jueves, 15 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 181

 


Castro con los ojos cerrados apretaba los tobillos de Agustín mientras contraía su abdomen y descargaba su semen dentro del chico. –AAAAAH, carajo...aaah. -Castro retiró el pene lentamente, salió el glande y del aro colgaba una gota de semen. Agustín soltó una flatulencia apenas salió el enorme pene y luego corría un hilo de semen que salía de su culo. Castro besó a Agustín y le metía los dedos en el culo.

–¿Quieres probar mi leche saliendo de tu culito?
–Sabes que si amor. -Castro le metió ambos dedos en la boca, bañados en semen. Entraron a la ducha.

–Flaco ya contraté a la nueva niñera, igual nos va ayudar con la casa. Viene a las siete de la mañana y se va a las seis de la tarde, de lunes a viernes. Los fines de semana si tiene disponibilidad, viene.
–¿Y es otra miss explotada de buena, para que le muestres esta verga? Le sacudió el pene por el aro.
–Aaaauuu, coño...no flaco. -Le pasaba el jabón por el pecho y barriga. –Es una señora de sesenta años.
–¿Y tú vas a poner a esa señora a trabajar 11 horas diarias? 
–Ella puso su tarifa y se la dupliqué. Y aceptó encantada. Es viuda y sus hijos están fuera del país, solo tiene una hermana y sobrino en la ciudad. Asi que el trabajo la distrae.
–Viuda...mosca y es una de esas viejas que le gustan los hombres más jóvenes y quiere que te la cojas cuando te vea esto.
–Yo le aclaré que somos una pareja gay, flaco, deja los celos.
–¿Y que te dijo?
–Que no tiene problema, "eso es asunto de ustedes" dijo.
–Mmmmm ok, pásame el champú. Hay que vigilarla.
–Mañana viene así que puedes interrogarla.
–No me fio de nadie, esa mujer llega a verte el guevo y se enamora.
–Ya flaco deja la paranoia, ven acá para secarte el cabello. ¿Cómo va tu nueva etapa en el supermercado?
–Coño amor, buenisimo, ay pasame la toalla por la espalda que me pica, ¿Te acuerdas que te dije que habrán días que me quede en casa? Bueno me van a instalar una computadora aquí, para monitorear todo a distancia y van a poner internet de alta velocidad así que podemos cancelar el contrato con la empresa que tienes.
–¿Entonces no vas a trabajar en la oficina?
–Si claro, tengo que ir, pero las veces que quiera puedo trabajar desde casa chequeando ambas sedes y viene una tercera.
–¡Que buena noticia flaco! Flaco te estoy tocando las bolas y siento unas durezas ¿Tú te las has sentido? Toca aquí, aquí, aja, suavecito flaco.
–Ay...no había sentido eso.
–¿Tú no te jurungas el güevo y las bolas?
–Si...no...bueno, me toco pero no me voy al detalle. ¡Coño amor no me cagues vale!
–No es para asustarte flaco pero hay que estar pendiente. ¿Qué crees? Desde que me puse el piercing me reviso, veo si no hay cambios, algo raro, me toco las bolas.
–Pero son como unas bolas duras.
–¿Te duelen?
–No, ay esta sí...si me aprieto, au, un poco.
–Vamos a hacer cita con el urólogo que nos revise a ambos.
–¡Coño ya me amargaste el día!
–Verga flaco, estoy pendiente de ti y me dices esas vainas ¿Qué prefieres, que no te diga nada y sea algo grave?
–Entonces es grave. Puede ser cáncer.
–Flaco, ya, deja la angustia, vístete y ve al trabajo.

Agustín se fue a vestir y luego se puso a revisar su correo.
–Aaay amor se me había olvidado decirte, ven, la invitación a la boda de Jaime y Oto.
–Pero eso es ya. Tengo que hacerme un traje, ya no tengo.
–Yo lo voy a alquilar, no uso muchos trajes de esos.
–Si flaco pero yo con esta humanidad necesito mandarlos a hacer.
–Ok, dejame cuadrar en la tienda para ir esta tarde.
–Te llevo, quiero llevarte y te busco.
–¿Y tú no vas a ir a la obra?
–El nuevo proyecto comienza la semana que viene, la torre ya fue entregada y creo que después que se casen Oto y Jaime es la entrega de la iglesia totalmente restaurada.
–Quiero ir a esa apertura.
–Iremos flaco, te voy a llevar y ahí nos casaremos.
–Por la iglesia no podemos casarnos.
–Déjame eso a mi.

Llegaron al supermercado.
–Gracias amor, hoy búscame a las cuatro para ir a lo de los trajes.
–Seguro flaco. Aparte de llamar al alquiler de trajes, llama y haz cita en el urólogo.
–Yo no conozco a ningún urólogo, llama tú.
–Ok, mira, otra cosa, tienes tiempo que no llamas a tu papá ni a tu mamá. Tienes esa tarea.
–Tienes razón y mi papá anda perdido.
–Eso dirá él de ti. Dale vaya a trabajar. ¿Te vas a bajar sin darme un beso?
Agustín se acercó a Castro y este lo tomó por la nuca y le dio un beso metiéndole la lengua.
–Feliz día flaco, te amo.
–Te amo Castro.
Castro aceleró y a medida que avanzaba un nudo en la garganta lo invadía, un par de lágrimas corrían por sus mejillas. Frenó. Golpeó el volante y se limpió las lágrimas. –Mi flaco no tiene nada, está sano, mi flaco está sano.
Llamó a su papá.
–Te extraño papá, te amo.
–¿Por qué lloras cabezón?
–Nada pendejadas mías.
–Nos vamos a ver pronto. Vamos a la boda de Oto y Jaime.
–¿Qué, en serio?
–Si pero no le digas a Agustín, es una sorpresa.
–Ok...creo que Tín va a llamar a su mamá hoy o en estos días.

Agustín llamó a su madre y estuvo hablando con ella un buen rato. Le contó lo que había sentido en sus testículos y lo que le dijo Castro.
–Mi amor, ya vas a ver que no es nada, tranquilo, no te adelantes, no pienses lo peor, aprovecha y te haces todos los exámenes y que Castro se lo haga también.
–Si, eso haré, pero me asusté, cuando me toqué y sentí esas durezas...
–Ya mi amor, tranquilo, voy a rezar para que todo salga nien y solo sea un susto, un
quiste tonto.
–Mamá ahí hay algo, yo lo toqué, un quiste no es algo tonto.
–Amor preocúpate luego de ver al médico si es que tienes algo, ahora ocúpate de hacer las cosas bien. No te hagas bolas de estopa en la cabeza porque es peor. ¿Ok? Me llamas cuando regreses del médico.
–Me haces falta mami...
–Mi amor, pronto nos vemos. Pero allá tienes un hombre gigante como su corazón que te ama. Besos.
–Besos mami.

–¿Entonces podemos ir ambos? Yo alquilaré uno, mi pareja  va a hacerse el traje a medida.
–Ah señor pero es que aquí no elaboramos vestidos para damas.-
–Mi pareja es hombre.-
–Ah...ok, ok...bien.-
–¿Hay algún problema con eso?-
–No...no, para nada señor, yo...yo también soy gay.-
–Ok, bueno, a las cuatro y treinta estamos allá.-

–Diooos, cuando este vea a Castro van a empezar los problemas, lo sé.

5 comentarios:

  1. Paranoico y toxico el Agustín... Vive pendiente de cuidarle el guebo a Castro. No confía en el tipo.

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    1. Pero Castro vive pelándole el güevo al primero que de le cruce

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    2. Está orgulloso de su megaguebo

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    3. A demás, Daniel, tu eres el culpable de todo porque tú eres quien escribe la historia. Jajajaja

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  2. Jajajajajjajaja. El.Tin tragon no quiere compartir el mega guevo

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