miércoles, 12 de mayo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 117

 


-¿En serio me estás pidiendo eso Nacho? ¿De verdad?

-Coño Oto pero es por unas semanas mientras consigo apartamento. ¿Ese apartamento no es tuyo?
-Primero Nacho, si, el apartamento está a mi nombre pero yo no quiero saber nada de eso y tengo que resolver ese peo, segundo ahí vive Héctor con su novio y tercero tampoco te lo iba a prestar.
-Ok, ok...dale, gracias por el apoyo. Espero que no necesites de mi, porque no te voy a ayudar.
-Esta bien Nacho, chévere.
-Sabes que sigo enamorado de ti, a pesar que me montaste cachos descaradamente y no quieres ayudarme.
-Que te ayude tu novio y supera esa vaina. Tú estás enamorado de mi pero yo de ti no, así que no sigas sacándome en cara esa mierda, chao. -Oto cerró la llamada.

-¿Con quién hablabas que lo trataste así?
-Con mi ex.
-¿Héctor?
-No amor...Héctor está de viaje. Con Ignacio. Me pidió que lo ayudara, que le prestará mi apartamento.
-¿Tu apartamento?
-Hector puso a mi nombre un apartamento y una casa en Miami.
Jaime se levantó del escritorio y comenzó a caminar. -¿Y tú porque no le devolviste eso a él, le dijiste que no querías eso? Sigue siendo tuyo ambas propiedades?
-Se lo dije mil veces y me dijo que eso era mío. Si claro, siguen a mi nombre.
-Quiero que cuando llegue Héctor arregles eso, no quiero que nada te vincule a él. Le entregas sus propiedades.
-¿Y si no quiero hacerlo? ¿Y si las quiero vender?
-¿Te quieres quedar con las propiedades?
-Bueno el vive en el apartamento con el noviecito.
-¿Los vas a sacar del apartamento? Deberías, eso es tuyo. Héctor te compró y tú caiste.
-Jaime, cálmate, no te alteres, tampoco es que hubo un crimen.
-¿TE PARECE BIEN QUE TU EX TE DE DOS PROPIEDADES ASI COMO SI NADA?
-Jaime, respira, esas propiedades me las dio estando con él no después. Coño no te había visto así de alterado nunca ni en la oficina y mira que hemos tenido peos ahí.
-No me da la gana que algo todavía te ate a Héctor.
-Amor pero eso está a mi nombre, Héctor no tiene nada que ver.
-HECTOR TE LAS REGALÓ, ¿COMO QUE NO TIENE NADA QUE VER?
-A ver Jaime ¿Qué es lo que realmente te molesta?
-Que quiero ser yo quien te regale un apartamento y ya vino Héctor a hacerlo.
-Amor eso es una locura, yo no lo voy aceptar. Se lo dije a Héctor en su momento y no me paró bolas. Pero no voy a permitir que tú hagas esa locura.
-Me da la gana de hacerlo, eres mi novio.
-Estás comportándote como un carajito envidioso.
-Yo quería contarte algo que me hace mucha ilusión y enterarme de esto me puso de mal humor.
Oto se acercó a Jaime y le dio un beso, se abrazaron y poco a poco Jaime se relajó, su cuerpo perdió la rigidez por la rabia.
-Dile a tu ex que puede venir a vivir aquí.
-Ni de vaina le digo eso. Ese es capaz de joder nuestra relación, él está muy dolido porque se enteró de mi relación con Héctor estando con él. Sigue enamorado de mi.
-Entonces nada.
-¿Qué me ibas a contar?
-Te lo iba a decir ahora pero quiero estar en otro sitio que no sea la oficina.
-Cuando lleguemos al apartamento.
-No...vamos a cenar afuera y hablamos.
-No me asustes Jaime.
-No chico, no es nada malo.

-Epale marico ¿que más? Coño meses sin saber de ti-
-Buenos días Nacho, Dios te bendiga, ¿Cómo estás?-
-Bien, mira quería pedirte un gran favor. ¿Yo me puedo quedar en tu apartamento mientras consigo dónde mudarme?-
-Si claro, ¿Que pasó dónde vivías?-
-Tuve un problema con la dueña.-
-A mi casa puedes venir y quedarte todo el tiempo que quieras.-
-No vale Renato, máximo, máximo será un mes.-
-Vamos a hacer algo, múdate conmigo, colaboras con el mercado, yo te ayudo y tú me ayudas.-
-Renato es que yo tengo pareja e íbamos a vivir juntos, no voy a vivir con él en tu casa.
-¿Piensan casarse?-
-¿Casarnos? No chico, eso no está planteado, vamos a vivir juntos pero de casarnos nada.
-Bueno entonces solo podrá venir de visitas, no quiero convertir mi casa en un hotel de citas.
-Tranquilo. Esta tarde puedo llevar mis cosas.
-Claro que sí, eres bienvenido, avísame para estar allá y ayudarte.
-Seguro, esta tarde te llamo.

Ignacio llamó a Jorge para decirle que ya tenía donde vivir. -Pero de momento no podrás vivir conmigo, este carajo no quiere.-
-Bueno, claro, es su apartamento.
-Es que además es medio cura, entonces es todo religioso, cálate que me preguntó si nos íbamos a casar, cuando le dije que estaba contigo.
-Ja ja ja ni modo...tiraremos en un hotel.
-¿Hotel? ¿Tú sabes cuántos sitios hay para tirar?.-
-Por ese morbo que tienes es que te pasa lo que te pasa y te botaron.
-Bueno, tu acompáñame en esta aventura, además ya tiraremos en el apartamento de Renato.

Seis de la tarde, Oto bajaba a planta baja y se iba al restaurante, Jaime se iría por su cuenta.
–¿Hector cuándo regresa? Hay un poco de expedientes pendientes.
-Regresará en un par de semanas. De hecho tengo que entrevistar a una abogada que viene a ocupar tu puesto, aunque será la asistente como tú conmigo.
-Hector ha cambiado muchísimo...es otra persona.
-¿Todavía te importa?
-Si, bueno Jaime, fuimos pareja, formó parte de mi vida, no lo odio, me da rabia lo que pasó.
-Yo quisiera que no trabajaras en el bufete. Que cortes toda relación con Héctor.
-Ay Jaime, no me puedo creer que me estés diciendo eso. ¿Me tengo que poner a buscar trabajo en otro sitio?
-No, voy a hablar con los socios para comprar su parte o que se quede con sus acciones pero que no trabaje con nosotros.
-No hagan nada de eso, dejen que Héctor tome su decisión.
-No lo sigas defendiendo.
-No lo defiendo, soy justo.
-No vinimos a hablar de Héctor belleza, yo te invité a este lugar para decirte algo.
-A ver, a ver, cuéntame, porque me dijiste que no era malo, así que dime. -Oto estaba emocionado.
-Quiero adoptar un niño o niña. -La cara de entre asombro y nervios hizo que Jaime continuara hablando. -Es algo que quiero hacer yo pero me haría mucha ilusión si quieres acompañarme en esto.
Oto no le quitaba la mirada, seguía impactado.
-Oto, es algo que quiero hacer yo, tú no tienes que asumir mis deseos, es un proyecto personal.
-Es que me dejaste frío. No me esperaba que tú a tu edad quisieras tener otro hijo.
-¿Me estás diciendo viejo?
-No...bueno, es muy lindo eso, pero ya tienes una edad, ¿Quién se encargará de esa personita si te pasa algo?
-¿Por qué tiene que pasar algo? No hay nada que me digas que me haga cambiar mi decisión.
-No, no pienso hacer eso. Me impresionó la noticia, es todo...no lo tengo planteado en mi vida.
-Te dije que tú no tienes que hacerte responsable por este deseo que es mío.
Oto se quedó mirando a Jaime que se encongía de hombros y sonreía.

-Jaime...amor...yo vivo contigo, compartimos nuestras vidas, tenemos una vida juntos ¿Cómo voy a dejarte solo en esto? Yo me monto contigo en ese autobús. 
-¿En serio? ¿De verdad quieres adoptar conmigo? -Oto lo volvió a ver, le recorrió un escalofrío.
-Es momento de madurar, ser responsable y poner los pies en la tierra. Yo quiero ser papá contigo, es un paso muy arrecho...pero coño...vamos a hacerlo, voy a hacerlo. -Jaime se le iluminó la cara, sonrió y se acercó a Otro y lo besó.
-Gracias. -Oto dio un suspiro. 
-Tengo miedo, susto, ¿pero qué es lo peor que puede pasar?
-Que tengas que levantarte en la noche para darle de comer o cambiar pañales. -Oto bajó la cabeza y comenzó a reír.

Ignacio llegaba al apartamento de Renato, tocó el timbre. Se abrió la puerta e Ignacio abrió los ojos. Renato se dio cuenta del gesto. -Soy yo Nacho, tengo barba pero sigo siendo yo.

Tenía la barba larga y unos cuantos kilos de más, el cuerpo musculoso que hace un año tenía, había desaparecido pero seguía estando guapo.
-Disculpa Renato, es que no te había visto desde hace muchos meses, estás cambiadísimo.
-Un cambio para bien amigo, no hablo de mi aspecto físico, hablo internamente y ahora que estás aquí, lo verás.
-Mierda...¿Adónde me metí? Esto va a estar rudo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario