miércoles, 7 de julio de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 173

 


No habían aparecido aún los rayos del Sol y Agustín, bajo las sábanas, tomaba el pene de Castro y jugaba con su lengua con el aro que colgaba del glande.  El pene crecía entre su mano, Castro quitó la sábana destapando a Agustín.

–Buenos días flaco ¿y este madrugonazo tan delicioso? -Agustín mordía varias veces el aro haciendo ruido y sonreía.
–Amanecí con ganas.
–¿Ah si? Pero esta sería la cuarta vez que te cojo.
–¿Me lo vas a meter? -Agustín se introdujo el pene en la boca, se sentó y, haciendo un esfuerzo, trataba de meterlo todo en su boca.
–Voltéate para mamarte el culo. -Agustín se montó sobre Castro poniendo su culo en la cara de su novio. Seguía mamando el enorme pene mientras Castro le abría las nalgas, pasaba su lengua para luego morderle las nalgas y el culo, mojaba sus dedos de saliva e introducía dos mientras seguía lamiendo, Agustín gemía con el pene en su boca, le apretaba los testículos y jugaba con el enorme aro. Castro se sentó, Agustín volvía a colocarse frente a Castro. –Siéntate en mi verga para qie te entre toda. -Agustín se levantó un poco colocando el pene en su culo y pujando para comenzara entrar. –Duele.
–Tres cogidas flaco, vas por la cuarta, tiene que doler, aguanta mi amor.
Cuando ya tenía el pene completamente adentro, Agustín comenzó a moverse brincando sobre Castro. Los gritos comenzaron.
El grueso pene de Castro entraba y salía a gran velocidad, humedecido, las nalgas de Agustín se agitaban mientras Castro lo sujetaba de las caderas.

La chica que cuida a la hija de Castro regresaba de dejar a la niña, al pasar hacia el cuarto de la niña, escucha los gritos y se queda pegada a la puerta.
–Ponte en cuatro que quiero darte. -Agustín se coloca y con la cabeza en el colchón, abre sus nalgas para recibir de nuevo el enorme miembro. Restriega el aro en el culo abierto e inflamado de Agustín para luego penetrarlo. Tumba al muchacho en la cama y se voltean quedando Agustín sobre Castro que lo abraza y se levantan de la cama. 
Caminando con Agustin penetrado, llegan a la puerta y lo empuja hacia ella. Del susto la chica da un brinco y se echa hacia atrás pero los gritos los escucha más fuertes. Se retira.
–Me tienes mal amor.
–Yo te veo muy bien sudado pero bien. -Empuja y luego retira el pene, Agustín suelta un gas algo sonoro.
–Perdón.
–Mámalo y estás perdonado. -Agustinnse voltea y se agacha metiéndose el pene en la boca. Castro se pellizca los pezones, al sentir el semen comienza a masturbarse mientras se traga la descarga de su novio.

Agustín se levanta y Castro lo abraza besándolo. –Cada vez que hago el amor contigo me gusta más.
–A mi me tienes destruído pero me encanta. ¿Sabes que desde que estoy contigo ya no cago igual?
–Que comentario tan romántico, ¿Debo tomarlo como un halago?
–No bueno, es un comentario al aire, pero es cierto. -Otro beso sobre la cama y Castro le dice para ir a desayunar.
–¡Eeeeeey, vístete! Amor afuera está la niñera.
–Ay coño ¿y que hora es? -Agustín se estiró y cogió su celular.
–siete y treinta.
–Llevamos rato follando. -Castro se puso en interior e iba a salir.
–Amoooor ponte un boxer y una franela.
–Coño estoy en mi casa.
–Si pero no vas a salir con ese interior que se te marca tu poco discreto guevo y te vea la.mujercita esa que te tiene ganas.

Ambos salieron de la habitación.
–Hoy me quedo contigo en casa y asi estamos echados toooodo el día.
–¿No vas a ir a la iglesia?
–Hoy no...pásame la sal flaco, por fa. La semana de arriba me acompañas para la primera visita guiada a periodistas a la iglesia.
Ya falta poco para entregarla. 
–¿Y cuando la declaran patrimonio?
–Faltan unos trámites pero creo que pronto. -El celular de Agustín comenzó a sonar.
–¿Quien será? –Aló...hola buenos días señor Goncalves- –Mi exjefe. -Le susurra a Castro.

–Si...bueno....no, no claro...entiendo...no, imagínese que orgullo...claro...entiendo...no, no, no le quito razón pero....ya...si...por supuesto...señor Goncalves muchas gracias por el apoyo...no, no, le aseguro que todo será como antes...gracias, gracias, nos vemos en un rato.
–¿Qué pasó flaco?
–Mi jefe...que quiere que regrese...más bien los empleados exigieron que regresara, se fueron a huelga...coño pero nadie me esctbió ni me dijo nada que iban a hacer esto.
–A lo mejor querían darte una sorpresa, pero si ocurrió eso flaco es que esa gente te ama.
–Estoy emocionado por eso, hasta estoy con nervios...me dijo que fuera hoy para hablar de mi nuevo contrato.
–¿Te comentaron algo de lo que pasó en la oficina? -La voz de Castro se hizo menos audible, la vergüenza de haber sido el culpable, lo ponía mal.
–Que a pesar de lo sucedido con la huelga y me regreso, lo que pasó en la oficina no se admitirá de ninguna manera, ni a mi no a nadie. Creo que los nervios que tengo es por eso. Ellos no sabían que era por eso que me fui, lo dijeron los empleados....ahora caigo...mierda...los mato...
–Vaya y hable con su jefe flaco. Te llevo y luego te busco.
–Me ducho, me visto y nos vamos, ¿Te bañas conmigo?
–No flaco, de regreso lo hago, quiero que en el camino vayas mamándome el guevo oliendo a sexo.
–Yo no te mamonel guevo en un carro más nunca en mi vida.
–Es broma.

Castro lo llevó al supermercado y se regresó al apartamento. La chica estaba en la cocina y comenzaba a ordenar todo para montar el almuerzo.
–¿Puedes montar café? Voy a ducharme.
–Si claro, se lo llevo a la habitación.
Castro entró a la ducha, abrió la llave del agua caliente esperando que se le quitara el frío. Comenzó a mojarse y pasrse el jabón por las axilas y el pene. Le daba la espalda a la puerta de la ducha.
–Señor Castro su café. -Castro voltea la cabeza y ve a la mujer desnuda con la taza de café, por el empañamiento del vidrio la veía borrosa, abrió la puerta cerrando la llave
–¿Que haces? -La chica dejó la taza en el mesón del lavamanos. –Creo que está claro. -Entró a la ducha. Castro se había tapado el pene con sus manos y ellas se las quitó. Gritó.
–¿Qué es eso? ¡Dios! -La chica sale de la ducha y corre hacia la puerta.
–¿Pero esta tipa que le.pasa? ¿Se volvió loca? -Castro termina de ducharse y sale del baño colocándose una bata. La chica estaba en la cocina cocinando.
–¿Que gue lo que pasó en el baño?
–Usted sabe que pasó...estoy apenadísima...sé...que no debí.

–No, para nada debiste hacer lo que hiciste.
–¿Eso que tiene usted es real? Me asusté al ver...perdón...yo.
–Te voy a agradecer que te vayas de la casa ahora mismo, recoge tis cosas, me das la llave y no regresas más.
–Noooo, por favor, perdóneme pero no me bote.
–Te vas de aquí...no quiero que trabajes en mi casa, ni por dias ni mucho menos quedándote a dormir. Suficiente con lo que pasó hoy.

La chica recogió sus cosas y coincidió con la llamada de Agustín paraa que lo buscara.
–¿Cómo te fue?
–Amor, excelente, me doblaron el sueldo, más responsabilidades, celular de empresa y un mercado mensual gratis con cualquier mercancia del local.
–Pero que bien.
–Coño pero no sabes, entro al supermercado, habian clientes y empiezo a escuchar aplausos que se van incrementando a medida que pasan los segundos, hasta los clientes aplaudían.
–¡Que bueno mi flaco! Excelente noticia, eso es lo que te convenía, regresar.
–Si vale. ¿Buscamos a la niña o la mujercita está en la casa?
–Ay mi flaco, eso es un tema. Nos quedamos sin niñera.
–¿Qué, qué pasóóó?
–Bueno que esta caraja le pido un café mientras me fui a bañar y la muy perra se presenta en el baño desnuda con la taza de café, va y se mete en la ducha.

–¡TE LA COGISTE!






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