a probarnos el traje.
–Ok, pasemos al local de al lado que ahi lo tenemos y hacemos los ajustes. -Agustín miró a Castro.
–Yo me quedo aquí, te espero.
–Vamos, pase señor Castro para hacerle la primera prueba.
Mierda, ahora este se va a quedar con Castro...a este le digo si a todo y me planto en esta vaina.

–Quítese la ropa mientras yo busco el traje. -Castro se quedó en interiores, se miraba en el espejo los músculos. –Estoy muy flojo con el gimnasio, desde que estoy con el flaco he descuidado el gym.
–Estás perfecto así papi. -Ramiro apareció completamente desnudo.
–¿Qué haces?
–¿Tú qué crees? Quiero que me hagas tuyo, estamos solos, no va a venir nadie. 
–Como me vea Tin en estas me mata. -Ramiro se acercó y restregó sus nalgas contra el bulto de Castro que no quería ni tocarlo.
–Estoy dispuesto a aguantar el dolor de meterme semejante bicho.
–Si no te apartas te doy un coñazo y ahi si vas a sentir dolor.
–Si golpéame. -Ramiro se agachó, de una vez le bajó el interior y se metió el pene en la boca.
En el momento que Castro le da un empujón y un fuerte golpe a Ramiro entra Agustín. Ve a su novio con el interior a medio muslo.
–Flaco...yo...fue él yo no hice nada...yo te explico.

–Esta mierda de local me encargaré que se las cierren. Si no quieren que arme un escándalo en este momento me van a dar mi traje y el traje de mi novio y nos lo vamos a llevar gratis. Nos devuelven el dinero íntegro.
–No podemos hacer eso.
–Si pueden, abre la caja y me das los dólares que tienes ahí.
Ramiro se puso de pie.
–Ustedes no se van a llevar mi trabajo de gratis. -Se paró con dificultad con su mano apoyada donde recibió el golpe. Agustín se estaba poniendo rojo, miró al hombre y se le fue encima cayéndole a golpes. Castro, con el enorme cuerpo y la fuerza que tiene no podía sacar de encima a Agustín que le daba golpes sin cesar.
Logró alzarlo. 
–LES VOY A CERRAR ESTA MIERDA Y NO VAN A VOLVER A ABRIR. ABRE LA MALDITA CAJA Y ME DAS EL DINERO. -Le dieron el dinero. –Ahora me dan mi traje y el del señor.
–Ramiro ¿Dónde está el traje del señor?. -El hombre adolorido se colocó el interior y fue a buscar el traje y se lo entregó a Castro.
–No está terminado.
–Yo tampoco he terminado contigo.

Salieron de la tienda dándole un portazo a la puerta de vidrio, uno de los maniquíes cayó al suelo.
–Nunca te habia visto así flaco, no podía contigo, tenías una fuerza increíble.
–Les voy a joder la tienda. Voy a hablar con mi papá para que los cierren por cualquiera vaina.
–Mi flaco, cálmate.
–CASTRO ¿HASTA CUANDO ESTA VAINA CONTIGO? ¿ME TENGO QUE CALAR. ESTA VAINA EL RESTO DE LA VIDA? SIEMPRE TE ENCUENTRO MOSTRANDO EL GUEVO, A PUNTO DE HACER ALGO. TODOS QUIEREN CONTIGO. ¿ESTO VA A SER ASÍ SIEMPRE?. YA ME ESTOY CANSANDO DE ESTA VAINA. -Siguió caminando y Castro se quedó parado sosteniendo los trajes.
–Mierda, yo no hice nada flaco, como te lo  explico. -Vio a Agustín entrar a una cafetería. Fue corriendo al estacionamiento y dejó los trajes y subió. Miró alrededor, caminó por el pasillo y en una peluquería vió un florero con rosas rojas. Entró.
–Disculpen, me voy a robar una rosa, tengo que recuperar al amor de mi vida y no tengo tiempo. Gracias. -Salió con la rosa.

–Mi madre, que cosa era eso.
–Un toro. Que bueno está ese tipo. 

Castro entra al café, cierra la puerta y voltea el cartel y coloca CERRADO.
–Disculpe señor, usted...
–Disculpen ¿ustedes pueden salir del local y dejarme solo con mi novio? Yo pago lo que consumieron. Por favor, es urgente.
–Castro. -Castro voltea y con el dedo en sus labios le dice que guarde silencio. Los clientes salen y le pide al chico que cierre la puerta.

Castro se arrodilla frente a Agustín y le entrega la rosa roja.
–Mi flaco yo no te voy a explicar lo que ocurrió allá, no vale la pena, solo te voy a decir que yo no hice nada, te pido perdón por lo que no sucedió y no hice. A lo mejor estas cosas vuelven a pasar mañana o dentro de una mes o un año, pero eso no va a cambiar lo que yo siento por ti. Te amo y sigo con las mismas ganas de casarme contigo del principio. A Agustín le corría una lágrima que se limpió.
–Perdóname flaco, no quiero perderte y no quiero que estés bravo conmigo. -Se acercó a Agustín y le dio un beso levantándose ambos. Castro lo abrazó con fuerza y seguía besándolo. Comenzaron los aplausos de todo el personal y luego de los clientes afuera.

–Te amo mi amor, te amo mucho.
–¿Nos tomamos un café ahorita?
–Si, tú y yo solos aquí. 
–Si. -Seguían abrazados con las cabezas juntas chocando las frentes.
–¿Vas a cerrarles el local?
–Si, eso no cambia.
–Eres malo.
–Con lo mio, no se mete nadie.
–¿Yo soy tuyo?
–Y yo tuyo.
–Después de Oto me quiero casar contigo.

jueves, 29 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 195

 


–El señor Valderrama lo espera, adelante.

–Gracias.

–Guillermo, adelante. -Reddy le extiende la mano mirándolo fijamente a los ojos, apoya su otra mano sobra la mano de Guillermo.
–Buenas tardes Reddy, gracias por recibirme.
–Si eres el socio de Héctor y además amigo, eres mi amigo. Héctor es el mejor abogado que puedo tener, lo amo, aunque él no lo vea como yo.
–No entiendo.
–Olvídalo, me comentó que necesitas ayuda con una información.
–Si, voy al grano. Estas dos personas, quiero saber si salieron del país. 
–Esto es información privada.
–Hago lo que sea para tener esa información Reddy.
–Si es así, dame un chance
La ultima vez que salió del país la mujer fue hace tres años. A ver, ahora el hombre. Salió  y entró al país hace dos meses a Bangkok, Tailandia. Hace cinco días volvió de Bangkok.
–¿Tailandia? ¿Que hace en Tailandia? ¿Si ves más atrás las salidas siguen siendo a Bangkok?. -Reddy se quedó mirando la pantalla fijamente.
–Esto te va a salir caro camarada
–Yo pago lo que sea.
–Nueve salidas a Bangkok.
–Mierda.
–Es médico, hará trabajos allá.
–¿Podría ser trata de blancas?
–¿Que edad tiene la mujer?
–Mi novia tiene 29/30 años.
–Son novios.
–Si, ¿Tú estás casado?
–Pero no capado. Ja ja ja No creo que sea trata de blancas. Siempre son jovencitas o por lo menos de 20 años.
–Que peo...no sé que hacer.
–Te voy a seguir ayudando. Vamos a apoyarte.
–Coño, gracias Reddy.
–No agradezcas tanto. Es el momento de pagar. -Guillermo vino preparado con una buena paca de dinero.
–Ahórrate eso, no me interesa, desde aqui tengo miles de maneras que me entren muchos verdes.
–¿Entonces?
–¿Héctor no te dijo?
–¿De qué o qué?, no entiendo.

Ignacio abría los ojos, eran las siete de la mañana, se estiró. Escuchaba gritos que venían de arriba, era la primwra vez desde que estaba en ese apartamento que escuchaba a Agustín y a Castro gritar mientras tenían sexo.
–Marico, pero le están dando duro al pana. Coño, hasta golpes se escuchan. ¿Dónde está Eloy? 

Castro penetraba a Agustin que estaba arrodillado apoyado de la cabecera, los empujones del enorme hombre eran fuertes. Cada empujón era un golpe en la pared por la cabecera sumado a los gritos, era la alarma de varios vecinos en el edificio.

Ignacio fue a servirse café. –Y el guevón de Diego otra vez con Héctor y yo en este apartamento que no es mio. ¿Dónde coño se fue Eloy que hoy estaba libre? -Lo llamó y el celular lo tenía apagado. –No me voy a preocupar por ese guevón, voy al cuarto a escuchar a estos panas.
Entró a la habitación y se escuchaban los quejidos de Agustín y los gritos graves de Castro.

Castro lo cogió del cabello echándole la cabeza hacia atrás mientras Agustín no paraba de gritar. –Flaco, flaco estoy a punto. -Lo cogió de los hombros para darle más duro, retiró el pene. –Voltéate. -Agustín se dio la vuelta mientras Castro se masturbaba. –Ahi viene, ahí viene. -Agustin agachado con la boca abierta, Castro con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, se tensó y el primer chorro salpicó la cara de su novio. El aro hacía que el semen brincara en todas las direcciones. Un segundo chorro volvió a salpicarlo, un tercero cayó en su barbilla, tomó el grueso pene de su novio y le pasó la lengua al enorme aro para luego meterse en la boca todo el pene. Castro le pasó la mano por la cara y lamió sus dedos.
–No me habías acabado en la cara desde que te pusiste la cosa esta, lo que me cayó encima fue una lluvia de leche.
–Ja ja ja ja solté un chorrero. -Agustín se acostó boca arriba y comenzó a masturbarse, Castro le metía los dedos en el culo tocando su próstata. Agustín gemía y se retorcía, levantaba las piernas, hasta que llegó el momentó y acabó sobre su barriga. Castro sacó los dedos y se agachó. Pasó su lengua por la barriga del chico limpiando el semen.
–No sabes cuanto te amo mi flaco. -Le dio un beso en la boca compartiendo el semen de ambos.
–Yo también te amo. Vamos a ducharnos.

Luego de la ducha  Castro le habló a Agustín. –Flaco hoy tengo que pasar por el sastre para la prueba del traje. ¿Me vas a acompañar?
–¡Por supuesto! No te voy a dejar solo con la loca esa desesperada.

–Coño...yo quiero que un carajo así me agarre y me coja. Le voy a preguntar a Agustin si no tienen un amigo asi como Castro.

Eloy llegaba al centro psiquiátrico, mostró su placa de funcionario policial. –Vengo a ver a este paciente, Juan Pablo.
–Pase pero no esté mucho tiempo. -Eloy estaba con su uniforme de policia y armado. Lo llevaron donde estaba Juan Pablo.–¿Podemos ir al jardín?
–Si claro.

–Hola Juan ¿Cómo estás? -Abrazó a Juan Pablo y luego le pasó el brazo por los hombros y comenzó a caminar.
–¿Tú quién eres?
–Un amigo de Ignacio, ¿Te acuerdas de él? -Comenzaron a caminar por el jardín alejándose de la casa. Cuando estaban lejos, Eloy sacó el arma y se la puso debajo de la barbilla.
–Me voy a encargar que de aqui no salgas más nunca en tu vida y si sales te juro que te mato maldito enfermo, Ignacio es mio y no le vas a hacer más daño. Eloy le empujaba el cañón del arma en la piel, Juan Pablo se orinaba encima.
–¿Estas asustadito? Te measte encima, eso me gusta, que sientas miedo. Bueno Juan, que pases una linda mañana. -Eloy se guardó el arma y caminó hacia la salida.

–Si este vino hasta acá es que sigo siendo una amenaza, Nacho me sigue amando. Tranquilo mi amor, voy a escaparme para estar junto a ti.
–Hola muchacho, ¿cómo estas?.
–Buenos días señora. 
–Quiero tener sexo con alguien, ¿Te animas?
–No señora, yo tengo novio, me espera afuera.
–De aqui no vas a salir.
–Yo tengo un amigo aqui dentro que podría hacerlo con usted, es enfermero.
–Ah que bien, ¿Cómo se llama?
–Yorman, es moreno.
–Yorman, claro, él acomodó mi cuarto hoy. Se le ve un buen bulto pero me dio pena decirle algo.
–No le de pena, hable con él. Mucho gusto me llamo Juan Pablo.
–¿Eres albino Juan Pablo?
–Si, la gente me desprecia por eso, mi novio Agustín no, el me ama y voy a buscarlo.
–Yo soy Berta, estoy aqui porque intenté matar a mis hijos y dicen que tengo un problema con el sexo, yo era actriz porno. Me acosté con mucha gente y mi esposo me botó. 
–La gente no nos comprende señora.
–Nos encierran aquí para abandonarnos.
–Tranquila, tengo un plan para escaparnos. Si me ayuda lo haremos mejor.
–Que bien, yo necesito recuperar a mi marido. Voy a buscar a Yorman.
–Suerte, le voy a confesar algo.
–Dime.
–Yorman tiene un guevo grande y grueso. Es negro como la pulsera que usted tiene.
–A mi ya me cogió un negro, sé como son, me preñó. Lo extraño. Cuando salga lo busco para repetir. ¿Tú novio hace trios?
–No sé,  creo que si.
–Dile y que nos coja a los dos. -Juan Pablo le dio una cachetada a Berta. Ofendida, se puso la mano en la mejilla y vio a Juan Pablo. Le dio una cachetada ahora a él. El chico se abalanzó sobre ella y forcejearon.
–¡Mi novio no va a cogerte a ti vieja loca!
Llegaron dos enfermeros, uno de ellos era Yorman, los separaron
–Tranquilos, tranquilos. Ya, ¿Quieren que los inyectemos?
–No, no.
–Yorman llévame a mi cuarto, necesito hablar contigo. -Yorman la acompañó hasta la habitación.
–¿Qué pasó Berta?
–El albino me dijo que tu me cogerías, que tienes un guevo enorme y negro. Yo quiero tener sexo Yorman, quítame estas ganas locas, estoy muy caliente.
–Berta, Berta, voy a tener que inyectarte un calmante.

–El calmante lo tienes entre las piernas, inyéctame.



miércoles, 28 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 194

 


Guillermo va a la clínica donde trabaja el médico con el que Claudia se fue aquel día.


–Lo siento señor pero el doctor no me dio información de su viaje ni cuando se fue, me informó cuando ya se había ido.
–Pero tiene que saber dónde está su jefe.
–Lo siento.
–Si sabe algo o escucha algo sobre el viaje de su jefe por favor llámeme  o me escribe, tome mi número. Será muy bien recompensada.
–Señor...yo...no puedo decir nada. -Guillermo sacó 2 billetes de 100 dólares.
–Usted me llama o me escribe y triplico estos billetes. Buenos días.

Guillermo llegó al bufete y fue directo al despacho de Jaime.
–Buenos días Oto, hola Jaime.
–Guille, ¿Qué haces aquí? ¿Pasa algo?
–Pasa Claudia, Jaime. Oto, ¿Puedes dejarme a solas con Jaime? -Oto miró a Jaime.
–Puedes hablar con confianza Guillermo, Oto pertenece desde hace tiempo a este despacho.
–Prefiero hablar a solas contigo, espero no te ofendas Oto, pero quiero estar tranquilo hablando con Jaime.
–Tranquilo Guillermo, voy a dar una vuelta, regreso luego o me avisas por fa.

Guillermo esperó que Oto saliera. –Necesito que me pongas en contacto con el presidente del Aeropuerto.
–No puedo ayudarte con eso.
–Coño Jaime, coño, no me jodas,  Reddy Valderrama es cliente del bufete.
–Guillermo, claro que es cliente pero es exclusivo de Hector, él le lleva todo y si no te acuerdas, Reddy expresamente quiso que solo Hector manejara sus asuntos, tú estabas ahí.
–Ajá, entonces tengo que hablar con Hector.
–Si, Hector no se va a negar a ayudarte. ¿Que necesitas?
–Saber si Claudia salió del país, si el médico con el que se fue de mi edificio, que los vi por las cámaras, tambien salió del país.
–¿Tráfico de mujeres? ¿Trata de blancas? 
–No lo sé Jaime...
–Pero Claudia es mayor, a ver, en los estándares de esa gente que quiere niñas de 14, 16, 19 años y de vaina, Claudia es una vieja.
–Llegaré hasta el final. Me toca ir a casa de Hector ¿No?
–Te toca, llama antes.

Guillermo le escribio a Hector por WhatsApp a ver si podía acercarse a su casa despues del mediodía. Luego de 15 minutos le respondió que si. –Así me acompañas y nos tomamos unos whiskies y hablamos coño, que tenemos tiempo que no nos vemos.-

Diego llevaba un rato haciéndole sexo oral a Hector intentando que tuviera una erección. Se lo sacaba de la boca y se reía. –Esto no se levanta ni con grúa. Te voy a buscar una pastilla.
–No guevón, ven sigue mamando, esa vaina me a joder el corazón.
–Estas no, recuerda que...coño que mareo, estas son otraa.
–Eres una jeva bebiendo, te echa dos buches y te rascas, mírame a mi, me bebí una botella y estoy perfecto.
–Tómate esto. Perfecto no, la verga no se te para y no me has cogido.
–Maaaaarico, tú tienes 30 y yo 56.
–¿Cuál es el peo? Eres joven, deja bebedera.
–Vete de aquí, no te quiero ver, pero primero tráeme una botella, anda, sirve pa algo, como se me va a parar si no sabes mamar güevo.
–Imbécil

Cuando Diego fue a buscar la botella de whisky para Héctor sonó el timbre.
–Sonó el timbre, toma la botella.
–¿Quién coño será? Ponte la bata y abre por fa.
Diego ve por el ojo mágico.
–¿Quién?
–Héctor, soy yo, Guillermo. - A Diego le recorre un escalofrío y abre la puerta. Guillermo lo ve y abre los ojos.
–Tú eres Diego. -Diego lo agarra por el cuello de la camisa. 
–¿Qué le hiciste a Claudia, dónde está?
–Eso es lo que trato de averiguar...por eso estoy aquí.
–¿Está muerta? 
–Coño, no, espero que no, me sentiría culpable.
–¿Eres su novio? -Guillermo soltó un suspiro sin responder la pregunta.

–Se me paró el macheteeee carajitoooo, ven para coger...te...-Hector se detuvo a mitad de la sala mirando a Guillermo Diego se sonrió y se dio media vuelta.
–¿Quieren café?
–Si. -Contestaron ambos.
–Hector, disculpa que no te avisé antes pero como te dije que venía después del mediodía... -Hector intentaba taparse la erección sin éxito.
–Voy a vestirme, espérame un momento.
Diego traía dos tazas de café y le entregó una a Guillermo.
–Tú y Héctor son novios.
–No tengo ni idea de como llamar esto que tenemos, solo nos vemos para tener sexo y estar aquí encerrados bebiendo.
–Vaya... ¿Puedes decirle a Héctor que necesito hablar urgente con él sobre Claudia.
–Yo también quiero enterarme, ya lo busco.

Diego entró a la habitación. –Guillermo quiere hablar contigo sobre Claudia, mi ex, está desaparecida.
–¿Y que tengo que ver yo con eso? Tengo el guevo tieso y no se me baja, mámalo y móntate.
–Coño Hector este tipo está allá afuera esperándote.

Afuera Guillermo sentado tomando el café, escucha los gritos de Héctor.
–COOOÑO, ME HICISTE TOMAR ESA MIERDA DE PEPA, SE ME PARA EL GUEVO, NO SE BAJA Y NO PIENSAS HACER NADA. PONTE A MAMAR PARA COGERTE CARAJO.
–Que peo...me tengo que calar esta mierda para tener el contacto del aeropuerto.

Diego comenzó a mamarlo. El pene estaba realmente rígido, más de lo normal, le pasaba los labios húmedos por todo le pene y luego la lengua. Buscó el lubricante y un condón. Se puso en el culo mientras se metía un par de dedos. Le colocó el condón y se sentó sobre el pene.
Al ir bajando y con el pene erecto, entró rápido pero a Diego le dolió lanzando un grito. Guillermo volteó hacia la habitación, se puso de pie y caminó hacia la puerta.
Diego brincaba gimiendo, el pene de Hector tenía las venas hinchadas. Ahora era él que gritaba.
Guillermo los veía desde la puerta. –No puedo creer esta vaina. Este guevón sabe que estoy aqui y se pone a tirar con el marico este. -Guillermo veía como le entraba el pene a Diego mientras este brincaba.
–Mejor voy a la sala para no ver esta mierda. -Se sirvió café y se sentó.

Diego seguía brincando y soltando quejidos, Hector en medio de su borrachera, está entre dormido y despierto hasta que sintió que estaba a punto de venirse. Apretó las caderas de Diego para que se detuviera, el apretó las nalgas mientras eyaculaba en el condón. Diego comenzó a masturbarse acabando en el pecho de Héctor.
Diego se levantó y el condón estaba cargado de semen, desde hace años Hector no eyaculaba tan abundante. Tuvo que levantarse para no hacer un desastre con el condón y el semen.
–Apúrate que Guillermo sigue en la sala.
–Me ducho y salgo, prepárale un whisky, pregúntale como lo quiere y me sirves a mi.
–Parezco tu sirviente.
–Coño, sal y prepara los tragos.

–Ya Hector va a salir, se está duchando.
–Menos mal...llevo aquí un rato esperando mientras ustedes...-Se quedó callado.
A los 10 minutos salió Hector en bata con mejor semblante y con el pene ya flácido.

–Coño Hector, que postín para salir a recibirme. –Se abrazaron, el olor que tenía Hector en el cuerpo era de whisky. –Estoy urgido con un tema que tú me puedes, más bien, me vas ayudar.
–Coño ¿Que será? Yo ahora no estoy para ayudar a nadie, tengo alcohol en todo mi cuerpo, salud.
–Es sencillo, quiero que hables con tu amigo Reddy Valderrama para que me atienda y me haga un gran favor.
–¿El del aeropuerto? ¿Quieres un pasaje o que? Guevón tenemos un viaje de agencias en el bufete que te consiguen un pasaje a donde quieras.
–Coño Hector, no te voy a pedir que hables con este carajo para eso. Necesito saber si dos personas salieron del pais, quiero reunirme con él.

Hector le dijo a Diego que le buscara el celular, con cara de pocos amigos lo buscó.
–Reddy, camarada, ¿como está la vaina? Coño viejito sabes que no te molesto para mariqueras y esto que te voy a pedir no lo es. Uno de mis socios, este...-Hector quedó en blanco.
–¡Gullermo!
–Guillermo, Guillermo, necesita un favor tuyo con un tema de unas personas que salieron del pais, quiere reunirse contigo...¿Que te de los nombres y cédulas? -Gullermo le dijo que no. –Mira no...él quiere reunirse contigo para hablar en persona, ¿Lo puedes recibir ahora en tu oficina?...–Hector vio de arriba a abajo a Guillermo y este no entendía. –Coño no sé, si, pero cuando te reúnas con él, lo confirmas, a mi no me metas en ese peo. Trátalo bien, resuelve el problema, ya tú sabes como es todo...Vale, vale, un abrazo, yo le digo. Gracias camarada.

–¡Listo! Te espera en su oficina, así que puedes irte para allá. Toma su número para que lo llames cuando llegues y te mande a buscar.
–Gracias Héctor.
–Tranquilo hermano, somos socios y amigos ¿No? Tenemos que ayudarnos. Por cierto, este Reddy es miitar pero echa pa lante.
–No entiendo.
–Coño, está dispuesto a echar una tiradita para pagar el favor que te va a hacer. Claro, no es obligado.
–¿Tú crees que yo soy marico? Coño Hector, parece que no me conoces.
–No te has casado.
–Tú camarada está casado y con hijos. Tú estabas casado y con hijos. No me vengas con guevonadas.
–Bueno yo te digo lo que me transmitieron, luego tú ves si te lo coges o te coge.
–¿Pero eso es determinante para que me ayude con este peo? Si es así me voy por otro lado.
–Coño, te dije que no, tranquilo, deja la angustia, no te vas a volver marico porque te mame el guevo un hombre, pajúo. Ya me lo tiraré yo.
–Coño, gracias.
–Ah, guevón, aprovecha que Guillermo se va y que te de la cola, ya me tienes cansado.
–Fuera, fuera los dos, me voy a dormir, me llevo la botella. Chao.

–¿Tú estás claro que Hector tiene un grave problema con el alcohol? Podrías ayudarlo.
–¿Yo? A él le interesa de mi, es el sexo y que bebo con él, ah y ser su cachifo. ¿Por qué no se encargan de él ustedes que son sus amigos o se encargue su hijo?.
–¿Dónde te llevo? 
–En La Sabana.
–Ok.
–Si te decides a estar con un hombre, piensa en mi.

–Ustedes los maricos son bien putas carajo, se quieren acostar con todo el mundo.
–Tú te quisieras acostar con todo un mejerero. No vengas a dártelas de hombre monógamo.






martes, 27 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 193

 


Guillermo había hablado con el presidente del condominio para autorizar ver los videos de seguridad.

–¿Qué fecha necesitas?
–26 de abril. -El presidente del condominio revisaba el archivo siguiendo su dedo.
–Aaaquí está, toma. Si vas a necesitar el video por un tema de denuncia, se aparta y lo guardamos pero queda en nuestro poder.
–No hay problema, y claro que lo voy a usar.
–Ya va, ya va, que hay otro cd con la cámara de afuera de ese día, espera. -Se lo entregó.
–¿Puedo ver los videos a solas? -El hombre vio a Guillermo.
–Si claro, estaré afuera, cualquier duda, avísame.

Guillermo vio salir del edificio a Claudia un poco mareada y la recibe un hombre. –Este tipo...¿Quién es, quién es? -Retrocede el video y hace un acercamiento, lo ve en camara lenta y se pone de pie sorprendido. –¡El médico! Se fue con él, ¿Pero adónde?.

–Doctor él va a ser la persona que me cuide en mi convalescencia. Se llama Miguel.
–Mucho gusto.
–Igual ¿Y qué pasó con tu papá?
–Bueno, coincidió que mi marido virtual lo trasladaban a mi ciudad en estos días pero yo me vine a Colombia, entonces arregló las cosas para trabajar desde aquí en mi postoperatorio. Entonces como mi papá vino casi a regañadientes  y tiene mucho trabajo, prefirió irse y dejarme en las mejores manos de este hermoso hombre
–Que bueno, siempre es bueno estar con el ser que uno ama y te apoye en esta transición.
–Ninguna transición, vine a extirparme el colgajo. ¿Le parece bien que me acompañe mi marido en esta travesía?
–A ver Raúl tampoco marido, no no hemos casado? -Raúl se acercó a Miguel y lo besó en la boca.
–Cuando salga de todo esto nos casaremos mi amor.
–Bueno Raúl, a mi no me tiene que parecer bien o mal que tu prometido esté aquí contigo, eso es asunto de ustedes, lo que me corresponde a mi es que todo salga bien y tú estés bien.
–Yo estoy maravillosa, regia. 
–Vamos a chequearte, señor Miguel ¿puede esperar aquí?
–No hay problema.
–Mauricio ¿Puedes dejarnos unos segundos a solas? Quiero decirle algo a mi marido.
–Seguro, te espero en el cuarto. Dinora, te voy a pedir por esta vez que me deje solo con el paciente.
–Doctor, usted sabe como son las normas.
–Lo sé, pero necesito hablar con el paciente algo privado, por favor, luego te aviso y hacemos el chequeo.

–¿Y ese beso y lo de marido? ¿A qué estamos jugando chaval?
–No me quiso follar el doctor y ahora me ignora, quiero que se joda, que le de arrechera que tengo un macho conmigo.
–Eres un poco puta.
–Así me conociste y así quieres que sea mi amor. Nos vemos ahora.
–Hola Dinora ¿Entramos?
–No cariño, el doctor quiere hablar contigo primero, luego entro, pasa.
–Vaya...ok.

–Quítate la ropa.
–¿Me vas a coger?
–Voy a hacerte un chequeo Raúl. 
–No estoy en edad, pero revisa mi próstata.
–Siéntate aquí.
–¿Desde cuándo tienes novio? Porque no tenías a nadie hasta hace unos días.
–Novio virtual, pero ya pasamos de lo digital a lo presencial y no sabes como es ese españolete en la cama, un toro.
–Me imaginé que eras medio loquito pero ya veo que eres...
–¿Bien puta? Si, hasta mi marido me lo dice, me lo dijo hace unos minutos.
–No sé cómo me pude involucrar contigo.
–Te gusto pero como eres un estúpido y ya no quieres nada conmigo pues te jo...-Mauricio le plantó un beso y comenzó a desbrocharse el pantalón.
–¿Qué es lo que tú quieres culicagao?
–Uy le entró la berraquera, AAAAAH -Mauricio lo penetró. -Eso es lo que quería. -Lo tomó del cabello y, montado en la camilla comenzó a empujar con fuerza, aunque seguía con los pantalones en las pantorrilas y los zapatos puestos. Le apretó la cabeza mientras empujaba con fuerza. Le tapó la boca a Raúl, apoyó su cabeza en el pecho del chico mientras eyaculaba dentro de Raúl.
–Diooooos, que cogida, corta pero intensa. ¿Ves, tanto costaba cogerme? Ya lo hiciste, y estuvo ma ra vi llo so. Ahora súbete el pantalón y péinate, la enfermera tiene que entrar.

Mauricio se acomodó y abrió la puerta pero visiblemente se veía que estaba agitado, Dinora vio a Raúl con una sonrisa. Lo chequearon y Mauricio dio el ok para la operación.

Cuando salieron del cuarto volvieron a sentarse. Raúl le acariciaba la pierna a Mauricio con su pierna debajo de la mesa.
–Doctor, quería comentarle algo. Quiero hormonarme.
–¿Perdón? A ver Raúl, vamos a aclarar las cosas porque no te estoy entendiendo. Me dijiste que esta operación no es una transición, que para mi sí lo es, y ahora me pides que te hormone.
–Mi Doc hormonas masculinas, quiero que me salga vello por el cuerpo, más.
–No es así de fácil eso. Te puede cambiar la voz, más grave.
–Haz lo que tengas que hacer, cuando me vaya quiero ser otra persona. Mi trabajo me lo agradecerá, ganaré más dinero.
–¿Qué trabajo es ese? -Preguntó extrañado Miguel que a su vez Mauricio veía a Miguel sin entender que no supiera del trabajo del chico.
–Hasta que me fui estaba grabando películas y videos pornos.
Mauricio, intentando que no se viera lo impactado que estaba, se le movió la vena de la sien.
–Joder, un tío con coño y peludo. Que morbo.
–¿Esta operación la estás haciendo para hacer películas porno? ¿Raúl tú sabes la irresponsabilidad que vas a cometer?
–Mauricio, te dije desde el inicio que quería quitarme el pene porque no me sirve, no lo uso, solo para mear, no se para. Ahora, aprovechando que  trabajo en esa productora pues me viene como anillo al dedo. ¿Tengo que pagarte más dinero a ver si se te distrae un poco la moral,  o tu ética médica se relaja?
–Raúl no juegues con mi inteligencia y respeta mi profesión. -Inclinándose lo más que podía en el escritorio para estar cerca de Mauricio, le habla en voz baja.
–Acabas de cogerte en consulta a una paciente ¿Me vas a hablar de respeto?.
–Miguel se levantó y pidió permiso para retirarse. –Te espero afuera.

–Esta bien, Raúl. Voy a operarte. Lo hago, espero que todo salga bien y cuando se acabe tu reposo y tengamos tu última revisión, no quiero verte más hasta dentro de un año y te voy a pedir que no me nombres ni publiques nada promocionando la operación.
–¿Pero por qué te pones así? ¿Tú sabes la cantidad de gente que me sigue y quiere operarse y no sabe con quién?
–Todavía no sabes como quedarás.
–No seas bobo Mauricio, sabes que eres bueno en lo que haces.
–Haz lo que quieras Raúl, no quiero saber de ti hasta el dia de la operación.

–Yo solo te voy a decir algo, estoy feliz que lo hice contigo horas antes de mi transformación, no podré hacerlo contigo, ni con nadie obvio, por mucho tiempo.








lunes, 26 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 192


 Oto tocaba la puerta del despacho de Guillermo. 

–Buenos días Guillermo. ¿Tienes noticias de Claudia?
–Pasa Oto...no...y ya estoy preocupado. 
–Supongo que ya averiguaste en hospitales y clínicas.
–Y hasta en el aeropuerto a ver si salió del país o de la ciudad y nada. Bueno, el pasaporte lo tiene vencido. 
–¿En serio no le hiciste nada a Claudia? perdona que te lo pregunte...pero... -Guillermo se pone de pie.
–Le pegué Oto...sí, me puse bruto y le pegué cuando supe que estaba embarazada y no de mi...con todo lo que habíamos armado
–Coño...Guillermo...¿Fue algo grave como para que pudiera pasarle algo?
–No, no...no creo, además no hay registros de ingreso a clinica o a hospitales.
–Para mi fue precipitado lo de ustedes y Claudia está obsesionada con lo de ser madre.
–Tu sabías de los bochinches con otros tipos ¿verdad?
Oto se pasó la mano por la boca. –Bueno...si, de hecho no hemos compenetrado mucho en el poco tiempo y si, nos contamos todo.
–Bien...bien...estoy en boca de todos.
–A ver Guillermo, lo que me cuenta Claudia ni siquiera se lo cuento a Jaime. Lo que hablo con Jaime de Claudia es estrictamente laboral, del despacho.
–¿Has hablado con su exposo, alguna amiga con la que pudo irse cuando se fue del apartamento?
–No...de sus cosas pasadas no sé nada. No se que hizo...cuando...-Guillermo se quedó callado pensando. –En la planta baja del edificio hay cámaras dentro y fuera...es cuestión de revisar...claro...claro.
–Pero ya han pasado días, eso se borra.
–No...se graba en un disco duro por seis meses...-Guillermo sintió un calor por todo el cuerpo y luego comenzó a sudar frío.

–¿Diego, te sientes bien? Estás caliente
–Estoy sudando frío Hector...tengo una sensación extraña...no sé como decirte, ¿Un presentimiento? -Diego se levantó de la cama, se pasó la mano por la frente y boca para quitarse el sudor.
–¿Quién es Guillermo?
–¿Guillermo?
–Me vino a la mente ese nombre en este momento y Claudia mi esposa.
–Guillermo es uno de mis socios en el bufete...es el único que conozco.
Diego se desmayó

–¡Heeeey  Guillermo, Guillermo! Siéntate. -Oto lo ayudó a sentarse luego que sufrió un mareo.
–Carajo que mareo. ¿Quién es Diego? -Oto se impresionó.
–El exesposo de Claudia se llama Diego. ¿Qué pasa?
–Tengo que llamarlo...me puede ayudar...algo le pasa a Claudia.
–¿Quieres agua?
–Necesito ir a ver los vídeos del apartamento.

Guillermo tomó un vaso con agua, anotó el número de Diego y se fue del bufete.
Oto se fue a la oficina de Jaime.
–Hola amor ¿Dónde estabas? Fuiste al baño y desapareciste.
–Estaba hablando con Guillermo sobre Claudia.
–¿Apareció? -Jaime se le acercó a Oto y le dio un beso en la boca metiéndole la lengua y su mano apretando una de sus nalgas.
–No, pero pasó algo extraño estando con Guillermo en la oficina.
–¿Ah si? ¿Qué pasó? -Volvió a besar a Oto mientras le metía la mano por el pantalón.
–Ya vaaa Jaime, comenzó a sudar frío y se mareó luego me dijo...-Jaime le besabe el cuello y le pasaba la lengua y volvió a besarlo.
–¿Me estás parando bola?
–No...no me interesa ese cuento, quiero que me lo mames. -Jaime dejó caer su pantalón. –Agáchate y mámalo.
–Estamos en el bufete Jaime, me has dicho que aqui...
–Coño, mámalo y cállate. -Oto se sonrió y se agachó, le hizo gracia la orden que le dio Jaime. Bajó el interior solo la parte donde estaba el pene, lo sacó sobre la liga y se lo metió en la boca. Apenas Jaime sintió lo tibio y húmedo de la boca, se vino.
–Cooooñoooo, que vaina no joda, pero es que no aguanté nada.
Oto tragó y se limpió los labios con el dorso de su mano. Jaime se dio la vuelta acomodándose el pantalón.
–Amor, no pasa nada, estabas excitado, eso suele ocurrir.
–Me suele ocurrir las 10 últimas veces que hemos hecho el amor Oto.
–¿Las llevas contadas?
–Déjame solo por favor.
–Trabajo aquí. -Jaime se volteó a verlo con cara de que saliera del despacho.
–Ok, ok, me voy pero esto tenemos que hablarlo.

Oto llegó a planta baja algo molesto. No tanto por lo que le ocurre a Jaime, sino por no querer afrontar el problema.
–Después de la boda me siento con él a hablar seriamente de eso, no puede ser que le moleste el tema pero no lo quiera hablar, coño.

–¿Y esa cara arrugada?
–Coño, que susto, Nacho, ¿Cómo estás? -Oto abrazó a Ignacio y este cerró los ojos y sonrió, sentir el abrazo de Oto lo reconfortó.
–Bien, estaba haciendo unas diligencias por aqui, ni me acordaba que estabas en esta torre.
–Ay Nacho por favor. Acompáñame a tomarme un café.

Llegaron a la cafetería pidieron los cafés y se sentaron.
–¿Qué tal el local, como va las ventas?
–Bueno, van bien y coño me aprobaron el alquiler del local de al lado, asi que ya me monté en la ampliación.
–¡Que bueno vale! Ahora es que se pone la vosa buena!
–Ay Oto...si...pero entre el pago del préstamo y el pago que le tenemos que hacer a Agustín estoy ahorcado.
–¿Ya te dieron el crédito?
–Si, un pana me ayudó.
–Coño...acabas de poner una cara de que el pana no es tan pana...maaaarico.
–Desde que tu y y yo terminamos no he pegado una. Estoy saliendo con un caeajo que conocí el día del incendio. Es policía.
–Nadie como yo.
–No me digas esa vaina Oto. Yo sigo...el caso es que tiro con los panas y enloquecen. El albino incendió el apartamento y este otro loco armado.
–Tienes el guevo piche marico.
–Te sigo amando.
–Nacho...no empecemos.
–¿Y tú qué? El bufete, el marido, ¡marico, te vas a casar! ¿Que te pasaba que tenías una cara en la torre?
–El bufete excelente. Jaime bien vale, estamos corriendo con lo de la boda...
–Aja ¿Y la cara es por eso? Por que no es de estrés ni de alegria la que vi.
–Jaime está tenendo problemas de eyaculación precoz.
–Vamos a mi casa para que te de una buena cogida.
–Nacho ¿Tu vas a seguir con esos comentarios inmaduros? ¿Nunca podremos ser amigos, compartir algo más que la cama? Tu me amas o solo quieres cogerme?
–Ambas cosas Oto. Discúlpame...¿Jaime tiene algun problema físico, la edad o está estresado con la boda, la adopción? -Oto se sonrió y le pasó la mano por el hombro y el brazo.
–No lo sé, no quiere hablar de eso. Se molesta, cambia de tema y me deja ahí en la cama.
–Insatisfecho. -Oto vio a Ignacio con cara de pocos amigos.
–No, Nacho, de hecho eso no me preocupa, me molesta que se cierra y no trata de arreglar el problema y más alla de mi satisfacción en la cama, la de él. Parece que no le interesa. Y lo amo, lo amo mucho y no piemso dejarlo por eso, no voy a buscar sexo en la calle para suplir lo que no tengo en casa.
–Eso me lo hiciste a mi.
–Es distinto, yo dejé de amarte.
–Puede pasarte con Jaime.
–No va a pasar y no ha pasado, amo a Jaime. 
–¿De verdad no quieres hacer el amor conmigo? Aunque sea una última vez. Si quieres no nos vemos más nunca.
–Ay Nacho...no y no es que no me des morbo y me provoque hacerlo pero no Nacho, no va a pasar.
–Entonces si quieres tirar conmigo.
–Coño Nacho que básico eres. Me agradó verte y hablar contigo pero cuando te pones necio te aplicas.
–No pagues, yo invito. Guarda eso coño. Habla con Jaime...antes que la vaina empeore, se van a casar, las cosas van a ser distintas, van a tener una hija.
–Lo haré créeme que lo haré. ¿Vas a ir a la boda?
–Tu si tienes bolas de invitarme. Pero si, voy a ir solo para comer como un cerdo y rascarme.
–Que idiota eres, espero que no armes un show.
–Eso díaelo a tu ex que se enteró de la boda y seguro se aparece.
–¿Y cómo sabes que se enteró? 
Ignacio recordó que fue él que le dijo. –Me encontré con él y su novio en una discoteca y me comentó la vaina.
–¿Novio?
–Otro día te cuento eso.

Oto abrazó a Ignacio prometiéndose verse de nuevo.
–No pierdo la esperanza de tenerte en mi cama.
–Deja de pensar tanto con la cabeza de allá abajo y enfócate en tu negocio y deja esas relaciomes tóxicas.
–Tu fuiste tóxico también. -Oto le dió un golpe en el pecho.
–Aaaau es joda coño. ¿Puedo darte un beso?
–Claro bobo. -Oto pensó que era en la mejilla pero Ignacio se londio en la boca abrazándolo. Oto no se separó y también lo abrazó.

–Nacho, Nacho, no juegues con fuego.
–Nos vamos a quemar y te encanta.
–Deja la vaina.






domingo, 25 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 191

 


Tocaron la puerta con tres golpes. Raúl en interiores abrió la puerta.

–Pase doctor.
–¿Y tú recibes a la gente en ropa interior?
–Solo a los que me van a follar. -Raúl arrodillado en la cama besa a Mauricio que estaba de pie junto al colchón.
–¿Tu papá no va a venir?
–Tranquilo, relájate, con esos nervios no se te va a parar.
–Estoy nervioso pero la tengo dura. -Raul le puso la mano en la entrepierna y apretó. 
–Mmmm rico. No es el extintor de Antonio pero está bien. -Pensaba. Raúl se arrodilló frente al médico y, mirándolo a los ojos, le desabrochó el cinturón y lo jaló sacandolo de las trabillas.
–No hagas eso...
–Shhh, tranquilo Doc, relájate. - Le bajó la cremallera y dejó caer el pantalón. Un pene erecto y lubricado oculto tras un interior blanco que también se lo bajó pero lentamente. Tomó el pene y con la ayuda del prepucio recoge el líquido con sus dedos y ae los lleva a la boca. Ambos se miraban a los ojos mientras Raúl se pasaba los dedos por los labios. Echó para atrás el prepucio dejando al descibierto un glande de un rosado oscuro. –Uuuf. -Se lo metió a la boca, Mauricio abrió la boca y echó para atrás la cabeza cerrando los ojos. Raúl se introduce todo el pene en la boca y le apretó las nalgas.

Se escucha la puerta cerrarse y Mauricio se echa para atrás, se agacha y se sube el pantalón.
–¿Qué pasa aquí?
–Douglas, que tal...yo 
–Ay papá, llegaste 30 minutos antes.
–Doctor, le voy a pedir que se retire, se acomode y se retire.
Mientras se colocaba el cinturón, Mauricio le habló en voz baja a Raúl. –Realiza los exámenes y me pasas los resultados y esto de hoy no se va a repetir.
–Claro que no, no se puede repetir lo que no ha ocurrido. Yo quiero que me folles y lo voy a lograr.
–Douglas...disculpa lo malo y los espero en unos días en la consulta.
–Bien...

Mauricio salió y Douglas le dio un manotón en la cabeza.
–¿Qué carajo tienes en la cabeza?
–¿En este momento? Una imagen donde estoy yo viéndo en el espejo la vagina de mis sueños papá, eso es lo que tengo en mi cabeza.
–¿Y POR QUE NOBTE ENFOCAS ENNESO EN VEZ DE ESTAR TIRÁNDOTE A TU MEDICO?
–Estoy nerviosa, tengo estrés, estoy cagada papi y tener sexo me calma. -Raúl se puso a llorar y abrazó a su padre.
–Ya...tranquilo, no pasa nada, tienes que descansar para mañana hacerte los exámenes.

Tres días después...

Ya con los exámenes hechos faltando solo uno, se preparaban para salir cuando reciben una llamada en la habitación.
–Buenas tardes, aqui en recepción se encuentra el señor Miguel Segovia preguntando por el señor Raúl.-
–¡Ay ay ay ya bajo! Gracias.- Papi llegó Miguel.
–Ah que bien.
Llegaron al lobby y Raúl se le abalanzó a Miguel colgándose del cuello y dándole un beso. –Joder cuanta efusividad. -Raúl se bajó.
–Te presento a mi papi, me está acompañando en esta transición.
–Mucho gusto, Douglas.
–Miguel, el gusto es mio.
–¿Te quedas en este hotel?
–No, la empresa me ubicó en otro.
–Pensé que te quedarías con nosotros.
–No quiero incomodaros.  Yo ahora estoy libre hasta la tarde, si quieren podemos hacer algo, tengo coche.
–Vamos al laboratorio a hacerme un último examen antes de la operación. 
–¿No les importa que vaya con ustedes?
–Vayan ustedes dos que se entienden mejor, toma mi tarjeta para que pagues.
–No por favor, yo pago este examen, quiero hacerlo.
–Bien, yo daré una vuelta, nos vemos luego.
–Vale, lo buacamos despues para comer juntos.

–Ay que emoción que estés aqui conmigo. 
–Estás muy guapo.
–Gracias papi, ¿luego del examen me follas en tu hotel?
–Pues claro, a eso vine y ya que me quedo aquí quiero acompañarte en tu recuperación.
–¿En serio? Pero mi papá está aquí.
–Lo ayudo, yo estudié enfermería cuando era joven y trabajé con los bomberos.
–Mi macho es todo un rescatista.

Salieron del laboratorio y se fueron a tomar una cerveza y luego al hotel.
–Pero estás en un hotelazo, donde estoy yo es un  hueco horroroso comparado con este.
–No hables así, tu papá está haciendo un esfuerzo para estar aquí.
–Tiene plata pero es tacaño.
–¿Tú sabes cuanta pasta hay que gastar para estar aqui luego de tu operación?
–La operacion me la pago yo mi amor, mi papi paga la estadía y comidas. ¿Viniste a follarme o darme clases de economia familiar?
–Eres tonto chaval. -Miguel comenzó a desnudar al chico, este lo veía mordiéndose el labio inferior.
–Quiero tu polla dentro de mi.
–Chúpala para que la pongas bien dura. -Raúl, arrodillado ponía sus manos en las nañgas velludas de Miguel mientras metía todo el pene en su boca. Levantaba la mirada y le veía los pectorales también velludos y sonreía. Se levantó y se montó en la cama. Se acostó boca arriba y levantó las piernas de manera vertical, Miguel se acercó.
–Papi pónganse condón que no quiero sorpresas. -Miguel lo buscó y se lo colocó llenándolo de lubricante. Lo apoyó en enrte las nalgas del chico restregándolo.
–Papi pronto aquí voy a tener un coño enorme para que te lo comas y folles.
–Me harás muy feliz. 
–Méteme esa verga de una vez. -Miguel empujó y provocó el grito de Raúl. El pene entró hasta la mitada, Raúl apretaba los brazos de Miguel aguantando elmdolor del primer empujón. Sacó el pene y volvió a meterlo esta vez por completo. Comenzó a mover las caderas, el chico seguía apretando los brazos del hombre. 
Miguel le llevó las piernas hacia el pecho del chico haciendo que las caderas se levantaran, se puso sobre Raúl y alcanzó su rostro para besarlo.
–Quiero ser tu mujer papi y tu mi macho.
–¿Quieres que nos casemos?  -Miguel empujó penetrando completo al chico. Volvió a gritar.
–Ponte de lado. -Raul se movió junto con Miguel evitando que el pen se saliera.
–No me quiero casar papi, solo quiero ser tu mujer aaaaau, aaaah, duele.
–Aguanta tronco, que mi polla no es tan grande.
–Pero es gruesa aaah, aaaah. 
–Mastúrbate.
–Aaaaah, aaah chico tu no ves que no se me para esa cosa.
–Jálate, quiero ver como acabas mientras te follo. -Miguel comenzó a moverse  más rspido mientras Raúl se masturbaba el pene flácido. Se daba con fuerza mientras el hombre seguía moviéndose. 

Mientras Raúl se se daba duro y rápido  en el enorme pene flácido, Miguel habia volteado nuevamente al chico esta vez arrodillado en la cama. El chico sudaba, Miguel también, se aferró a las caderas de Raúl que estaba a punto de correrse apretando el culo algo que excitaba a Miguel.

De repente Raul se pone tenso, su cuerpo queda completamente inmóvil, sus ojos se quedan en blanco, Miguel siente una fuerte presión en el pene. Raúl eyacula chorros de semen que caen en la cama y se deploma. Miguel se tambalea al salirse el pene del culo y comienza a masturbarse con los ojos cerrados. Acaba sobre las nalgas del chico que sigue inmóvil.

–Raúl, Raúl. -Lo sacude y le da la vuelta. En su pecho y barriga tiene un enorme pegoste de semen. –Pero este tío acabó litros de semen, ¿que es esto? ¡Raúl, Raúl. -El chico despierta un poco atontado y mareado.
–Aaay que pesadez, que debilidad....¿asco, que es esto?
–Joder soltaste chorros de semen ¿Desde cuando no te masturbas?.
–Aaaah...nunca...a veces acabo dormida...aaaay...pero tengo tiempo que no me pasa....aaaay me siento débil.
–¿Quieres agua con azúcar?
–Si...
Luego de cinco minutos Raúl se levantó de la cama con ayuda de Miguel y lo llevó al baño para ducharlo.
–Nunca había acabado así en mi vida y eso que no lo vi salir, pero viendo el desastre que hice. Ay pero estoy debilucha como si me hubieras caído a golpes.
–Te prometo que no te toqué ni un pelo. Bueno, las caderas y estuve dentro de ti pero no te golpeé.

Luego de descansar por una hora, buscaron a Douglas, el papá de Raúl para comer juntos.
–Papá no sabes lo que me pasó hace un rato. -Miguel le dio una patada. –Aaauuuu, tranquilo mi papá es tolerante. Papi por primera vez en muchiiiiiiisimos años me masturbé. No sabes la cantidad de leche que salió de esta esbelta cuerpa, o sea, yo quedé noqueada, se me fue la fuerza por ahí abajo.
Douglas se limitó a cerrar los ojos y dejó caer el tenedor, no comió más.
–Raúl, Miguel, he decidido en este momento que mis días en Colombia fueron suficientes, yo no puedo con esto la verdad, me sobrepasa. Yo te dejo la tarjeta y el hotel pagado pero yo me voy.
–A ver Douglas, se que esto debe ser duro, owro es tu hijo.
–Yo lo apoyo Miguel, te juro que lo apoyo, mira que lo apoyo en todas las locuras que hace, pwro no puedo estar aqui, ustedes se manejan mejor, yo no se hacerlo, tengo mucho trabajo y no soy buena compañía.
-Douglas yo me encargo de tu hijo por el resto de las semanas que quedan y te lo llevo a casa sano, salvo y recuperado. Te lo prometo.

Douglas se levantó y ambos hicieron lo mismo. Abrazó a su hijo y le dio un beso.–Haz las cosas bien carajito y sobretodo haz lo que reslmente te haga feliz ¿Ok? Nos vemos en casa pronto. Gracias Miguel. Quiero que anotes los gastos a partir de hoy y me los pases para pagarte a tu regreso.
–No hay problema. Vaya tranquilo.

–Raúl se sentó y comenzó a llorar.
–Tranquilo.
–Nadie de mi familia me comprende y me apoya, solo él. Por fa Miguel, mientras esté convaleciente y cuando me operen, llámalo y le informas todo, todo ¿Ok?

–Seguro, cuenta con eso.