lunes, 31 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 136


 -Papi, eso fue hace tiempo. Antes de conocerte y lo tenía guardado.

-Carajito respétame las canas ¿si? ¿Viniste a este mismo hotel hace tiempo? Porque esa habitación es exacta a esta pero otra.
-Papi.
-Cuando estabas en la piscina con él ya habían tirado.
-Papi, déjame explicarte. Tengo que alimentar mi OnlyFans, además tiramos con él.
-Exacto tiramos juntos con él, si yo no me meto en tu página de mierda no me entero.
-Papi.
-No te me acerques, me voy a caminar a pensar, a pensar en que momento se me ocurrió la brillante idea de hacer este viaje tan caro con un imberbe como tú. -Salió de la habitación.

-Ya me jodí y ahora que regresemos se me acabó la buena vida y me tengo que regresar a casa de mis padres y trabajar en la tienducha esa. No, yo me tengo que empoderar, me busco otro Daddy que me mantenga. -Le escribió a Miguel.
-Hola papi, ¿estás en tu habitación?- A los 10 minutos le contestó.
-Hola chaval, no, llego en un rato. Tengo que hacer maletas.-
-Avísame cuando llegues, quiero que me folles.-
-Vale, ¿vienes con tu esposo?
-No, nos peleamos.-

Mientras Héctor caminaba recordaba los años de matrimonio con Jimena, el día que conoció a Oto y luego ya de adulto cuando estudiaba Derecho y luego comenzaron su relación a escondidas. No pudo evitar llorar al ver lo que había perdido. Entró en la aplicación de la línea aérea y bloqueó el boleto de Raúl y, pagando una penalidad cambió su vuelo de regreso para dentro de 48 horas. Suspendía su viaje para regresar a su país.

Mientras Miguel lo penetraba en la posición Misionero, se agachaba para darle un beso en la boca. Su cadera se movía sin parar provocando los gemidos del chico. Lo volvió a besar y quedándose cerca de su rostro le habló. -¿Que le hiciste al viejo para que se pelearán?
-Me descubrió el vídeo donde tú y yo follábamos.
-Que jilipollas eres. -Volteó al chico con un movimiento y lo volvió a penetrar con fuerza. Raúl gritaba y Miguel le tapaba la boca.

Héctor regresó a la habitación dispuesto a hablar con Raúl pero no lo encontró, en cambio vio su celular en la cama y lo revisó
<Ya estoy en el hotel, si quieres vente de una vez>
<Voy, dime el número de nuevo> -Hector lanzó el celular al piso rebotando en la alfombra. Bajó a recepción y pidió otra habitación para una noche. La otra canceló para una noche adicional. Regresó a la habitación y recogió sus cosas y se fue a la nueva habitación.

Raúl tenía las nalgas rojas de las nalgadas que le daba Miguel con cada sacudida. Volvió a voltear al chico y está vez lo alzó penetrándolo cargado y el de pie. El hombre lo levantaba y lo dejaba caer y el chico gemía cerrando los ojos hasta que Miguel acabó dentro de él. Lo abrazó con fuerza mientras terminaba de eyacular. Lo lanzó a la cama. Ya te puedes ir zorrita para que te reconcilies con tu esposo.
-Cuando me folle saldrá tu leche de mi culo.
-¡Qué puta eres!
-Muy puta.

Raúl regresó a la habitación y se dio cuenta que algo pasaba. Vio un papel en la cama de Héctor.
<Tienes una noche adicional en esta habitación, te toca resolver tu boleto de regreso pues lo cancelé. Dile al español que te lo compre, ya debe haberte follado varias veces así que cóbrale.>
-Coño de la madre el viejo me dejó varada en Italia ¿Y ahora qué coño hago?
Raúl se puso a pensar. Llamó a su padre armando un drama.
-¿Dinero? Que te mandé dinero. Tú estás de puta en Europa, montándole cachos al viejo, te da una patada por el culo y papá tiene que resolver. Bien merecido lo tienes. -Le decía Douglas a su hijo Raúl.
-Papá por fa, no tengo plata y tengo que resolver mi regreso, mándame 300 euros.
-¿Pero tu te crees que yo cago dinero?
-¡Tú tienes plata y soy tu hijo! ¿Me vas a dejar pasando roncha en Italia?
-Aprende a ser responsable, ya eres mayor de edad, la vida no es solo pelar el culo para que te coja Raúl. -Douglas colgó la llamada.
-Mierda, me va a dejar morir. No joda mientras sea joven y bella abriré las piernas cuántas veces seas necesario. Voy a ir donde el gallego.

Fue a la habitación, cerró los ojos, respiró y al poco tiempo comenzó a llorar, tocó la puerta y al abrir ya el chico estaba llorando. -¿Puedo pasar?
-¿Que ha ocurrido? -Raúl se abrazó a Miguel y se desató en llanto.
-Hector me dejóóó, se fue del hotel y me dejó sin boleto de regreso. No sé qué hacer.
-Ya, ya, calma joder, pero no sé porque te pones así y Héctor ha exagerado, ahora se llevan las relaciones abiertas, si me los follé a los dos y estaban tan contentos. -Raúl no paraba de llorar y limpiarse las lágrimas.
-Ya joder chaval. Déjame hacer una llamada a ver si puedo solucionar lo de tu viaje.
-Si quieres me follas de nuevo, te mamo la polla pero sácame de este país.
-Vaaale, vale. Puedo conseguir un boleto gratis o al menos que me cueste muy económico, deja que llame, ve al baño a limpiarte.
Raúl entró al baño apretando el puño y haciendo el gesto que lo logró, le llegó un mensaje.
-Te envié 300 euros espero que los sepas administrar. Avísame si necesitas pasaje. Retira el efectivo en Money Exchage cerca de tu hotel.
-Gracias papá...te quiero, te aviso, estoy tratando de conseguir.-

Salió del baño y Miguel ya había colgado la llamada.
-Te conseguí pasaje para pasado mañana.
-Yo me tengo que ir de la habitación mañana.
-Te quedas conmigo. Pero hay un pequeño detalle. La persona que me consiguió el pasaje, es un cliente del banco y quiere sexo. Le hable de ti y quiere follarte, ambos lo haremos.
-No hay problema, si me tengo que acostar con algún romano más, lo hago con tal de salir de aquí.
-Por favor, cuídate, no hagas más desastres.-
-Tranquilo papá.

Dos días después Héctor volaba de regreso. Al llegar lo primero que hizo fue llamar a su exesposa.
-¿Y ese milagro?
-He pensado mucho en ti en mi viaje.
-Europa te recuerda a mi ¿Por lo vieja?
-No seas tonta, he recordado nuestra vida juntos, cuando éramos novios, cuando nos casamos, los 30 años de matrimonio.
-¿Terminaste con el niñato ese que entraste en una de nostalgia?
-Eso no iba para ningún lado, ni siquiera era una relación.
-Bueno, es hora de que sientes cabeza, eres un viejo. Ahora llamas a Oto y le dices lo mismo, que pensaste en él, en su noviazgo y todas esas cosas que me acabas de decir.
-Eres mala Jimena.
-Mala no, Héctor, te conozco y no sabes de dónde agarrarte y buscas quien te rescate. Por aquí olvídalo porque yo estoy resolviendo varias cosas para irme del país con Polo y mi hija.
-¿Te vas del país?
-Chao Héctor.
Se levantó y buscó una botella de whisky y un vaso corto y se sirvió un trago. Llamó a Oto.
-Hola.
-Hola carajito, ¿Cómo estás?
-Bien, viendo tele con Jaime. -Un silencio que se prolongó varios segundos y rompió Oto. -¿Estás ahí?
-Si, si...¿Que te iba a decir? Pasado mañana voy al bufete y quiero reunirme contigo.
-Ya tienes una asistente. Puedes resolver todo con ella.
-Oto...quiero hablar contigo, resolver unas cosas contigo, que nos involucran.
-¿Sobre qué quieres hablar?
-Lo hablamos en el bufete, tú y yo, en privado.
-¿Ya estás de regreso?
-Si, ya regresé, estoy en casa, solo tomándome un whisky.
-¿Y el carajito?
-Ni idea. Jimena se va del país con su nuevo marido ¿Tú sabías eso?
-Algo me comentó Tín.
-Estoy mal.
-Hector, hablemos en el bufete pasado mañana, estoy ocupado.
-Todavía te amo.
-Oto cerró los ojos y colgó la llamada.

-¿Que te dijo Héctor?
-Que quiere hablar conmigo pasado mañana en el bufete.
-¿Que te dijo al final?
-Nada...
-Ok, que te dijo que aún te amaba.
-Si Jaime, me dijo eso y colgué. Terminó con el niño, está buscando de quién arrimarse. Seguro llamó a Jimena, supo que se va del país.
-Yo quiero estar presente en esa conversa.
-Ay amor, deja los celos, yo no tengo ni la más mínima intención de volver con ese hombre.

Héctor se fue a su cama a beberse el whisky directo de la botella.



domingo, 30 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 135

 


Agustín había pedido el día para quedarse con Castro en casa pues no iba a ir a la restauración de la iglesia. La torre de oficinas ya la habían entregado. Igualmente estaría desde casa monitoreando las dos sedes del supermercado en la ciudad.


Estaba desnudo preparando el desayuno cuando se aparece Castro por detrás. 
-Menos mal que a usted no le gustaba estar desnudo por la casa y ahora hasta cocinas en pelotas.
-Se me pegan tus malas mañas. -Volteó la cara y le dio un beso en la boca, Castro tomó el envase de aceite comestible. -¿Que haces?
-Voy a cogerte, ese culito aquí en la cocina me provocó. Abrió la tapa y se echó aceite en la mano y la pasó por entre las nalgas, volvió a echarse y sus dedos entraron en el culo de su novio. Se mojó el pene con el aceite que le quedaba en la mano. -Sigue haciendo las arepas mientras te penetro.
Castro flexionó las piernas un poco para llegar al culo y fue penetrándolo poco a poco. Agustín sacó las manos de la masa y apoyó sus manos del mesón aguantando el dolor inicial. Gemía, era la tercera vez que lo hacían.
Castro lo introducía todo mientras se movía, el aceite con el roce se calentaba y eso lo excitaba más, metió su mano en la masa y luego sus dedos en la boca de Agustín que ya gemía con más fuerza. Castro le enderezó la espalda y lo volteó hacia el mesón de comer y le apoyó el cuerpo en el mesón pero aún ambos de pie. Castro se movía despacio pero firme en sus embestidas, le pasaba las manos por la espalda a Agustín haciendo presión para luego abrirle bien las nalgas y ver como su enorme pene dentro de su novio, dilataba el culo. Lo sacó. Un hueco abierto e inflamado se abría y se cerraba con la respiración del muchacho. Volvió a penetrarlo. Cuando ya estaba totalmente dentro comenzó a moverse con rapidez. Se pellizcó las tetillas. -Tengo hambre flaco...AAAAAAAAAAHHHH, AAAAAAAAH, AAAAAH, CARAJO, QUE CULO, TU CULO, TU CULO ES HERMOSO, CALIENTE Y DIVINO, COÑOOOOO.
Sacó el pene aún erecto y Agustín comenzó a masturbarse. Castro se puso en cuclillas esperando que saliera el semen.
-¿Quieres desayunar?
-Si. -Castro sacó la lengua, Agustín se tensó echando la cabeza hacia atrás y apretando los dientes. Apretó las nalgas y dos pequeños chorros cayeron en la lengua de Castro que sonreía, esperó las últimas gotas de semen y se levantó. 
Tomó a Agustín por la nuca y lo acercó dándole un beso pasándole el semen a su boca. -Ya desayunamos los dos ja ja ja.
-Que divina sabe mi leche. 
-Ve a ducharte y yo termino el desayuno flaco.
-Yo me quiero duchar contigo, te espero, voy a acomodar la cama y recoger el cuarto.

Se sentaron a desayunar uno al lado del otro.
-¿Sabes que Oto me contó que va a adoptar un bebé?
-¿En serio, Jaime y él?
-Bueno, en realidad Jaime, pero parece que tienen planes de casarse para agilizar el papeleo. Aunque según me contó Jaime cumple con los requisitos él solo.
-Me alegro por ellos, eso los va a unir más.
-Si...y pensar que eso podría estar pasando con mi papá y ahora está con ese niño que lo que aporta son estupideces.
-¿Lo has visto en tiktok? 
-Si...no entiendo como mi papá está con ese niño.
-Pero no sabes lo otro, el carajito tiene OnlyFans.
-Vaya,...lo has estalkeado, estás muy pendiente.
-Ay flaco, no vayas a empezar, ya lo hablamos, en tiktok aparece que tiene eso. Me dio acceso un amigo  hacker, no pensarás que voy a pagarle a ese niño por verlo.
-¿Para que vas a pagar si ya lo tuviste cerca, hasta dentro de él?. -Castro se levantó del mesón y se fue hasta el otro lado y quedar frente al muchacho.
-¿Tú me quieres explicar esta escena de celos ahora luego de la conversación que tuvimos, te pedí perdón, me disculpé, me arrodillé, te prometí no volverlo hacer? Te quiero mostrar el OnlyFans porque el carajito ese sale tirando aparte de tu papá, con otro tipo.
-Perdona amor. Es que ví su foto y me vino a la cabeza...olvídalo, muéstrame.

Diego le abría la puerta a Antonio que estaba en mono gris y franela blanca, ambas prendas dejaban ver lo había debajo. Diego lo dejó pasar sin quitarle la mirada a los pectorales.
-Bien, ¿dónde le damos? ¿Aquí, en el cuarto?
-Coño pero que impersonal vale, ¿No quieres una cerveza?
-Coño mi pana, yo estoy trabajando, los 200$ es una hora de sexo y ya van rodando, es un precio especial por ser tú. No pierdas tiempo porque tengo más clientes.
-Ok, ok, vamos al cuarto.

Entraron a la habitación y comenzaron a desvestirse.
-Te volviste a coger a mi esposa.
-Es una cliente. 
-Pero le cobraste 200$ y se quedó a dormir contigo. -Antonio se terminó de desvestir y cogió del cuello a Diego.
-Lo que yo haga con mis clientes es peo mío no tuyo, yo cobro lo que me dé la gana, el que le guste bien y al que no que se joda, vas a querer el trabajo o me voy, no vine para una escenita de celos.
-Cálmate, aunque si te pones salvaje me gusta, nunca me han pegado en el sexo. ¿Si te doy 50 más te pones salvajito? -Antonio le dio una cachetada y lo lanzó a la cama.

Luego del desayuno se fueron a la cama a ver algo en Netflix.
-Que bolas lo de este carajito. ¿Mi papá sabrá esa vaina?
-Déjalo que se estrelle solo, no te metas en eso. Ya descubrirá al niñito ese y saldrá con las tablas en la cabeza.
-Oye, amor, baja el volumen, oye, oye. -Bajó el volumen y se pusieron a escuchar. Se oían gritos de abajo. -¿Será Diego y la esposa?
-¿La esposa? Ese es Diego que se lo están cogiendo.
-Coño a lo mejor se está cogiendo a un carajo.
-Ese tiene pinta de ser pasivo con los machos. -Castro tomó su celular. -Ah coño tengo un mensaje ¿Cuando sonó esta vaina? -Uno era de su socio el ingeniero para unos datos de la iglesia y el otro de Antonio. -Estoy en tu edificio, me vine a coger a tu vecino.-
-Mira esta vaina. El Diego repitiendo con Antonio.
-Que bolas, ¿estará Claudia?. 
-Cuando termines de matar al pobre Diego, ven a mi casa y te doy un abrazo.-


Antonio se puso el condón y apretó el tubo de lubricante sobre el culo de Diego que sostenía sus piernas manteniendo el culo levantado. Se colocó en el enorme pene y de una vez lo fue penetrándo. Diego se quejaba que le diera despacio, Antonio poco a poco lo introdujo hasta verlo dentro. Le cogió con fuerzas las piernas y comenzó a moverse con rapidez y violentamente provocando los gritos de dolor de Diego que echó más para atrás sus piernas dejando su culo aún más levantado lo que hizo que Antonio quedará casi sobre él, esa posición no disminuyó los gritos. Le dio otra fuerte cachetada lo que hizo que se callara, el dolor en la mejilla le hizo olvidar por un instante los gritos.
-Voltéate, volteeeeate coño, no lo saques. Así, así, uuuf, así. -Una vez volteado y arrodillado, Antonio se levantó flexionando las piernas para que su pene entrará de forma recta, eso desató nuevamente los gritos de Diego que recibía con cada embestida unas nalgadas.
Tumbó a Diego de lado y le levantó una pierna para seguir, ahora de espalda, penetrándolo sin parar. Lo puso boca abajo y el pene entró hasta el fondo. Diego gritaba con la cara pegada al colchón, sus manos apretaban las sábanas, su piel se erizaba. En el rostro de Antonio se reflejaba la rabia que tenía con Diego por el tema de Claudia, pero estaba trabajando. Lo jaló del cabello levantándolo y sin sacar el pene, se pusieron de pie y lo pegó de la pared.
Cada empujón golpeaba a Diego contra la pared, su pene, aunque flácido no paraba de lubricar. Antonio lo volvió a coger del cabello y le echó para atrás la cabeza. -Tú si gritas carajo. Tu mujer aguantaba como la hembra que es, maricón. -Le dio tres empujones y acabó, retiró el pene y empujó a Diego a la cama. Antonio se quitó el condón y con unas toallas húmedas se limpió el pene. Se puso la ropa. Diego seguía tumbado en la cama.
-Chamo, párate que me voy, dame los 250 

Sonó el timbre. -Es Antonio. Le abro.
-Vístete coñoooo. -Agustín le lanzó el boxer y el hizo lo mismo y ambos salieron del cuarto.

-Carajo pero los gritos del pana se escuchaban aquí clarito.
-Verga es de esos clientes que no quieres pero es dinero. Que tipo tan enrrollado, me dijo que la mujer estuvo conmigo que durmió en mi casa y le cobré 200. Un loco. Ahí lo dejé medio muerto, de vaina y me paga.
-Pero te lo cogiste con saña. Los gritos no eran normales.
-Me lo cogí con arrechera. Bueno me voy que tengo otro cliente. 
-Cuadramos para tomarnos unas birras. ¿Verdad flaco?
-Si claro, este fin o el que viene.

Se despidieron, Castro se quitó el boxer y cargó a Agustín viéndose a la cara.
-Mi flaco yo también quiero casarme contigo y adoptar un chamo.
-¿Un niño?
-Si, ya tengo a la niña.
-Mmmmmm primero lo primero, casarnos. Pero tienes que pedir mi mano.
-Pendejo.
-Te amo, quiero la pedida de mano.

sábado, 29 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 134


 Ramón lo habían trasladado a la otra ala del penal donde estaban los presos más peligrosos.

-¿Por qué carajo me cambiaron para acá? Pensaba Ramón mientras los presos lo miraban. Uno de ellos se acercó.
-Hola nené, cara bonita, ¿Tú eres el curita que se cogía a los carajitos?
-¿Qué coño quieres?
-Aaay alzaíto el padre, bendición padre. -Hubo una risa colectiva. 12 presos estaban en esa celda. -Yo y mis panas queremos algo. Tenemos tiempo que no culiamos y pedimos que nos mandaran una jeva y te mandaron ti papi.
-Estás loco si pretendes cogerme.
-No papi. -Lo levantó del piso por el brazo. Yo no pretendo nada, todos aquí te vamos a cogé, prepara ese culito.
Ramón comenzó a lanzar patadas y golpes pero cinco presos lo inmovilizaron. El que hablaba con él sacó un chuzo y se lo metió entre el pantalón y lo rasgó rompiéndolo hasta dejar el culo descubierto.
-Para que veas que no soy tan malo te va a coger un pana que lo tiene chiquito y vamos en orden  hasta que te coja yo que lo tengo grande, mira. -Se sacó el enorme pene, era oscuro y grueso. -Gato comienza tú.
El hombre se acercó masturbándose, su pene no era pequeño como lo había dicho el que comenzó a hablar. Mientras unos sostenían a Ramón, otros dos le abrían las nalgas.
-GUARDIAAAAS, GUARDIAAAS, AUXILIOOO.
-Tápale la boca a la jeva esta que no se lo han cogido y ya chilla.
El preso apoyó el pene y lo restregó entre las nalgas, puso el glande en la entrada y empujó provocando el grito de Ramón que también se movió aunque poco pues lo sostenían, su cara se enrrojeció, la vena de su sien se marcaba. -Termina de meterlo coño, ese Pipi es chiquito. -Se escuchaban los gritos, a Ramón se le salían las lágrimas del dolor. El preso comenzó a moverse con fuerza mientras le daba nalgadas. -Sácalo, que venga otro. -Otro preso lo penetró, Ramón seguía en tensión aunque con el segundo el dolor fue menos, llegó un tercero y un cuarto, los que sostenían a Ramón se turnaron para también continuar violándolo. Cuando llegó el séptimo, ya Ramón estaba sin nadie que lo sostuviera arrodillado en el piso. Los que ya habían pasado se masturbaban.
Tocaba el turno al que había iniciado todo. Vio el culo que ya estaba abierto, volteó a Ramón boca arriba, le alzó las piernas y lo penetró de una vez. Ramón ya no ponía resistencia y tan solo gemía. El hombre le daba con todas sus fuerzas mientras otros dos le abrían las piernas. -¿Quieres que te preñemos todos? Vamos a pajearse que vamos a preñar a la jeva. -El hombre comenzó a moverse más rápido y se detuvo cuando sintió que eyaculaba dentro del cura. Llegó otro y lo penetró, enseguida se corrió dentro de Ramón y así ocho hombres más.
El último terminó de acabar en las nalgas del cura.
Ramón con los ojos vidriosos y mirando hacia afuera de la celda, veía las botas de los dos guardias que miraron toda la escena. Ramón por alguna extraña razón se sonrió.
El preso que le rompió el pantalón se le acercó al oído. -Esta bienvenida te la organizó tu mujer Berta, papá. -Ramón comenzó a reírse pero arrugaba la cara del dolor en el culo. No paraba de reírse. El preso lo levantó del piso y, apoyado en la reja con la poca fuerza que tenía en sus piernas, comenzó a sentir como le escurría por la pierna el semen de nueve hombres que lo habían violado.

José David terminaba de entrevistar a dos posibles mecánicos para entrar en el taller.
-¿Están disponibles ambos para trabajar ya? ¿Mañana mismo? -Los muchachos se vieron y ambos dijeron que si.
-Perfecto, mañana los quiero aquí a las ocho de la mañana. Buenas tardes.

José David llamó al jefe de taller y le pidió que entrarán a la oficina Luigi y Kelvin.

-Para que somos buenos jefe. -Decía Kelvin que se sentaba junto a Luigi.
-Son buenos para que ambos firmen su carta de renuncia que está dentro de este sobre junto al buen paquete de liquidación para que no digan que soy un coñodemadre.
-¿Y a cuenta de qué tenemos que firmar la renuncia? ¿Hay algún problema? -José David se levanta de la silla y camina alrededor de la mesa hasta llegar a la silla de Kelvin, lo alza tomándolo de la braga y lo estrella contra la pared, bajo la mirada de sorpresa de Luigi.
-¡Ambos se cogieron a mi mujer! ¿Te parece suficiente para que dejen de trabajar aquí?
-señor José yo...le puedo...
-Shhhhh, no me expliques nada, lo que quiero de ustedes es que firmen la renuncia y se larguen de aquí.
Luego sin abrir la boca para nada, cogió su sobre y firmó, ni siquiera vio el monto de su liquidación, Kelvin si vio el monto y firmó.
-Un buen monto para haber disfrutado de un buen polvo.
-¡Kelvin! -Le gritó Luigi, José David se la abalanzó a Kelvin y le dio un golpe.
-Administra bien ese dinero porque no vas a trabajar en otro taller más nunca en tu vida. ¡SALGAN LOS DOS, NO LOS QUIERO VER!
Lanzó la puerta. Se sentó y con sus brazos en el escritorio apoyó la cabeza en ellos.

Ramón estaba lavando la ropa de sus compañeros de celda, había pasado una semana de la violación, pero el sexo con los reos siguió. Llegaron los guardias.
-Deja eso, vuelves a tu celda de antes.
-¿Qué, por qué?
-Porque si, ya lo que había que hacer se hizo.
-Creo que tienen que hablar con Fercho. -Los guardias se vieron. 
-No te muevas de aquí. -A los 10 minutos regresaron.
-Sigue con tus vainas curita, te quedas aquí. -Ramón con un delantal que le tapaba parte de su desnudez se sonrió. Por todo el sexo que tenía con los presos, más cocinarles y lavarles la ropa, recibíría dinero que le depositarían en su cuenta. 

Tocaron la puerta. -¡Adelante!- Gritó José David.
-Hola buenos días, ¿cómo estás José?
-Coño, Jacinto, todo bien ¿y tu?
-Bien, bien. Vine a buscar el carro que me avisaron que está listo.
-Correcto, pero siéntate, ¿Quieres café?
-La verdad que estoy corto de tiempo, tengo clases.
-Siéntate, quiero hablar de mi hijo.
-Buen muchacho, aplicado, a veces disperso pero se esfuerza.
-Si te gusta mi hijo, yo le doy la bendición para que sean novios y se casen.
-¿Perdón?
-Hablemos claro, ya David me ha contado, tranquilo. Sácalo de su casa, su familia, mi familia ahora es un desastre, dale tranquilidad y felicidad.
-José...yo no soy pareja de David, somos profesor/alumno.
-Ay por favor Jacinto, mi hijo me cuenta todo y te estoy diciendo que me agrada que esté contigo, ese muchacho está descarriado en cuanto a relaciones, llévalo por el camino correcto. -Jacinto se sonrió y casi llegando a la risa.
-¿Cómo retiro el carro? Ya me tengo que ir, de verdad.
-Toma, puedes sacarlo tu mismo, está accesible la salida. Piensa lo que te dije.

Jacinto se montó en su carro. -Esta vaina se cuenta y no se cree. Coño metí en mi casa a un nene...bueno, tiene 19 años, ¿que esperabas Jacinto? Tengo que replantearme cogerme al chamo..Jacinto no aprendes, NO TE INVOLUCRES CON TUS ESTUDIANTES.

viernes, 28 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 133


 Claudia salía de la ducha para vestirse rápido e ir al bufete, su nuevo trabajo.

-¿Con quién tiraste?
-Es algo de lo que no me enorgullece.
-¿Tan mal estuvo?
-Al contrario, pero no es para estar pregonándolo.
-Yo estuve con...un tipo, lo conocí en una discoteca.
-Me casé con un bisexual entonces. ¿Te protegiste por lo menos? 
-No se puso condón.
-Encima te cogieron. Cómo comprenderás si en algún momento quieres hacer el amor conmigo te diré que no hasta que te hagas los exámenes.
-Estaba pensando en tomar el PrEP.
-¿Que es eso?
-Un profiláctico de prevención.
-Creo que lo nuestro llegó hasta aquí Diego, el acostarnos con Antonio te liberó, eso es bueno.
-¿Te quieres divorciar?
-¿Tú qué crees? No voy a estar con un hombre que no quiere tocarme sino que otro hombre lo toque a él. -Mientras hablaba se iba vistiendo.
-Pero si nos separamos la gente va a confirmar lo que sospechan.
-¿Que eres gay? Ah, eso es problema tuyo, pero tranquilo porque seguiremos viviendo juntos aquí, tu durmiendo en el otro cuarto. Si nos repartimos el dinero de este apartamento no nos compramos nada ambos.
-¿Con quién tiraste?
-Con Antonio.
-¿Gastaste 200 dolares para acostarte con él?
-Los dolares mejor gastados, hasta dormí con él en su apartamento. ¿Cómo sabes que pagué 200?
-Lo llamé. -Claudia se rió y se puso a maquillar sus ojos.
-Ay Dieguito. Tranquilo que no te voy a echar para la calle. Por mi no será que la gente sepa de tus gustos en la cama.
-No soy gay.
-Eres bisexual pero eso no importa. Bueno, a mi sí, quiero a un hombre que me coja pero que no se lo coja otro hombre.
-Te gustó verme como me penetraba Antonio.
-El morbo del momento. Pero no es algo que deseo que ocurra siempre. 
-¿Soy mala cama?
-Ya voy tarde Diego, hoy justo hoy te envidio por trabajar en casa. No te doy un beso porque no te has cepillado la boca aún. Chao.

Diego entró al baño se cepilló los dientes, usó el enjuague bucal. Buscó información donde adquirir el PrEP y luego hizo una llamada.
-Hola, es Diego, ¿Te acuerdas? El matrimonio.
-Si mi pana, dime.
-¿Puedes venir a mi casa hoy? 
-200 verdes papá.
-Si, los tengo, te transfiero y te paso el capture. 
-Puedo a las 11, tengo un matrimonio antes.
-Si tranquilo, te espero.

-Bueno eso es principalmente el trabajo que tiene que hacer, asistir al Doctor Vásquez y llevar algunos casos. Igualmente puede dar apoyo al resto de los abogados incluso a mi, pero usted le responde al Doctor Vasquéz.
-Bueno, muchas gracias por la oportunidad.
-Puedes quedarte hoy y así empaparte un poco de todo o venir mañana como prefieras.
-Ya que estoy aquí, me quedo y aprovecho para revisar algunas cosas, también necesito usar una computadora para otros asuntos, ¿Será que puedo?
-Por supuesto, ahi adentro está tu puesto. El Doctor Vásquez debe estar por llegar de viaje. Yo ahora tengo que salir con Oto, el que conociste llegando, un asunto personal.
-Disculpe ¿son familia?
-Casi, es como un hijo, lo conozco desde hace unos cuantos años.
-Disculpe la indiscreción.
-Tranquila, bueno siéntete cómoda, salgamos para que te presente con los demás.

-Vámonos.
-¿Listo?
-Si, estoy nervioso.
-¿Por qué? 
-Porque esto, aunque ya tengo hijos, es nuevo para mi y además que me acompañas y te vas a involucrar. -Oto se levantó y le dio un beso en la boca.
-Te dije que te voy a apoyar.
-Lo sé, solo que quiero estar seguro que quieres hacerlo porque me amas y que lo pasado quedó atrás. -Volvió a besar a Jaime.
-¿Tú crees que voy a dar este paso contigo porque no te amo, eres un pana.? Héctor y dilo, ponle el nombre, es pasado Jaime, Héctor no me interesa como hombre. Me importas tú y eres la persona que amo. A Héctor, si, lo amé con locura, pero ahora estoy contigo y te amo ¿Ok? 
-Me amas...pero.
-No hay pero, es otro tipo de amor el que siento contigo, más calmado, más maduro, y más sentido. -Jaime no aguantó las lágrimas y lo besó.
-Vámonos porque te voy a hacer el amor aquí mismo y hoy mi prioridad es mi nueva paternidad.

-Muchas gracias por confiar en nosotros para la adopción, bienvenidos.
-Gracias a ustedes por confiar en esta pareja.
-Bien, a partir de este momento comienza todo de cero, aunque ya están aquí, es un avance pero, todo inicia. Les indico que si estuvieran casados el proceso sería un gran avance más no lo decisivo para adoptar. -Oto vio a Jaime, que miraba al piso moviendo las piernas nervioso.
-Hey Doctor, míreme a los ojos. Me quiero casar con usted. Está semana. -Jaime vio a Oto a los ojos y comenzó a llorar, le pasó la mano por la nuca y trajo al muchacho con todo y silla y lo abrazó. La mujer los vio, se le hizo un nudo en la garganta, se la aclaró y les habló.
-Es la primera vez en mis 20 años en este trabajo que atiendo a una pareja homosexual. Sigamos, necesito de ambos estos documentos, si llegan a casarse pues traen el acta. Un trabajador social del instituto del menor los visitará en su domicilio en cualquier momento, solo nos dicen el horario que más les conviene y el día que van avisan unas horas antes. Ahora les voy a mostrar el catálogo de los niños, niñas y adolescentes que tenemos, está seleccionados por edad, raza y por alguna situación que haya tenido el niño, esto no quiere decir que arrastren traumas, aunque tenemos psicólogos en la institución. -Les entregó el libro.
Ambos veían el libro como si buscarán un número en la guía telefónica.

-Dejen de ver el libro, esto es muy impersonal. Vamos a verlos, acompáñenme.
Llegaron a la puerta. -Detras de esta puerta están todos en el salón de recreación. Si lo desea puede quedarse aquí mientras él entra.
-Yo quiero entrar, si no hay problema.
-Para nada, voy a venir y ustedes entran yo me quedo afuera, dentro están las y los docentes.

Jaime abrió la puerta, entraron. Oto detrás de él. Unos corrían, otros jugaban en el suelo y los más grandes estaban con los vídeo juegos que competían con los profesores.
Una niña que jugaba con una muñeca, le daba la espalda a ellos. Jaime la miraba mientras Otro hacia comentarios pero Jaime no le prestaba atención. Los rulos de la niña de apenas 3 años se movían y de pronto da la vuelta mira a Jaime, se sonríe y deja caer la muñeca, es de tez morena, él también sonríe. La niña corre hacia él que se pone de cuclillas abriendo los brazos para esperarla. La niña lo abraza y Jaime hace lo mismo. Oto sigue hablando hasta que ve a Jaime levantarse con la niña en brazos. 
Ambos abrazados, Oto ve a Jaime que llora con los ojos cerrados mientras la niña ríe. Oto tambíen llora aunque se resistía.
-Buenos días señores bienvenidos, aquí estamos para que compartan con los chicos un breve momento para que los conozcan....
-No necesito ver a más nadie señorita, esta es mi hija, ella es mi hija a partir de hoy. Oto se dio la vuelta secándose las lágrimas.
-No tiene porqué decidirse de una vez, ni siquiera hoy, pueden venir varios días y así...
-Señorita, ella es mi hija. Yo sé que faltan pasos pero ella es mi hija.

Luego de estar ambos con la niña por 15 minutos, ella se durmió y aprovecharon para irse.
-Es muy bonito lo que usted sintió con la niña, la conexión. Le voy a pedir a ambos que a partir de ahora vengan cada semana a compartir con la niña a distintas horas. Para que la niña se vaya habituando a ustedes y viceversa.
-Pero, ¿Y si no se da la adopción, como queda la niña y nosotros? -Preguntaba Oto.
-La mujer se levantó. Aunque les dije que a partir de ahora todo comenzaba de cero, lo que viene son tecnicismos, protocolos que hay que seguir, es largo, pero al final del camino, Yuridia será su hija. Pero no sé olviden que vienen pasos, esto no es de hoy para mañana.

Jaime y Oto salieron de la institución. Jaime lo tomó de la mano con fuerza.
-Gracias mi amor, gracias por apoyarme en esta hermosa locura. Se besaron en la calle, se quedaron con las frentes pegadas y los ojos cerrados.
-¿De verdad se llama Yuridia? -Jaime se rió, puso sus manos en las mejillas de Oro y lo besó.
-Es el nombre más bello que puede tener nuestra hija.
-Nuestra hija. ¡Qué grande suena eso!

-Te amo.
-Y yo a ti.









jueves, 27 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 132

 


Luego de la noticia del embarazo todo había cambiado para bien en el matrimonio de Berta y José David. El sexo volvió a ser diario y hasta empezaron a salir a cenar solos. El taller estaba mejor que nunca. Habían pasado tres semanas y no le habían dicho a David que tendría un hermanito o hermanita. Hoy, en el desayuno se enteraría.


-Hijo, tu mamá y yo te tenemos una noticia.
-Ay Dios...en esta familia las noticias son bombas. Lo que falta que me digan es que mamá está embarazada.
José David miró a Berta y se sonrió. David se levantó de la silla. -¿Estás embarazada? -Miró a su madre y luego a su padre. -¿Es tuyo? -La pregunta le salió desde lo más profundo de su ser, José David abrió los ojos sorprendido y vio a Berta. -Perdón, es que...estoy sorprendido con la noticia y...olvídenlo, me voy a la universidad. -Se tomó el jugo de naranja, cogió las llaves y se fue a la puerta, se detuvo, dio la vuelta y corrió a abrazar a su madre. -Felicidades mami, otro hermanito para fastidiar.
-Tonto...no vuelvas a poner en duda la paternidad de tu padre. -Le dijo Berta en voz baja. -Te olvidas de tu carrera y tu carro.
David abrazó a su padre. Berta se fue a la cocina. José David bajó con su hijo.

-¿Tú sabes algo que yo no sé? Es mejor que me lo digas.
-No sé nada papá, solo que con el historial que tiene mamá no es descabellado.
-Yo supongo que tu mamá se protegió con esos hombres.
-Ay papá a veces parece que tienes mi edad o te haces el gafo. ¿Hasta cuándo vas a aguantar las vainas a mi mamá?
-Estoy enamorado como un idiota. Cuando supe que estaba embarazada me sentí contento, todo cambió, tres semanas de felicidad y vienes tú a darme un carajazo de realidad.
-Ay papá...no te pongas así, más bien espera a que nazca y salen de dudas. Voy a cambiar el tema para algo más agradable. Cuando me inscribí en la uni le choqué el carro a un profesor, tengo que reparar el choque, no es mucho, pero le voy a decir que vaya al taller y se lo arreglas.
-Carajo ¿esa es la noticia más agradable? Entre tú y tu madre me van a matar, espero que tus hermanos no me salgan gais o malandros o putas.
-Papááá... Por cierto el profesor es gay y negro. -José David cerró los ojos y resopló.
-¿No me digas que ya te lo tiraste? Coño David, hay que coserte el culo a ver si te quedas quieto. Coño carajito a la universidad vas a estudiar a sacar una carrera, deja la putería vale. Saliste a tu madre.
-Ay si papá debe ser que tú solo te has cogido a la chama que limpia el taller. No me jodas.
-No te involucres con un profesor. Ponte serio.
-Papá el tipo es negro, buen cuerpo, debe tener un machete.
-No puedo creer lo que estoy escuchando....-Hubo un silencio. -Define machete porque después de ver el de Castro hasta yo tengo un clítoris.
-Papá, tú tienes un guevo normal.
-Gracias por levantarme el ánimo. Lo bueno es que a tu madre le gusta como se lo hago.
-Siempre terminamos hablando de sexo.
-Ya me tengo que ir. Y pórtate bien coño. Deja a ese profesor en paz.
-Nunca me ha cogido un negro, tengo que averiguar si tiene un morcillón.
-José David cerró los ojos y vino a su mente el enorme pene de Castro. Sacudió la cabeza. -Me voy. Deja de hacer estupideces, yo me entero que te acuestas con el negro ese te quito el carro y no te pago la universidad.

-Hola Rubén ¿Podemos vernos hoy?-
-Mi amor pero que abandono, te he escrito, te llamo y no me atiendes. Ya me divorcié mi amor, soy libre. Te mando el chofer y nos vemos, tengo que hablar contigo de unas cosas.
-Búscame-
El chófer pasó por ella y la llevó a la oficina de Rubén. Luego de hacer el amor en la alfombra Berta se pone de pie y, desnuda, se coloca en el gran ventanal que da a unos edificios.
-Te ves hermosa al trasluz. -Se le acercó por detrás y la abrazó.
-Estoy embarazada. -Se separó de ella.
-¿Es mío? 
-No sé, puede ser tuyo, de mi esposo, del cura, de unos mecánicos del taller. Habrá que esperar.
Rubén, tambíen desnudo, se pone a caminar por el despacho con las manos en la cabeza.
-Tenemos que pasar a mi nombre las dos propiedades que te di.
-¿Qué? Eso tú me las regalaste.
-En realidad no fue así, lo hice para que mi ex no me quitara eso.
-O sea me engañaste. Me habías dicho que me lo dabas porque estabas enamorado de mi.
-Te voy a recompensar.
-Esta bien...¿Tú chófer me puede llevar? Me tengo que ir.
-Claro mi amor, pero no te pongas así. Está noche quédate conmigo.
-No puedo y tengo que cuidar este embarazo.

La segunda clase de David fue con Jacinto, el profesor con el que tuvo el incidente en el estacionamiento.
-La semana que viene vamos a tener el primer examen. Así que repasen lo que hemos visto y conversado estás últimas semanas. Buenas tardes chicos.
David estaba anotando unas cosas en su libreta para terminar de recoger e irse. Jacinto se acercó al chico y se sentó en el pupitre de alante.
-Eres un bachiller muy aplicado, intervienes, discutes, analizas. Eso me gusta.
-Gracias.
-¿Quieres ir a casa de este negro marginal a tomarte un café?
-Mi papá me dijo que no me involucrara con los docentes de la universidad.
-Caramba, eso no habla muy bien de ti.
-Bueno, se refería a ti. Le hablé de ti.
-Muy agradable tu papá. No sé, racista como tú.
-Profe ya le pedí disculpas.
-Tranquilo. Más bien te quería pedir la cola, dejé el carro en el taller, me lo entregan en tres días.
-¿Quiere que lo lleve a su casa?
-Si me tuteas acepto la cola.
-Me la pediste tú. Vamos, yo te llevo. -Este me va a coger, me va a coger.

Llegaron al edificio, estacionó en el sótano. Subieron. En el ascensor Jacinto miraba a David que estaba nervioso. Le dio una palmada en el cuello. -Tranquilo que no vas al matadero, estás tenso.
-Es que...me pones nervioso.
-Vamos a tomar un café no soy un psicópata. -Entraron y Jacinto dejó sus cosas en el sofá, David hizo lo mismo.
-Quítate los zapatos y déjalos en la entrada y ponte cómodo mientras hago el café.

Jacinto montó la cafetera y colocó un poco de leche a calentar, sacó unas galletas.
-Bueno, vamos a esperar que salga eeeel  ca...fé...¿Así en interiores estás cómodo?
-Chamo...es que yo...pensé que...ya me visto.
-No, no, quédate así, si te sientes bien así no tengo problema.
-Que pena, es que yo...
-¿Tú qué?
-Nada.
-Voy a buscar el café. -Jacinto regresó a la sala con la bandeja y únicamente cargaba un interior blanco que contrastaba con su piel oscura, los pectorales y abdominales marcados. Dejó la bandeja en la mesita.
-¿Por qué me ves así? Para que no te sintieras mal me quedé como tú.

-Cuéntame de ti. 
-Nada trascendental. Vivo con mis padres y mis dos hermanitos y en nueve meses viene el cuarto hermano o hermana.
-Caramba, tus papás deben estar contentos.
-Bueno...si, supongo...un cuento largo que algún día te contaré.
-¿Y estás soltero?
-Si ¿Y tú?
-También, hace un año terminé una relación de 10 años. Una de las cosas bonitas que me dejó fue la pasión por cuidar mi cuerpo.
-Ya veo, te ves muy bien, tienes unos abdominales...uuuf.
-Tócalos
-¿Este mamaguevo que pretende?  Se desnuda, me dice que lo toque. ¿Me va a coger o no? -David le tocó los abdominales y sintió como su pene lubricaba, el interior se humedecía.
-Estás duro.
-Si, falta otra cosa que se ponga dura, pero ya se verá.
-Este es un calientaguevo, negro desgraciado, que bueno está.
-Mis papás viven en el litoral barloventeño. Siempre que puedo paso varios días allá, ya están viejitos pero los vecinos me los cuidan. ¿Quieres más café?
-Si.
-Jacinto se levantó, el pene quedó a la altura de David, se le marcaba un bulto pero no era enorme. El hombre se fue a la cocina.
Regresó y David quería romper la tensión sexual.
-¿Es verdad que los negros la tienen enorme? -Jacinto se volvió a levantar y se bajó el interior. -¿Te parece que la tengo enorme?
-Un pene mucho más oscuro que la piel de su cuerpo, un prepucio y algo grueso pero no muy largo, David tragó saliva, Jacinto se subió el interior. Sirvió el café.
Siguieron conversando terminaron de comer las galletas. -Bueno ya va a ser hora de que te vayas a casa, vístete. David comenzó a ponerse el pantalón y Jacinto se llevó la bandeja, regresó vestido.

Se puso los zapatos y Jacinto le abrió la puerta. Le puso la mano en el hombro, lo acercó hacia él y le dio un beso en la boca, lo tomó de la cabeza y le metió la lengua. David se estremeció, el hombre se separó apenas centímetros.
-Yo sé que pensaste que hoy tendríamos sexo, pero no, te invité a tomar café. Va a suceder pero hoy no. Ve con cuidado y salúdame a tu papá.

David se fue nervioso, el beso le había encantado, tenía una sensación extraña en el cuerpo pero le gustaba.

-No le diga al doctor que me trajo a la cárcel, espéreme aquí.
Berta entró y preguntó por el director del penal. Apenas le anunciaron que Berta estaba ahí la dejó pasar.

-No me pase llamadas. Berta entró.
-¿A qué debe el honor de tu visita luego de tanto tiempo?
-Vine a pedirte un favor. -Se quitó el vestido.

Apenas el hombré acabó dentro de ella, Berta se puso de pie.
-Quiero dos cosas. Quiero que cambies a Ramón a la zona de reos peligrosos, que se lo violen, que sienta el asco que me hizo sentir al rechazarme.
-Eso dalo por hecho ¿Y lo otro?
Tengo un apartamento para la venta. ¿Quiero venderlo y tú tienes el dinero y la manera de arreglar los papeles rápido.
-Hecho también, dame cifra y mañana tienes el dinero.

Berta se vistió y le dio la pantaleta al hombre. -Para que la tengas de recuerdo. Graba el momento en que los malandros se lo cogen. Que no lo maten ni lo golpeen, solo quiero que lo violen y luego que le digan que yo le mando saludos.
-Eres mala.
-No, eso se llama justicia divina.






miércoles, 26 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 131


 Claudia llegó al apartamento donde vive Antonio. 

-Pasa.
-Estoy nerviosa y eso que ya nos conocemos. -Antonio le tocó la nalga y se la apretó.
-Y te has metido esto. -Se apretó el enorme pene sobre el mono gris que cargaba. Claudia tragó saliva.
-Yo sé que esto no está en el servicio pero...¿Tienes cerveza? -Antonio la tomó de la cabeza y le dio un beso en la boca apretándola hacia él.
-Tienes razón, eso no está incluído, viniste a llevar güevo y a eso voy. -La cargó y la llevó al cuarto. Antonio la desvistió y tocó su vulva que ya estaba lubricada, la volvió a besar y sintió como bajaba flujo por su pierna. 
-Estoy excitadísima. -Antonio se quitó el mono y la franela.
-¿Ah sí? Estás con ganas de llevar machete. -Le acarició la mejilla, la volvió a besar y la tumbó en la cama. 

Diego nervioso se montó en el carro y manejó hasta la discoteca gay cerca de su casa. Estacionó, revisó su celular y lo apagó. Sus manos le temblaban, era la primera vez que iba a un bar gay. Entró.
Estaba oscuro, la música electrónica se escuchaba desde la entrada.
Había gente pero no estaba aglomerado, lo miraban, es probable por ser una persona nueva o porque les llamaba la atención, el caso es que se sentía bien siendo el centro de atención por unos instantes.

Fue al baño, se estaba orinando, a su lado un muchacho sin camisa, velludo y de cuerpo atlético orinaban y lo veía.
-¿Vas pendiente?
-¿Pendiente? Estoy llegando.
-No marico, ¿quieres talco? Te la dejo a buen precio.
-No chamo, yo no ando en eso.
-AAAAH todos dicen lo mismo. Mira como me pone, me metí un pellizco y la tengo dura, mira te voy a dar un pellizco gratis soy buena gente. -Se puso en el dorso de la mano y se la acercó a Diego. -Inhala...coño dale, no va a pasar nada. -Diego lo hizo, cerró los ojos, sintió como el polvo le llegó al cerebro y una sensación de euforia se apoderó de él.
-¿Por qué no me lo mamas? Me duele tengo rato con esta parazón y no acabo.
-¿Aquí en el baño?
-Si marico, agáchate y sácame la leche.
Diego se puso en cuclillas y tomó el pene. Tenía prepucio. Al acercarse el pene a su cara sintió un fuerte olor entre orina y sudor, pero no le importó, se lo introdujo en la boca.

Claudia gritaba mientras Antonio, sobre ella, le apretaba las nalgas y sus caderas se movían ferozmente. Se detuvo, retiró el pene, arrancó el condón y dio un grito al eyacular sobre el abdomen de la mujer. Sus tetas también recibieron semen. Se tumbó a un lado de ella.
Con los ojos vidriosos miraba hacia la pared. Le habló a Antonio. -¿Puedo usar el baño?
-Si, te puedes duchar y luego te vas que tengo otros clientes.
Ambos se quedaron dormidos en ese momento.

Diego seguía mamando mientras el muchacho le sostenía la cabeza haciendo presión.
-Marico me vas a sacar la leche que yo no pude, ¿Te la quieres tragar? -Diego iba a responder pero el muchacho empujó la cabeza hacia él mientras acababa. Diego tuvo que tragárselo para no ahogarse.
-Marico que mamada, sabrosa. ¿Te gustó la lechita?
-Asquerosa.
-Que vaina. Vamos a echemos unos tragos marico.
Pidieron unas bebidas, el chico le ofreció más droga, pero Diego no tenía dinero. -Como me sacaste la leche te voy a dar otro pellizco.
Ambos inhalaron y fueron a bailar.
En la pista se besaban, el muchacho le metía la mano por el pantalón tocándole el culo.
-Quiero cogerte.
-¿Tienes sitio?
-¿Sitio? Esta ciudad es grande marico, hay sitio de sobra. En cualquier esquina te cojo y te preñó.
Luego de un par de tragos más Diego le propone al chico irse y tener sexo. Salen del local.
-Mira...¿ves ese pasillito oscuro? 
-Si.
-Entra ahí. -Diego entró y detrás el muchacho. -Bájate el pantalón. -Diego se lo bajó, el muchacho le escupió el culo y de una vez lo penetró provocandole un grito. El chico le tapó la boca y siguió moviéndose, dando empujones en el estrecho pasillo haciendo que Diego apoyara su mano en la pared para no golpearse la cara.
-¿Quieres que te preñe?
-Si, si...dale. -Se aferró a las caderas de Diego y se descargó dentro de él, al terminar se cayó al piso del mareo y Diego lo levantó.
-Marico...me noquiaste. -Se acomodaron, Diego también estaba mareado, se abrochó el cinturón y sentía que de su culo escurría líquido.
-¿Me das la cola pa mi casa?
-Si, ¿Dónde vives? ¿Qué hora es? 
-Mierda...a ver...las cuatro. Vivo en el 2 de diciembre.
-¿En los bloques?
-Si.
-Yo nunca he ido.
-Yo voy contigo marico, te voy diciendo. Tienes una cara de sifrinito jajajaja no te va a pasar nada deja el susto.

Claudia dormía, se dio la vuelta en la cama y abrió los ojos. Se sentó de golpe en la cama. -¿Dónde estoy? ¿Qué hora es? -Encendió la luz de la mesita y vio en la cama una nota.
-<Me tuve que ir pero me dio pena levantarte, estabas rendida. Puedes ducharte y comer algo, por fa haz la cama. Cuando te vayas cierra la puerta con el pestillo>. -Vio la hora, eran las seis de la mañana.
Se dio una ducha rápida, comió unas lonjas de queso y tomó un poco de café.
-Dios y hoy tengo la entrevista en el bufete. -Salió del apartamento y se fue.

-Ya me tengo que ir.
-Coño sigue mamando.
-Es que hay gente que se acerca al carro y nos ven.
-Son malandros que quieren robarte el carro, yo los conozco, no van a hacerte nada.
-¿Nada?
-Mama coño, yo te ayudo a salir. -De nuevo Diego mamaba el pene del muchacho hasta sentir el tibio líquido bañando su boca, se separó y se levantó.
-El semen sabe asqueroso.
-Es lo que hay, me voy, anota mi número marico por si quieres talco o una cogida. Ambas cosas las cobro pero tú me caes bien. La próxima cogida se paga.
-Ok, ok, dile a tus amigos que me dejen tranquilo chamo, ¿por donde salgo?
-Da la vuelta ahí, te vas derecho y al final cruzas a la derecha y ahí vas a ver la salida a la autopista.

-Me escoltan al pana hasta que agarre autopista. -Le dio dos manotones al capó. -Tranquilo ellos te van a escoltar para que no te pase nada marico. Escríbeme que te tengo la droga que quieras y si te quieres cargar a alguien, te tengo el pana que resuelve.
-Ok, dale, gracias. -Coñodelamdre ¿Dónde carajo me metí? Por estar inventando esta gente me va a robar y matar. Esto te pasa por  quesúo.

Claudia llegaba al edificio, cuando estacionó no vio el carro de Diego pero a los segundos entraba.
-¿Estás llegando?
-Si...¿Tú saliste?
-Si...con unos amigos, un amigo...¿estabas con tus amigas?
-Si...en casa de una de ellas, me quedé dormida.

Se montaron en el ascensor, Diego le dio un beso en la boca.
-Tienes un aliento asqueroso.
-Tuve sexo...-Claudia agachó la cabeza.
-Yo también. -Comenzó a llorar y Diego la abrazó.
-Primera vez que tengo sexo con otro hombre, bueno, sin ti...
-Yo también, estuve con una mujer por primera vez desde que estoy contigo.

Claudia se separó y vio a Diego a los ojos arrugando la cara.


martes, 25 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 130

 


Ignacio se llevó el carro de Renato sin decirle nada; seguía dormido. Buscó a Juan Pablo en su edificio. Al llegar lo vio en la entrada bajo techo.

-¿Coño que hace ahí metido? Ay es verdad, el peo del sol. -Tocó corneta.
-Hola, disculpa, es que no puedo estar en el sol mucho tiempo.
-Tranquilo. Se te ve hermoso el cabello cuando le da el sol. -Dijo eso y Juan Pablo se quedó congelado, todo iba más lento mientras volteaba a ver a Ignacio. Lo vio a los ojos.
-¿Me lo dices en serio?
-Si, te brilla el cabello.
-Nunca me lo habían dicho, solo se fijan en mi cara paliducha y fea.
-Ignacio volteó a verlo. -Bueno, guapo, guapo no es el pana, no es horrible, pero, esa piel blanca y rosada por el sol...me da morbo. No digas eso, no eres feo.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Porque eres amable conmigo, pensé que no volverías a llamarme, a lo mejor me llamaste para cogerme y luego no nos volveremos a ver, pero de verdad ya quiero tener sexo con alguien y tú me gustas.
-Ay marico de bolas que te llamé pa cogerte, ando quesúo. No hables así vale, vamos a casa y bueno hablamos.
-Yo no quiero hablar, quiero quitarme esta virginidad que cargo encima.

Llegaron al apartamento. -Ponte cómodo, si quieres busca algo en la nevera si quieres tomar algo. -Ignacio fue a la habitación de Renato, lo vio acostado y desnudo, se acercó a ver si respiraba. -Está vivo, que manera de dormir. 

Juan Pablo abría la nevera. -No me han dado ganas de cagar, ya pasó el tiempo, debe ser que estoy limpio. -Sacó una cerveza y cerró la nevera. La abrió y comenzó a beberla.
-No veo que te hayas puesto cómodo. -Juan Pablo se terminó la lata y la dejó en el mesón de la cocina, se limpió la boca con el dorso de la mano, vio a Ignacio a los ojos y lo besó.
-Veeeeeergaaaaaa, este pana anda desesperadito. Hey, hey calma, no te me alteres.
-Quiero tirar, necesito que me cojas.
-Vente, vamos pal cuarto, ahí estamos más cómodos.
Entraron a la habitación e Ignacio comenzó a desvestirse buscando en su mesita de noche  unos condones y el lubricante. -Quitate la ropa chamo. -Se volteó y Juan Pablo ya estaba desnudo. -Coño... Mierda...
-¿Qué pasó?
-Bichoooo, rolo e blanco, mírale güevo, es un tequeño crudo, peor, es más blanco. No...nada, es que.
-Dilo, te impresiona mi piel tan blanca, mírame el culo. -Se volteó y se abrió las nalgas.
Ignacio abrió los ojos estaba impresionado, su piel estaba totalmente blanca, ni una sombra oscura.
-Mámame el güevo anda para...que se me pare, se me pare bien.
Mientras Ignacio estaba de pie impresionado con Juan Pablo, este se puso en cuclillas para mamarle el pene. Lo hacía torpemente, sus dientes le rozaban pero Ignacio no le dijo nada, le acariciaba su níveo cabello.
-Juan Pablo retiró el pene de su boca. -Hay gente que le gusta la lluvia dorada. ¿Quieres orinarme? -Ignacio se impresionó con una media sonrisa.
-Con la parazón que tengo no creo que orine. Cuando acabe si quieres te meo en la ducha. Sigue mamando.
-Ok...-El chico volvió a metérselo en la boca para continuar.
Ignacio seguía acariciándole el cabello. -Este chamo le hace faltan unas clases de cómo mamar guevo. Chamo, chamo, ponte de pie.
-¿Ya me vas a coger?
-Si.
--No sabes cómo he esperado este momento, me he aguantado buscando a la persona indicada y apareciste tú, yo sé que me vas a coger hoy y no me vas a ver más, pero no me importa, ya no seré virgen.
-Ponte en la cama en cuatro. -Juan Pablo con una sonrisa en su rostro obedeció. Puso la cabeza en el colchón y con sus manos abrió las pálidas nalgas.
-Mierda parece que me voy a coger una masa para pizza, coño me tiene con una parazón...es un huevo sin sal este pana pero me da mucho morbo.-Terminó de ponerse el condón, se colocó lubricante y le puso al chico en el culo, le metió un dedo.
-Aaaaay si, dale, que rico sigue.
-Ya va chamo, esto apenas es el dedo.
-Aaah ok, despacito entonces, con cuidado. -Ignacio apoyó el pene en el blancuzco culo y fue empujando poco a poco, Juan Pablo arrugaba la cara.
-Coño no te pongas tan tenso, relaja un poco, ponte flojito y verás como entra, yo lo voy metiendo así y tú vas pujando...eeeeso, así, así. -Ignacio iba penetrándolo y vio como la piel de Juan Pablo se erizaba y se ponía como la piel de la gallina. Lo terminó de meter y el chico lanzó un grito y ahí comenzó Ignacio a moverse sacando y metiendo el pene. Juan Pablo soltaba quejidos mientras sus manos se aferraban a las sábanas, gritaba con dolor. -Este si grita carajo, va a despertar a Renato. 
-¡Aaaaay ya va, ya va, para, me duele, duele, duele. Sácalo!. -Ignacio retiró el pene y Juan Pablo se estremeció y enseguida de su culo salió un chorro marrón a presión que hizo que se moviera y fuera peor, continuó evacuando mientras las sábana se teñían y el piso era un lodo nauseabundo. Ignacio se apartó, Juan Pablo se acostó de lado llorando y seguía saliendo materia fecal ya en menor cantidad.
Las nalgas de Juan Pablo contrastaban con el color de la evacuación.
-COÑODELAMADRE QUE ASCO POR DIOS, ¿TU NO TE HABÍAS HECHO EL LAVADO? NO JODA ESTOY QUE VOMITO.
-Nacho...que pena, disculpa. -Juan Pablo lloraba, estaba avergonzado y no podía ni hablar. -Yo lo voy a limpiar.
-AH COÑO GRACIAS MENOS MAL QUE LO VAS A LIMPIAR TU, QUE DETALLAZO. DE BOLAS QUE LO VAS A LIMPIAR...-Le dio una arcada y tuvo que salirse de la habitación.
Se acercó a la ventana de la sala a tomar aire. Visiblemente estaba molesto, muy molesto.
-Nacho.
-¿QUE QUIERES? -Se volteó y vio a Renato con una bata. -Re...Renato, hola, despertaste.
-Tengo un fuerte dolor de cabeza...tomé mucho...yo...¿Tuvimos sexo?
-Eh...no...no, te quedaste dormido, caiste muerto.
-¿Que es ese olor? Que mal huele.
-Renato es que metí a un chamo en el apartamento para tirar y ocurrió un desastre.
-Renato sin esperar a que terminara, corrió a la habitación y abrió la puerta. El olor le golpeó en la cara y se tapó la nariz, vio a Juan Pablo.
-Hola Renato que verguenza, ya voy a recoger este desastre, yo, tengo...estoy apenado Renato yo...te pago  el colchón...-Renato cerró la puerta.

-Yo te dije que aqui no trajeras a nadie para tener sexo ¿Que parte no entendiste Nacho?
-Disculpa es que tú te dormiste yo me quedé con ganas y bueno.
-¿No pudiste irte a casa de él y hacerlo allá?
-No se puede, vive en un anexo, yo lo busqué y me lo traje.
-¿En taxi?
-Te agarré el carro, tranquilo está intacto. No hay mierda ahí. Te prometo que el cuarto va a quedar limpio. Ese carajito no sabe hacerse un lavado. -Renato cerró los ojos y respiró hondo.
-Eso es lo que menos me molesta, por el culo lo que sale es excremento. Es normal.
-¿Normal? Allá adentro hubo un deslave y podrido.
-Cuando tenía sexo con Agustín y a veces con otros me gustaba que me ensuciaran el pene, me daba morbo. -Renato se estremeció, cerró los ojos. Quitó ese pensamiento de su mente. -Dile que se vaya imediatamente.
-¿Qué? primero que limpie su mierda y luego se vaya.
-Límpialo tú, no lo quiero aquí. Voy a ducharme y quiero que cuando salga ya no esté.

Ignacio entró a la habitación tapándose la nariz.
-Ponte pilas para limpiar esto. Renato no quiere verte aqui cuando salga de bañarse. Te voy a traer cloro y unos paños. La sábanas las botas y te ayudo a sacar el colchón.

Luego de 40 minutos y a pesar de la advertencia de Renato, Juan Pablo terminó de limpiar la habitacion e Ignacio lo ayudó a bajar el colchón y las sábanas.

-¿Me puedes dar la cola a mi casa?
-No mi pana. Renato no me prestó el carro.
-De nuevo te pido mil disculpas Nacho, yo me tomé ese enema y decía que en 30/40 min haría efecto pero yo no sentía nada y...
-Ya, no me des más explicaciones...¿Tu dijiste que sabías que no te volvería a llamar después de esta tirada? Tienes razón, debut y despedida.
-Me da mucha verguenza verte, yo igual tampoco te voy a escribir ni llamar...tengo mucha pena con ustedes, soy un desastre, un maldito albino torpe y guevón.
-Bueno, tampoco te maltrates así, fue un accidente, terrible y asqueroso pero un accidente.
-Me gustas mucho Ignacio pero se que no te veré más... ¿Puedo darte...? -No terminó de decir la frase y Juan Pablo lo besó en la boca, pero Ignacio lo apartó.
-Lo siento chamo, no, además hueles a mierda, literal, mejor que te vayas.

Juan Pablo se dio la vuelta y se fue caminando.

Renato estaba sentado en la sala esperando que regresara Ignacio.
-Listo, disculpa la demora y todo este peo, te pido perdón por todo lo malo, El albino va a pagar el colchon y las sábanas.
-Nacho te voy a pedir que a más tardar en una semana te mudes de aquí.
Ignacio se acercó a Renato en el sofá y se sento justo al lado.
-¿Por qué no lo conversamos con un trago? -Se le acercó a los labios y lo besó pero Renato lo apartó de un empujón. Se puso de pie e Ignacio también.
-Ya van dos veces que me vas a coger y te duermes, vamos a darle la tercera que es la vencida. -Un fuerte golpe le dio Renato a Ignacio en la cara.
-Una semana Nacho y te vas de mi casa, lo siento mucho, pero no puedes estar aquí.
-Tranquilo, yo me voy. Lo que te da arrechera es que no me cogiste y yo me cogí a un carajo. -Otro golpe que tumbó a Ignacio en el piso. 

Renato se fue a su habitación