sábado, 17 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 183

 


José David entra a la habitación y ve a Ignacio sosteniendo con fuerza a Eloy.

–¡Coño le disparaste, lo mataste!
–Se me escapó el tiro ¿Qué coño hacía en la cama, ah, que hacía? -Llegaba Diego algo adolorido por la espalda. José David se agacha a revisar a Hector.
–No está herido, está bien, está bien, bueno, algo tiene pero no es herida de bala. -Lo cargó y lo puso en la cama.
–Maldita sea, maldita sea.
–¡Maldita sea te digo a ti! ¿A quién se le ocurre dormir con la pistola en el pecho y despertarse como si estuvieras en un tiroteo entre bandas? Estás demente.
–¿Y a qué vino el viejo este? ¿A cogerte?
–¿Y si vino a cogerme cuál es el peo, acaso soy marido tuyo? -Eloy le lanzó un golpe a Ignacio y comenzaron a forcejear, el arma no la soltaba y se metió Diego a separarlos. Eloy lo apuntó. 
–Aléjate o a ti si te doy el pepazo. -Ignacio se abalanzo sobre Eloy pero esta vez José David intervino y los separó quitándole el arma.
–¡YA COÑO! HECTOR NO REACCIONA ¿SE PUEDEN CALMAR?
–Devuélveme el arma.
–No, hasta que no te calmes.
–Es mi arma de reglamento.
–No estás de servicio.
–Dámela o te puedes meter en problemas. -José David cargó el arma y ahora lo apuntó a él.
–O te calmas o el pepazo se lo meto a uno de ustedes tres, Hector está inconsciente.
–¡Está despertando José, José! -José David bloqueó el arma y se la lanzó a Eloy, la atajó, se puso el interior y salió de la habitación. Diego lo acompañó.

–Disculpa que te haya apuntado con el arma.
–Tranquilo, me cagaste, pensé que dispararías. Pudiste haber matado a Hector.
–¡Tuvo la santas bolas de cogerse a Ignacio al lado mio!
–A mi me cogieron dos tipos marico,  ¿Cuál es el problema? Si...hay un problema. -Se levantó del sofá. –No debió pasar.
–¿Por qué? En mi caso es distinto, yo estoy saliendo con Ignacio.
–Yo no puedo ir por la vida de promiscuo, estuve casado, pero tengo que centrarme.
–Coño yo quiero algo serio con este pana, yo me le acerco de lo más de pinga para salir y viene y se tira al viejo este, que ademas es el ex de su ex ¿Que vaina es esa vale? Más respeto.
–La gente ahora quiere tener sexo asi, tirar por tirar, sa han perdido los valores y yo me siento mal, anoche no debí.
–Anda a buscarme una cerveza y deja de hablar pendejadas. -Diego buscó dos cervezas y le dio una a Eloy, este se bajó el interior.
–Ponte a mamar a ver si se me quita la arrechera.
–Lo siento Eloy, yo no estoy para eso ahora. -Eloy le quitó el seguro al arma y lo apuntó. 
–Agáchate y mama, coño.

–¿Cómo estás? -Hector parpadeaba para poder enfocar y ver a Ignacio que le hablaba.
–¿Qué haces tu aquí, qué coño haces en mi casa?
–Agustín vio a José David y este no le dio importancia, con un gesto le dijo que no le hiciera caso.
–Hector, anoche estábamos todos en la discoteca y nos invitaste a tu casa, afuera están Eloy y Diego.
–No sé quienes son esos. Coño me duele la cabeza.
–Seguro te golpeaste cuando te desmayaste. Eloy disparó su arma, afortunadamente no te alcanzó la bala. -José David vio a Ignacio desaprobando el comentrio pero sin decir nada.
–No entiendo nada...y no me has dicho que haces en mi casa Ignacio.
–Coño Hector, nos conseguimos en la discoteca y terminamos en tu casa y estás en este cuarto porque viniste a cogerme pero no ocurrió. Listo.
–Debo haber estado bien borracho para querer cogerme al ex de mi ex.
–Pues si, estabas bien borracho y el guevo no se te paró.
–¡Imbécil!
–Ya...Hector, Ignacio, vamos a acomodarnos.
–¿Tú que haces desnudo?
–Todos estamos desnudos Hector, a ver. El tipo que vino con Ignacio es policia y tiene un arma, al verte a ti tirando con Ignacio pues se alteró y disparó, con la buena suerte que no te dio, te desmayaste, se te bajó la tensión, no sabemos.
–Voy a vestirme. -José David se colocó en interior y conectó su celular.

–¿Quieres que te busque agua y una pastilla?
–La pinga, con la arrechera que me tienes eres capaz de matarme.
–Deja la mariquera Hector. Ya vengo. -Hector se sentó en la cama.
–¿Es verdad que Oto se casa?
–Coño...de eso si te acuerdas... Tu eres arrecho.
–Busca en mi cuarto mi celular, José debe saber donde está.

José David se lavaba la cara y escuchaba su celular sonar como le entraban mensajes. Entró una llamada. Buscó el celular, era su hijo.
–Cooooñooooo hasta que por fin no joda, ¿Dónde carajo estás metido?
–En casa de un amigo hijo, estoy resolviendo unas vainas.-
–Pues aqui tienes otras cosas que resolver, tus hijos, el taller y tu esposa que está detenida por intento de suicidio y asesinato.-
–¿Quééé?-
–Ven a casa y te pongo al día, vente ya, esta casa se me viene abajo.-

Ignacio pasó por la sala para ir a la cocina y vio a Diego haciéndole sexo oral a Eloy.
–Vaya...casi me matas por tirar con Hector y ahora este te está mamando el guevo.
–Ni Eloy ni Diego se detuvieron cuando Ignacio les habló. Siguió a la cocina.

Ignacio fue a la habitación de Hector a buscar el celular y se encontró con José David vistiéndose.
–¿Te vas?
–Si, por estar de fiesta y borracho desde hace no sé cuantos días en mi casa han pasado peos.
–¿Y estás muy apurado?
–¿No acabas de oir lo que dije?
–Un rapidito y te vas. -Ignacio lo besó. José David se apartó.
–En otro momento te hubiera cogido, pero no puedo chamo, tengo mil peos encima.
–¿Dónde está el celular de Hector?
–Ahí, mira.
–¿Me das tu número?
–¿Tú no estás saliendo con el policia este?
 Búscalo en el celular de Hector, me tengo que ir.
Ignacio cogió el celular y se fue a la otra habitación. José David fue a la sala y vio a los chicos, se detuvo. Diego se tragaba todo el pene de Eloy hasta que este lo tomó del cabello y le empujó la cabeza mientras eyaculaba dentro de la boca de Diego.

–Chicos, me voy. -Eloy empujó a Diego y se puso de pie.
–Quiero disculparme por mi comportamiento.
–No me tienes que pedir disculpas a mi. En todo caso a Ignacio. Me voy.
Diego, se puso de pie. –¿Me puedo ir contigo?
–Chamo estas desnudo, yo me tengo que ir.
–Me visto en el ascensor, ya va.

–Tómate la pastilla y te bebes todo el agua. Aqui está tu celular. Ignacio se sentó en la cama al lado de Hector.
–Mis dos amores me dejaron y desde ese momento mi vida ha sido una mierda.
–Si hubieses hecho las cosas bien otra historia se estuviera contando.
–Extraño a mi hijo...no lo veo desde hace meses.
–¿Vas a ir a la boda de Oto? Irá tu hijo.
–Yo no voy a esa mierda. ¿Para qué? ¿A desearles lo mejor del mundo? Que se jodan.
–Madurez Hector, superar todo eso.
–Pura mierda.
–Yo voy a ir.
–Porque eres un guevón, quieres ver como el amor de tu vida se lo coge otro, te encanta sufrir, te encanta una telenovela en tu vida.
Hector se puso a llorar y sonó su celular.
–Mira esta vaina, es Tin.

–Hola mi amor-
–Papá, ¿Cómo estás? Tienpo sin saber de ti?
–Mal hijo...-Comenzó a llorar. –No salgo de una borrachera, un bar, fiestas, sexo, estoy hecho una mierda-
–Papá..por favor, voy a visitarte.
–Ok, me vas a ver jodido, escoñetado pero vente y me explicas por qué no me dijiste que Oto se casaba con el traidor de Jaime.
–Papá...por favor, salgo para allá en la tarde.
–Me acompaña Nacho, ¿Te acuerdas de él? El novio de Oto.
–¿Y que hace ahí?
–Nos conseguimos en una discoteca con unos amigos y nos vinimos al apartamento.
–Ay papá...no puedo creer esto. Nos vemos más tarde.
Hector colgó y le dio un beso en la boca a Ignacio. –¿Tiramos?
–¿En serio? Hector...
–Cógeme tu porque no se me va a parar, el alcohol que tengo en mi cuerpo no es normal
Eloy escuchaba desde la puerta.
–Permiso, voy a vestirme y me voy creo que no tengo más nada que hacer aquí.
–Eloy, espera.
–Tranquilo, quédate con el viejo este. -Se puso el jean, la franela y salió.
–Deja que se vaya. -Volvieron a besarse, Ignacio tuvo una erección, algo que a Hector no le había ocurrido. Comienzan a escuchar como caen cosas al piso, vidrio pero no le prestan atención hasta que se oye un estruendo y luego otro más grande.

Ignacio corre hacia la sala. –Mierda. -Eloy rompió copas, vasos y platos. Tumbó el televisor de 50 pulagadas y un mueble con objetos adentro. Hector también llegó a la sala.
–Pero este tipo es un demente policía y armado ¡QUE BOLAS ESTA VAINA VALE! ¿Dónde sacaste a esta joya? Coño que dolor de cabezaaaa.
Ignacio miraba todo, la rabia se le subía a la cabeza poniendo su rostro rojo comenzó a llorar.
–Yp deberia ponerme a beber como tú y olvidarme de toda esta mierda.
–Ya déjalo así, ya me encargaré de que ese bolsa lo boten y lo jodan.
–Coño primero es el desquiciado albino que incendia el apartamento de Agustín y ahora este tarado vuelve mierda la sala.

–¿Qué? ¿Quién coño quemó el apartamento?











1 comentario: