viernes, 21 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 126


 -Buenos días señorita Méndez. Le pedí que se conectara para comentarle que he visto su currículum digital y por mí, ya está dentro del bufete pero le voy a pedir que se reuna en persona con uno de mis socios para formalizar el ingreso, pero usted ya es parte del bufete.

-Muchísimas gracias Doctor Vázquez. Gracias por la oportunidad.

Claudia Mendez, una mujer de 29 años, abogada, casada desde hace 5 años, no tiene hijos. Su vida y su matrimonio han entrado en una etapa lineal, sin sobresaltos hasta que comienzan a dejar que entre un tercero o tercera. Los problemas están por comenzar. Luego de un trabajo estable trabajando por su cuenta, entra en un letargo que la obliga a buscar trabajo donde esté en una nómina. 
El matrimonio con su esposo Diego está por cambiar y no se sabe si para bien.

-¡Ya tengo trabajo nuevo y en tiempo récord! En 10 días conseguí.
-Que bueno amor. A nosotros nos van a revisar los sueldos para un reajuste.
-Las cosas se van enderezando, la quincena que viene deberíamos salir a cenar y celebrarlo y cerrar con broche de oro con una sesión de sexo.
-Excelente, voy a averiguar qué restaurante está de moda para conocerlo.
-Pero hoy podemos tener un preámbulo para calentar motores. -Claudia le metió la mano por el boxer y le tocó el pene.
-Ahorita no Claudia, cuando me duché me hice la paja.
-Ahorita no, ahorita no, ¿Entonces cuándo? Un mes sin sexo, ¿Te parece bien?.
-Estoy en una etapa de... Déjame revisar los restaurantes.
-Mira...ahora que vamos a ganar más dinero, tenemos que ir pensando en cambiar los carros y un heredero. -Diego se regresó a la habitación.
-Vamos por partes amor, primero tu carro, luego el mio y después vemos lo del chamo.
-Si claro, el detalle es que tenemos que tener sexo...a menos que quieras inseminación artificial.
-Diego se fue al balcón e hizo una llamada.

-Aló ¿Antonio? Hola, es Diego, el del matrimonio que viniste, Claudia y yo, que te mandó Castro. -Diego hablaba en voz baja pero lo suficientemente alto para que Antonio escuchara.-
-Si mi pana, me acuerdo. Dime, ¿que se te ofrece?.-
-¿Cuando le damos tú y yo? Tiene que ser en un hotel o en tu casa, por razones obvias, no quiero que mi mujer se entere.
-Cuando quieras, son 200 verdes la hora, por ser amigo de Castro.
-¿200? ¿Tú cobras? Ah...yo...pensé que era...
-No papá, Castro pagó y le di con los dos pero ahora tienes que pagar, te hago un buen precio y sabes que hay buena mercancía y te estoy cobrando barato.-
-Dale...bueno...yo te aviso y cuadramos.
-Cuando gustes mi pana.-

-Ya te transferí los 200 dólares. ¿Entonces puede ser en tu casa?
-Por ser tú si, no acostumbro a llevar el trabajo a mi casa. Por esta vez lo hago.-
-Ok, me acomodo y salgo, te aviso.
Diego entraba a la habitación y Claudia se quitaba la ropa.
-¿Te vas a duchar?
-Si, me voy a ver con unas amigas, vamos a tomar algo. Noche de chicas.
-A hablar pestes de los hombres y echar los cuentos. Seguro que salgo a relucir.
-Obvio mi amor. Igual cuando sales con tus amigos se cuentan todo. ¿Tu vas a salir o te quedas en casa?
-Me quedo aquí, no sé a lo mejor voy al cine.


Claudia terminó de arreglarse y se despidió de Diego con un beso en la boca.
-¿Vas a llegar tarde?.
-No creo sabes que odio manejar tarde en la noche.
-Si quieres te llevo y te busco.
-No, no, no, tranquilo, seguro me toca dar la cola.
-Yo se la doy, te llevo a si me distraigo.
-Prefiero llevar mi carro, así no estoy pendiente que tengo que llamarte si me tardo un poco.
-¿No me acabas de decir que no quieres manejar de noche tarde?
-Bueno Diego, quiero llevar el carro, punto, coño.
-Esta bien, está bien.

Diego se quedó en la cama, miraba el celular.
-¿Y si voy a un bar gay? Pero no conozco. -Entró en Google.
-Hay uno cerca, pero abre a las 10 de la noche. Bueno como algo, me baño, me visto y salgo.

Jaime revisaba su correo y lo que estaba esperando desde hace semanas llegó.
<Luego de revisar sus documentos y los de su pareja hemos decidido que es un posible candidato para optar a la adopción de un niño o niña en nuestra institución. Lo invitamos para una entrevista el día lunes a las 10 de la mañana.
Fue hasta la cocina donde estaba Oto haciendo la cena. Lo abrazó por la espalda y luego con sus manos le bajó el bóxer.
-¿Que haces mi amor?
-Unas arepas para la cena ¿Y tú qué haces?
-Tocándote las nalgas y con ganas de clavarte el güevo.
-Que rico, ¿antes o después de comer?
-Antes. -Le metió las manos entre las nalgas. -El lunes a las ocho tengo que entrevistar a una mujer que va al puesto de asistente de Héctor.
-¿El que era mi puesto? -Jaime le metía la lengua en la oreja y se la mordía.
-Si...tienes el culo caliente. -Se mojó la mano de saliva y la pasó por el culo de Oto. -Y el lunes a las 10 quiero que me acompañes a un sitio.
-¿Dónde, a las 10? Acuérdate que vienen los directores de la empresa charcutera.
-Mañana resolvemos eso, tendrán que esperar porque dónde voy es más importante.
-¿Qué lugar es ese? -Jaime humedeció su pene y lo metió entre las nalgas del muchacho.
-Te hablo de eso después de esto. -Empujó y el pene entró. Oto se tensó y le recorrió un escalofrío. Soltó la paleta y se apoyó del tope de la cocina, cerrando los ojos.
Jaime se movía subiendo y bajando sus caderas, abrazó a Otro y lo volteó hacia el mesón, el muchacho bajó su pecho al mesón y Jaime terminó de penetrarlo hasta el fondo. Le abría las nalgas y veía como entraba y salía su pene. Comenzó a oler a quemado, lo advirtió Oto y Jaime se volteó con dificultad, y sin retirar el pene cogió la paleta, volteó las cuatro arepas y siguió con Oto. Lo tomó por los hombros y empujaba hasta penetrarlo completo, Oto gemía. Jaime le tomó el pene y comenzó a masturbarlo.
-¡Me vengo! -Jaime le daba con más fuerza y Oto acabó cayendo el semen en el piso.
-Aaaaay ahí voy amor, ahí voy. AAAAAAH , AAAAAH. -Jaime se abrazó a Oto y así estuvo unos segundos. Del culo de Oto resbalaba un hilo de semen por la pierna.
-Vamos a comer y luego nos duchamos.

Luego de la ducha, salieron del baño y Jaime le dio un beso a Oto en la boca y se fueron desnudos a la cama.
-¿Me vas a contar lo del lunes?
-Me escribieron del centro de adopción, revisaron mis documentos y quieren entrevistarse conmigo y tú también, le di algunos papeles tuyos, aunque no estamos casados es importante que sepan en que ambiente se desenvolverá el niño o la niña.

Oto veía a Jaime a los ojos, se notaba feliz. Se sonrió y le dio un beso en la boca. -Claro que voy contigo, te dije hace tiempo que lo haría, que te apoyaría.
-Gracias mi amor, gracias por estar a mi lado siempre y ahora en esto. -Hubo un silencio, Oto le acarició la cara, le sonrió.
-Si para que la adopción sea más expedita, tenemos que casarnos, acepto, me caso contigo con todo el amor.
Jaime se sentó en la cama y Oto hizo lo mismo.

-Me acabas de hacer el hombre más feliz del planeta. Te amo.





1 comentario: