Huevos revueltos. Capítulo 190

 

Ignacio llegaba al apartamento luego de un excelente día por la noticia del nuevo local y por el crédito que le consiguió Eloy para poder acomodar el  nuevo local y pagar el depósito.

–Epa mijo ¿apareciste? Coño es tu apartamento y te pierdes dos días marico, pasa algo ¿y qué hago?

–Es de mi ex chamo.

–Peor.. ¿Dónde estabas?

–En casa de Hector, me vine porque me botó.

–De bolas marico, tiene novio.

–José David no ha ido, tiene un problema familiar.

–Hector te tenía para cogerte.

–El viejo esta alcoholizado chamo, bebe como un animal, es un bestia, esta mañana se puso a beber antes del desayuno.

–Ese viejo va a terminar mal, tengo que hablar con Agustín. Por cierto Eloy viene en un rato, va a dormir aquí ¿Puede?

–Si...bueno...¿Se va a quedar a dormir?

–Si, obvio.

–Tirar.

–Coño Diego, si, puedo traerlo o no, dime.

–Tranquilo no hay peo, que venga, lo conocemos y es tu novio.

–No es mi novio Diego.

–Coño...eso no es lo que uno ve o se imagina Eloy...

–Pues que piense lo que quiera.

–Ya que no son  novios, ¿Te puedo echar una mamada? -Ignacio lo ve a los ojos y se rie.

–Marico ¿De verdad?

–Anda, y una tiraíta rápida.

–Me voy a duchar, cuando salga, pero el debe estar por llegar.

–Bueno cuando suene el timbre me sacas el guevo y listo.

–Yo le di una copia de la llave de abajo y de la puerta de aqui.

–Coño Nacho...me formaste el megapeo y con razón por lo que pasó en el apartamento de Agustín y vienes tú a darle unas llaves a este carajo que es policia, tiene una arma y es medio loco. ¿En serio?

Ignacio se dio la vuelta y fue a buscar una cerveza en la nevera. –Diego hoy estoy feliz porque me aprobaron el alquiler del local de al lado del mio y voy a ampliar el negocio, Eloy me consiguió el crédito en el banco con tan solo ir a la sede principal.

–Ah con razón toda esta vaina y las llaves...lo quieres tener contento al policia ese.

–Tienes razón...no debí darle las llaves, fue por un tema de comodidad, hoy se las pido.

–No, mañana cambiamos la cerrardura.

–Que exagerado Diego.

–Si, ve a ducharte que quiero mamarte el guevo.

Ignacio acostado en la cama recién bañado esperaba a Diego que se montó en la cama para hacerle sexo oral. Sin quitarse la ropa comenzó a mamarle el pene e Ignacio. Le tocaba los testículos mientras se introducía por completo el pene en la boca. Pasaba sus labios por el glande y luego la lengua. La pasaba por el glande mientras veía a Ignacio.

–Como te gusta, que putica eres.

–¿Quieres cogerme?

–No, ya debe estar llegando Eloy.

–Un ratico, métemelo unos minuticos. Lo metes todo y lo sacas. -Se metió de nuevo el pene en la boca.

–Un ratico marico, me tienes excitado con esa mamada.

Mientras seguía mamando, Diego se iba quitando la ropa. Se acomodó para sentarse sobre Ignacio y comenzar a introducirse el pene.  –Un ratico y lo sacas.

–Si. -El pene iba entrando lentamente en el culo, Diego cerraba los ojos y se mojaba los labios. Ignacio lo veía mientras sentia lo apretado y caliente del culo.

En el marco de la puerta estaba Eloy viendo a Diego como se metía el pene. Cargó el arma, Ignacio escuchó y Eloy se acercó. –Bájate de ahí pedazo e puta. -Apuntaba a Diego que de un brinco salió de la cama. 

–Sal de aqui, sal, sal.

–Eloy, baja el arma, de ja la vaina.

–Sal del cuarto. -Diego salió y Eloy detrás de él. Ignacio se quedó paralizado en la cama.

–¡Coño ahora tengo que estar con cuatro ojos para que nadie se le acerque a mi novio! -Eloy seguía apuntándolo. –¿Te gusta Nacho, puta? Te vas de aqui maricón.–Eloy...Eloy, baja el arma, no me puedo ir de aquí porque es mi apartamento y además Nacho no es tu novio.

–Eloy deja la mariquera y baja el arma. Que empeño el tuyo con la pistolita.

–¿Por que dices eso?

–¿Qué?

–¿Que no somos novios?

–Coño Eloy porque no lo somos, hemos salido un par de veces y tirado, ya, pero nada concreto.

–Este pana va a enloquecer y nos va a matar a los dos, que suelte el arma. -Pensaba Diego,

 mientras bajaba los brazos y se relajaba.

Eloy dejó el arma en la mesita de la sala y vio a Ignacio. Lo abrazó.

–¿Coño entonces que tengo que hacer para que lo seamos? Mientras espero tu estás tirandote a toda la ciudad. -Ignacio vio a Diego y este le hizo un gesto con su dedo moviéndolo en la sien, Ignacio se encojió de hombros.

–Vamos al cuarto y hablamos...eeeeh deja el arma ahi, no la necesitamos.

–Tú no te vuelvas a acercar a Nacho, a partir de hoy va a tener novio.

Entraron en la habitación. –No puede ser que me toquen de novios los locos de la ciudad. Eloy, tienes que calmarte, no puede ser que tú reacción para cualquier cosa sea sacar el arma. Mira lo que pasó en casa de Hector.

–Discúlpame Nacho, quiero hacer el amor contigo.

–¿Estás claro que en un rato tú te vas de aqui a cogerte a una caraja?

–Nacho, sabes porque lo voy a hacer, te conseguí el credito y hay que pagar el favor. No es lo mismo con el bisexual este. Que te lo tiraste por gusto. Cuando esté con ella regreso papi. Quiero dormir contigo.

Ignacio lo vio a los ojos y luego lo besó, el policía comenzó a quitarse la ropa.

–Quiero cogerte. Te lo quiero meter papi, todo, metertelo todo, quiero ser tu macho.

–Ya cálmate, deja el desespero. -Sonó el celular de Eloy, era un mensaje. Entró otro y otro y otro más.

–Revisas esa mierda ahora y te vas.

–Papi puede ser de la comisaría.

–Solo revisa quien es sin leer. -Mientras Eloy buscaba el celular, Ignacio se lo mamaba.

–Un pana de la comisaria hablándome de un malandro que va preso, luego leo...uuuf papi, mamas rico. Pélame ese culo que voy a empotrarte. -Ignacio se acostó boca arriba y levantó las piermas.mientras Eloy se ponía el condón.

–Tenemos que hacernos el examen. -Eloy se acomodó el condon, se puso lubricante y en el culo de Ignacio también. Apoyó el pene entre las nalgas y se agachó quedando sus rostros juntos.

–Si quieres que nos hagamos el examen es que quieres ser mi novio para seguir cogiéndote. -Lo besó y comenzó a penetrarlo. Ignacio cerró los ojos mientras sentía como entraba el pene, Eloy apretaba los dientes y miraba a Ignacio a los ojos.

–Abre los ojos, ábrelos. -Ignacio los abrió, Eloy se detuvo. –Si yo me entero que te coges a Diego otra vez los mato a los dos y luego me pego un pepazo. -Empujó y empezó a moverse con más fuerza y rapidez, Ignacio echó hacia atras las piernas y las sostuvo por las rodillas. Eloy gritaba mientras sus caderas no paraban de moverse. Diego, detrás de la puerta, escuchaba los gritos y se masturbaba.

Eloy seguía moviéndose, Ignacio gemía, levantó su cadera para que entrara más el pene pero eso provocó que Eloy estuviera a punto de acabar. Retiró el pene y se arrancó el condón. Derramó el semen sobre el pene de Ignacio. 

Diego acababa sobre la palma de su mano intentando no gritar.

El policía se tumbó sobre Ignacio.

–Yo no puedo ser novio de este carajo. Es otro chiflado. -Eloy se echó a un la lado y besó a Ignacio.

–Estuvo buenísimo. Ahora si voy a revisar el mensaje papi y me ducho para irme a casa de esta mujer.

Diego toca la puerta y entra. –No pude evitar escucharlos y me hice la paja mientras tiraban. -Diego se acercó a Eloy y le dio un beso en la boca.

–Mierda...lo que faltaba, estos dos enloquecidos que quieren conmigo...Diooooos, a mi fue quien le montaron los cachos ¿por qué me mandas el castigo a miii? 

–Sal de aquí vale, deja la besadera, porque ahora si Nacho y yo somos novios.

–Bueno, pero ambos me pueden coger. Asi como me cogieron Hector y José David. Los dos a la vez.

–Que puta eres vale, menos mal que tirar era pecado y te azotaste...que disfraz eres Diego.

–¡Coño de la madre! Papi el maldito albino ese lo van a enviar a un psiquiatrico. Lo determinó un juez.

–¿Qué? Me quema el apartamento y va pa un psiquiatra. Le voy a prender fuego yo a ver pa donde me van a mandar.

–Papi dejame eso a mi, yo me encargo del psicópata ese. Ahora voy a la diligencia esa pero en esta semana me monto en eso.

–¿Y que vas a hacer tu pedazo de loco? 

–Tú cállate, y no se te ocurra tirarte a mi novio. Porque vas a terminar como el albino.