martes, 25 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 130

 


Ignacio se llevó el carro de Renato sin decirle nada; seguía dormido. Buscó a Juan Pablo en su edificio. Al llegar lo vio en la entrada bajo techo.

-¿Coño que hace ahí metido? Ay es verdad, el peo del sol. -Tocó corneta.
-Hola, disculpa, es que no puedo estar en el sol mucho tiempo.
-Tranquilo. Se te ve hermoso el cabello cuando le da el sol. -Dijo eso y Juan Pablo se quedó congelado, todo iba más lento mientras volteaba a ver a Ignacio. Lo vio a los ojos.
-¿Me lo dices en serio?
-Si, te brilla el cabello.
-Nunca me lo habían dicho, solo se fijan en mi cara paliducha y fea.
-Ignacio volteó a verlo. -Bueno, guapo, guapo no es el pana, no es horrible, pero, esa piel blanca y rosada por el sol...me da morbo. No digas eso, no eres feo.
-Gracias.
-¿Por qué?
-Porque eres amable conmigo, pensé que no volverías a llamarme, a lo mejor me llamaste para cogerme y luego no nos volveremos a ver, pero de verdad ya quiero tener sexo con alguien y tú me gustas.
-Ay marico de bolas que te llamé pa cogerte, ando quesúo. No hables así vale, vamos a casa y bueno hablamos.
-Yo no quiero hablar, quiero quitarme esta virginidad que cargo encima.

Llegaron al apartamento. -Ponte cómodo, si quieres busca algo en la nevera si quieres tomar algo. -Ignacio fue a la habitación de Renato, lo vio acostado y desnudo, se acercó a ver si respiraba. -Está vivo, que manera de dormir. 

Juan Pablo abría la nevera. -No me han dado ganas de cagar, ya pasó el tiempo, debe ser que estoy limpio. -Sacó una cerveza y cerró la nevera. La abrió y comenzó a beberla.
-No veo que te hayas puesto cómodo. -Juan Pablo se terminó la lata y la dejó en el mesón de la cocina, se limpió la boca con el dorso de la mano, vio a Ignacio a los ojos y lo besó.
-Veeeeeergaaaaaa, este pana anda desesperadito. Hey, hey calma, no te me alteres.
-Quiero tirar, necesito que me cojas.
-Vente, vamos pal cuarto, ahí estamos más cómodos.
Entraron a la habitación e Ignacio comenzó a desvestirse buscando en su mesita de noche  unos condones y el lubricante. -Quitate la ropa chamo. -Se volteó y Juan Pablo ya estaba desnudo. -Coño... Mierda...
-¿Qué pasó?
-Bichoooo, rolo e blanco, mírale güevo, es un tequeño crudo, peor, es más blanco. No...nada, es que.
-Dilo, te impresiona mi piel tan blanca, mírame el culo. -Se volteó y se abrió las nalgas.
Ignacio abrió los ojos estaba impresionado, su piel estaba totalmente blanca, ni una sombra oscura.
-Mámame el güevo anda para...que se me pare, se me pare bien.
Mientras Ignacio estaba de pie impresionado con Juan Pablo, este se puso en cuclillas para mamarle el pene. Lo hacía torpemente, sus dientes le rozaban pero Ignacio no le dijo nada, le acariciaba su níveo cabello.
-Juan Pablo retiró el pene de su boca. -Hay gente que le gusta la lluvia dorada. ¿Quieres orinarme? -Ignacio se impresionó con una media sonrisa.
-Con la parazón que tengo no creo que orine. Cuando acabe si quieres te meo en la ducha. Sigue mamando.
-Ok...-El chico volvió a metérselo en la boca para continuar.
Ignacio seguía acariciándole el cabello. -Este chamo le hace faltan unas clases de cómo mamar guevo. Chamo, chamo, ponte de pie.
-¿Ya me vas a coger?
-Si.
--No sabes cómo he esperado este momento, me he aguantado buscando a la persona indicada y apareciste tú, yo sé que me vas a coger hoy y no me vas a ver más, pero no me importa, ya no seré virgen.
-Ponte en la cama en cuatro. -Juan Pablo con una sonrisa en su rostro obedeció. Puso la cabeza en el colchón y con sus manos abrió las pálidas nalgas.
-Mierda parece que me voy a coger una masa para pizza, coño me tiene con una parazón...es un huevo sin sal este pana pero me da mucho morbo.-Terminó de ponerse el condón, se colocó lubricante y le puso al chico en el culo, le metió un dedo.
-Aaaaay si, dale, que rico sigue.
-Ya va chamo, esto apenas es el dedo.
-Aaah ok, despacito entonces, con cuidado. -Ignacio apoyó el pene en el blancuzco culo y fue empujando poco a poco, Juan Pablo arrugaba la cara.
-Coño no te pongas tan tenso, relaja un poco, ponte flojito y verás como entra, yo lo voy metiendo así y tú vas pujando...eeeeso, así, así. -Ignacio iba penetrándolo y vio como la piel de Juan Pablo se erizaba y se ponía como la piel de la gallina. Lo terminó de meter y el chico lanzó un grito y ahí comenzó Ignacio a moverse sacando y metiendo el pene. Juan Pablo soltaba quejidos mientras sus manos se aferraban a las sábanas, gritaba con dolor. -Este si grita carajo, va a despertar a Renato. 
-¡Aaaaay ya va, ya va, para, me duele, duele, duele. Sácalo!. -Ignacio retiró el pene y Juan Pablo se estremeció y enseguida de su culo salió un chorro marrón a presión que hizo que se moviera y fuera peor, continuó evacuando mientras las sábana se teñían y el piso era un lodo nauseabundo. Ignacio se apartó, Juan Pablo se acostó de lado llorando y seguía saliendo materia fecal ya en menor cantidad.
Las nalgas de Juan Pablo contrastaban con el color de la evacuación.
-COÑODELAMADRE QUE ASCO POR DIOS, ¿TU NO TE HABÍAS HECHO EL LAVADO? NO JODA ESTOY QUE VOMITO.
-Nacho...que pena, disculpa. -Juan Pablo lloraba, estaba avergonzado y no podía ni hablar. -Yo lo voy a limpiar.
-AH COÑO GRACIAS MENOS MAL QUE LO VAS A LIMPIAR TU, QUE DETALLAZO. DE BOLAS QUE LO VAS A LIMPIAR...-Le dio una arcada y tuvo que salirse de la habitación.
Se acercó a la ventana de la sala a tomar aire. Visiblemente estaba molesto, muy molesto.
-Nacho.
-¿QUE QUIERES? -Se volteó y vio a Renato con una bata. -Re...Renato, hola, despertaste.
-Tengo un fuerte dolor de cabeza...tomé mucho...yo...¿Tuvimos sexo?
-Eh...no...no, te quedaste dormido, caiste muerto.
-¿Que es ese olor? Que mal huele.
-Renato es que metí a un chamo en el apartamento para tirar y ocurrió un desastre.
-Renato sin esperar a que terminara, corrió a la habitación y abrió la puerta. El olor le golpeó en la cara y se tapó la nariz, vio a Juan Pablo.
-Hola Renato que verguenza, ya voy a recoger este desastre, yo, tengo...estoy apenado Renato yo...te pago  el colchón...-Renato cerró la puerta.

-Yo te dije que aqui no trajeras a nadie para tener sexo ¿Que parte no entendiste Nacho?
-Disculpa es que tú te dormiste yo me quedé con ganas y bueno.
-¿No pudiste irte a casa de él y hacerlo allá?
-No se puede, vive en un anexo, yo lo busqué y me lo traje.
-¿En taxi?
-Te agarré el carro, tranquilo está intacto. No hay mierda ahí. Te prometo que el cuarto va a quedar limpio. Ese carajito no sabe hacerse un lavado. -Renato cerró los ojos y respiró hondo.
-Eso es lo que menos me molesta, por el culo lo que sale es excremento. Es normal.
-¿Normal? Allá adentro hubo un deslave y podrido.
-Cuando tenía sexo con Agustín y a veces con otros me gustaba que me ensuciaran el pene, me daba morbo. -Renato se estremeció, cerró los ojos. Quitó ese pensamiento de su mente. -Dile que se vaya imediatamente.
-¿Qué? primero que limpie su mierda y luego se vaya.
-Límpialo tú, no lo quiero aquí. Voy a ducharme y quiero que cuando salga ya no esté.

Ignacio entró a la habitación tapándose la nariz.
-Ponte pilas para limpiar esto. Renato no quiere verte aqui cuando salga de bañarse. Te voy a traer cloro y unos paños. La sábanas las botas y te ayudo a sacar el colchón.

Luego de 40 minutos y a pesar de la advertencia de Renato, Juan Pablo terminó de limpiar la habitacion e Ignacio lo ayudó a bajar el colchón y las sábanas.

-¿Me puedes dar la cola a mi casa?
-No mi pana. Renato no me prestó el carro.
-De nuevo te pido mil disculpas Nacho, yo me tomé ese enema y decía que en 30/40 min haría efecto pero yo no sentía nada y...
-Ya, no me des más explicaciones...¿Tu dijiste que sabías que no te volvería a llamar después de esta tirada? Tienes razón, debut y despedida.
-Me da mucha verguenza verte, yo igual tampoco te voy a escribir ni llamar...tengo mucha pena con ustedes, soy un desastre, un maldito albino torpe y guevón.
-Bueno, tampoco te maltrates así, fue un accidente, terrible y asqueroso pero un accidente.
-Me gustas mucho Ignacio pero se que no te veré más... ¿Puedo darte...? -No terminó de decir la frase y Juan Pablo lo besó en la boca, pero Ignacio lo apartó.
-Lo siento chamo, no, además hueles a mierda, literal, mejor que te vayas.

Juan Pablo se dio la vuelta y se fue caminando.

Renato estaba sentado en la sala esperando que regresara Ignacio.
-Listo, disculpa la demora y todo este peo, te pido perdón por todo lo malo, El albino va a pagar el colchon y las sábanas.
-Nacho te voy a pedir que a más tardar en una semana te mudes de aquí.
Ignacio se acercó a Renato en el sofá y se sento justo al lado.
-¿Por qué no lo conversamos con un trago? -Se le acercó a los labios y lo besó pero Renato lo apartó de un empujón. Se puso de pie e Ignacio también.
-Ya van dos veces que me vas a coger y te duermes, vamos a darle la tercera que es la vencida. -Un fuerte golpe le dio Renato a Ignacio en la cara.
-Una semana Nacho y te vas de mi casa, lo siento mucho, pero no puedes estar aquí.
-Tranquilo, yo me voy. Lo que te da arrechera es que no me cogiste y yo me cogí a un carajo. -Otro golpe que tumbó a Ignacio en el piso. 

Renato se fue a su habitación





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