sábado, 1 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 106


 
-Mira que bella amor, que cuchitura.

-Te voy a tomar una foto, quédate así. -Castro le tomó una foto a Agustín con su hermanita de apenas 2 semanas de nacida.
-Dámela para cargarla. -Agustín se la dio, recogió el bolso que estaba en el piso y acomodó la chaqueta de Castro al voltear lo vio llorar.
-¿Que te pasa amor? 
-Flaco es que se ve tan linda, tan chiquita, que me da ternura, mira que cosita.
-Entre tus brazos parece una  ratoncita. También te voy a tomar una foto.

-Muchachos ¿Se quedan a comer? Ahora que tengo a Luisa lo puedo decir jajajajaja.
-Si claro, mami, invité a Oto para verlo y conozca a mi hermana.
Jimena suspiró. -Es tu mejor amigo, se conocen desde niños, será bienvenido siempre.
-Viene con Jaime.-Jimena cargó a la bebé y se sonrió.
-Me parece muy bien, así veo a Jaime. Bueno, entonces ¿Los esperamos para comer? 
-Si.
-Voy a sumar dos platos en la mesa.

-Tengo ganas de cogerte.
-Amor no sé cómo haces pero no te cansas, siempre quieres tirar y no eres un carajito, no es que estás viejo pero coño...siempre quieres y se te para.
-No soy yo, eres tú que me pone a millón. Pero tú también aguantas mi ritmo y me vergón. -Se llevó la mano al pantalón y la apretó.
-Y me encanta. ¿Quieres que te confiese algo?
-No me ocultes nada.
-Tengo el culo irritado, me duele al cagar y cada vez que lo hacemos sufro, pero aguantó porque lo disfruto.
-¿Por eso gritas tanto? Que nuestros vecinos se quejan.
-Si...
-¿Quieres que te lo deje aún peor hoy? Ahorita, ya.
-¿Tas loco? ¿Cómo vamos a hacerlo aquí?
-En tu cuarto. Ahí te deben haber cogido mucho.
-No creas.
-Cuenta, mira como me pusiste. Vamos pa un rapidito.

Berta se quedó en el apartamento con los niños, José David y su hijo estaban en el taller adelantando trabajo un sábado.
Sonó su celular. En la pantalla aparecía "Fiscal". -Tardó poco el hombre, este quiere más y lo va a tener peeeero...
-Aló.-
-Hola Berta, belleza, ¿Cómo estás?-
-Hooola, bien, que sorpresa, estaba por llamarte.
-Ah que bien, porque te llamo para que vengas a casa. Mi esposa regresa en cuatro días.-
-¡Que bien, claro que voy! Pero primero tienes que hacer dos cosas por mi.
-Lo que quieras mi amor.
-Necesito que me falsifiques un acta de matrimonio, que se vea legal, con firmas, sellos, todo.-
-Coño...es complicado...pero puedo hacerlo, ¿Para cuándo lo quieres?-
-Lo antes posible, si puedes mañana mejor.
-No mañana no, pasado mañana eso es complicado.
-Me vas a coger por el culo también, ¿Suficiente para que el documento esté pasado mañana? -
-Perfecto mi amor, te espero entonces, vente ya-
-No mi amor, usted me consigue ese documento primero y luego haces lo que quieras. Lo segundo es que me mandas un taxi o un chófer y que me lleve a tu casa y me regresé a mi casa.
-Ok mi amor, lo que digas yo te hago ese documento y te busco. Pásame por mensaje los datos para el documento.
-Ok.
-¿Me vas a dar culito?
-Si, si cumples con lo que te pedí te doy culo.
-Ya me montó en eso mi amor, mándame los datos.

-Hola pana.
-Hola, chamo ¿que más?
-Bien, aquí en el local.
-Ah que bien, yo en el trabajo.
-Te llamo para invitarte al cine y luego a comer.
-Vaya...el carajo prepotente que me dió un coñazo ahora me invita a salir.
-Coño me equivoqué contigo, merezco una segunda oportunidad. Eso y me encantó cogerte y bueno, eso me gustó y quiero conocerte.
-Yo también lo disfruté, pero...¿No te gustó David?
-Si....pero es un carajito y tiene pinta que le gusta es tirar y ya. Aguanta porque le metimos dos guevos y no eran pequeños jajajaja.
-Jajajaja es verdad.
-No, hablando en serio, ¿Aceptas mi invitación?.
-Acepto.

Castro se llenó dos dedos de lubricante y se los metió en el culo a Agustín que estaba sobre la cama arrodillado. Los movía dentro del culo, el muchacho gemía. -No grites, aquí no estamos e  el apartamento.
Se colocó una buena cantidad de lubricante en su enorme pene, también le puso al piercing de acero y comenzó a penetrar a Agustín.

-Bienvenidos, hooooma Jaime, ¿Cómo estás? No te veía desde la clínica. 
-Bien Jimena, tú te vez estupenda.
-Ay gracias. Yo sorprendida de verte con Otro, bueno, con un hombre. -Le susurraba Jimena a Jaime. -La de veces que salimos los cuatro.
-Así es la vida mujer, ya hablaremos.
-¿Cómo estás Oto?
-Bien Jimena, todo bien.
-Sabes que aquí siempre serás bienvenido, a pesar de todo, aquí te queremos.
-Quiero ver a la princesa. -Le dio un beso a Jimena.
-Ahí está mira como abre los ojos.
-Aaaaay Dios mío que hermosura ¿Y Tín?
-En su cuarto con Castro, le está mostrando unas cosas, ve para allá.

Castro de pie en el borde de la cama penetraba a Agustín, lo sujetaba con fuerza por las nalgas mientras el muchacho mordía la almohada para no gritar. Castro retiraba todo el pene y volvía a meterlo. Luego comenzaba a empujar.
-Acaba ya, coño acaba que nos van a descubrir. 

-Yo los busco, espérame aquí Jaime.

Castro soltó las nalgas de Agustín y comenzó a pellizcarse las tetillas. Sintió como eyaculaba dentro de su novio. Apretaba los dientes y cerraba los ojos arrugando la cara  para no gritar. Sacó el pene. Tocan la puerta y abren. Oto intenta cerrar de nuevo pero ve el enorme pene de Castro y queda paralizado con su mirada puesta en el piercing. Agustín se voltea y le haces señas que se vaya y cierre la puerta. -¡No digas nada, ya salimos! Le decía en voz baja a Oto.

-Ya vienen, Agustín está recogiendo unas cosas. 
-Ok, ya está listo el almuerzo. ¿Y ustedes qué tal? 
-Bien, bien, ahí vamos, poco a poco, por lo menos feliz, no se este muchachito. -Jaime le acarició la cabeza, Oto se sonrió y le dio una palmada en la mejilla.
-Voy al baño un momento. -Dijo Jaime.

-Jaime se le nota en la mirada que está enamorado de ti.
-Si...
-¿Y tú?
-Ay Jimena...
-Sigues enamorado de Héctor.
-Si...no te lo voy a negar, pero Jaime es maravilloso, la paso excelente con él y me emociona verlo llegar al apartamento, pero enamorado como lo estoy de Héctor no, pero yo con Héctor no quiero nada.
-Quiero mucho a Jaime y no lo engañes.
-No lo haré. Hola Suegro.
-Oto, ¿Cómo estás?.
-Bueno, aquí estoy, estamos.
-Ay hijo, estás rojo, ¿te sientes bien? ¿No tendrás la tensión alta?
-Estoy bien mamá ¿Y tu novio?
-En el baño.
-Aquí estoy Tín.
-Coño Jaime, no te veo desde la clínica...¿Cómo estás? ¿Cómo te trata este bobo?
-Si supieras que bien, hablo con ustedes de estas cosas y me entra un escalofrío, nunca he Sido tan abierto con mis cosas hasta ahora y es gracias a este señorito. -Oto se puso rojo.
-Eeeesoooo, hasta rojo te pusiste marico.
-Deja la vaina. -Agustín le dio un beso en la mejilla.
-Vamos por unos tragos, ¿quieres vino Jaime?
-Si.

-Marico, Castro...mierda...¿Tú te metes semejante bate? Y encima un rolo e aro de acero en la cabeza ¿No es suficiente semejante verga para también meterte eso? Marico, yo me cagué.
-ja ja ja si amigo querido, me meto esa vaina todos los fucking días. Tiramos todos los días marico, a veces hasta dos veces al día. El culo lo tengo como el del mandril, me duelen hasta las cejas.
-Verga y tiraron aquí, ustedes son arrechos.
-Ay pendejo...no hables tú...
-Necio.
-Si, necio, desmemoriao. Marico pero en mi vida me habían cogido así y tantas veces, ni con Renato que era un tirón.
-Y con semejante verga menos.
-¿Y que tal Jaime? Mejor que mi papá tirando?
-Hector tiraba divino, pero Jaime es otro peo, coño no se cómo explicarte pero es que lo disfruto de principio a fin, me siento tan bien en el sexo con el, no lo cambio.
-Que bueno Otro, me alegro. Pero deja que te coja Castro y cambiarás tu perspectiva.
-No marico, yo no quiero sufrir, ese eres tu que eres viciosa ja ja ja.

-Me lo pediste y te lo tengo.
-En 24 horas, eres rápido.
-Es que por esto voy a tenerte en mi cama yo muevo hasta al presidente para traerte el documento. -Berta se lo quitó de las manos y lo revisó. Mientras leía el documento, Rubén le metió la mano por debajo del vestido, buscando la entrepierna.
-Uy estás sin pantaletas, que perrita. -Le metió los dedos. ¿Quién es Ramón? ¿Con quién no te casaste?
-No te hagas el tonto Rubén. -Dejó el documento y se quitó el vestido. -Es el cura que metiste preso.
-¿Y para que quieres estar casada con el?
-¿Me vas a coger por el culo?
-Primero te doy por aquí. -Le metió dos dedos.
-Tienes que esmerarte más...que se me olvide cómo tira mi marido.
-Claro mi amor. -Ruben se desnudó.
-Lo que uno tiene que hacer para conseguir las cosas. -Berta se lanzó en la cama. Ruben comenzó a hacerle sexo oral, le metía los dedos y movía su lengua. Berta acercó sus dedos y abrió los labios. -Termina de meter tu cosita aquí. -Ruben se montó sobre ella y la penetró.
-Coño que rica estás, quiero cogerte siempre.
-Tienes que atender a tu azafata que es tu mujer, yo soy un escape.
-Ya no quiero tener sexo con ella, solo contigo.
-Esmérate porque siento que me coge un quinceañero. -Ruben se detuvo, levantó las caderas y comenzó a moverse de prisa, Berta gritaba fingiendo excitación y Rubén emocionado.
-Voltéate que ahora te voy a dar por el culo hasta acabarte. -Berta se arrodilló en la cama y el hombre le puso lubricante en el culo. Embadurnó el condón y la iba penetrando.
-Me vas a hacer acabar, no aprietes, uuuuf.
-Lo que quiero es que acabes para irme. -Pensaba Berta mientras tenía la cabeza hundida en la almohada. Ruben no aguantó y acabó abrazando con fuerza a Berta, luego se desplomó en la cama. Ella se levantó de la cama se puso el vestido, tomó el documento, lo dobló y lo guardó en su cartera.
-¿Ya te vas?
-Si, tengo una familia que atender y vine a buscar lo que te pedí.
-Pero es que no disfruté tu culito.
Berta se acercó y le dió un beso. -Ya se me ocurrirá algo para que vuelvas a disfrutar de este cuerpo. 
-Ven mañana, yo hago lo que me pidas.
-No, no creo, yo te aviso, ábreme para irme por favor.

Ignacio y Jorge estaban en el cine. Ignacio habíacomprado las butacas de arriba de la sala y en una esquina, había pocas personas.

Jorge estaba con la cabeza agachada haciéndole sexo oral a Ignacio que echaba la cabeza hacia atrás aguantando las ganas de acabar, su piel se erizaba.
-Para, para, ya va...coño, estoy a punto.
-Me emocioné mamando.
-¿Quieres seguir obte montas para cogerte?
-¿Estás loco? -Hablaban murmurando. -¿Si nos pillan?
-¿Quién, si no hay casi nada, anda. -Ignacio se bajó el pantalón a medio muslo. Jorge hizo lo mismo, se puso saliva en el culo, miró hacia las otras butacas. Se levantó, se puso delante de Ignacio, tomó el pene y se sentó. El pene iba entrando. -Shhhh no hagas ruido coño. Jorge se lo metió completo. Ignacio se levantó, Jorge se apoyó de la butaca de alante. Ignacio empezó a moverse, le daba empujones a Jorge que tenía los ojos cerrados, Ignacio concentrado viendo el culo del chico. Comenzó a empujar con más fuerza, llegó un momento que los dos estaban metidos en lo que estaban sintiendo que no se percataron del ruido que hacían los gemidos y la butaca.
-HEY HEY ABUSADORES, SÁQUELOS DE AQUI, ENFERMOS, PRENDAN LA LUZ.
Fue tal el escándalo que encendieron las luces y ya estaban los empleados ahí. Jorge e Ignacio intentando acomodarse los pantalones, los sacaron de la sala. Dos personas de seguridad los custodiaban.
-Ya llamámos a la policía para ver qué hacen con ustedes.
-Cuando te de un toque corremos hacia la derecha y no paramos hasta salir del centro comercial. -Ignacio lo tocó en el brazo y corrieron hacia las escaleras y no se detuvieron hasta después de salir del centro comercial y correr dos cuadras más. Se detuvieron y comenzaron a reirse, respiraban con dificultad, se miraron y se besaron en medio de la calle. 
-Vamos a tomar un taxi a mi casa. Quiero cogerte.
-Que morbo lo que hicimos, que susto.
-Pero fue excitante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario